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Ginecología y Obstetricia

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Sobre la Menstruación
Artículo especializado

Sobre la Menstruación

Sucede cada mes a todas las mujeres en su vida fértil, convivimos con ellas muchos años, pero en algunos aspectos es una gran desconocida. Aclaramos algunos conceptos…. La menstruación o regla es el sangrado que se produce por vía vaginal periódicamente cuando ha transcurrido un ciclo en el que no ha habido embarazo. El ciclo menstrual tiene una duración variable, siendo el más frecuente el de un mes lunar, que corresponde a 28 días. Pero son perfectamente normales los ciclos de 25 a 35 días, y también los irregulares que tienen distinta duración según el mes dentro de este rango. El ciclo se divide en dos fases: Primera fase de ciclo: desde que viene la regla hasta la ovulación. Segunda fase de ciclo : desde la ovulación hasta la siguiente regla. Ovulación La ovulación es el acontecimiento que tiene lugar en el ovario cuando un óvulo que ha ido madurando en el interior de una bolsita de líquido dentro del ovario es liberado para que pueda ser captado por la trompa de Falopio, que lo conducirá en dirección al útero . Y, en el caso de que se produzcan relaciones sexuales sin protección, los espermatozoides fertilizarán al óvulo en el interior de la trompa y el ya constituido embrión (desde el momento en que el óvulo ha sido fertilizado) seguirá su camino por el resto de la trompa hasta el interior del útero.  Sin fecundación, el óvulo simplemente desaparece en pocos días de forma imperceptible. Ciclo El proceso de maduración del óvulo tiene una duración variable de mujer a mujer, siendo el periodo medio de 14 días , pero puede ser de inferior o superior duración. En cambio, desde la ovulación a la siguiente regla sí que pasan aproximadamente 14 días en todas las mujeres. Cuando hablamos de primer día de ciclo es el día que viene la regla. Así pues, en ciclos de 28 días la ovulación se produce justo a la mitad, el día 14, pero si una mujer suele tener ciclos de 25 días es que ovula sobre el día 11 y, por el contrario, si tiene ciclos de 35 días es que ovula sobre el día 21 de su ciclo. Esto es importante tenerlo en cuenta para calcular los días fértiles de una mujer. La duración del ciclo menstrual se cuenta desde el primer día de una regla hasta el primer día de la siguiente. Días fértiles Si hablamos de días fértiles, que pueden variar de unas parejas a otras, engloban dos o tres días antes hasta dos o tres días después de esa fecha . De relaciones mantenidas dos días antes de la ovulación pueden permanecer activos espermatozoides esperando la llegada del óvulo. Y posteriormente ocurre lo mismo, pues el óvulo que ya ha empezado su camino a través de la trompa de Falopio puede mantenerse en buenas condiciones para ser fertilizado varios días después de la ovulación. Por tanto, los días fértiles de una mujer son cuatro o cinco centrados alrededor del día de la ovulación, pero pueden llegar a ser hasta de una semana o más en parejas muy fértiles. Síntomas El momento de la ovulación puede ser percibido por muchas mujeres. Pueden notar cierto dolor o incomodidad en la pelvis , y las características del flujo vaginal cambian, volviéndose en esos días más transparente y filante (se puede estirar como una goma). Algunas mujeres pueden tener una pequeña mancha de sangre también en ese momento. En el endometrio desde el inicio del ciclo hasta el momento de la ovulación empieza a crecer un tejido acolchado y algodonoso que va madurando hasta el momento de la ovulación, que es cuando tendrá sus máximas cualidades. Su finalidad es nutrir al embrión si en ese ciclo se ha producido la fecundación y alimentarlo hasta que desarrolle su propia placenta . Sin fecundación, ese tejido inicia un proceso de “degeneración” durante toda la segunda fase del ciclo que culmina con la expulsión de ese tejido en forma de sangrado menstrual. Al perder todo su recubrimiento interno el útero sus paredes quedan completamente peladas, por lo que hasta que crece una nueva “piel” se producen cuatro o cinco días de sangrado. Cuando se ha producido la ovulación el endometrio sintetiza unas sustancias llamadas prostaglandinas durante toda la segunda fase del ciclo, que cuando se liberan durante la regla provocan contracciones uterinas que son las responsables del dolor menstrual que muchas mujeres sienten, y motivo por el cual cuando inhibimos la ovulación con los anticonceptivos estos dolores mejoran o desaparecen, pues al no haber ovulación no se sintetizan las prostaglandinas. ¿Menstruación sin ovulación? Sí, también puede haber menstruación sin ovulación. El endometrio crece, crece, crece… y sin los cambios hormonales propios de la ovulación también llega un momento en que se derrumba. Estos ciclos anovulatorios son propios de los primeros años de regla durante la adolescencia, o de los últimos años cercanos a la menopausia, y también pueden darse con mayor o menor frecuencia durante toda la edad fértil de la mujer. Estos ciclos se caracterizan por ser más largos, irregulares e indoloros pues, como hemos comentado, sin ovulación habitualmente no hay dolor.
Disfunción Sexual Femenina
Artículo especializado

Disfunción Sexual Femenina

Las disfunciones sexuales son problemas en la respuesta sexual humana que impiden una realización erótica plena, y afectan no sólo a la relación de pareja sino también a la salud integral y a la autoestima de la persona. Dichos problemas tienen que ver con cuatro áreas fundamentales : el deseo, la excitación, el orgasmo y el dolor. Nacemos sexuados por naturaleza. Desde los primeros días de vida aprendemos a descubrir nuestro cuerpo, construyendo nuestro propio concepto de sexualidad a lo largo de todo el ciclo vital.  La sexualidad, por tanto, evoluciona. Es posible modificar lo que no está funcionando y convertirlo en lo que debería ser : una fuente de placer y bienestar personal y relacional. Sin embargo, lo que debería ser es a veces nuestra mayor pesadilla. Y es que los problemas relacionados con la sexualidad son muy habituales . Se calcula que alrededor de un 40% de las mujeres los tienen, y un 12% de ellas experimenta un auténtico malestar. Es importante señalar que muchas mujeres tienen normalizado el dolor durante las relaciones sexuales, motivo por el que no siempre llegan a consultar profesionalmente.  No obstante, existen amplias posibilidades de solución. Veamos, primero, los principales diagnósticos: Problemas del deseo sexual Deseo sexual hipoactivo Es la disminución (o ausencia) de pensamientos eróticos y deseos de sexualidad. También puede reducirse la excitación durante la relación sexual. Es importante considerar que lo que se considera “normal” y “anormal” está muy marcado por variables personales . Entre los factores que pueden afectar al deseo encontramos: Factores asociados con la pareja (discusiones constantes, falta de comunicación…) o de relación con otras personas. Estrés. Factores individuales: problemas con la auto-imagen corporal, experiencia traumática previa, existencia de algún otro trastorno psicológico, etc. Educación afectiva y sexual deficitaria. Creencias religiosas o culturales estrictas y contexto social Factores médicos o efecto secundario de alguna medicación. Aversión al sexo Es la aversión extrema y con tendencia evitar todos o casi todos los contactos sexuales genitales. Lo que caracteriza esta problemática es el elevado nivel de ansiedad y pánico que genera, bloqueando incluso la posibilidad de tener una pareja por miedo a las relaciones íntimas. Pueden incluso rechazarse los propios genitales. Entre las causas posibles para esta disfunción encontramos: Educación afectiva y sexual severa y deficitaria. Pocas habilidades relacionales o timidez extrema. Episodio sexual traumático previo: Por una relación de abuso o también por intentar mantener una relación sexual y que no saliera bien debido a un exceso de ansiedad, instaurándose así el miedo a repetirla. Presión sexual por parte de la pareja para tener relaciones sexuales. Confusión o indefinición de la persona en referencia al género o identidad sexual. Es importante señalar que lo que mantiene esta problemática es el miedo.  La persona tiende a evitar cualquier relación sexual, generándose así aún más aversión. Cuanto más se evita más grande es el miedo. Problemas de excitación sexual La falta de excitación sexual en la mujer Una vez iniciada la interacción sexual no se producen los cambios fisiológicos ocurridos típicamente en la fase de excitación sexual (lubricación, tumefacción vaginal, tensión muscular, alteraciones respiratorias…) ni sensaciones subjetivas de excitación . Sería el análogo femenino de la disfunción eréctil en el hombre. Habitualmente esta dificultad sexual se asocia a problemas en el deseo y también a problemas del orgasmo. Entre las principales causas destacan: Vergüenza a mostrarse excitada por motivos culturales. Desconocimiento sobre el propio funcionamiento sexual o pareja que únicamente busca su autogratificación. Causas hormonales tras el parto o la menopausia. Problemas del orgasmo Anorgasmia Es la ausencia o retraso del orgasmo después de una fase de excitación sexual normal. El orgasmo es erróneamente entendido como el objetivo de la relación sexual, en vez de como la consecuencia, por lo que dejan de atenderse las sensaciones de gozo.  La ansiedad que produce el no llegar al orgasmo, aún lo aleja más. Cabe decir que entre las mujeres existe una amplia variabilidad entre el tipo y la intensidad de la estimulación que desencadena el orgasmo. Entre las causas encontraríamos: Creencias negativas sobre la sexualidad, tabúes y sentimiento de culpa asociado. Falta de información o información errónea. Baja autoestima y asertividad (no saber comunicar las propias necesidades). Exceso de control : Pudor a dejarse llevar ante alguien. Episodio traumático relacionado con la sexualidad. Falta de habilidades sociales . Crisis en la pareja. Estar demasiado expectante a si el orgasmo se produce o no. Problemas de dolor Vaginismo Es la aparición recurrente de espasmos involuntarios de la musculatura del tercio externo de la vagina que ocurre durante el coito. Se produce una oclusión de la abertura vaginal en el que la entrada del pene se hace imposible o muy dolorosa. Puede llegar a requerir anestesia para exploraciones médicas vaginales. Esta problemática puede darse con o sin juego sexual, es decir, en algunas pacientes existe masturbación y sexo oral sin problemas, haciendo que la vida sexual sea gratificante a todos los niveles salvo en la penetración, o puede que la persona evite cualquier tipo de juego erótico para que no se precipite el coito. Hay diversos niveles de gravedad (en los casos más leves es posible la introducción de un tampón o un dedo y en casos más graves se puede generar una gran aversión al sexo). La tensión con la que se plantean las relaciones sexuales tiende a bloquear aún más, ya que la tensión muscular es un reflejo de la tensión mental. Entre las causas que lo generan encontramos: Rigidez (falta de flexibilidad) a nivel psicológico que se manifiesta también a nivel sexual. Temores e inseguridades : miedo a sentir dolor, miedo a lo desconocido (por experiencias sexuales dolorosas previas), al embarazo, a no estar a la altura, al rechazo, al compromiso, etc. Problemas de pareja . Experiencias traumáticas previas. Creencias represivas y educación sexual inadecuada . Falta de lubricación o estimulación efectiva. Cambios hormonales, menopausia, partos difíciles , ciertos medicamentos y otras causas médicas. Dispareunia Es un dolor genital persistente asociado con la relación sexual. Puede ser de origen psicológico o de origen físico (por alteraciones físicas o musculares, p.ej. una contractura en la musculatura vaginal). Las causas que la producen son las mismas que en el vaginismo.    ¿Qué hacer? Recomendaciones para mejorar tu salud sexual: Crea un momento y un espacio propicio para la relación sexual. Ábrete a la experimentación. Amplía información. Conoce tus genitales y los de tu pareja y cómo funcionan. Desactiva tabús y falsos mitos. Trabaja tus creencias sobre la sexualidad y lo que implica. ¿Por qué el sexo es para ti una experiencia negativa? Aprende a comunicar lo que necesitas y expresa lo que sientes. Potencia lo sensorial: masajes eróticos, sexualidad lúdica, etc. Mejora aspectos de tu relación de pareja que puedan estar interfiriendo. Compartid tiempo juntos de calidad. Practica ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico. Tus relaciones también mejorarán. Deja de hacer lo que no funciona. Habitualmente buscamos deliberadamente sensaciones o reacciones que por naturaleza son espontáneas. Haz algo diferente. ¿Y si no funciona? Busca ayuda profesional. Antes de iniciar un tratamiento psicológico es importante descartar cualquier causa física que pueda estar produciendo o interfiriendo en la disfunción, por lo que se recomienda una valoración médica previa por un especialista. El tratamiento psicológico opera en varios niveles: no solamente a través de protocolos de actuación estructurados, sino también analizando procesos psicológicos más profundos que interfieren en el concepto de sexualidad, del amor, las necesidades, etc. que se basan no sólo en factores biológicos sino también sociales. Es importante remarcar que los psicoterapeutas sexuales también colaboran con otros especialistas como fisioterapeutas del suelo pélvico para optimizar resultados.
¿En Qué Consiste la Inseminación Artificial?
Artículo especializado

¿En Qué Consiste la Inseminación Artificial?

Con los cambios de vida actuales en nuestro medio cada vez es más frecuente acceder a la maternidad a más edad, los factores ambientales de estrés, sobrepeso, hábitos tóxicos que influyen de manera negativa sobre la fertilidad, los nuevos modelos de familia: madres solas, parejas de mujeres… y los avances a nivel de conocimiento y tecnología para dar solución a más problemas de esterilidad hacen que cada vez haya más demanda de tratamientos de reproducción asistida. Un poco de historia… En 1978 nació el primer “ bebé probeta” de la historia, una niña sana que fue concebida en un laboratorio por primera vez, llenando portadas de revistas y periódicos. En estos 40 años los tratamientos han evolucionado desde todos los puntos de vista: medicaciones mucho más precisas y con menos efectos secundarios, mejores conocimientos de la biología y la genética , técnicas de laboratorio más eficientes, materiales de laboratorio más modernos. Todo ello ha permitido dejar embarazadas a pacientes que por su problema en concreto no lo hubiesen conseguido años atrás. Podemos tener mejores resultados sin correr tantos riesgos, se ha reducido en mucho la tasa de gestaciones múltiples y de efectos secundarios graves. Se pueden quedar embarazadas muchas mujeres de edad avanzada o con menopausia precoz gracias a los programas de donación de óvulos , mujeres solas o parejas femeninas con banco de semen … Las posibilidades son muchas, excepto la gestación subrogada (o “vientre de alquiler”), que en nuestro país es ilegal, el resto se puede realizar aquí con garantías y con un nivel de calidad altísimo, tanto de los profesionales como de los laboratorios, que hace que incluso personas de otros países de Europa vengan a hacerse su tratamiento de reproducción en España. Tratamientos de fertilidad Los tratamientos de fertilidad son múltiples, y será el profesional especialista quien decida, en función de los resultados de las pruebas realizadas en cada caso, el más adecuado. De más sencillo a más sofisticado, podemos distinguir tres distintos: inducción de la ovulación, Inseminación artificial y Fertilización in vitro. Inducción de la ovulación: es el tratamiento más sencillo, para casos muy concretos de parejas en los que la mujer presenta ciclos irregulares o amenorrea (no tiene la regla) y el varón presenta un seminograma normal. En estos casos, se puede administrar un tratamiento oral durante cinco días para forzar una ovulación cinco días más tarde y programar relaciones sexuales ese día, con una tasa de éxitos bastante mediocre pero útil en casos muy seleccionados. O un tratamiento más selectivo, que se administra inyectado subcutáneo para forzar el crecimiento y maduración de un óvulo que se va observando cada dos o tres días ecográficamente y cuando está en su momento óptimo se administra una medicación distinta que lo hará ovular con precisión en unas 36 horas, momento en que la pareja debe tener relaciones. Y para asegurar mejores resultados se reforzará las siguientes semanas con progesterona natural para mantener el embarazo si este se produce. Inseminación artificial: se puede realizar con semen de la pareja o con semen de donante. Se recurrirá a semen de donante cuando no hay pareja o no hay pareja masculina o cuando haya un resultado de azoospermia (ausencia de espermatozoides) en el resultado del seminograma de la pareja o que sea portador de alguna alteración genética que haga desaconsejable el embarazo. Con semen de la pareja está indicado en casos de alteraciones leves del seminograma, en esterilidad de causa desconocida y en casos de alteraciones del cuello del útero que dificulten el ascenso de los espermatozoides. En ambos casos el tratamiento es el mismo:  se administra diariamente un tratamiento por vía subcutánea para conseguir una estimulación suave de los ovarios y obtener uno o dos óvulos. Se va monitorizando ecográficamente su crecimiento y cuando están maduros se administra otra medicación para darles el último empujón como hemos descrito en el caso de la inducción de la ovulación y, a las 36 horas, se prepara una muestra de semen de la pareja o de banco y se purifica aislando los espermatozoides más sanos y rápidos del resto de componentes del semen y se deposita en el interior del útero con una cánula, acercándolos así a las trompas donde se producirá la fecundación de forma natural. El tratamiento hasta la inseminación dura 10-15 días. Reforzaremos igualmente la progesterona durante las primeras semanas. Fertilización in vitro: es el procedimiento más sofisticado , y se indica cuando ha habido fracasos con otros tratamientos, en casos de alteraciones severas del seminograma y cuando hay alteraciones de las trompas y en esterilidad de origen desconocido. Incluye distintas etapas: Estimulación ovárica: se trata de hacer un tratamiento similar al de estimulación de la ovulación de la inseminación in vitro, pero con la pretensión de conseguir el máximo de óvulos posibles. Punción folicular : cuando los óvulos están están maduros, bajo sedación, en quirófano, se realiza una punción ecoguiada por vía vaginal y se obtienen múltiples óvulos. Es una intervención ambulatoria sencilla. Fecundación en el laboratorio : los óvulos obtenidos se unen a una muestra seleccionada y preparada de semen para ser fecundados igual que lo harían en las trompas. En casos especiales en que no haya apenas disponibilidad de espermatozoides se puede realizar una técnica llamada ICSI en la que en el laboratorio se inyecta un espermatozoide al óvulo para fecundarlo. Cultivo embrionario en el laboratorio: los embriones conseguidos se mantienen en el laboratorio en unas condiciones muy sofisticadas de medio, temperatura, pH… y se van observando diariamente y supervisando su crecimiento.  A medida que crecen se van dividiendo, y según su forma y su manera de dividirse el biólogo informa de la calidad de cada uno de ellos. Transferencia del o los embriones: a los dos, tres o cinco días se escogen los embriones mejores y se depositan con una cánula muy fina en el fondo del útero. Criopreservación o congelación de los embriones sobrantes : si han quedado embriones se congelan para transferir en ciclos posteriores si no hay éxito o para un nuevo embarazo. Así pues, hay muchas opciones y actualmente se puede decir que casi cada caso tiene su solución.
Hirtusismo o Cuando el Vello es Excesivo
Artículo especializado

