La rinorrea o goteo nasal es un síntoma que puede tener su causa en diferentes afecciones y patologías.
El término rinorrea describe cuando existe un aumento significativo de secreción nasal. Es uno de los síntomas más habituales por el que los pacientes consultan al médico. La manera en la que aparece y sus características (de forma aguda o crónica, constante o intermitente, el color, el olor, la consistencia, etc.) pueden servir para delimitar sus causas.
La rinorrea puede ser anterior, la secreción sale por agujeros nasales; o posterior, drena por la garganta.
Dependiendo de la duración puede ser aguda o crónica.
La secreción puede ser serosa, mucosa, purulenta o sanguinolenta.
Puede afectar a una fosa nasal (unilateral) o ambas fosas nasales (bilateral).
En condiciones normales, la nariz y los senos paranasales producen mucosidad que mantiene la nariz húmeda para compensar la sequedad causada por la respiración. Hay muchas afecciones y patologías que pueden provocar que la nariz aumente su secreción nasal. Las causas más habituales de la rinorrea incluyen:
En ocasiones se puede producir rinolicuorrea, que es la salida de líquido cefalorraquídeo por una o ambas fosas nasales. Se sospecha cuando existe un traumatismo o cirugía reciente.
Lo primero que hay que realizar es una historia clínica detallada:
El médico le realizará una exploración física detallada en función de la sospecha clínica.
El paciente será remitido al especialista de otorrinolaringología u otro especialista si existen síntomas de alarma, no mejora con los tratamientos o existen complicaciones.
No es lo habitual, pero en ocasiones es necesario solicitar pruebas complementarias.
El especialista en otorrinolaringología realiza una nasofaringolaringoscopia para la exploración directa de estructuras nasales.
A veces hay que hacer otras pruebas como estudio de alergias, TAC de senos paranasales o resonancia magnética.
Una vez que se determina el origen del aumento de secreción nasal, el tratamiento dependerá del origen y causa de la rinorrea.
En caso de rinitis alérgicas se utiliza tratamiento farmacológico con antihistamínicos y corticoides nasales. En ocasiones el alergólogo puede pautar inmunoterapia.
Si se sospecha causa bacteriana se utilizan antibióticos.
Cuando existen pólipos nasales que no mejoran con tratamiento farmacológico, existen quistes o tumores, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico.
A menudo la rinorrea desaparece sola.
Cuando persiste o va acompañada de otras dolencias, la secreción nasal puede ser un síntoma de otras enfermedades.
Cuando la rinorrea se prolonga en el tiempo, la irritación y obstrucción nasal pueden afectar a la calidad de vida del paciente.
El médico de familia realizará una historia clínica completa y una exploración física para orientar el diagnóstico y pautar un tratamiento adecuado. Si no mejora, existen datos de alarma o sospecha de complicaciones, se derivará al otorrinolaringólogo, alergólogo o especialista pertinente para llevar a cabo los estudios complementarios necesarios.
Los casos en los que la causa de la rinorrea no está claro o se producen complicaciones deben ser analizados por el especialista en Otorrinolaringología .