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Manejo del Tapón de Cera en el Oído
Artículo especializado

Manejo del Tapón de Cera en el Oído

Nuestra intención no es que te saques el tapón de cerumen en tu casa mientras lees el artículo sino, justamente, que conozcas lo que no debes hacer. ¿Qué es un tapón de cera exactamente? En el conducto auditivo externo (CAE) se produce una secreción (el cerumen) de consistencia y color similar a la resina y cuyas funciones son la limpieza, lubricación y protección del oído medio. Al analizar su contenido podríamos observar células descamadas, secreción sebácea y gérmenes contenidos en la flora habitual, entre otros. En condiciones normales, este material no se deposita en el CAE, sino que se elimina de forma fisiológica al exterior, por arrastre. Ahora bien, puede ocurrir que se adhiera en la pared del CAE de forma que su tamaño aumente progresivamente, además de endurecerse hasta el punto de ocluir absolutamente la luz del CAE, formando un tapón . Su diagnóstico puede ser casual (en una exploración convencional) o por los síntomas que ocasiona. Pueden afectar a un porcentaje representativo de la población, aunque es muchísimo más frecuente en la tercera edad. ¿Qué síntomas produce el tapón¿ ¿Cómo sabemos que tenemos un tapón de cerumen? Aunque te parezca una patología poco relevante puede preocupar mucho a la persona que, de repente, aprecia que no oye igual por un oído que por el otro. Otros síntomas que puede ocasionar son: picor, dolor, acúfenos (o ruidos), mareo e incluso tos irritativa. Como es evidente, ante una sordera súbita lo primero que debemos hacer es acudir a visita médica presencial. Nos tranquilizará mucho la confirmación de un tapón de cerumen tras la realización de una otoscopia (visualización directa del CAE mediante un aparato provisto de luz llamado otoscopio). El diagnóstico no requiere más que una exploración física específica y es inmediato. Tengo que decirte que la presencia de un tapón puede acarrear problemas secundarios como puede ser acúmulo de secreción detrás del mismo y sobreinfección , así como dolor por aumento de la tensión en el CAE. Entonces, ¿es peligroso tener un tapón de cerumen? No es peligroso, pero si ocasiona síntomas (hipoacusia, picor, dificultad para la higiene, retención de agua tras la ducha…) debe extraerse. Cuando se aconseja su extracción, es preferible que se realice de forma programada y, normalmente, en la consulta del Otorrinolaringólogo . ¿Cómo se realiza la extracción? Si es posible se recomienda una preparación previa muy simple que facilitará la extracción en la consulta. Consiste en la instilación de unas gotas óticas (cerumenolíticas) cuya finalidad es ablandar el tapón y desimpactarlo de sus paredes de forma que la extracción sea mucho más rápida y menos agresiva. Para extraerlo instilamos agua a presión por detrás del tapón para que se separe y salga despedido hacia el exterior. Suele salir arrastrado por la propia agua instilada. En ocasiones, debe repetirse la maniobra para conseguir su desimpactación (especialmente cuando no se han aplicado las gotas, durante los días previos).   ¿Tiene contraindicaciones? ¡Cuidado! A pesar de ser un método sencillo e incruento puede tener contraindicaciones. Por ejemplo, la aplicación del cerumenolítico estaría contraindicada en personas con antecedentes de cirugía previa de oído (incluida la colocación de drenajes) o con perforación timpánica. Asimismo, la instilación de agua para arrastrar el tapón no está libre de efectos indeseables como pueden ser: dolor, acúfenos, sensación vertiginosa , erosiones en la piel del CAE, otitis externa e incluso la perforación del tímpano. Algunos otorrinolaringólogos optan por la extracción manual del tapón, consistente en su arrastre mediante un material específico (curetas, cucharillas, fórceps o succión). Para entendernos, sería como pinchar el tapón con estos artilugios y retirarlo hacia afuera del CAE. Por supuesto, requiere habilidad para realizarla. ¿Se puede prevenir la formación de nuevos tapones de cerumen? Por descontado, debemos extremar la higiene para evitar el acúmulo de secreción en el CAE. Respecto al uso de bastoncillos decirte que existe una gran controversia dado que es difícil calcular la presión exacta a ejercer para evitar lesiones indeseables. Unas medidas consensuadas serían la instilación periódica de gotas de aceite de oliva y la irrigación del CAE con irrigadores de oído. Sólo en algunos casos se recomendará la aplicación periódica de gotas ablandadoras y siempre bajo supervisión médica.
¿Qué Hacer Para No Roncar?
Artículo especializado

¿Qué Hacer Para No Roncar?

¿Te desesperas porque tu acompañante de cama no para de roncar y eres incapaz de dormir? ¡No te desanimes! Puede solucionarse. Y mejorar tu calidad de vida pero, sobre todo, la de tu acompañante. El ronquido esencial es un síntoma nocturno muy frecuente, producido por una dificultad del paso del aire por la orofaringe (parte alta de las vías respiratorias) . La elevación de la resistencia de las vías aéreas superiores y su vibración durante el sueño son las que producen el tan molesto, antisocial y desesperante sonido del ronquido en todo el trayecto de la vía aérea superior. Éste puede dar lugar a despertares que conllevan una fragmentación de la arquitectura del sueño, provocándose con ello secundariamente, por ejemplo, una somnolencia diurna importante en el paciente. Principales causas del ronquido El sobrepeso y la obesidad. La edad avanzada (con el aumento de edad hay pérdida de tonicidad muscular). Cualquier otra razón de pérdida de tonicidad muscular (por ejemplo, las enfermedades neuromusculares). Las alteraciones anatómicas de la vía respiratoria: la existencia de pólipos nasales, rinitis (inflamación), infecciones catarrales simples, hipertrofia (exuberancia) del tejido adenoideo (también llamadas vegetaciones) y amigdalar, la dismorfia septal (o desviación del tabique nasal), la retro o micrognatia (mentón pequeño o retraído), la macroglosia (lengua demasiado grande). Ingesta de alcohol. Fumar. Ingesta de medicamentos tipo hipnóticos (pastillas para dormir) o antihistamínicos, a la hora de acostarse. El estrés y el cansancio. Apnea obstructiva El ronquido es el precursor del denominado Síndrome de las Apneas Obstructivas del Sueño (SAOS). Es la pausa respiratoria causada por la obstrucción o colapso de la vía aérea superior a nivel de la nasofaringe u orofaringe. Tiene como característica que cuando la persona se duerme y pierde el tono muscular, los músculos y las estructuras que rodean la vía aérea superior (entre las cuales están el velo del paladar, la úvula o  “campanilla“, los pilares de la faringe, las amígdalas, las adenoides o “vegetaciones” y la lengua) se relajan, bloquean totalmente la vía aérea y limitan o, más bien, evitan el paso del aire y, consecuentemente, con ello se impide la respiración. Esta suspensión respiratoria involuntaria es por lapsos de por lo menos 10 segundos , pero a veces llegan hasta casi los dos minutos. La hipopnea se describe cuando la faringe no se cierra del todo, pero, aun así, se produce en ella una constricción parcial lo suficientemente importante como para provocar una desaturación (bajada) del nivel de oxígeno en sangre, de tal forma que provoca despertares en el paciente y, por consiguiente, alteraciones en la arquitectura normal del sueño. CURIOSIDAD Se aceptan como normales en el ser humano hasta cuatro suspensiones (apneas/hipopneas) de más de 10 segundos de duración, por hora de sueño. Decálogo de síntomas para reconocer y diagnosticar un SAOS Roncar habitual y pesadamente más de 5 noches por semana. Dejar de respirar al dormir , y cuando se vuelve a respirar, hacerlo entre jadeos y ruidos, a veces hasta con movimientos musculares. Tener excesiva somnolencia diurna (porque no se duerme bien de noche), por lo que el paciente “cabecea” o dormita en todas partes. Despertar con cefalea (dolor de cabeza), con la garganta reseca o dolorida. Dormirse por las noches antes de que pasen 5 minutos después de poner la cabeza  sobre la almohada. Dificultad de levantarse por las mañanas y hacerlo muy cansado/a. Tener problemas de concentración en las tareas a realizar. Tener problemas de memoria. Bajada del rendimiento en el trabajo. Disminución de la libido en ambos sexos y, en los varones, presentar problemas de disfunción eréctil. El SAOS se diagnostica mediante la polisomnografía y es una enfermedad potencialmente mortal, cuando no se controla. Los casos con resultado de muerte suelen ser, generalmente, por isquemias cardiacas o cerebro-vasculares (infartos de corazón o ictus). ¿Cómo se trata? El tratamiento del ronquido se basa en el tratamiento de la causa que lo provoca. Por ejemplo: Perder peso. Realizar actividades físicas que aumenten el tono muscular. Evitar alcohol y tranquilizantes. Establecer una rutina de sueño. Dormir de costado en lugar de en posición supina (boca arriba). Dormir con uno o varios cojines extra que eleven la altura de la cabeza, por lo menos 10 centímetros. Un ejemplo de tratamiento del SAOS sería un aparato o equipo denominado CPAP (consiste en un dispositivo que emite aire a presión positiva continua, evitando así el colapso de la vía aérea superior, a través de una mascarilla que se encaja en la cara del paciente). Los especialistas del sueño concuerdan, en general, en que el tratamiento del ronquido, y en especial del SAOS, debe tratarse de manera multidisciplinaria (varias especialidades médicas integradas y coordinadas), siendo muchas veces necesario combinar distintos tipos de tratamiento en un solo paciente para lograr los resultados adecuados.
Vitamina E
Artículo especializado

