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Nuevo Fármaco para la Migraña
Artículo especializado

Nuevo Fármaco para la Migraña

La migraña no es una enfermedad que comprometa la vida, pero sí compromete seriamente la calidad de vida de quien la sufre, por eso los especialistas en neurología no se cansan de investigar para dar con nuevos tratamientos que consigan mejorarla. La migraña es más frecuente en mujeres (suele empezar cuando llega la menstruación) y tiene un fuerte componente familiar (genético). Para el diagnóstico de migraña, además, se han de cumplir unos criterios clínicos: Los episodios de dolor de cabeza han de durar de cuatro horas a tres días , máximo. El dolor de cabeza es pulsátil , “a martillazos”, predomina en medio lado de la cabeza (migraña es una palabra griega que significa dolor en medio lado de la cabeza). Ha de interferir o incapacitar las actividades habituales, empeorar con cualquier esfuerzo, la luz y los ruidos, y acompañarse de náuseas o vómitos. Medidas no farmacológicas Buena calidad de sueño (dormir regularmente y un mínimo de siete horas seguidas) Horario de comida regular así como evitar desencadenantes de tipo alimentario (antes citados). Práctica de ejercicio (te ayudará a disminuir el estrés). Buen control del estrés. Otras medidas pueden ser la acupuntura , las técnicas de relajación (yoga y taichí) y el tratamiento físico no invasivo (manipulación espinal y campos electromagnéticos pulsátiles) aunque no poseen respaldo científico suficiente para ser protocolizado. Medidas farmacológicas Comprenden el uso de analgésicos (contra el dolor) de forma totalmente sintomática. Deben iniciarse al comenzar la crisis de dolor. Los fármacos más frecuentemente utilizados son: antinflamatorios, analgésicos y opiáceos (paracetamol, metamizol, ibuprofeno, tramadol…), relajantes musculares y los fármacos de la familia de los triptanes. Como novedad en el tratamiento de la migraña haremos especial énfasis en la familia de los triptanes (son antagonistas de los receptores de serotonina) por tratarse de unos fármacos que bloquean la liberación de ciertas sustancias que ocasionan el dolor y las náuseas durante las crisis. Si se toman muy al inicio de la crisis consiguen disminuir drásticamente su intensidad. Existen muchos fármacos comercializados de esta familia: sumatriptán, zolmitriptán, naratriptán, rizatriptán, almotriptán…). Inicialmente sólo existía la vía de administración subcutánea (mediante una inyección de muy pequeño calibre). Sin embargo, en la actualidad, disponemos de otras presentaciones comerciales mucho más cómodas para el paciente: aerosol nasal y comprimidos (vía oral o Flash, que se disuelven en la boca sin necesidad de ser ingeridos). Como el resto de fármacos precisan prescripción y supervisión médica. ¿Hay un tratamiento eficaz para prevenir las crisis migrañosas? Existen unos fármacos empleados con tal fin: beta bloqueantes, antiepilépticos y antidepresivos. Seguir un tratamiento preventivo es la única manera de reducir el número de episodios de migraña con o sin aura. Se deberá valorar la necesidad de iniciar el tratamiento preventivo (en función de la frecuencia de crisis que tengas y de su intensidad, duración y control del dolor). ¿En qué casos indicamos un tratamiento preventivo? Frecuencia de crisis mayor de tres al mes. Ataques de intensidad grave con limitación muy importante de la vida ordinaria y rebeldes al tratamiento. Migraña con aura incapacitante. Personas polimedicadas que no pueden tomar medicación antiinflamatoria, por ejemplo. Lo que se pretende con la instauración de un tratamiento preventivo es: Reducir la frecuencia de las crisis en al menos un 50% Atenuar la intensidad del dolor de las crisis para reducir el consumo de fármacos de fase aguda. Mejorar la calidad de vida del paciente migrañoso. El futuro Hace pocos años se ha demostrado que el CGRP es la molécula más implicada en los dolores de cabeza del tipo migraña. En uno o dos años tendremos en el mercado los primeros fármacos dirigidos específicamente frente a esta molécula. Los resultados disponibles hasta el momento hablan de eficacia para al menos la mitad de los pacientes sin prácticamente efectos secundarios. Aunque su coste es elevado, es cierto que abren la esperanza para aquellos pacientes con migraña crónica que han sido resistentes a las opciones actuales. Pero probablemente el salto más espectacular lo representará el tratamiento genético personalizado, pues por primera vez se dispone de la tecnología necesaria para modificar los genes de los individuos y la migraña ha de tener una base genética.
Qué Sabes del Dexketoprofeno
Artículo especializado

Qué Sabes del Dexketoprofeno

Para familiarizarnos con el tema, vamos a posicionarnos en la familia a la que pertenece este fármaco, el dexketoprofeno. Seguro que has oído hablar de los antiinflamatorios (conocidos como AINE o antiinflamatorios no esteroideos). ¿Y sabías que los AINE son el grupo de fármacos más prescrito a nivel mundial? Sobre los AINE Dentro del grupo heterogéneo de los AINE tenemos infinidad de fármacos entre los que podríamos citar los conocidísimos principios activos : ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno, aceclofenaco, meloxicam, AAS… Todos ellos tienen características en común, aunque dentro del grupo presentan una variabilidad en cuanto a perfil farmacológico y forma de comercialización (diferentes presentaciones comerciales y posologías, aunque equivalentes en cuanto a efecto). Destaca su función analgésica/antiinflamatoria y de antiagregación plaquetaria y, además, están implicados en la prevención del cáncer de colon. Existen diversos estudios que confirman que la aspirina reduce el riesgo de cáncer colon en un 40%-50% y la aparición de adenoma de colon en un 30%-50%. Sin embargo, debido a los posibles efectos secundarios gastrointestinales y cardiovasculares, en la actualidad no se recomienda el uso para la prevención de cáncer colon. Tienen un alto poder analgésico por lo que se emplean para el tratamiento del dolor de cualquier causa como puede ser en enfermedades reumáticas , traumatológicas, degenerativas… Así mismo, se emplean en el control de otros tipos de dolor como migraña, cefalea, odontalgia, dolor oncológico, dolor menstrual… También se les atribuye una función antitérmica . Cómo actúan Los AINE actúan inhibiendo unas sustancias llamadas prostaglandinas (que son mediadoras de la inflamación) y de la protección gástrica). Los AINE no selectivos inhiben el proceso inflamatorio y el proceso de protección gástrica, por tanto controlan el dolor pero producen pirosis o molestias gástricas. Profundizando un poco más te diré que algunos AINE son selectivos, es decir capaces de inhibir sólo la inflamación, pero no la protección gástrica por lo que son mejor tolerados (son los llamados AINE selectivos o inhibidores de la COX-2 como celecoxib, etoricoxib y lumiracoxib). ¿Entiendes ahora por qué algunas personas tienen síntomas gástricos al tomar determinados AINE? Ello también explica que hayan salido al mercado algunos AINE combinados con protección gástrica en la misma pastilla, de forma que el paciente no tiene que tomar una pastilla de protección gástrica adicional. Dentro de los AINE estableceremos una subclasificación, en función de su vida media y de su composición, que nos será útil a la hora de realizar un cambio de tratamiento, en el que nos cuidaremos de cambiar de grupo, si lo precisamos. El dexketoprofeno En este artículo nos hemos comprometido a hablar del dexketoprofeno (uno de los nombres comerciales que seguro te suena más es Enantyum®), así que vamos a centrarnos en este AINE de forma específica. Ahora que ya conocemos la familia a la que pertenece te diré que se trata de un AINE no selectivo . Seguro que te ha venido a la cabeza que si existe un dexketoprofeno es porque existe un ketoprofeno y, efectivamente, así es. Hace años se comercializó el Ketoprofeno, con una potente acción analgésica, antipirética y antiinflamatoria. Posteriormente salió al mercado su isómero (dex ketoprofeno ) de  propiedades prácticamente equivalentes con leves cambios en su molécula que persiguen la minimización de los efectos adversos . El dexketoprofeno está comercializado por diferentes laboratorios y con presentación vía oral (cápsula, sobre granulado o solución oral bebible), tópica (gel) y parenteral (intramuscular o endovenosa). Como el resto de AINE posee una acción analgésica, antipirética y antiinflamatoria potente. Se indica en el tratamiento del dolor de intensidad leve o moderada de cualquier origen (musculoesquelético, odontológico, oncológico, menstrual, cólico nefrítico, post-quirúrgico…). ¿Cuál es la posología recomendada? La presentación vía oral puede encontrarse en dos dosis: 12’5 mg y 25. Emplearemos la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo posible para el control del dolor . Normalmente se recomienda su administración con alimentos para minimizar los efectos gastrointestinales . Sin embargo, los alimentos retrasan su absorción, por lo que, en caso de dolor agudo intenso es preferible tomarlo en ayunas (como mínimo 15 minutos antes de las comidas). Las ampollas de administración parenteral (intramuscular o endovenosa) contienen una dosis más alta. ¿Tiene contraindicaciones? Debemos tener presente si el paciente tiene alergia al ácido acetil salicílico (AAS) en cuyo caso también podría reaccionar ante los AINE (sobre todo en caso de asma o broncoespasmo). Otras causan que contraindican su uso serían: úlcera gastroduodenal, enfermedad inflamatoria intestinal en fase activa, insuficiencia cardíaca, renal o hepática y alteraciones de la coagulación. No debe emplearse en niños ni adolescentes , según la ficha técnica. ¿Interacciona con otros fármacos? No se recomienda el uso de dexketoprofeno de forma concomitante con otros fármacos de tipo: corticoides, anticoagulantes, litio, heparina u otro AINE. Antes de iniciar un tratamiento con este fármaco debe valorarse el tratamiento previo que realiza el paciente. ¿Qué ocurre en el embarazo y durante la lactancia? Durante el tercer trimestre de embarazo los AINE pueden provocar en el feto un problema cardiopulmonar y/o una disfunción renal por lo que no se recomienda su uso. Su uso durante el primer y segundo trimestre del embarazo debería estar médicamente muy justificado y siempre bajo supervisión médica . Dado que se desconoce si el dexketoprofeno se excreta en la leche materna, estaría contraindicado su uso durante la lactancia, según la ficha técnica. ¿Tiene efectos adversos? Los más frecuentes serían los efectos gastrointestinales (náuseas y/o vómitos, dolor abdominal, diarrea, dispepsia). Otros posibles efectos, aunque menos frecuentes serían: rash cutáneo, vértigo, insomnio, cefalea, palpitaciones, hipertensión, etc. LA PREGUNTA DEL MILLÓN ¿Qué AINE me tomo la próxima vez que lo necesite? Te respondería que su perfil de acción es muy similar. Se postula que el dexketoprofeno hace efecto más rápidamente , pero todos ellos poseen parecida acción farmacológica, eficacia clínica y perfil de efectos adversos. No obstante, te recuerdo que el fármaco de elección inicial para el control del dolor es el paracetamol. No te preocupes. También te lo explicaremos con detalle en otro artículo.
Diabetes en el Embarazo
Artículo especializado

