En el día después de haber padecido un ataque al corazón es inevitable experimentar sensaciones de incertidumbre, temor e inquietud, sin saber muy bien cómo actuar en el día a día a partir de ese momento. Te explicamos qué secuelas pueden quedar y otras informaciones relacionadas con el infarto o ataque al corazón.
El infarto de miocardio (familiarmente denominado ataque al corazón) es la destrucción o muerte de parte de la capa muscular del corazón debido a la falta de oxígeno. Afortunadamente, la parte de músculo cardíaco que permanece sano después del infarto, realiza el trabajo de bombeo de sangre necesario, de tal forma que el paciente puede llevar con posterioridad una vida perfectamente normal.
Los infartos de corazón son bastante probables cuando existe un estrechamiento de las arterias coronarias (las arterias que suministran sangre con oxígeno propiamente al corazón). Con frecuencia el estrechamiento sucede a causa de los depósitos grasos que se forman en las paredes de las arterias (fenómeno denominado arteriosclerosis) y, sobre estas placas, las plaquetas (pequeñas partículas de la sangre que participan en la coagulación) se pegan, dando lugar a un coágulo, que obstruye el paso de flujo sanguíneo.
A veces el bloqueo de paso de sangre se produce por un espasmo (estrechamiento repentino) de una de las arterias coronarias.
Los factores que aumentan el riesgo de padecer un infarto son los siguientes:
Los síntomas comunes son:
A veces, se puede confundir el infarto de miocardio, propiamente dicho, con la denominada angina de pecho, porque los síntomas son parecidos. Sin embargo, a diferencia del infarto, la angina suele desaparecer a los 15-20 minutos de descansar o tomarse el medicamento.
Si hay sospecha de padecer un infarto, normalmente te llevarán al hospital y te realizarán una serie de pruebas diagnósticas.
Se realizarán las siguientes intervenciones, entre otras actuaciones médicas importantes:
Cuanto antes se aplique el tratamiento, más eficaz será, y, por tanto, mayor será la probabilidad de sobrevivir y menores las consecuencias.
Las complicaciones-secuelas derivadas de un infarto de miocardio incluyen:
Para prevenir nuevos futuros infartos es posible que debas tomar diversos medicamentos de forma crónica: los antiplaquetarios reducen la posible “pegajosidad” de las plaquetas, los betabloqueantes disminuyen la frecuencia cardiaca del corazón y, por tanto, reducen su esfuerzo, los vasodilatadores (IECA) abren los vasos sanguíneos y, con ello, bajan la tensión arterial, lo que repercute en alivio de carga para el corazón, y las estatinas contribuyen a reducir el colesterol en sangre…
Otras medidas, no de menor importancia, son: dejar de fumar, practicar ejercicio físico regularmente adecuado a tus circunstancias, llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada, así como reducir el consumo de alcohol, controlar las emociones y aprender técnicas de relajación, etc…
Si acudes a las revisiones médicas regulares y sigues el programa de rehabilitación reducirás considerablemente el riesgo de tener complicaciones.
Has de llamar inmediatamente al 112 si sospechas que tú mismo o que otra persona está padeciendo un infarto de miocardio. No es buena idea esperar a ver cómo evolucionan los síntomas. La mayoría de los casos pueden tratarse con éxito si reciben atención médica inmediata.