Vitamina E

Dado que la vitamina E no puede ser producida por el organismo, debe ser suministrada a través de la alimentación. Su absorción por el aparato digestivo es relativamente pobre y va unida a los lípidos de la dieta. De toda la vitamina E que se toma a lo largo del día, únicamente se absorbe y atraviesa la barrera intestinal, entre el 20 y el 40%. Te explicamos más sobre ella… ¿Qué es? La vitamina E es una vitamina liposoluble (soluble en grasas) y se encuentra en ocho formas distintas, aunque el α-tocoferol es la única forma activa para el organismo. Esta vitamina actúa como antioxidante al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres (compuestos que se forman cuando el cuerpo transforma los alimentos consumidos en energía). Funciones de la vitamina E La vitamina E, también conocida como  alfa-tocoferol , es uno de los antioxidantes más importantes, y sus principales funciones son: Ayudar al cuerpo a utilizar la vitamina K , que es anticoagulante, y previene la formación de trombos. Además, participa en la formación de glóbulos rojos y fomenta la dilatación de los vasos sanguíneos. Antioxidante y de protección celular, al reducir el daño oxidativo. Protectora de la vitamina A, evitando su oxidación en el intestino. Prevenir la arteriosclerosis , protegiendo las grasas LDL (partículas que transportan colesterol) frente a la oxidación. Las LDL oxidadas están implicadas en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Evitar la degeneración muscular , por su función estabilizadora y reparadora de la membrana celular. Participar en el proceso de reproducción mejorando la fertilidad debido a que tiene un papel importante en la producción hormonal. Mejorar el sistema inmunitario , con el fin de que éste pueda combatir las bacterias y los virus que lo invaden. ¿Cuánta vitamina E es necesario tomar? La cantidad diaria recomendada (CDR) actual es de 15 mg/día de α-tocoferol en adultos. Aunque la cantidad dependerá de la edad, el sexo y la etapa de la vida en la que uno se encuentra. Las cantidades promedio diarias de vitamina E, expresadas en miligramos (mg) y en unidades internacionales (UI), que se recomiendan son las siguientes: Etapa de la vida Cantidad recomendada Bebés hasta los 6 meses de edad 4 mg (6 UI) Bebés de 7 a 12 meses de edad 5 mg (7.5 UI) Niños de 1 a 3 años de edad 6 mg (9 UI) Niños de 4 a 8 años de edad 7 mg (10.4 UI) Niños de 9 a 13 años de edad 11 mg (16.4 UI) Adolescentes de 14 a 18 años de edad 15 mg (22.4 UI) Adultos 15 mg (22.4 UI) Mujeres y adolescentes embarazadas 15 mg (22.4 UI) Mujeres y adolescentes en período de lactancia 19 mg (28.4 UI) ¿Qué ocurre si no se consume suficiente vitamina E? La deficiencia de vitamina E es muy poco común en las personas sanas. Casi siempre está relacionada con ciertas enfermedades que causan una mala absorción o digestión de las grasas como, por ejemplo, la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística y ciertas enfermedades genéticas poco frecuentes. Como ya se ha mencionado anteriormente, el sistema digestivo necesita grasa para absorber la vitamina E. La deficiencia de vitamina E puede causar daños a los nervios y los músculos con pérdida de sensibilidad en los brazos y las piernas, pérdida de control del movimiento corporal, debilidad muscular y problemas de la visión. Otro signo de deficiencia es el debilitamiento del sistema inmunitario. ¿Y si hay un exceso de consumo de vitamina E? La vitamina E es una de las vitaminas menos tóxicas, por lo que los casos de hipervitaminosis son poco frecuentes. Cuando existen, no suelen producirse mediante el consumo de alimentos sino por el exceso de consumo de suplementos vitamínicos comerciales. En forma de suplemento, sin embargo, las dosis elevadas de vitamina E podrían aumentar el riesgo de sangrado (menor capacidad de coagulación tras un corte o una herida) y de hemorragia grave en el cerebro (derrame cerebral hemorrágico). Por ello, el límite para los adultos es de 1000 mg/día. En los niños es mucho más bajo. ¿Dónde se encuentra la vitamina E? Por su función antioxidante de lípidos, la vitamina E se encuentra en alimentos vegetales ricos en grasa s, especialmente insaturadas, como las oleaginosas (vegetales de cuya semilla o fruto puede extraerse aceite) y en menor grado en granos de cereales . Su concentración en estos alimentos es muy variable y su estabilidad, por su acción antioxidante, es muy baja. También es sensible, pero en menor grado, al calor y a la luz. Se encuentra naturalmente presente en los alimentos y en ciertos alimentos fortificados con vitamina E añadida. Es importante destacar que, al ser insoluble en agua, no hay pérdidas por la cocción. Las fuentes más importantes donde encontramos esta vitamina son: Aceites vegetales , tales como el de oliva, girasol, o cártamo Cereales integrales , como la cebada, germen de trigo, o avena Yema de huevo Frutas como el aguacate y papaya Leche y mantequilla Legumbres , como los cacahuetes, frijoles, o garbanzos Frutos secos , sobre todo en avellanas, almendras y nueces Semillas , como las de girasol o chía Verduras de hoja verde , como espinacas, kale, o acelgas. También en espárragos Pescados (azules) como el pez espada o la trucha y el arenque
Carillas Dentales
Artículo especializado

Carillas Dentales

Las carillas dentales son una alternativa terapéutica muy socorrida en el tratamiento estético del llamado “frente anterior de la boca” (que es la zona que queda expuesta ante una sonrisa). Clásicamente, ha prevalecido el criterio médico-dental sobre el estético. Sin embargo, en el momento actual, no nos conformamos sólo con curar las afecciones de la boca, sino que buscamos la forma de conseguir la mejor sonrisa. En el campo de la estética dental es muy importante contar con el apoyo de la Ortodoncia pues su movimiento dental nos permite corregir rotaciones y malposiciones, de gran perjuicio estético en el paciente. Otras afectaciones como la tinción del esmalte, unos bordes dentales irregulares, una fractura del borde del diente, unas encías enfermas o una caries pueden inducir una baja autoestima en el paciente y, en ocasiones, su aislamiento social. Como es natural, todo puede relativizarse, pero no podemos olvidar que nuestra boca es una de nuestras principales cartas de presentación, que no la única.  Es evidente que preferimos tener enfermos los dientes posteriores que los anteriores, pero no es nuestra elección… Asimismo, el impacto positivo que recibe el paciente al someterse a un tratamiento estético compensa, con creces, el esfuerzo económico que le ha representado. ¿En qué consiste una carilla? Se trata de una capa realizada normalmente en material acrílico o porcelana que se coloca en la cara anterior del diente (idénticamente a una uña postiza colocada sobre la uña original). Se adhiere a la cara externa del diente de forma que cubre los defectos estéticos y confiere un aumento de dureza o resistencia a la pieza. Los dos materiales más comúnmente empleados son la porcelana y el composite (es el mismo material acrílico blanco que se emplea para las obturaciones o empastes). Las realizadas en porcelana tienen un coste superior por precisar la intervención de un laboratorio protésico para su fabricación. Ello implica la toma de impresiones o moldes en la consulta dental y su envío al laboratorio dental (trámite que encarece el coste e implica varias visitas médicas). Las carillas de composite son algo menos resistentes pudiendo pigmentarse o perder el brillo con el paso del tiempo y requerir su recambio. Sin embargo, su colocación es rápida, requiriendo una sola visita en la consulta dental. Implica una mínima preparación del diente que la va a albergar para garantizar su adhesión. ¿Cuáles son las principales indicaciones de carillas dentales? Suelen indicarse para corregir pequeñas alteraciones de forma y tamaño de los dientes , separaciones entre ellos (diastema), alteración del color y pigmentaciones en la superficie dental. Cuando sólo un diente precisa tratamiento estético suele recomendarse la carilla de composite ya que sólo requiere una visita en consulta. No precisa la intervención del laboratorio protésico, y el coste es inferior. Si el paciente requiere tratamiento en varias piezas dentales debe contemplarse la posibilidad de colocar carillas de porcelana (si el paciente puede permitírselo económicamente) dado que le conferirán más resistencia y durabilidad . Asimismo, al estar realizadas en el laboratorio el acabado será más nítido, natural y homogéneo que el manual. ¿Existe alguna contraindicación? En caso de malposición dental (rotación, apiñamiento…) puede verse dificultada la colocación de la carilla por falta de espacio por lo que optaremos por corregir inicialmente el problema ortodóntico y, posteriormente, el estético. Del mismo modo, en caso de que el paciente sea bruxista y su motivo de consulta sea el desgaste dental debemos recomendarle abordar el problema de bruxismo mediante una férula de descarga pues también las carillas dentales se desgastarían si el rechinar de dientes persiste. Como ves, a pesar de ser un tratamiento estético, no siempre está indicado realizarlo. Es importante la valoración del profesional. ¿Qué podríamos concluir? Que si estás contento con tu sonrisa no la cambies bajo ningún concepto, es el principal motivo para dejarla tal y como está. Si no lo estás, puedes consultarlo con tu odontólogo en tu siguiente visita. El tratamiento estético dental no sólo satisface al paciente, sino también al profesional que lo realiza. Nuestra mayor recompensa/satisfacción es brindarle un espejo tras finalizar el tratamiento estético, ya que, en ese momento, su primera sonrisa nos la dedica a nosotros.
Ortodoncias: Qué es y tipos de tratamientos
Artículo especializado

Ortodoncias: Qué es y tipos de tratamientos

La ortodoncia es una especialidad odontológica encargada del diagnóstico y tratamiento de las anomalías de forma, posición, relación, función y estética de las estructuras dentales. Hasta hace pocos años era un tratamiento exclusivo de la edad pediátrica . En la actualidad puede realizarse a cualquier edad, consiguiendo excelentes resultados tanto estéticos como funcionales. Ante la sospecha de la necesidad de tratamiento ortodóntico debe realizarse un estudio completo para llegar al diagnóstico y propuesta de tratamiento. Este estudio conlleva la realización de diferentes pruebas diagnósticas que mencionamos a continuación: Toma de registros para proceder al análisis de los mismos .  Se toman impresiones con alginato (conocidas coloquialmente como moldes) que luego se convierten en modelos de escayola que traducen exactamente la boca del paciente a tratar. Permite el estudio de los dientes de forma individualizada y de la relación entre la arcada superior y la arcada inferior. Realización de un estudio radiográfico (radiografía de cráneo en posición de perfil): permite realizar una cefalometría o mediciones de posiciones dentarias y óseas. Existen diferentes métodos de estudio, los más usados son el de Ricketts y el de Steiner. Consisten en la medición y estudio de unas distancias y ángulos específicos que nos ayudan a identificar si el problema es óseo o dental o ambos. Radiografía panorámica u ortopantomografía : necesaria para el estudio dental integral (comprobamos el estado dental y detectamos posibles anormalidades). Fotografías faciales en proyección de frente y perfil para detectar posibles asimetrías de la línea media, desviaciones, asimetría en las diferentes partes faciales, etc. Es importante realizar nuevas fotografías al finalizar el tratamiento. El impacto del tratamiento en la estética facial del paciente se plasma a la perfección. Pueden requerirse, además, un estudio mediante un TAC dental (en algún caso específico) pero no estaría dentro de la batería de estudio convencional. Todas las pruebas realizadas deben ser estudiadas en su conjunto para llegar al diagnóstico y a la propuesta terapéutica o plan de tratamiento definitivos. En ocasiones, el problema no es sólo la malposición dental sino que existe un problema óseo asociado en el que debe intervenir el cirujano maxilofacial para su corrección. UN DATO Entre un 8 y un 12% de la población mundial presenta algún tipo de malposición ósea y dental que le ocasiona una alteración de la armonía dentofacial. 5 tipos de aparatos En el abordaje del tratamiento ortodóntico debemos considerar dos grandes tipos de aparatología: removible o fija . Los aparatos removibles son aquellos que se pueden extraer en cualquier momento, y los fijos son aquellos que van adheridos a la superficie dental mediante resinas y quedan tensados entre ellos gracias a un arco metálico, no se extraen. Desde el punto de vista funcional contamos con cinco tipos de aparatos en ortodoncia: removibles, funcionales, elásticos, fijos y extraorales. Cada uno de ellos proporciona una serie de ventajas que se adaptan a las necesidades específicas del paciente. Removibles: son utilizados básicamente en odontopediatría ya que pueden ser retirados de la boca por el propio niño. Ello permite una correcta higiene oral ( pueden limpiarse con la ayuda de comprimidos limpiadores efervescentes) y una cómoda ingesta . Su acción es intermitente (sólo actúan cuando están colocados en la boca). Precisan una alta colaboración y adherencia por parte del paciente.  Estos aparatos de ortodoncia tienen un coste económico inferior al resto de aparatología. Se utilizan, sobre todo, en el tratamiento de la dentición temporal para corregir malposiciones dentales no complicadas. Funcionales: suelen ser aparatos removibles. Actúan sobre músculo y hueso , aunque también producen movimiento dental. Se utilizan en pacientes en crecimiento. Se utilizan en maloclusiones dentales con implicación ósea. Elásticos: más conocidos como ortodoncia invisible o transparente . Son aparatos removibles hechos con material plástico transparente o silicona y, a medida, para adaptarse perfectamente a la dentadura. Este tipo de ortodoncia se puede utilizar para el tratamiento y para el mantenimiento posterior (tras la corrección). Debido a que producen movimiento activo dental debe recambiarse la férula plástica con cierta perioricidad adaptándose a los cambios de la nueva mordida. Sus principales ventajas son la estética (por ser transparente) y la funcional (por ser removible). Fijos: los aparatos fijos de ortodoncia están adheridos a los dientes de forma permanente por lo que no pueden retirarse durante todo el tratamiento.  Son, pues, fuerzas continuas . Se pueden utilizar en combinación con otros aparatos. Es muy importante la implicación del paciente sobre todo en el mantenimiento de una buena higiene oral. En estos pacientes suele recomendarse el uso de cepillo interproximal para acceder a todas las superficies dentales. Dentro de este tipo de aparatos, los más utilizados serían: los separadores, las bandas, los brackets (metálicos o de zafiro), los alambres (de níquel o titanio), las ligaduras elásticas y metálicas, los muelles y los botones linguales. Extraorales: los aparatos extraorales son aquellos que se colocan fuera de la boca , y actúan sobre los dientes y las mandíbulas a la vez. Por su inconveniente estético (sobre todo en la edad pediátrica) sólo se utilizan cuando no hay otra posibilidad terapéutica. En considerables ocasiones es preciso realizar un tratamiento ortodóntico en dos fases. En una primera fase se emplea aparatología removible (en edad pediátrica) mientras que en la segunda fase se emplea ortodoncia fija (normalmente durante la adolescencia cuando el recambio dentario es casi completo). Una vez iniciado el tratamiento con ortodoncia… Es importante que el paciente sea controlado periódicamente, y ya en la primera visita (a los pocos días de colocada la ortodoncia) se le deben hacer recomendaciones dietéticas : no comer alimentos duros (como frutos secos o pan tostado), no comer alimentos de consistencia semielástica (por quedar fácilmente adheridos), no comer golosinas (chicles, gominolas o caramelos), etc. Al inicio del tratamiento puede haber dolor y/o molestias por la presión producida durante la masticación o al apretar los dientes. También pueden aparecer pequeñas úlceras en la mucosa por el roce del material. La dificultad en el habla suele vencerse durante la primera semana. ¿Cuánto suele durar el tratamiento? Debemos tener en cuenta que el tratamiento ortodóntico completo puede requerir entre seis y treinta meses para finalizar. El tiempo del tratamiento dependerá en gran parte del tipo de maloclusión , del tipo de ortodoncia indicado y de la adherencia del paciente . Por otro lado, es esencial visitar al ortodoncista periódicamente en los intervalos señalados y consultar ante cualquier eventualidad como rotura o deterioro del dispositivo. Al finalizar el tratamiento puede estar indicada la llamada fase de la retención. Cuando los dientes se han alineado correctamente la aparatología debe ser retirada pero debemos asegurarnos de que los dientes no intenten volver a su posición original. En este momento entrarían en juego los llamados mantenedores de espacio o detenedores que deben ser usados para estabilizar por completo la correcta alineación conseguida con la ortodoncia. Dra. Ana García Especialista en Odontología Integral Médico consultor de Advance Medical  
¿Cómo Controlar la Glucemia?
Artículo especializado

