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Ginecología y Obstetricia

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Pruebas durante el Embarazo
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Pruebas durante el Embarazo

El embarazo, y dar a luz un bebé sano, es un proceso fisiológico casi mágico. Son infinitas las posibilidades de que algo falle, pero, por suerte, la mayoría llegan a término perfectamente. La naturaleza normalmente ayuda, pero hay algunos casos en que aparecen complicaciones y para ello hay una batería de pruebas que se realizan a lo largo del embarazo que nos permiten asegurarnos del bienestar tanto de la madre como del bebé. Pruebas de primer trimestre Ecografía de diagnóstico : se suele realizar una ecografía al inicio del embarazo, entre la sexta y octava semana para confirmar el embarazo y que está correctamente situado. Se confirma si es único o múltiple y se comprueba que corresponde a las semanas respecto a la última regla. Ecografía de la semana 12: en esta fecha el feto es suficientemente grande como para mostrarnos ya parte de su anatomía y poder descartar malformaciones graves ya visibles ahora. También es el momento óptimo para valorar factores de riesgo de síndrome de Down: el más importante es la translucencia nucal. Se trata de una banda líquida por debajo de la piel de la nuca del feto que se ha relacionado directamente con el síndrome de Down (a mayor grosor de esta banda, más riesgo). Esta estructura anatómica desaparecerá a lo largo del embarazo, y es concretamente alrededor de la semana 12 cuando es más precisa. Otros marcadores indirectos de este síndrome y que son visibles en esta cita son la presencia de hueso nasal, el latido del Ductus venoso y la regurgitación tricuspídea. Analítica general: pretendemos valorar el estado general de la gestante, si requiere algún suplemento vitamínico, su inmunidad respecto ciertas enfermedades infecciosas, como las hepatitis, el VIH… Analíticas de diagnóstico prenatal: Triple screening: es un análisis de sangre en la semana 12 que calculará el riesgo de que el feto sea síndrome de Down en función de tres datos: edad materna, grosor de la translucencia nucal y valor de unas hormonas segregadas durante el embarazo. El resultado se expresa en forma de fracción: una probabilidad entre 100.000 es, por ejemplo, un riesgo mucho menor que 1/100. Si el riesgo es alto o no nos tranquiliza se puede hacer otro tipo de pruebas. Otra analítica en sangre que tiene como finalidad diagnosticar los síndromes de Down es el Test Prenatal no Invasivo. Este test aísla en sangre materna fragmentos de ADN del feto o fetos y puede resolver con un valor predictivo positivo próximo al 100%. Se puede realizar a partir de la semana 10. Amniocentesis o la biopsia corial , la amniocentesis es una punción sobre la bolsa amniótica para extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico en el que flotan células del feto. Se realiza alrededor de la semana 15. La biopsia corial consiste en obtener mediante punción de la placenta células de la placenta, se puede hacer a partir de la semana 12. Tanto las células fetales como las placentarias nos permitirán su estudio y en este caso, con toda seguridad, saber si tiene un síndrome cromosómico o enfermedad genética. Pruebas de segundo trimestre Ecografía de la semana 20: a estas alturas de embarazo ya podemos realizar un rastreo completo de toda la anatomía fetal y descartar malformaciones y valorar el crecimiento fetal. Análisis de sangre para valorar el estado de la gestante, si el embarazo está causando un poco de anemia, estado inmunitario respecto determinadas infecciones y Test de O’Sullivan, para medir niveles de glucosa en sangre después de haber tomado una sobrecarga oral de azúcar, con objeto de diagnosticar diabetes del embarazo. Se suele realizar entre la semana 25-27, aunque en determinadas gestantes se puede repetir en el primer y tercer trimestre. Pruebas de tercer trimestre Ecografía de tercer trimestre , generalmente sobre la semana 32, para ver cómo van evolucionando los órganos fetales, repasar la anatomía y valorar el crecimiento fetal y hacer un pronóstico de su peso Analítica de tercer trimestre , sobre la semana 34-36, para seguir evaluando el estado de la gestante y tener unas pruebas de coagulación recientes en el momento del parto que no contraindiquen la anestesia peridural o aumenten el riesgo de sangrado durante el parto. Cultivo vaginal y rectal, para detectar un porcentaje importante de gestantes que, de forma asintomática, son portadoras de un microorganismo en su vagina o recto, que forma parte de su flora, que se llama estreptococo Agalactiae o del grupo B. Para la gestante no es problema, pero el recién nacido se puede infectar con él el día del parto y causarle problemas. Al identificar a las gestantes positivas se les administrará una dosis de antibiótico para que el bebé no se lo encuentre cuando salga. Monitorización de la frecuencia cardiaca fetal o Test no estresante : consiste en registrar durante 20-30 minutos la frecuencia cardiaca del feto y la presencia/ausencia de contracciones mediante unos transductores que se fijan al abdomen de la madre mediante unas cintas elásticas (popularmente se les llama “correas”). Los fetos sanos tienen un patrón característico de FC, que va variando entre 120 y 160 latidos por minuto y que hacen periódicamente aceleraciones puntuales. Este patrón es el que queremos observar durante esta prueba para distinguirlos de un feto que pueda estar sufriendo a causa de falta de oxígeno. Se suelen realizar semanalmente las últimas semanas de embarazo. Pruebas durante todo el embarazo Durante todo el embarazo, con una periodicidad más o menos mensual, se realizan visitas en la que supervisamos la evolución del embarazo, incremento de peso, tensión arterial, crecimiento fetal, movimientos fetales… Con estas pruebas que se realizan comúnmente a todas las embarazadas somos capaces de diagnosticar la mayoría de patologías del embarazo y el feto. En casos concretos, con sospechas concretas, pueden ser necesarias otro tipo de pruebas. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Cómo Afecta la Progesterona a las Mujeres
Artículo especializado

Cómo Afecta la Progesterona a las Mujeres

La progesterona es una hormona sexual liberada por los ovarios y, en caso de embarazo, por la placenta a partir de la semana 10. Su acción fundamental es la preparación del endometrio para una gestación y para su mantenimiento. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. Cuáles son sus niveles Los niveles normales fisiológicos en sangre de progesterona son bajos hasta momentos antes de la ovulación, que es cuando se elevan . Su pico máximo se encuentra en torno al día 21 y 23 del ciclo. Si sabemos cuáles son los niveles sanguíneos podremos confirmar si se ha producido la ovulación o no a lo largo del ciclo menstrual. En mujeres con ciclos regulares se determina el nivel de progesterona el día 21 a 23 y si éste es >30 nmol/l significa que ha habido ovulación. Por el contrario, en mujeres con ciclos irregulares es mejor hacer dos determinaciones, una el día 21 y otra el 26, y si la hormona aumenta >16 nmol/l también significa ovulación. Por tanto, la progesterona se considera como un buen indicador del correcto funcionamiento del ciclo menstrual. Cómo actúa La progesterona actúa en diversos órganos y a diferentes niveles : Endometrio: lo transforma en secretor, volviéndolo receptivo para albergar y mantener un embrión. Cérvix y vagina: espesa el moco e impide que pasen los espermatozoides. Inmunidad: disminuye la inmunidad para que se mantenga el embarazo. Glándula mamaria: inhibe la lactancia durante el embarazo. Sistema Nervioso Central: tiene un efecto hipnótico y depresor. Útero: efecto miorrelajante. Efecto antiinflamatorio y regulador de la respuesta inmune. Incremento de la temperatura central tras la ovulación. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. Cuándo se utiliza Por todas estas acciones se utiliza en muchas patologías de la salud femenina . Entre ellas: Se administra en los casos de amenaza de aborto , ya que ayuda a relajar el útero y, además, en caso de insuficiencia luteínica afianza los niveles de progesterona en sangre a la hora de mantener el embarazo. Por otra parte, gracias a su acción relajante del músculo liso uterino se emplea en los casos de riesgo de parto prematuro disminuyendo las contracciones que provocan el acortamiento cervical. Otra utilidad de la progesterona es el llamado test de los gestágenos , que se emplea en los casos de amenorrea (falta de regla) para intentar localizar el origen de dicho problema. Este test consiste en administrar 200 mg de progesterona natural diaria durante una semana y ver si pasados unos días se produce el llamado sangrado por deprivación. Si es así se confirma la integridad del aparato genital y que el origen de la amenorrea es otro, en este caso el motivo suele ser la falta de luteinización del endometrio por no producirse la ovulación; esto es lo que le ocurre en el síndrome de ovario poliquístico. La progesterona tiene un especial uso en los tratamientos de reproducción asistida. El primer papel es en los ciclos de Fecundación In Vitro, en los que se emplea como soporte de fase lútea, es decir como apoyo en el momento de transferir los embriones para asegurar un aporte suficiente al endometrio. En los tratamientos de donación, tanto de embriones como de ovocitos, ya que en estos los ovarios se dejan en reposo, sin actividad hormonal y es preciso un aporte externo que transforme y haga receptivo al endometrio. El empleo de la progesterona a lo largo del ciclo de la mujer es ampliamente conocido, se utiliza tanto para provocar la bajada de la regla como para regular la cantidad de sangrado. Esta hormona administrada de forma cíclica consigue que el endometrio se haga cada vez menos grueso causando una disminución en el patrón de sangrado y con ello las molestias del síndrome premenstruales. Cómo se toma La forma de administración de la progesterona artificial es múltiple : se puede en forma de cápsulas blandas, tanto vía oral como vaginal. También existe la posibilidad de una inyección diaria intramuscular o incluso en forma de gel vaginal. La dosificación y la duración varían en función de cual sea el motivo de su administración. Como cualquier fármaco la progesterona, aunque no son muchos ni importantes, cuenta con efectos secundarios . De ellos, el más llamativo probablemente sea la somnolencia, a veces asociada a sensación de vértigo, retención de líquidos, hinchazón y a veces dolor en las mamas por este aumento de líquido, dolor de cabeza… ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta.  
Comprende tu Proceso de Ovulación
Artículo especializado

Comprende tu Proceso de Ovulación

Constituye uno de los pasos más importantes del ciclo menstrual de la mujer , puesto que es a partir de la ovulación cuando hay posibilidades de quedarse embarazada. Es el proceso fisiológico que consiste en la expulsión del ovulo maduro (gameto femenino) del ovario de la mujer. Está regulado por una serie de cambios a nivel de las hormonas que regulan todo el funcionamiento del ciclo. ¿Cómo ocurre la ovulación? A lo largo del ciclo menstrual van cambiando las hormonas . Al inicio del ciclo (los primeros días de regla) actúa sobre todo la hormona FSH (hormona folículo estimulante) y, como su nombre indica, hace que el folículo (que es donde se “aloja” el óvulo), vaya creciendo y llenándose de líquido. Cuando este folículo alcanza un tamaño adecuado recibe una señal de otra hormona, LH o lúteo estimulante, que hace que se rompa y salga el ovocito hacia la trompa. Cuando el óvulo es expulsado del ovario se queda en la trompa de Falopio, esperando a que llegue un espermatozoide y pueda ser fecundado por éste. Por tanto, la ovulación marca el periodo más fértil de la mujer. El ovocito es capaz de sobrevivir alrededor de 24 horas en la trompa y, si pasado este tiempo, no ha sido fecundado, caerá hacia el útero donde unos días más tarde será expulsado en forma de regla. En esta segunda parte del ciclo menstrual, llamada fase lútea, el folículo ovárico roto se convierte en un cuerpo lúteo o cuerpo amarillo. ¿Cuándo tiene lugar la ovulación? La ovulación se produce en la mitad del ciclo menstrual , pero siempre que la mujer tenga ciclos regulares. Es decir, si tu ciclo es de 28 días, se produce en el día 14, contando como el día 1 el primer día de sangrado. Si consideramos que la vida media del espermatozoide es de 72 horas y la del óvulo de 24 horas, calculamos que los días fértiles de la mujer abarcan el mismo en que ocurre la ovulación y dos días antes y dos días después de ésta. Síntomas La ovulación, además de por los días que dura el ciclo menstrual, da señales de que se está produciendo a través de una serie de signos y síntomas en la mujer : Elevación de la temperatura corporal de 0,2 a 0,5ºC en el momento en que se produce la ovulación. Esto se debe al aumento de la progesterona tras la liberación del óvulo. Aumenta la cantidad y textura del moco cervical . Éste se vuelve más elástico y resbaladizo para permitir el paso de los espermatozoides por el cuello uterino, causado por el aumento de estrógenos en el organismo. También se producen cambios en el cuello del útero , que se sitúa más arriba, con consistencia blanda y un orificio más abierto para que puedan entrar los espermatozoides. No todas las mujeres, pero sí muchas, notan durante la ovulación una sensación de pinchazos en la parte baja del abdomen . Esto ocurre cuando se rompe el folículo ovárico. ¿Para qué sirve saber el día de la ovulación? Tanto las mujeres que están buscando un embarazo como las que desean evitarlo deben conocer cuando es la época mas fértil y el día aproximado de ovulación . Las que desean el embarazo, porque durante esos cinco días fértiles las probabilidades son mayores y conviene mantener relaciones sexuales. Y las que no lo desean, para evitar tenerlas o bien para utilizar protección. Aparte de los signos de ovulación, que no siempre son muy evidentes, para saber cuando estás ovulando, puedes utilizar los test de ovulación. Consisten en unas tiras reactivas en las que se detecta la presencia de la hormona luteinizante o LH en orina. Esta hormona empieza a aumentar en sangre alrededor de unas 36-24 horas antes de la ovulación, y es entonces cuando llega a su concentración máxima, para volver a disminuir a partir de ahí. El mecanismo es sencillo: hay que impregnar de orina las tiras con el reactivo y si aparecen marcadas dos líneas significa que es positivo, es decir, que ha habido aumento de LH. Por el contrario, si solo aparece una significa que es negativo. Haciendo estas tiras durante varios meses puedes elaborarte un calendario de ovulación y marcar los días fértiles en caso de estar buscando un embarazo.  
Qué Debes Saber Sobre el Quiste Ovárico
Artículo especializado

Qué Debes Saber Sobre el Quiste Ovárico

Los quistes de ovario son una de las patologías más frecuentes en la consulta de ginecología, que afectan a mujeres de todas las edades. Debemos desmentir el prejuicio que frecuentemente los asocia a una patología peligrosa ya que casi en su totalidad son benignos . Además, muchos de ellos desaparecen solos sin ningún tratamiento y no dan síntomas. De hecho, suelen diagnosticarse casualmente en una exploración ginecológica o ecografía. ¿Qué es un quiste de ovario? La palabra quiste deriva de una palabra griega que significa saco o bolsa cerrada. Y contiene diferente material dependiendo del tipo de quiste. Los más frecuentes son llamados quistes funcionales del ovario, que quiere decir que surgen del propio funcionamiento del ovario y se eliminan espontáneamente. Este tipo de quistes se dan en mujeres en edad fértil mientras tienen periodo menstrual. Para entender esto hace falta una pequeña lección de fisiología y anatomía:  toda mujer durante los años que tiene reglas prepara en su ovario un óvulo que crece en el interior de una pequeña bolsa de líquido llamada folículo. Cuando tiene el tamaño y madurez suficiente se abre para dejar salir al óvulo y ser recogido y conducido por la trompa en lo que se denomina “ovulación”. Esto ocurre una vez al mes en condiciones normales. Cuando se da un pequeño error en este proceso nos encontramos con la aparición de los quistes funcionales: Si el folículo no se rompe para dejar salir al óvulo continúa llenándose de líquido y nos hallamos ante un quiste folicular. En las siguientes semanas se reabsorberá el líquido y desaparecerá. Si, por el contrario, el proceso de ovulación se produce, pero al romperse el folículo o desprenderse el óvulo accidentalmente sangra el ovario se forma un hematoma en el interior del ovario que se llama quiste hemorrágico o quiste lúteo, que contiene sangre y que también el cuerpo hará desaparecer en unas semanas como cualquier hematoma. Estos son, pues, los quistes más frecuentes, se dan en mujeres entre su primera regla y la menopausia y son absolutamente benignos . Quistes orgánicos El otro gran grupo se llama quistes orgánicos. La diferencia es que no van a desaparecer solos , se trata de algún tipo de células del ovario que crecen y forman una bolsa de contenido distinto según el tipo de células que han proliferado: Cistoadenomas serosos: líquido transparente, suero. Cistoadenomas mucinosos: líquido denso, mucoso. Teratomas o quistes dermoides: contienen diferentes tipos de tejidos como grasa, pelo, dientes, hueso, cartílago… Endometriomas: contienen restos de sangre envejecida, antigua que adquiere consistencia de “chocolate fundido”. Todos ellos también son benignos , los teratomas son más frecuentes en mujeres jóvenes, y los endometriomas también aparecen en la edad fértil, pero los cistoadenomas pueden darse a cualquier edad, incluso después de la menopausia. La diferencia significativa con los funcionales es que habitualmente no desaparecen por lo que en muchas ocasiones se propone tratamiento quirúrgico. Desgraciadamente, en el ovario también crecen tumores malignos (carcinomas o cistoadenocarcinomas) o tumores de bajo potencial de malignidad (borderline), aunque son mucho menos frecuentes. Estos a menudo tienen un componente quístico, pero mezclado con parte sólida y no se les suele confundir con un “quiste simple” de ovario. ¿Qué síntomas provocan? Pues la mayoría de veces ninguno , suelen ser un hallazgo casual durante una exploración o ecografía ginecológica, lo cual cual significa que pasan desapercibidos sin diagnóstico y que la mayoría de mujeres habrán tenido alguno a lo largo de su vida. Si dan síntomas es según su tamaño por el espacio que ocupan: sensación de peso en el bajo vientre, molestia o dolor leve de forma espontánea o durante las relaciones sexuales, sensación de ganas de orinar o defecar si comprimen vejiga o recto… En otras ocasiones pueden alterar el patrón menstrual pues interfieren con la función ovárica de secreción de hormonas. Rara vez dan síntomas graves , sólo en los casos en que se accidentan: si se rompen, torsionan o sangran pueden dar un cuadro de abdomen agudo con náuseas y vómitos o hemorragia importante que requiera intervención urgente, pero son complicaciones muy infrecuentes. ¿Cómo se diagnostican? El diagnóstico se basa en las pruebas de imagen , principalmente la ecografía transvaginal. En casos dudosos nos puede aportar alguna información extra un TAC o Resonancia Magnética. Para distinguirlos de los tumores malignos de ovario se pueden solicitar marcadores tumorales en sangre, que están elevados en casos de malignidad pero también en ocasiones en otras patologías ginecológicas benignas. ¿Cuál es el tratamiento? Ya hemos comentado que con los quistes funcionales no hacen falta tratamientos pues desaparecen espontáneamente. De todas maneras, en ocasiones se pueden prescribir anticonceptivos hormonales para acelerar su resolución. Los quistes orgánicos no desaparecen espontáneamente y habitualmente se requiere su extirpación quirúrgica. En esos casos la técnica de elección es la laparoscopia (cirugía mínimamente invasiva en la que no es necesario abrir el abdomen y se hace a través de unas pequeñas incisiones). La cirugía puede incluir la extracción completa del ovario o solamente el quiste y dejar el tejido sano. El criterio para hacer una u otra cosa es médico, y se valorará el tipo de quiste, la edad de la paciente y su deseo reproductivo.
Cuál es la Causa del Síndrome Premenstrual
Artículo especializado