Diabetes en el Embarazo

Es uno de los principales factores de riesgo para el futuro desarrollo de la diabetes tipo 2 y de posteriores complicaciones durante el embarazo (como excesivo aumento de peso o preeclampsia -hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina-) y el parto (riesgo de parto prematuro o parto por cesárea). Esta alteración ocurre en aproximadamente el 10% de las mujeres embarazadas. La diabetes gestacional es cualquier grado de intolerancia a la glucosa que se detecta por primera vez en el embarazo. La insulina es la hormona encargada de que la glucosa de la sangre entre en las células de tu organismo. El embarazo (y sus cambios hormonales) puede provocar una resistencia a este efecto y una tendencia a tener el nivel de azúcar en sangre más elevado. En la diabetes gestacional raramente hay síntomas, por lo que es necesario realizar un análisis de sangre para detectarla. Factores de riesgo de la diabetes gestacional Determinadas circunstancias en relación a la salud y a la condición física de la mujer, antes y durante el embarazo, pueden suponer importantes factores de riesgo en la aparición de esta patología, entre ellos : Embarazos en mujeres mayores de 30-35 años. Mujeres con antecedentes familiares de diabetes o de diabetes gestacional. Presencia de sobrepeso u obesidad antes del embarazo. Partos anteriores con hijos que han pesado más de 4 kg. Hipertensión arterial. ¿Cómo se diagnostica? El diagnóstico de diabetes gestacional se basa en la localización de la hiperglucemia en la sangre de la embarazada. Es muy importante que la futura mamá se someta a diferentes análisis de sangre para controlar los niveles de azúcar. Esta prueba se efectúa entre la semana 24 y 28 de embarazo, período en el que ya se pueden descubrir las primeras alteraciones en el metabolismo de la glucosa. El examen que se realiza es el test de O’Sullivan (o minicurva de sobrecarga): se hace una extracción de sangre en ayunas y otra 60 minutos después de haber tomado 50 gramos de glucosa (mediante una bebida azucarada). Cuando los valores se encuentran alterados (es decir, son superiores a 95 mg/dl de sangre en ayunas, y superiores a 140 mg/dl después de haber transcurrido una hora desde el momento en que se ha tomado la glucosa), se debe efectuar de nuevo una curva de sobrecarga, pero esta vez completa (test de tolerancia oral a la glucosa). ¿Cómo se lleva a cabo el test O’Sullivan? Para llevar a cabo esta otra prueba la gestante debe estar en ayunas y haber seguido una dieta sin restricción de hidratos de carbono en los tres días anteriores a la misma. Antes de administrar la glucosa se realizará una primera extracción de sangre y, a continuación, debe ingerir 100 gramos de glucosa disueltos en agua. Posteriormente, se realizarán varias extracciones de sangre para medir los niveles de azúcar. Si dos o más valores de los obtenidos son iguales o mayores a los normales, el resultado se dará como positivo. Si uno solo de los valores es superior, el diagnóstico será intolerancia a la glucosa en el embarazo, debiendo repetirse las pruebas a las tres o cuatro semanas. Una vez diagnosticada, la diabetes gestacional será tratada principalmente mediante dietoterapia, puesto que los hipoglucemiantes orales están contraindicados durante la gestación. El objetivo de este tratamiento es la regulación del metabolismo materno y el desarrollo normal del embarazo y del parto. ¿Qué complicaciones pueden aparecer? Riesgos para la madre La madre debe recibir información de los riesgos que ella y su posible hijo pueden correr en función del tipo de diabetes. La mujer será tratada y aconsejada para que el embarazo se inicie con un control glucémico óptimo , de cara a evitar las posibles malformaciones a causa de la diabetes gestacional. Esta situación aumenta la tasa de cesáreas y el riesgo de padecer intolerancia a la glucosa o diabetes mellitus de tipo 2 a las mujeres a las que se les diagnostica. Datos recientes indican también la posibilidad de desarrollar síndrome metabólico (hipertensión arterial, dislipemia) y, como consecuencia, enfermedad cardiovascular. Riesgos para el feto Si la diabetes gestacional no se diagnostica a tiempo existe riesgo elevado de muerte fetal perinatal . La complicación más frecuente en el feto es la macrosomía (desarrollo o tamaño excesivo del cuerpo) y las complicaciones obstétricas derivadas de esta situación, como realización de cesáreas y fractura de clavícula. La hipoglucemia, una de las complicaciones que afecta a 34% de recién nacidos macrosómicos, se presenta en el curso de las primeras 24 horas de vida. Estos bebés (independientemente de su peso) se asemejan a los prematuros, y hace que desde el primer momento deban ser considerados como de alto riesgo perinatal , y su vigilancia posparto sea intensiva y prolongada. A largo plazo, estos recién nacidos tienen mayor riesgo de obesidad y de intolerancia a la glucosa, incluso en aquellos lactantes que no nacen con sobrepeso. ¿Qué tratamiento se debe seguir? Una vez diagnosticada, la primera opción de tratamiento siempre es el control de la dieta y la práctica de ejercicio . La futura madre debe recibir un plan de alimentación adaptado a su estado nutricional y actividad física y deberá controlarse por el médico y el dietista-nutricionista de forma presencial. Es muy importante que la dieta esté adaptada en función de los progresos de desarrollo fetal (peso, talla…) que pueden apreciarse en las visitas ginecológicas. Hay que hacer especial hincapié en respetar los horarios , sin saltarse comidas para evitar hipoglucemias ni juntar comidas que acaben provocando hiperglucemias. No debe ser una dieta baja en calorías ni restrictiva en hidratos de carbono , ya que tiene que proporcionar una ganancia ponderal adecuada para cubrir las necesidades nutricionales del feto. Deben limitarse al máximo todos los alimentos que contengan azúcares simples (de absorción rápida), como azúcar blanco o moreno, bombones, chocolate, bollería, mermeladas, refrescos, etc. Las cantidades de hidratos de carbono complejos (de absorción lenta) como pasta, arroz, legumbres, pan, patata, etc. deben adecuarse de manera presencial según las características de cada mujer . Los carbohidratos integrales son opciones más saludables, por lo que también se aconseja utilizar harinas de trigo integral u otras harinas integrales para cocinar y hornear. Escoger alimentos integrales, legumbres, frutas y verduras cuyo índice glucémico es más bajo, es decir, pasa más lentamente esa glucosa a la sangre. El ácido oleico , presente en el aceite de oliva y los frutos secos, aportan antioxidantes y reduce el riesgo cardiovascular y de diabetes. Se recomienda: Elegir aceite de oliva, preferiblemente virgen extra, para aliñar y cocinar diariamente. Consumir de dos a cuatro puñados de frutos secos a la semana (que no sean fritos). Si no existe otra complicación que lo impida, se debe realizar ejercicio aeróbico moderado (nadar, caminar…) a diario, ya que la práctica de actividad física mejora las cifras de glucemia basal y postprandial. ¿Se puede prevenir la diabetes gestacional? Conociendo los factores de riesgo, es relativamente sencillo deducir las pautas para prevenirla. El control del peso y una dieta equilibrada , antes y después de la concepción, supondrán un primer paso para asegurar un embarazo saludable. En ocasiones, las mujeres embarazadas tienden a incrementar la ingesta de alimentos durante todo el embarazo ; para evitar que esto contribuya a la aparición de complicaciones, debe informarse a la futura madre, explicándole cómo controlar su alimentación para que su peso se incremente dentro de los límites adecuados. Haz nuestro test y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Qué debes Saber sobre el Colon Irritable
Artículo especializado