Hirtusismo o Cuando el Vello es Excesivo

El vello excesivo no deseado se denomina hirsutismo. Suele traducir un exceso de hormonas masculinas o andrógenos (hiperandrogenismo), y puede tener diferentes causas. Como las fuentes de andrógenos en la mujer dependen de dos órganos, los ovarios y las glándulas suprarrenales (que están encima de los riñones), el hiperandrogenismo obedecerá a alteraciones en alguno de ellos, o a la acción de sustancias externas con actividad androgénica, como algunos medicamentos. El hirsutismo no es la única manifestación del hiperandrogenismo, sino que suele formar parte del llamado síndrome SAHA (seborrea, acné, hirsutismo y alopecia). Posibles causas Síndrome de ovario poliquístico. Es la causa más frecuente del hirsutismo en nuestro medio y se debe a un desequilibrio de las hormonas sexuales que suele dar irregularidades menstruales (reglas que vienen cada 30-35 días), incluso interrumpiendo la regla (amenorrea), obesidad, esterilidad y, en ocasiones, quistes en los ovarios. Actualmente se diagnostica mediante analíticas en sangre y ecografía de los ovarios, aunque la visualización de los quistes no es totalmente necesaria para su diagnóstico, ya que pueden no estar presentes en todos los días del ciclo menstrual. En general, las mujeres con ovarios poliquísticos son obesas , y suelen tener cabello más débil, graso y fino (alopecia y seborrea), además de presentar hirsutismo que predomina en los antebrazos y las patillas, aunque puede afectar a cualquier área del cuerpo. Es importante detectar el síndrome del ovario poliquístico, no sólo por su relevancia estética, sino porque estas mujeres pueden tener una mayor propensión a la diabetes y la enfermedad cardiovascular. Su tratamiento suele incluir la medicación con ciertos a nticonceptivos (las mismas pastillas que se usan para evitar un embarazo) con actividad antiandrogénica, como la ciproterona o el norgestimato. Se debe prestar atención a la dieta, evitando grasas y azúcares, ya que contribuyen a la obesidad. Síndrome de Cushing . Está causado por un exceso de cortisol . Puede deberse a que las glándulas suprarrenales producen demasiada cantidad, o como consecuencia de tomar medicamentos, como la prednisona (corticoides). Debe diagnosticarse mediante analíticas en sangre y otras pruebas, incluyendo una prueba de imagen (TAC o resonancia magnética) para visualizar las glándulas suprarrenales. El tratamiento requiere de la colaboración de un especialista en medicina interna o un endocrinólogo. Hiperplasia suprarrenal congénita . En este trastorno genético las glándulas suprarrenales producen demasiadas hormonas como el cortisol y los andrógenos. Es relativamente frecuente en la población mediterránea. En ciertos casos, puede ser responsable de amenorrea y esterilidad. En general los ciclos menstruales son cortos (reglas cada 20-25 días). Debe ser tratado por un endocrinólogo. Tumores. Rara vez, un tumor que produce hormonas masculinas en los ovarios o en las glándulas suprarrenales puede causar hirsutismo. Es el caso de los tumores de la granulosa ovárica o los adenomas de la glándula suprarrenal. Deben ser estudiados y muchas veces tratados con cirugía. Medicamentos . Algunos medicamentos pueden causar hirsutismo. Entre estos se incluyen el danazol, para el tratamiento de la endometriosis, los corticoesteroides sistémicos y algunos antidepresivos. Incluso algunos medicamentos tópicos (en cremas o lociones) como minoxidil pueden estimular el crecimiento del pelo no deseado. En ocasiones, el hirsutismo puede presentarse sin ninguna causa identificable. Esto sucede con mayor frecuencia en ciertas poblaciones, como las mujeres de ascendencia mediterránea o asiática. ¿Cómo se trata? El primer paso para el tratamiento del hirsutismo es un buen diagnóstico y tratamiento correcto de la causa subyacente. Una vez cumplida esta premisa, el vello no deseado puede eliminarse con varias opciones: Métodos depilatorios clásicos : incluyen la depilación con cera, el rasurado o la decoloración. Electrodepilación o electrólisis : es la eliminación del pelo con depilación eléctrica, muy laboriosa y no exenta de dolor y cicatrices. Aunque todavía se practica en algunos centros de estética, ha sido prácticamente sustituida por la depilación láser Láser y luz pulsada : se considera que los láseres de diodo o de alejandrita son superiores a los sistemas de luz pulsada intensa (IPL). En todos ellos, es ideal cuando hay un buen contraste de color entre el pelo y la piel (piel muy clara y pelo muy oscuro). En pieles morenas, el mejor dispositivo es el alejandrita . Es importante no tratar el vello fino, sino el pelo terminal, ya que se ha descrito que los láseres pueden estimular el crecimiento y el grosor del vello para convertirlo en pelo más grueso. Asimismo, hay que tener en cuenta que el láser no es eficaz para el pelo blanco, y que es preferible tratarlo con depilación eléctrica. De cualquier manera, siempre es preferible que los aparatos de láser e IPL sean manejados por personal sanitario, que tiene la preparación y la titulación necesaria para ello. Estos tratamientos no están exentos de efectos adversos, como quemaduras y cambios de la pigmentación en las zonas tratadas (sobre todo decoloración de la piel). Eflornitina : es una sustancia química que, aplicada sobre las zonas pilosas, disminuye el crecimiento del pelo. Tiene como inconveniente que es muy irritante.
Infertilidad: Causas, Pruebas y Tratamientos
Artículo especializado

Infertilidad: Causas, Pruebas y Tratamientos

En nuestro medio cada vez se está posponiendo más la edad en la que nos planteamos los embarazos. También nos encontramos con que el ritmo de vida actual favorece situaciones de estrés, hábitos tóxicos, sobrepeso, obesidad … que habitualmente juegan en contra de la fertilidad. Todos estos factores y el hecho de que cada vez tenemos más recursos para ofrecer soluciones hace que más parejas consulten por temas de infertilidad y esterilidad. ¿Fértil o estéril? Suele haber confusión con estos dos términos, que se usan por igual pero los médicos hacemos diferencia entre ellos: se califica como infértil a una pareja que no consigue llevar a término los embarazos y presenta abortos de repetición, y estéril a la pareja que no consigue embarazos en un plazo medio de 12 meses sin tener ninguna precaución anticonceptiva. Ambos pueden ser primarios si nunca ha habido un embarazo a término previo, o secundarios cuando esto ocurre después de haber tenido un hijo. ¿Cuándo consultar? La tasa de embarazos espontáneos en parejas que no tienen ningún problema de fertilidad es de media uno de cada cuatro ciclos que, en realidad, no es mucho, por este motivo se aconseja intentarlo durante un año antes de consultar al especialista, ya que tras este periodo el 85% de las parejas habrán conseguido gestación. El 15% restante quizás tengan algún factor que se lo dificulte y eso es lo que las pruebas que se realizarán intentarán descubrir. ¿En qué consiste el estudio? El estudio ha de ser de ambos miembros de la pareja ya que las causas pueden ser diversas y tanto de origen masculino, como femenino o mixto. El especialista valorará en la visita a través del interrogatorio y la historia clínica si existe algún factor ambiental que pueda estar incidiendo en la pareja, que la frecuencia de las relaciones sexuales sea suficiente, si hay algún antecedente de salud que pueda tener alguna repercusión en la esperada fertilidad y con la información de los ciclos menstruales y edad de la mujer si a priori hay que sospechar algún problema ovárico. A la mujer se le realizará una exploración ginecológica y ecografía transvaginal para valorar útero y ovarios. Después se solicitará una analítica a ambos miembros de la pareja para valorar su estado de salud, serologías de enfermedades infecciosas, y un estudio de sus cromosomas , llamado cariotipo, que confirme que no hay ninguna alteración cromosómica responsable de la esterilidad o infertilidad, y a la mujer un estudio hormonal que nos dará la información de qué pronóstico tienen los ovarios en cuanto a su capacidad de ovulación y qué respuesta podemos esperar en caso de iniciar un tratamiento de reproducción. Al varón le solicitaremos un análisis del semen , o seminograma, que nos informará sobre la concentración, morfología, motilidad y vitalidad de los espermatozoides. La siguiente prueba básica a realizar una vez hemos confirmado que hay óvulos y espermatozoides competentes es comprobar que el camino que han de recorrer está despejado y pueden encontrarse. Para ello se practican unas pruebas de imagen para ver la cavidad uterina y las trompas con un líquido de contraste simulando el trayecto que tienen que hacer espermatozoides y óvulos. Estas pruebas se llaman histerosalpingografía, la prueba clásica, que se realiza con un contraste radiológico y múltiples radiografías o histerosalpingosonografía, más moderna e inocua que utiliza un gel espumoso y ecografía transvaginal. En parejas infértiles, que han presentado dos o más abortos, a la mujer se le pedirá un estudio especial de factores específicos de la coagulación llamado estudio de trombofilia , pues algunas alteraciones a este nivel pueden ser responsables de fallos en la implantación de la placenta y provocar abortos. Estas pruebas básicas pueden detectar un problema al que se planteará el tratamiento oportuno, pero habrá un porcentaje, que se calcula de alrededor de un 20%, en las que no encontraremos ninguna patología, y son las que llamamos esterilidad de causa desconocida, que no significa que no haya causa, sino que las pruebas que actualmente tenemos no son capaces de diagnosticarlas. Tras el estudio básico… Después del estudio básico y en función del resultado de las pruebas podemos realizar otras más específicas o pasar directamente a un tratamiento de reproducción asistida. Como pruebas diagnósticas más específicas en algunos casos puede ser necesario realizar: Una histeroscopia , que es una técnica endoscópica que se realiza por vía vaginal para valorar el interior del útero y descartar malformaciones uterinas, tabiques, pólipos o miomas. O una laparoscopia en casos de sospecha de endometriosis o patología de los ovarios. Al varón también se le puede ampliar el estudio con un test de recuperación espermática o test de REM, que consiste en una selección de los espermatozoides más móviles y más rápidos para evaluar su calidad con un estudio de fragmentación del ADN espermático o un FISH. O un cultivo del semen si se sospechan cuadros infecciosos. O ecografía en casos de sospecha de patología testicular o prostática. Tratamientos Una vez interpretados los resultados, el especialista planteará el tratamiento más adecuado en cada caso. Simplificando mucho son dos: la inseminación artificial y la fertilización in vitro. La inseminación artificial consiste en planificar un ciclo ovárico con una medicación que nos mejorará la calidad del óvulo (a veces con ciclo espontáneo sin medicación) y el momento exacto de la ovulación recogemos una muestra de semen que se prepara en el laboratorio para potenciar los espermatozoides más rápidos y sanos y depositarlos con una cánula en el interior del útero para dejar menos pasos al azar y asegurarnos que se encuentran en el momento óptimo. La fertilización in vitro consiste en administrar una medicación durante la primera fase de un ciclo para obtener cuantos más óvulos mejor. Madurarlos y controlarlos ecográficamente mientras crecen, y en el momento en que están a punto de ovular extraerlos (se realiza una punción de los ovarios por vía vaginal mientras la mujer está sedada). En el laboratorio se unen a una muestra seleccionada de espermatozoides y se obtienen los embriones, de los cuales se seleccionarán los mejores y se depositarán cuidadosamente también mediante una cánula en el interior del útero al tercer o quinto día, o bien se congelarán para uso posterior. Todo este peregrinaje por las distintas consultas, pruebas y tratamientos tiene un importante desgaste para la pareja, pero por suerte cada vez más contamos con conocimientos y tecnología que nos hace cumplir el sueño de la gran mayoría de estas parejas… ¡ser padres!
Fases del Embarazo
Artículo especializado

Fases del Embarazo

Hablar sobre el embarazo da para escribir un libro. Aunque es muy difícil resumir todo lo que sucede en este momento vital, casi mágico, que da como resultado una nueva vida, hemos sintetizado en este artículo lo más importante en cuanto a cambios maternos, fetales y las principales pruebas que realizamos a lo largo de la gestación. Nueve meses El embarazo tiene una duración de unos nueve meses . Como la fecha de la concepción no siempre es conocida, los obstetras lo calculamos en semanas, que es más preciso, y contabilizamos 40 semanas desde la fecha de la última regla (que serían unas 38 semanas desde la fecha aproximada de concepción, que es dos semanas más tarde de la última regla en una mujer con ciclos regulares de 28 días). Ese es el periodo medio en que las mujeres dan a luz, si bien son frecuentes los embarazos que se adelantan o atrasan un poquito, así que consideramos periodo normal de parto entre la semana 38 y la 42. La manera más popular de dividir ese tiempo es en trimestres . El primer trimestre abarca desde la concepción hasta la semana 13, el segundo trimestre de la 14 a la 27 y el tercero de la 28 a término. Cada una de estas etapas tiene diferentes connotaciones tanto para la madre como para el feto, y a continuación explicaremos lo más importante que les ocurre a ambos en cada uno de estos trimestres y las pruebas que realizamos para un buen control del embarazo: Primer trimestre En cuanto al feto, que hasta la semana 9 se llama embrión, es la etapa en la que se completa la formación de todos sus órganos . Desde el momento en que el óvulo es fecundado se inicia un proceso sofisticadísimo en el que el nuevo ser vivo, con una combinación única del ADN materno y paterno va tomando forma. Es el periodo más delicado, pues dependerá de que esa fusión entre los cromosomas de los progenitores sea correcta para que el embrión se desarrolle adecuadamente, y además ciertos agentes externos pueden incidir sobre ese desarrollo. Por eso el primer trimestre es el que más riesgo tiene de aborto , porque algunos de los embriones no podrán evolucionar porque algo originariamente ya no iba bien o algo ha sucedido que les impedirá seguir creciendo, y es el periodo donde se dan lugar las malformaciones fetales si algo incide en la correcta formación de un órgano. En cuanto a la gestante, frecuentemente refiere aumento de volumen y sensibilidad de las mamas, aumento de la frecuencia urinaria , sensación de peso en el vientre y pinchazos abdominales, cansancio o somnolencia y en ocasiones náuseas y vómitos. Todos estos síntomas suelen ir intensificándose hasta la semana 8-9 en que inician su remisión y la mayoría de embarazadas suelen encontrarse bien a partir de la semana 12. En cuanto a pruebas complementarias, el primer trimestre va enfocado por una parte a  identificar los embarazos de riesgo y por otra parte a diagnosticar malformaciones mayores y alteraciones cromosómicas. Para ello se solicita una analítica general para valorar el estado general de la gestante, descartar que sea portadora de enfermedades infecciosas transmisibles al feto (hepatitis, HIV…), necesidad de suplementos vitamínicos … y análisis de sangre específicamente dirigidos a valorar riesgo fetal de anomalías cromosómicas tipo Síndrome de Down. A este respecto existen dos tipos de análisis: El llamado Triple Screening , que combina edad materna, hormonas i datos ecográficos fetales que nos informará si estamos ante un embarazo con alto riesgo de Síndrome de Down que nos haga plantear otro tipo de pruebas confirmatorias. El Test Prenatal no Invasivo, que analiza ADN fetal en la sangre materna informando con precisión de más del 99% si el feto tiene o no alguna alteración cromosómica como el Síndrome de Down y otros no tan conocidos. Ecográficamente se puede realizar alguna ecografía temprana, sobre la semana 7-8 para datar exactamente el embarazo, pero la ecografía importantísima del primer trimestre se realiza a la semana 12. En esa fecha el feto ya muestra mucho de su anatomía y son visibles marcadores ecográficos que nos pueden hacer sospechar anomalías cromosómicas. Segundo trimestre El feto ya ha concluido su proceso de formación, ya tiene todos sus órganos, pero han de ir perfeccionándose y madurando. La incidencia de abortos es muchísimo menor y el efecto que pueden producir sobre el desarrollo los factores externos se minimiza. La madre durante este trimestre tiene una tregua, han cedido las molestias propias del primer trimestre, y aún no se resiente de la sobrecarga de las etapas finales del embarazo. Notará progresivamente aumento del volumen abdominal y movimientos fetales generalmente a partir de la semana 20. Las pruebas que se realizan en este trimestre son la ecografía de la semana 20, en la que se realiza un rastreo a fondo de la anatomía fetal para descartar cualquier malformación y valorar la evolución del feto y su crecimiento, que a la semana 20 pesa alrededor de 350 g, y analíticamente diagnosticar posibles alteraciones metabólicas frecuentes durante el embarazo como la diabetes gestacional, realizando con tal finalidad el test de O’Sullivan entre la semana 24 y 27. Tercer trimestre Es la etapa en la que el feto ya podría ser viable fuera del útero , durante todo este trimestre crece entre 1200 g que pesa aproximadamente a la semana 28 y los 3300 g de media que pesan al nacimiento. Su pulmón tiene que madurar para ser capaz de desarrollar su delicada función, así como su intestino, la visión… La gestante progresivamente va acusando la sobrecarga física que conlleva “convivir” con un feto que ocupa mucho volumen y provoca dolores de espalda y en las articulaciones por el incremento de peso, pinchazos en la pelvis, hinchazón en los tobillos… Desde el punto de vista médico dirigiremos las pruebas a tener todo en orden para el parto: análisis de sangre, cultivos para descartar la presencia de bacterias en el canal del parto que pudieran perjudicar al feto, seguimiento ecográfico de su crecimiento, y vacunación en algunos casos para proteger al recién nacido de algunas infecciones. Y, finalmente, el parto, ese acontecimiento esperado, deseado y temido a partes iguales, que da para escribir otro libro… y que culminará todo ese peregrinaje obsequiándonos con ¡nuestro recién nacido sano! Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Evita la Retención de Líquidos
Artículo especializado

