En Navidad surge la preocupación por el riesgo de que las comidas copiosas y los dulces navideños tengan un impacto en la salud digestiva y en la composición corporal. Sin embargo, la realidad es que cuando la dieta es saludable todo el año, cuatro días siguiendo unos hábitos algo diferentes no deberían afectar a la salud.
Una Navidad saludable es compatible con las celebraciones en familia y, para ello, se recomienda mantener una serie de hábitos los días antes, durante y después de la Navidad.
¿Qué comer los días que rodean a la Navidad?
Los días anteriores y posteriores se debe evitar tanto caer en compensaciones como dejarse llevar y convertir 4 días de malos hábitos en 2 meses. Para un buen equilibrio intestinal y buena salud general:
- Llevar una dieta equilibrada: rica en verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos, semillas y legumbres. Priorizar éstas a otros grupos de alimentos.
- Incluir alimentos y especias antiinflamatorias como la cúrcuma y los pescados grasos pequeños.
- Mantener una buena hidratación para ayudar al tránsito intestinal.
- No saltarse comidas con el objetivo de no engordar si se tiene hambre.
- Aprovechar los días de vacaciones para disminuir la cantidad de cafeína que se toma al día.
- Experimentar con nuevas recetas y platos saludables que poder incluir el día de Navidad.
- Limitar la compra de dulces navideños a los días de celebración y contar con alternativas caseras más saludables.
¿Qué comer en días de celebración?
Durante las comidas y cenas familiares es normal excederse en cantidades y tipos de alimentos que no corresponden con una dieta saludable. Al reunirse varias personas con distintas formas de comer, no siempre se van a poder elegir todos los platos que se van a servir. Es un momento del año en el que los alimentos adquieren un significado que va más allá de la salud, y por ello se debe ser compresivo y disfrutar de la compañía y de la comida sin colocar el foco en su valor nutricional.
Sin embargo, sí hay varios puntos a tener en cuenta para mejorar las digestiones y proteger al organismo del impacto que puedan tener estas comidas:
- Continuar con una buena hidratación. Si se va a consumir alcohol, beber primero agua y asegurar su ingesta. Priorizar bebidas de bajo grado alcohólico y evitar destilados.
- Incorporar infusiones que ayuden a la digestión: cúrcuma, jengibre, manzanilla, anís, hinojo.
- Plantear incluir algún plato saludable en el menú de Navidad: caldos, legumbres, pescados, carnes magras, verduras asadas, ensaladas, etc.
- Incorporar fruta como una alternativa o además de los tradicionales dulces navideños.
- Ser consciente de la repercusión que una comida copiosa pueda tener en la digestión y de cómo va a interferir en la manera de disfrutar de las celebraciones.
¿Qué otros hábitos no dietéticos son recomendables?
La salud y el bienestar no sólo dependen de la dieta, aunque ésta sea un factor muy importante. Otros hábitos que debemos tener presentes en estas fechas son:
- Mantenerse activo para conservar un buen estado de salud. Aprovechar el tiempo libre para hacer deporte y caminar más.
- Cuidar los niveles de estrés. Aunque esta época es muy ilusionante para muchos, también es muy estresante para otros. Es crucial prestar atención a la salud mental y no dejar de reservar momentos de tranquilidad y calma los días de vacaciones.
- Dormir más. En ocasiones los horarios de trabajo y otros factores afectan a la cantidad y calidad del sueño. Es recomendable aprovechar las vacaciones para asegurar un descanso de mínimo 8 horas para ayudar a la salud física y mental.
En conclusión, los pilares para una Navidad saludable son incorporar alimentos ricos en macro y micronutrientes tanto en Navidad como los días que la rodean (vegetales, semillas, legumbres, etc), mantenerse activo, manejar el estrés, hidratarse y no dejar de disfrutar de las reuniones con amigos y familiares.