Un momento emblemático en el desarrollo psicomotor y evolutivo del niño es cuando deja el pañal y es capaz de controlar esfínteres. Como muchos otros aspectos del desarrollo infantil, debería contemplarse como un logro natural, por lo que el niño debe estar preparado tanto física como psicológicamente.
Escoger el momento adecuado para el aprendizaje y entrenamiento de la retirada del pañal es fundamental. Debería suceder cuando no haya nada que obstaculice la calma y tranquilidad del bebé. Generalmente el proceso comienza a los 2 años, pero no es regla general, puede tardar más o adelantarse a esta edad.
Existen varias señales que pueden servir de ayuda para saber si el niño está preparado, como por ejemplo, cuando expresa que está haciendo pis o caca o que está sucio, que le molesta el pañal, cuando adopta posiciones que indiquen que lo está haciendo, o cuando amanece varios días seguidos con el pañal seco, lo que indica que es capaz de controlar los esfínteres de noche.
No todos los niños son iguales ni su maduración y desarrollo se produce de la misma manera. Tampoco el control de los esfínteres es homogéneo. Suele ser normal que estén preparados a partir de los dos años de edad.
Tampoco hay un plazo de aprendizaje universal. Una vez se empieza con el proceso pueden pasar entre 3 meses y un año hasta que el niño adquiera independencia para ir solo al lavabo durante el día.
Lo más importante en todo este proceso es tener PACIENCIA, celebrar todos y cada uno de los pequeños avances que haga, y nunca castigarles o avergonzarles por los pequeños accidentes que, sin duda, tendrá.
Si tu hijo todavía no está preparado para dejar los pañales, no debemos agobiarnos ni agobiarle, se debe dejar de intentar y esperar más adelante.
Cuando se niega a sentarse en el orinal, no se debe insistir para que no se convierta en una situación propicia para el enfado. Se le puede volver a sugerir más tarde. Los padres también deben tener en cuenta el carácter y comportamiento de sus hijos y estar pendientes de cómo reaccionan ante diferentes situaciones. En cualquier caso, hay que adaptarse a las circunstancias específicas de cada uno, porque no hay un método universal que funcione con todos los niños; que tu bebé esté preparado será solo una cuestión de tiempo.
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