Evita la Retención de Líquidos

¡Útimamente tengo las piernas hinchadas!, ¡mira mis tobillos…! Son frases típicas que revelan una retención de líquidos. Y es que pasar muchas horas sentadas, no beber lo suficiente, los cambios hormonales… pueden hacer retengamos más líquidos en algunas épocas y que, en consecuencia, ciertas partes del cuerpo se “hinchen”. Es un problema que, más allá de lo estético, genera incomodidad y malestar a quien lo sufre. Te explicamos cómo prevenir y aliviarla. ¿Qué es? La retención de líquidos se define como una acumulación de líquido claro en los tejidos o cavidades del cuerpo . No es una enfermedad en sí misma, sino más bien un signo de una enfermedad o situación fisiológica que la favorece. Sobre todo, se relaciona con patologías de corazón, aparato digestivo, del riñón … Esta acumulación puede aparecer en tobillos, muñecas, brazos, cuello… Cuando aparece en pies, piernas, tobillos, se caracterizan por una hinchazón típica llamada edema. No suele producir dolor ni alteraciones en la coloración de la piel. Normalmente aparece como un aumento de volumen de estas zonas del cuerpo y al apretar la zona inflamada se queda como un poco hundido, pero a los pocos minutos la zona vuelve a la normalidad, estos hundimientos se denominan fóveas . ¿Cuáles son sus causas? Una incorrecta hidratación. Una mala alimentación. Sobre todo, un consumo excesivo de sal. Pasar muchas horas de pie o sentada. No practicar ejercicio regularmente. Llevar una vida sedentaria. Cambios hormonales como el embarazo, el ciclo menstrual (la ovulación), la menopausia. El consumo de ciertos medicamentos como estrógenos, corticoides, antiinflamatorios no esteroideos, fármacos para la tensión arterial. Enfermedades derivadas de problemas de corazón, hígado, riñones , y también alteraciones en el funcionamiento del tiroides. ¿Cómo evitarla? Intenta llevar una buena alimentación sana y equilibrada. Incluye alimentos ricos en agua y electrolitos como la verdura y la fruta. Por ejemplo, son muy buenos alimentos la alcachofa, la col, el espárrago, la sandía, el pepino, la zanahoria, la lechuga. También hay alimentos con importante acción diurética, es decir, una acción que facilita la eliminación del agua del organismo: piña, alcachofa, papaya, apio, endivias, espárrago… Restringe el consumo de sal . Para que no resulten muy “sosas” las comidas y darles algo de sabor puedes probar a sustituir la sal por otro tipo de condimentos (limón, hierbas aromáticas, especias…) Controla tu peso: intenta estar en el peso adecuado y evitar la obesidad. Bebe al menos 1,5 litros de agua al día . Si lo tuyo no es beber agua, no te preocupes, puedes tomar infusiones, zumos naturales sin azúcar añadido, zumos de cítricos… Practica ejercicio de forma moderada, tratar de mantener una buena condiciona física. Con ello se activa la circulación y se evita que la sangre se estanque. Es suficiente con una buena caminata. Una hora de ejercicio moderado al día está bien. Evita estar muchas horas sentada o de pie. Si tu trabajo es “de oficina” basta con que de vez en cuando te levantes y camines un poco. También puedes masajearte las piernas o intentar moverlas, aunque sea en el sitio para reactivar la circulación. Las prendas muy ajustadas no favorecen la circulación y el retorno venoso, por eso es importante que intentes evitarlas. Es mejor usar prendas amplias que no compriman la cintura. Evita estar mucho tiempo expuesta a una fuente de calor porque éste hace que los vasos sanguíneos se dilaten haciendo que sean más porosos, favoreciendo así la salida del agua del torrente circulatorio impidiendo que los tejidos lo absorban. Intenta controlar en la medida de lo posible el consumo de azúcar. Existen fármacos que tiene acción diurética , pero pueden dañar algunos órganos del cuerpo, por eso es importante que si la retención de líquidos es muy severa lo consultes con tu medico antes de tomar ninguna medicación.
La mejor Dieta en la Menopausia
Artículo especializado

La mejor Dieta en la Menopausia

Con la llegada de la menopausia, cada mujer presenta distintos síntomas y vive esta etapa de forma diferente. En cualquier caso, podemos pasarla de la mejor manera si seguimos una serie de pautas que facilitarán, en el caso de que resulte complicada, convertirla en una etapa más llevadera . Sobre la menopausia… La menopausia se define como desaparición definitiva de la menstruación, después de 12 meses sin sangrado (amenorrea) y sin causa patológica. Cuando hablamos de menopausia, en términos médicos, hacemos mención a la última menstruación. Sin embargo, se suele confundir con el climaterio, que hace referencia a la fase o etapa de la vida en la mujer en que disminuye la función ovárica provocando un descenso de los niveles de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) y, como consecuencia, la aparición de una serie de síntomas. El climaterio suele durar como promedio entre 10-15 años y engloba distintas fases, teniendo como referencia la última menstruación o menopausia: Premenopausia (periodo que abarca los años previos a la menopausia, entre dos y siete aproximadamente). Postmenopausia (periodo que sigue a la menopausia y dura aproximadamente 10-15 años hasta llegar a la vejez). Perimenopausia (periodo delimitado a los dos años previos y dos años posteriores a la menopausia). Síntomas de la menopausia Los síntomas propios de la menopausia empiezan a aparecer con el descenso hormonal . El grado o molestia de cada uno de los síntomas puede ser vivido y descrito de distinta forma en cada mujer. Entre todos ellos destacan: la aparición de sofocos, los cambios en el estado anímico, el insomnio, la falta de energía, la afectación de la memoria y concentración, y el aumento de peso inducido por una disminución del gasto energético en reposo. Con la menopausia se produce una pérdida de la masa muscular y una redistribución de la grasa corporal, acumulándose mayoritariamente en el abdomen, siendo un factor de riesgo cardiovascular que favorece la hipertensión. El descenso estrogénico también facilita la retención de líquidos y alteraciones en la regulación o homeostasis del calcio, produciendo una pérdida de masa ósea o descalcificación, que lleva asociada un aumento del riesgo de osteoporosis. La dieta como aliado para prevenir problemas derivados de la menopausia En esta etapa, seguir unas recomendaciones dietéticas puede ser de ayuda para prevenir problemas derivados de la menopausia, además de conocer qué alimentos son los más recomendados y desaconsejados en cada situación. Para reducir factores de riesgo cardiovascular Evita el exceso de grasas saturadas (carnes grasas, charcutería, quesos grasos, yogur enriquecido con nata, productos precocinados y bollería industrial). Si se combina con ejercicio físico ayudará a frenar la acumulación de grasa, sobre todo abdominal. Aumenta el consumo de pescado y disminuye el de carne. Consume un máximo de cuatro huevos a la semana y no más de una yema diaria. Introduce alimentos integrales en tu alimentación diaria (fruta entera, verdura, cereales integrales, legumbres, arroz integral, pasta integral). Come a diario verduras u hortalizas (como plato principal o acompañamiento). Se recomienda consumir tres piezas de fruta al día y dos raciones de verduras y hortalizas , siendo preferiblemente una ración en crudo (hortalizas o ensaladas). Limita la ingesta de azúcar, sal y bebidas alcohólicas. Disminuir el riesgo de osteoporosis Se recomienda consumir un mínimo de dos raciones de productos lácteos al día por su aporte de calcio. Una ración de lácteos equivale a: un vaso de leche desnatada o semidesnatada (si tomas bebida vegetal debe ser enriquecida en calcio para poder llegar a las necesidades diarias) o dos yogures naturales o bien 80 g queso fresco 0%. Otras fuentes de calcio: los frutos secos (almendras, nueces, avellanas etc.) y las legumbres (soja, judía blanca, garbanzos, guisantes…) son también buenas fuentes. Si se tiene sobrepeso u obesidad, estos alimentos se deberán consumir en cantidades o raciones más controladas. Otras fuentes : semillas de sésamo y pipas de girasol, y pescados cuya espina también se come (especies pequeñas o enlatadas como sardinas, anchoas…) pues se acumula en los esqueletos de los animales. También destacan las almejas, berberechos y gambas, así como las verduras de hoja verde (espinacas, col rizada, berro, brócoli…). Se recomienda comer alimentos ricos en vitamina D , ya que esta vitamina liposoluble ayuda a fijar el calcio en los huesos. La vitamina D se encuentra en la fracción grasa de ciertos alimentos como en los pescados (pescado azul), caviar, cereales para el desayuno enriquecidos, yogur y huevo. La vitamina D también la sintetiza el organismo a través de los rayos ultravioletas del sol, por ello realizar actividad física de forma regular al aire libre, preferiblemente un ejercicio de impacto (andar, subir escaleras, correr…), además de favorecer la pérdida de peso, le ayudará a absorber mejor el calcio de la dieta porque su piel sintetizará vitamina D. El alcohol y el tabaco disminuyen la densidad mineral ósea y aumentan el riesgo de padecer osteoporosis. Para conciliar el sueño Deja transcurrir un tiempo entre la cena y la hora de acostarse. El margen recomendable es el que precisa el organismo para la digestión, entre hora y media y dos horas. Además, acostarse inmediatamente después de cenar facilita la subida del contenido ácido del estómago al esófago provocando reflujo, ardor, náuseas y ganas de vomitar. Este malestar no deja dormir bien o interrumpe el sueño a media noche. Evita comidas abundantes o especiadas : los principios activos que contienen las especias aumentan la temperatura corporal, por lo que cuesta más dormir. Las cenas abundantes y grasas (embutidos, quesos, salsas o frituras) causan una mayor secreción de ácido clorhídrico, lo que produce acidez de estómago , que será mayor si la cena se acompaña de alcohol y café. Consume infusiones relajantes entre las que se encuentran: tila, pasiflora, azahar, melisa, te sin teína. Evita alimentos diuréticos por la noche (espárragos, endibias, apio, cebolla, sandía, melón…) El triptófano es un aminoácido esencial (componente básico de las proteínas) necesario para la formación de melatonina y serotonina. Ambos neurotransmisores participan en el ciclo del sueño. En la dieta, el triptófano se encuentra en alimentos tan variados como: la leche, el plátano, la carne o el pescado. Una alternativa saludable es consumir un vaso de leche caliente antes de acostarse. Evitar la retención de líquidos Aumenta la cantidad de líquidos en forma de agua, caldo o infusión hasta llegar a un mínimo de 1,5 litros al día. Esta ingesta es necesaria para eliminar el exceso de líquidos acumulado y mejorar la circulación de la sangre. Las frutas más diuréticas son: la piña, la pera, el níspero, el melón, la sandía, el melocotón, la manzana, la naranja y la fresa. Las verduras más diuréticas son la cebolla, el apio, los espárragos, la alcachofa y el calabacín. Descansa con los pies en alto . Ponerse un cojín debajo del colchón a la altura de los pies favorece el retorno venoso y activa la circulación. En el momento de la ducha, realiza movimientos circulatorios con el agua fría, desde los pies a la cintura.
Qué Debo Saber Sobre la Epidural
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Qué Debo Saber Sobre la Epidural

Desde que se empezó a usar a mediados del siglo pasado la epidural ha sido el consuelo y ayuda de infinidad de mujeres durante la dilatación y el parto en el primer mundo. Es posible dar a luz sin epidural, es cierto, pero hay que reconocer que sin ella el dolor es importante, y además nos proporciona el ambiente tranquilo y cómodo para que la experiencia del parto sea más llevadera. Hay muchas opiniones controvertidas sobre su uso, y para no tener falsos prejuicios lo mejor es tener conocimiento de las cosas y poder juzgar. ¿En qué consiste? La anestesia epidural o peridural (significan la misma cosa) consiste en administrar un fármaco anestésico local en un lugar estratégico que permitirá anular la sensación de dolor en un territorio corporal. Es el espacio peridural, es decir, por fuera de una membrana llamada duramadre , que es el envoltorio que recubre los nervios de la médula espinal por el interior del canal de la columna vertebral.  Se accede a este espacio pinchando con una aguja el espacio entre dos vértebras del final de la columna (generalmente entre la tercera y la cuarta vértebras lumbares). El anestesiólogo va percibiendo durante la punción, por la resistencia que nota en los tejidos que atraviesa, cuándo llega exactamente a ese punto, justo antes de atravesar la duramadre. Es ahí donde se debe administrar el anestésico local, que se difundirá de forma suave a través de la duramadre “durmiendo” los nervios que nos transmiten la sensación de dolor desde la altura de la punción aproximadamente hasta los pies. Su efecto completo se obtendrá a los 15-20 minutos de la administración, y perdurará durante una o dos horas. Se colocará un fino catéter en este lugar a través del cual podremos ir readministrando las dosis necesarias en el caso de que el parto se alargue y se pase el efecto de la primera administración. El efecto El efecto conseguido variará según la dosis administrada. Con esta técnica, y a dosis bajas, conseguimos anular la sensación de dolor , pero no la sensibilidad ni la función motora. A dosis más altas se anula por completo la sensación de tacto y la posibilidad de mover las extremidades , consiguiendo una anestesia completa del territorio afectado, haciendo posible de este modo realizar intervenciones quirúrgicas de órganos de la pelvis (incluida, por supuesto, la cesárea o operaciones en las extremidades inferiores). No es infrecuente que tras la colocación de la anestesia epidural se produzca una leve disminución de la presión arteria l. Por este motivo, se administra previamente un cierto volumen de suero por vía endovenosa. ¿Cuándo se administra? El único requisito para poderla administrar es que el parto esté francamente establecido, y haya presencia de contracciones uterinas regulares y efectivas . No debería existir un criterio basado en los centímetros de dilatación ni mínimo ni máximo. El máximo vendría marcado por el sentido común. Si la dilatación se ha completado, y el parto está próximo y se prevé espontáneo no se indica la anestesia pues tardaría más en hacer efecto que el propio parto. Pero aún así en caso de necesidad, aunque el parto esté inminente se puede recurrir a una variante de esta técnica, llamada intradura l, que consiste en acceder al interior del espacio dural, atravesando la duramadre y administrando allí el anestésico. A diferencia de la epidural, el bloqueo sensitivo y motor es prácticamente total, aunque el anestesiólogo también puede “jugar” con la dosis. Tiene la ventaja sobre la epidural de que se consigue un efecto inmediato , y la desventaja es que no se puede dejar catéter, con lo cual sólo se elige esta opción cuando estamos seguros de resolver la intervención en un plazo de tiempo máximo de una o dos horas. Es la técnica usada a menudo en cesáreas programadas. ¿Es segura? Es un procedimiento muy rutinario y seguro, pero, como todo, puede tener sus complicaciones. Una de las más frecuentes, todo y que rara, es la punción accidental de esa membrana, la duramadre, con la aguja de epidural, que es mucho más gruesa que la de la intradural (para permitir la inserción del catéter), con lo cual se practica un orificio en la membrana suficientemente grueso como para permitir una pequeña fuga de líquido cefalorraquídeo y disminución de la presión intracraneal del mismo en las horas posteriores a la punción, y esto ocasiona cefalea . Estas cefaleas ceden espontáneamente en el plazo de unos días cuando se normaliza la tensión del líquido cefalorraquídeo, pero para contribuir a su desaparición conviene que la paciente se mantenga estirada y evite ponerse en pie, se administran antiálgicos y según la severidad se realiza un “ parche hemático ”, que consiste en practicar una nueva epidural y administrar en ese espacio una pequeña cantidad de sangre de la propia paciente que se encargará de “taponar” ese pequeño orificio de la membrana. Para poder realizar una buena punción necesitaremos la colaboración de la paciente, le pediremos que, o bien sentada, o bien tumbada lateralmente, arquee la espalda tanto como le sea posible para que se separen al máximo las espinas de las vértebras para poder pinchar en el espacio que hay entre ellas. No en todos los casos resulta igual de fácil esta técnica. Factores como la obesidad, las anomalías anatómicas o desviaciones de la espalda dificultan su realización, incluso haciendo que sea imposible en casos de pacientes con cirugías previas en esa zona. ¿Los partos son más complicados y largos? Otro tema que preocupa a las gestantes es la opinión generalizada de que los partos con epidural duran y se complican más que sin ella. En mi opinión es completamente falso. El estado de relajación que provoca la ausencia de dolor hace que la dilatación sea más rápida y sin duda más confortable. También nos permite actuar con rapidez en caso de urgencia y poder realizar maniobras para facilitar el parto que a veces son imprescindibles y sin anestesia no se podrían hacer. A veces, tras la anestesia, pueden frenarse ligeramente las contracciones espontáneas, eso no debe ser un contratiempo importante pues las podemos estimular fácilmente con medicación. Sí que tiene su parte de veracidad la creencia de que aumenta el porcentaje de partos instrumentados en las pacientes con epidural, pero esto es debido a dos factores: La paciente anestesiada pierde el reflejo espontáneo de apretar con lo cual sus empujes son menos efectivos, pero con una buena instrucción y colaboración se suple. Sin anestesia no se pueden aplicar según qué instrumentos para facilitar la salida del feto, pero la contrapartida es que los periodos de expulsivo se alargan más y a veces los recién nacidos llegan al mundo más fatigados… así que una cosa por la otra. Otro factor a tener en cuenta, y más con el auge de los tatuajes cutáneos , es que la punción a través de la piel tatuada puede arrastrar los pigmentos metálicos del tatuaje hasta el líquido cefalorraquídeo pudiendo eventualmente producir una encefalitis química. Todo y que es un tema controvertido y no hay un consenso uniforme al respecto, lo que sí es cierto es que la inmensa mayoría de anestesiólogos evitaran en la medida de lo posible acceder por la zona tatuada, abordando por zonas de piel libres de pigmento, limitando en algunos casos las posibilidades de éxito. Mi opinión profesional y como madre de tres hijos que ha tenido la experiencia de tres partos, es que, generalizando, la epidural como conducción del parto es el mejor de los inventos y tiene con creces muchas más ventajas que inconvenientes. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Ovarios Poliquísticos: ¿Te Puedes Quedar Embarazada?
Artículo especializado

Ovarios Poliquísticos: ¿Te Puedes Quedar Embarazada?