¿Cómo Controlar la Glucemia?

Cuando hablamos del correcto control metabólico de la glucemia hacemos referencia, sobre todo, al control de las cifras elevadas. Sin embargo, tenemos que saber identificar y manejar perfectamente una bajada brusca del nivel de glucemia por suponer una urgencia de riesgo vital para el paciente. ¿Qué es la diabetes? La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucemia (glucosa en sangre) mantenidos. Si los niveles de glucosa se mantienen elevados persistentemente ocasionan daños en los órganos periféricos (ojos, riñón, corazón…) que se traducirán en complicaciones , agudas o crónicas (a largo plazo). En estados avanzados de la enfermedad o en casos mal controlados observaremos, además de la hiperglucemia, la presencia de glucosa, incluso en la orina, llamada glucosuria (normalmente inexistente) y se explica por una afectación renal. Diagnóstico Ante el debut de una diabetes es muy importante realizar diferentes mediciones de glucosa en diferentes momentos del día (en ayunas, tras dos horas de ingesta, antes de las comidas…). Debemos tener catalogado el perfil glucémico del paciente para indicarle la conducta más adecuada a seguir y prescribir la familia de fármacos más recomendada (en caso de que sea preciso medicar). En aquellos pacientes con valores límite de glucemia y antecedentes personales o familiares relevantes debemos realizar un seguimiento exquisito. Hablaremos de prediabetes ante aquellos valores persistentes de glucosa plasmática entre 110 y 125. Hablaremos de diabetes ante valores mantenidos superiores a 126 mg/dl o nivel de glucemia al azar mayor de 200 mg/dl. Desde el punto de vista de seguimiento médico nos guiaremos por este parámetro y otros específicos que solicitamos en la analítica de control: la hemoglobina glicosilada, la presencia o no de glucosuria y los valores aportados por el paciente y medidos en domicilio antes y después de las ingestas. La importancia de la dieta y el ejercicio Tras la confirmación diagnóstica tenemos que emplear todo el tiempo necesario en concienciar al paciente en cuanto a la dieta que debe seguir, pues va a ser fundamental en el control de los valores en las fases iniciales de la enfermedad y en el enlentecimiento de la progresión de la misma. El objetivo será también la prevención de sus complicaciones. Para ello, nuestras áreas de acción son la dieta y el ejercicio. En cuanto a la prevención y detección precoz de las posibles complicaciones de la enfermedad actuamos derivando al paciente a otros especialistas como son el nefrólogo y el oftalmólogo. Centrándonos en la dieta recomendaremos al paciente una valoración por la enfermera experta en diabetes o por la nutricionista. Estos expertos analizan los hábitos dietéticos del paciente para realizar un plan personalizado y le adiestran en el manejo de los grupos de alimentos y su contenido en azúcares. Indican la distribución horaria de las ingestas (se recomiendan 5 comidas al día). Al final de esta entrevista el paciente debe estar familiarizado con el consumo calórico y saber identificar los alimentos que más le perjudican (los azúcares simples): a zúcar, miel, bollería industrial, mermelada, caramelos, chocolate, frutas en conserva , determinadas frutas frescas, cerveza y vino. Le recordaremos la importancia de comer mucha fibra por su propiedad de disminuir la absorción de hidratos de carbono. Advertiremos del consumo controlado de grasa (idealmente 70% de grasas vegetales y 30% de animales). Estos consejos dietéticos los conjugaremos con la potenciación de la actividad deportiva pues no solamente le ayudará a mantener las cifras de glucemia, sino también a controlar el peso. Tratamiento farmacológico Cuando, a pesar de nuestro plan de actuación, las cifras no consiguen controlarse debemos optar por iniciar un tratamiento farmacológico y para ello consideraremos varias características del paciente: peso, niveles de glucemia, otras patologías que presente, otros tratamientos que realice, si es fumador y su capacidad de adherencia (cumplimiento) al tratamiento. Inicialmente pautaremos una familia de fármacos y una dosis mínima que iremos aumentando según su tolerancia y eficacia. A largo plazo puede precisarse la combinación de varios fármacos orales o de varios tipos de insulina e incluso, de fármacos orales e insulina a la vez. Por si no lo sabías, en caso de embarazo optamos directamente por tratamiento insulínico . Tras la instauración del tratamiento monitorizaremos al paciente en cuanto a la posible aparición de efectos adversos y valores glicémicos conseguidos. Por supuesto, entre los efectos adversos no podemos dejar de mencionar la hipoglucemia, por su gran trascendencia y frecuencia (tanto con algunos fármacos orales como con insulina). Qué hacer en la hipoglucemia Hablaremos de hipoglucemia ante cifras de glucemia menores a 60 mg/dl. Sus síntomas son: sudor frío, temblores, nerviosismo, hambre, debilidad, palpitaciones , hormigueos, alteración de la visión, respuestas o conductas incoherentes, cefalea, convulsiones e, incluso, pérdida de conocimiento o coma. Lo más importante ante esta situación es identificarla y actuar rápidamente. Si nos resulta posible mediremos la glucemia, pero igualmente actuaremos ante la sospecha, aunque no podamos medirla. En tal caso daremos una bebida azucarada si el paciente está consciente y puede tragar. Si la persona está inconsciente (no podrá ingerir correctamente) lo correcto será inyectarle Glucagón®, que es un antagonista de la insulina (estará guardado en la nevera) que sube inmediatamente los niveles de glucemia. Si no tenemos Glucagón® a nuestra disposición podemos poner miel o azúcar bajo la lengua para garantizar su absorción rápidamente.
Pubertad Normal y Patológica
Artículo especializado

Pubertad Normal y Patológica

Todos hemos pasado por ella. La pubertad es un periodo crítico del desarrollo de transición desde la niñez a la vida adulta, donde suceden una gran cantidad de cambios físicos, funcionales y psicológicos : por ejemplo, la velocidad de crecimiento se acelera, se alcanza gran parte de la masa ósea definitiva, se desarrollan los caracteres sexuales secundarios y también se alcanza la capacidad de fertilidad (o capacidad reproductiva). Ocurre en un tiempo y a un ritmo e intensidad determinados, presentándose una variabilidad normal entre las distintas personas, por la influencia de unos factores genéticos y medioambientales concretos en cada una. En el proceso puberal participan múltiples factores y puede verse alterado y afectado a distintos niveles. Pubertad normal femenina La edad de comienzo puberal en las niñas es variable. Los cambios físicos que acontecen se definen con los denominados “ estadios de Tanner”. La aparición del “ botón mamario” (telarquia) es el primer signo de pubertad en las mujeres y el intervalo desde ese momento hasta la aparición de la primera menstruación (menarquia) suele ser de dos a dos años y medio. Con la aparición de la menarquia (suele ser entre los 11 y los 16 años, por término medio a los 13 años) culmina y finaliza el proceso puberal en las niñas. El pico máximo de velocidad de crecimiento de la talla se produce en el “ estadio mamario II-III de Tanner”. Pubertad normal masculina Los cambios físicos que acontecen se definen igualmente con los denominados “estadios de Tanner”. El crecimiento testicular (hasta 4 ml de volumen) es el primer signo de inicio de la pubertad en el varón y se presenta hacia los 11,5-12 años. El volumen testicular se puede medir con un aparato de la consulta médica denominado “ orquidómetro de Prader ”. Éste se basa en la pigmentación progresiva de la piel del escroto (bolsa cutánea que contiene los testículos) y del crecimiento del pene. Posteriormente, aparece el vello pubiano (pubarquia). La aparición del vello axilar suele producirse hacia la mitad del periodo puberal. El brote de crecimiento es, de media, dos años más tardío que en las niñas, alcanzando su máximo en el “ estadio genital IV-V de Tanner ” (con 10-15 ml de volumen testicular, normalmente a los 13-14 años). Pubertad precoz Se considera pubertad precoz la aparición de caracteres sexuales secundarios en niñas menores de ocho años o en niños menores de nueve. Es una entidad rara y de claro predominio femenino (10:1 =10 casos de niñas por cada niño). Puede deberse a causas denominadas: Centrales (o verdaderas), por activación del eje hormonal hipotálamo-hipofisario (hipotálamo e hipófisis son dos glándulas endocrinas cerebrales). Periféricas’ (o pseudopubertad) por, por ejemplo, existencia de tumores o quistes ováricos, tumores suprarrenales, hiperplasia suprarrenal congénita, etc. Si la aparición de los caracteres sexuales ocurre en etapas precoces, como se ha indicado anteriormente, y de una forma progresiva, acompañándose de un aumento en la velocidad de crecimiento evidente en el paciente, se refuerza el diagnóstico de pubertad precoz verdadera o central. Diagnóstico Incluirá los siguientes apartados: Anamnesis completa : interrogando acerca de la edad de aparición de telarquia/volumen testicular; edad de aparición de la pubarquia, existencia de antecedentes familiares de pubertad precoz, historial de ingesta de medicamentos o exposición a productos considerados disruptores hormonales, etc. Exploración física (del paciente): valoración de peso, talla, IMC (índice de masa corporal), dibujo de curva de velocidad de crecimiento… También, determinación del “estadio puberal de Tanner” en el que se encuentra el niño/a, apreciación de manchas cutáneas, palpación de masas abdominales, signos neurológicos acompañantes… Pruebas de laboratorio: estudios analíticos hormonales (hormonas LHRH, testosterona, estradiol, progesterona, DHEA, hormonas tiroideas, etc.). Pruebas de imagen: determinación de edad ósea (Rx), ecografía pélvica, ecografía testicular, ecografía abdominal, resonancia magnética craneal, etc. Tratamiento El uso de “análogos de GnRH” (tratamiento hormonal) en la pubertad precoz central debe ser individualizado en cada caso. En la periférica, se basará en el tratamiento de la causa subyacente (extirpación de quistes, corticoterapia en la hiperplasia suprarrenal congénita…). Pubertad retrasada La pubertad retrasada es la ausencia de cambios puberales en una edad considerablemente superior a la media en la que se inician en la población general. Por lo tanto, se considera pubertad retrasada cuando el niño no ha adquirido el volumen testicular de 4 ml a los 14 años y la niña no presenta desarrollo mamario a los 13 años. También se considera una variante del retraso puberal la “pubertad detenida”: pubertad que se ha iniciado, pero no progresa y en cinco años no ha completado el desarrollo. El denominado “retraso constitucional del crecimiento y la pubertad” es una variante del crecimiento y desarrollo normal que constituye la causa más frecuente de pubertad retrasada. Presenta un patrón de crecimiento característico en el que se observa una escasa ganancia de talla en edades prepuberales (coincidiendo con el pico puberal de la mayoría de los compañeros) y un pico de crecimiento tardío cuando la mayor parte de la población está llegando a la talla definitiva. La anamnesis o entrevista detallada y la exploración física minuciosa del paciente son claves para orientar el tipo de pubertad retrasada y permiten ahorrar exploraciones diagnósticas complementarias innecesarias.
Tratamientos Para la Caída del Cabello
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Tratamientos Para la Caída del Cabello