Cuál es la Causa del Síndrome Premenstrual

Más del 85% de las mujeres en edad fértil sufren, mensualmente, dolores mamarios, abdominales y cefaleas, hinchazón, trastornos del sueño y cambios de humor. Son molestias que disminuyen su bienestar físico y emocional. Estamos hablando del síndrome premenstrual, un problema femenino que puede repercutir en todos los aspectos de su vida : familiar, laboral y social. La mayoría de mujeres convivimos con este trastorno, asumimos sus molestias y normalizamos el no estar bien. Consultar a tiempo al ginecólogo o especialista puede ser el primer paso para mejorar la calidad de vida. ¿Es el síndrome premenstrual una enfermedad? Los especialistas lo tienen claro: el síndrome premenstrual no es una enfermedad orgánica ni un trastorno psiquiátrico, es una condición llamada problemática cíclica . Según la Asociación Americana de Ginecología y Obstetricia, los casos extremos de alteración del humor relacionados con él se llama Trastorno Disfórico Premenstrual. ¿Cómo sé si padezco síndrome premenstrual? Es fácil diagnosticar el síndrome premenstrual, ya qu e su carácter cíclico y su inicio una o dos semanas antes del inicio de la menstruación , prolongándose de uno a cuatro días desde su llegada, no deja lugar a dudas. Esta es la parte más importante del diagnóstico: determinar cuándo aparecen los síntomas y cuánto duran. Si la aparición y la duración fuese otra, estaríamos hablando de alguna otra entidad y no del síndrome premenstrual. Las mujeres que lo padecen suelen recordar que los síntomas se iniciaron en la adolescencia y que, a medida que pasan los años, pueden ir empeorando. Con la proximidad del climaterio o menopausia, los síntomas pueden ser, incluso, mucho más molestos e intensos. Síntomas más frecuentes Podemos dividir los síntomas en dos grandes grupos. No todas las mujeres padecen todos ni en igual grado de intensidad. Es un grupo de síntomas muy heterogéneo y con una afectación global del organismo de la mujer. Síntomas emocionales : Irritabilidad Cambios de humor Tristeza Sensibilidad Llanto fácil Aislamiento social (deseo de aislamiento) Olvidos y despistes Falta de concentración Insomnio Fobias Sensación de soledad Alteraciones de la lívido Cólera Sentimiento de culpa Baja autoestima Síntomas físicos: Hinchazón abdominal Hinchazón, turgencia mamaria o dolor en las mamas (mastalgia) Cambios en el apetito y avidez o rechazo por algunos alimentos en concreto Mayor apetito Hinchazón de manos y pies Cefalea (dolor de cabeza) Dolores musculares o debilidad muscular Cansancio Torpeza de movimientos Bochornos Dolor lumbar o de espalda Dolor pélvico Acné Estreñimiento Sinusitis o congestión nasal Mareos y desmayos Herpes simple labial Urticaria o picazón en la piel Hipersensibilidad a la luz y al ruido Palpitaciones Menor tolerancia al alcohol Dolor en las articulaciones Pesadez e hinchazón de piernas Molestias oculares Sed intensa Calambres musculares ¿Por qué padecemos el síndrome premenstrual? De momento, no hay una teoría clara de por qué sucede y por qué unas mujeres lo padecen más que otras. Parece que se asocia con los cambios hormonales que sufre el cuerpo femenino tras la ovulación. ¿Cuándo debo consultar a mi médico? A pesar de que los primeros síntomas suelen aparecer antes de los veinte años, muchas mujeres consideran normal sentirse mal durante una o dos semanas al mes, por lo que no realizan ninguna consulta. Lamentablemente, si no se trata o no se toman medidas al respecto, los síntomas pueden incrementar su intensidad y gravedad entre los treinta y cuarenta años, empeorando muchísimo, a medida que nos acercamos a la menopausia. Lo ideal sería consultar al médico de familia o ginecólogo siempre. ¿Cómo se trata? No existe un único tratamiento para disminuir los síntomas y, según la intensidad, podemos optar por un tratamiento farmacológico o no. Las medidas no farmacológicas que se recomiendan para controlar o mejorar los síntomas serían las siguientes: Realizar actividad física con regularidad parece aminorar los síntomas. Está claro que la práctica de ejercicio y llevar una vida saludable es bueno para cualquier condición. Limitar el consumo de cafeína, sal y azúcares refinados. Esto disminuiría los síntomas de irritabilidad, insomnio, retención de líquidos, congestión mamaria y aumento de peso. Incrementar los alimentos ricos en calcio (lácteos, brócoli, sésamo…) y vitamina B6 (pollo, ternera, cerdo, pescado, espinaca, pimiento y espárragos, frutos secos y cereales integrales) durante este periodo. Se pueden realizar actividades relajantes o que aumenten la conciencia como yoga o meditación. Terapias complementarias, como la acupuntura, han demostrado beneficio para prevenir y tratar el síndrome premenstrual. Si los síntomas son muy intensos, hay medicamentos que nos pueden ayudar a sobrellevarlos , siempre bajo prescripción médica: Si la mujer toma píldoras anticonceptivas, el ginecólogo la puede orientar sobre la píldora que mejor se adapte a las molestias que presenta. Si las alteraciones emocionales son muy intensas y limitan o condicionan el bienestar de la mujer y su vida laboral o social, se pueden emplear fármacos antidepresivos del tipo inhibidores de la recaptación de la serotonina. Puntualmente, el uso de ansiolíticos, bajo control médico, puede mejorar la irritabilidad o el insomnio. Los antiinflamatorios y analgésicos pueden ser de gran ayuda para controlar el dolor.
Cómo y Cuándo Hacer un Test de Embarazo
Artículo especializado

Cómo y Cuándo Hacer un Test de Embarazo

Si crees estar embarazada lo primero que harás será correr a la farmacia a comprar un test de embarazo para salir de dudas. En ese caso, seguro que te interesa saber cómo funciona, qué fiabilidad tiene y cuándo es mejor realizarlo. A continuación, resolveremos tus dudas. ¿Qué mide el test de embarazo? Antes de nada, un apunte fisiológico de los primeros días de un embarazo para entender qué medimos y cuándo: desde el instante en que el espermatozoide alcanza el óvulo e introduce su ADN, se constituye un organismo con su propia genética. Esa primera célula se va dividiendo: primero en dos, después en cuatro, en ocho, dieciséis… Es así como se forma el zigoto , que es el nombre que recibe el producto de gestación en esta fase, que todavía no puede llamarse embrión. Al mismo tiempo que se va dividiendo va viajando por la trompa hasta el útero, donde existe un tejido algodonoso y acolchado llamado endometrio que tiene la función de alimentar al zigoto mientras se adhiere al útero. Ese trayecto hasta que entra en contacto con la pared uterina dura unos cinco días, hasta ese momento ha estado “flotando” sin que el cuerpo materno sea consciente de ello de ningún modo. A partir del quinto día se produce la anidación, pero todavía tardará al menos cinco días más en empezar a segregar la hormona del embarazo (gonadotropina coriónica humana). Esta hormona se irá incrementando rápidamente durante todo el primer trimestre de embarazo para disminuir después. Y esta hormona se puede detectar tanto en la sangre como en la orina de la embarazada. ¿Cómo funcionan los tests de orina? Los tests de embarazo lo que miden es esta hormona de embarazo. Son bastante sensibles, pero aun así, y como hemos visto, sólo podrán detectar algo a partir de, como mínimo, 10 días después de la fecundación . El test de orina lleva un reactivo que reacciona ante la presencia de mucha o poca hormona de embarazo. Los clásicos suelen tener por un extremo una parte absorbente que debe contactar con la orina, y una ventanita en la que se marcarán dos líneas de color. Una de ellas es un control que cuando se marca demuestra que el test está en buenas condiciones (si no se marcara significaría que no funciona). La otra es la que corresponde propiamente al test de embarazo, que marcará más tenuemente si hay poca hormona, y más intensamente si hay mucha, pero tanto si es una línea muy suave como más evidente, si se marca, quiere decir que el test es positivo. Otros tests más modernos y sofisticados en lugar de esta ventanita tienen una pantalla en la que se puede leer claramente “embarazada” o “no embarazada” o un icono con una carita sonriente o triste… El funcionamiento es el mismo: si el reactivo detecta hormona de embarazo, mucha o poca, da positivo. Y, finalmente, están los tests que incluso orientan sobre las semanas de embarazo, no muy fiables pues se basan en el principio de que si hay poca hormona estaremos en las etapas iniciales de embarazo y si hay mucha, estaremos “de más semanas”. Lo que sucede con los tests es que no hay demasiada diferencia entre ellos en cuanto a fiabilidad y, sin embargo, si mucha en cuanto a precio, algo que debemos tener en cuenta. ¿Qué fiabilidad tienen? Estos tests de orina tienen una fiabilidad altísima , de prácticamente el 100% si son positivos. No está justificado que os gastéis el dinero en repetir pruebas positivas, cosa que me encuentro inexplicablemente en mi día a día en la consulta. La mayoría de pacientes embarazadas que visito ¡se han hecho más de una prueba! Si es negativo, en función del tiempo que haga desde la fecundación, sí que puede ocurrir que sea demasiado pronto para que el test detecte la hormona, por este motivo si realmente hay sospecha fundada de embarazo puede estar indicado repetirla en un plazo de dos o tres días, quizás entonces, si no lo habíamos detectado antes por precoz, ya habrá tenido tiempo de positivizarse. El hecho de utilizar la primera orina de la mañana tiene como finalidad que al ser ésta más concentrada puede detectar hormona cuando todavía hay muy poca, pero si ya hay retraso menstrual y, por tanto, la hormona es abundante la podremos identificar con la orina de cualquier momento del día. ¿Y los tests para detección en sangre? Existe otro tipo de test que habitualmente manejamos los médicos en determinadas circunstancias : se trata de la cuantificación de la hormona de embarazo en sangre. Cuantificar significa que obtendremos un resultado numérico de la cantidad de hormona detectada en ese momento. Obviamente, si no se detecta es negativa y si se detecta podemos aproximar en función del resultado si es de más o menos semanas. También nos permite monitorizarla repitiéndola en un plazo concreto para constatar si el embarazo está progresando correctamente en el caso de que los valores aumenten en la proporción adecuada, o no, en el caso de que los valores decrezcan o se mantengan estables, ya que los valores de los resultados suelen duplicarse aproximadamente cada 48 horas. En cualquier caso, cuando el test resulta positivo ponte en contacto con tu ginecólogo para que te guíe en este proceso que se inicia para contribuir en lo posible a que todo vaya bien. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Qué Debes Saber sobre el Test de O'Sullivan
Artículo especializado

Qué Debes Saber sobre el Test de O'Sullivan

Uno de los diagnósticos frecuentes durante el embarazo es la llamada diabetes gestacional , en la que la embarazada presenta problemas para mantener los niveles correctos de azúcar en sangre. La prueba que se realiza a toda gestante para descartarla es el test de O’Sullivan . Respondemos a tus dudas sobre este tema. ¿Qué es la diabetes gestacional? El test de O’Sullivan es una prueba sencilla y práctica , que no ocasiona efectos secundarios importantes, y que nos aporta una información fiable y valiosa sobre el aspecto metabólico del embarazo, permitiéndonos evitar complicaciones fetales que pueden tener cierta gravedad sin diagnóstico. Pero antes de profundizar sobre la prueba conviene que entiendas qué es la diabetes gestacional : cuando comemos cualquier alimento, sobre todo los que contienen hidratos de carbono (azúcar, dulces, fruta, pan, pasta, patata, legumbre…), mientras los digerimos, el organismo los va descomponiendo y absorbiendo pequeñas moléculas de azúcar (glucosa) que pasan a la sangre. A medida que estos niveles de glucosa van ascendiendo en sangre después de las comidas, el páncreas segrega insulina, hormona responsable de que la glucosa se elimine de la sangre y no suba en exceso. En la gestación, por la presencia de la hormona de embarazo, el páncreas tiene que segregar más cantidad de insulina para hacer el mismo trabajo que antes. Habrá casos en que este sobreesfuerzo que le estamos pidiendo al páncreas no será posible, y es entonces cuando diagnosticamos una diabetes del embarazo:  la embarazada mantendrá niveles de glucosa más altos de lo deseado en las horas siguientes a las comidas. Si esta afección no se diagnostica y no se controla estamos “obligando” al feto a tomar una dieta inadecuada, más rica en azúcar de lo debido, con lo cual el primer y más evidente síntoma es que el bebé se engordará excesivamente y lo sometemos a un trastorno metabólico que le puede perjudicar durante su vida intraútero y en el postparto inmediato. ¿Qué hacer cuando se diagnostica? Simplemente hay que hacer una dieta con una cantidad controlada de hidratos de carbono y medir en diferentes ocasiones a lo largo del día los niveles de glucosa para asegurarnos de que lo estamos haciendo bien. La medición se hace con un dispositivo portátil (glucómetro) que permite hacer un análisis rápido del nivel de glucosa en una gotita de sangre obtenida haciendo un pinchazo en el dedo. Cuando los niveles son altos se puede retocar la dieta o incrementar la actividad física, normalmente es suficiente y rara vez se requiere administrar insulina. Si conseguimos tener los niveles de glucosa bajo control el diagnóstico de diabetes gestacional no tendrá más consecuencias sobre el embarazo ni el feto y se resolverá espontáneamente después del nacimiento. El papel del test de O’Sullivan Este test, o “prueba de azúcar”, que no es una prueba diagnóstica, es simplemente un primer cribaje que consiste en hacer un análisis de sangre y medir los niveles de glucosa una hora después de haber tomado una bebida que contiene 50 g de glucosa (son 200 cc de una solución muy azucarada con sabor a limón/naranja). Durante esa hora se ha de estar sentada en el centro de extracción pues cualquier actividad física durante ese periodo podría hacer bajar falsamente los resultados. No requiere ninguna preparación, ni siquiera es imprescindible realizarla en ayunas, sino que se puede tomar algo muy ligero y que no contenga azúcar, pues sumaría a los 50 g que nos administrarán y contribuiría a encontrar valores falsamente altos, que no deben sobrepasar los 140 mg/dl. Alguna mujer puede experimentar náuseas o incluso llegar a vomitar porque es una dosis alta de azúcar que en ayunas puede resultar difícil de digerir, pero habitualmente se tolera sin molestias. Si ya te la han realizado y la has tolerado mal puede haber medios alternativos para conseguir el mismo resultado, y se podría considerar hacer controles de azúcar después de las comidas durante unos días haciendo dieta normal. ¿A quién se le practica el test de O’Sullivan? Se debería practicar a todas las embarazadas entre las 24 y las 28 semanas. Si tienes algún factor de riesgo: obesidad, edad superior a 35 años, antecedentes personales de diabetes gestacional o fetos de más de 4 kg en gestaciones anteriores o familiares con diabetes habrá que considerar practicarlo también en el primer y tercer trimestres. Resultados Cuando el test de O`Sullivan sobrepasa o iguala los 140 mg/dl consideramos que hay riesgo de diabetes gestacional y solicitamos el test de Tolerancia Oral a la Glucosa (TTOG) o sobrecarga de glucosa, o “curva larga de azúcar”. Es parecida al O’Sullivan pero con más dosis y más controles: se administran 100 g de glucosa y se miden los niveles en sangre antes de haber ingerido la solución y al cabo de una, dos o tres horas. Los valores normales deben estar por debajo de 105 mg/dl antes de la sobrecarga, 190 mg/dl a los 60 minutos, 165 mg/dl a los 120 minutos y 145 mg/dl a los 180 minutos. A esta prueba sí que hay que ir en ayunas. Se diagnostica una diabetes del embarazo cuando dos de las cuatro determinaciones sale por encima del rango . Si sólo uno de los cuatro valores está alterado se repetirá la curva larga en tres semanas. En la segunda curva con tan sólo un valor alterado ya es suficiente para el diagnóstico. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
La Toxoplasmosis en el Embarazo
Artículo especializado