Este desequilibrio hormonal en muchas ocasiones puede afectar seriamente el bienestar emocional de quien lo sufre. Y es que algunos de los síntomas del síndrome de ovario poliquístico (SOP), como el acné y el vello abundante, son causa frecuente de complejos y baja autoestima. ¿Cómo puedo saber si padezco un SOP? Este síndrome se inicia en la adolescencia y afecta a una de cada 10 mujeres jóvenes. Su intensidad es muy variable y se caracteriza porque la presencia de ciclos irregulares, vello corporal abundante, aumento de peso y acné. Antes se llamaba «síndrome de Stein-Leventhal» y se identificó, por primera vez, en la década de los años treinta. Los síntomas del SOP también pueden darse en otros trastornos hormonales, por lo que es importante que, si presentas alguno de los que recogemos a continuación, acudas a tu médico o ginecólogo: Períodos irregulares: la regla no viene regular. Pueden pasar meses sin tener la menstruación o bien, tener ciclos muy cortos y períodos muy frecuentes. Períodos muy abundantes. Hirsutismo: es la aparición de exceso de vello en el cuerpo y en zonas donde no es habitual que aparezca: cara, zona lumbar, abdomen, espalda, área del pezón y zona esternal. Pérdida de cabello en la cabeza (alopecia). Aumento de peso , obesidad y muchas dificultades para perderlo. La acumulación de grasa suele producirse alrededor de la cintura. Acné. Acantosis nigricans : aparición de manchas oscuras en la piel de la nuca, debajo de los brazos y en las ingles. Hipertensión, colesterol alto o diabetes. Las niñas que presentan de forma precoz algunos signos de la pubertad, como el desarrollo del vello púbico o axilar antes de los ocho años, tienen un riesgo incrementado de padecer un síndrome de ovario poliquístico más adelante. En la adolescencia es difícil diagnosticar este síndrome si no presenta una clínica muy evidente, ya que una chica puede tardar hasta dos años en presentar períodos menstruales regulares desde su primera menstruación. ¿Por qué aparece el SOP? Existe un desequilibrio hormonal que afecta a la función ovárica.  Esta disfunción puede ser debida a un aumento de la hormona LH (Hormona Luteinizante) o bien a unos niveles muy altos de insulina (hormona fabricada por el páncreas que participa en el metabolismo de la glucosa). Como consecuencia, los ovarios producen un exceso de testosterona que provoca toda la sintomatología. Las últimas investigaciones sugieren que puede estar relacionado con un aumento de la producción de insulina (hiperinsulinismo). Esto estimula a los ovarios a liberar un exceso de hormonas masculinas. El síndrome de ovario poliquístico tiene un peso genético importante, por lo que mujeres de la misma familia pueden padecerlo. El mal funcionamiento de los ovarios y el exceso de producción de testosterona son los responsables de toda la clínica que más preocupa a las mujeres que lo padecen: el hirsutismo, sobrepeso y acné. Las células de la piel y los folículos pilosos son extremadamente sensibles a los pequeños incrementos de testosterona. Muchas adolescentes con SOP tienen niveles elevados de insulina en la sangre y estos son los responsables de la aparición de acantosis nigricans (coloración oscura en la piel). ¿Cómo se diagnostica? Tras la sospecha clínica el médico realizará una analítica de sangre para hacer una determinación hormonal, una prueba de azúcar y perfil lipídico (colesterol y triglicéridos). También se debe realizar una ecografía para revisar los órganos reproductores internos: ovarios y útero. En las mujeres que padecen SOP se pueden observar unos ovarios aumentados de tamaño y con pequeños quistes en su interior. Esta imagen es la que da nombre a este síndrome. A pesar de presentar estos quistes estos son benignos y muy pequeños, por lo que no es necesario extirparlos. Debido a que la posibilidad de desarrollar diabetes es alta, se debe realizar un test de tolerancia a la glucosa . Es importante diagnosticar estados de resistencia insulínia o diabetes para tratar el SOP adecuadamente. ¿PODRÉ QUEDARME EMBARAZADA? Las mujeres con síndrome del ovario poliquístico tienen unos óvulos y un útero saludables. La fertilidad no tiene por qué verse comprometida, aunque algunas mujeres pueden presentar dificultades para quedarse embarazadas. Tratamiento El tratamiento de primera línea y más común son las pastillas anticonceptivas . Actualmente también hay otras opciones de terapia hormonal como el anillo vaginal o los parches hormonales.  Este tipo de tratamientos liberan hormonas que la mujer con SOP necesita para normalizar sus ciclos y tienen como función: Corregir el desequilibrio hormonal : de esta manera se puede iniciar la ovulación y la menstruación. Disminuir los niveles de testosterona : para eliminar el hirsutismo y el acné. Regular los ciclos menstruales Disminuir el riesgo de cáncer de endometrio (las mujeres jóvenes que no ovulan regularmente tiene mayor riesgo de desarrollarlo) Si la mujer padece hiperinsulinismo (aumento de la producción de insulina) se pueden dar fármacos que bajen los niveles de esta hormona y así mejorar el metabolismo de la glucosa. Algunos tratamientos estéticos para acompañar el tratamiento del acné y la eliminación del vello pueden ser de gran ayuda, sobre todo, para verse mejor y alimentar la autoestima y la seguridad en las mujeres jóvenes. Mantener unos hábitos saludables forma parte también del éxito del tratamiento. Comer de manera saludable y hacer ejercicio físico regular, ayudará a bajar el peso y mejorar el metabolismo del glucosa.
Qué Ocurre Cuando el Himen se Rompe
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Qué Ocurre Cuando el Himen se Rompe

El himen se define como una membrana que se encuentra en los genitales externos femeninos . Es una membrana horadada fina que recubre la vagina y que deja salir hacia afuera las secreciones del aparato genital interno, como la menstruación. Está relacionada con las siguientes estructuras anatómicas: La cara inferior o externa es convexa y se corresponde con los labios menores Su cara superior o interna mira hacia la cavidad vaginal. El borde que circunscribe el orificio himeneal es libre y delgado y más o menos festoneado o dentellado. En la mujer adulta la morfología externa puede variar, lo habitual es que tenga una forma anular con un orificio más o menos redondeado en su centro. La perforación normal en la mujer adulta es aproximadamente de 1 cm. El tamaño del orificio himeneal es variable y cambia con la edad, la condición física, el uso de tampones, las relaciones sexuales, la práctica de determinados deportes… El exceso de rigidez puede ocasionar sangrados en las primeras relaciones y en casos de coitos imposibles, en estas situaciones puede ser necesaria una pequeña intervención quirúrgica. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. Qué anomalías pueden afectarle Las anomalías en el himen se producen por un defecto en la canalización de la porción distal de la vagina en el desarrollo embriológico. Estas anomalías son frecuentes porque el himen es la estructura más variable de los genitales. Himen imperforado.  La falta de comunicación entre vagina y vulva puede pasar desapercibida. Al aparecer las primeras secreciones, éstas se depositan en la vagina provocando inicialmente un acúmulo de secreciones que van desde las que tienen aspecto transparente o gelatinoso, tipo moco, a las que tienen contenido de sangre. La forma en la que este trastorno se hace visible es como una membrana delgada, brillante, que asoma por los genitales externos. Si las secreciones son muy abundantes la membrana estará abombada y se verá de color azulado.  Esta alteración se diagnostica en la infancia o en el momento de la pubertad, una vez que se ha iniciado la menarquia (primera regla). La clínica más frecuente es dolor en la parte baja de la tripa, como de ovarios, este dolor suele puntual en algún momento del mes. Si no se produce la salida de estas secreciones el dolor se puede llegar a convertir en un dolor crónico pélvico, de creciente intensidad. El diagnóstico es sencillo, es suficiente con mirarle los genitales externos a la mujer. Hay que diferenciarla de otra patología que es la sinequia de la vagina . Sinequia no es otra cosa que fusión, y es que en esta dolencia las paredes vaginales están pegadas en la porción más inferior, la más externa, y también hay que diferenciarla de otra alteración que es la atresia vaginal (no presencia de vagina). Apertura himeneal incompleta (himen microperforado, septado y cribiforme). Generalmente es asintomático y empieza con dificultad para la inserción de tampones higiénicos o para mantener relaciones sexuales. Por la retención de secreciones puede producir manchado y un aumento de flujo maloliente. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. ¿En qué consiste la cirugía? Tanto en el himen imperforado como en la apertura himeneal incompleta el tratamiento es quirúrgico. La himenectomía es un procedimiento quirúrgico sencillo de fácil recuperación. Por lo general, con una intervención es suficiente ya que el epitelio del himen es difícil que se reepitelice, y no suele ser necesario intervenir de nuevo porque el himen se haya vuelto a cerrar. Se suele realizar de forma ambulatoria , es decir, sin necesidad de ingreso hospitalario y bajo anestesia general. La técnica consiste en realizar una incisión en forma de cruz desde las 10 a las 4 y desde las 2 a las 8 horas del cuadrante del reloj sobre la membrana himeneal. Luego se recortan los colgajos del anillo himeneal y se suturan los bordes. Los cuidados posteriores consisten en realizar lavados de asiento dos veces al día y revisión en consulta en el plazo de 15 días. Himen artificial El himen artificial es una especie de prótesis de plástic o o albúmina de 5 x 7 cm con una tinta roja a los lados que durante el coito deja escurrir unas gotitas de “sangre”. Permite simular un himen intacto y se utiliza en algunas culturas como preservación de la honra de la mujer y de su familia. Cirugía de reconstrucción Existe también la cirugía de la reconstrucción del himen o himenoplastia , muy solicitada por mujeres en cuya cultura se le da mucha importancia al hecho de la virginidad. La técnica más frecuente es aquella en la que simplemente se unen los restos de himen que puedan quedar aplicando anestesia local. En esta técnica las relaciones sexuales deben mantenerse en los primeros días ya que la técnica es poco duradera. No como en la cirugía vaginal plástica, en la que se hace una incisión a ambos lados de las paredes vaginales y se unen entre sí. En este caso las relaciones se deben posponer unos días para que se cicatricen bien los tejidos. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta.
Las Infecciones Vaginales más Comunes
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Las Infecciones Vaginales más Comunes

Aproximadamente un 75% de las mujeres experimentan un episodio de infección vaginal a lo largo de su vida y, casi un 50%, un segundo. Puede afectar a mujeres de todas las edades, independientemente de su actividad sexual y son uno de los motivos más frecuentes de consulta, tanto en atención primaria como en la consulta del ginecólogo. ¿Qué es la vulvovaginitis? Las infecciones vaginales reciben el nombre de vulvovaginitis que no es otra cosa que la inflamación de la mucosa vaginal y de la piel vulvar , pero no siempre se afectan ambas áreas anatómicas de forma simultánea. Generalmente, la causa es infecciosa (micosis, vaginosis y trichomoniasis) pero puede ser de origen no infeccioso. La vaginitis está causada por un cambio en el equilibrio normal de las bacterias vaginales, una infección o una reducción en los niveles de estrógenos después de la menopausia. Las afectadas suelen notar picor e irritación de la zona genital acompañada de un aumento de secreción vaginal, en ocasiones, maloliente. ¿Cómo son las secreciones normales? Las secreciones vaginales son normales y son un mecanismo de defensa de la mucosa genital que ayuda a limpiar y mantener húmeda la vagina. Dependiendo del momento del ciclo, pueden ser más o menos abundantes. Son normales cuando cumplen estas características: Son blancas, ligeramente amarillentas y turbias No presentan olor desagradable. Su olor normal es ligeramente salado A mitad del ciclo menstrual, durante la ovulación, son más espesas o “fibrosas ” (como la clara de un huevo) La flora o microbiota vaginal Es el conjunto de microorganismos que habitan en condiciones normales en la vagina. Es un ecosistema complejo y cambiante, que depende de los cambios hormonales y la edad. Cuando está en equilibrio, forma una excelente defensa de la zona genital contra los agresores externos. Los lactobacilos son los protagonistas del mantenimiento del ecosistema vaginal. Sus funcionen consisten en competir con los hongos , es decir, se alimentan de las mismas sustancias, manteniendo a raya el crecimiento anormal de los hongos para que no causen enfermedad. También producen sustancias que son capaces de metabolizar la glucosa a ácido láctico . Este ácido es el responsable de mantener el pH vaginal ligeramente ácido (entre 3,5 – 4,5), representando el principal mecanismo de defensa frente a la colonización por patógenos. No es de extrañar, sabiendo todo esto que se hayan desarrollado jabones de higiene íntima específicos que mantienen el pH de la zona genital en este rango, así como el uso de probióticos, de administración vaginal y oral, como preventivos en mujeres con vulvovaginitis de repetición. Causas más frecuentes de vaginitis o vulvovaginitis Infecciones por hongos (candidiasis) La vaginosis bacteriana La trichomoniasis Enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o la Chlamydia (estas últimas son menos comunes, pero pueden producir secreciones vaginales que nos alerten de que algo no va bien). ¿Cómo sé si tengo una vulvovaginitis? Los síntomas pueden ser más o menos intensos. Los más frecuentes son: secreciones vaginales anormales y malolientes, picazón o irritación, micción dolorosa y dolo r o irritación durante las relaciones sexuales. Sin embargo, algunas mujeres pueden no tener síntomas y no darse cuenta de ellos si no son muy intensos. Se debe acudir siempre al centro de salud o al ginecólogo para que realizar un buen diagnóstico y un correcto tratamiento. Vulvovaginitis candidiásica La vulvovaginitis candidiásica es una enfermedad inflamatoria de la vagina y vulva , producida por hongos, fundamentalmente Candida spp . Un desencadenante muy frecuente es la aparición de este tipo de infección tras la toma de antibióticos , ya que estos alteran y eliminan las bacterias de la flora normal. Es importante recordar que la Candida puede formar parte de la flora normal femenina y es sólo cuando crece de forma descontrolada produce patología o molestias. Esta infección representa el 25% de los casos de vulvovaginitis. Las mujeres inmunodeprimidas o con una diabetes no controlada, suelen tener mayor predisposición a padecer candidiasis recurrentes o de difícil control. La mayoría, sin embargo, son vulvovaginitis que se tratan y se curan sin problemas. Las infecciones por hongos tienen mas probabilidades de aparecer justo antes o después del período menstrual. Los síntomas que da son: Aumento de la secreción vaginal: más blanquecina y grumosa (aspecto de yogur) Picor Molestias al orinar Sensación de ardor o escozor en genitales externos Dolor o escozor durante las relaciones sexuales Lesiones en la piel de la vulva y el periné El diagnóstico no debe basarse exclusivamente en los síntomas y debe realizarse una exploración y pruebas complementarias , como un frotis con tinción (para ver los hongos) y cultivo de las secreciones para saber el tipo de hongo que causa el problema. En las candidiasis no complicadas sólo es necesario aplicar una crema o unos óvulos en el área vaginal. En casos complicados o resistentes, puede ser necesario la toma de una antifúngico (medicamento contra los hongos) por vía oral. Vaginosis bacteriana Es una entidad muy frecuente que se caracteriza, sobre todo, por un i ncremento en la secreción vaginal que se hace más acuosa y maloliente. El flujo es espumoso y tiene olor a pescado. Afecta aproximadamente al 8-30% de las mujeres sexualmente activas. Hace unos años se creía que la vaginosis era causada, exclusivamente, por una bacteria llamada Gardnerella vaginalis . Hoy se sabe que su causa el polibacteriana (la causan diferentes bacterias) y sin componente inflamatorio. La Gardnerella se identifica en el 10% de mujeres sin esta patología. La vaginosis se entiende, actualmente, como una variante de la microbiota vaginal dónde aparece una flora superpoblada de bacterias en la zona genital. El mal olor estaría justificado por este aumento de bacterias así como de su actividad enzimática, que, a su vez, aumentaría el volumen de desechos. No se sabe con exactitud qué lleva a desarrollar este desequilibrio normal de la microbiota. Una hipótesis reciente la considera una forma natural de respuesta a la actividad sexual. Vulvovaginitis por Trichomona La Trichomona vaginalis es un protozoo o parásito que puede infectar la vagina y que no forma parte de la flora normal. Es catalogada como una enfermedad de transmisión sexual . Se caracteriza por el mal olor y aumento de las secreciones vaginales. Estas son de un color amarillo-verdoso. El picor y la irritación de la zona genital es muy intenso. Hay mujeres, por eso, que no tienen a penas síntomas. Es importante descartar esta infección en embarazadas, ya que su presencia se ha relacionado con rotura prematura de membranas, parto pretérmino, o bajo peso al nacer. Para el diagnóstico se realiza un frotis de las secreciones y se observa al microscopio para observar la presencia del protozoo. Se debe dar un medicamento específico para eliminar el parásito. En este caso, debe ser tratada la mujer y su pareja. MEDIDAS PREVENTIVAS: CÓMO PUEDO CUIDAR MI ZONA ÍNTIMA La mejor manera de evitar problemas en la zona genital es mantener una correcta higiene. Las medidas que detallamos a continuación son importantes tenerlas en cuenta: Mantener el área genital limpia y seca. No es conveniente realizar duchas vaginales, ya que pueden causar infecciones al alterar el equilibrio de la flora. El uso de productos de higiene femenina (incluso el papel higiénico perfumado) con perfumes pueden alterar la flora. Evitar el uso de polvos de talco. No utilizar desodorantes en la zona genital o jabones no específicos. El uso de ropa apretada y sintética puede atrapar la humedad y ser muy irritante. El uso de ropa interior de algodón absorbe la humedad y mantiene el área genital mejor ventilada. Hay que tener en cuenta que sustancias como espermicidas, detergentes o suavizantes de la ropa pueden causar irritaciones. Cambia los tampones y las toallas sanitarias cada 4 a 8 horas. Lavar la copa menstrual de forma cuidadosa según las instrucciones. Tener una higiene diaria con jabones adecuados para la zona íntima, con un pH que no desequilibre la flora genital. Mantener la zona genital seca, por ejemplo, tras ir a la playa o la piscina no quedarse con el bañador húmedo.
Diabetes en el Embarazo
Artículo especializado