Qué debes Saber sobre el Colon Irritable

Dolor abdominal acompañado de episodios de diarrea y/o estreñimiento. Estos son los síntomas principales que presentan quienes sufren el Síndrome del intestino irritable (SII) o colon irritable. Se trata de un trastorno gastrointestinal funcional, que describe un grupo de síntomas que afectan al intestino grueso sin ninguna causa conocida. La naturaleza crónica y la dificultad de controlar los síntomas pueden llegar a frustrar tanto a los pacientes que lo padecen como a los médicos que lo tratan. Más común de lo que pensamos Es el trastorno gastrointestinal más comúnmente diagnosticado y la segunda causa de absentismo laboral. Entre un 10-20% de la población experimenta a lo largo de su vida síntomas de SII, aunque solo un 15% de ellos solicitan valoración médica. Existen numerosos tratamientos y terapias disponibles para aliviar los síntomas del SII , aunque ninguno de estos métodos consigue la curación. ¿SII o EII? El SII no es lo mismo que la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa , principales tipos de EII, empeoran con el tiempo y pueden causar daño intestinal, mientras que el síndrome del intestino irritable no. ¿Cuáles son los síntomas? Ya hemos apuntado al inicio que el síntoma principal es el dolor abdominal acompañado de cambios en la frecuencia y/o consistencia de las deposiciones, presentando bien sea episodios de diarrea y/o estreñimiento. Es un trastorno crónico, que se caracteriza por períodos de exacerbación que alternan con períodos de remisión de los síntomas. El dolor abdominal puede ser difuso o localizado en el hemiabdomen inferior , de tipo cólico, en general leve o de moderada intensidad ; que respeta el sueño y cuyo inicio suele relacionarse con la ingesta de algún alimento. Otros síntomas son : Dolor abdominal y calambres (por lo general, aparece y desaparece y el alivio se produce después de una deposición). Hinchazón y gases. Estreñimiento y/o diarrea. Una repentina necesidad de tener una evacuación intestinal. Una sensación constante de la necesidad de tener una evacuación intestinal, incluso si ya se ha tenido una. Moco en las deposiciones. Los síntomas del SII varían según cada persona . Es posible que se tengan algunos o todos los síntomas mencionados anteriormente. La mayoría de las personas tienen síntomas leves, pero algunos síntomas pueden ser lo suficientemente graves como para afectar a su vida diaria. ¿Qué causa el síndrome del intestino irritable? El mayor problema es que a día de hoy no se conoce con precisión su causa , ni ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes con SII sufren estos síntomas de forma crónica y recidivante. Desde un punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la motilidad (del movimiento) y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas o no por factores psicológicos. Además, se han propuesto otras diferentes alteraciones que también podrían influir en esta enfermedad: gastroenteritis, intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y factores genéticos. ¿Cómo se diagnostica? El diagnóstico (determinado por un médico especialista en aparato digestivo) se establece por una serie de criterios clínicos , ya que en estos pacientes los estudios endoscópicos , analíticos y radiológicos son normales (éstos se hacen para descartar la existencia de una patología orgánica). Los criterios clínicos son la presencia de dolor abdominal recurrente al menos tres días al mes en los últimos tres meses, asociado a uno o más de los siguientes: El dolor abdominal mejora con la deposición. Inicio del dolor coincidiendo con cambios en la frecuencia deposicional. Inicio del dolor coincidiendo con cambios en la consistencia de las heces. Además de estos criterios, existen otros síntomas que sugieren la presencia de un SII , como son: Alteración del ritmo intestinal con más de tres deposiciones al día o menos de tres deposiciones a la semana. Alteración de la consistencia de las heces. Urgencia deposicional. Sensación de evacuación incompleta. Meteorismo. Tratamiento del síndrome del intestino irritable El colon irritable no es hereditario , aunque se ha visto que hay familias que parecen tener una cierta propensión y en las que varios miembros pueden estar afectados. No hay cura para el SII, el síndrome cursa con periodos con síntomas (brotes) y otros con menos sintomatología o sin ella. La mejor manera de tratarlo es hacer cambios de estilo de vida, y/o hacer un abordaje farmacológico. Actuación en hábitos de vida: Las personas que padezcan esta enfermedad, deben tener claro que es un trastorno molesto , que puede afectar a su calidad de vida, pero no deriva en tumores ni en otras enfermedades graves. Es muy importante confiar en el gastroenterólogo, quien va a ayudarle en todo lo posible para llegar al diagnóstico, indicando las pruebas que precise y el tratamiento adecuado para paliar los síntomas. No existen productos ni terapias milagrosas que eliminen este padecimiento. Se debe evitar el consumo de tabaco y alcohol. No existen alimentos prohibidos o malos. Cada persona debe identificar que alimentos le sientan peor y eliminarlos . Como normas generales hay alimentos como las especias, la cafeína, los picantes, las grasas o comidas muy condimentadas que deben evitarse. Es recomendable beber agua y tomar frutas y verduras. No se deben realizar dietas de exclusión, es decir, eliminar alimentos como la lactosa, el gluten, etc. sin un diagnóstico certero. El médico contemplará esta posibilidad durante el proceso diagnostico y, si lo considera oportuno, realizará los test apropiados para llegar a confirmarlo o descartarlo . Es importante realizar cinco comidas al día y tomarse tiempo para realizarlas, al menos 30 minutos. Del mismo modo es importante tomarse tiempo para ir al baño . Acudir siempre que se tenga deseo, no reprimirlo; de forma tranquila, tomarse tiempo, aunque no en exceso. Es aconsejable realizar 30 minutos de actividad física adecuada a la condición física de cada persona. Este hecho ya es conocido para patologías que afectan al aparato cardiovascular, pues es igual de beneficioso para nuestro aparato digestivo, no sólo porque mejora su motilidad, sino también por los beneficios del ejercicio a nivel del sistema nerviosos central y la neurotransmisión. Es beneficioso evitar las situaciones estresantes o, si no es posible, cambiar la forma de enfrentarse a ellas para minimizar su impacto en la salud. Algunas formas de lidiar con el estrés pueden ser la meditación o la terapia psicológica. ¿Qué dieta seguir si se padece SII? La dieta de la persona con el síndrome del intestino irritable deber ser personalizada y elaborada por un dietista-nutricionista. Como pautas genéricas se destacan: Moderar el consumo de fibra insoluble (procedente de alimentos integrales) de la alimentación para no contribuir más a los desequilibrios en el tránsito intestinal (favorece la fermentación bacteriana y esto supone la formación de gases). Potenciar el consumo de fibra soluble (en forma de gomas, pectinas y mucílagos) en la dieta, ya que ésta aumenta el volumen de las heces, la peristalsis del colon y disminuye el tiempo de tránsito. Elegir las frutas más pobres en azúcar y más ricas en pectina como por ejemplo la manzana con piel o el membrillo al horno. No es adecuado tomar zumos de fruta ni néctares (naturales ni envasados) debido a su escaso contenido en fibra. Se recomienda cocer bien las legumbres , verduras y hortalizas. Prolongar su cocción todo lo que sea posible. Una buena opción es pasar las legumbres por un pasapuré para que no dé lugar a molestias digestivas. Evitar los alimentos ricos en grasas , las frutas cítricas (sobre todo la naranja) y las espinacas para menguar y neutralizar el efecto laxante producido por las sales biliares (bilis) en el colon. Eliminar el consumo de alimentos o especias picantes, el café y el té , ya que generalmente pueden provocar molestias, porque irritan la mucosa gástrica. Prescindir de edulcorantes como la fructosa o los polialcoholes o azúcares alcohólicos como el sorbitol , porque pueden aumentar la producción de gas en el colon y generar más flatulencias. Beber dos litros de agua al día . Es muy importante garantizar la hidratación cuando hay diarreas. Además, un aporte suficiente de líquidos también ayudará a combatir el estreñimiento. ¿SABÍAS QUE…? Se está investigando el posible beneficio de la dieta pobre en fructo-oligo-disacáridos y monosacáridos y azúcares polialcoholes fermentables (FODMAP) . Ésta limita aquellos alimentos que contienen fructosa, lactosa, oligosacáridos con fructosa y galactosa, y azúcares alcohólicos (sorbitol, manitol, xilitol, y maltitol); y ha demostrado que reduce los síntomas gastrointestinales, aunque no está bien definido qué cantidades de FODMAP son aceptables y probablemente sea específico para cada paciente (diferentes tolerancias según la persona).
Cómo cuidar la Dermatitis Atópica en Bebés y Niños
Artículo especializado

