La enfermedad de Perthes, también conocida como Legg-Perthes-Calve es una afectación de la cabeza del fémur en la cual se produce necrosis por falta de aporte sanguíneo a la misma. Se da en niños en un 80% de los casos y suele ser unilateral (en una sola pierna), aunque hasta un 10% son bilaterales (en ambas piernas). Suele presentarse entre los 3 y los 12 años, y se da en 1 de cada 10.000 niños. Es una enfermedad leve, aunque puede ser más grave en niños mayores.
La causa es la falta de aporte sanguíneo de modo efectivo a la cabeza del fémur.
Los síntomas suelen ser dolor en la cadera, que se intensifica cuando el paciente realiza actividad física, que puede irradiarse hacia la rodilla y causar cojera y que se alivia con el reposo. Además habrá restricción de la movilidad a la exploración en rotación interna y separación, pudiendo aparecer una atrofia del músculo cuádriceps en casos más avanzados.
El tratamiento estará compuesto por antiinflamatorios y reposo, por ello, será necesaria la deambulación con muletas y la colocación de inmovilizaciones si se precisa, para mantener una correcta alineación de la cadera, así como ejercicios de fisioterapia en agua para tratar de mantener la musculatura sin realizar carga sobre el hueso.
En niños mayores de 12 años o en casos muy evolucionados puede ser necesaria la cirugía de cadera, bien para alargar un tendón, bien para intervenir sobre la pelvis situando de modo correcto la cabeza del fémur sobre el cotilo.
La prueba complementaria principal será de imagen, una radiografía de ambas caderas y, cuando esta sea normal y haya una alta sospecha de enfermedad, puede ser necesario realizar una resonancia magnética que permitirá ver lesiones más precoces.
Entre los factores de riesgo de la enfermedad de Perthes están el sexo, ya que los niños sufren 4 veces más esta enfermedad que las niñas, la complexión, ya que si los niños son delgados o tienen mucha actividad física también tendrán más posibilidades de sufrirla, y si son más pequeños de lo normal para su edad, lo cual constituye otro factor de riesgo.
Los factores de riesgo de esta enfermedad hacen que no sea prevenible.
El médico implicado en el tratamiento y control de la enfermedad de Perthes será el traumatólogo
Las fases de la enfermedad de Perthes son:
La enfermedad de Perthes afecta a niños de entre 3 y 12 años, siendo más frecuente en niños que en niñas (afecta a 4 niños por cada niña). La enfermedad deja más secuelas entre los niños más mayores que entre los más pequeños.
Las secuelas aparecen a largo plazo, pudiendo dar lugar a artrosis y precisar de prótesis de cadera de forma precoz en la edad adulta. Si el niño es mayor y la lesión más lateral y más extensa, es más fácil es que haya secuelas en un futuro.
La enfermedad de Batten es un trastorno del sistema nervioso, que es hereditario y mortal, y cuyos síntomas aparecen entre los 5 y 10 años. El primer síntoma suelen ser convulsiones seguidas de alteración en la visión, se puede producir un deterioro mental y los niños pueden quedar encamados, ciegos y dementes. La mortalidad se suele producir alrededor de los 20 años, se da en 2 de cada 100.000 nacidos vivos, y para padecer esta enfermedad los dos padres deben ser portadores del gen anómalo, el gen afectado es el que produce la CLN3.
La enfermedad de Kohler es una enfermedad que se produce en niños de entre 3 a 5 años, que suele ser unilateral y se da más en varones. En ella se produce aplanamiento y esclerosis del hueso escafoides, el niño presenta dolor e inflamación en la zona del pie, con mayor dolor a la presión en el arco interno del mismo. Raramente persiste más de dos años, su tratamiento es reposo, alivio del dolor y evitar el peso sobre la zona ósea. El cuadro se resuelve pasado ese tiempo, sin secuelas para el niño.