La Toxoplasmosis en el Embarazo

Esta es una palabra que toda embarazada conoce. Para que no queden dudas sobre esta infección te explicamos todo lo que deberías saber. ¿Qué es? La toxoplasmosis es una infección provocada por el parásito Toxoplasma gondii , que habita en el intestino de animales como gatos y cerdos. Muchas personas en el mundo tienen este parásito, pero la mayoría no presenta síntomas. En otras sí puede causar serios problemas, entre ellas las que tienen sistemas inmunitarios debilitados y bebés de madres que contrajeron la infección durante el embarazo. Los problemas pueden incluir lesiones en el cerebro, los ojos y otros órganos. ¿Cuáles son los síntomas de la toxoplasmosis? La mayoría de las personas no tienen síntomas porque su sistema inmunitario impide que el parásito provoque la enfermedad. Si los hay, suelen aparecer alrededor de una a dos semanas después de entrar en contacto con el parásito. A veces, las personas que tienen toxoplasmosis pueden experimentar síntomas parecidos a los de la gripe. En las personas que tienen un sistema inmunitario débil , la toxoplasmosis puede provocar problemas médicos graves, como: Confusión. Fiebre. Dolor de cabeza. Visión borrosa debido a inflamación de la retina. Convulsiones. ¿Cómo se contrae la toxoplasmosis? Podemos contraer la infección: Al tocar o entrar en contacto con heces de gato infectadas . Los gatos pueden contraer la infección al comer roedores, aves u otros animales de tamaño reducido infectados. Al ingerir carne cruda o poco cocida de animales infectados (sobre todo de cordero, cerdo o venado). Al ingerir f rutas, verduras u hortalizas crudas y no lavadas , que han entrado en contacto con el estiércol. Al nacer infectado por la enfermedad (una mujer embarazada con una infección por toxoplasmosis puede trasmitir el parásito al feto a través del torrente sanguíneo). Al ingerir los huevos del parásito sin saberlo, que se pueden quedar en las manos después de tocar la tierra sin llevar guantes o de manipular alimentos no cocinados ni lavados. Al beber agua contaminada. ¿Cómo se diagnostica la enfermedad? Los médicos pueden diagnosticar la toxoplasmosis mediante pruebas de laboratorio que permiten detectar parásitos microscópicos en la sangre, el líquido cefalorraquídeo, el líquido amniótico, la placenta, los ganglios linfáticos, la médula ósea u otros tejidos corporales. Pero lo más frecuente es que los médicos soliciten un análisis de sangre para medir la cantidad de anticuerpos que contiene la sangre del paciente. Existen unas pruebas genéticas que permiten identificar los genes de ADN de los parásitos de la toxoplasmosis que han invadido el organismo de una persona. Estas pruebas son especialmente útiles para analizar el líquido amniótico a fin de detectar toxoplasmosis congénitas en los fetos. En los lactantes , los médicos preguntan a las madres sobre aspectos como la exposición a gatos en el medio doméstico, a alimentos o a aguas contaminadas. A los bebés les pueden practicar pruebas oculares, auditivas y del sistema nervioso, análisis del líquido cefalorraquídeo u otras pruebas para detectar posibles cambios en el cerebro. Toxoplasmosis congénita Cuando una mujer contrae la toxoplasmosis (incluso aunque no presente síntomas) durante el embarazo y no recibe tratamiento alguno , existe la posibilidad de que trasmita la infección al feto. Los bebés que se infectan durante el primer trimestre de gestación son los que tienden a presentar síntomas más graves. Es poco probable que una mujer que contrajo la toxoplasmosis antes de quedarse embarazada trasmita la infección a su bebé , porque ambos se habrán hecho inmunes a la infección. Pero la toxoplasmosis se podría reactivar, lo que significa que podría volver a afectar a una embarazada previamente infectada cuyo sistema inmunitario estuviera debilitado. Por lo general, es mucho mejor esperar a buscar un embarazo hasta que hayan pasado, como mínimo, seis meses tras una infección por toxoplasmosis. ¿Qué síntomas presenta el bebé? Hasta el 9 0% de los niños que nacen con toxoplasmosis congénita no presentan síntomas durante la lactancia inicial, pero un importante porcentaje de estos niños presentará signos de la infección varios meses o varios años después. Los niños prematuros y muy pequeños presentan signos evidentes de la infección al nacer o poco tiempo después. Entre los signos y los síntomas , en caso de que aparezcan, se incluyen: Fiebre.  Ganglios linfáticos inflamados.  Ictericia (piel y ojos amarillos o amarillentos) provocada por una concentración excesiva en sangre de bilirrubina. Cabeza anormalmente grande o pequeña. Erupción. Moretones o sangrado bajo la piel. Anemia. Bazo o hígado agrandados. Algunos bebés con toxoplasmosis congénita tienen anomalías en el cerebro y el sistema nervioso que pueden causar: Convulsiones.  Flacidez muscular. Dificultades para alimentarse. Pérdidas auditivas. Deficiencia mental. Estos niños también son de alto riesgo para desarrollar lesiones oculares que afectan a la retina y que provocan problemas visuales graves. ¿Cómo se trata? A menos que la persona infectada tenga el sistema inmunitario debilitado o esté embarazada, no suele ser necesario tratarla por padecer una infección por toxoplasmosis. En cambio, si una mujer embarazada contrae una infección por toxoplasmosis, su médico y un especialista en enfermedades infecciosas colaborarán para desarrollar su programa de tratamiento . Las investigaciones indican que el hecho de tratar a la madre puede ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad en el lactante, aunque no siempre permite impedir la trasmisión de la toxoplasmosis al bebé. Los niños que nacen con toxoplasmosis congénita se tratan con distintas combinaciones de medicamentos contra la toxoplasmosis, habitualmente a lo largo del primer año de vida. ¿Cómo se puede prevenir? Lavarse las manos con agua y jabón después de manipular carne cruda o verduras u hortalizas no lavadas. Lavar con abundante agua (no dejar en remojo) todas las frutas, verduras y hortalizas antes de servirlas. Mejor comerlas sin piel. Congelar el embutido curado y la carne durante varios días (entre 72 horas y 15 días) a -20ºC podría reducir las probabilidades de infección por toxoplasmosis. Es importante saber que no todos los congeladores son capaces de alcanzar temperaturas de frío tan bajas, por lo que no son válidos para destruir el parásito. No comer carne cruda o poco cocinada, ni embutidos crudos curados. Cocinar correctamente todo tipo de carnes. Los gérmenes se destruyen en la cocción cuando el alimento alcanza una temperatura interna de 70-74°C. Los jugos de la carne deben ser transparentes y no contener áreas de color rojo o rosado. No consumir huevos crudos ni leche no pasteurizada porque pueden estar contaminados. No lavar nunca la carne ni el pollo crudo. Lavarlos cuando todavía están crudos puede dispersar los gérmenes por la cocina. Lavar a conciencia todas las tablas de cortar, todos los utensilios y todas las superficies de la cocina (sobre todo los que entren en contacto con la carne cruda) utilizando agua caliente y jabón después de cada uso. Si se tiene un gato, ponerse guantes cuando se cambie el cajón de los excrementos y lavarse las manos a conciencia a continuación. Lo mismo si se toca al gato o cualquier objeto de éste. Utilizar guantes para realizar tareas de jardinería y lavarse bien las manos al acabar. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Todo sobre la Vacuna del Papiloma Humano
Artículo especializado

Todo sobre la Vacuna del Papiloma Humano

El virus del papiloma humano (VPH) es la cuarta causa de cáncer femenino en el mundo . A lo largo de la vida entre el 75%-85% de personas se infectan, pero muchas veces se resuelve solo en un periodo de dos años. Este virus puede también permanecer en estado latente indectectable y reactivarse años después. La vacunación sistemática frente al virus es la mejor opción para el control de la infección y la prevención de la carga de la enfermedad. Al contrario de las mujeres, donde la citología es la prueba de detección precoz, en los hombres no se dispone de pruebas de detección precoz. La infección por el virus del papiloma humano es el principal agente causal del cáncer de cérvix y sus lesiones precursoras : Cáncer y precáncer de vulva. Cáncer de vagina, pene y ano. Cáncer de orofaringe. Verrugas anogenitales. Papilomatosis respiratorio recurrente. La vacuna Actualmente, contamos con estas vacunas : Cervarix: cubre los genotipos 16 y 18. Gardasil: cubre los genotipos 6,11,16 y 18. Gardasil 9: cubre los genotipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58. La vacuna Gardasil 9 es la que actualmente está indicada en España . La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejaba en 2017 sobre la importancia de que los programas de vacunación nacional incluyan las vacunas VPH, insistiendo en que es conveniente vacunar a las chicas antes del debut sexual, y advirtiendo de que las tres vacunas del mercado son seguras, eficaces y efectivas. Además, si vacunamos al grupo de mujeres jóvenes, se reduce el riesgo de infección por VPH en varones jóvenes también. En los países con cobertura vacunal superior al 50% la prevalencia de infección por los tipos 16-18 ha disminuido un 61% así como también las lesiones cancerosas. También han disminuido las verrugas anogenitales en mujeres de 20-39 años y en adolescentes varones de a 15 a 19 años. Este fenómeno se llama inmunidad de grupo. A quiénes La vacuna del HPV está indicada en todas las mujeres que no tengan enfermedades inmunitarias antes de iniciar las relaciones sexuales , que es el momento de máxima eficacia. Si se consigue este objetivo se reducirá drásticamente la presencia de HPV en la población y por tanto el riesgo de cáncer de cuello de útero. En caso de no haberse vacunado antes de iniciar las relaciones sexuales, si la mujer ya tiene uno de los virus que contiene la vacuna no se protegerá contra este virus, pero si no ha sido contagiada con ningún HPV de lo que se encuentran en la vacuna la protección es máxima. Ambas vacunas son intramusculares y se administran en el brazo en tres dosis. Actualmente la vacunación contra el VPH sólo está financiada en niñas de 12 años , pero también se recomienda hacerlo en niños, en adolescentes de más edad y en personas jóvenes, ya que se estima que hasta un 80% de la población sexualmente activa se infectará por el virus en algún momento de su vida. En concreto, en los hombres, la incidencia de VPH en España es del 35%. Los VPH 16 y 18 causan cáncer anal, pene y también en boca, orofaringe, laringe y pulmón. Los VPH 6-11 causan verrugas genitales y condilomas y la mayoría de casos de papilomatosis respiratoria recurrente. Los hombres se infectan más pero el virus persiste menos en el cuerpo. En conclusión En cuanto a la vacunación del VPH es muy importante : Educación sanitaria a la población. Preparación del personal sanitario. Informar a las mujeres: sreening, diagnóstico y tratamiento de las lesiones preneoplásicas y del cáncer. Oportunidades de la vacunación: escuelas, con otras vacunas…. No olvidar que la vacuna del papiloma es la única vacuna que nos protege de un virus que a su vez puede causar cáncer.
Vaginosis Bacteriana, la Infección Más Frecuente en Mujeres
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Vaginosis Bacteriana, la Infección Más Frecuente en Mujeres

La vaginosis bacteriana es una inflamación vaginal , una patología endógena por el sobrecrecimiento de bacterias que habitualmente se encuentran en cantidades pequeñas. Para que se produzca hace falta que los lactobacilus (bacterias “buenas”) disminuyan. La labor de estos lactobacilos es producir ácido láctico para mantener un pH acido como mecanismo de defensa que impide que se reproduzcan otro tipo de bacterias, producen también peróxido de hidrógeno que evita la colonización de gérmenes anaerobios. La vaginosis bacteriana es un tipo de patología que puede aparecer en cualquier etapa de la vida de la mujer, aunque es la etapa fértil en la que con más frecuencia aparece. Causas Aunque se desconoce la causa exacta de esta patología, sí se conocen varios factores de riesgo que pueden favorecer su aparición. Tener relaciones sexuales con una nueva pareja sexual o tener varias parejas sexuales, aunque no se considere la vaginosis bacteriana como una infección de transmisión sexual. Lavados vaginales en exceso , ya sean con agua o con algún producto de higiene intima, que hacen que se modifique el ph natural. Falta de lactobacilos naturales . Muchas veces esta carencia es debida a la toma de antibióticos o a infecciones previas. Síntomas El síntoma más frecuente de esta patología es la presencia de un flujo vaginal abundante de aspecto amarillo o grisáceo con un “olor a pescado”. No es muy habitual que vaya asociado a irritación, por lo que no suele cursar con picor o escozor vulvo-vaginal. En otras ocasiones no presenta ningún tipo de sintomatología y el diagnostico se hace en una revisión rutinaria en la consulta del ginecólogo. El diagnostico de esta afección se hace en consulta bien por visualización del flujo o también cuando el ginecólogo recibe el informe de la citología. Aunque la vaginosis es un proceso benigno se relaciona con complicaciones en ginecología y en obstetricia por lo que si se diagnostica hay que tratarla. Se ha demostrado que puede provocar enfermedad inflamatoria pélvica, aborto espontáneo, parto prematuro, y otras complicaciones maternas postparto. También parece que hay relación con el fracaso de las técnicas de reproducción asistida. Por todo esto es mejor tratar a las mujeres que estén embarazadas, que se vayan a someter a un proceso quirúrgico ginecológico o invasivo Tratamiento El tratamiento de la vaginosis bacteriana está basado en los antibióticos. Sin embargo, el uso de antibióticos suele destruir los lactobacilos naturales de la vagina con lo que después del tratamiento puede ser de gran interés añadir al tratamiento productos probióticos, pues estos productos contienen lactobacilos capaces de colonizar la vagina y mejorar la barrera de defensa. Esta patología es frecuente que sufra recurrencias y si de nuevo se da una tanda de antibióticos y se vuelve a deshacer la flora natural de la vagina y no se dan productos probióticos, se entra en un círculo de infección y recidivas. Se ha demostrado que el uso de lactobacilos, ya sea vía oral o vía vaginal hace más completo el tratamiento con los antibióticos y además reduce los cuadros de recidiva. Otra opción de tratamiento para la vaginosis igual de eficiente es el cloruro de decualinio, un antiinfeccioso y antiséptico , que se administra en forma de comprimidos vaginales, uno al día durante seis días, ya que tiene una actividad eficaz y rápida bactericida. Además, al no ser un antibiótico es más difícil que genere resistencias. Los síntomas empiezan a remitir en las primeras 24-48 horas, se recupera mucho mejor la flora vaginal y el pH. 
Posibles Complicaciones en el Embarazo
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Posibles Complicaciones en el Embarazo