Cómo cuidar la Dermatitis Atópica en Bebés y Niños

La dermatitis atópica se considera una manifestación en la piel de la llamada enfermedad atópica, una condición muy frecuente en el mundo desarrollado. Combina manifestaciones de tipo alérgico como asma o rinoconjuntivitis con sensibilidad en la piel que provoca picor y eccemas. Suele tener una base genética, y depende en gran manera del estilo de vida. ¿Por qué es tan frecuente en nuestro medio? Se cree que los hábitos de higiene , que nos previenen de muchas enfermedades infecciosas, provocan una maduración distinta del sistema inmunitario, que hace que seamos más sensibles al ambiente. Se ha demostrado que los niños criados en granjas, o alejados del centro de las ciudades, con más contacto con animales y plantas desde la infancia, tienen menos atopia. Por el contrario, la higiene diaria con jabón, y el desarrollo en un ambiente menos contaminado hacen que nuestra piel y mucosas (los bronquios, la nariz, etc. sean más sensibles y manifiesten inflamación ante el contacto con desencadenantes. ¿Entonces la dermatitis atópica es una alergia? No se considera una alergia estrictamente. Aunque los niños atópicos tienen otras manifestaciones alérgicas, la dermatitis atópica tiene brotes ante desencadenantes tanto exógenos o externos (polvo, sequedad, proteínas de la leche) como internos (estrés), y no es tan fácil de estudiar mediante pruebas de alergia como, por ejemplo, el asma. ¿Cómo es la piel de los niños atópicos? La piel del niño atópico es más sensible , y padece una pérdida de la función de retención de agua que hace que tienda a la sequedad. Además, tiene una mayor tendencia a sobreinfectarse. Como el picor es el síntoma habitual, y éste produce una necesidad de rascarse, la piel se va engrosando y endureciendo mediante un proceso llamado “liquenificación”. Es una piel arrugada, más gruesa y seca, que tiene propensión a agrietarse y formar fisuras . La dermatitis atópica se manifiesta durante la primera infancia en la cara, sobre todo en las mejillas, o en el área del pañal. Posteriormente afecta mucho a las zonas de flexura de los codos y las rodillas, a los párpados, y finalmente cualquier zona del cuerpo. El síntoma habitual es el picor muy intenso, que puede motivar trastornos de atención y del sueño, y disminuir el rendimiento escolar. ¿Cuál suele ser la evolución? En general, los niños con dermatitis mejoran a medida que se hacen mayores. Un pequeño grupo persiste en la edad adulta, con una forma llamada “dermatitis atópica del adulto” . Suelen ser los niños con asma bronquial más grave, y con historia de otros problemas alérgicos. La dermatitis del adulto puede ser la forma más grave e incapacitante de la enfermedad. ¿Cómo se cuida la piel de un niño atópico? No bañarle cada día : se desaconseja bañar a un niño atópico cada día. Es preferible bañarlo a días alternos, y siempre con agua a temperatura tibia y sin jabones. Especialmente desaconsejables son los geles o aceites que tienen muchos detergentes o tensioactivos y forman mucha espuma. Los productos adecuados son los syndet (sin detergentes) que hacen poca espuma y limpian por arrastre. Hidratar su piel : hay que entender que la piel de estos niños tiene poca tendencia a retener agua. Cuando nos bañamos, la capa córnea de la piel se humedece e hidrata, pero inmediatamente debemos aplicar una sustancia hidratante para evitar que el agua se evapore. Esta es la función de las cremas hidratantes: añadir una capa de grasa que evite la pérdida de agua. Por ello, hay que secar poco al niño y sin frotar al salir del baño, y aplicar la hidratante entonces, sin esperar. Existen innumerables cremas hidratantes para la piel atópica, y no siempre las más caras son las mejores. Hay que tener en cuenta que, cuanto más grasas sean, más hidratarán, aunque su cosmética será peor y tendrán menos facilidades de aplicación. El uso de hidratantes que contienen urea, ácido láctico, avena u otros productos también se recomienda, y es mejor seguir las indicaciones del dermatólogo o el pediatra que fiarse de la presión de la publicidad y las campañas de marketing. Evitar que sude y pase calor : debe vestirse por capas, con algodón en contacto con la piel, y poner o sacar ropa en función del entorno. Los niños atópicos tienen tendencia a sudar y a manifestar picor cuando se acaloran. Humidificar el ambiente : es conveniente hacerlo, sobre todo en invierno cuando la calefacción y los lugares cerrados mantienen el aire seco. También es conveniente proteger al niño de ambientes con polvo y humo. En cuando a la alimentación, es cierto que algunos niños pequeños pueden tener brotes de dermatitis atópica en relación con alimentos como proteínas de la leche de vaca o huevos, y que en ocasiones los pediatras la manejan introduciendo el alimento más tarde. En esto, cada pediatra puede tener un criterio diferente, y es conveniente seguir las indicaciones de un solo profesional. Los probióticos pueden ayudar a madurar el sistema inmunológico y en ocasiones son recetados en pastillas o suplementos para los niños atópicos, según indicaciones del pediatra o el dermatólogo.
Qué hacer para Tratar la Dermatitis del Pañal
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Qué hacer para Tratar la Dermatitis del Pañal

Con este nombre, nos referimos al conjunto de cambios de inflamación o infección que aparecen en la piel cubierta por el pañal en los bebés o las personas mayores. En general están causados por el contacto de la piel con las heces y la orina, la oclusión, la irritación, el roce, la humedad y la sobreinfección. En la actualidad, con los pañales absorbentes más eficaces, se suele ver menos que hace décadas. ¿Cómo se produce? El contacto con la orina o las heces pueden causar una dermatitis química por irritación directa , que se ve empeorada cuando el niño tiene diarrea, o cuando se descuida el cambio de pañal. Si ayudan la oclusión y la humedad, puede haber una sobreinfección por bacterias u hongos que complican el cuadro. En ancianos, sobre todo en personas encamadas con enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia, puede ocurrir el mismo problema. Al inicio del siglo XX se creía que el causante de la dermatitis era el amoníaco de la orina , pero hoy sabemos que no es cierto, y que los causantes son una combinación de diversos factores y sustancias, sobre todo las proteasas, enzimas presentes en las heces. Por ello, la principal causa de dermatitis del pañal hoy en día son las diarreas, que aumentan el contacto de la piel con las heces. En otros casos puede venir causada por un descuido en el cambio de pañal . ¿Existe dermatitis del pañal en todos los bebés? Es fácil de entender que, en países subdesarrollados , en los que los bebés van desnudos sin llevar ningún tipo de pañal, no se produce ningún tipo de dermatitis. En el mundo desarrollado , esta dermatitis ha existido sobre todo en la época en que los bebés llevaban “paños” de algodón o pañales con poca capacidad de absorción. La mejoría de los materiales de los pañales desechables durante los años 80, con geles que pueden absorber gran cantidad de orina, aislando la piel de la humedad, ha conducido a una mucha menor frecuencia de dermatitis del pañal. ¿Puede confundirse con otras enfermedades de la piel? Efectivamente, hay otras enfermedades de la piel que pueden afectar al área del pañal. Son la dermatitis atópica , la dermatitis seborreica , la psoriasis, las candidiasis (infecciones por hongos), los impétigos (infecciones por bacterias), o enfermedades más raras como las histiocitosis o ciertos déficits de vitaminas (pelagra, acrodermatitis enteropática). Ante una dermatitis del área del pañal, un pediatra puede solicitar una consulta a un dermatólogo para descartar estas posibilidades. En caso de sospecha, pueden ser necesarios análisis de sangre o una biopsia de la piel. ¿Cuál es el tratamiento? En todos los casos, cabe aislar a la piel de la orina y las heces utilizando un pañal más eficaz , prescindiendo del pañal unas horas al día, o colocando al bebé un pañal de talla superior para que “ventile” más la zona. Si el ambiente es caluroso, se puede colocar al bebé desnudo encima de una toallita o empapador unas horas. En cuanto al tratamiento a aplicar, es todo un arte que depende de cada pediatra y cada dermatólogo, y de la situación de irritación, maceración y/o infección presente. Se emplean mucho las cremas antibacterianas o las cremas antifúngicas , pero en algunas ocasiones también pueden provocar irritación sobreañadida, por lo que hay que reservarlas a los casos donde de verdad se sospeche infección. Una norma para detectar los hongos (en general los del género Candida, que son los más frecuentes) es buscar en la zona pequeñas pústulas o granitos rojos con un “collarete” de descamación. El niño puede estar inquieto por picor, escozor y dolor. En otros casos, se prefieren soluciones secantes como la eosina, que tiene el inconveniente de manchar de color rojo la zona. Una solución muy empleada son las pastas al agua o las llamadas “pastas Lassar”, pero repitamos que cada “maestrillo tiene su librillo” y que es mejor dejarse aconsejar por el pediatra o dermatólogo habitual. ¿Y la prevención? Como ya hemos mencionado, es fundamental utilizar pañales adecuados , con una capacidad óptima de absorción y un buen sistema de sujeción. Los cambios de pañal deben ser frecuentes, y la tendencia es emplear agua y manopla en vez de las clásicas “toallitas” impregnadas de crema y perfumes, que pueden causar problemas de alergia a los niños sensibles, aunque ahora existen marcas muy mejoradas, antiirritantes y seguras. También son muy útiles las “cremas barrera”, que crean una capa protectora entre la piel y el pañal. Pueden aplicarse con cada cambio de pañal, pero no cuando la piel está muy inflamada , macerada o infectada, porque pueden contribuir a empeorarlo.
Qué Debes Saber sobre las Paperas
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Qué Debes Saber sobre las Paperas