El cabello forma una parte importante del ideal estético en ambos sexos. Todos queremos tener y conservar un cabello bonito y abundante, ya que es un signo de juventud, bienestar y salud. Sin embargo, el pelo es uno de los órganos que más sufre alteraciones, ya sea por factores externos o por el propio paso del tiempo. La caída del pelo se llama alopecia , y puede clasificarse de diferentes maneras. Como existen tratamientos para conservar y regenerar el cabello, vamos a hacer un repaso de los más empleados. Minoxidil El minoxidil es un medicamento que originariamente se utilizaba para el control de la hipertensión arterial. Es un vasodilatador, es decir, abre o dilata los vasos sanguíneos y aumenta la circulación en la zona donde se aplica. Además, tiene efectos directos sobre el crecimiento del pelo. Se aplica en forma de lociones a concentraciones que oscilan entre el 2% y el 5%. Se emplea con éxito para tratar muchos tipos de alopecia. Su inicio de acción es lento, pero tiene un efecto duradero sobre la densidad y la fortaleza del pelo. Como efectos secundarios, puede provocar cierta irritación local en el cuero cabelludo y, en ocasiones, hipertricosis (aparición de vello no deseado) en la frente o las sienes. Se emplea como tratamiento de elección en las alopecias androgenéticas asociadas a la edad, tanto en hombres como mujeres. Espironolactona, ciproterona y otros antiandrógenos En las alopecias androgenéticas, es posible bloquear los andrógenos para evitar su acción sobre el cabello, que provoca su miniaturización y su pérdida definitiva. Los antiandrógenos en la mujer pueden administrarse asociados con un anticonceptivo oral , como la ciproterona. Otros, como la espironolactona o la flutamida, también son efectivos por vía oral, pero pueden tener efectos secundarios como alteraciones de la presión arterial. Se emplean cada vez menos debido a estos inconvenientes. Finasteride Se trata del inhibidor de la 5-alfa-reductasa que ha revolucionado el tratamiento de la alopecia. Finasteride es un medicamento que originariamente se empleaba para el tratamiento del crecimiento de la próstata. Se descubrió que en las personas que lo usaban el cabello volvía a crecer, y por eso se investigó para el tratamiento de la alopecia masculina. Es capaz de bloquear la conversión de la testosterona a dihidrotestosterona en el pelo, y conseguir reforzarlo al evitar la influencia de los andrógenos sobre su caída. Sólo está indicado para tratar a hombres , a dosis de sólo 1 mg al día en una pastilla. El tratamiento obtiene efectos óptimos a partir de los seis meses, y debe tomarse de forma indefinida o el pelo volverá a debilitarse. Es muy raro que provoque efectos sobre la libido o la fertilidad, pero en general se aconseja que los hombres que deseen tener hijos abandonen temporalmente el tratamiento. El trasplante de cabello El trasplante de unidades foliculares es un abordaje muy efectivo para muchos tipos de alopecia. Es una técnica laboriosa y cara, pero muy eficaz. Se toma como zona donante el área occipital y la nuca , que suelen conservar el cabello mejor que las zonas frontales y parietales. En la actualidad, se trasplantan unidades foliculares de pocos cabellos muy bien distribuidas por la zona receptora, con un efecto estético óptimo. Además, ese cabello trasplantado no cae al ser trasladado a la zona donante, sino que persiste en el tiempo. El principal inconveniente del trasplante es su precio , y no es recomendable acudir a centros o países que no realizan a bajo coste, ya que puede tener complicaciones graves como infecciones o cicatrices. Es preferible que lo realice un profesional titulado, especialmente un dermatólogo especializado en tricología.
Vitamina C
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Vitamina C

La vitamina C o ácido ascórbico es una vitamina antioxidante (junto con la vitamina A y E) y soluble en agua que participa en diferentes funciones fisiológicas. El hecho de que sea hidrosoluble implica que nuestro organismo no es capaz de producirla ni de almacenarla, por ello, es necesario aportarla a través de una correcta alimentación de forma diaria. Además, debido a su poder antioxidante, esta vitamina se “oxida” con facilidad con lo que sus propiedades pueden verse debilitadas por efecto de la temperatura, luz solar u oxígeno del aire. Funciones de la vitamina C Interviene en la formación de colágeno (constituyente principal del cartílago y del hueso), por lo que aporta elasticidad a la piel, facilita la cicatrización de heridas y evita el desgaste de las articulaciones además de contribuir en el mantenimiento de huesos, dientes y vasos sanguíneos. Participa en la actividad de los leucocitos y macrófagos , células que componen el sistema inmune del organismo. No obstante, aunque popularmente se haya relacionado la ingesta de esta vitamina con la aparición de resfriados, según una  revisión Cochrane de 2013 , no hay ninguna justificación para decir que la vitamina C tiene efecto sobre la frecuencia de padecer un resfriado común en población sana. Por ello, una ingesta elevada de esta vitamina a través de la alimentación o la toma de suplementos no tiene un efecto preventivo o curativo una vez comienzan los síntomas del resfriado. Tiene efectos antioxidantes contra la acción nociva de los radicales libres, sustancias químicas que oxidan y favorecen el envejecimiento de las células. Dichos radicales libres se desarrollan con la polución, la radiación del sol ultravioleta, el humo del tabaco o los aceites vegetales refinados Participa de forma activa en los procesos de desintoxicación que se producen en el hígado. En el estómago , inhibe la formación de nitrosaminas a partir de los nitratos (sustancias potencialmente cancerígenas que se encuentran presentes en ciertas bebidas y alimentos como embutidos y carnes procesadas). Facilita la absorción intestinal de hierro no-hemo presente en alimentos de origen vegetal (legumbres, vegetales de hoja verde o frutos secos) debido a que la acción de esta vitamina reduce el hierro de su forma férrica a su forma ferrosa que es mucho más fácil de absorber. Además, la presencia de vitamina C contrarresta la acción de fitatos (presentes en el salvado de los cereales) que ejercen una acción quelante con el hierro (lo secuestran). Por tanto, la vitamina C es útil para prevenir la anemia ferropénica tanto en personas omnívoras como en vegetarianas. ¿Cuánta vitamina C es necesario tomar? Las necesidades diarias de vitamina C dependen de la edad, sexo y ciclo vital , pero, en general, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la cantidad diaria recomendada (CDR) de vitamina C en adultos es de 80 mg. Si estas necesidades las desglosamos según personas de diferentes edades, las CDR se muestran en el siguiente esquema: Etapa de vida CDR Bebés hasta los 6 meses de edad 40 mg Bebés de 7 a 12 meses de edad 50 mg Niños de 1 a 3 años de edad 15 mg Niños de 4 a 8 años de edad 25 mg Niños de 9 a 13 años de edad 45 mg Adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad 75 mg Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años de edad 65 mg Adultos (hombres) 90 mg Adultos (mujeres) 75 mg Adolescentes embarazadas 80 mg Mujeres embarazadas 85 mg Adolescentes en período de lactancia 115 mg Mujeres en período de lactancia 120 mg Sin embargo, estas necesidades serán mayores en ciertos casos como: personas fumadoras, mujeres que toman de anticonceptivos orales, en la recuperación de una lesión y en ciertas enfermedades que alteran la absorción de esta vitamina (ciertos tipos de cáncer, y enfermedad renal que requiere hemodiálisis). ¿Qué ocurre si no se consume suficiente vitamina C? Una carencia severa de vitamina C con una ingesta menor de 10 mg/día durante semanas podría producir escorbuto , patología cuyos síntomas incluyen tumefacción, inflamación y hemorragia de las encías, pe queñas manchas en la piel, dolor en las articulaciones y mala cicatrización de las heridas, cansancio… Sin embargo, la deficiencia de vitamina C es muy poco común en España ya que según los datos de la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética los españoles superamos el 191% de las necesidades diarias, con lo que la suplementación de este tipo de vitamina en nuestra población es totalmente innecesaria e injustificada.  ¿Y si hay un exceso de consumo de vitamina C? Por otro lado, se ha establecido un límite de 2.000 mg de vitamina C al día para que no se produzca una hipervitaminosis que podría dar lugar a alteraciones gastrointestinales tales como diarreas, náuseas y calambres abdominales , e incluso puede favorecer el desarrollo de ataques agudos de gota y empeorar una litiasis renal por cálculos de oxalato (la vitamina C es un precursor de oxalato en nuestro organismo). Además, en las personas que padecen hemocromatosis (acumulación excesiva de hierro en sangre), un exceso de vitamina C podría empeorar el exceso de hierro y dañar los tejidos del cuerpo. ¿Dónde se encuentra la vitamina C? La vitamina C se encuentra casi exclusivamente en frutas y verduras . Para ser más concretos, los alimentos con mayor cantidad de vitamina C son: guayaba, lichis, kiwi, mango, piña, caqui, cítricos, melón, fresa, bayas (grosella negra), pimiento, tomate, brasicáceas (verduras de la familia de la col), espinacas, col kale, perejil, naranja, pomelo y limón. Por ello, con una suficiente ingesta de verduras o vegetales y frutas (con un total de cinco raciones al día) y teniendo en cuenta que el contenido de vitamina C de una verdura podría disminuir hasta el 50% al cocinarse, se recomienda que al menos una de las raciones de vegetales se consuma en forma cruda (ensaladas) y que el resto se cocinen al vapor o al microondas para minimizar esta pérdida. Además, en lo que a frutas se refiere, se ha popularizado que el zumo de naranja pierde su contenido de vitamina C a los 15 o 20 minutos de haberlo preparado, sin embargo, nuevos estudios han demostrado que esta convicción es falsa y que el zumo de naranja natural exprimido en casa sigue aportando vitamina C hasta 12 horas después a su elaboración .
Consecuencias del Ruido en la Salud
Artículo especializado