La mayoría de los embarazos se desarrollan sin complicaciones , pero en algunos casos se presentan algunas debidas a patología materna, fetal o de los anejos del feto (líquido amniótico, cordón o placenta). Cualquier patología general puede afectar a la embarazada . Procesos endocrinos, autoinmunes, inflamatorios o infecciosos, desde una neumonía a una apendicitis, traumáticos… pueden requerir tratamiento quirúrgico o antibiótico y afectar a la gestante, por lo que habrá que resolverlo de la mejor manera en cada caso teniendo en cuenta el embarazo. Patologías propias del embarazo La más frecuente es la anemia , debida a que en su crecimiento el feto “consume” mucho hierro a costa del de la mamá, con lo que muy a menudo observamos alteración en los valores de la analítica que dependen del hierro, y habitualmente se han de administrar suplementos durante el embarazo. Otra de las patologías más comunes es la diabetes gestacional . Es debida a que, durante el embarazo, para conseguir tener los niveles de glucosa en el rango óptimo, el páncreas ha de segregar más insulina que en condiciones normales. En ocasiones ese “sobreesfuerzo” que le estamos pidiendo al páncreas no nos lo puede dar y es cuando se hace el diagnóstico de diabetes gestacional. Las gestantes afectadas mantienen niveles de glucosa más elevados en sangre y durante más tiempo. Para su control hará falta una dieta controlada en hidratos de carbono con unos horarios estrictos, ejercicio y controles de los niveles de glucosa a lo largo del día. Si con la dieta no conseguimos los objetivos raramente hace falta la administración de bajas dosis de insulina. Existe un grupo de enfermedades de la piel ocasionadas por el embarazo, son típicas del tercer trimestre y suelen cursar con prurito o lesiones cutáneas. Y hay algunas más graves que otras. La más frecuente es la colestasis del embarazo, que cursa además con alteración en la analítica con aumento de los ácidos biliares y las pruebas hepáticas. Existe una medicación para paliar los síntomas, pero el tratamiento es acabar el embarazo en cuanto sea posible. Una de las complicaciones más frecuentes y graves del tercer trimestre es la preeclampsia . Es un cuadro complejo que afecta a diversos órganos de la gestante y se suele manifestar con tensión arterial alta, que puede ocasionar dolor de cabeza, y edemas, sobre todo de los tobillos y las piernas. Puede llegar a ser grave y provocar convulsiones, con riesgo fetal. El tratamiento es medicación para controlar la tensión arterial, pero sobre todo finalizar el embarazo en cuanto sea posible. Complicaciones propias del feto Malformaciones fetales : en el sofisticado proceso de embriogénesis y formación de cada uno de los órganos fetales pueden producirse errores que causen una malformación, más o menos grave, según la importancia del órgano afectado o si está o no limitada su función. Es importantísimo realizar una exhaustiva ecografía en el primer y segundo trimestres (12 y 20 semanas) para poderlas diagnosticar. Incompatibilidad Rh : patología poco frecuente pues es fácilmente prevenible. Se produce cuando una gestante Rh- genera anticuerpos anti Rh. Esto puede ocurrir tras una transfusión de sangre Rh+, cosa altamente improbable pues es un tema que se controla mucho o, lo más probable, después de un aborto o un parto de una madre Rh- cuando el producto del  embarazo era Rh+, durante el cual, fácilmente, la sangre Rh+ del feto o aborto se ponen en contacto con la de la madre Rh-. A partir de ese momento la mujer fabricará anticuerpos anti Rh y en un embarazo posterior, si vuelve a ser Rh + esos anticuerpos destruirán la sangre Rh + del feto provocándole una anemia que puede ser muy grave. Se previene fácilmente administrando una vacuna anti Rh ante cualquier evento que pueda poner en contacto la sangre Rh+ con la Rh-, por ejemplo después de un parto, aborto o sangrado importante de una gestante Rh-. Polihidramnios : significa exceso de líquido en la bolsa amniótica. Hay que estudiarlo e intentar encontrar una causa. Puede ser idiopático, es decir, cuando no hay una causa aparente, pero también puede ser debido a una diabetes gestacional o a alguna malformación congénita del feto. Su consecuencia es la distensión excesiva del útero. Oligoamnios : escasez de líquido amniótico, en la que también es importante buscar la causa. Lo más urgente es descartar que haya una rotura de la bolsa amniótica y consecuentemente la pérdida del líquido. También puede estar causado por malformaciones congénitas o por una insuficiencia feto-placentaria que frecuentemente se asocia a un retraso de crecimiento fetal. Complicaciones debidas a alteraciones de la bolsa o la placenta Rotura prematura de membranas : si antes de que el embarazo llegue a término se rompe la bolsa de aguas el feto queda expuesto a los gérmenes del exterior y puede sufrir una infección. Si el feto es viable hay que finalizar el embarazo, si es prematuro se acelera la madurez de su pulmón y se induce el parto cuando se ha madurado. Si no es viable se intenta conducta expectante, prevención de las infecciones con antibióticos en algunos casos y esperar a que se cierre la bolsa de nuevo. Placenta previa : si la placenta está insertada por delante del canal del parto, el parto por vía vaginal es imposible, y hay que hacer una cesárea. El problema que presentan estas placentas es que muy a menudo sangran durante el embarazo, y en el caso de que la gestante se ponga de parto sangrarían abruptamente a medida que la dilatación del cuello hace que la placenta se vaya desprendiendo. Desprendimiento de placenta : complicación grave, pues la placenta es la responsable de alimentar al feto y suministrarle oxígeno. Si la placenta se desprende completamente es como si el feto fuera un buceador al que le quitamos su bombona de oxígeno y no lo dejamos salir a la superficie. Por suerte, en la inmensa mayoría de los embarazos no se presentan complicaciones, y las más frecuentes son leves, y, aunque algunas son imprevisibles, en la mayor parte de los casos con la supervisión y tratamiento adecuados los embarazos llegan a buen término. A destacar, pues, la importancia de un buen control del embarazo y el parto por parte de los profesionales. Haz nuestro test sobre el embarazo y averigua todo lo que debe saber una mujer embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de estas mujeres.
Qué es la Copa Menstrual y Cómo se Usa
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Qué es la Copa Menstrual y Cómo se Usa

Seguro que has oído hablar de la copa menstrual. Un nuevo método que ha surgido como alternativa a los tampones y compresas para los días de la menstruación. Es una copa, y a diferencia de los tampones, no absorbe la sangre, sino que la contiene. Te preguntarás, ¿cómo funciona?, ¿es efectiva?, ¿es reutilizable?… Contestamos a esta y otras preguntas. La copa menstrual o vaginal es un recipiente que se coloca en la vagina durante la regla para recoger el flujo menstrual. Están fabricadas de diferentes materiales, entre ellos látex, silicona, TPE (elastómero termoplástico). No provoca reacciones alérgicas ni lleva productos químicos que generen daño al organismo, así como tampoco irritaciones vaginales. Al no ser porosa, ni absorbente ni fibrosa, no araña ni reseca las paredes de la vagina, ni resulta molesta al extraerla. Como su propio nombre indica, tiene forma de copa o campana, ancha por arriba (aquí se recoge el flujo menstrual y hay unas marcas para ver la cantidad de flujo en ml) y más estrecha por abajo (aquí hay unos agujeritos que hacen que, una vez dentro de la vagina, la copa se quede abierta). En la parte más inferior, que es además la mas estrecha, hay una especie de “asa” que puede tener diferentes formas como de anillo, de palito, de bolita, y sirve para tirar de ella y extraer la copa de la vagina.   ¿Cuántas veces se puede utilizar? A diferencia de los tampones y de las compresas, la copa menstrual no es un producto de usar y tirar, sino que se puede reutilizar. Una vez que se ha usado hay que vaciarla y lavarla. Al siguiente mes se esteriliza y se usa de nuevo. La vida media de la copa está en torno a los cinco a 10 años. Esta es otra ventaja frente a los productos de higiene típicos, que son desechables y causan un fuerte impacto al medio ambiente. La copa menstrual en ese sentido es mas ecológica . ¿Cómo se coloca? Lo primero que tienes que hacer para introducirla es doblarla , ya verás que es muy flexible y no resulta difícil moldearla, luego la introduces con cuidado en vagina, igual que cuando te colocas un tampón. La puedes llevar durante varias horas sin necesidad de vaciarla. Dura más que un tampón, incluso puedes llevarla hasta 12 horas. Puedes practicar todo tipo de deporte mientras la llevas, puedes bañarte, puedes dormir… ¿Cómo se lava? Una vez llena, hay que sacarla y vaciarla en el inodoro. Para lavarla puedes hacerlo con agua tibia y si quieres con jabón suave y sin perfume , o bien puedes limpiarla con alguna toallita íntima. Al finalizar la regla y guardarla para el siguiente mes la tienes que lavar y esterilizar. Para eso puedes optar por varios métodos. Por ejemplo, con un esterilizador de vapor eléctrico, con un esterilizador para el microondas, con el método Milton (que consiste en sumergir la copa en agua fría y echar unas pastillas esterilizadoras o un líquido en un vaso durante unos 15 minutos), también con agua en ebullición (pones agua a calentar en un recipiente abierto y echas la copa y cuando llegue a hervir lo dejas unos minutos). ¿Hay diferentes tamaños? Como hay diferentes marcas comerciales para la copa menstrual cada una tiene sus propios tamaños. Así hay una marca que diferencia entre talla A o B en función del tono del suelo pélvico. Otra casa comercial basa los criterios para elegir bien la talla en el número de partos vaginales, la complexión física de la mujer y su condición física. De forma que hay 4 tallas, la S, la M, la L y la XL. Respectivamente estas tallas admiten 23 ml, 28 ml, 34 ml y 42 ml. Más o menos, unos 30 ml equivalen a la tercera parte de lo que la mujer pierde de media durante la regla. ¿Qué pasa si tengo escapes? La causa mas probable es que la copa no esté bien colocada . Se coloca igual que un tampón, y según cómo sea la vagina se podrá introducir más o menos. Si está bien colocada no deberías notarla, asegúrate de que está abierta, y hazla girar una vez que la hayas introducido. Otra opción es que te hayas puesto una copa mas grande de lo que tu vagina acepta . Puede que no se abra bien después de introducirla. La copa estará como apretada y las pérdidas serán por las arrugas que se han formado. Manipula la copa en el interior de la vagina y mira a ver si notas como una sensación de vacío, pues eso será buena señal de que está bien colocada. También puede ser que sea demasiado pequeña . Entonces notarás que la copa se puede mover muy fácilmente, como si bailase. Puede que también la musculatura de la vagina la empuje hacia arriba y que al final te cueste un poco sacarla, eso también es porque es pequeña. Si la copa resulta demasiado blanda, tienes que buscar la textura que mejor te vaya . Si practicas yoga, Pilates, danza del vientre, ejercicios de Kegel, o montas a caballo puede que te convenga más una textura algo dura porque tu musculatura estará muy desarrollada. Si acabas de dar a luz, o acabas de tener una infección, o tienes la vagina muy sensible o irritada mejor una algo mas blanda y elástica. Y si tienes una pelvis normal, y no tienes la zona especialmente sensible, entonces utiliza la clásica, que tiene la elasticidad justa y necesaria para desplegarse en la vagina.
Qué es la Laparoscopia
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Qué es la Laparoscopia

El término laparoscopia procede del griego “laparo”, que significa abdomen, y “skopein”, que significa examinar. Es decir, la laparoscopia consiste en un examen visual de la cavidad abdominal . Aunque inicialmente fue desarrollada por los ginecólogos con fines diagnósticos, han sido los cirujanos los que la han orientado más a realizar tratamientos sobre diversas enfermedades. La técnica se basa en introducir aire dentro de la cavidad abdominal para crear un espacio en el que se pueda trabajar. Para ello se hace una pequeña incisión a nivel del ombligo , se introduce un elemento plástico como un tubito, llamado trocar, y a través de él aire que hace expandir la cavidad. A través de este trocar se introduce un sistema óptico de visualización , es una cámara o endoscopio, conectada a un sistema de televisión externa que nos permite ver en directo lo que ocurre en el interior del cuerpo. Se realizan también varias puertas de entrada de pequeño tamaño por donde introducir el instrumental. Todas estas técnicas forman parte del concepto denominado en la actualidad cirugía mínimamente invasiva que consiste en realizar operaciones mayores a través de pequeñas incisiones , con sistemas de alta tecnología, y reduciendo al mínimo el traumatismo propio de la intervención. A parte de toda esta tecnología también son necesarios diferentes instrumentos de trabajo. Se utilizan diversas pinzas de agarre, para sostener tejidos, tijeras, disectores, portas y agujas para realizar suturas… Los mismos elementos que se emplean en una cirugía convencional, pero de menores dimensiones. ¿Por qué son más pequeñas?, porque tienen que poder entrar a través de los trocares (instrumentos en forma de lápiz para proporcionar puertos de acceso durante la cirugía) ya que estos tienen un diámetro de pequeña envergadura. Ventajas Hoy día es considerada técnica de elección en muchos procedimientos por sus ventajas frente a la cirugía convencional. Estas ventajas frente a la cirugía abierta son varias: Existe menos traumatismo de la pared abdominal, se debilitan menos los músculos abdominales y por eso son menores las apariciones de hernias. Hay una disminución importante del riesgo de desarrollar de infección a nivel de las heridas sobre todo porque son más pequeñas. Menos dolor después de la cirugía. Todo ello contribuye a que la paciente esté menos tiempo ingresada, además se moviliza antes que, con una cirugía abierta, en general la recuperación postoperatoria suele ser más rápida y fácil. Otra ventaja importante es que, al ser una cirugía poco invasiva, los órganos cercanos se manipulan mucho menos que en las cirugías convencionales, esto hace que haya menos irritación e inflamación y se evitan con mayor facilidad las adherencias. Hay una ventaja estética evidente al no existir las grandes cicatrices que acompañan a la cirugía convencional, quedando reducidas a heridas menores de un centímetro en la gran mayoría de los procesos. ¿Es difícil la cirugía laparoscópica? Es cierto que se necesita un mayor entrenamiento y especialización porque puede resultar una técnica más compleja , pero hoy en día en casi todos los hospitales se enseñan y se entrenan para este tipo de intervenciones quirúrgicas. La cirugía laparoscópica puede ser empleada por varias especialidades quirúrgicas en las técnicas que realizan habitualmente: Cirugía General y del Aparato Digestivo: cirugía de la vesícula biliar, cirugía del reflujo, cirugía de la pared abdominal (hernias), cirugía del esófago y del estómago, lo que incluye la cirugía de la obesidad mórbida, cirugía del colon y del recto, cirugía del apéndice, y cirugía del hígado, del páncreas y del bazo. Urología: cirugía del riñón, cirugía de la glándula suprarrenal, cirugía de la próstata, cirugía de la vejiga urinaria, etc. Ginecología: cirugía del útero, cirugía del ovario, cirugía de esterilización, etc. Cirugía torácica: cirugía del pulmón, cirugía de la pleura, etc. La tendencia actual de la cirugía es evolucionar hacia técnicas todavía de menos invasión . Así pues, se empieza a utilizar la cirugía laparoscópica de puerto único, es decir, a través de la incisión del ombligo se introduce un tubo con varios accesos sin necesidad de hacer otras incisiones en la piel. Otro avance un tanto curioso para la mayoría es la cirugía a través de orificios naturales (NOTES), esto quiere decir que no se hacen nuevos accesos para operar, sino que se utilizan los que ya tiene el cuerpo, por ejemplo, operar a través de la vagina, del recto o del estómago. En conclusión, la cirugía evoluciona cada día junto con las nuevas tecnologías, hacia técnicas de menos invasión. Se puede decir que actualmente están demostradas las ventajas de la cirugía laparoscópica frente a la cirugía convencional en muchas técnicas de diferentes especialidades, siendo preciso un entrenamiento específico para el éxito de los procedimientos, el cual está cada vez más desarrollado en los distintos servicios quirúrgicos hospitalarios.
Tratamientos Efectivos para la Cistitis
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Tratamientos Efectivos para la Cistitis

