Una intoxicación alimentaria es una infección causada por microorganismos (bacterias, virus o parásitos), que entran en nuestro organismo a través de comida que ingerimos. También puede producirse una intoxicación por otras sustancias dañinas, como aditivos, hormonas…etc, presentes en los alimentos. Es una alteración común que puede aparecer en cualquier persona, ya sea adulta y niña, y a cualquier edad. Aunque en muchas ocasiones son alteraciones leves y autolimitadas, también se pueden dar casos de gravedad que pongan en serio peligro la vida del paciente.
Se han descrito más de 250 agentes diferentes que pueden producir una intoxicación alimentaria. Entre estos destacan las intoxicaciones por bacterias como la Salmonella, Listeria monocytogenes, Escherichia coli, Clostridium perfringens, Yersinia enterocolitica, Vibrio cholerae…etc. También existen virus que pueden producir una intoxicación, como el virus de la hepatitis A, virus del género Norovirus, parásitos como el Anisakis o protozoos como la Cyclospora cayetanensis.
Existen otro tipo de agentes que causan una intoxicación alimentaria si están presentes en alimentos ingeridos como sustancias químicas, metales, hormonas…etc.
Pueden variar según el agente infeccioso que produce la intoxicación, pero, en general, producen síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, que puede ser abundante y acuosa, con mucosidad o sangre. Puede existir fiebre, dolor abdominal, cansancio y fatiga. En caso de intoxicación por Clostridium pueden aparecer síntomas neurológicos
De forma habitual se pauta un tratamiento de base para la reposición de agua y electrolitos con administración de suero oral o, si los síntomas son muy intensos y persistentes, administración de sueros intravenosos. Habitualmente se indica mantener una dieta absoluta excepto el aporte del suero durante las primeras 12-24 horas para iniciar posteriormente una dieta blanda astringente. Además, se pautan analgésicos como Paracetamol para el control del dolor y la fiebre, antiácidos para proteger la mucosa gástrica, o antiheméticos para disminuir las vómitos y náuseas. En ocasiones se pautan antibióticos para combatir determinados tipos de infecciones bacterianas. Además, se pueden tratar complicaciones o formas específicas de respuesta del organismo.
A parte de la exploración física con toma de constantes como la tensión arterial, el pulso, la frecuencia respiratoria y la temperatura, y además de la entrevista clínica para ayuda del diagnóstico y la búsqueda del orígen, se suele realizar pruebas complementarias como:
El factor desencadenante es la ingestión de un alimento tanto sólido como líquido, que esté contaminado por sustancias orgánicas o inorgánicas y que sean potencialmente perjudiciales para el organismo.
La intoxicación alimentaria puede diagnosticarse y tratarse por el médico de atención primaria, por los especialistas de los servicios de urgencias hospitalarias, médicos internistas, y los especialistas en aparato digestivo o en enfermedades infecciosas.
En la época invernal es frecuente que haya picos de infecciones víricas y, en verano y principios de otoño, es frecuente la aparición de brotes provocados por bacterias, sobre todo por salmonelosis o por infección de Escherichia coli (E coli).
La salmonelosis gastrointestinal es una de las enfermedades de transmisión alimentaria más frecuente, producida por una bacteria (Enterobacteria), que se adquiere por ingestión de comida o bebida contaminada por vía oral, o por contacto con animales o mascotas infectados por la bacteria o por transmisión de persona a persona (oro-fecal).
Aunque casi todas las intoxicaciones alimentarias pueden desarrollar complicaciones graves que pongan en peligro la vida del paciente, sobre todo en aquellos con patologías de base de gravedad, la toxiinfección por Clostridium con afectación neurológica importante puede considerarse de las intoxicaciones alimentarias más graves.
El Anisakis o Anisakiasis es una enfermedad parasitaria causada por la ingesta de pescado crudo que contenga las larvas de un parásito llamado Anisakis simplex. se produce cuando se ingieren especies de peces o mamíferos marinos infectados, crudos o poco cocidos, contaminadas por el gusano Anisakis simplex, que parasita la pared gástrica y puede producir en el hombre una infección gastrointestinal o reacciones alérgicas.
Es la toxiinfección alimentaria producida por ingesta de una comida infectada por la toxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum. Habitualmente por consumo de conservas en mal estado y en algunos casos por marisco contaminado, también en salazones y ahumados.