Diabetes en el Embarazo

Es uno de los principales factores de riesgo para el futuro desarrollo de la diabetes tipo 2 y de posteriores complicaciones durante el embarazo (como excesivo aumento de peso o preeclampsia -hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina-) y el parto (riesgo de parto prematuro o parto por cesárea). Esta alteración ocurre en aproximadamente el 10% de las mujeres embarazadas. La diabetes gestacional es cualquier grado de intolerancia a la glucosa que se detecta por primera vez en el embarazo. La insulina es la hormona encargada de que la glucosa de la sangre entre en las células de tu organismo. El embarazo (y sus cambios hormonales) puede provocar una resistencia a este efecto y una tendencia a tener el nivel de azúcar en sangre más elevado. En la diabetes gestacional raramente hay síntomas, por lo que es necesario realizar un análisis de sangre para detectarla. Factores de riesgo de la diabetes gestacional Determinadas circunstancias en relación a la salud y a la condición física de la mujer, antes y durante el embarazo, pueden suponer importantes factores de riesgo en la aparición de esta patología, entre ellos : Embarazos en mujeres mayores de 30-35 años. Mujeres con antecedentes familiares de diabetes o de diabetes gestacional. Presencia de sobrepeso u obesidad antes del embarazo. Partos anteriores con hijos que han pesado más de 4 kg. Hipertensión arterial. ¿Cómo se diagnostica? El diagnóstico de diabetes gestacional se basa en la localización de la hiperglucemia en la sangre de la embarazada. Es muy importante que la futura mamá se someta a diferentes análisis de sangre para controlar los niveles de azúcar. Esta prueba se efectúa entre la semana 24 y 28 de embarazo, período en el que ya se pueden descubrir las primeras alteraciones en el metabolismo de la glucosa. El examen que se realiza es el test de O’Sullivan (o minicurva de sobrecarga): se hace una extracción de sangre en ayunas y otra 60 minutos después de haber tomado 50 gramos de glucosa (mediante una bebida azucarada). Cuando los valores se encuentran alterados (es decir, son superiores a 95 mg/dl de sangre en ayunas, y superiores a 140 mg/dl después de haber transcurrido una hora desde el momento en que se ha tomado la glucosa), se debe efectuar de nuevo una curva de sobrecarga, pero esta vez completa (test de tolerancia oral a la glucosa). ¿Cómo se lleva a cabo el test O’Sullivan? Para llevar a cabo esta otra prueba la gestante debe estar en ayunas y haber seguido una dieta sin restricción de hidratos de carbono en los tres días anteriores a la misma. Antes de administrar la glucosa se realizará una primera extracción de sangre y, a continuación, debe ingerir 100 gramos de glucosa disueltos en agua. Posteriormente, se realizarán varias extracciones de sangre para medir los niveles de azúcar. Si dos o más valores de los obtenidos son iguales o mayores a los normales, el resultado se dará como positivo. Si uno solo de los valores es superior, el diagnóstico será intolerancia a la glucosa en el embarazo, debiendo repetirse las pruebas a las tres o cuatro semanas. Una vez diagnosticada, la diabetes gestacional será tratada principalmente mediante dietoterapia, puesto que los hipoglucemiantes orales están contraindicados durante la gestación. El objetivo de este tratamiento es la regulación del metabolismo materno y el desarrollo normal del embarazo y del parto. ¿Qué complicaciones pueden aparecer? Riesgos para la madre La madre debe recibir información de los riesgos que ella y su posible hijo pueden correr en función del tipo de diabetes. La mujer será tratada y aconsejada para que el embarazo se inicie con un control glucémico óptimo , de cara a evitar las posibles malformaciones a causa de la diabetes gestacional. Esta situación aumenta la tasa de cesáreas y el riesgo de padecer intolerancia a la glucosa o diabetes mellitus de tipo 2 a las mujeres a las que se les diagnostica. Datos recientes indican también la posibilidad de desarrollar síndrome metabólico (hipertensión arterial, dislipemia) y, como consecuencia, enfermedad cardiovascular. Riesgos para el feto Si la diabetes gestacional no se diagnostica a tiempo existe riesgo elevado de muerte fetal perinatal . La complicación más frecuente en el feto es la macrosomía (desarrollo o tamaño excesivo del cuerpo) y las complicaciones obstétricas derivadas de esta situación, como realización de cesáreas y fractura de clavícula. La hipoglucemia, una de las complicaciones que afecta a 34% de recién nacidos macrosómicos, se presenta en el curso de las primeras 24 horas de vida. Estos bebés (independientemente de su peso) se asemejan a los prematuros, y hace que desde el primer momento deban ser considerados como de alto riesgo perinatal , y su vigilancia posparto sea intensiva y prolongada. A largo plazo, estos recién nacidos tienen mayor riesgo de obesidad y de intolerancia a la glucosa, incluso en aquellos lactantes que no nacen con sobrepeso. ¿Qué tratamiento se debe seguir? Una vez diagnosticada, la primera opción de tratamiento siempre es el control de la dieta y la práctica de ejercicio . La futura madre debe recibir un plan de alimentación adaptado a su estado nutricional y actividad física y deberá controlarse por el médico y el dietista-nutricionista de forma presencial. Es muy importante que la dieta esté adaptada en función de los progresos de desarrollo fetal (peso, talla…) que pueden apreciarse en las visitas ginecológicas. Hay que hacer especial hincapié en respetar los horarios , sin saltarse comidas para evitar hipoglucemias ni juntar comidas que acaben provocando hiperglucemias. No debe ser una dieta baja en calorías ni restrictiva en hidratos de carbono , ya que tiene que proporcionar una ganancia ponderal adecuada para cubrir las necesidades nutricionales del feto. Deben limitarse al máximo todos los alimentos que contengan azúcares simples (de absorción rápida), como azúcar blanco o moreno, bombones, chocolate, bollería, mermeladas, refrescos, etc. Las cantidades de hidratos de carbono complejos (de absorción lenta) como pasta, arroz, legumbres, pan, patata, etc. deben adecuarse de manera presencial según las características de cada mujer . Los carbohidratos integrales son opciones más saludables, por lo que también se aconseja utilizar harinas de trigo integral u otras harinas integrales para cocinar y hornear. Escoger alimentos integrales, legumbres, frutas y verduras cuyo índice glucémico es más bajo, es decir, pasa más lentamente esa glucosa a la sangre. El ácido oleico , presente en el aceite de oliva y los frutos secos, aportan antioxidantes y reduce el riesgo cardiovascular y de diabetes. Se recomienda: Elegir aceite de oliva, preferiblemente virgen extra, para aliñar y cocinar diariamente. Consumir de dos a cuatro puñados de frutos secos a la semana (que no sean fritos). Si no existe otra complicación que lo impida, se debe realizar ejercicio aeróbico moderado (nadar, caminar…) a diario, ya que la práctica de actividad física mejora las cifras de glucemia basal y postprandial. ¿Se puede prevenir la diabetes gestacional? Conociendo los factores de riesgo, es relativamente sencillo deducir las pautas para prevenirla. El control del peso y una dieta equilibrada , antes y después de la concepción, supondrán un primer paso para asegurar un embarazo saludable. En ocasiones, las mujeres embarazadas tienden a incrementar la ingesta de alimentos durante todo el embarazo ; para evitar que esto contribuya a la aparición de complicaciones, debe informarse a la futura madre, explicándole cómo controlar su alimentación para que su peso se incremente dentro de los límites adecuados. Haz nuestro test y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Qué Dieta Llevar en el Embarazo
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Qué Dieta Llevar en el Embarazo

Durante el embarazo, la mujer pasa por numerosos cambios hormonales que, junto a unas necesidades nutricionales diferentes, hacen que la alimentación adquiera una gran importancia durante esta etapa de la vida. Conviene prestar especial atención a cómo comemos durante el embarazo (incluso antes) pues es básico adaptarse a las nuevas necesidades y aportar todos los nutrientes en las cantidades adecuadas. En cualquier caso, no se trata de obsesionarse, sino de seguir una dieta variada, equilibrada y saludable , algo que debería ser la premisa a seguir en cualquier etapa de la vida, pero que ahora, al alimentarse “para dos”, cobra aún más sentido. Importancia del peso en el embarazo La mujer gestante, para cubrir sus necesidades y las del feto (recordemos que éste solo se puede nutrir a través de los nutrientes que le llegan desde la placenta), debe aumentar la cantidad y variedad de alimentos que consume diariamente, pero esto no significa comer por dos. Este falso mito pierde fuerza y, actualmente, el control en el aumento de peso es esencial para la prevención de posibles complicaciones. Existe una clara relación entre obesidad previa al embarazo y aumento del riesgo de diabetes gestacional y la preeclampsia. Si se tiene que perder peso nunca se debe hacer durante el embarazo. Se debe planificar antes de quedar embarazada, asesorarse por un dietista-nutricionista para que realice una pauta personalizada, sin restringir grupos de alimentos ni disminuir mucho el aporte calórico, para que el estado nutricional sea óptimo. El aumento fisiológico normal es de 9-12 kg como promedio, aunque siempre debe adecuarse a cada mujer. La ganancia de peso durante el embarazo deberá estar condicionada por el peso antes del embarazo. ¿Qué nutrientes son imprescindibles? Hidratos de carbono: este nutriente aporta la energía necesaria para mantener las funciones del organismo y la actividad física y mental. Además, al ser alimentos de origen vegetal nos aportan fibra, que ayuda a prevenir los problemas digestivos que se pueden producir y el estreñimiento. Interesa tomar cereales integrales, pasta, legumbres, pan, patata ; y evitar el consumo de azúcar, dulces, refrescos, bollería, etc., para prevenir la diabetes gestacional. Los cereales son una fuente importante de vitaminas del grupo B, necesarias para el sistema nervioso de la madre y del bebé. Las legumbres son uno de los alimentos más completos a nivel nutricional, aportan carbohidratos de absorción lenta, fibra, proteína vegetal y vitaminas del grupo B, ácido fólico, calcio y antioxidantes. Proteínas: este nutriente se encarga de la creación y renovación de tejidos además de la defensa contra infecciones. Se recomienda consumir: Carne: elegir preferiblemente la carne magra y menos grasa (pollo y pavo sin piel, caballo, conejo, solomillo de buey, ternera y lomo de cerdo). Pescado: ir variando entre blanco y azul, escogiendo al menos dos veces por semana pescado azul. Puede escoger pescado congelado, recuerde cocinarlo bien y evitar el pescado crudo por su mayor riesgo de transmitir infecciones. Huevos: su proteína es la de mayor valor biológico, y la yema tiene un gran aporte de vitaminas. Frutos secos: aportan proteína de origen vegetal y un alto contenido en grasa omega-3 y oleico. También son ricos en minerales y fibra. Aceites y grasas : tienen un papel fundamental en la formación de membranas celulares y permiten la elaboración y el funcionamiento de estructuras cerebrales. Las grasas del pescado y los aceites vegetales (oliva y girasol) son fuentes ricas en vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales, necesarios para el desarrollo del sistema nervioso del bebé. Es aconsejable evitar las grasas saturadas o de origen animal que se encuentran en los productos cárnicos como la charcutería, quesos, nata o mantequilla. Fibra: es fundamental para el funcionamiento del intestino, el mantenimiento de la flora intestinal, favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. La presencia de fibra en la alimentación retarda la absorción de hidratos de carbono, aspecto importante en el caso de diabetes gestacional. Se recomienda: Consumir verdura tanto en la comida como en la cena. Las verduras contienen vitaminas hidrosolubles y sales minerales. De las verduras que se tomen, se aconseja que una de las raciones sea cruda en forma de ensalada, para no perder vitaminas en la cocción. Tres raciones al día de fruta aportan vitaminas y minerales. Crudas son una fuente importante de vitamina C. Al menos una de las tres raciones de fruta diarias se aconseja que sea a base de cítricos o frutas ricas en vitamina C como los kiwis, las fresas y fresones , etc. Ácido fólico: el ácido fólico es imprescindible para prevenir defectos en el tubo neural (espina bífida) y prevenir un parto prematuro. Se debe aumentar su consumo los meses antes del embarazo y durante el primer trimestre para un correcto desarrollo fetal y placentario. Los alimentos más ricos en ácido fólico son: levadura de cerveza, verdura de hoja oscura (acelgas, y escarola), legumbres, cereales integrales y germinados, ostras, salmón, mejillones, fresas y fresones, avellanas y almendras. Calcio: es un elemento fundamental para la formación de huesos y dientes. Es básico para la formación del esqueleto fetal y también para varios procesos de nuestro organismo. Se recomienda consumir entre 2-3 raciones de lácteos. Ejemplos de una ración de lácteos: Un vaso de leche. 2 yogures. 60-80 g de queso fresco o 40-50 g de queso semi o 30-40 g de curado. Vitamina D : ayuda a aumentar la absorción del calcio, cuyo requerimiento es mayor en esta etapa. Se encuentra en alimentos como pescados azules y lácteos (no desnatados). También podemos obtenerla a través de la exposición al sol. Hierro: las necesidades se incrementan de manera considerable sobretodo en el último trimestre, ya que, participa en la formación de glóbulos rojos y en el transporte de oxigeno a través de la sangre hacia todos los tejidos corporales. Se recomienda: La vitamina C aumenta la absorción de hierro por lo que se recomienda tomar en las comidas algún alimento rico en esta vitamina. Son alimentos ricos en vitamina C : pimiento, tomate, perejil, limón, kiwi, naranja, mandarina, fresas, limón, pomelo… Se deben escoger en crudo pues al cocinarlos se pierde gran parte de la vitamina. La germinación es un proceso que provoca transformaciones en el alimento y aumenta el contenido de hierro asimilable. Por lo tanto, cuando se preparen ensaladas se recomienda incluir germinados. Líquidos : se recomienda beber al menos un litro de agua al día, y se puede complementar con infusiones suaves, caldos de verduras y zumos de frutas naturales. No se aconsejan las bebidas excitantes ni las alcohólicas, aunque sean de baja graduación. ¿Hay alimentos prohibidos en el embarazo? La mujer embarazada y el feto son especialmente vulnerables a los peligros de origen químico y microbiológico, por ello debe tenerse en cuenta cómo conservar, elaborar y cocinar los alimentos. Algunas reglas básicas para consumir, comprar y manipular los alimentos con seguridad son: Limpiarse las manos antes y después de manipular los alimentos, así como las superficies y utensilios de cocina después de manipular los alimentos. Lavar a conciencia los alimentos que se van a comer crudos (hortalizas, frutas…) bajo el grifo con abundante agua para que arrastre tierra o microorganismos. Pueden utilizarse lejías específicas para alimentos. No comer crudo ningún alimento de origen animal , como huevos, marisco, pescado (sushi) y carne (carpaccio). Cocer los alimentos a temperaturas ≥ 75º C en su interior (la carne se debe cocinar suficientemente, sin que queden partes crudas, ya que puede contener Toxoplasma, Salmonella o Listeria). No comer embutidos sin congelarlos previamente . Los estudios muestran que, si se congelan los embutidos, a una temperatura de -20º C en un periodo de entre 72 horas y 15 días, se elimina el toxoplasma. Evitar el contacto de alimentos crudos con los cocinados. Preparar los alimentos poco antes de consumirlos , y no dejarlos a temperatura ambiente más de dos horas. Evitar consumir grandes peces predadores como el pez espada, emperador, atún, bonito… por su contenido en mercurio. Evitar los quesos frescos o de pasta blanda (feta, camembert, mascarpone, brie, requesón, queso de Burgos), elaborados con leche cruda, porque pueden contener Listeria. Estas prácticas ayudan a impedir toxoinfecciones por Salmonella, Campylobacter, Listeria, Toxoplasmosis y E. Coli. Haz nuestro test y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas. 
Desarrollo del Feto
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Desarrollo del Feto

El desarrollo del feto, desde el momento de la concepción hasta el término del embarazo en el que verá la luz un recién nacido de 3 Kg de peso medio, con todos sus órganos y su aspecto y personalidad únicos, es un proceso mágico . En su transcurso se van sucediendo una serie de acontecimientos clave , las instrucciones de los cuales están gravadas en nuestro ADN, y que son de una altísima complejidad. Y aún así la infinita mayoría de veces, afortunadamente, todo va bien. Con el control médico contribuimos a corregir o detectar alteraciones de ese proceso, pero, igualmente, la mayoría de embarazos llegarían a término sin complicaciones aún sin nuestra supervisión. ¿Qué le sucede al feto mes a mes a lo largo del embarazo? Primer mes :  desde el momento en que se produce la fecundación de un óvulo por un espermatozoide, un nuevo ser genéticamente único, fruto de una mezcla única de los cromosomas de padre y madre, empieza su formación. Una primera célula se divide en dos, y éstas en cuatro, después en ocho, 16, 32… Un crecimiento exponencial que en este mes básicamente formará las paredes de la bolsa amniótica y algunas células se diferenciarán para empezar a constituir el embrión, que apenas es visible ecográficamente. Segundo mes :  el embrión empieza a diferenciar sus tejidos. Desde muy pronto hace falta que el corazón bombee sangre a lo largo del resto del cuerpo para que se vayan desarrollando el resto de órganos: la médula espinal, con el cierre de la columna vertebral, el cerebro, las partes de la cara: ojos, primero en los laterales de la cabeza para posteriormente irse centrando en la parte frontal, nariz, boca… La cabeza es proporcionalmente mucho más grande, prácticamente tanto como el resto del cuerpo. Se forman los intestinos, y se empiezan a esbozar las extremidades . Primero son como unas yemas que crecen lateralmente desde tronco, al final del cual hay una especie de cola. Irán tomando forma y al final de este mes se empiezan a distinguir los dedos, que alcanzan una longitud de unos 2-3 cm. Tercer mes :  los órganos que habían iniciado su formación la perfeccionan, y se desarrollan los más tardíos, como los genitales. Al final de este periodo todos los órganos han completado su formación que ya no podrá modificarse. Nos queda el resto de embarazo para su maduración y crecimiento, pero a partir de este momento ningún elemento puede incidir para crear una malformación ni un órgano bien formado puede evolucionar a uno malformado. Al final de este trimestre se realizan análisis y ecografías para detectar lo más precozmente posible anomalías cromosómicas y anatómicas. Al final llegará a tener unos 14 cm de largo. Cuarto mes : ahora es cuando literalmente llamamos feto al ser que hasta ahora era sólo embrión. Sigue creciendo y madurando, tiene periodos de intensa actividad y movimientos de extremidades y de todo el cuerpo en forma de sacudidas. Se le empieza a cubrir el cuerpo de vello, llamado lanugo y de vérmix, una capa de grasa que recubre la piel para protegerla y empieza a tener arrugas en la piel y huellas dactilares. Al finalizar este mes medirá unos 18 cm. Es capaz de segregar hormonas y responder, por ejemplo, con la secreción de insulina de su páncreas ante el ascenso de los niveles de glucosa que le llegan de su madre. Quinto mes : el tamaño del feto sigue aumentando y al mismo tiempo su fuerza, por lo que es el momento en que se empiezan a notar los movimientos fetales. Anatómicamente tiene el tamaño suficiente para que sean ecográficamente visibles todos sus órganos, por lo que en este momento se realiza la ecografía más importante del embarazo en cuanto a descartar la mayoría de alteraciones anatómicas. Se desarrollan sus sentidos y empieza a responder a estímulos táctiles, gustativos, acústicos y lumínicos. Se han hecho estudios valorando la respuesta fetal a determinadas músicas o sonidos, cómo reaccionan si la madre toma alimentos dulces o café acelerando su frecuencia cardiaca . Tiene sentido del tacto, se toca la cara o las manos, puede agarrar el cordón umbilical. Alcanzará los 22-25 cm en esta etapa y hasta 500 g de peso. Sexto mes : sigue creciendo, realizando movimientos complejos como bostezar, chuparse un dedo, abrir y cerrar los ojos, sacar la lengua, hacer muecas… Sigue madurando su sistema sensorial, se pueden observar respuestas como una erección al chuparse el dedo. Es el límite inferior de supervivencia fuera del útero. Algunos de estos grandes prematuros pueden sobrevivir, aunque en ocasiones con secuelas. Tiene pelo, cejas, pestañas… Sus funciones vitales ya funcionan prácticamente como lo harán al nacer: traga líquido amniótico, con lo que sus riñones lo filtran y orina, siendo el líquido amniótico en gran porcentaje orina fetal. Las células que desprende y flotan en ese líquido, junto al lanugo que va tragando, las va digiriendo, y junto a los fluidos de la vesícula biliar, a lo largo del resto del embarazo, irán formando una papilla densa que rellena todo el intestino llamada meconio que la que eliminará con sus deposiciones los dos o tres primeros días de vida. Llegará a medir unos 30 cm y a pesar unos 800 g. Séptimo mes : más crecimiento, más madurez. Empezamos el tercer y último trimestre del embarazo. Es cuando empieza a acumular más grasa en su tejido subcutáneo y sus huesos aumentan en densidad y consistencia. Al final de este periodo mide unos 35 cm y pesa 1200 g, también la mayoría de ellos se colocan con la cabeza en la pelvis materna y ya se mantendrán así hasta el parto. Octavo mes : se completa prácticamente la madurez de todos los órganos, el último en hacerlo es el pulmón, pero por ejemplo el intestino ya no tendría problemas para digerir alimento, y cada uno de sus sentidos se podrían amoldar sin problemas a la vida fuera del útero. Empieza a entrenar su musculatura respiratoria haciendo contracciones del diafragma que a menudo se descoordinan y provocan hipo. En este mes acumula mucha grasa corporal y su sistema músculoesquelético se incrementa aumentando un kg en este mes, de manera que ya alcanza los 2.200 g y los 40-44 cm al final del octavo mes. Noveno mes : periodo final, en el que se completa todo el desarrollo con la síntesis de unas sustancias químicas en el pulmón que le permitirán la delicada tarea de extraer el oxígeno del aire y difundirlo a la sangre, trabajo que hasta que nazca lo está haciendo la madre por él. Los movimientos son más dificultosos y se puede adivinar su anatomía por la forma que tiene el abdomen materno.  Alterna periodos de actividad y de reposo de unos 30-40 minutos a lo largo de todo el día. La cabeza se va colocando más profundamente en el interior de la pelvis, crecen las uñas, se va preparando para el parto, que será inminente. Llegará a medir 50 cm y pesará 3.200 g de media a término. En algún momento, durante este tramo final del embarazo se desencadena el parto . Una glándula materna empieza a segregar pulsos de oxitocina y se empiezan a producir contracciones uterinas rítmicas que irán empujando progresivamente al feto a lo largo del canal del parto. Es capaz de percibir esa oxitocina y adrenalina maternas y prepararse para el nacimiento. Tras el trabajo de parto el feto está avisado de que va a salir y se culmina la maduración del pulmón para que inmediatamente se ponga a respirar cuando sale… Así es, ¡todo está previsto! Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
En Qué Consiste una Colposcopia
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En Qué Consiste una Colposcopia