Se define cistitis como una infección del tracto urinario de vías bajas . Provoca dolor al orinar (disuria), sensación de ir al baño, pero luego hacer poquita cantidad, ir muchas veces a orinar, dolor al iniciar la micción o al finalizar, y sensación de no haber vaciado bien la vejiga. A veces, incluso, hay presencia de un poquito de sangre en la orina. ¿Cuándo se consideran recurrentes? Las infecciones del tracto urinario recurrentes (ITUR) se consideran cuando hay tres o más episodios en un año o al menos dos en seis meses . Se sabe que un 5% de las mujeres tienen ITUR a lo largo de la vida, siendo más frecuente en las jóvenes sexualmente activas. REINFECCIÓN O RECIDIVA Hay que diferenciar entre reinfección y recidiva, aunque lo más frecuente son las reinfecciones . Estas suelen ocurrir pasadas dos semanas de la infección inicial, suelen ser por diferente germen, no está relacionada con alteraciones en el tracto urinario ni de riñón, es más frecuente en mujeres jóvenes sexualmente activas, en postmenopáusicas por el déficit estrogénico y en las que hay una patología de base como la incontinencia urinaria. Las mujeres con problemas uroginecológicos que tiene posibilidad de ser corregidos mediante cirugía como la incontinencia o los prolapsos, suelen mejorar tras la cirugía. En cambio, en aquellas en las que la corrección quirúrgica no es viable se deberá plantear el tratamiento con profilaxis antibiótica para evitar nuevas recurrencias. En caso de infección recurrente… En las mujeres jóvenes en las que la reaparición de la infección suele estar más relacionada con las relaciones sexuales, en las menopaúsicas sin patología urológica de riesgo en las que las infecciones se relacionan con la falta de estrógenos en la región vaginal y en las que tienen una patología no subsidiaria de intervención quirúrgica les recomendaremos estas medidas para las infecciones recurrentes : -Tratamiento preventivo con antibióticos tras la relación sexual . Se trata de tomar un antibiótico pautado después de las relaciones sexuales. Si la actividad sexual es intensa la pauta de antibiótico será de Fosfomicina 3 g cada siete a 10 días. Esta pauta se puede mantener entre seis y 12 meses además es cómoda y de fácil cumplimiento. -Tratamiento antibiótico en pauta continúa . Porque disminuye las bacterias a nivel fecal, esteriliza la orina o inhibe la unión bacteriana a los tejidos. Se administra una dosis baja de antibiótico cada noche durante seis a 12 meses. – Estrógenos tópicos . De primera elección cuando hay una importante atrofia vulvovaginal. Normalmente la pauta es de una aplicación diaria durante las dos o tres primeras semanas y luego dos aplicaciones por semana. – Toma de extracto de arándanos . Los arándanos contienen proantocianidinas, que son unas sustancias que previenen la colonización por bacterias en la vejiga. Se pueden consumir en forma de extracto o bien en zumos.  La cantidad diaria de proantocianidinas al día es de 36 mg. – Toma de D-Manosa . Es una sustancia pura que el cuerpo no puede metabolizar, se pega a las paredes de la vejiga evitando la adhesión de las bacterias a la mucosa y por medio de la orina es arrastrada junto con las bacterias. – Otras estrategias como Lactobacilos , que aplicados en vagina parecen tener un efecto preventivo transitorio, son otra posibilidad para evitar las reinfecciones. De todas formas, no está claro que la combinación de varias estrategias tenga más eficacia que una sola. Por tanto, se pueden elegir según sea la más cómoda para la mujer o la que resulte más efectiva.
Para Qué Sirve la Citología
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Para Qué Sirve la Citología

Actualmente, hay varias pruebas sencillas que pueden detectar precozmente el cáncer . Entre ellas, la citología, también conocida como prueba de Papanicolau , es la técnica más utilizada para la detección precoz de cáncer de cuello uterino. Es sencilla, barata, poco invasiva y permite analizar las células del cuello del útero (cérvix). El cáncer de cuello del útero es la tercera neoplasia más frecuente en las mujeres. El cribado universal de las mujeres sanas mediante la citología cervical ha demostrado ampliamente su eficacia, ya que, desde su aplicación, se ha conseguido reducir en un 70-80% la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello del útero. Además, la detección de lesiones precancerosas evita un tratamiento muy eficaz y evita la progresión a un carcinoma invasor. ¿En qué consiste? Esta prueba la realiza el ginecólogo en su consulta, no hace falta que la paciente esté ingresada, porque es un procedimiento muy sencillo que apenas requiere de unos minutos. En posición ginecológica, el médico introduce en la vagina un espéculo que permite abrir la cavidad vaginal y visualizar completamente el cérvix. Las molestias son mínimas o nulas, sobre todo en manos expertas y si la mujer está tranquila y relajada. Se recogen tres tomas: del interior del cuello, del exterior del cuello, y del fondo de la vagina. Las pequeñas muestras de tejido del cuello del útero son analizadas en el laboratorio, con el fin de detectar la presencia de células anormales o cancerosas . Por lo tanto, es ideal para diagnosticar a tiempo anomalías en las células o paredes del cuello del útero. Si se detecta el cáncer de cuello uterino en etapas tempranas, permite realizar un tratamiento precoz y eficaz. La entrega del resultado puede tardar entre tres y ocho días, cuando el resultado requiere de una segunda lectura, la entrega puede tardar hasta dos semanas. Cómo prepararme para la prueba de Papanicolau Se recomienda no tener relaciones sexuales 48 horas previas a la toma, que la menstruación haya finalizado entre cuatro o cinco días antes, no realizarse lavados vaginales ni utilizar tratamientos tópicos en la última semana antes de la prueba (óvulos, espermicidas o cremas vaginales). ¿Para qué sirve? Se utiliza como detección precoz para el diagnóstico del cáncer de cuello del útero en fases incipientes. Es la forma más efectiva de detectar el Virus del Papiloma Humano (VPH), principal causante del cáncer del cuello uterino. Hay que saber que, en sí misma no es una prueba diagnóstica. Cuando los resultados son positivos o se observan células anormales, se debe realizar una biopsia para confirmar la existencia o no de un cáncer de cuello de útero. Esta prueba es específica para el cáncer del cuello del útero y no puede diagnosticar otros cánceres ginecológicos. También puede ser de utilidad para diagnósticas la existencia de infecciones vaginales. ¿Cada cuánto debo realizarme una citología? Durante los primeros años de vida sexual se observa una elevada incidencia de infección por el VPH ( Virus del Papiloma Humano) , pero la mayoría de estas infecciones son transitorias y desaparecen solas. Las mujeres mayores de 30 años experimentan una clara disminución de la prevalencia de la infección por VPH, pero las infecciones suelen ser más persistentes y no desaparecen con tanta espontaneidad, lo que explica el mayor riesgo e incidencia de lesiones precursoras de cáncer a partir de esta edad. Todas las mujeres sexualmente activas o mayores de 21 años, aunque no tengan relaciones sexuales , deberían hacerse la citología, pero las diferentes asociaciones médicas no se ponen de acuerdo al 100%. En España, cada sociedad médica propone una periodicidad distinta: Según el PAPPS (Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la salud) de la SEMFYC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria): se debe realizar entre los 35-65 años. Primero una prueba anual, luego cada dos años y, finalmente, cada cinco. Según la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia): la primera citología se debería hacer a los 25 años y se repetirá cada 3-5 años hasta los 65 años. Se debe aplicar el cribado a todas las mujeres que han iniciado su actividad sexual y tienen entre los 25 y 65 años . En los protocolos de cribado puede realizarse la citología junto o no a un test de detección del VPH (Virus del Papiloma Humano). Ampliamos aquí las recomendaciones de la SEGO: Mujeres menores de 25 años: no es necesario hacer la citología. Mujeres entre los 25-30 años: se recomienda realizar la prueba de Papanicolau cada tres años. Mujeres entre los 30 y 65 años: se recomienda realizar la prueba de Papanicolau cada cinco años. Mujeres mayores de 65 años: s e finalizará el cribado siempre que se cumpla un cribado previo adecuado y negativo. En mujeres inmunodeprimidas, donde el VPH (Virus del Papiloma Humano) puede infectarlas de manera más agresiva, deben realizarse una citología anual a partir de los 21 años y un test del VPH más citología a partir de los 30 años.
Consecuencias del Papiloma
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Consecuencias del Papiloma

El virus del papiloma Humano (VPH) es una familia de virus de los que existen más de 200 tipos diferentes, algunos de los cuales causan infecciones genitales. Es tan frecuente que se considera que casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos pueden ponerse en contacto con el virus en algún momento de su vida . En determinados países, incluso, constituye la infección de transmisión sexual más frecuente. De los 40 tipos que afectan la zona genital y anal sólo 15 se consideran de alto riesgo pues pueden llegar a desarrollar un cáncer. El resto son inofensivos o son responsables de las verrugas genitales. Los tipos que causan verrugas genitales (habitualmente los tipos 6 y 11) no son los mismos que los que pueden causar cáncer (los tipos más agresivos son los 16 y 18). Verrugas genitales Las verrugas genitales son lesiones cutáneas elevadas, rugosas, que suelen aparecer en grupos. No son precursoras de cáncer, son de comportamiento benigno y suelen responder bien a tratamientos médicos y a veces quirúrgicos. Suelen crecer en forma de brote, y en cuanto se erradican no suelen salir más en personas sanas con un buen estado inmunitario. Se ven habitualmente en la zona genital tanto de hombres como en mujeres y, en ocasiones, mucho más raramente, en la mucosa oral. En cuanto a los otros tipos de VPH que no son responsables de las verrugas su presencia es invisible a menos que nos realicemos una citología cervical periódicamente. ¿Qué es la citología cervical? Es una sencilla prueba que se realiza de forma indolora en el contexto de una revisión ginecológica. Se le llama también Papanicolau, en referencia al doctor que la describió por primera vez. Consiste en recoger una muestra de las células que se desprenden al “cepillar” el cuello uterino. Para poder obtener esta muestra se coloca en la vagina un “espéculo”, una especie de separador de las paredes vaginales para poder acceder al cuello uterino. Y la muestra se extiende en un cristal y se remite al laboratorio donde el citólogo la analizará. ¿Cómo se interpreta la citología? Las células cervicales obtenidas se estudian al microscopio. Si son normales, tienen los rasgos “típicos” de las células cervicales normales, pero si estas células han sido infectadas por el virus del papiloma humano pueden presentar rasgos “atípicos” , es decir, la presencia del virus en su interior puede hacer que cambie su forma y de esta manera el citólogo interpreta que estas atipias (en grado leve, moderado o severo) son sugestivas de una infección por VPH. Cuando tenemos un diagnóstico de este tipo se puede pedir una prueba de laboratorio específica para confirmar la infección vírica y si esta infección es por uno de los tipos de alto riesgo. También se puede solicitar una prueba llamada colposcopia que consiste en mirar con un microscopio el cuello uterino con la ayuda de unas tinciones que nos resaltan el tejido afectado. Si es necesario, se toma una pequeña muestra de biopsia de esa zona para confirmar si existe una lesión cervical de bajo o alto grado. ¿Qué hay que hacer en caso de infección por el VPH? Pues dependerá del tipo de virus y de la lesión que esté ocasionando: Puede haber infección vírica sin alteración en la citología. En este caso, no hay tratamiento, pues no disponemos de tratamiento para el virus, solamente si es necesario se trata la lesión que el virus ocasiona en el cuello uterino. Si la lesión observada es de bajo grado normalmente se hace un seguimiento pues una buena parte de estas lesiones desaparecen espontáneamente. Sobre todo, cuanto más joven es la paciente, más capacidad tiene de limpiar la lesión y el virus. Si la lesión observada es de alto grado el tratamiento es quirúrgico, y consiste en extraer superficialmente el tejido cervical afectado. Normalmente, al extirpar la lesión también eliminamos el virus, pues lo más probable es que sólo haya virus en la zona afectada. Una lesión cervical causada por un virus de alto riesgo que no se controla puede llegar a desarrollar un cáncer de cuello uterino con los años, por eso es tan importante realizarse revisiones ginecológicas periódicas, pues esta infección no da síntoma alguno y la manera de detectarla únicamente es realizándose una citología. Y haciéndose los controles adecuados diagnosticamos estas lesiones mucho antes de que se conviertan en cáncer. ¿Cómo se transmite? La transmisión es por vía sexual únicamente, pero la infección puede estar latente durante años hasta que pueda detectarse en una citología . El virus puede contagiarse por vía oral y causar cáncer orofaríngeo o amigdalar (tanto a hombres como mujeres), aunque es rarísimo, pues el órgano diana al que el virus puede hacer daño con más frecuencia es el cuello uterino. A los varones no suele afectarles y a menudo simplemente actúan de transmisores (existe una baja incidencia de cáncer de la mucosa anal en varones homosexuales). ¿Cómo se previene la infección por VPH? La prevención primaria es la vacuna . Desde hace seis o siete años disponemos en España de una vacuna para los serotipos más agresivos del virus, que nos protege del 85% de los cánceres cervicales. Se administra dentro del calendario vacunal a todas las niñas de 12 años, y está valorándose vacunar también a los niños como se hace en otros países. La vacunación es muy importante porque este virus no deja inmunidad permanente cuando se contagia, pues afecta localmente a las células del cuello pasando desapercibido por nuestro sistema inmune. Por tanto, nos podemos reinfectar de nuevo tras haber limpiado una infección. La única manera de inmunizarnos correctamente es a través de la vacuna. Se escoge la edad de 12 años pues si no se han iniciado las relaciones sexuales nos aseguramos de que sea absolutamente útil, ya que la vacuna no tiene efecto terapéutico sobre una persona ya infectada, aunque tampoco le ocasionaría ningún perjuicio. Así pues, se recomienda la vacuna a cualquier edad para cualquier persona que esté en riesgo de infección. La p revención secundaria es el uso de preservativo durante toda la relación sexual pues el contagio se produce por contacto piel con piel, no a través del intercambio de fluidos como otras infecciones víricas. Por este motivo, incluso utilizando preservativo es posible el contagio, aunque se minimiza el riesgo. Por tanto ¿es una infección por el virus del papiloma sinónimo de cáncer? Rotundamente NO , pero como podría llegar a serlo, ante un diagnóstico de infección conviene ponerse en manos de un especialista. Y, para prevenir, hay que hacerse los controles periódicos, vacunarse y usar preservativo en los contactos sexuales con parejas ocasionales.
Preparación y Etapas del Parto
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Preparación y Etapas del Parto

No hay dos partos iguales : el parto es un acontecimiento único, catártico, impredecible. Hay muchas variables en juego: el feto, con su forma y tamaño únicos, su posición… la pelvis materna, también con su forma y su tamaño, la placenta y el cordón umbilical suministrando oxígeno durante ese momento tan crítico, mientras el músculo uterino se contrae rítmicamente para abrir una salida y empujar el cuerpecito del recién nacido fuera. Las combinaciones son infinitas, por eso no hay dos iguales. ¿Cuándo sucede? El parto se desencadena en la inmensa mayoría de mujeres unos tres o cuatro días antes o después de la fecha probable de parto (40 semanas desde la fecha de última regla en mujeres con ciclos regulares). El reloj biológico pone en marcha la secreción de una hormona desde el cerebro, llamada oxitocina, que será la responsable de que el útero se contraiga intensamente y de forma periódica empujando el contenido hacia el canal del parto. Esto hace que el cuello del útero, que es el órgano que hace de “puerta”, se vaya dilatando y que la presentación fetal, habitualmente la cabeza, vaya descendiendo por la pelvis a lo largo de la vagina hasta el exterior. El orden deseable de los acontecimientos es que la bolsa amniótica se rompa durante el trabajo de parto cuando la dilatación ya está adelantada, por la misma presión provocada por las contracciones. Pero esto no siempre ocurre así, y en ocasiones se rompe accidentalmente la bolsa de las aguas antes de que se inicie el parto, y esto nos obliga a “provocarlo”, pues a partir del momento en que la bolsa está rota el feto deja de estar en su medio estéril y por tanto susceptible de sufrir una infección, así que, cuanto menos horas pasen entre la rotura de la bolsa y el parto, mejor. El primer parto El inicio del primer parto suele ser lento, y son frecuentes las “falsas alarmas”, en las que a las primerizas nos confunden las primeras contracciones, que suelen ser irregulares y de baja intensidad. Cuando se inicie de verdad el parto serán mucho más intensas y adoptarán un ritmo preciso, que nos permitirá predecir con exactitud cuándo se inicia la siguiente. Es frecuente que unos días antes del parto la gestante experimente conatos de contracciones, sobre todo por las tardes-noches, que no acaban de acelerarse y terminan cediendo. Si algo tiene el parto que lo hace inconfundible es que siempre va a más: se incrementa el dolor de las contracciones y se reduce el periodo entre ellas. LAS CONTRACCIONES Empiezan más espaciadas y se van acelerando , aceptando como norma que estamos de parto cuando hace una hora que se repiten a un ritmo de una cada cinco minutos aproximadamente. Desde el inicio del parto hasta el nacimiento de un primer hijo pasan de media unas ocho horas. El segundo parto El segundo parto o posteriores es muy distinto. Son frecuentes los partos que se inician de golpe, sin previo aviso , con contracciones que a veces ya son de alta intensidad y frecuencia desde el principio, y todo va mucho más rápido, reduciéndose el tiempo medio a la mitad. El dolor La tolerancia individual al dolor es variable , pero el dolor ocasionado por las contracciones podemos considerarlo como de alta intensidad , tanto es así que en nuestro medio es habitual administrar anestesia epidural durante la fase de dilatación. La anestesia epidural es infiltrar un fármaco a través de una punción en la parte baja de la espalda que dejará insensible al dolor la parte del cuerpo desde la zona de punción hasta los pies. Esto nos permite que la embarazada esté tranquila y sin dolor, sin afectar al bebé ni al ritmo de las contracciones. La salida Durante la fase de dilatación el cuello del útero se va abriendo hasta que permite el paso de la cabeza del bebé , en ese momento se llama dilatación completa y corresponde a unos 10 cm. Al mismo tiempo la cabeza va descendiendo a lo largo del canal del parto. La siguiente fase del parto se llama expulsivo, desde que la dilatación es completa hasta que el bebé sale. Esta fase puede durar aproximadamente una hora, pues el descenso de esos pocos centímetros a lo largo del canal del parto es lento, pues el espacio es escaso y la cabeza se va adaptando a la forma de la pelvis y el descenso lo hace a la vez que la cabeza va rotando. La manera que le resulta más eficiente para salir es ir girando 90º desde una posición en que mira a una de las caderas de la madre hasta colocarse mirando a su espalda, que es como saldrán la infinita mayoría de los bebés. Una vez la cabeza está fuera, ésta vuelve a girar en dirección contraria hacia la misma cadera que miraba inicialmente, eso le permite alinear los hombros con el diámetro máximo de la pelvis para que estos puedan salir. A partir de los hombros el resto del cuerpo sale con facilidad. Una vez fuera, se secciona el cordón y se extrae la placenta que es un tejido carnoso en forma de disco de unos 20 cm de diámetro, que estaba hasta entonces adherido a una de las paredes del útero. La misma reducción de volumen que se produce al salir el bebé favorece que la placenta se despegue espontáneamente y se expulse con facilidad. Si esto no se produce de forma natural es importante extraerla manualmente de forma completa para evitar hemorragias postparto. ¿Parto espontáneo o inducido? La vagina es muy elástica, y aumenta de capacidad para permitir el paso del feto sin problemas habitualmente, pero la parte más externa, la que limita con la piel de la vulva y el periné, que no son tan elásticos pueden desgarrarse fácilmente durante el expulsivo, para ello es importante que un profesional dirija ese periodo y proteja el periné para que no se desgarre o realice una episiotomía (corte preventivo) si es necesaria. En el postparto tendremos que tener un mínimo de cuidados e higiene con ese corte, pero a pesar de no siempre son pequeños y no estan en una zona demasiado limpia ni ventilada suelen curar sin dar problemas en la mayoría de casos. S i el parto no se pone en marcha de forma espontánea en un margen de días suficiente después de la fecha probable del parto o hay algún motivo materno o fetal que aconseje finalizar la gestación antes de que se desencadene el parto espontáneamente puede ser necesario “provocar” el parto. En estos casos, los profesionales administramos la medicación que sustituye a las hormonas naturales del parto: prostaglandinas y oxitocina, para imitar lo que la naturaleza no ha hecho espontáneamente. Los partos provocados cuando el cuello uterino está «maduro» o en segundos partos suelen evolucionar rápido, pero si las condiciones de partida no son buenas pueden durar muchas horas e incluso acabar en una cesárea por una inducción fallida. En ocasiones, los partos, tanto inducidos como espontáneos pueden terminar en cesárea después de haber invertido tiempo y esfuerzo. Es una sensación muy desagradable, pero hemos de comprender que es imposible predecir a priori la evolución de todos los partos, y que hemos de ser conscientes de que, como hemos dicho al principio, el fin es impredecible, y «no se sabe hasta que no se prueba». En cualquier caso, el parto es un acontecimiento emocionante como ninguno, y cuando el resultado es que tanto la madre como el bebé están bien no nos replanteemos el camino que hemos recorrido hasta obtener ese resultado. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Qué Debes Saber Sobre la Mamografía
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Qué Debes Saber Sobre la Mamografía