Muchos identificamos las paperas con la inflamación de la zona próxima a las mandíbulas. Y es que el virus que provoca las paperas puede infectar muchas partes del cuerpo pero lo hace especialmente en las glándulas salivares parótidas , que son las que se encuentran en la parte posterior de ambos pómulos, en las áreas comprendidas entre las orejas y la mandíbulas, cuya misión es la producción de saliva. Cuando una persona tiene paperas, estas glándulas se inflaman y se vuelven dolorosas . Incubación y contagio Las paperas o parotiditis es una enfermedad infecciosa producida por un virus del grupo Paramixovirus, que predomina en invierno y primavera. Su periodo de incubación es de 14 a 24 días y el contagio abarca desde 24 horas antes del inicio de la tumefacción o inflamación de la glándula parótida hasta tres días después de su desaparición. La transmisión se produce a través de partículas de saliva llamadas Pflügge. Ayer y hoy Esta enfermedad se identificó hace ya varios siglos y fue muy extendida hasta la aparición en 1967 de la vacuna antiviral XRP que contiene virus vivos atenuados de sarampión, rubeola y paperas. Desde su aparición, el número de casos se ha reducido en menos de 1000 al año y las  epidemias son prácticamente inexistentes. En la actualidad, la enfermedad se más frecuentemente entre los 5 y 14 años . Los casos de adultos jóvenes infectados han ido en aumento progresivo durante los últimos 20 años. El primer año de vida del bebé es prácticamente indetectable. Una vez se contrae la enfermedad la probabilidad de reinfección es prácticamente nula aunque existen otras causas de inflamación de la glándula parótida que puede hacernos pensar que el paciente ha pasado la enfermedad más de una vez. ¿Qué síntomas da? Fase inicial o prodrómica : rara en niños. Cursa con fiebre superior a 39ºC, dolor de cabeza, dolor muscular, mal estado general y pérdida del apetito. Fase de estado : empieza con dolor y tumefacción en una o ambas regiones parotidias ya descritas. Pueden verse afectadas ambas, inflamándose una durante varios días antes que la otra o inflamarse solo una. Esta fase dura de uno a tres días y es poco frecuente la afectación de otras glándulas salivares. La inflamación se aprecia mejor mirando que palpando al paciente ya que incluso llega a borrar el ángulo mandibular. La zona inflamada es sensible y dolorosa al tacto, y es un dolor que aumenta con la ingesta de líquidos ácidos. La inflamación de la laringe y el paladar blando, así como la tumefacción de las glándulas submandibulares y sublinguales pueden acompañar a esta enfermedad infecciosa. Fase de curación : a partir del tercer-séptimo día va disminuyendo paulatinamente la inflamación. Complicaciones Las paperas pueden provocar: Meningitis (inflamación de las meninges) y encefalitis (inflamación del cerebro). Orquitis o inflamación de los testículos . Esta complicación se produce en casos de adolescentes o adultos varones. Un testículo se inflama y es muy doloroso entre siete y 10 días después de la inflamación de las parótidas. Al mismo tiempo, encontraremos que el paciente tiene fiebre elevada, escalofríos, dolor de cabeza y dolor abdominal fácilmente relacionado con una posible apendicitis si el afectado es el testículo derecho. A pesar de su resolución, una complicación (poco frecuente) es la esterilidad del paciente. Ooforitis o afectación de los ovarios en las mujeres : causa dolor y sensibilidad al tacto. Pancreatitis : dolor y sensibilidad epigástrica. Riesgo de hiperglucemia. Artritis : dolor articular una o dos semanas después de la curación del proceso de las paperas. Abortos espontáneos : algunos estudios han demostrado que las paperas en el primer  trimestre del embarazo se asocian a una tasa más alta de abortos espontáneos, pero no hay evidencias de que pueda causar malformaciones fetales. Contagio de las paperas El virus de las paperas es muy contagioso y las gotitas de saliva de la boca o la nariz son su trasmisor al estornudad, toser o reír. Será imprescindible el aislamiento en casa del paciente durante cinco días desde el inicio de la inflamación de la glándula. El virus se contagia también por contacto directo mediante pañuelos o vasos ya usados por el enfermo. Una vez más, una buena higiene será imprescindible para controlar su contagio. ¿Cómo se diagnostican? Su diagnóstico es principalmente clínico . Son poco útiles los análisis de sangre en los casos no complicados. En la actualidad es una enfermedad de declaración obligatoria por lo que debemos acudir al médico ante la sospecha de enfermedad. La principal prueba diagnóstica es el aislamiento del virus en saliva desde una semana antes de la tumefacción hasta 5 días después. El profesional realizará la recolección de saliva en un bote estéril que se enviará al laboratorio para su análisis. ¿En qué consiste el tratamiento? Si se sospecha que el paciente ha contraído las paperas realizaremos un tratamiento sintomático consistente en: dieta blanda en la que se eviten los ácidos, cuidados locales de la boca, ibuprofeno, e ingestión de abundante líquido. No debe administrase ácido acetil salicílico. En caso de complicaciones ya descritas acudiremos al servicio de urgencias o a un especialista como urólogo o ginecólogo. La vacuna triple viral es nuestro mejor aliado para combatir las paperas , así que vacúnate.
Tratamientos Tópicos para la Queratosis Actínica
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Tratamientos Tópicos para la Queratosis Actínica

Son un problema muy frecuente a partir de los 50 o 60 años. La interacción continuada de la radiación solar con la piel acaba provocando la aparición de estas lesiones en las áreas sometidas a más exposición solar : la frente, las orejas, el dorso de las manos y el labio inferior. Las queratosis actínicas se presentan como placas rojas o marronáceas con una superficie rasposa o costrosa característica. En la actualidad los dermatólogos consideramos a las queratosis actínicas una forma superficial o incipiente de carcinoma escamoso , un cáncer que si no es tratado pronto puede crecer rápidamente, ocasionar metástasis en otros órganos y provocar incluso la muerte. De ahí la importancia de diagnosticar y tratar correctamente las queratosis solares. ¿Cómo se producen? La luz ultravioleta del sol produce cambios en el núcleo de las células de la piel : alteraciones de su ADN que, al no poder ser reparadas, pueden generar células con un crecimiento descontrolado y capacidad para transformarse en células cancerosas. ¿Cómo se diagnostican? Suelen reconocerse fácilmente como pápulas o placas rojas o de color marrón, cubiertas de una escamo-costra característicamente rasposa al tacto, como papel de lija. Aparecen en personas con piel más blanca, que tiene más dificultad para broncearse, y se quema fácilmente con el sol, y ojos claros. Son especialmente frecuentes en hombres calvos en el cuero cabelludo por ausencia del “efecto sombrilla” del cabello. Muy característicamente, aparecen más en trabajadores del campo, del mar, albañiles, amantes de la playa, de la nieve, o de los deportes al aire libre, como el golf o el tenis. En algunos casos, sobre todo cuando hay que diferenciarlas del carcinoma escamoso invasivo, puede ser necesario extirparlas y hacer una biopsia. Tratamientos Existen múltiples opciones de tratamiento , aunque en ningún caso son definitivos, y el paciente con queratosis solares deberá seguir un control periódico con el dermatólogo, en general de por vida: Métodos físicos El método físico más empleado es la crioterapia con nitrógeno líquido. Consiste en la aplicación en la piel a tratar, provocando una pequeña quemadura por congelación que destruirá las células alteradas. Es un tratamiento que debe aplicar el dermatólogo con un dispositivo aprobado, y no es aconsejable emplear dispositivos de crioterapia que se venden en las farmacias, porque son poco eficaces y poco seguros. Otros métodos físicos son la electrocoagulación o el láser. En pocos casos las queratosis actínicas se tratan con una cirugía que suponga poner puntos de sutura, aunque debe de hacerse siempre que se sospecha un carcinoma escamoso más avanzado. Terapia fotodinámica Consiste en la aplicación de una crema que es absorbida por las células, y después es activada con una fuente especial de luz o con la luz del exterior. Tras varias sesiones, todas las zonas afectadas por las queratosis mejoran significativamente, incluso con un efecto de rejuvenecimiento de la piel. Tiene la ventaja de poder tratar muchas a la vez, e incluso aquellas que no son visibles a simple vista, por presentar alteraciones sólo visibles al microscopio Tratamientos tópicos En la actualidad hay bastantes novedades en el tratamiento tópico, con diferentes opciones que se escogen en función de la zona a tratar y de la capacidad del paciente para realizar el tratamiento correctamente. Son imiquimod, 5-fluouracilo, ingenol mebutato, y diclofenaco, entre otros. Como todos ellos producen una reacción similar a una quemadura, el paciente debe recibir las instrucciones pertinentes para superar la reacción inicial y cumplir correctamente el tratamiento. Medidas preventivas Es evidente que la primera medida preventiva es la fotoprotección correcta mediante medios físicos (gorra, camiseta) y mediante fotoprotectores en crema. Hay que inculcar a la población una exposición responsable al sol, conociendo que su abuso puede ocasionar cáncer a largo plazo. En las personas mayores, hay que explicar que, aunque ya no estén al sol tantas horas, las queratosis actínicas son consecuencia del daño acumulativo del sol sobre su piel, en especial durante los años de juventud. Es lo que llamamos “memoria de la piel”. Existen además fotoprotectores que tienen en su composición sustancias reparadoras de la piel, como la fotoliasa o los antioxidantes, y son especialmente recomendables.
Evitar que la Rinitis se Convierta en Aguda
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Evitar que la Rinitis se Convierta en Aguda