Consecuencias del Ruido en la Salud

¿Te preocupa el ruido que nos rodea? ¿Crees que puede afectar a nuestro bienestar? El ruido es uno de los problemas ambientales más importantes . Se define como un caso particular de sonido, una emisión de energía originada por un fenómeno vibratorio detectado por el oído, que provoca una sensación de molestia. Es un sonido no deseado. El nivel de sonido se mide en decibelios (dB) y un pequeño incremento en los decibelios supone un gran incremento en energía sonora. EL RUIDO ES SUBJETIVO La subjetividad inherente a la molestia que provoca un ruido dependerá de estos factores: La cantidad de energía sonora (a mayor energía, mayor molestia). Tiempo de exposición (a iguales niveles de energía, a mayor duración, mayor molestia). Características del sonido (espectro de frecuencias, ritmo, etc.). Sensibilidad individual (influida por factores físicos, sociales, culturales, etc). El oído es el órgano sensorial responsable de la audición y, es concretamente la parte denominada oído interno es la encargada de la transformación de las ondas sonoras recibidas (energía mecánica) en impulsos nerviosos (energía eléctrica), que son finalmente transmitidos al sistema nervioso central (cerebro). Fuentes de ruido Se considera que, en Europa, millones de personas están expuestas a niveles de ruido ambiental que los expertos y profesionales del sector consideran demasiado elevados y que pueden provocar posibles efectos nocivos sobre la salud humana. En la mayoría de las ocasiones, las fuentes que producen el ruido ambiental forman parte de la vida humana cotidiana, como son, por ejemplo: Las actividades industriales : ruido generalmente producido por la maquinaria, en relación a la potencia de la misma.  También la construcción y los trabajos de excavación pueden causar emisiones considerables (grúas, hormigoneras, soldaduras, martilleo, perforadoras…). Otros ejemplos, dentro de la innumerable lista, serían los sistemas de ventilación, los ascensores, la limpieza de calles, la recogida de basuras… Las actividades de comunicación (radio, TV, teléfono, fax…). Las actividades domésticas, vecinales, deportivas y de ocio : voces, fiestas, música de discoteca, utensilios de aspiración en el hogar, el uso de auriculares sin limitador de volumen, determinados juguetes con sonidos intensos, el tañir de las campanas de la iglesia… Los medios de transporte : incluiría los vehículos a motor (aquellos más grandes y pesados son los que emiten más ruido, generado por el motor y por la fricción entre el vehículo, el suelo y el aire); los ferrocarriles (el ruido que generan depende de su velocidad, tipo de motor, el estado de los raíles y sus fijaciones, la rugosidad de las ruedas…); y el tráfico aéreo (aquellos aviones más grandes y pesados producen más ruido, en las operaciones de despegue y aterrizaje, etc). Problemas de salud relacionados. Según la Comisión Europea, la exposición al ruido excesivo puede provocar, entre otros: Problemas de sueño (insomnio; despertares nocturnos o demasiado tempranos; cambios en la duración de las distintas etapas del sueño, en su estructura y fragmentación; mayor necesidad de uso de somníferos o sedantes; somnolencia diurna con el consiguiente descenso del rendimiento cognitivo en trabajo/escuela…). Cambios en los niveles hormonales (estrés) pueden provocar efectos cardiovasculares como la hipertensión o mayor riesgo de padecimiento de infarto agudo de miocardio; déficits de inmunidad, obesidad; depresión y otros desórdenes psíquicos… Efectos auditivos (discapacidad auditiva con o sin padecimiento de acúfenos -ruidos en los oídos cuando no existe fuente sonora externa-, dolor o fatiga auditiva…). Afectación del desarrollo cognitivo infantil. Afectación del comportamiento social (agresividad, protestas, sensación de desamparo) o interferencia en la comunicación oral. Estrategias de intervención El problema del ruido es una preocupación de la población a nivel global y, por ello, está empezando a ser una cuestión importante en salud ambiental para los gobernantes de muchos países. Prueba de ello sería la publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de su plan de acción para Europa “Children’s enviroment and health”, cuyo objetivo prioritario es la protección frente a la exposición a niveles nocivos de ruido de los niños, tanto en casa como en la escuela. Existen estudios científicos realizados en España que demuestran que la población general estaría dispuesta a pagar más impuesto s o, incluso también, a a umentar el coste de su vivienda , entre otros aspectos, con la finalidad de conseguir ambientes más silenciosos. Igualmente considera necesaria la actuación en inversión pública con la finalidad de reducir la contaminación acústica.
Sobre la Menstruación
Artículo especializado

Sobre la Menstruación

Sucede cada mes a todas las mujeres en su vida fértil, convivimos con ellas muchos años, pero en algunos aspectos es una gran desconocida. Aclaramos algunos conceptos…. La menstruación o regla es el sangrado que se produce por vía vaginal periódicamente cuando ha transcurrido un ciclo en el que no ha habido embarazo. El ciclo menstrual tiene una duración variable, siendo el más frecuente el de un mes lunar, que corresponde a 28 días. Pero son perfectamente normales los ciclos de 25 a 35 días, y también los irregulares que tienen distinta duración según el mes dentro de este rango. El ciclo se divide en dos fases: Primera fase de ciclo: desde que viene la regla hasta la ovulación. Segunda fase de ciclo : desde la ovulación hasta la siguiente regla. Ovulación La ovulación es el acontecimiento que tiene lugar en el ovario cuando un óvulo que ha ido madurando en el interior de una bolsita de líquido dentro del ovario es liberado para que pueda ser captado por la trompa de Falopio, que lo conducirá en dirección al útero . Y, en el caso de que se produzcan relaciones sexuales sin protección, los espermatozoides fertilizarán al óvulo en el interior de la trompa y el ya constituido embrión (desde el momento en que el óvulo ha sido fertilizado) seguirá su camino por el resto de la trompa hasta el interior del útero.  Sin fecundación, el óvulo simplemente desaparece en pocos días de forma imperceptible. Ciclo El proceso de maduración del óvulo tiene una duración variable de mujer a mujer, siendo el periodo medio de 14 días , pero puede ser de inferior o superior duración. En cambio, desde la ovulación a la siguiente regla sí que pasan aproximadamente 14 días en todas las mujeres. Cuando hablamos de primer día de ciclo es el día que viene la regla. Así pues, en ciclos de 28 días la ovulación se produce justo a la mitad, el día 14, pero si una mujer suele tener ciclos de 25 días es que ovula sobre el día 11 y, por el contrario, si tiene ciclos de 35 días es que ovula sobre el día 21 de su ciclo. Esto es importante tenerlo en cuenta para calcular los días fértiles de una mujer. La duración del ciclo menstrual se cuenta desde el primer día de una regla hasta el primer día de la siguiente. Días fértiles Si hablamos de días fértiles, que pueden variar de unas parejas a otras, engloban dos o tres días antes hasta dos o tres días después de esa fecha . De relaciones mantenidas dos días antes de la ovulación pueden permanecer activos espermatozoides esperando la llegada del óvulo. Y posteriormente ocurre lo mismo, pues el óvulo que ya ha empezado su camino a través de la trompa de Falopio puede mantenerse en buenas condiciones para ser fertilizado varios días después de la ovulación. Por tanto, los días fértiles de una mujer son cuatro o cinco centrados alrededor del día de la ovulación, pero pueden llegar a ser hasta de una semana o más en parejas muy fértiles. Síntomas El momento de la ovulación puede ser percibido por muchas mujeres. Pueden notar cierto dolor o incomodidad en la pelvis , y las características del flujo vaginal cambian, volviéndose en esos días más transparente y filante (se puede estirar como una goma). Algunas mujeres pueden tener una pequeña mancha de sangre también en ese momento. En el endometrio desde el inicio del ciclo hasta el momento de la ovulación empieza a crecer un tejido acolchado y algodonoso que va madurando hasta el momento de la ovulación, que es cuando tendrá sus máximas cualidades. Su finalidad es nutrir al embrión si en ese ciclo se ha producido la fecundación y alimentarlo hasta que desarrolle su propia placenta . Sin fecundación, ese tejido inicia un proceso de “degeneración” durante toda la segunda fase del ciclo que culmina con la expulsión de ese tejido en forma de sangrado menstrual. Al perder todo su recubrimiento interno el útero sus paredes quedan completamente peladas, por lo que hasta que crece una nueva “piel” se producen cuatro o cinco días de sangrado. Cuando se ha producido la ovulación el endometrio sintetiza unas sustancias llamadas prostaglandinas durante toda la segunda fase del ciclo, que cuando se liberan durante la regla provocan contracciones uterinas que son las responsables del dolor menstrual que muchas mujeres sienten, y motivo por el cual cuando inhibimos la ovulación con los anticonceptivos estos dolores mejoran o desaparecen, pues al no haber ovulación no se sintetizan las prostaglandinas. ¿Menstruación sin ovulación? Sí, también puede haber menstruación sin ovulación. El endometrio crece, crece, crece… y sin los cambios hormonales propios de la ovulación también llega un momento en que se derrumba. Estos ciclos anovulatorios son propios de los primeros años de regla durante la adolescencia, o de los últimos años cercanos a la menopausia, y también pueden darse con mayor o menor frecuencia durante toda la edad fértil de la mujer. Estos ciclos se caracterizan por ser más largos, irregulares e indoloros pues, como hemos comentado, sin ovulación habitualmente no hay dolor.
¿Cómo Afecta la Salud Dental a la Salud General?
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¿Cómo Afecta la Salud Dental a la Salud General?

¿Existe algún vínculo entre la salud dental y la salud general? La respuesta es: sí. Sabemos que que una lesión que se manifiesta en la boca puede indicarnos una enfermedad sistémica y, al contrario, una enfermedad originada en la boca puede diseminarse al resto del organismo, por ejemplo, una endocarditis o afectación cardíaca . La relación entre la salud bucal y la general es, pues, indiscutible. ¿Cuál puede ser el origen patológico en la boca? Una de las principales causas es la proliferación anómala de las bacterias habituales de la boca desencadenada ante una higiene deficiente, la toma de determinados fármacos (puede influir en la secreción salival que se traduce en cambios de PH), una disminución de la inmunidad (como el sida) o ante enfermedades metabólicas (como diabetes). Una alteración de la salud dental puede ocasionar una afectación sistémica. Una de las situaciones más temidas por su trascendencia es la endocarditis , concretamente la endocarditis infecciosa. Se trata de la infección del endocardio (capa interna del corazón) valvular o mural. Las bacterias causantes llegan por el torrente sanguíneo (bacteriemia transitoria) y colonizan el endocardio donde anidan y forman unas vegetaciones características y muy frecuentes en el área valvular donde impiden el correcto funcionamiento mecánico de la válvula y, por tanto, el correcto bombeo cardíaco . ¿Y a la inversa? Puede ocurrir el caso inverso, una enfermedad sistémica que ocasione un empeoramiento de la salud bucal. Aquí podríamos mencionar la diabetes, el sida, la osteoporosis u otras enfermedades degenerativas como posibles causas.   Mención especial se le otorga a las enfermedades que cursan con vómitos (vómitos de la infancia, vómitos en episodios de trastornos de la alimentación como anorexia o bulimia, vómitos por tratamientos oncológicos…) o con regurgitación (esofagitis crónica, incontinencia del cardias…) dado que provocan cambios en el PH salival que se traduce en un aumento de incidencia de lesión cariogénica o periodontal. Extremar la higiene ¿Cómo impedir que una infección sistémica progrese en la boca o que una infección bucal no se disemine? Nuevamente tenemos que incidir en la higiene dental. En este caso, sería más preciso decir: extremar la higiene dental. Por supuesto, debemos cepillarnos la boca después de cada comida y antes de irnos a dormir, pero debemos hacerlo con unas determinadas premisas: Usar un cepillo adecuado (mecánico o manual) pero en buen estado y aplicando la fuerza y la técnica adecuada, así como el tiempo necesario (óptimo dos minutos). Emplear un dentífrico fluorado y los utensilios precisos para limpiar los espacios interdentales (hilo dental o cepillos interproximales). Realizarse una tartrectomía (limpieza bucal) al menos anualmente. No fumar ni abusar de sustancias pigmentantes (café, té…) No picar entre comidas o cepillarse los dientes inmediatamente tras hacerlo. Prestar atención a síntomas o signos anormales Al cepillarse los dientes es importante observar síntomas o signos anormales, como: El sangrado al cepillarse los dientes  Que los dientes sangren no significa que exista una enfermedad grave, pero se debe analizar el motivo del sangrado. Puede tratarse simplemente de una técnica de cepillado incorrecta (excesivamente fuerte), que podría conllevar un deterioro del esmalte dental y una hipersensibilidad dental a los cambios térmicos. También podría ser el reflejo de una alteración en la coagulación sanguínea intrínseca o de causa medicamentosa (en pacientes tratados con anticoagulantes), o de una enfermedad del tejido periodontal (por ejemplo, de causa bacteriana), o de una enfermedad inmunitaria. Sea cual sea la causa, debemos abordar el síntoma con el tratamiento oportuno. Tratamiento odontológico agresivo También debemos ser cautos ante un tratamiento odontológico agresivo en un paciente frágil, en cuyo caso debemos extremar las medidas profilácticas para evitar complicaciones sistémicas. En condiciones normales solemos hacer profilaxis antibiótica ante una extracción (endodoncia) de un diente infectado o ante un tratamiento pulpar para matar el nervio (endodoncia) en caso de una caries profunda. Cuando la persona presenta algún antecedente médico relevante debemos realizar un seguimiento muy estrecho y advertir de posibles síntomas de alarma para que nos consulte ante cualquier situación. Prestar atención a las aftas Por supuesto, no conviene restar importancia a las lesiones catalogadas como “aftas” que no cicatrizan en un tiempo prudencial. En definitiva, debemos detectar cualquier situación de riesgo que implique un posible foco local o sistémico, especialmente en pacientes frágiles o inmunocomprometidos . Es muy importante que tanto el médico como el paciente estén sensibilizados con las situaciones de riesgo. En principio uno debe preocuparse de detectar signos de alarma y seguir la pauta del dentista. Nosotros tutelaremos tu salud bucal y general para asegurarnos tu bienestar. Ahora bien, debes acudir a nuestra cita, al menos de forma anual, para revisarte y tratar precozmente cualquier lesión detectada.
Debut y Manejo de la Tensión Arterial
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Debut y Manejo de la Tensión Arterial