La importancia de la mamografía radica en que permite detectar el cáncer en algunos casos dos años antes de que éste sea palpable y detectable, tanto por el médico como por la propia paciente. La mamografía es una prueba de imagen radiológica que permite explorar las mamas y detectar precozmente el cáncer de mama . Sobre el cáncer de mama… El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales. De hecho, se considera que una de cada ocho de nosotras desarrollará un cáncer de mama a lo largo de su vida. Por ello es tan importante su diagnóstico precoz , basado en la mamografía de control, para diagnosticarlo en sus primeras etapas, pues en esta fase casi todos se pueden curar. La mamografía permite detectar el cáncer en algunos casos dos años antes de que éste sea palpable y detectable , por el médico o por la propia paciente. Utiliza rayos X de baja dosis para tener una imagen de la trama que dibuja el tejido mamario. Inicialmente el cáncer se diagnostica por distorsiones de esta trama o agrupaciones de pequeños depósitos de calcio que harán sospechar el inicio de un tumor maligno de mama. ¿Cómo se obtiene la imagen? Técnicamente para obtener esta imagen habrá que colocar la mama en el mamógrafo y ponerla entre dos planos de fibra de metacrilato, que tienen la finalidad de comprimir la mama para extender al máximo el tejido e inmovilizarlo para que la imagen sea lo más nítida posible. Las proyecciones habituales de rutina son de arriba a abajo y de perfil de ambas mamas , es decir, cuatro proyecciones (o “fotos”) en total. Esta compresión puede resultar discretamente molesta o algo dolorosa en pacientes especialmente sensibles, pero en cualquier caso es una molestia puntual, el procedimiento dura escasos minutos y habitualmente no persiste la incomodidad una vez finalizada la prueba. ¿Cómo acudir a realizarse la mamografía? Para realizar una mamografía no es necesaria ninguna preparación . Como única recomendación mencionaremos no utilizar según qué tipo de desodorantes o lociones que puedan tener talco o minerales pues pueden hacer opacificar la imagen obtenida. Por otro lado, y para minimizar la molestia que puede ocasionar, es preferible realizar la mamografía los días posteriores a la regla , pues durante la menstruación y los días previos los senos suelen estar más sensibles. Los rayos X no persisten en los tejidos después de realizar la prueba, con lo que se puede llevar a cabo, si es necesario, en madres lactantes. ¿Cómo se realiza? Una vez el técnico de radiología ha colocado las mamas en la posición adecuada se proyectará una baja dosis de rayos X sobre las mamas , que atravesarán todo su grosor componiendo una imagen sobre un “medio”. Este “medio” clásicamente era una placa de radiografía que se revelaba como una fotografía, pero actualmente los mamógrafos utilizan sistemas digitales en los que la imagen se compone de sistemas electrónicos igual que las cámaras digitales y se pueden revisar en la pantalla del ordenador y transportarse en un CD.   En función de la densidad de cada tejido se absorben más o menos rayos X, por tanto, la cantidad de rayos que atravesarán todo el grosor quedará más o menos atenuada como sucede cuando la luz impacta sobre el negativo de una fotografía: si emitimos los rayos X sobre el aire, sin que tengan que atravesar ningún tejido, todos los rayos emitidos llegarán a la placa o sistema digital, con lo que quedará totalmente “negro”. Si el tejido atravesado es muy denso, como un hueso, un metal o una prótesis el tejido absorberá casi todos los rayos y apenas llegarán rayos a impactar en la placa, con lo que la silueta trazada sobre la radiografía será “blanca”. Si los tejidos son intermedios, como grasa y músculos, serán más o menos “grises” según su densidad. De este modo es como se componen las imágenes de las radiografías y mamografías. Los mamógrafos han sufrido una importante evolución en los últimos años, disminuyendo mucho la cantidad de irradiación necesaria , concentrando los rayos sobre el tejido a estudiar y así evitando la dispersión y exposición de otros tejidos, y mejorando la resolución de la imagen en soportes digitales. Se ha introducido la tomografía digital en la exploración mamaria que, al  hacer un “barrido” sobre toda la mama, permite componer imágenes en tres dimensiones. Aun así, no se puede negar que hay un impacto de los rayos X sobre los tejidos, pero hoy en día, con los aparatos actuales, se puede asegurar que el riesgo que suponen es absolutamente asumible y compensa con creces el beneficio obtenido al poder diagnosticar los tumores de mama con tanta precocidad. ¿Cuándo hacerse una mamografía? Los protocolos de frecuencia de mamografías de cribaje varían de unos países a otros, y se basan en criterios de salud, pero sobre todo económicos. El protocolo del colegio de radiólogos de Estados Unidos y del Instituto Nacional del Cáncer recomienda una mamografía anual a partir de los 40 años en mujeres sin riesgo añadido de cáncer de mama. Pueden haber circunstancias que le resten resolución a la mamografía y, por tanto, nos coloquen en situación de riesgo de que una lesión pase desapercibida, como puede ser el caso de pacientes portadoras de prótesis mamarias y de mamas muy “densas”, muy “fibrosas”. En estos casos es de ayuda complementar el estudio mamográfico con una ecografía mamaria. Habitualmente, cuanto más joven es la mujer, más densas son sus mamas, por lo que es común solicitar el complemento de la ecografía a las mujeres en edad menstrual. MAMOGRAFÍA Y ECOGRAFÍA MAMARIA Quizás te preguntes: ¿por qué no realizamos ecografía mamaria en lugar de mamografía para ahorrarnos el tema de la irradiación? Pues no es equivalente: la prueba realmente eficaz para el diagnóstico precoz es la mamografía , la ecografía es complementaria para sacar más información a una imagen dudosa en la mamografía o como prueba única en mujeres muy jóvenes en las que no se pretende hacer un despistaje de cáncer sino hacer un estudio con sospecha de benignidad. Conservar las mamografías previas No hay dos mamas iguales, cada una es característica, como las huellas digitales, y el patrón de cada una, aunque puede irse modificando a lo largo de los años, se mantiene constante en su estructura. Por este motivo, es importante conservar las imágenes de mamografías previas y aportarlas en futuros exámenes pues son de ayuda para observar cambios evolutivos . Informa al centro si te has sometido a alguna cirugía en la mama pues obviamente las cicatrices de los tejidos se plasmarán en la imagen obtenida. ¿Y si se observa una imagen sospechosa? Si en una mamografía se observa alguna imagen sospechosa puede ser que el radiólogo indique la práctica de nuevas proyecciones en otra posición , y en ocasiones se proponga una punción o biopsia para analizar los tejidos. Esto no tiene por qué ser sinónimo de sospecha de cáncer, pues actualmente la tendencia es la de biopsiar lesiones de aspecto benigno para efectivamente confirmar su benignidad. Y si desgraciadamente la sospecha es de malignidad y así lo confirma la biopsia ten siempre una actitud positiva porque, como he dicho al inicio, actualmente la mayoría de los cánceres de mama se curan. Por tanto, mi recomendación es hacerse los controles periódicos, pues es mucho lo que nos puede beneficiar este acto.
Trucos Para Superar Airosa la Menopausia
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Trucos Para Superar Airosa la Menopausia

Sofocos, disminución de la libido, irritabilidad… ninguna mujer querría pasar por eso y, de hecho, no siempre se experimentan todos los síntomas ni de la misma manera. Pero todas, antes o después, llegaremos a la menopausia. Por tanto, en lugar de lamentarnos, tratemos de aceptarla y conocerla. Cuanto más sepamos sobre los cambios que vamos a experimentar en la menopausia, mejor podremos afrontarlos y combatirlos. Cese de la menstruación La menopausia es un proceso biológico , como lo fue la adolescencia, etapa de transición entre dos estados hormonales distintos que tendrá efectos físicos y emocionales variados en cada mujer. Se produce cuando cesa la función ovárica en la mujer, algo que sucede alrededor de los 50 años . La consecuencia del fallo ovárico es la desaparición de las reglas, pero a nivel fisiológico afecta desde dos puntos de vista: por un lado, el ovario agotado deja de producir óvulos, con lo que finaliza la edad reproductiva y, por otro, deja de fabricar estrógenos, y es ese déficit de estrógenos el responsable de toda la sintomatología de la menopausia. Síntomas Hay mujeres que no refieren ningún síntoma, y el tránsito a ese “nuevo estado hormonal” se produce progresivamente. Pero la mayoría experimenta algunos cambios que se pueden clasificar según sean: Síntomas vasomotores : es el síntoma más popular y más llamativo, formado por un cuadro agudo de vasodilatación cutánea, con sensación de calor que viene del interior del cuerpo, ascendiendo del abdomen o tórax a la cara, con rubor y sudoración en ocasiones. Son los llamados sofocos, y pueden darse antes de que desaparezca la menstruación, cuando las reglas se retrasan, y permanecer durante un periodo variable. Frecuentemente son más intensos el primer año y van decreciendo en intensidad de forma progresiva. Síntomas locales : son más progresivos pero que tarde o temprano todas las mujeres los acusan. A nivel de la mucosa vulvar y vaginal el déficit estrogénico tiene como consecuencia adelgazamiento y deshidratación, lo cual provoca atrofia, sequedad, pérdida de elasticidad y, por lo tanto, dolor o molestia con las relaciones sexuales y picor. Esta atrofia afecta a todo el sistema genitourinario provocando también síntomas urinarios, más propensión a cistitis, disminución de la capacidad vesical con lo que aumenta la frecuencia urinaria o se han de levantar por la noche a orinar, y si hay tendencia a la incontinencia urinaria con los esfuerzos ésta se acentúa, igual que si había un poquito de prolapso de la vejiga o el útero, al debilitarse los tejidos también suele empeorar. Síntomas generales : algunos más evidentes, como cambios de humor o del estado de ánimo, con tendencia a la irritabilidad, ansiedad o depresión. Disminución de la líbido, alteraciones del sueño… Por suerte, no afectan a todas las menopáusicas. Otros no tan palpables, pero que afectan silenciosamente : en el momento en que dejamos de tener estrógenos se acelera el proceso de descalcificación progresiva del hueso que lo debilita y aumenta el riesgo de fractura, se llama osteoporosis. Y simultáneamente dejamos de beneficiarnos del efecto protector que tenían los estrógenos sobre el sistema cardiovascular equiparándonos a los hombres en incidencia de infarto, angina, hipertensión… Suena muy poco glamuroso visto así, y ninguna de nosotras quisiera tener que pasar a ese nuevo estado. Pero hay que asumirlo como una nueva etapa y centrarnos en todo lo que podemos hacer para sobrellevarlo de la manera más digna y saludable posible y encararlo positivamente. Trucos para llevarlo lo mejor posible Estas son mis recomendaciones generales para todas las mujeres postmenopáusicas, y las premenopáusicas, que todavía tienen más margen de maniobra para anticiparse a los cambios: Evita el sobrepeso : al entrar en la menopausia el metabolismo se organiza diferente y es muy frecuente ganar algo de peso, así que deberemos vigilar más que nunca nuestra dieta y nuestros hábitos para mantener un peso adecuado. De esta manera contribuimos a mantener a raya los problemas cardiovasculares y evitaremos la sobrecarga de las articulaciones aliviando o evitando los dolores articulares, que son frecuentes en las menopáusicas. Dieta adecuada: más que nunca debemos ser cuidadosas con lo que comemos, favorecer un aporte adecuado de calcio con lácteos, cereales, frutos secos y semillas para evitar la osteoporosis. Disminuir la ingesta de grasas animales para contrarrestar el aumento inevitable de los niveles de colesterol que conlleva la edad y evitar el sobrepeso. No abusar de la sal, que será un factor de riesgo más de hipertensión, y asegurarnos un aporte suficiente de vitaminas. Ejercicio físico : previene la hipertensión y la diabetes, y es importante para mantener la forma física, la densidad de los huesos y bajar los niveles de colesterol “malo”. Nos ayudará a evitar ese incremento de peso muchas veces inherente a este estado hormonal nuevo. Además, en la postmenopausia cambia la distribución de la grasa corporal asemejándonos más al patrón masculino: la grasa se acumula más en el abdomen y cintura, y menos en caderas y nalgas… ¡No queremos eso!, y la única forma de mantener la línea femenina será haciendo algo de ejercicio físico. Ejercita también la musculatura del suelo pélvico: los ejercicios de Kegel o los abdominales hipopresivos son el tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo leve que puede empezar a manifestarse en esta fase. Tomar el sol , sin excesos: las radiaciones solares son nocivas, pero para el mantenimiento de la densidad ósea es necesaria la vitamina D que obtenemos de la luz solar. Se recomiendan 15 minutos diarios, que mejor si los hacemos coincidir un paseo al aire libre, que nos hará segregar endorfinas para combatir la tendencia a la ansiedad y depresión, más frecuente en la menopausia. Hidratación : bebe suficiente líquido para mantener una buena función renal y contrarrestar la sequedad de la piel y las mucosas que tarde o temprano todas notaremos. Y también incide en la hidratación vaginal, pues la atrofia que conlleva la menopausia provoca dolor con las relaciones sexuales, y con la disminución de la líbido que, a menudo, se asocia suman un “pack” que favorecerá la reducción de la cantidad y calidad de las relaciones y a empeorar la atrofia (las mujeres que mantienen una vida sexual activa y frecuente se atrofian mucho menos). Para mejorar este aspecto hay variedad de cremas y aceites hidratantes y lubricantes que se convertirán en esenciales. Mantén un buen estado de ánimo : el cataclismo hormonal pasa factura y puedes estar más irritable, susceptible, decaída, con baja autoestima… Es importante hablarlo con tu familia, que ellos sepan cómo te sientes favorece empatizar y comprender. El ejercicio, pasar tiempo al aire libre, tener vida social, mantener costumbres saludables en definitiva, te hará sentir mejor. Y sin lugar a dudas evita hábitos no saludables : tabaco, alcohol y cafeína en exceso no ayudan y contribuyen a la osteoporosis y a los sofocos. Estos consejos deberían ser norma universal para todas nosotras , pero hay veces que no es suficiente y hace falta un tratamiento médico. A ese respecto me gustaría romper una lanza a favor del desprestigiado tratamiento hormonal:  no se puede recomendar en todos los casos, pero hay mujeres que lo necesitan y se pueden beneficiar mucho de sus efectos. Si tu ginecólogo lo recomienda no lo rechaces sin tener la información necesaria. Sobre el tratamiento hormonal sustitutivo En la década de los 90 se puso de moda la administración de hormonas a todas las mujeres menopáusicas como si fuese el elixir de la eterna juventud, y se vio que, en función del contexto, dosis y duración del tratamiento, aumentaba el riesgo de sufrir cáncer de mama, de ovario, tromboembolismos… en las mujeres tratadas más de 10 años. Ante este hecho nos pasamos al extremo contrario y se dejó de tratar a muchas mujeres a las que les hacía falta. Y los extremos nunca son buenos. Este tratamiento consiste en administrar los estrógenos (y progesterona si es necesaria) que nuestros ovarios han dejado de fabricar, y es el único tratamiento altamente efectivo para paliar los sofocos, además de contribuir al mantenimiento de la masa ósea, la líbido y la salud cardiovascular. La recomendación actual es que hay que tratar a las mujeres con menopausia precoz y a todas aquellas a las que los síntomas de la menopausia merman su calidad de vida, siempre bajo control médico , a la mínima dosis efectiva y por un tiempo limitado. Con esas consideraciones este tratamiento es seguro y beneficioso. Otro nivel en el que los estrógenos son altamente efectivos es si se aplican de forma tópica vaginal para pacientes con atrofia. En este caso el efecto es local, la absorción sistémica prácticamente nula y, por tanto, muy seguros. No todas las pacientes sufren el mismo grado de atrofia ni les afecta de la misma manera, pero para las que las cremas hidratantes no las conforten suficientemente, los tratamientos con pomadas de estrógenos y el láser son la alternativa. En su lugar… Existen tratamientos fitoterápicos como las isoflavonas de soja, la cimicífuga racemosa, el trébol rojo, la salvia o el lúpulo, de los que no existe suficiente evidencia científica sobre su efecto en el manejo de los síntomas de la menopausia, pero pueden ser una alternativa para las mujeres que no quieren o no pueden tomar el tratamiento hormonal, ofreciendo un alivio leve en la frecuencia y/o intensidad de los sofocos por lo que pueden resultar útiles en algunas ocasiones.
Métodos Anticonceptivos: Beneficios y Contraindicaciones de Cada Tipo
Artículo especializado