Llega la primavera y, con el buen tiempo, también las dichosas rinitis… Ten presente estos consejos para combatirlas. Cómo se produce la rinitis La mucosa nasal tapiza la superficie interna de la nariz y actúa como barrera de protección y filtro ante agentes externos, provocándose una reacción tisular. La rinitis se define como una situación de inflamación de la mucosa de las fosas nasales , secundaria a múltiples posibles causas: infecciosas, alérgicas, funcionales, metabólicas, traumáticas, físico-químicas, farmacológicas u ocupacionales, que pueden presentarse de manera aguda o persistir en la cronicidad. Se considerará rinitis crónica cuando el estado inflamatorio o de irritación de la mucosa nasal persiste más allá de 12 semanas. La rinitis puede coexistir o complicarse con otras enfermedades respiratorias como sinusitis, asma u otitis media. Tipos de rinitis Rinitis infecciosas. Pueden ser virales (son las más frecuentes y el 30% están causadas concretamente por los rinovirus) o bacterianas. Representa al menos el 40% de las infecciones respiratorias agudas. En las bacterianas, la rinorrea (secreción nasal) es purulenta y se acompaña, además, de dolor facial y presión, entre otros síntomas. Los rinovirus son responsables de epidemias en colectividades, sobre todo en primavera. Rinitis alérgica o atópica . Es una reacción inmunológica de hipersensibilidad desencadenada generalmente por aeroalérgenos (sustancias suspendidas en el aire que se respira). Dentro de este grupo existen, a su vez, dos subgrupos: la rinitis intermitente y la rinitis persistente y, éstas pueden ser leves, moderadas o graves.  Los alérgenos más habituales son los inhalantes domésticos tales como ácaros, epitelio de animales (gatos, perros, aves, roedores…), esporas de hongos, y pólenes. Rinitis hormonal. Es debida a embarazo, menopausia o alteraciones endocrinas como el hipotiroidismo (déficit de tiroides) o la acromegalia (exceso de hormona del crecimiento), principalmente. Rinitis vasomotora . Es una rinitis no alérgica persistente, con hiperrespuesta nasal a desencadenantes de tipo cambios de temperatura, humedad, humo de tabaco o fuertes olores, que intensifican sus síntomas. Predomina la obstrucción y la rinorrea. Rinitis atrófica . La mucosa nasal se degenera y desgasta, condicionando la presencia de abundantes costras, sequedad, obstrucción nasal, hiposmia (sensación olfativa disminuida) y cacosmia (percepción de mal olor constante). Cuando la rinitis atrófica es crónica y afecta de una forma limitada a la región anterior de la fosa nasal se llama “Rinitis seca” y se da con más frecuencia en ambientes con polvo y secos, en estados de carencia nutricional o anemia. Otros tipos como : rinitis inducidas por medicamentos, rinitis emocionales, rinitis ocupacional… Signos y síntomas Los síntomas más característicos son: Congestión u obstrucción nasal. Rinorrea (goteo acuoso nasal persistente). Estornudos. Tos. Prurito (picor). Cefalea (dolor de cabeza por embotamiento). Trastornos del gusto y del olfato. Síntomas faríngeos, oculares, óticos… En el caso de las rinitis infecciosas víricas, el cuadro comienza con una fase prodrómica o de incubación de uno a tres días en la que predominan síntomas inespecíficos tales como astenia (cansancio), mialgias (dolor muscular), junto con irritación faríngea (picor) y la resolución espontánea suele acontecer hacia el décimo día. DE RINITIS AGUDA A RINITIS CRÓNICA Algunos de los factores favorecedores, que pueden provocar reagudizaciones que mantienen la inflamación constante de la mucosa , pueden ser: Factores anatómicos: desviación del septo nasal, hipertrofia adenoidea en niños (vegetaciones)… Factores infecciosos concretos. Factores inmunitarios (sistema de defensa). Factores agresores físico-químicos: humos, tabaco, contaminación ambiental, drogas inhaladas, sequedad ambiental, exposición continuada al frío. Factores hormonales o endocrinos. Factores alimentarios: carencias nutricionales y vitamínicas. Padecimiento de enfermedades sistémicas: metabólicas, cardiopatía. Uso de medicamentos: vasoconstrictores… Diagnóstico Podremos llegar a establecer el diagnóstico con la historia clínica , realizándose un interrogatorio exhaustivo de los signos y síntomas que se padecen y tras una exploración física minuciosa. Las pruebas cutáneas positivas a alérgenos pertinentes nos darán pista sobre las rinitis alérgicas. Tratamiento Se adoptarán las medidas terapéuticas oportunas en función del tipo de rinitis que se padezca. El objetivo del tratamiento es disminuir los síntomas y usar medicamentos con los menos efectos adversos posibles . La terapia de las rinitis infecciosas virales estará basada en el alivio sintomático del cuadro, al no disponer de medicamentos concretos para su erradicación. Los analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno serán los indicados. Un lavado nasal con agua y sal, ayuda a remover la mucosidad de la nariz.  Normalmente se recomienda antes de aplicarse el medicamento nasal. Disminuye los síntomas de congestión nasal y la secreción nasal posterior, por un corto periodo de tiempo. Los antihistamínicos actúan mediante su acción de sedación central, produciéndose con ello disminución de la rinorrea y los estornudos y, además, facilitan el sueño. Los esteroides inhalados se usan con frecuencia para disminuir la hinchazón y los síntomas: Rhinocort® (budesonide) y Nasonex® (mometasone). Los esteroides orales se usan solamente en situaciones especiales, debido a los efectos adversos. Su médico puede recetarlos por un corto periodo de tiempo (de tres a siete días) para controlar los síntomas más severos. Los descongestivos nasales (oximetazolina) de uso tópico nasal son muy efectivos, aunque precisan control en cuanto a la duración de su uso. Los médicos recomiendan la inmunoterapia (vacunación sistemática de desensibilización) para la rinitis alérgica cuando no hay duda alguna acerca de los alérgenos específicos causantes y la persona no responde bien al tratamiento o los síntomas persisten durante varias estaciones o durante todo un año. Pronóstico Podemos considerar la rinitis como una afección leve y benigna, pero sin banalizarla pues sus síntomas pueden afectar a la calidad de vida de paciente de una manera considerable, causando importantes efectos socio-económicos por bajas laborales, escolares… En los pacientes inmunodeprimidos y de edades extremas puede convertirse en una patología grave que desencadene complicaciones.
Por Qué se Decoloran las Uñas
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Por Qué se Decoloran las Uñas