¿Merece la pena dedicar la totalidad de un tema única y exclusivamente al control tensional? Ni lo dudes. La hipertensión arterial es una patología muy relevante y prevalente que afecta a un alto porcentaje de la población (afecta a un tercio de la población adulta y es el motivo estrella de consulta en los centros de atención primaria). Toda información fiable que podamos divulgar es bienvenida. Cifras tensionales alteradas Ante todo, debemos conocer con exactitud a qué nos referimos al hablar de unas cifras tensionales alteradas . Puede darse que los valores tensionales estén por encima o por debajo de las cifras establecidas como estándar. Asimismo, debemos comprender a qué hacen referencia los dos valores de tensión arterial que nos marca el tensiómetro. Hablaremos de TAS (tensión arterial sistólica) o máxima a la presión que la sangre ejerce sobre las paredes de los vasos cuando el corazón se contrae para impulsar o bombear sangre a las arterias. La TAD (tensión arterial diastólica) o mínima es la presión que la sangre ejerce cuando el corazón se relaja para volver a llenarse de sangre. Por tanto, al indicar los valores de la tensión arterial mencionaremos ambas cifras. Las unidades en las que se miden se llaman milímetros de mercurio (mm Hg). Añadiremos que puede ocurrir que una de las dos cifras esté alterada y la otra no. Nos centraremos en los valores tensionales elevados por su importancia en nuestro medio. ¿En qué caso hablaremos de hipertensión arterial? Cuando las cifras tensionales se mantienen de forma habitual por encima de los valores 140/90. En ancianos hipertensos es más frecuente encontrar valores elevados de TAS mientras que en adultos jóvenes es más frecuente la elevación de la TAD. Método AMPA y MAPA La confirmación diagnóstica de hipertensión arterial la tendremos ante unas cifras promedio de varias mediciones iguales o mayores a 140/90 mm Hg, respectivamente. Es decir, si uno de los dos valores está alterado ya podemos hablar de hipertensión arterial. No nos conformaremos con sólo un par de mediciones. Para establecer el diagnóstico nos ayudamos de unas técnicas complementarias como pueden ser la automedida por parte del paciente o familiares   en el domicilio (se llama AMPA o automedida de la presión arterial) y la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) que consiste en la toma de la tensión arterial al paciente de forma programada durante sus actividades habituales (se realizan múltiples medidas durante un periodo de 24-48 horas, en las que el individuo realiza vida normal mientras es portador de un manguito conectado a un aparato que toma y registra los valores tensionales regularmente). En caso de emplear el método AMPA debemos recordar que, para que las mediciones aisladas sean representativas y fidedignas, deben considerarse algunas premisas como: evitar el ejercicio físico previamente, permanecer en reposo durante los cinco minutos previos a la medida o no consumir café o tabaco en los 15 minutos antes de la medición. Tras la medición registraremos el día, la hora y los valores de las determinaciones para que el médico realice una valoración global. Cuando se detectan valores muy dispares entre las diferentes mediciones entonces solicitaremos el llamado MAPA. Una vez confirmada la hipertensión arterial Entonces será el momento de realizar un estudio exhaustivo del paciente intentando buscar una posible causa de la hipertensión. Para ello: Le haremos un interrogatorio detallado de sus antecedentes personales y familiares, y de sus hábitos, una exploración física y alguna prueba complementaria, en función de los hallazgos encontrados (electrocardiograma, ecocardiograma, analítica de sangre y orina, radiografía de tórax, etc.). Si detectamos otras patologías como diabetes mellitus, dislipemia (alteración del metabolismo lipídico), tabaquismo u obesidad debemos calcular el riesgo cardiovascular del paciente. En caso de que la causa que origina la hipertensión sea desconocida, hablaremos de hipertensión primaria o esencial (es la más frecuente). Sin embargo, hablaremos de hipertensión secundaria cuando encontramos la causa que la provoca. Finalizado el estudio debemos abordar el tratamiento más indicado para el paciente. De entrada, instauraremos unas pautas importantísimas que recomendaremos a todos los pacientes hipertensos: Abandonar el hábito tabáquico. Pérdida de peso en caso de obesidad (si hablamos de obesidad mórbida derivaremos al paciente a la unidad de cirugía general para valorar la cirugía bariátrica). Análisis y corrección de la dieta : en cuanto al porcentaje de grasas saturadas, contenido de sal, consumo de alcohol. Disminución del nivel de estrés o ansiedad. Inicio de hábitos deportivos y/o saludables. Tras indicar una pauta correctiva mantendremos una conducta expectante durante unos meses (si los valores tensionales no son excesivamente elevados). En caso de que, a pesar de la corrección de hábitos, no consigamos controlar los valores, decidimos iniciar un tratamiento farmacológico. Permíteme una reflexión, ¿por qué tanta insistencia en controlar los valores tensionales por debajo de 140/90 mm Hg? La tensión arterial alta es un factor que contribuye a desarrollar enfermedades cardiovasculares, especialmente enfermedad cardíaca (infarto agudo de miocardio o insuficiencia cardíaca), derrame cerebral, embolia o insuficiencia renal). Con todo ello sólo he pretendido concienciarte, no asustarte. Así que si perteneces al colectivo de adultos mayores de 40 años no banalices este tema, porque está dedicado a ti.
Dieta Para Una Piel Sana
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Dieta Para Una Piel Sana

La salud de la piel parece estar siempre relacionada con tratamientos cosméticos o dermatológicos costosos, lo que vincula el cuidado de la piel a un cuidado externo. Aunque estos remedios pueden ser buenas opciones según el caso, es muy importante que también se tomen medidas desde dentro y se siga un estilo de vida saludable. La alimentación es una estrategia necesaria para mantener un buen estado de salud de la piel y de nuestro organismo. Factores que influyen en el aspecto de la piel Hay muchos factores, internos y externos, que afectan al estado de la piel y que influyen en su aspecto. En algunos factores no podemos influir, pero en muchos otros sí. Factores internos (endógenos): Genética. Hormonas. Procesos específicos como la diabetes… Factores externos (exógenos): Radiación UVA: años de exposición al sol sin protección desembocan en unos daños crónicos inducidos por la luz y el envejecimiento prematuro de la piel. Temperatura : las temperaturas extremas y la velocidad de cambio entre ellas ejercen un impacto sobre la salud de la piel. Influencias químicas: detergentes, disolventes, lacas y pinturas, etc. Higiene excesiva: las duchas o baños demasiados frecuentes, durante demasiado tiempo y con agua demasiado caliente dan lugar a una pérdida de los factores hidratantes naturales de la piel. Estrés: el estrés sin control puede hacer que la piel sea más sensible y sufrir problemas como el acné. Sedentarismo. Falta de sueño: un buen sueño nocturno aporta a las células la posibilidad de regenerarse y facilita la regeneración de la piel.  Tabaquismo: el humo del tabaco es una gran fuente de radicales libres que dañan la piel haciendo que aparezca más envejecida. Consumo de alcohol : produce una deficiencia de oxígeno que hace que lleguen menos nutrientes a la célula, acelerando la pérdida de elastina y colágeno y marcando la ojera con un color azulado. ¿Qué nutrientes y alimentos necesita la piel para estar sana? Agua La piel necesita mantener unos niveles hídricos apropiados para gozar de buena salud. La elasticidad y luminosidad de la piel de todo nuestro cuerpo depende en gran medida de su contenido hídrico. La deshidratación le afecta en forma de sensación de tirantez, falta de flexibilidad, pérdida de suavidad, escozor y descamación , que se ven agravados con el paso del tiempo, por lo que se puede decir que la deshidratación es la primera etapa de envejecimiento y la hidratación la primera necesidad de la piel. Una buena hidratación se consigue mediante el agua de los alimentos que ingerimos y el agua de bebida. La mayoría de las verduras y frutas tienen más de un 90% de agua en su composición, por lo que es interesante incluir estos alimentos en la dieta. El agua mineral es, sin duda, el mejor hidratante, sin olvidar que debemos tomar cerca de 1, 5 litros de agua al día. Grasa La piel ha de mantener un equilibrio adecuado entre los lípidos epidérmicos y la hidratación para mantener una barrera de protección frente al medio externo. Esta   barrera selectiva precisa de lípidos para mantenerla compacta, hidratada y sana. A partir de los 30 años la piel produce menos lípidos y esto propicia que quede más vulnerable a los agentes externos. Se necesitan dos tipos de lípidos para realizar una eficaz función de barrera, reestructurar la membrana celular y disminuir la pérdida de líquidos; Son: colesterol y ácidos grasos mono y poliinsaturados presentes en: aceite de oliva, aguacate, aceites de semillas, frutos secos oleaginosos y pescado (sobre todo azul). Proteínas La principal proteína presente en la piel es el colágeno . Esta proteína permite flexibilidad y gran resistencia a la tracción. El colágeno se encuentra en la carne y la gelatina , pero también será importante aportar otras fuentes ricas en proteínas que resulten fundamentales en la renovación y buen aspecto de la piel, como: pescado, huevos, lácteos, legumbres y frutos secos.   Vitaminas liposolubles Vitamina A: ejerce un papel esencial en la renovación de la piel y de las mucosas. Está presente sólo en los alimentos de origen animal como: hígado, grasas lácteas (nata y mantequilla), yema de huevo y lácteos completos. Pro-vitamina A o beta-caroteno : posee una acción antioxidante importante y se transforma en vitamina A en nuestro organismo. Abunda en: verduras de hoja verde, de coloración rojo, anaranjado o amarillento y en ciertas frutas como: albaricoques, cerezas, melón, melocotón, nectarina. Vitamina E: de acción antioxidante, neutraliza la acción dañina de los radicales libres que en verano aumentan debido a los rayos solares y que son una de las causas de las denominadas «manchas de envejecimiento». La encontramos en: aceites vegetales, frutos secos, germen de trigo, aceite de onagra o prímula y en el germen de cereales.    Vitaminas hidrosolubles Vitamina C: su potente acción antioxidante y relacionada con la producción de colágeno ayuda a mantener la piel tersa y sin arrugas. Se encuentra en: frutas y verduras frescas como: ensalada, pimientos, kiwi, cítricos, melón, fresas, moras, frutas tropicales, col, tomate. Ácido fólico o vitamina B9 : relacionada con la renovación celular, se encuentra mayoritariamente en la verdura de hoja verde, las legumbres verdes, diversidad de frutas, hígado y la levadura de cerveza. Vitamina B2 o riboflavina : actúa contra la seborrea. Se encuentra en la leche y sus derivados (yogur, queso…), huevos, carnes, pescados, hígado, legumbres y frutos secos (almendras, nueces…). Vitamina B3 o niacina: participa en la síntesis de la queratina. Se encuentra en: carnes, pescados, vísceras y cereales integrales y frutas desecadas (melocotón, orejones, higos, dátiles, etc.) Vitamina B6 o piridoxina : está relacionada con el metabolismo del cinc, mineral que forma parte de la epidermis. Abunda en: pescados azules, carnes, huevos, frutos secos, plátano, espinacas, levadura de cerveza y germen de trigo. Minerales Selenio : mineral con acción antioxidante. Se encuentra en: carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras. Zinc: forma parte de la epidermis y está presente en los siguientes alimentos: carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales integrales y legumbres. Hierro: su déficit suele causar piel pálida por la disminución de la hemoglobina circulante. Se encuentra en: vísceras, carnes, pescados y huevos, levadura de cerveza, frutos secos y desecados… Azufre: mineral indispensable en la síntesis de queratina y también ejerce una acción anti-seborreica. Abunda en: huevos, leche y derivados, cereales integrales y levadura de cerveza.
¿Qué es la EPOC?
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¿Qué es la EPOC?