Colposcopia consiste en mirar ( scopia ) la vagina ( kolpos ), y se indica cuando el laboratorio nos informa de algún tipo de lesión en las células analizadas en la citología cervicovaginal y queremos observar la vagina y el cuello uterino en busca de alguna zona que nos parezca anormal. Citología alterada Si al analizar la muestra de una citología, las células cervicales son anormales, es decir, presentan rasgos “atípicos” (cambios en su forma, las proporciones del núcleo, la coloración que adquieren a la tinción…), hay que descartar que estos cambios los haya causado una infección de transmisión sexual por el virus del Papiloma Humano (VHP) , en concreto por unos tipos de más de 200 distintos que causan infecciones genitales y alteraciones citológicas. Algunos de ellos tienen el potencial de ir afectando las células cervicales haciendo que esas atipias sean cada vez más severas (las atipias pueden ser en grado leve, moderado o severo), y sin intervención médica, con los años, pueden llegar a convertirse en un cáncer. En qué consiste Ante una citología con un diagnóstico de sospecha de una infección por VPH hay que estudiar mejor el cuello uterino , y la prueba que nos permite hacerlo es la colposcopia: consiste en observar el cérvix o cuello uterino con un microscopio, y hacer un rastreo de toda su superficie y de los fondos vaginales para intentar localizar una zona de lesión. La citología “arrastra” células de la superficie del cuello, pero cuando encontramos algunas células alteradas no sabemos si son de una zona amplia del cuello o muy pequeña, si están en la parte anterior o posterior… La colposcopia nos permitirá identificar qué grado de severidad tiene la lesión, qué parte del cérvix está afectada, si es una afectación amplia o muy limitada, y la localización exacta de la lesión, lo cual nos posibilitará monitorizar la lesión y evaluarla en futuras exploraciones y saber si mejora o empeora, si aumenta en superficie o disminuye. Cómo se realiza Para poder realizarla, necesitamos un colposcopio, que es una lente binocular de aumento con luz, en ocasiones conectada a una pantalla, para que tanto el médico como la paciente lo puedan observar. Para ayudarnos a localizar si existe una zona de lesión utilizamos unos líquidos que hacen resaltar las lesiones: primero se mira el cuello sin ninguna preparación, así a veces ya es posible observar zonas patológicas, y después se aplica con un algodón o gasa ácido acético, una sustancia líquida transparente que tiene la cualidad de hacer volver blancas las zonas rosadas que están afectadas por el VPH y delimitarlas mejor. Finalmente, se aplica un segundo y último líquido, que se llama lugol, de color marrón oscuro, que tiene la cualidad de teñir de marrón toda la mucosa sana de la vagina y de la parte externa del cuello y en cambio no tiñe, o sólo levemente, las zonas lesionadas. Es decir, estos dos reactivos nos hacen el “positivo” y el “negativo” de una foto y nos ayudan en su identificación. Según la severidad de los cambios observados y el grado de intensidad en que se tiñe con acético, o “no tiñe” con lugol, ya nos orientan sobre si la lesión es de grado leve, moderado o severo, y además podemos coger una pequeña muestra dirigida de la zona que nos parece que tiene los cambios más acusados para biopsia. ¿ES MOLESTA? La colposcopia es una prueba indolora , completamente ambulatoria y que no necesita de ninguna preparación. Si hay que hacer una pequeña biopsia tampoco hace falta nada especial. Alguna mujer nota un momento de molestia como un pinchazo , pero la mayoría no perciben ni eso, la verdad es que el cérvix uterino se deja biopsiar sin demasiada molestia. El resultado de esta biopsia es muy importante porque a la hora de interpretar los resultados no tiene nada que ver analizar las células que se han querido desprender de la superficie (citología) con analizar un fragmento completo en tres dimensiones, desde la superficie a la profundidad, y poder interpretar toda la arquitectura del tejido. Podemos obtener mucha más información de los cambios observados y de hasta qué profundidad afectan. Zona de transformación La colposcopia tiene la finalidad de comprobar toda la parte visible de cérvix uterino y paredes vaginales para descartar patología, pero hay una zona especialmente sensible, donde el VPH tiene especial predilección por instalarse y donde tiene más capacidad de hacer daño, que se llama zona de transformación (ZT). ¿Por qué es tan importante o distinta esta zona? Pues porque tal y como su nombre indica es una zona de transición entre un recubrimiento (epitelio) de un tipo y otro de otro. Me gusta poner un ejemplo que hace más fácil entenderlo: la piel que recubre la cara es seca, del color de la piel… y la del interior de la boca es muy distinta: rosada, mojada… Los epitelios que recubren la mucosa oral y la piel son muy diferentes y entre ellos hay una zona de transición, que son los labios, que no son ni secos ni mojados… de características intermedias . Pues en el cuello ocurre lo mismo, el epitelio de la parte externa y que se continua con la vagina tiene el mismo aspecto que el de la vagina, pero el del interior del canal que se continúa con el del interior del útero es muy distinto, y confluyen a nivel de la zona exterior del cérvix. Esa zona es especialmente delicada, pues al tener sus células la capacidad camaleónica de poder transformarse en un tipo de epitelio o en el otro también tienen una susceptibilidad especial para transformarse en un cáncer si se dan los factores predisponentes necesarios . Así que al hacer una colposcopia la zona más importante de revisar es ésta, y en ocasiones no es visible pues queda oculta en el interior del canal que se introduce hacia el interior uterino. En esos casos se dice que la colposcopia no es satisfactoria, lo cual no significa que no esté bien, sino que no vemos suficiente como para darla por buena. Estas pacientes son más difíciles de controlar y les tenemos que ofrecer alternativas según su problema específico. La colposcopia es una prueba sencilla, cómoda y económica que nos puede permitir prevenir un cáncer, por el hecho de que el cérvix es un órgano fácilmente accesible… ¡Ojalá todos los órganos fueran tan fáciles de vigilar!
Todo lo que Debes Saber Sobre la Endometriosis
Artículo especializado

Todo lo que Debes Saber Sobre la Endometriosis

Dos millones de mujeres en España sufren endometriosis, una dolencia silenciosa, incapacitante y que genera muchísimo sufrimiento, impactando, muy negativamente, en la calidad de vida de las mujeres que la padecen. Actualmente, asociaciones como la AEE (Asociación Endometriosis España), fundada en 2002, lucha para hacer visible esta enfermedad, ofrecer información de calidad y conectar a las mujeres que la sufren. ¿Qué es? Es una enfermedad no contagiosa que consiste en el crecimiento benigno del tejido endometrial (el que reviste el interior de la matriz) fuera del útero, llegando a órganos como los ovarios, la pelvis, las trompas de Falopio y los intestinos. El tejido endometrial fuera de lugar continúa comportándose como lo haría normalmente: se engrosa, se descompone y sangra con cada ciclo menstrual. Como este tejido que está fuera de su lugar habitual no tiene manera de salir del cuerpo, queda atrapado (a diferencia del endometrio, que se expulsa en cada menstruación). Esta situación puede irritar los tejidos circundantes y desarrollar tejido cicatricial y adherencias (bandas anormales de tejido fibroso que puede hacer que los tejidos pélvicos y los órganos se adhieran unos a otros). A pesar de su frecuencia, no sabemos qué la causa, si bien hay diversas teorías que podrían explicar su aparición y se sabe que tiene una carga hereditaria importante. ¿Es una enfermedad moderna? Probablemente, no. Desde la antigüedad los textos médicos describen a mujeres con dolor pélvico, esterilidad y alteraciones menstruales. Antes, se agrupaban estos desórdenes bajo el nombre de “asfixia de la matriz”, dificultando la distinción entre endometriosis y otras enfermedades ginecológicas. En Grecia , se pensaba que el dolor menstrual se debía a un desplazamiento del útero en la pelvis femenina, por lo que los galenos de la época suspendían a las mujeres boca abajo con la intención de recolocar el útero en su posición. Los tratamientos más curiosos eran prescritos para tratarla: cerebro de liebre (para cortar la menstruación), granados, alquitrán o la orina de un toro o de un hombre. Algunos de estas medicinas, aunque a primera vista desagradables, podrían haber sido eficaces. Los granados contienen fitoestrógenos que podrían ejercer un efecto antiproliferativo sobre los implantes de endometriosis, y la orina masculina o los testículos machacados contienen testosterona , siendo una terapia hormonal antiestrogénica. La historia más oscura de esta enfermedad fue la quema de brujas en la Edad Media . Muchas de ellas, posiblemente padecían endometriosis, ya que, en archivos históricos, hay descripciones de mujeres acusadas de brujería y ejecutadas en la hoguera porque presentaban sangrados cíclicos en su ombligo , algo típico de la rara endometriosis umbilical, o «menstruaciones aberrantes» con «convulsiones». La primera descripción de un caso de endometriosis es de 1690 , por el médico alemán Daniel Shroen. Sin embargo, en los siglos siguientes, a las mujeres con síntomas de endometriosis (dolores menstruales e infertilidad) se les diagnosticaba de «histeria «. En 1860, el médico, patólogo, filósofo y político austriaco Carl Von Rokitansky publicó una descripción detallada de la endometriosis, identificando la enfermedad como cúmulos de tejido endometrial. El término endometriosis se acuñó en 1927 , cuando el ginecólogo John A. Sampson lo usó en sus publicaciones y citó la menstruación retrógrada como posible causa. Fue en 2013 cuando se creó la primera guía para informar y concienciar a la población. Síntomas de la endometriosis La endometriosis es una entidad muy particular, que afecta de manera muy dispar a las mujeres que la padecen. Unas pueden ver afectada su calidad de vida y otras estar asintomáticas. La intensidad del dolor no es, necesariamente, un indicador de la gravedad de la endometriosis. Algunas mujeres con endometriosis leve tienen dolores intensos , mientras que otras con endometriosis avanzada tienen poco o ningún dolor. A veces, esta enfermedad se confunde con otras afecciones que también provocan dolor pélvico , como la enfermedad inflamatoria pélvica o los quistes ováricos. Los síntomas de la endometriosis serían: Dismenorrea o dolor menstrual: la mujer presenta menstruaciones muy dolorosas, dolor intenso en la zona baja de la espalda que irradia al abdomen. Es lo que llamamos una dismenorrea secundaria. Suele ser la primera manifestación de la endometriosis. Además, es un dolor que aumenta con el tiempo. Dispareunemia: presencia de muchísimo dolor durante o después de las relaciones sexuales. La penetración vaginal puede presionar alguna zona con afectación por endometriosis: ovarios, techo vaginal y ligamentos uterosacros. Sangrado uterino anómalo : algunas mujeres presentan pequeñas pérdidas durante el ciclo menstrual  no relacionadas con la menstruación. Dificultad durante la micción (orinar) y/o la defecación. Problemas reproductivos : alrededor del 30-40% de las mujeres afectadas no pueden quedarse embarazadas, presentan infertilidad, siendo este motivo de consulta la manera más frecuente de diagnosticar la enfermedad. Menorragia: sangrado excesivo durante la menstruación. Síntomas digestivos : episodios de diarrea y estreñimiento, gases o náuseas que pueden confundirse con un colon irritable. Abortos : las mujeres con endometriosis pueden presentar un riesgo mayor de aborto, que disminuye una vez tratada y corregida la enfermedad. La endometriosis suele desarrollarse varios años después de comenzar con la menstruación. Los signos y síntomas de la endometriosis cesan durante el embarazo y terminan de forma permanente con la menopausia, a menos que se esté tomando estrógenos. Cuándo se debe consultar con el médico Se debe consultar siempre que se sospeche de su presencia y se padezcan los síntomas descritos. La endometriosis es difícil de tratar, por lo que un diagnóstico precoz y un tratamiento multidisciplinar , así como una comprensión clara de lo que te sucede, puede favorecer el control de síntomas. ¿SABÍAS QUE…? Según un reciente estudio publicado en la revista del Brigham and women’s hospital, vinculado a la universidad de Harvard, la endometriosis podría ser la causante de muchos infartos que a día de hoy sufren mujeres muy jóvenes, por debajo de los 40 años.
Qué Sintomas Puede Indicar un Embarazo Ectópico
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Qué Sintomas Puede Indicar un Embarazo Ectópico

Uno de cada 100 embarazos es ectópico, es decir, se desarrolla fuera del útero. Es una situación infrecuente a la vez que muy grave, por lo que es muy importante que una mujer que busca un embarazo sepa cuáles son sus síntomas. ¿Cómo se desarrolla este tipo de embarazo? Cuando un óvulo está maduro, los ovarios lo liberan. Este ovario es succionado por las trompas de Falopio , que se encargan de expulsarlo en la cavidad uterina. Es un proceso que dura varios días. La fecundación se suele producir en las trompas de Falopio. Una vez fecundado llega al útero donde anida (es lo que se conoce con el nombre de implantación). Un embarazo que sigue su curso normal se desarrolla en el interior del útero. Cuando el óvulo fecundado queda atrapado en las trompas de Falopio y se desarrolla en su interior, es cuando hablamos de un embarazo ectópico ; es un embarazo que se desarrolla fuera del útero. Los embarazos ectópicos también pueden producirse en otros lugares que no sean las trompas de Falopio, pero es mucho menos frecuente. Pueden hacerlo en el canal cervical, en el ovario, en la cavidad abdominal o pélvica. Factores de riesgo Si las trompas de Falopio presentan alguna deformación, inflamación o cicatriz es más fácil que la mujer desarrolle un embarazo ectópico. Por lo tanto, tendrán mayor riesgo las mujeres que padezcan: Endometriosis: es el crecimiento anormal de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Puede ocasionar inflamación y cicatrices en las trompas. Enfermedad inflamatoria pélvica: es causada por infecciones de transmisión sexual como Clamidia y Gonorrea. En ocasiones en ocasiones las bacterias “normales”, no relacionadas con enfermedades de transmisión sexual, pueden producirla. Esta enfermedad causa inflamación de las trompas de Falopio. Cirugía previa en las trompas de Falopio : una ligadura fallida de trompas o una cirugía para revertir una esterilización. Malformaciones congénitas de las trompas de Falopio . Estar en tratamiento para fertilidad o someterse a procedimientos de fertilización in vitro. Tener colocado, en el momento de quedarse embarazada, un DIU (Dispositivo Intra Uterino). La toma de la píldora del “día después ”. Uso de estrógenos. Embarazo ectópico previo. Fumar ¿Cómo avisa? Durante los primeros días, el embarazo se comporta de manera normal, sin ningún síntoma especial o distinto a un embarazo habitual. Produce la hormona HCG así que la prueba de embarazo sale positiva. Las mujeres con embarazo ectópico experimentan los primeros signos del embarazo: molestias o dolor como el de un período menstrual, sensibilidad en las mamas, cansancio, somnolencia y náuseas . En la mayoría de los casos el diagnóstico de embarazo ectópico se realiza a las ocho semanas de embarazo. El primer síntoma de que algo no va bien es la presencia de un ligero sangrado vaginal con dolor abdominal o pélvico. El dolor empeora con la actividad física y se localiza a la altura de uno de los ovarios (el ovario en el que se está desarrollando el embarazo ectópico). El dolor abdominal puede ir acompañado de un dolor en la pelvis y en las lumbares. Este sangrado no debe confundirse con el sangrado por implantación. Al principio aparece un ligero sangrado de color marrón. Luego se torna rojo y fluido (como si fuera la regla). Si hay hemorragia y salida de sangre en la trompa de Falopio, es posible sentir dolor en el hombro o necesidad de defecar , dependiendo de donde se acumule la sangre o a qué nervios estén  irritandos. La fase más grave, si no se ha consultado antes al ginecólogo, es la ruptura de la trompa de Falopio. Esto produce un sangrado abundante en el interior del abdomen y puede desencadenar desmayo y shock. Si no se trata, puede causar sangrado interno grave y poner en riesgo la vida de la mujer . De hecho, una de cada 826 mujeres con embarazos ectópicos muere por complicaciones. Si aparece alguno de estos síntomas durante las primeras semanas del embarazo se debe acudir de inmediato a urgencias para valoración. Las complicaciones de un embarazo ectópico son graves y necesitan atención médica urgente. ¿Cómo se diagnostica? Se debe confirmar el embarazo mediante una determinación de HCG . El ginecólogo también realizará un examen pélvico para valorar el tamaño del útero. Por último, una ecografía revelará la ubicación exacta de la implantación del embrión. ¿Cuál es el tratamiento? El tratamiento para el embarazo ectópico depende de lo avanzado que esté, así como de si ha dañado las trompas de Falopio. Si se descubre muy precozmente, se puede resolver mediante un fármaco y salvar la trompa afectada. Si está avanzado o ha roto o dañado la trompa, es necesaria una cirugía de emergencia para eliminar total o parcialmente la trompa de Falopio afectada. Tiempo de recuperación Las trompas de Falopio son órganos muy delicados y se recuperan lentamente.  Los estudios han demostrado que, si se deja como mínimo 18 meses de reposo y recuperación, las probabilidades de recuperar la fertilidad y quedarse embarazada son del 65%, lo cual es una cifra bastante alta. Pero si se espera, como mínimo, dos años, esta cifra aumenta hasta el 85%. Los factores que afectan a la fertilidad de una mujer después de un embarazo ectópico son el daño de la trompa de Falopio tras la cirugía y la condición de la trompa del lado opuesto. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Las Consecuencias que Conlleva tener Cáncer de Ovario
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Las Consecuencias que Conlleva tener Cáncer de Ovario