Actualizado el 21/02/2022 Los cambios en el color de las uñas pueden ser consecuencia de diferentes afecciones. Dentro de las más habituales se sitúan las infecciones por hongos, aunque puede haber otras como traumatismos, el tratamiento con ciertos medicamentos y enfermedades de la piel. El dermatólogo es el mejor conocedor de las alteraciones de las uñas.v Muchas de las dudas que pueden surgir con respecto a la salud de la piel y las uñas se pueden solucionar fácilmente consultando con un dermatólogo . Hongos en las uñas (onicomicosis) Una de las características de la aparición de hongos en las uñas es la decoloración o cambio de color de las uñas. Las infecciones por hongos suponen hasta la mitad de los problemas ungueales. Las onicomicosis suelen estar producidas por tres tipos de hongos: dermatofitos, levaduras y mohos no dermatofitos. Las infecciones más comunes están causadas por hongos dermatofitos ( Trichophyton rubrum , el 70% de casos y Trichophyton mentagrophytes , el 20%), y en menor medida por especies del género Candida, como Candida albicans. En ocasiones el dermatólogo debe confirmar el diagnóstico de micosis en las uñas e identificar el microorganismo causante por medio de un cultivo. Los factores de riesgo que determinan una mayor probabilidad de sufrir onicomicosis incluyen: Edad por encima de los 40 años. Historia familiar y factores genéticos. Estados de inmunodeficiencia (VIH, trasplantados, tratamiento con inmunosupresores). Pacientes con diabetes, psoriasis y enfermedad vascular periférica. Traumatismos frecuentes en los dedos de manos o pies. Calor y humedad y realizar actividades deportivas como la natación. La onicomicosis más habitual en las manos suele decolorar el lateral de la uña y provoca inflamación en la piel circundante. Está producida más frecuentemente por el hongo Candida albicans y suele afectar a personas que se mojan las manos con frecuencia. Por el contrario, los hongos en las uñas de los pies suelen producir coloración amarilla, junto con un aumento en el grosor y rotura en el borde de la uña, especialmente en el dedo gordo del pie. El hongo que causa con mayor frecuencia onicomicosis en los pies es el Trichophyton rubrum . Suele ser más común en personas que frecuentan piscinas y duchas públicas. Para evitar contraerlos es recomendable no ir sin calzado en lugares públicos y sobretodo asegurarse de secarse bien los pies después de la ducha, incluyendo los espacios interdigitales. El tratamiento antimicótico suele ser largo y farragoso. La administración de fármacos orales se considera más eficaz que la tópica. En general, las onicomicosis de los pies son más difíciles de tratar y requieren mayor tiempo de terapia, debido al menor crecimiento de la uña. Infecciones bacterianas Las infecciones bacterianas de las uñas están causadas habitualmente por bacterias estafilocócicas y estreptocócicas, pero también pueden estar causadas por Pseudomonas aeruginosa. Se pueden formar abscesos de pus alrededor de la uña. Pueden determinar cambios permanentes en las uñas. La infección por hongos se considera un factor de riesgo de infección bacteriana. Distrofias mecánicas por presión o traumatismos Las lesiones en uñas del pie son frecuentes en deportistas y suelen estar causadas por golpes repetidos de la placa ungueal contra el calzado. También son frecuentes después de caminatas largas o tras permanecer mucho tiempo de pie. Estas lesiones pueden provocar a su vez infecciones por hongos y deformidades de la placa ungueal. En muchos casos, se producen hematomas que cambian de color según la evolución de la sangre coagulada. Estos hematomas no se resuelven hasta que la uña ha crecido por completo y se ha cambiado completamente, un proceso que puede durar hasta un año o más en las uñas de los pies. Por otro lado, las personas mayores suelen consultar por un engrosamiento e hipertrofia de las uñas de los pies que crecen con forma de garra. Se trata de la onicogrifosis, que puede causar molestias y la ulceración de los tejidos adyacentes, por lo que debe ser tratada por el podólogo. Estas onicopatías traumáticas pueden combinarse con onicomicosis. Una uña lesionada, con hematoma, hueca o levantada tiene una mayor predisposición a la proliferación de microorganismos como los hongos. Cambios en el color de las uñas por medicamentos o intoxicaciones La uña es un tejido sensible a sustancias externas. Algunos medicamentos pueden contribuir a la modificación de su color que suele mejorar con la suspensión del fármaco y el crecimiento de la uña. La quimioterapia puede producir oscurecimiento de la uña o la aparición de bandas horizontales o blancas. La cloroquina es otro fármaco que se utiliza para el tratamiento de infecciones parasitarias y algunas enfermedades autoinmunes que puede dejar las uñas de color azul oscuro. La plata, que puede absorberse tras exponerse a ella por motivos profesionales o al tomar suplementos dietéticos que la contienen, puede dar a las uñas un color azul grisáceo. De igual modo, los fármacos que contienen oro pueden dar a las uñas un tono marrón. La zidovudina, la tetraciclina, el ketoconazol, los antibióticos del grupo de las sulfonamidas, la fenindiona y las fenotiazinas pueden causar coloración azul o marrón en las uñas. Por otra parte, ciertos fármacos utilizados en patologías de la piel pueden afectar a la integridad de las uñas. De este modo, algunos retinoides pueden producir sequedad y fragilidad ungueal. Finalmente, el color de la uña puede verse afectado al contacto de sustancias químicas, como barnices, disolventes o pinturas. Esto también puede ocurrir después de manicuras o pedicuras demasiado agresivas. Alteraciones de las uñas asociadas a enfermedades de la piel Diversas enfermedades de la piel determinan también cambios en las uñas y pueden modificar su aspecto. La psoriasis produce cambios que pueden recordar a la infección por hongos. Pueden aparecer hoyuelos irregulares ( pitting ungueal), manchas de color amarillento y la placa ungueal puede separarse de su lecho, agrandarse o debilitarse. Además, la psoriasis puede provocar aumento del grosor de la uña, inflamación e incluso su destrucción. Otras afecciones de la piel que pueden producir cambios en las uñas incluyen el liquen plano, que produce una cicatrización desde la base de la uña que determina finalmente su pérdida. De igual modo, las personas con alopecia areata −un trastorno en el que se pierde el cabello de forma irregular− pueden tener pequeñas picaduras en las uñas que forman un patrón geométrico. La alopecia areata, el liquen plano, la dermatitis atópica o la psoriasis también pueden determinar la aparición de traquioniquia , uñas con aspecto rugoso y opaco, más frecuente durante la etapa infantil. Estas alteraciones también pueden observarse en niños sin ninguna enfermedad asociada. No debemos olvidar que ante la aparición de manchas o cambios en las uñas debemos acudir al dermatólogo porque también puede tratarse de patologías mucho más graves como el melanoma ungueal. Muchas de las dudas que pueden surgir con respecto a la salud de la piel y las uñas se pueden solucionar fácilmente consultando con un dermatólogo .
Qué Sabes del Omeprazol
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Qué Sabes del Omeprazol

Tenemos que catalogar el omeprazol dentro de su familia de fármacos para entender su mecanismo de acción. Se trata de un Inhibidor de la bomba de protones y persigue la reducción de la secreción ácida gástrica . Su actuación es específica a nivel de la célula parietal del estómago que es la responsable de la secreción ácida. Dentro de los inhibidores de la bomba de protones tenemos muchos otros: esomeprazol, lansoprazol, pantoprazol, rabeprazol, etc. El omeprazol es el fármaco de este grupo con el que existe mayor experiencia. ¿Cuáles son sus principales indicaciones? Se recomienda su tratamiento en caso de úlcera gastroduodenal, esofagitis, hiperclorhidria, prevención de gastropatía ante la toma de otros fármacos (como antiinflamatorios), etc. Asimismo, el omeprazol es empleado en la llamada terapia de erradicación del Helicobacter Pylori . ¿Qué es la infección por Helicobacter Pylori ? El Helicobacter Pylori es una infección por un bacilo gram negativo, que adquiere habitualmente en la infancia. Puede causar gastritis crónica y ulcera péptica En pacientes tratados con antiinflamatorios aumenta la posibilidad de desarrollo de úlcera. La prevalencia de esta infección en España se sitúa alrededor del 60% de la población adulta. Existen diferentes métodos diagnósticos para confirmar esta infección, pero suele recurrirse a los no invasivos entre los cuales destaca el test de urea en el aliento. Otros métodos no invasivos serían el test del antígeno en heces y las pruebas serológicas. Una vez confirmado el diagnóstico se recomienda realizar el tratamiento erradicador consistente en la combinación de 3 o 4 fármacos (antibióticos y omeprazol) durante un corto periodo de tiempo. Su efectividad llega a erradicar el bacilo en más del 80% de los casos. Puede darse el caso de resistencia al tratamiento, por lo que existen otras alternativas. Puede haber recidivas de la infección. ¿Cuál es la posología de omeprazol recomendada, en general? Su dosis va a depender de la patología a tratar. En niños se calcula teniendo en cuenta el peso. Normalmente la dosis convencional para el adulto es un comprimido de 20 miligramos una vez al día (recuerda que es preferible tomarlo de 30 a 60 minutos antes del desayuno). En determinadas patologías se debe realizar una dosis más alta, pero siempre bajo supervisión médica. Excepto en situaciones médicamente justificadas no se recomienda el uso de omeprazol de forma regular y durante largos periodos de tiempo (más de ocho semanas). Existen diferentes presentaciones comerciales (cápsulas o viales de perfusión). Es posible su administración en pacientes portadores de sonda nasogástrica (tubo normalmente de plástico que se introduce a través de la nariz hasta el estómago pasando por el esófago y cuyas principales indicaciones son la alimentación, la eliminación de contenido gástrico y la administración de fármacos). En este caso se emplea el formato cápsula, pero debe abrirse y disolver las partículas antes de ser administrado. Asimismo, los pacientes con dificultad para la deglución pueden abrir la cápsula e ingerir el contenido directamente con medio vaso de agua sin gas o con un líquido que sea ligeramente ácido (zumo de fruta o compota de manzana). ¿Tiene efectos adversos? Como el resto de fármacos , en su ficha técnica podemos consultar los efectos adversos asociados, así como su frecuencia de aparición . Mencionaremos algunos efectos adversos descritos: náuseas, cefalea, dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, flatulencia, elevación de enzimas hepáticos, … Otros efectos adversos descritos, pero de aparición mucho menos frecuente pueden ser: artromialgias (dolores osteomusculares generalizados), vértigo, insomnio, alopecia, etc. ¡Cuidado! Los inhibidores de la bomba de protones en dosis altas y durante tratamientos prolongados (más de un año) pueden aumentar el riesgo de fractura de cadera, muñeca y columna vertebral, sobre todo en pacientes de edad avanzada o en presencia de otros factores de riesgo. Así mismo se ha asociado el tratamiento largo con la disminución en los niveles magnesio. Su uso está autorizado durante la lactancia (por supuesto, debe ser prescrito y supervisado médicamente) y en pediatría (a partir del año de edad). En caso de embarazo está catalogado en la tabla de Categorías farmacológicas en embarazo según la FDA como categoría C (los fármacos incluidos en esta categoría sólo deben utilizarse cuando los beneficios potenciales justifican los posibles riesgos para el feto). Nunca debe utilizarse sin supervisión médica. [ ¿Qué ocurre si tomo omeprazol junto a otros fármacos? Como en todos los casos, pueden aparecer interacciones de forma que puede disminuir el efecto y la biodisponibilidad de alguno de ellos. Por ejemplo, en caso de uso concomitante con antirretrovirales podemos encontrarnos menos efectividad de los mismos. ¿En qué caso estaría absolutamente contraindicado? En caso de alergia a omeprazol o a alguno de sus excipientes , evidentemente.
Causas y Tratamientos de la Tos
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Causas y Tratamientos de la Tos

