Es una prueba diagnóstica que se realiza en las consultas de Neurofisiología y sus resultados son útiles tanto en las especialidades de la Medicina Física y Rehabilitación, como la de Traumatología, Reumatología, Neurología, la Neurocirugía o Medicina del Deporte, entre otras. Es una técnica utilizada en el estudio funcional del sistema neuromuscular (formado por el sistema nervioso periférico, la unión neuromuscular y el músculo esquelético). Electromiograma cuantificado desde 54€ con los mejores especialistas en Neurología
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El electromiograma cuantificado es una prueba diagnóstica utilizada en la reumatología. Su práctica ayuda al neurólogo a detectar cualquier anomalía en la musculatura del paciente. Se encarga del análisis de la actividad bioeléctrica y contribuye a conocer los primeros síntomas de algunas enfermedades neurológicas.
Así, su uso en otras áreas de la medicina como la neurología o la traumatología está cada vez más extendido. Dadas sus características, sus resultados son siempre esenciales para elegir la mejor alternativa para cada paciente. También sus ventajas inciden en su desarrollo y en su indudable adaptabilidad para la detección temprana de lesiones.
Una alternativa que permite detectar cómo funciona el sistema nervioso periférico. Se analizan la actividad muscular y también el funcionamiento de los nervios correspondientes. El objetivo es detectar la capacidad de respuesta de cada músculo tras la estimulación eléctrica de cada nervio. De ser anormal la respuesta, se estudiaría el tipo de patología que presenta el paciente.
En estos casos, se solicita un electromiograma cuantificado más neurografía. Esta última se encarga de analizar los nervios periféricos comprobando si su funcionamiento es el correcto. En caso contrario, se analiza la anomalía y su causa.
Al preguntarse para qué sirve un electromiograma cuantificado la respuesta es sencilla. Para confirmar o descartar que el/la paciente sufre distintas dolencias como las siguientes:
Otras alteraciones o irregularidades neuromusculares también aparecen durante el transcurso de la prueba. Lo habitual es que se trabaje por zonas dejando pasar cierto tiempo entre un electromiograma y el siguiente. La detección del daño en el nervio o en el músculo es un proceso largo que exige contar con un análisis completo del organismo del paciente.
No es una prueba que pueda solicitar el paciente directamente. Debe ser el especialista quien la recomiende tras escuchar el relato de los síntomas correspondientes. Suelen realizarse previamente algunas pruebas o exploraciones para comprobar el estado muscular.
Inciden en la decisión de recomendar la prueba los antecedentes médicos de la persona. En ocasiones, las neuropatías pueden ser la consecuencia de otras enfermedades como la poliomielitis. Alteraciones traumatológicas como las hernias discales podrían terminar afectando al uso normal de la musculatura por una mala educación postural. Los factores a valorar son múltiples y todos han de ser evaluados por el especialista.
Sí. Antes de su realización se exige la firma de un consentimiento informado. De quedar alguna duda, es necesario resolverla antes del procedimiento. En lo que respecta a la preparación, se le recomienda al paciente:
Por ello, es de vital importancia aportar recetas, informes previos y todo lo relacionado con la salud del paciente. De esta información dependerá la intensidad de los electrodos y la duración de la prueba.
Es importante subrayar que no es una alternativa agradable dadas sus características principales:
Esta alternativa para confirmar la salud muscular y neuronal de un paciente está disponible en las siguientes ciudades:
Cuando el paciente experimenta algunos síntomas y problemas musculares se enfrenta a una disyuntiva. La primera opción puede ser esperar a que mejoren. La segunda, y más recomendable, es analizar qué está pasando exactamente. Entre otras ventajas, el electromiograma cuantificado facilita:
Es posible adelantarse varios meses a las consecuencias de una enfermedad que puede ser incapacitante. Por ello, la prueba debe convertirse en parte esencial del diagnóstico a realizar.
Además, su resultado ayuda al especialista a estudiar el caso con mayor acierto o a derivarlo a otro más adecuado.
El precio de un electromiograma cuantificado es de 72 euros. El informe se le da al paciente al momento. El especialista puede valorar la situación y comenzar el tratamiento correspondiente. El paciente consigue conocer la causa de sus síntomas y afrontar su dolencia de forma distinta y sabiendo qué es un eletromiograma cuantificado y sus beneficios.
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