En la sociedad actual, donde existe un auténtico “bombardeo” de información, es posible que hayamos recibido mensajes contradictorios acerca del padecimiento del cáncer de ovario, que pueden desembocar en confusión , alarma o preocupación innecesaria . Por eso, vamos a aclarar conceptos y tratar desde dentro un tema tan sensible para la mujer como es el cáncer de ovario. Qué consecuencias puede tener El diagnóstico de cáncer de ovario conlleva una cirugía , y un tratamiento médico que durante algunos meses generará un cambio significativo en la paciente y su entorno más cercano.  La extirpación quirúrgica de ambos ovarios, de las trompas de Falopio y del útero conlleva la pérdida de la fertilidad, por lo que las mujeres que quieran tener hijos deberán someterse a una intervención de preservación de la fertilidad previa al tratamiento del cáncer. En el caso de que sea necesario extirpar los ganglios linfáticos situados en la pelvis podría dañarse el sistema linfático, provocándose una linfedema, un trastorno en el que el líquido linfático se acumula en las piernas y provoa su hinchazón. Cómo se produce El cáncer de ovario es un tumor, generalmente maligno, que se asienta en los tejidos que conforman este órgano incluido en el aparato reproductor femenino. El ovario es la glándula sexual femenina que produce óvulos y hormonas sexuales (estrógenos, progesterona…). Están situados a ambos lados del útero y serían el equivalente a los testículos masculinos. El cáncer de ovario es más frecuente en los países industrializados de Europa Occidental, Israel, Canadá y EEUU , y representa entre el 4 y el 5% de los tumores femeninos. Es más común en las edades medias de la vida; la mayoría se diagnostican entre los 45 y los 75 años. Factores de riesgo De un modo general, en el medio que nos rodea, existen más de 100 agentes de los cuales se dispone de evidencia científica contrastada para poder asegurar que provocan cáncer a los humanos.  En otros casos, no es tan fácil establecer esa relación. En el caso concreto del cáncer de ovario no se conocen en profundidad los factores de riesgo que pueden inducir a la aparición de la enfermedad. Sin embargo, se han observado algunas circunstancias que pueden influir en su aparición, como son las siguientes: Edad : como en la mayoría de los tumores, según avanza la edad también lo hace el riesgo de que la mujer sufra cáncer de ovario. No es frecuente antes de los 40 años. Herencia genética : se calcula que sólo entre el 5% y el 10% de los tumores son hereditarios, es decir, son consecuencia de alteraciones genéticas heredadas de los progenitores. En estos casos, si la madre de una mujer y/o una hermana han presentado cáncer de ovario, de mama o de útero, ésta tiene un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad que en la población general.   En las familias con predisposición hereditaria a padecer ciertos tipos de tumores se observan varios individuos integrantes de la familia afectados por el mismo tipo de cáncer (o de diferentes pero relacionados), así como diversas generaciones afectadas (abuela, madre, hija). Generalmente, los tumores hereditarios se diagnostican a una edad más joven de la habitual. El riesgo de padecer cáncer de ovario se correlaciona directamente con anomalías en los genes BRCA1 y BRCA2 (cuando estos genes funcionan adecuadamente, en realidad nos protegen de la aparición de tumores, pero cuando están alterados, aumentan el riesgo de desarrollar cáncer antes de cumplir los 70 años). No haber tenido hijos : en diversos estudios se ha observado que las mujeres que han tenido varios hijos (multíparas) tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de ovario que las que no han tenido hijos (nulíparas). Anticonceptivos hormonales (ACH) : los anticonceptivos hormonales son fármacos que incluyen hormonas propias del ciclo menstrual femenino (estrógenos y progestágenos), que se utilizan como método de anticoncepción principalmente o, para otras finalidades como la regulación de los síntomas de la endometriosis, por ejemplo. Vienen en múltiples formatos o presentaciones (comprimidos, anillos vaginales, parches, inyectables…) y se puede elegir el que se adapta mejor a nuestro estilo de vida y necesidades.  Se ha constatado que los ACH tienen un efecto protector frente al padecimiento de cáncer de ovario y de endometrio uterino, pero, como contrapartida, son preparaciones que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama, de cérvix uterino y también de hígado. Terapia hormonal sustitutiva (THS) : es un tratamiento con hormonas que se puede recomendar durante la menopausia para aliviar sus síntomas molestos (p.ej. sofocos, sequedad vaginal, etc.) Probablemente, si estás en la etapa menopáusica y has padecido estos síntomas que alteran tanto la calidad de vida, te habrás planteado si eres una candidata óptima para recibir este tipo de tratamientos. Plantéaselo a tu ginecólogo para poner sobre la mesa los beneficios y riesgos que conllevan, ya que este tipo de tratamientos aumentan el riesgo de padecimiento de cáncer de ovario, de mama y de endometrio, así como también de enfermedades cardiovasculares . Por ello, se intenta limitar al mínimo su uso o, en caso de utilizarse, tomarse a las mínimas dosis útiles y durante el mínimo tiempo posible, debido a que el riesgo disminuye progresivamente una vez se abandona el tratamiento. Otros factores de riesgo serían: seguir dieta rica en grasas, el sobrepeso, el consumo de tóxicos como el tabaco, alcohol, y /o la exposición a radiaciones ionizantes (Rx, TC, radioterapia…), entre otros. QUÉ PROTEGE Los embarazos, la terapia anticonceptiva y dar lactancia materna protegen del cáncer de ovario, y en menor medida también son protectores el ejercicio moderado y seguir una dieta pobre en grasas animales y rica en frutas y vegetales. Síntomas Por lo general, el cáncer de ovario produce pocos síntomas, o directamente ninguno , hasta etapas de desarrollo avanzadas.  El primer síntoma puede ser un ligero malestar en la parte inferior del abdomen, o hinchazón de este, pero la hemorragia uterina no es frecuente. Diagnóstico Debido a la escasez de síntomas anteriormente mencionada, la mayoría de los casos plantean un diagnóstico difícil y se detectan cuando la enfermedad ya está avanzada . Desgraciadamente, además de ello, no existe actualmente ningún método eficaz que facilite el diagnóstico precoz del cáncer de ovario (no existen pruebas que cumplan los requisitos necesarios en la población general). Tratamiento y pronóstico El tratamiento incluye la intervención quirúrgica . En función de los hallazgos de la cirugía, será necesario complementar el tratamiento con quimioterapia . Es importante tener en cuenta que el diagnóstico precoz permite reducir el impacto sobre la salud y la calidad de vida de la paciente, así como mejorarse el pronóstico de supervivencia .
Cómo Tratar un Parto Prematuro
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Cómo Tratar un Parto Prematuro

Seguro que has oído en más de una ocasión que un bebé ha sido prematuro, pero ¿sabes qué significa exactamente? ¿De cuántos meses estaba la mamá cuando se produjo el parto? Pues bien, parto prematuro o pretérmino hace referencia al parto que tiene lugar antes de la semana 37 de gestación. Tipos de prematuridad En función de la edad gestacional hablamos de: Prematuridad extrema : cuando se produce antes de la semana 28. Supone el 5% de los partos prematuros. Prematuridad severa : entre las semanas 28+1 día y 31+6 días. Representa el 15%. Prematuridad moderada : entre las semanas 32 y 33+6 días. Representa el 20% Prematuridad leve : entre las semanas 34 y 36+6 días. Representa el 60%. La prevalencia del parto prematuro, a pesar de las mejoras tanto en su diagnóstico, prevención y tratamiento, se mantiene estable y afecta a un 7-9% de todos los partos. En cuanto a las causas, se distinguen tres grandes grupos : los partos prematuros espontáneos, la rotura prematura de membranas o la finalización de la gestación de forma electiva por patología materna y/o fetal. ¿Por qué puede adelantarse un parto? La etiología en el caso de los partos prematuros que surgen de forma espontánea es diversa, entre ellas la infección intraamniótica, causa vascular como las trombofilias, hemorragias en forma de placenta previa, desprendimiento prematuro de placenta, otras hemorragias en el segundo y tercer trimestre, distensión uterina en caso de gestación gemelar o polihidramnios (aumento de líquido amniótico), malformaciones uterinas, estrés psicológico/físico… Existen una serie de factores de riesgo que pueden llevarnos a sospechar que se pueda producir un parto pretérmino . Estos factores son: Parto pretérmino anterior. Este es el factor más importante, sobre todo el riesgo aumenta de forma significativa en caso de parto anterior antes de la semana 28. Factores uterinos como cirugías previas, presencia de miomas, malformaciones… La raza negra es un factor muy importante. Se multiplica el riesgo por 3. El estado nutricional también puede afectar de forma negativa a la prevalencia del parto prematuro. Un IMC inferior a 19 incrementa el riesgo, pero la obesidad también. Las edades extremas multiplican por 10 el riesgo de parto prematuro. El tabaco. En este caso el riesgo es independiente del número de cigarrillos, pero se ha demostrado que dejar de fumar reduce aproximadamente un 20% el riesgo de padecerlo. Periodo intergenésico inferior a 12 meses. Otros factores serían el estrés laboral, una enfermedad periodontal… ¿Hay pruebas que pueden predecirlo? Existen una serie de marcadores que son predictores de un parto pretérmino . Uno es la valoración mediante ecografía de la longitud cervical. Se sabe que, aunque no haya contracciones, si el cérvix es menor de 25 mm se incrementa el riesgo de parto prematuro. Otro marcador es la fibronectina, una proteína que en caso de dar positivo en el test significa que hay riesgo de parto prematuro. El screening y tratamiento de la bacteria ría asintomática en la mujer embarazada se ha demostrado efectivo en la reducción de las pielonefritis y parto pretérmino, al igual que la detección y tratamiento de la vaginosis bacteriana en el segundo trimestre, pues su identificación antes de la semana 20 disminuye el riesgo de parto pretérmino en población de alto y bajo riesgo. ¿Qué síntomas presenta? Los síntomas más característicos del parto prematuro, cuando los hay, son la presencia de contracciones más o menos regulares y más o menos dolorosas que no ceden con el reposo y/o la rotura espontánea de membranas. De todas formas, no siempre el parto prematuro presenta sintomatología, sino que muchas veces se diagnostica mediante una disminución de la longitud cervical en una consulta rutinaria. De ahí la importancia de tener en mente esta patología y sobre todo de los factores de riesgo para adelantarnos a su presencia. A la hora de disminuir el número de partos prematuros es importante su prevención , para ello se recomendará la baja laboral y la abstinencia sexual en gestantes con un cuello uterino menor de 25 mm antes de la semana 28. Otra recomendación es la eliminación del tabaco y otras drogas que hacen aumentar la incidencia de parto prematuro. La progesterona se recomendará en pacientes con antecedentes y cérvix menor de 25 mm en el segundo trimestre, ya que se sabe que hace disminuir las contracciones por ser un relajante uterino. También se administrará en pacientes asintomáticas sin antecedentes, con cérvix de menos de 20 mm en el segundo trimestre y en los casos de acortamiento cervical progresivo como hallazgo ecográfico en embarazos de más de 26 semanas. Bebés prematuros Si a pesar de todas estas medidas y cuidados no se consigue evitar un parto prematuro deberemos ser conscientes de los medios necesarios para llevar a cabo dicho parto. Entre las medidas más importantes está la de contar con una Unidad de neonatología que tenga UCI neonatal, y pediatras subespecializados en prematuridad. Las consecuencias a medio y largo plazo de la prematuridad están relacionadas con la inmadurez de los órganos del recién nacido. Entre ellas: dificultad respiratoria, dificultad para mamar por falta del reflejo de succión y deglución (por eso a veces se tienen que alimentar mediante vía intravenosa), propensión a las infecciones, facilidad para perder temperatura (por eso son tan necesarias las incubadoras), bajo peso, ictericia por aumento de la bilirrubina. Más a largo plazo son niños que pueden tener cierto grado de discapacidades físicas, visuales, auditivas, neurológicas y del aprendizaje. Todas ellas serán más frecuentes y más graves cuanto menor sea la edad gestacional en el momento del parto. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
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Ovarios Poliquísticos
Enfermedad

Ovarios Poliquísticos

Actualizado el día 15/09/2021 El síndrome del ovario poliquístico es la patología endocrina más frecuente en mujeres en edad fértil, aunque permanece infradiagnosticado. Se trata de un síndrome complejo y heterogéneo en cuanto a su presentación, evolución y consecuencias a corto y largo plazo. ¿Qué es el síndrome de ovarios poliquísticos? El síndrome de ovarios poliquísticos determina la aparición de quistes (pequeñas cavidades llenas de líquido) en los ovarios, debido a una producción excesiva de hormonas masculinas. El síndrome de ovarios poliquísticos agrupa una colección de signos y síntomas que incluye, además de la producción de hormonas masculinas por encima de lo normal, disfunción ovulatoria con prolongación, disminución de la frecuencia o ausencia de los períodos menstruales con escasa liberación de óvulos y aparición de quistes en los ovarios . El signo clínico más característico determinado por el hiperandrogenismo es el hirsutismo o exceso de vello siguiendo un patrón masculino. También puede aparecer acné y alopecia. Esta alteración endocrina afecta aproximadamente a 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva y está relacionado directamente con la disminución de la fertilidad. Causas del síndrome de ovarios poliquísticos Como en la mayoría de los síndromes, no existe una única causa para los ovarios poliquísticos. Sí existe una disfunción neuroendocrina con un exceso de hormona luteinizante, que es la encargada de regular la secreción de testosterona, impidiendo a los óvulos madurar lo suficiente y que, en lugar de ser expulsados de los ovarios durante la ovulación, permanezcan en el interior formando los quistes. También existe un trastorno metabólico con resistencia a la insulina e hiperinsulinemia, lo que también estimula la producción de andrógenos. Otros factores que se relacionan con la enfermedad y que pueden influir en el desarreglo hormonal son la obesidad , una alimentación deficiente y una vida sedentaria, entre otros. Finalmente, el síndrome de ovario poliquístico puede tener causas genéticas, por alteración o mutación de genes, lo que determina que sea una patología altamente hereditaria. Síntomas Los síntomas del síndrome de ovarios poliquísticos pueden incluir: Menstruaciones irregulares . Es común la oligomenorrea (disminución hasta 6-8 reglas anuales) o amenorrea (ausencia de regla durante varios periodos menstruales seguidos). Estos ciclos menstruales irregulares se asocian con una disminución en la ovulación y mayores tasas de infertilidad. Hirsutismo y síntomas virilizantes . El exceso de hormonas masculinas (hiperandrogenismo) determina la aparición de síntomas virilizantes, como el aumento de vello en diferentes zonas como la cara, muslos, abdomen, espalda y antebrazos. Otros síntomas incluyen clitoromegalia, alopecia, voz grave, hipotrofia mamaria y aumento de la masa muscular. Acné y piel grasa. La resistencia a la insulina puede conducir a la aparición de diabetes, hipertensión arterial, aumento del colesterol y obesidad, entre otros. Aumento de peso . Dolor pélvico . Manchas de color marrón oscuro en la piel. Pruebas y exámenes para el diagnóstico del síndrome de ovarios poliquísticos En un tercio de las mujeres pasan más de 2 años hasta que se les diagnostica la enfermedad. De ahí que se deba poner el foco en dos cuestiones específicas para identificar a los pacientes con mayor riesgo: mujeres con exceso de vello corporal o facial con un patrón masculino y mujeres con un historial de irregularidad menstrual u oligoamenorrea. Las pruebas complementarias y exámenes para el diagnóstico del síndrome de ovarios poliquísticos deben incluir: Examen físico. Examen pélvico. Análisis de sangre completo que incluya determinaciones hormonales, en especial, las hormonas masculinas. Ecografía ginecológica de alta resolución. Tratamiento del síndrome de ovario poliquístico El síndrome de ovario poliquístico no tiene cura, pero sí se pueden establecer metas terapéuticas para diferentes aspectos de la enfermedad. Tratamiento no farmacológico Los cambios en el estilo de vida pueden suponer una mejora considerable de los diferentes parámetros alterados por la enfermedad. La pérdida de peso, una alimentación sana y realizar ejercicio físico de manera regular puede favorecer la regulación hormonal, mejorar la sensibilidad a la insulina, aumentar la fertilidad y hacer que mejoren todos los síntomas. Tratamiento farmacológico Los anticonceptivos hormonales pueden ser adecuados para regular la producción de hormonas y de esta manera normalizar el ciclo menstrual. También pueden incidir positivamente sobre el acné y el crecimiento del vello corporal. El tratamiento hormonal como los antiandrógenos que regulan el nivel de las hormonas masculinas mejoran el acné y el vello corporal. Por otro lado, el uso de antidiabéticos orales como la metformina puede ayudar a regular los niveles de insulina y, por tanto, a regular los ciclos menstruales. Por último, se pueden utilizar inductores de la ovulación en el caso de pacientes que deseen quedarse embarazadas. Factores desencadenantes del síndrome del ovario poliquístico Como en la mayoría de síndromes, no existe un único desencadenante del síndrome del ovario poliquístico. Por el contrario, existen diversos factores que pueden determinar un mayor riesgo de que aparezca la patología. Factores de riesgo de los ovarios poliquísticos Los factores de riesgo del síndrome de ovarios poliquísticos pueden incluir una alimentación deficiente, el exceso de peso y la obesidad y una vida sedentaria. También puede haber factores genéticos que hacen que la enfermedad sea hereditaria en base a determinados cambios o mutaciones genéticas. Complicaciones Las mujeres que padecen el síndrome de ovario poliquístico pueden presentar una serie de complicaciones asociadas, entre ellas: Síndrome metabólico. Diabetes tipo 2 y obesidad. Hipertensión arterial. Enfermedades cardiovasculares. Trastornos menstruales, infertilidad y abortos. Crecimiento excesivo de vello. Apnea obstructiva del sueño. Cáncer de endometrio. Depresión y ansiedad. Prevención Existe una serie de recomendaciones que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer la enfermedad y, en todo caso, atenuar los síntomas y regular los ciclos menstruales. Además del tratamiento médico, es importante conseguir una buena calidad de vida eliminando el estrés, realizar ejercicio físico de manera regular, mantener una dieta saludable y evitar el exceso de peso y la obesidad. Especialidades para el síndrome del ovario poliquístico El síndrome de ovarios poliquísticos es tratado por los médicos especialistas en Endocrinología y en Ginecología. ¿Necesitas atención presencial con un especialista en ginecología? En Savia reserva una consulta con los mejores profesionales sin esperas. Preguntas frecuentes ¿Cuáles son los síntomas de quistes en los ovarios? Los síntomas de quistes en los ovarios son dolor en la parte baja del abdomen, hinchazón y sensación de plenitud abdominal, dolor durante las relaciones sexuales o dolor durante la defecación, entre otros. ¿Qué riesgos implica el ovario poliquístico? El síndrome de ovario poliquístico aumenta el riesgo de infertilidad, cáncer de endometrio, metabolismo anormal de la glucosa y dislipidemia. ¿Qué produce quistes en los ovarios? Los quistes de ovarios suelen tener un componente genético, pero también se producen por una alteración hormonal, endometriosis, embarazo, infecciones pélvicas o el síndrome de ovarios poliquísticos. ¿Cuál es el tamaño normal de un quiste de ovario? Un quiste de ovario suele medir menos de 5 cm. En el síndrome de ovarios poliquísticos suelen aparecer al menos 12 folículos que suelen medir de 2 a 10 mm. ¿Qué son los folículos de los ovarios? Los folículos son estructuras anatómico-funcionales que forman parte del ovario y que albergan en sus paredes internas al ovocito y a otras células productoras de estrógenos. ¿Qué es un quiste funcional? En los ovarios se producen folículos que son estructuras funcionales que producen hormonas y liberan el óvulo durante la ovulación. Cuando un folículo normal continúa creciendo, se denomina quiste funcional. No suelen causar síntomas y desaparecen por sí solos. ¿Cuánto tiempo tarda en quitarse un quiste de ovario? Por norma general, un quiste de ovario se rompe en el momento de la ovulación, pero algunos resisten y pueden tardar hasta 3 meses en desaparecer. Bibliografía Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Estudio y tratamiento de la anovulación en el síndrome de ovarios poliquísticos. Prog Obstet Ginecol 2017; 60(5): 505-516 . Azziz R. Polycystic Ovary Syndrome. Obstet Gynecol 2018; 132(2): 321-336. doi: 10.1097/AOG.0000000000002698 . McCartney CR, Marshall JC. Polycystic Ovary Syndrome. N Engl J Med. 2016 Jul 7;375(1):54-64. doi: 10.1056/NEJMcp1514916 .
Síndrome premenstrual
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Síndrome premenstrual