Métodos Anticonceptivos: Beneficios y Contraindicaciones de Cada Tipo

Hay una variedad limitada pero amplia de métodos de planificación familiar . Dentro de este abanico, se trata de encontrar el más idóneo para cada mujer en función de la edad, el número de hijos y el deseo genésico, los antecedentes personales y la frecuencia de relaciones sexuales. Existen básicamente cuatro tipos de métodos anticonceptivos: los de barrera, los hormonales, los dispositivos intrauterinos (DIUs) y los quirúrgicos o definitivos. Métodos de barrera En cuanto a los métodos de barrera, hay poca cosa que comentar, consisten en establecer una barrera entre el óvulo y los espermatozoides. Preservativo masculino: es el más popular. Simplemente consiste en una funda de material elástico , látex o similar, que se coloca sobre el pene en erección, en el extremo del cual hay un pequeño depósito con la finalidad de permitir la acumulación del semen durante la eyaculación y se retira justo después para evitar fugas. Preservativo femenino: es el mismo concepto, pero permite ser colocado en la vagina antes del coito. También está fabricado en un material plástico y lleva una pequeña anilla flexible en un extremo que se coloca en el fondo de la vagina y por el extremo exterior presenta otra anilla de mayor diámetro que cubre parte de la vulva. Tanto el preservativo masculino como femenino pueden usarse también en el coito anal y son los únicos métodos anticonceptivos eficaces para protegernos de las enfermedades de transmisión sexual. No tienen ningún efecto secundario, son altamente seguros y el único riesgo que presentan es el de romperse y alergia al material. Diafragma: es una pequeña cúpula de material flexible que se coloca en el interior de la vagina previo al coito a modo de “paraguas” que impide el contacto de los espermatozoides con el cuello uterino. Requiere cierta destreza en la colocación y consejo médico para escoger modelo y medida y hay que usarlo junto a cremas espermicidas porque su efectividad es más baja que la de los preservativos y no se puede retirar hasta pasadas unas horas. Métodos hormonales Combinados: se trata de una medicación que combina una proporción de estrógenos y de progesterona y que habitualmente se administran de forma secuencial, es decir, se toman durante un periodo de tres semanas y la cuarta semana se descansa o se toma un placebo, de esta manera obtenemos una regla cada cuatro semanas imitando el ciclo normal de la mujer. ¿En qué se basa su efecto anticonceptivo? En condiciones normales una glándula central situada en la base del cerebro llamada hipófisis segrega unas hormonas que son las mensajeras que dan instrucciones al ovario para que haga su doble función: segregar hormonas (estrógenos y progesterona) y fabricar un óvulo. Al estar tomando esta combinación de estrógenos y progesterona la hipófisis interpreta que el ovario ya está haciendo su trabajo sin necesidad de instrucciones y deja de enviar las hormonas mensajeras, con lo que el ovario permanece en reposo y no fabrica ni hormonas ni óvulos. Los anticonceptivos hormonales combinados los podemos administrar por distintas vías: por vía oral en forma de píldora diaria, por vía vaginal mediante un anillo que se coloca en la vagina como un tampón y va segregando durante 21 días la combinación de hormonas o por vía transdérmica mediante unos parches que se adhieren a la piel y que hay que cambiar semanalmente también en ciclos de tres semanas. ¿Cuáles son mejores? Pues el tratamiento es similar y simplemente cambia la vía de administración y por ese motivo pueden adaptarse mejor unos u otros a cada paciente, pero son todos muy seguros y habitualmente no provocan efectos secundarios o muy leves, incluso disminuyen el riesgo de cáncer de ovario y no afectan para nada la fertilidad futura. Continuos de progesterona: la llamada minipíldora es una píldora de sólo progesterona que se administra de forma continua. Es todavía más inocua que las píldoras combinadas, se puede dar durante la lactancia y en mujeres con contraindicaciones para los otros anticonceptivos hormonales, pero al no hacer pausas no conseguimos un ciclo regular de 28 días. El mismo efecto que consigue una pastilla diaria lo podemos obtener con inyecciones trimestrales o colocando un implante debajo de la piel que tiene tres años de duración o los DIUs hormonales, que comentaremos en el apartado siguiente. Son altamente efectivos, tienen pocos efectos secundarios y, aunque no sea ningún problema, no todas las mujeres se adaptan a no tener la regla regular. Dispositivos intrauterinos Son unos pequeños aparatos que se colocan en el interior del útero de forma ambulatoria en la consulta del ginecólogo. Tienen una duración variable de tres a cinco años, dependiendo del modelo. Los hay metálicos y hormonales. DIUs metálicos: fundamentalmente de cobre, o cobre recubierto de plata u oro con escasas ventajas sobre el de cobre. Generalmente es un pequeño dispositivo de plástico en forma de “T” sobre el que hay envuelto un hilo de cobre en forma de espiral, cilindros o bolas. Los iones que libera el cobre alteran tanto el funcionamiento del espermatozoide, el ovulo y el propio endometrio evitando así los embarazos. Son bastante seguros, cómodos y no presentan efectos secundarios sistémicos más allá de que pueden aumentar el volumen de sangrado menstrual. DIUs hormonales: llevan una carga de progesterona que se va liberando lentamente en un plazo de tres a cinco años dependiendo del modelo actuando igual que los anticonceptivos hormonales que hemos comentado anteriormente provocando un escaso o nulo crecimiento del endometrio con lo que la mujer tendrá reglas escasas o ausentes sin que ello implique menopausia pues los ovarios siguen segregando sus hormonas, aunque no haya sangrado menstrual. Muy seguros, y con efectos secundarios muy leves. Quirúrgicos Sería la sección o ligadura de las trompas de Falopio en la mujer, que requiere una laparoscopia y anestesia general. Hay que tener en cuenta que es definitivo. O la vasectomía, en el hombre, que consiste en la sección o ligadura de los conductos deferentes que comunican los testículos con la uretra. Es un método que puede llegar a ser reversible pero que hay que decidirse por él cuando pensamos que va a ser definitivo. Con la ayuda de tu ginecólogo, dependiendo del perfil de cada mujer, seguro que encontrarás el método más adecuado.
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Ovarios Poliquísticos
Enfermedad

Ovarios Poliquísticos

Actualizado el día 15/09/2021 El síndrome del ovario poliquístico es la patología endocrina más frecuente en mujeres en edad fértil, aunque permanece infradiagnosticado. Se trata de un síndrome complejo y heterogéneo en cuanto a su presentación, evolución y consecuencias a corto y largo plazo. ¿Qué es el síndrome de ovarios poliquísticos? El síndrome de ovarios poliquísticos determina la aparición de quistes (pequeñas cavidades llenas de líquido) en los ovarios, debido a una producción excesiva de hormonas masculinas. El síndrome de ovarios poliquísticos agrupa una colección de signos y síntomas que incluye, además de la producción de hormonas masculinas por encima de lo normal, disfunción ovulatoria con prolongación, disminución de la frecuencia o ausencia de los períodos menstruales con escasa liberación de óvulos y aparición de quistes en los ovarios . El signo clínico más característico determinado por el hiperandrogenismo es el hirsutismo o exceso de vello siguiendo un patrón masculino. También puede aparecer acné y alopecia. Esta alteración endocrina afecta aproximadamente a 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva y está relacionado directamente con la disminución de la fertilidad. Causas del síndrome de ovarios poliquísticos Como en la mayoría de los síndromes, no existe una única causa para los ovarios poliquísticos. Sí existe una disfunción neuroendocrina con un exceso de hormona luteinizante, que es la encargada de regular la secreción de testosterona, impidiendo a los óvulos madurar lo suficiente y que, en lugar de ser expulsados de los ovarios durante la ovulación, permanezcan en el interior formando los quistes. También existe un trastorno metabólico con resistencia a la insulina e hiperinsulinemia, lo que también estimula la producción de andrógenos. Otros factores que se relacionan con la enfermedad y que pueden influir en el desarreglo hormonal son la obesidad , una alimentación deficiente y una vida sedentaria, entre otros. Finalmente, el síndrome de ovario poliquístico puede tener causas genéticas, por alteración o mutación de genes, lo que determina que sea una patología altamente hereditaria. Síntomas Los síntomas del síndrome de ovarios poliquísticos pueden incluir: Menstruaciones irregulares . Es común la oligomenorrea (disminución hasta 6-8 reglas anuales) o amenorrea (ausencia de regla durante varios periodos menstruales seguidos). Estos ciclos menstruales irregulares se asocian con una disminución en la ovulación y mayores tasas de infertilidad. Hirsutismo y síntomas virilizantes . El exceso de hormonas masculinas (hiperandrogenismo) determina la aparición de síntomas virilizantes, como el aumento de vello en diferentes zonas como la cara, muslos, abdomen, espalda y antebrazos. Otros síntomas incluyen clitoromegalia, alopecia, voz grave, hipotrofia mamaria y aumento de la masa muscular. Acné y piel grasa. La resistencia a la insulina puede conducir a la aparición de diabetes, hipertensión arterial, aumento del colesterol y obesidad, entre otros. Aumento de peso . Dolor pélvico . Manchas de color marrón oscuro en la piel. Pruebas y exámenes para el diagnóstico del síndrome de ovarios poliquísticos En un tercio de las mujeres pasan más de 2 años hasta que se les diagnostica la enfermedad. De ahí que se deba poner el foco en dos cuestiones específicas para identificar a los pacientes con mayor riesgo: mujeres con exceso de vello corporal o facial con un patrón masculino y mujeres con un historial de irregularidad menstrual u oligoamenorrea. Las pruebas complementarias y exámenes para el diagnóstico del síndrome de ovarios poliquísticos deben incluir: Examen físico. Examen pélvico. Análisis de sangre completo que incluya determinaciones hormonales, en especial, las hormonas masculinas. Ecografía ginecológica de alta resolución. Tratamiento del síndrome de ovario poliquístico El síndrome de ovario poliquístico no tiene cura, pero sí se pueden establecer metas terapéuticas para diferentes aspectos de la enfermedad. Tratamiento no farmacológico Los cambios en el estilo de vida pueden suponer una mejora considerable de los diferentes parámetros alterados por la enfermedad. La pérdida de peso, una alimentación sana y realizar ejercicio físico de manera regular puede favorecer la regulación hormonal, mejorar la sensibilidad a la insulina, aumentar la fertilidad y hacer que mejoren todos los síntomas. Tratamiento farmacológico Los anticonceptivos hormonales pueden ser adecuados para regular la producción de hormonas y de esta manera normalizar el ciclo menstrual. También pueden incidir positivamente sobre el acné y el crecimiento del vello corporal. El tratamiento hormonal como los antiandrógenos que regulan el nivel de las hormonas masculinas mejoran el acné y el vello corporal. Por otro lado, el uso de antidiabéticos orales como la metformina puede ayudar a regular los niveles de insulina y, por tanto, a regular los ciclos menstruales. Por último, se pueden utilizar inductores de la ovulación en el caso de pacientes que deseen quedarse embarazadas. Factores desencadenantes del síndrome del ovario poliquístico Como en la mayoría de síndromes, no existe un único desencadenante del síndrome del ovario poliquístico. Por el contrario, existen diversos factores que pueden determinar un mayor riesgo de que aparezca la patología. Factores de riesgo de los ovarios poliquísticos Los factores de riesgo del síndrome de ovarios poliquísticos pueden incluir una alimentación deficiente, el exceso de peso y la obesidad y una vida sedentaria. También puede haber factores genéticos que hacen que la enfermedad sea hereditaria en base a determinados cambios o mutaciones genéticas. Complicaciones Las mujeres que padecen el síndrome de ovario poliquístico pueden presentar una serie de complicaciones asociadas, entre ellas: Síndrome metabólico. Diabetes tipo 2 y obesidad. Hipertensión arterial. Enfermedades cardiovasculares. Trastornos menstruales, infertilidad y abortos. Crecimiento excesivo de vello. Apnea obstructiva del sueño. Cáncer de endometrio. Depresión y ansiedad. Prevención Existe una serie de recomendaciones que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer la enfermedad y, en todo caso, atenuar los síntomas y regular los ciclos menstruales. Además del tratamiento médico, es importante conseguir una buena calidad de vida eliminando el estrés, realizar ejercicio físico de manera regular, mantener una dieta saludable y evitar el exceso de peso y la obesidad. Especialidades para el síndrome del ovario poliquístico El síndrome de ovarios poliquísticos es tratado por los médicos especialistas en Endocrinología y en Ginecología. ¿Necesitas atención presencial con un especialista en ginecología? En Savia reserva una consulta con los mejores profesionales sin esperas. Preguntas frecuentes ¿Cuáles son los síntomas de quistes en los ovarios? Los síntomas de quistes en los ovarios son dolor en la parte baja del abdomen, hinchazón y sensación de plenitud abdominal, dolor durante las relaciones sexuales o dolor durante la defecación, entre otros. ¿Qué riesgos implica el ovario poliquístico? El síndrome de ovario poliquístico aumenta el riesgo de infertilidad, cáncer de endometrio, metabolismo anormal de la glucosa y dislipidemia. ¿Qué produce quistes en los ovarios? Los quistes de ovarios suelen tener un componente genético, pero también se producen por una alteración hormonal, endometriosis, embarazo, infecciones pélvicas o el síndrome de ovarios poliquísticos. ¿Cuál es el tamaño normal de un quiste de ovario? Un quiste de ovario suele medir menos de 5 cm. En el síndrome de ovarios poliquísticos suelen aparecer al menos 12 folículos que suelen medir de 2 a 10 mm. ¿Qué son los folículos de los ovarios? Los folículos son estructuras anatómico-funcionales que forman parte del ovario y que albergan en sus paredes internas al ovocito y a otras células productoras de estrógenos. ¿Qué es un quiste funcional? En los ovarios se producen folículos que son estructuras funcionales que producen hormonas y liberan el óvulo durante la ovulación. Cuando un folículo normal continúa creciendo, se denomina quiste funcional. No suelen causar síntomas y desaparecen por sí solos. ¿Cuánto tiempo tarda en quitarse un quiste de ovario? Por norma general, un quiste de ovario se rompe en el momento de la ovulación, pero algunos resisten y pueden tardar hasta 3 meses en desaparecer. Bibliografía Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Estudio y tratamiento de la anovulación en el síndrome de ovarios poliquísticos. Prog Obstet Ginecol 2017; 60(5): 505-516 . Azziz R. Polycystic Ovary Syndrome. Obstet Gynecol 2018; 132(2): 321-336. doi: 10.1097/AOG.0000000000002698 . McCartney CR, Marshall JC. Polycystic Ovary Syndrome. N Engl J Med. 2016 Jul 7;375(1):54-64. doi: 10.1056/NEJMcp1514916 .
Síndrome premenstrual
Enfermedad

