La difteria es una enfermedad infecciosa producida por una bacteria, la corynebacterium diphtheriae, en la antigüedad conocida con el nombre vulgar de garrotillo. En España no se dan casos de difteria desde el año 1986, pero sí se producen en otras zonas del este de Europa. Tiene una tasa de mortalidad en la difteria no cutánea de entre 5 y 10%, suele aparecer en los meses fríos y es más frecuente en menores de 15 años no inmunizados y en adultos que perdieron la inmunidad. Puede dar lugar a obstrucción de las vías aéreas, también puede producir miocarditis (inflamación del miocardio) y en algunos casos puede dar lugar a una neuropatía (enfermedad del sistema nervioso). Es una enfermedad grave dada su tasa de mortalidad.
Los tipos de difteria son:
La causa de la difteria es la infección por parte del corynebacterium diphtheriae.
En la difteria faríngea, se produce dolor de garganta, fiebre, dificultad para tragar, aumento del ritmo cardíaco, náuseas, vómitos y escalofríos. Posteriormente se va a observar la presencia de una membrana sobre las amígdalas, puede haber ronquera, cuello hinchado y ruido al respirar.
En la piel se pueden producir úlceras que no curan y que presentan una membrana gris que la recubre.
En la nariz se suele producir un cuadro más leve en el cual se producen secreciones.
En casos más graves puede haber postración (decaimiento), palidez e incluso llegar al coma.
Se debe administrar la antitoxina diftérica tan pronto como se sospeche la enfermedad, aunque no se tengan pruebas de laboratorio que lo confirmen.
El tratamiento de la difteria es con antibióticos como la Penicilina G Procaina en vía intramuscular en dosis de 300.000 unidades internacionales en pacientes menores de 10 kg y de 600.000 unidades internacionales en pacientes de más de 10 kg durante 14 días o la Eritromicina a dosis de 40 mg/kg/día en dosis cada 6 horas durante 14 días para eliminar la bacteria.
Las pruebas complementarias serán el cultivo de las membranas y la tinción de gram que colorea las bacterias.
Se realiza una prueba de producción de la toxina difteria o bien se busca en la bacteria el gen productor de la misma.
Deben realizarse pruebas de electrocardiograma que permitirán descartar lesiones del corazón llamadas miocarditis.
No hay factores desencadenantes de la difteria salvo el contagio con la bacteria corynebacterium diphtheriae.
El factor de riesgo principal es no presentar inmunidad para la bacteria, esta inmunidad solo se adquiere mediante la vacunación.
Vacunación de la difteria mediante la vacuna con tétanos-difteria-tosferina y vacunación en adultos con la vacuna de tétanos-difteria con una periodicidad de cada diez años. La eficacia de la vacuna es del 97%.
La difteria es una enfermedad que se controla por los servicios de medicina infecciosa de los hospitales que están formados por médicos de medicina interna.
Las difterias amigdalinas serán ingresadas en UCI y por tanto serán controladas por médicos intensivistas.
La difteria se contagia a partir de personas infectadas, que mediante las gotitas emitidas en estornudos y/o toses, dejan las bacterias en el aire, desde donde serán adquiridas por otras personas sensibles al germen.
La vacuna contra la difteria es la vacuna DPT en niños, ya que lleva también inmunidad contra las tosferina y el tétanos. En los adultos es la Td, que lleva tambien la inmunidad para la tosferina.
La DTP es la vacuna contra el tétanos corresponde a la letra T, la tosferina corresponde a la letra P, ya que la bacteria que la produce es la bordetella pertussi, y la difteria que corresponde a la letra D.
Esta es la vacuna que se administra a los niños a los 2-4-6 meses con un recuerdo a los 18 meses y otro a los 4 años.
En Asia, países como India, Nepal y Bangladesh, Irán y Afganistán. En el sudeste asiático, países como Filipinas, Indonesia, Vietnam, Laos y Papua Nueva Guinea. En África en Nigeria. En Sudamérica en Brasil. Y en Europa en Albania, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Estonia, Georgia, Kazajistán, Latvia, Lituania, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán
La poliomielitis es una enfermedad infecciosa, producida por el virus de la polio, que da lugar a daño en el tejido nervioso pudiendo causar parálisis.
Los síntomas son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez de cuello y dolor en los miembros, y puede causar una parálisis permanente. Es una enfermedad sin cura pero que se previene de modo eficaz mediante la vacunación.