Se necesita una dieta para engordar cuando una persona se encuentra en situación de bajo peso o desnutrición, en la que esté comprometida su calidad de vida y que necesiten aumentar de peso de una manera saludable. En general, toda persona cuyo índice de masa corporal (IMC) sea inferior a 18.5, debe acudir a un especialista que primero estudie la causa de su bajo peso y luego diseñe un plan personalizado, en función de su metabolismo, que le permita el aumento de peso de una manera equilibrada y constante, reeducando alimentariamente al paciente.
La mejor manera de saber si nos encontramos por debajo por debajo del peso ideal es a través del cálculo del índice de masa corporal (IMC), el cual relaciona el peso en función de la altura en situaciones normales (excluyendo embarazos, enfermedades o deportistas de alta competición). Para poder calcular este índice utilizamos la siguiente fórmula:
IMC: Peso/Altura2
Si después de realizar este cálculo, el resultado es inferior a 18,5, significa que está por debajo del peso normal y se debe consultar con un especialista.
Una dieta para engordar tiene que ser hipercalórica, con mayor cantidad de calorías que ingerimos que las que utilizamos, variada y equilibrada, sin eliminar ningún grupo de alimentos, solo incorporando aquellos más densos calóricamente pero de alta calidad nutricional.
La mayoría de las personas que deben subir de peso tienen la falsa creencia que debe ser a partir de azúcares refinados y grasas hidrogenadas, sin embargo, esto es poco beneficioso para la salud. Las grasas no deben potenciarse, se deben incluir los carbohidratos en todas las comidas principales como el arroz blanco, quinoa, pasta blanca, avena, legumbres y pan, así como en ocasiones se puede complementar con algunos batidos hipercalóricos para ajustar la ingesta calórica en torno a 500 calorías extras diarias mayor que el gasto, por lo que tenemos que tener en cuenta también la actividad física y, en función de esta, ajustar la ingesta.
Por último, es importante mantener la ingesta de agua entre 1,5 a 2 litros diarios para mantener las funciones metabólicas y cardiovasculares.
Algunos productos que se recomiendan que se incluyan en la dieta, por tener un alto valor calórico y nutricional, son:
Lo ideal es realizar 5 o 6 comidas al día con el fin de mantener el aporte calórico, el periodo transcurrido entre cada comida no debe ser mayor a 4 horas. Se deben respetar los horarios de comida y no comer grandes porciones, ya que solo lograremos desajustes digestivos y malestar. Si es necesario, se puede realizar mayor cantidad de comida o mayor densidad calórica de las comidas con menor número de porciones.
DESAYUNO:
Bol de yogur con cereales, chocolate negro y una pieza de manzana y plátano.
Zumo de naranja/café con leche.
MEDIA MAÑANA:
Dos tostadas de pan con tomate, aceite y jamón ibérico.
Café con leche.
MEDIA TARDE:
Bocadillo de embutidos y queso.
Batido de fruta de temporada.
COMIDA:
Crema de champiñones.
Arroz blanco, pollo asado, ensalada caprese, cuajada con miel y frutos secos, pan y zumo.
CENA:
Sopa de fideos, tortilla de patatas, pan.
Yogur, fruta y agua.
RECENA:
Batido hipercalórico hiperproteico.