Síndrome premenstrual

¿Qué es el síndrome premenstrual? El síndrome premenstrual (SPM) es un conjunto de síntomas y cambios físicos y psíquicos, bien definidos, que experimentan las mujeres días antes de la menstruación (entre el día 14 y 28). Esto sucede mes tras mes y puede afectar al 90 % de las mujeres, y con mayor frecuencia entre los 20 y 30 años de edad. La intensidad de los síntomas puede variar de unas mujeres a otras y pueden ser simples molestias o ser tan agudos que el malestar que ocasionan pueden interferir e incluso incapacitar en las actividades diarias o laborales. El síndrome premenstrual termina cuando empieza la regla . Tipos de síndrome premenstrual No existen tipos de síndrome premenstrual. Causas de un síndrome premenstrual No se sabe con exactitud cuales son las causas del síndrome premenstrual , pero podría estar relacionado con un desequilibrio hormonal de estrógenos y progesterona. Esto produce una retención de líquidos y sodio que provocaría un aumento de peso y edema generalizado dando lugar a los síntomas premenstruales. También se desconocen las causas por las que unas mujeres son más sensibles que otras a estos cambios hormonales. Síntomas de un síndrome premenstrual Los síntomas del síndrome premenstrual pueden ser: Síntomas físicos:    Hinchazón de abdomen    Edemas generalizados por retención de líquidos    Tensión e inflamación de las mamas    Diarrea o estreñimiento    Calambres    Dolor de cabeza y espalda    Intolerancia a la luz y al ruido    Acné Síntomas psicológicos o emocionales:    Cambios repentinos del estado de ánimo    Irritabilidad    Cansancio    Ansiedad    Tristeza o depresión    Cambios de apetito como la necesidad de comer dulce    Trastornos del sueño    Pérdida de interés en el sexo    Pérdida de concentración Tratamiento de un síndrome premenstrual El tratamiento del síndrome premenstrual puede ser: Tratamiento médico: para aliviar los síntomas como los antiinflamatorios, analgésicos, diuréticos, antidepresivos o anticonceptivos hormonales, entre otros. Remedios caseros: ayudan a paliar los síntomas como la actividad física diaria, evitar la sal, cafeína, alcohol y azúcar los días previos al ciclo, no fumar, controlar el estrés, descansar y dormir más horas, o llevar una dieta saludable con más vitaminas y minerales durante esos días previos. Pruebas complementarias de un síndrome premenstrual No hay pruebas específicas para diagnosticar el síndrome premenstrual , basta con la descripción de los síntomas, en qué momento aparecen y si se repiten durante al menos tres ciclos menstruales para poder diagnosticar el síndrome premenstrual.   Factores desencadenantes de un síndrome premenstrual El factor desencadenante se debe a la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona después de la ovulación. Cuando comienza la menstruación, los niveles de estas hormonas comienzan a subir de nuevo. S e desconoce porqué unas mujeres son más sensibles que a otras . Factores de riesgo de un síndrome premenstrual No hay factores de riesgo. Complicaciones de un síndrome premenstrual Las posibles complicaciones de un síndrome premenstrual pueden ser la incapacidad del desarrollo de las actividades diarias y laborales, pensamientos suicidas e incluso suicidio en las mujeres con depresión, por eso es importante ajustar el tratamiento esos días puntuales . Prevención de un síndrome premenstrual No existe prevención para evitar el síndrome premenstrual. Especialidades a las que pertenece El síndrome premenstrual es tratado por el médico de Atención Primaria , que trata los síntomas y recomienda pautas para aliviarlos, pero cuando el síndrome premenstrual afecta de manera más intensa o incapacita el ritmo de vida diario es el Ginecólogo (médico del aparato reproductor femenino) quien hace un seguimiento y tratamiento del síndrome premenstrual. Preguntas frecuentes ¿Cuándo aparecen los primeros síntomas del embarazo? Los primeros síntomas de embarazo es la ausencia de regla, senos hinchados, cansancio y somnolencia, orinar más a menudo, náuseas y vómitos, hinchazón abdominal y dolor pélvico, entre otros. ¿Cuándo se presenta el síndrome premenstrual? El síndrome premenstrual se presenta cuando aparecen una serie de síntomas concretos días antes de la regla, durante al menos 3 meses. ¿Cuánto es lo máximo que dura el periodo menstrual? El periodo menstrual puede durar entre 25 y 30 días, incluso alargarse a 35 días. ¿Cuáles son los trastornos menstruales? Los trastornos menstruales pueden ser náuseas, vómitos, dolor abdominal tipo retortijón, dismenorrea (dolor menstrual), dolor de espalda, diarrea o dolor de cabeza, entre otros. ¿Cuánto tiempo pueden durar los síntomas premenstruales? Los síntomas pre menstruales duran unos días antes de la aparición de la regla. Suelen estar presentes en los años entre la adolescencia y la vida adulta, es decir, entre los 20 y 30 años.
Mioma Uterino
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Mioma Uterino

¿Qué es el mioma uterino? El mioma o fibroma uterino, es un tipo de tumoración benigna en las paredes del útero y está formado por un incremento en forma de nódulo de las fibras musculares del útero . Los miomas varían en número, tamaño y localización. Afecta a mujeres en edad fértil y su origen es desconocido , pero su crecimiento está muy influenciado por las hormonas femeninas. Tipos de mioma uterino Los miomas uterinos pueden ser: Mioma subseroso: tiene una afectación en mujeres del 40% de miomas. No produce síntomas, pero si alcanza un tamaño grande puede producir molestias y dolor por compresión en órganos próximos. Miomas intramusculares: debido a que pueden alcanzar gran tamaño, puede aumentar, también, el tamaño del útero. Constituye el 55% de los miomas y se suelen localizar en la porción central del miometrio (capa muscular intermedia). Mioma submucoso: son menos frecuentes, dan más sintomatología al producir mucho sangrado menstrual provocando, en muchos casos, que la mujer padezca anemia ferropénica (falta de hierro). Tiene una elevada probabilidad de malignizar. Causas de un mioma uterino No se conocen las causas del mioma de útero, pero se ha detectado una relación directa con las hormonas femeninas , condicionando el desarrollo y crecimiento de los miomas, por eso se da en mujeres en edad fértil (desde la pubertad hasta la menopausia). Transcurrido este tiempo, el tamaño disminuye debido a que los niveles de hormonas en sangre son menores. Síntomas de un mioma uterino Aproximadamente el 30% de las mujeres no tienen ningún síntoma y solo se descubre su presencia de un mioma uterino en las revisiones rutinarias con el ginecólogo . La aparición de los síntomas depende de su tamaño, número de miomas y localización, siendo los más sintomáticos los que se localizan en la cavidad interna del útero. Los síntomas pueden ser: Cambios menstruales en su duración, frecuencia y cantidad de sangrado. Dolor. Anemia ferropénica debido al exceso de sangrado. Aumento del perímetro del abdomen en caso de miomas grandes. Aumento de peso. Complicaciones en embarazo y parto. Compresión de vejiga y recto en el caso de miomas de gran tamaño. Necesidad de orinar con mayor frecuencia. Lumbalgia y dolor en pelvis. Infertilidad. Aumento de probabilidades de aborto o parto prematuro. Molestias en las relaciones sexuales.   Tratamiento de un mioma uterino La mayoría de los miomas no requieren tratamiento por ser asintomáticos, y se tiende a tener una actitud conservadora. En caso de presentar sintomatología, el tratamiento puede ser: Tratamiento médico:    Fármacos (agonistas de la GnRH) que disminuyen el nivel de estrógenos en sangre y, con ello, el tamaño de los miomas, pero tiene efectos secundarios con sintomatología similar a una menopausia (sofocos, sudoración, sequedad vaginal, etc.) y, además, cuando se termina el tratamiento, el mioma vuelve a crecer.    Analgésicos para paliar el dolor.    Anticonceptivos, progestágenos y dispositivos uterinos para disminuir la hemorragia.    Hierro para tratar la anemia. Tratamiento quirúrgico: Se emplea dependiendo de tamaño y localización del mioma. Se puede realizar por vía vaginal o laparoscópica (tubo flexible con una cámara e instrumentos quirúrgicos, que se introduce por unas incisiones realizadas en el abdomen). Pueden ser:    Miomectomía, en la que se extirpa sólo el mioma, se conserva el útero y se preserva la fertilidad.    Histerectomía, en la que se extirpa una parte o la totalidad del útero, dependiendo de la localización y tamaño del mioma. Se preserva la función hormonal por conservar los ovarios, pero no hay posibilidad de embarazo. Radiología intervencionista: técnica guiada por rayos usada para embolizar los miomas, es decir, suspender el riego sanguíneo del mioma. Pruebas complementarias de un mioma uterino Algunas pruebas complementarias para el diagnóstico de un mioma uterino son: Exploración física: para detectar el tamaño del útero, presencia de miomas y dolor a la palpación. Ecografía: para localizar, medir y determinar cuántos miomas hay. Es la prueba diagnóstica más efectiva y fiable. Histeroscopia: se introduce un tubo por la vagina para ver el interior del útero. TAC pélvico: para observar la repercusión de los órganos vecinos. Resonancia magnética: para visualizar posibles tumores. Factores desencadenantes de un mioma uterino Los factores desencadenantes de los miomas uterinos están causados por el aumento de estrógenos en sangre . Factores de riesgo de un mioma uterino Los factores de riesgo de un mioma pueden ser: Mujeres de entre 35 y 45 años. Mayor incidencia en la raza afroamericana. Obesidad, hipertensión o diabetes. Mujeres nulíparas (no han dado a luz). Desarreglo hormonal (aumento de estrógenos). Factor hereditario. Complicaciones de un mioma uterino Las complicaciones del mioma uterino pueden ser: Compresión de vejiga y retención urinaria. Edemas, varices y trombosis en las piernas, por compresión de venas pélvicas dificultando la circulación de retorno de las piernas. Hemorragias abundantes. Malignización del mioma, suele ocurrir en un 0,5 % de los miomas. Prevención de los miomas Los miomas no se pueden prevenir debido a que no se sabe con exactitud la causa . Se pueden hacer unas recomendaciones como son las revisiones ordinarias con el ginecólogo, controlar el peso y llevar una dieta saludable junto con la práctica regular de ejercicio físico. Especialidades a las que pertenece La especialidad médica que trata los miomas es Ginecología y Obstetricia. Preguntas frecuentes ¿Cuál es el tamaño de un mioma uterino? Los miomas varían en tamaño, siendo los más pequeños de hasta 2 cm. y los grandes a partir de 6 cm . ¿Cuál es la diferencia entre un mioma y un fibroma? Es lo mismo un mioma que un fibroma. También se pueden llamar leiomiomas . ¿Qué son miomas tipo 4? Los miomas tipo 4 son miomas que ocupan un 50% del volumen del interior del útero .   ¿Qué es un mioma en el endometrio? Un mioma en el endometrio es aquel que crece hacia la cavidad uterina, es decir, hacia la mucosa que recubre la pared del útero . ¿Cuándo una mujer tiene miomas puede quedar embarazada? Los miomas son compatibles con el embarazo, pero, en ocasiones, pueden aparecer complicaciones durante la gestación (abortos, partos prematuros o alteración en el desarrollo fetal), en el parto (hemorragias, mala presentación del feto o dificultad en las contracciones), y en el postparto (hemorragias).
Vaginosis Bacteriana
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Vaginosis Bacteriana

¿Qué es la vaginosis bacteriana? La vaginosis bacteriana es una infección vaginal por una bacteria , se produce por el desequilibrio entre la diferente flora bacteriana de la vagina, en la cual se produce un descenso de los lactobacilos y un aumento de la gardnerella (bacilo de la región genital). Es la infección bacteriana más frecuente entre los 14 y 40 años, y es una enfermedad leve. Tipos de vaginosis Los tipos de vaginosis serán diferentes según el germen que lo produce, así tenemos: Vaginosis bacteriana : se produce por el germen conocido como Gardnerella vaginalis. Vaginitis candidiasica o candidiasis vaginal : se debe a la infección por hongo Candida albicans , produce un flujo blanco y espeso. Vaginitis tricomoniasis : se produce por el protozoo Trichomona vaginalis. Vaginitis por clamidia : producida por la Chlamydia trachomatis Causas de la vaginosis bacteriana La causa de la vaginosis bacteriana es la infección por parte de la Gardnerella vaginalis. Síntomas de vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana en la mayoría de los casos es asintomática , o presenta síntomas muy leves. Cuando aparecen síntomas, estos son, la presencia de flujo delgado y abundante con olor a pescado , de un color que puede ser blancuzco, gris apagado o incluso verdoso, las pacientes también pueden presentar ciertas molestias como ardor al orinar o ligero picor, en algunos casos poco frecuentes puede dar dolor suprapúbico. Tratamiento para la vaginosis bacteriana El tratamiento de la vaginosis bacteriana va a ser tratamiento antibiótico , que puede ser de uso oral, en forma de óvulos vaginales, o geles. Los antibióticos que se suelen usar son el Metronidazol o Clindamicina . Pruebas complementarias del tratamiento de vaginosis bacteriana La prueba complementaria será un exudado vaginal , aunque también se puede encontrar mediante citología en aquellas personas que no presentan sintomatología y por tanto no consultan por este problema. Factores desencadenantes de la vaginosis bacteriana No se conocen las causas que desencadenan las vaginosis bacterianas, si bien se conoce que las personas con relaciones sexuales con múltiples parejas pueden sufrir esta infección. No se encuentran casos de vaginosis bacteriana en personas que no tienen relaciones sexuales. Factores de riesgo de la vaginosis bacteriana Son factores de riesgo las duchas vaginales, el uso de productos de higiene femenina muy perfumados o que puedan ser irritantes, y el uso de ropa ajustada y que no transpire. Complicaciones de la vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana es una infección local que no presenta complicaciones. Prevención de la vaginosis bacteriana Evitar las duchas vaginales. Evitar el uso de jabones abrasivos. Usar preservativo para evitar contagios. Ropa interior de algodón. Especialidades a las que pertenece la vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana será tratada en primer lugar por el médico de familia, solo en casos que sean recidivantes puede ser necesario el tratamiento por parte del ginecólogo. Preguntas frecuentes ¿Qué es la candidiasis bacteriana? No existe la candidiasis bacteriana. La candidiasis es un infección producida por un hongo conocido como Cándida albicans , que, al reproducirse por alteraciones locales en mayor cuantía de lo normal, da lugar a una infección que se caracteriza por picor intenso , asociado a producción de flujo blanquecino y espeso. Las bacterias son un tipo de células diferentes que producen otras infecciones como la vaginosis bacteriana. ¿Qué es la vulvovaginitis? La vulvovaginitis es la inflamación tanto de la vulva como de la vagina, la paciente presenta síntomas internos de molestias vaginales, asociados a picor externo y, en muchos casos, ardor al orinar, ya que el paso de la orina da lugar a un irritación local de la vulva. Precisará tratamiento interno de la vagina y externo de la vulva para mejorar los síntomas. Puede ser producida por bacterias y hongos. ¿Hay algún remedio casero para aligerar los síntomas de la vaginosis bacteriana? Para tratar la vaginosis bacteriana son necesarias medidas que cambien el PH vaginal, haciéndolo más ácido. Así, al añadir vinagre de manzana al agua de lavarse puede ser eficaz, el consumo y aplicación de yogur natural puede ser otro  tratamiento, añadir al agua de lavarse el aceite del árbol de té puede ser también cambiar el PH vaginal, impidiendo las infecciones de repetición. Evitar el uso exagerado de productos de higiene femenina que pueden ser irritantes y cambiar el PH por sí mismo. ¿Qué es la enfermedad Gardnerella? La Gardnerella es una bacteria conocida como Gardnerella vaginalis , que produce una infección en la vagina conocida como vaginosis bacteriana, que se debe a una alteración de la flora vaginal donde disminuyen los Lactobacillus y prolifera la Gardnerella , es la principal causa de alteración vaginal aunque hasta el 50 de las personas que la presentan no tiene síntomas. ¿Qué es una célula clave? La célula clave es una célula pavimentosa de la vagina, que se encuentra rodeada de bacterias, en general Gardenella vaginaleis , las baterias se hayan pegadas a la pared celular y son típicas de la infección por esta bacteria.