Como indican sus siglas, se trata de una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Podríamos decir que es una enfermedad progresiva con afectación sistémica caracterizada por una obstrucción al flujo aéreo y directamente relacionada con el tabaco. Cursa con periodos de exacerbación o empeoramiento de los síntomas (sobre todo en invierno coincidiendo con las infecciones respiratorias agudas). Factores de riesgo Afecta a la población fumadora , aunque debemos incluir a un pequeño porcentaje de fumadores pasivos que debutan con la enfermedad. El principal factor de riesgo es, rotundamente, la exposición al humo del tabaco . Existen otros factores estrechamente relacionados como pueden ser el déficit de alfa1 antitripsina (enfermedad genética), la exposición a irritantes (por ejemplo, en el entorno laboral), la contaminación ambiental, o las enfermedades respiratorias previas (enfisema y bronquitis crónica), entre otros. Es una enfermedad muy prevalente que supone un alto gasto sanitario y cuyo pronóstico empeora por la presencia de otras enfermedades que pueda presentar el paciente (comorbilidades) como pueden ser la cardiopatía, las arritmias, la hipertensión arterial , la diabetes, la patología tiroidea, la obesidad… ¿Ante qué síntomas sospecharemos esta enfermedad? En estadios iniciales los síntomas son escasos y de intensidad leve. Sospecharemos EPOC en aquellos pacientes adultos fumadores que presenten estos síntomas: Tos de carácter crónico: no siempre es productiva (con producción de mucosidad o esputo). Por ello siempre insistimos en acudir a visita médica ante un cuadro de tos persistente de tiempo de evolución que no mejora con el tratamiento convencional. Expectoración:  es fisiológica si es transparente o mucosa. Sin embargo, si es espesa y/o cuantiosa debe valorarse pues puede enmascarar una patología respiratoria de base. Así mismo, la expectoración con sangre debe despertarnos una alarma, pues puede deberse a un simple esfuerzo al toser, pero también, puede tratarse de la manifestación de una enfermedad relevante. Disnea:  sería la sensación de falta de aire. Todos presentamos algo de disnea al realizar una actividad física. Sin embargo, nos referimos a la disnea persistente que empeora con el ejercicio y obliga al cese de su realización. Se establecen diferentes grados de severidad en función de la limitación funcional que suponga para el paciente siendo el grado 0 el más leve y el grado IV el más limitante.  Otros posibles síntomas que podríamos encontrarnos serían: cianosis o color azulado de las mucosas (por poca oxigenación), sibilancias (pitidos al respirar), fatiga extrema, retención de líquidos (sobre todo en tobillos), … La espirometría Es importante indagar sobre los antecedentes personales y familiares y sobre los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol…). La exploración física aporta poca información al inicio de la enfermedad para confirmar el diagnóstico. Una de las primeras pruebas que vamos a solicitar va a ser una espirometría , que es una exploración de la función respiratoria que mide los flujos y los volúmenes respiratorios. Se emplea para el diagnóstico y el seguimiento evolutivo de la patología respiratoria.  La espirometría simple se realiza haciendo inspirar profundamente y soltar todo el aire que se pueda. Mide el volumen máximo inspirado y espirado. A veces se solicita una espirometría forzada (tras la inspiración profunda el paciente mantiene la espiración alargándola hasta no poder más), que mide el aire espirado en relación al tiempo. Con la espirometría tendremos claramente catalogado el tipo de patología respiratoria, aunque pueden ser precisas otras pruebas complementarias para definir el grado y/o finalizar el estudio, como pueden ser una radiografía de tórax, un electrocardiograma y un TAC torácico . Asimismo, podremos hacer el despistaje de otras enfermedades respiratorias que pueden manifestarse con síntomas similares como pueden ser el asma, las bronquiectasias o la insuficiencia cardíaca. ¿Cómo se trata? Una vez clasificado el paciente según su gravedad (EPOC leve, moderado, grave y muy grave) procederemos al abordaje terapéutico incidiendo en la eliminación del hábito tabáquico y tratando los síntomas respiratorios. Todo ello estará enfocado en la mejoría de su calidad de vida. Recodemos que el abandono del hábito tabáquico supone un punto de inflexión muy importante dado que influye en el pronóstico y la evolución de la enfermedad. Es muy probable que el paciente precise un tratamiento con corticoides (inhalados o vía oral) con finalidad antiinflamatoria para mejorar la función pulmonar y reducir el número de agudizaciones. Otros tratamientos implicados pueden ser los broncodilatadores , la oxigenoterapia o los mucolíticos. Es importante el adiestramiento del paciente en cuanto a la diferenciación de su medicación de base y la de rescate (que debe emplearse sólo en caso de aumento puntual de síntomas). Es fácilmente deducible que si el paciente precisa más medicación de rescate ello significa que su medicación de base no es suficiente o bien que su enfermedad está evolucionando. En estadios avanzados de la enfermedad el paciente puede requerir unos cuidados más específicos, no sólo médicos sino también de soporte psicológico, social o familiar. Ante todo, debe sentirse arropado y en situación de confort.
Influencia de los Oligoelementos en la Salud
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Influencia de los Oligoelementos en la Salud

Los oligoelementos son cuerpos químicos simples cuya concentración es menor o igual a 0,01% del peso seco del cuerpo humano . Resultan indispensables para la actividad normal de las células y cientos de procesos vitales, pero nuestro organismo es incapaz de sintetizarlos, por lo que debemos obtenerlos del medio ambiente . Su importancia no se debe a su cantidad disponible sino a su calidad reactiva y a su potencial energético. ELEMENTOS EN EL ORGANISMO Para hacernos una idea de qué representación tienen los elementos en nuestro organismo, en la siguiente tabla se clasifican los diferentes compuestos que forman parte de nuestra estructura corporal: ELEMENTOS CONSTITUYENTES Carbono, Hidrógeno, Nitrógeno, Oxígeno. Representan el 96,3% de los átomos del organismo. ELEMENTOS PLASTIFICANTES (oligoelementos) Aluminio, Azufre, Calcio, Cloro, Cobre, Fósforo, Magnesio, Potasio, Sílice, Sodio. Representan el 3,60% de los átomos del organismo.   ELEMENTOS CATALIZADORES (oligoelementos) Cobalto, Cromo, Estaño, Hierro, Manganeso, Molibdeno, Níquel, Selenio, Zinc, Vanadio. Representan menos del 0,01% de los átomos de nuestro organismo, son los llamados “elementos traza”. Dentro de estos elementos descritos anteriormente se consideran los oligoelementos como esenciales dado que responden a las siguientes condiciones: Están presentes en todos los tejidos de los organismos vivos. Su concentración en los tejidos es relativamente constante. Una carencia o bloqueo de su acción provoca diversos tipos de problemas fisiológicos. Pueden corregirse enfermedades mediante una aportación complementaria de estos elementos. Breve historia Su importancia biológica comenzó a darse a conocer a finales del siglo XIX gracias a las investigaciones del químico y biólogo francés,  Gabriel Bertrand , quien demostró la necesidad de los oligoelementos en sus intervenciones en procesos de crecimiento y reproducción. Posteriormente, en 1932, el médico Jacques Menetrier basándose en las investigaciones de Bertrand, verificó el papel que juegan los oligoelementos en los cambios orgánicos y en la salud. Confirmó que su carencia lleva a enfermedades y que su administración en pequeñas dosis mejora números trastornos funcionales . Desarrolló un estilo de diagnóstico y terapéutica que se conoce con el nombre de medicina funcional y cuya originalidad terapéutica reside en la utilización de los oligoelementos. Papel de los oligoelementos en el organismo Los oligoelementos tienen un papel muy importante dentro del metabolismo dado que actúan como cofactores . Un cofactor es una sustancia que actúa como colaborador imprescindible de las enzimas . Y las enzimas son las encargadas de facilitar la realización de las distintas reacciones bioquímicas en el organismo, de manera que, si éstas no están presentes, las reacciones bioquímicas o metabólicas pueden darse, pero con una velocidad tan lenta y un gasto de energía tan grande, que pueden llegar a ser incompatibles con la vida. Por este motivo, cuando los oligoelementos no funcionan de la manera correcta, tampoco las enzimas lo hacen y esto se traduce en una serie de alteraciones en el metabolismo, que en la persona se pueden expresar como una disfunción (alteración leve de la función de un órgano) o, en estados más avanzados, como una enfermedad concreta. Oligoterapia La oligoterapia es una terapia reguladora que proporciona al organismo el o los oligoelementos necesarios que se encuentran limitados en el cuerpo en etapas iniciales de enfermedad , así como en tendencias recurrentes a enfermar o incluso en situaciones de debilidad para que los procesos que no se están dando de la manera correcta vuelvan otra vez a la normalidad. La principal ventaja de la oligoterapia es que, al utilizar sustancias propias de todos los seres vivos y en las concentraciones fisiológicas (normales para el funcionamiento del organismo), carecen por completo de toxicidad o contraindicaciones.  Para garantizar que los oligoelementos se absorban adecuadamente hay que cuidar su forma de administración, habitualmente se presentan en ampollas y se toman por vía sublingual, unos minutos bajo la lengua y después ingiriéndolo, preferentemente fuera de las comidas. En condiciones normales, esos oligoelementos se obtienen a través de la alimentación y en general, los alimentos contienen la cantidad suficiente para cubrir las necesidades diarias. Sin embargo, existen malos hábitos y situaciones ambientales que pueden influir negativamente en su desequilibrio: El consumo excesivo de fibra vegetal (sobre todo la suplementada y aislada de los alimentos) impide la adecuada absorción de ciertos minerales como: hierro, calcio y magnesio. Por ejemplo, el salvado de trigo tan útil para los problemas de estreñimiento. La mezcla de algunos alimentos genera competencia negativa de algunos oligoelementos. Por ejemplo, los alimentos ricos en calcio compiten con el zinc, el magnesio con el calcio y el hierro con el zinc. Mala alimentación. La polución atmosférica. La presencia de metales pesados como el plomo, el mercurio o el cadmio dentro de nuestra cadena alimentaria. Estrés, problemas psicológicos… Algunos oligoelementos Cada oligoelemento tiene unas funciones diferentes en el organismo y por tanto una acción distinta cuando se administran. A continuación, detallamos algunos con sus funciones fisiológicas a modo de ejemplo: Cobre. Tiene utilidad en los casos de infertilidad, en el acné, en todas las alergias (asma, rinitis, sinusitis alérgica, dermatitis alérgica, etc.), en gripes recurrentes, en las enfermedades infecciosas repetidas, en el reumatismo y en el vitíligo. Se encuentra en nueces y semillas, frutas secas, vísceras, legumbres y mariscos. Flúor. Es útil para las uñas quebradizas, caída del cabello, osteoporosis, raquitismo. Tienen flúor las aguas fluoradas, té, café, pescados y mariscos. Litio. Tiene utilidad en estados depresivos o maníaco-depresivos, en las personas ansiosas, en el insomnio de origen ansioso, en las personas irritables y en las personas con epilepsia. Los crustáceos y moluscos son buenas fuentes. Fósforo . Es el oligoelemento de la energía vital. De utilidad en los niños con trastornos del crecimiento, en el estrés, en las contracturas musculares dolorosas, en la fatiga física o emocional. Son buenas fuentes el queso, sardinas, marisco, chocolate, huevo, yogur y carnes. Azufre . Es de gran utilidad en las personas con acné, en el asma, en los eczemas crónicos, en el estreñimiento, en las enfermedades del hígado y de la vesícula biliar y los episodios de urticaria. Ajo, cebolla, brócoli, repollo son ricos en azufre. Zinc . Es de gran utilidad para los trastornos de fertilidad, impotencia y/o frigidez, por ello ha sido llamado el oligoelemento reproductor. Igualmente es útil en los casos de acné, pérdida de la memoria, el gusto o el olfato. Se encuentra en el germen de trigo, nueces, ostras, pescados y carnes. Silicio . Es el oligoelemento que aporta rigidez, utilizado en las fracturas que demoran en consolidarse y en la osteoporosis. Está en las hortalizas de hoja verde, zanahorias, tomates, cacahuete, almendra, avena.  
Alimentos de Otoño
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Alimentos de Otoño