¿Qué es el síndrome premenstrual? El síndrome premenstrual (SPM) es un conjunto de síntomas y cambios físicos y psíquicos, bien definidos, que experimentan las mujeres días antes de la menstruación (entre el día 14 y 28). Esto sucede mes tras mes y puede afectar al 90 % de las mujeres, y con mayor frecuencia entre los 20 y 30 años de edad. La intensidad de los síntomas puede variar de unas mujeres a otras y pueden ser simples molestias o ser tan agudos que el malestar que ocasionan pueden interferir e incluso incapacitar en las actividades diarias o laborales. El síndrome premenstrual termina cuando empieza la regla . Tipos de síndrome premenstrual No existen tipos de síndrome premenstrual. Causas de un síndrome premenstrual No se sabe con exactitud cuales son las causas del síndrome premenstrual , pero podría estar relacionado con un desequilibrio hormonal de estrógenos y progesterona. Esto produce una retención de líquidos y sodio que provocaría un aumento de peso y edema generalizado dando lugar a los síntomas premenstruales. También se desconocen las causas por las que unas mujeres son más sensibles que otras a estos cambios hormonales. Síntomas de un síndrome premenstrual Los síntomas del síndrome premenstrual pueden ser: Síntomas físicos:    Hinchazón de abdomen    Edemas generalizados por retención de líquidos    Tensión e inflamación de las mamas    Diarrea o estreñimiento    Calambres    Dolor de cabeza y espalda    Intolerancia a la luz y al ruido    Acné Síntomas psicológicos o emocionales:    Cambios repentinos del estado de ánimo    Irritabilidad    Cansancio    Ansiedad    Tristeza o depresión    Cambios de apetito como la necesidad de comer dulce    Trastornos del sueño    Pérdida de interés en el sexo    Pérdida de concentración Tratamiento de un síndrome premenstrual El tratamiento del síndrome premenstrual puede ser: Tratamiento médico: para aliviar los síntomas como los antiinflamatorios, analgésicos, diuréticos, antidepresivos o anticonceptivos hormonales, entre otros. Remedios caseros: ayudan a paliar los síntomas como la actividad física diaria, evitar la sal, cafeína, alcohol y azúcar los días previos al ciclo, no fumar, controlar el estrés, descansar y dormir más horas, o llevar una dieta saludable con más vitaminas y minerales durante esos días previos. Pruebas complementarias de un síndrome premenstrual No hay pruebas específicas para diagnosticar el síndrome premenstrual , basta con la descripción de los síntomas, en qué momento aparecen y si se repiten durante al menos tres ciclos menstruales para poder diagnosticar el síndrome premenstrual.   Factores desencadenantes de un síndrome premenstrual El factor desencadenante se debe a la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona después de la ovulación. Cuando comienza la menstruación, los niveles de estas hormonas comienzan a subir de nuevo. S e desconoce porqué unas mujeres son más sensibles que a otras . Factores de riesgo de un síndrome premenstrual No hay factores de riesgo. Complicaciones de un síndrome premenstrual Las posibles complicaciones de un síndrome premenstrual pueden ser la incapacidad del desarrollo de las actividades diarias y laborales, pensamientos suicidas e incluso suicidio en las mujeres con depresión, por eso es importante ajustar el tratamiento esos días puntuales . Prevención de un síndrome premenstrual No existe prevención para evitar el síndrome premenstrual. Especialidades a las que pertenece El síndrome premenstrual es tratado por el médico de Atención Primaria , que trata los síntomas y recomienda pautas para aliviarlos, pero cuando el síndrome premenstrual afecta de manera más intensa o incapacita el ritmo de vida diario es el Ginecólogo (médico del aparato reproductor femenino) quien hace un seguimiento y tratamiento del síndrome premenstrual. Preguntas frecuentes ¿Cuándo aparecen los primeros síntomas del embarazo? Los primeros síntomas de embarazo es la ausencia de regla, senos hinchados, cansancio y somnolencia, orinar más a menudo, náuseas y vómitos, hinchazón abdominal y dolor pélvico, entre otros. ¿Cuándo se presenta el síndrome premenstrual? El síndrome premenstrual se presenta cuando aparecen una serie de síntomas concretos días antes de la regla, durante al menos 3 meses. ¿Cuánto es lo máximo que dura el periodo menstrual? El periodo menstrual puede durar entre 25 y 30 días, incluso alargarse a 35 días. ¿Cuáles son los trastornos menstruales? Los trastornos menstruales pueden ser náuseas, vómitos, dolor abdominal tipo retortijón, dismenorrea (dolor menstrual), dolor de espalda, diarrea o dolor de cabeza, entre otros. ¿Cuánto tiempo pueden durar los síntomas premenstruales? Los síntomas pre menstruales duran unos días antes de la aparición de la regla. Suelen estar presentes en los años entre la adolescencia y la vida adulta, es decir, entre los 20 y 30 años.
Mioma Uterino
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Mioma Uterino

¿Qué es el mioma uterino? El mioma o fibroma uterino, es un tipo de tumoración benigna en las paredes del útero y está formado por un incremento en forma de nódulo de las fibras musculares del útero . Los miomas varían en número, tamaño y localización. Afecta a mujeres en edad fértil y su origen es desconocido , pero su crecimiento está muy influenciado por las hormonas femeninas. Tipos de mioma uterino Los miomas uterinos pueden ser: Mioma subseroso: tiene una afectación en mujeres del 40% de miomas. No produce síntomas, pero si alcanza un tamaño grande puede producir molestias y dolor por compresión en órganos próximos. Miomas intramusculares: debido a que pueden alcanzar gran tamaño, puede aumentar, también, el tamaño del útero. Constituye el 55% de los miomas y se suelen localizar en la porción central del miometrio (capa muscular intermedia). Mioma submucoso: son menos frecuentes, dan más sintomatología al producir mucho sangrado menstrual provocando, en muchos casos, que la mujer padezca anemia ferropénica (falta de hierro). Tiene una elevada probabilidad de malignizar. Causas de un mioma uterino No se conocen las causas del mioma de útero, pero se ha detectado una relación directa con las hormonas femeninas , condicionando el desarrollo y crecimiento de los miomas, por eso se da en mujeres en edad fértil (desde la pubertad hasta la menopausia). Transcurrido este tiempo, el tamaño disminuye debido a que los niveles de hormonas en sangre son menores. Síntomas de un mioma uterino Aproximadamente el 30% de las mujeres no tienen ningún síntoma y solo se descubre su presencia de un mioma uterino en las revisiones rutinarias con el ginecólogo . La aparición de los síntomas depende de su tamaño, número de miomas y localización, siendo los más sintomáticos los que se localizan en la cavidad interna del útero. Los síntomas pueden ser: Cambios menstruales en su duración, frecuencia y cantidad de sangrado. Dolor. Anemia ferropénica debido al exceso de sangrado. Aumento del perímetro del abdomen en caso de miomas grandes. Aumento de peso. Complicaciones en embarazo y parto. Compresión de vejiga y recto en el caso de miomas de gran tamaño. Necesidad de orinar con mayor frecuencia. Lumbalgia y dolor en pelvis. Infertilidad. Aumento de probabilidades de aborto o parto prematuro. Molestias en las relaciones sexuales.   Tratamiento de un mioma uterino La mayoría de los miomas no requieren tratamiento por ser asintomáticos, y se tiende a tener una actitud conservadora. En caso de presentar sintomatología, el tratamiento puede ser: Tratamiento médico:    Fármacos (agonistas de la GnRH) que disminuyen el nivel de estrógenos en sangre y, con ello, el tamaño de los miomas, pero tiene efectos secundarios con sintomatología similar a una menopausia (sofocos, sudoración, sequedad vaginal, etc.) y, además, cuando se termina el tratamiento, el mioma vuelve a crecer.    Analgésicos para paliar el dolor.    Anticonceptivos, progestágenos y dispositivos uterinos para disminuir la hemorragia.    Hierro para tratar la anemia. Tratamiento quirúrgico: Se emplea dependiendo de tamaño y localización del mioma. Se puede realizar por vía vaginal o laparoscópica (tubo flexible con una cámara e instrumentos quirúrgicos, que se introduce por unas incisiones realizadas en el abdomen). Pueden ser:    Miomectomía, en la que se extirpa sólo el mioma, se conserva el útero y se preserva la fertilidad.    Histerectomía, en la que se extirpa una parte o la totalidad del útero, dependiendo de la localización y tamaño del mioma. Se preserva la función hormonal por conservar los ovarios, pero no hay posibilidad de embarazo. Radiología intervencionista: técnica guiada por rayos usada para embolizar los miomas, es decir, suspender el riego sanguíneo del mioma. Pruebas complementarias de un mioma uterino Algunas pruebas complementarias para el diagnóstico de un mioma uterino son: Exploración física: para detectar el tamaño del útero, presencia de miomas y dolor a la palpación. Ecografía: para localizar, medir y determinar cuántos miomas hay. Es la prueba diagnóstica más efectiva y fiable. Histeroscopia: se introduce un tubo por la vagina para ver el interior del útero. TAC pélvico: para observar la repercusión de los órganos vecinos. Resonancia magnética: para visualizar posibles tumores. Factores desencadenantes de un mioma uterino Los factores desencadenantes de los miomas uterinos están causados por el aumento de estrógenos en sangre . Factores de riesgo de un mioma uterino Los factores de riesgo de un mioma pueden ser: Mujeres de entre 35 y 45 años. Mayor incidencia en la raza afroamericana. Obesidad, hipertensión o diabetes. Mujeres nulíparas (no han dado a luz). Desarreglo hormonal (aumento de estrógenos). Factor hereditario. Complicaciones de un mioma uterino Las complicaciones del mioma uterino pueden ser: Compresión de vejiga y retención urinaria. Edemas, varices y trombosis en las piernas, por compresión de venas pélvicas dificultando la circulación de retorno de las piernas. Hemorragias abundantes. Malignización del mioma, suele ocurrir en un 0,5 % de los miomas. Prevención de los miomas Los miomas no se pueden prevenir debido a que no se sabe con exactitud la causa . Se pueden hacer unas recomendaciones como son las revisiones ordinarias con el ginecólogo, controlar el peso y llevar una dieta saludable junto con la práctica regular de ejercicio físico. Especialidades a las que pertenece La especialidad médica que trata los miomas es Ginecología y Obstetricia. Preguntas frecuentes ¿Cuál es el tamaño de un mioma uterino? Los miomas varían en tamaño, siendo los más pequeños de hasta 2 cm. y los grandes a partir de 6 cm . ¿Cuál es la diferencia entre un mioma y un fibroma? Es lo mismo un mioma que un fibroma. También se pueden llamar leiomiomas . ¿Qué son miomas tipo 4? Los miomas tipo 4 son miomas que ocupan un 50% del volumen del interior del útero .   ¿Qué es un mioma en el endometrio? Un mioma en el endometrio es aquel que crece hacia la cavidad uterina, es decir, hacia la mucosa que recubre la pared del útero . ¿Cuándo una mujer tiene miomas puede quedar embarazada? Los miomas son compatibles con el embarazo, pero, en ocasiones, pueden aparecer complicaciones durante la gestación (abortos, partos prematuros o alteración en el desarrollo fetal), en el parto (hemorragias, mala presentación del feto o dificultad en las contracciones), y en el postparto (hemorragias).
Vaginosis Bacteriana
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Vaginosis Bacteriana

¿Qué es la vaginosis bacteriana? La vaginosis bacteriana es una infección vaginal por una bacteria , se produce por el desequilibrio entre la diferente flora bacteriana de la vagina, en la cual se produce un descenso de los lactobacilos y un aumento de la gardnerella (bacilo de la región genital). Es la infección bacteriana más frecuente entre los 14 y 40 años, y es una enfermedad leve. Tipos de vaginosis Los tipos de vaginosis serán diferentes según el germen que lo produce, así tenemos: Vaginosis bacteriana : se produce por el germen conocido como Gardnerella vaginalis. Vaginitis candidiasica o candidiasis vaginal : se debe a la infección por hongo Candida albicans , produce un flujo blanco y espeso. Vaginitis tricomoniasis : se produce por el protozoo Trichomona vaginalis. Vaginitis por clamidia : producida por la Chlamydia trachomatis Causas de la vaginosis bacteriana La causa de la vaginosis bacteriana es la infección por parte de la Gardnerella vaginalis. Síntomas de vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana en la mayoría de los casos es asintomática , o presenta síntomas muy leves. Cuando aparecen síntomas, estos son, la presencia de flujo delgado y abundante con olor a pescado , de un color que puede ser blancuzco, gris apagado o incluso verdoso, las pacientes también pueden presentar ciertas molestias como ardor al orinar o ligero picor, en algunos casos poco frecuentes puede dar dolor suprapúbico. Tratamiento para la vaginosis bacteriana El tratamiento de la vaginosis bacteriana va a ser tratamiento antibiótico , que puede ser de uso oral, en forma de óvulos vaginales, o geles. Los antibióticos que se suelen usar son el Metronidazol o Clindamicina . Pruebas complementarias del tratamiento de vaginosis bacteriana La prueba complementaria será un exudado vaginal , aunque también se puede encontrar mediante citología en aquellas personas que no presentan sintomatología y por tanto no consultan por este problema. Factores desencadenantes de la vaginosis bacteriana No se conocen las causas que desencadenan las vaginosis bacterianas, si bien se conoce que las personas con relaciones sexuales con múltiples parejas pueden sufrir esta infección. No se encuentran casos de vaginosis bacteriana en personas que no tienen relaciones sexuales. Factores de riesgo de la vaginosis bacteriana Son factores de riesgo las duchas vaginales, el uso de productos de higiene femenina muy perfumados o que puedan ser irritantes, y el uso de ropa ajustada y que no transpire. Complicaciones de la vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana es una infección local que no presenta complicaciones. Prevención de la vaginosis bacteriana Evitar las duchas vaginales. Evitar el uso de jabones abrasivos. Usar preservativo para evitar contagios. Ropa interior de algodón. Especialidades a las que pertenece la vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana será tratada en primer lugar por el médico de familia, solo en casos que sean recidivantes puede ser necesario el tratamiento por parte del ginecólogo. Preguntas frecuentes ¿Qué es la candidiasis bacteriana? No existe la candidiasis bacteriana. La candidiasis es un infección producida por un hongo conocido como Cándida albicans , que, al reproducirse por alteraciones locales en mayor cuantía de lo normal, da lugar a una infección que se caracteriza por picor intenso , asociado a producción de flujo blanquecino y espeso. Las bacterias son un tipo de células diferentes que producen otras infecciones como la vaginosis bacteriana. ¿Qué es la vulvovaginitis? La vulvovaginitis es la inflamación tanto de la vulva como de la vagina, la paciente presenta síntomas internos de molestias vaginales, asociados a picor externo y, en muchos casos, ardor al orinar, ya que el paso de la orina da lugar a un irritación local de la vulva. Precisará tratamiento interno de la vagina y externo de la vulva para mejorar los síntomas. Puede ser producida por bacterias y hongos. ¿Hay algún remedio casero para aligerar los síntomas de la vaginosis bacteriana? Para tratar la vaginosis bacteriana son necesarias medidas que cambien el PH vaginal, haciéndolo más ácido. Así, al añadir vinagre de manzana al agua de lavarse puede ser eficaz, el consumo y aplicación de yogur natural puede ser otro  tratamiento, añadir al agua de lavarse el aceite del árbol de té puede ser también cambiar el PH vaginal, impidiendo las infecciones de repetición. Evitar el uso exagerado de productos de higiene femenina que pueden ser irritantes y cambiar el PH por sí mismo. ¿Qué es la enfermedad Gardnerella? La Gardnerella es una bacteria conocida como Gardnerella vaginalis , que produce una infección en la vagina conocida como vaginosis bacteriana, que se debe a una alteración de la flora vaginal donde disminuyen los Lactobacillus y prolifera la Gardnerella , es la principal causa de alteración vaginal aunque hasta el 50 de las personas que la presentan no tiene síntomas. ¿Qué es una célula clave? La célula clave es una célula pavimentosa de la vagina, que se encuentra rodeada de bacterias, en general Gardenella vaginaleis , las baterias se hayan pegadas a la pared celular y son típicas de la infección por esta bacteria.