Llega el otoño, hace más frío, se acortan los días, oscurece antes y hay menos horas de luz solar. Todos estos cambios, propios de esta estación, afectan no solo a nuestra rutina diaria, también a nuestro cuerpo, provocando un desequilibro hormonal. Se produce más melatonina y menos serotonina, haciendo que nos sintamos más cansados y con menos vitalidad. Muchas personas cuando llega el otoño sienten un bajón del estado anímico y no desaparece hasta que logran reajustar el cuerpo de nuevo. Para combatir mejor la apatía se recomienda descansar, respetando un mínimo de horas de sueño y realizar ejercicio físico al aire libre, los días de sol, para favorecer la secreción de serotonina. Además, la alimentación también es fundamental y esta estación nos brinda de alimentos más energéticos y ricos en vitaminas y minerales para mejorar el ánimo y recuperar la energía. Tres alimentos de temporada imprescindibles con muchas propiedades Setas . Es el alimento estrella de la temporada, aportan muy pocas calorías, pero son una buena fuente de proteínas vegetales . Contienen vitaminas, entre las que destacan las vitaminas del grupo B que ayudan a combatir el estrés y el cansancio. Entre los minerales, el más abundante es el selenio , que actúa como excelente antioxidante y ayuda a descontaminar el organismo de metales pesados. Por sus múltiples propiedades, las setas es un grupo de alimentos muy recomendado en esta estación ya que ayuda a reforzar el sistema inmunitario. En la cocina pueden prepararse asadas, salteadas, plancha, hervidas o al vapor. Pueden formar parte del relleno de guisos o pasta, en ensaladas tibias, platos de arroz, revueltos o como guarnición. Uva . Es la fruta de otoño por excelencia y nos aporta energía en forma de azúcares simples (glucosa y fructosa) ayudando así a combatir el cansancio o falta de vitalidad. Su composición varía dependiendo de si se trata de uvas blancas o negras, pero ambas concentran sustancias con propiedades antioxidantes que son las responsables del color, aroma y textura y previenen las enfermedades cardiovasculares y la degeneración celular. Destacan el resveratrol y la antoniacina en las uvas negras que le dan el color morado, y la quercitina en las uvas blancas. También son una fuente rica en minerales y vitaminas , siendo el potasio el mineral más abundante y, entre las vitaminas, abunda la vitamina B6 y el ácido fólico. En la cocina no debe limitarse a consumir la uva únicamente como fruta fresca ya que puede formar parte de múltiples recetas en forma de compota, pastel, en ensaladas o como guarnición de carnes o pescados. Sardina . Pescado azul que acaba su temporada en otoño y en esta estación está en su óptimo nivel nutricional. Contiene grasas saludables y es una fuente de omega 3 , ácido graso poliinsaturado que debemos incorporar a través de la dieta ya que el organismo no lo puede generar por sí mismo. Entre sus múltiples propiedades, el omega 3 destaca por su acción cardiosaludable, ya que ayuda a fluidificar la sangre reduciendo el nivel de colesterol y triglicéridos en sangre, manteniendo una buena coagulación sanguínea y protegiendo las arterias. También favorece el buen funcionamiento del sistema inmunológico regulando la respuesta inflamatoria con una acción antiinflamatoria. Para aprovecharnos de todas estas cualidades, se aconseja comer pescado azul, mínimo dos veces por semana y, la sardina al ser uno de los pescados con menor cantidad de mercurio por su pequeño tamaño, es una buena elección. En la cocina se puede preparar a la plancha, brasa, parrilla, horno o fritas. Marinadas o en escabeche puede formar parte de múltiples platos como en ensaladas, platos de pasta o arroz, pastel de patata, rellenos de pasta. ¿Por qué es importante el consumo de alimentos de temporada? Son más sabrosos. Conservan mejor el sabor y sus aromas. Son más nutritivos Aportan mayor variedad a nuestra mesa. Son más baratos A continuación, encontrarás un listado con los productos de otoño como guía para elaborar un menú semanal de temporada: Frutas : aguacate, caqui, granada, chirimoya, kiwi, manzana, mandarina, pera, uva, higo, membrillo y moras (a principios de otoño). Verduras : acelgas, alcachofa, berenjena, brócoli, calabaza, col lombarda, coles, coliflor, endibia, puerro, boniato, setas y hongos. Frutos secos: almendras, nueces, avellanas, anacardos, castañas. Legumbres : lentejas y garbanzos. Pescados y mariscos : besugo, caballa, jurel, bonito del norte y rayado, sardinas, salmonetes, doradas, gambas, pulpos, berberechos, navajas, mejillón. Carne : cerdo ibérico, ternera, cordero, ciervo, codorniz, conejo, liebre, ganso, perdiz, pato. Ejemplo de un día completo con alimentos de temporada Desayuno : Vaso de bebida de almendras (sin azúcares añadidos). Tostada de pan integral con humus, rodajas de tomate y aguacate. Media mañana: Bol de yogur natural con moras y picada de avellanas y nueces. Comida : Potaje de garbanzos y acelgas. Sardinas a la cazuela en horno con patata y berenjena. Higos. Merienda: Queso con membrillo. Cena: Crema de calabaza al curry. Revuelto de setas. Macedonia de frutas de otoño: mandarina, granada, pera, manzana, uva.
Alimentos de Primavera
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Alimentos de Primavera

Con la llegada de la primavera nos enfrentamos de nuevo a un cambio de clima. El frío empieza a despedirse llegando temperaturas más agradables y más horas de luz. Condiciones que promueven la reactivación de procesos vitales, metabolismo e incluso funciones de limpieza y desintoxicación del organismo de los excesos acumulados durante el invierno. Durante el proceso de adaptación podemos tener sensación de fatiga y debilidad generalizada que suele diagnosticarse como  astenia primaveral . Si la sufrimos, además de nutrirnos mejor, es importante salir al aire libre, practicar ejercicio físico y establecer contacto social. La naturaleza es sabia y nos ofrece durante esta temporada gran variación de frutas, verduras y hortalizas ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales que facilitan el proceso de puesta en marcha.  En esta época apetecen preparaciones sencillas, poco grasas y cocciones livianas dando preferencia a los productos frescos para evitar la pérdida de vitaminas y minerales por el calor.   Además, con el buen tiempo se incrementa el tiempo dedicado al ejercicio y se deberá asegurar una buena hidratación mediante zumos, caldos, batidos de vegetales y frutas, que los convierte en un complemento hídrico idóneo para esta estación con temperaturas más altas. Tres alimentos de temporada imprescindibles y con muchas propiedades Fresa : son frutas que aportan muy pocas calorías y cuyo componente más abundante, después del agua, son los hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol). Destaca su aporte de fibra , que mejora el tránsito intestinal. En lo que se refiere a otros nutrientes y compuestos orgánicos, las fresas y los fresones son muy buena fuente de vitamina C y ácido cítrico (de acción desinfectante y alcalinizadora de la orina), ácido salicílico (de acción antiinflamatoria y anticoagulante), ácido málico y oxálico, potasio y en menor proporción contienen vitamina E, que interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad. Se pueden tomar como postre sin añadirles nada, acompañarlas con lácteos (yogur, kéfir o cuajada); endulzadas con miel cruda, azúcar o sirope o con alguna crema casera para dar un toque especial. También se pueden “aliñar” con vinagre, zumo de limón, lima o naranja. Si las queremos vestir con algo más elaborado se pueden congelar y hacer helado casero, una mousse o gelatina, incorporarlas en ensaladas o utilizarlas en salsas vinagreta, entre muchas más opciones. Espárrago : están constituidos sobre todo por agua y fibra. Su contenido en azúcares y en grasas es muy bajo. En cuanto a su contenido vitamínico, destaca la presencia de folatos, provitamina A (betacaroteno) y de las vitaminas C y E , de acción antioxidante importante. También están presentes vitaminas del grupo B como la B1, B2, B3 y B6. En cuanto a minerales , presentan cantidades importantes de potasio, hierro, fósforo y yodo, además de calcio y magnesio, aunque en menor proporción. Los espárragos blancos contienen menor cantidad de vitaminas que los verdes, sobre todo su aporte de folatos y de vitamina C. Por otra parte, los espárragos en conserva contienen menos minerales debido al tratamiento que sufren para su procesado. Se pueden consumir como aperitivo o entrante, o mezclarlos con otras verduras para un acompañamiento de carne o pescado. Otras opciones son en tortillas, revueltos o frittata de verduras, en quiche o pizza vegetal. Albaricoque : es una fruta pequeña, delicada y dulce que hay que recoger y comer madura ya que sólo así se pueden apreciar todos sus aromas y matices. Su aporte energético es bastante bajo dada su elevada cantidad de agua y modesto aporte de hidratos de carbono. En cuanto a su contenido nutricional resalta su contenido en becaroteno (provitamina A), C, B9, B3, B2, B1 y B6. De los minerales destaca el potasio, fósforo, calcio, hierro, selenio y zinc. El albaricoque tiene una carne jugosa de sabor dulce y con un ligero punto de acidez, algo que lo convierte en una fruta versátil, ideal para la elaboración de tartas, sorbetes, macedonias y mermeladas , o simplemente para tomarla al natural en cualquier momento del día. Además, tanto en forma fresca como la desecada es apta para cocinar, pudiéndose acompañar platos salados como carnes y pescados como en versión dulce en repostería. ¿Por qué es importante el consumo de alimentos de temporada? Son más sabrosos. Conservan mejor el sabor y sus aromas. Son más nutritivos Aportan mayor variedad a nuestra mesa. Son más baratos A continuación, encontrarás un listado con los productos de primavera como guía para elaborar tus menús semanales de temporada. Frutas : kiwi, manzana, cereza, ruibarbo, albaricoque, higo, fresas, frambuesas, limón, melón, almendras.   Verduras : alcachofas, espárragos, acelgas, zanahorias, coliflor, berro, espinacas, nabo, puerros, patatas, rabanitos, judías verdes, calabacín, remolacha. Frutos secos: almendra. Legumbres : lentejas y habas. Pescados y mariscos : salmonete, bacalao, mújol, anchoa, centollo, calamar, gamba. Carne : cordero, pularda, capón, codorniz, oca, ganso y pavo. Ejemplo de menú de temporada Desayuno : Té rooibos. Panqueque de harina de almendra con frambuesas y miel cruda. Media mañana: Licuado de: zanahoria, remolacha y albaricoque. Comida : Alcachofas al horno con zumo de limón. Bacalao con tomate natural y olivas negras. Melón con menta fresca.   Merienda : Yogur griego con fresas cortadas y canela.    Cena : Endibias, rabanitos y anchoas aliñadas. Quiche de puerros, espinacas y queso de cabra. Compota de manzana con canela.