La mayoría de las personas considera la tos más como una molestia que como un evento de salud y, cuando se presenta, se tiende a buscar aceleradamente algún “remedio exprés” que nos permita seguir sin obstáculos nuestro ritmo de vida. ¿Qué es la tos? La tos es un mecanismo de defensa inherente a la protección del aparato respiratorio . La duración de la tos se ha establecido en: aguda (aquella tos que no sobrepasa las cuatro semanas), subaguda (entre cuatro y ocho semanas) y, finalmente, crónica (que es aquella que dura más de ocho semanas). A su vez, puede subdividirse en específica o inespecífica (según esté asociada o no a una causa conocida). La tos crónica es el signo clínico más frecuentemente consultado en la práctica médica ambulatoria. Causas Numerosas publicaciones científicas sugieren que la mayoría de las toses agudas se relacionan con infecciones de las vías respiratorias superiores y se suelen resolver en un periodo no superior a tres semanas. En el caso de la tos crónica las causas son múltiples como, por ejemplo: Infecciones traqueo-bronquiales, incluyendo tos ferina. Bronquiectasias, tuberculosis o fibrosis quística. Asma, fibrosis pulmonar intersticial difusa, sarcoidosis (enfermedad que provoca inflamación, generalmente en pulmones, piel y ganglios linfáticos). Tumores pulmonares, tumores de la vía aérea benignos o mediastínicos (en la cavidad que separa los pulmones). Cuerpos extraños en la vía aérea. Enfermedades cardiovasculares. Reflujo gastroesofágico (RGE) y broncoaspiraciones. Efecto secundario de fármacos (IECA, etc). Tos psicógena (que no se debe a una enfermedad respiratoria, sino que es un acto autoprovocado, de forma más o menos consciente y que característicamente mejora por la noche). Otros… Signos y síntomas La tos puede aparecer del todo aislada o como un síntoma más junto a otros . La vida del niño sano está repleta de episodios de tos, sobre todo cuando van a la guardería o comienzan la escolarización. Se pueden definir distintos tipos de tos: Tos seca : se llama así a la tos que no mueve secreciones y que puede resultar particularmente molesta y poco eficaz. Su origen es la inflamación de las vías respiratorias, clásica tos de inicio de los resfriados, pero también la producen los atragantamientos.  Cuando es persistente puede ser un síntoma de asma, aunque en este caso se suele acompañar de sibilancias (pitos) al respirar. También es de este tipo la tos nerviosa o psicógena. Tos ronca o perruna : es un tipo de tos seca muy ruidosa característica de las laringitis por inflamación de las cuerdas vocales. Suele acompañarse de afonía y, a veces, de otro ruido áspero característico al inspirar aire, llamado estridor inspiratorio, aspecto que aumenta su gravedad. Tos blanda : también llamada tos productiva. Es la que evacúa secreciones (flemas), que en el caso de los niños no son expectoradas como en los adultos, sino que habitualmente son tragadas y, posteriormente, o bien pueden vomitarlas (muy frecuente) o bien son digeridas.  Puede considerarse una “tos buena” ya que ayuda a la curación. Ataques de tos: en un niño pequeño que previamente se encontraba bien y no estaba siendo vigilado, puede ser un síntoma de que ha aspirado un cuerpo extraño (muy frecuente que sea por piezas pequeñas de juguete, fichas o frutos secos, por eso no están recomendados en la dieta de los niños menores de cinco años). También se da en la tos ferina, que puede ser grave en los más pequeños. Se puede observar la presencia de un ruido inspiratorio característico llamado “gallo inspiratorio” entre las tandas de tos continua, que no dejan mucho espacio de tiempo para coger aire. SÍNTOMAS DE ALARMA ACOMPAÑANTES A LA TOS Hemoptisis (esputo sanguinolento). Ronquera. Producción importante de esputo. Enfermedad por reflujo gastroesofágico complicada con pérdida de peso, anemia, hematemesis (vómito sanguinolento) o disfagia (dificultad para tragar). Episodio de atragantamiento. Neumonías recurrentes. Radiografía de tórax anómala. Diagnóstico Una detallada historia clínica (entrevista) y una minuciosa exploración física nos puede orientar hacia una causa de tos específica y evitar exploraciones complementarias diagnósticas innecesarias. Historia clínica: preguntar aspectos acerca de las características de esa tos tales como: ¿Cómo es?: sonido (laríngea, traqueal, bronquial) y características (seca o húmeda-productiva). ¿Cuándo?: Diurna, nocturna, al levantarse, con el acto del ejercicio o de la risa, en algún ambiente concreto o época anual determinada. ¿Cuánto?, ¿cómo comenzó?. Exploración física. Analíticas sanguíneas. Pruebas cutáneas (Prueba de la tuberculina, prick tests cutáneos…). Estudios radiológicos (Rx, TC, Tránsito digestivo…). Pruebas de función pulmonar (espirometría, prueba de hiperreactividad con la prueba de esfuerzo o con metacolina…). Estudios microbiológicos (cultivo de esputo, frotis faríngeo, aspirado nasal…). Pruebas de pHmetría (para confirmar la existencia de reflujo gastroesofágico). Endoscopias (fibrobroncoscopia…). Tratamiento La tos es un síntoma y no una enfermedad , por lo que el objetivo médico fundamental será identificar su causa para tratar ésta última (por ejemplo, el uso de broncodilatadores y antiinflamatorios en el asma; azitromicina en la tos ferina; antiácidos en el reflujo gastroesofágico; retirada de fármaco provocador de un efecto secundario…). Se considera un éxito y ya suficiente el control parcial de la tos, puesto que es difícil lograr, en algunos casos, la total erradicación de la misma. El uso de medicamentos antitusivos es controvertido para algunos autores. Otros remedios naturales descritos para el tratamiento de la tos pueden ser la ingesta de abundantes líquidos, la toma de miel, la realización de vahos, Vitamina C…
Causas y Tratamientos de la Sangre en las Heces
Artículo especializado

Causas y Tratamientos de la Sangre en las Heces

Aunque es un hecho que alarma bastante, es importante dejar claro que no toda sangre en las heces es sinónimo de cáncer. El diagnóstico diferencial es amplio y variado. En múltiples ocasiones, la hemorragia digestiva baja ofrece un reto diagnóstico y requiere múltiples pruebas complementarias, a veces reiterativas, debido a la gran cantidad de causas que pueden provocarla . Además, muchas veces precisa de un abordaje multidisciplinar (manejo entre diferentes especialistas de la medicina) entre el médico de atención primaria, digestólogos, radiólogos y cirujanos. Sangrado digestivo El sangrado digestivo se puede dividir, según el punto de sangrado a nivel del tubo digestivo, en hemorragia digestiva alta (expulsión de sangre por la boca) o hemorragia digestiva baja (expulsión de sangre por el ano, mezclado o no con las heces). En esta ocasión, nos centraremos en el tipo de sangrado digestivo más frecuente en la población general: la hemorragia digestiva baja (HDB). En la consulta de atención primaria, la HDB representa un motivo de consulta relativamente frecuente en todos los rangos de edad. Para el paciente, se trata de un síntoma que inicialmente vive con angustia y, obviamente, con preocupación. No obstante, las causas, los tratamientos y el pronóstico son muy variados en función de diferentes factores, como: Localización del sangrado en el tubo digestivo. Cantidad de sangre. Otros síntomas asociados. Edad del paciente. Antecedentes personales y familiares. Medicación activa del paciente. Otras enfermedades asociadas. La HDB se puede presentar de diferentes maneras , en función de la localización del punto de sangrado en el tubo digestivo: Emisión de sangre roja, brillante y fresca por el ano. Puede ir acompañada o no de las heces. Sugiere alteración a nivel del canal anal, recto o sigma, es decir, las porciones finales del tubo digestivo. Lo más frecuente es que se trate de fisuras anales o hemorroides. Emisión de sangre roja oscura, de color vinoso. Suele ir acompañada de las heces.  Su origen está en un tramo más proximal del tubo digestivo (principalmente colon). Emisión de sangre oscura, de un color como alquitrán o petróleo. También suelen ir acompañadas de las heces. Sugiere alteración a nivel del intestino delgado e, incluso, a nivel estomacal. Se trata de sangre que ha realizado el proceso de la digestión, de ahí el color negruzco. Precisa valoración médica para establecer un diagnóstico. Una consideración especial debe tener el sangrado oculto . Se trata de la emisión continua de sangre, generalmente de escasa cantidad, que no es perceptible por el ojo humano o puede pasar desapercibida. Puede provenir de cualquier lugar del tubo digestivo. Actualmente, se dispone de un sistema de detección de este tipo de sangrado (Test de Sangre Oculta en Heces), indicado entre los 50 y 70 años de edad en función de las características individuales de cada paciente. Causas Las causas más frecuentes , independientemente de la edad, son las hemorroides y las fisuras anales. El síntoma principal en ambas es un sangrado rojo y fresco fácilmente apreciado a simple vista, acompañado o no de las heces, que mancha el papel higiénico y puede continuar goteando tras la defecación. Además, otros síntomas acompañantes son el picor y dolor anal de forma intermitente. En función de la edad, otras causas frecuentes de HDB son: Adolescentes y adultos jóvenes: Divertículo de Meckel: pequeño saco intestinal que queda tras la formación del embrión, que tras el nacimiento puede generar pequeños sangrados digestivos. Descrita hasta en un 2% de la población, puede generar dolor abdominal y otros síntomas. Enfermedad inflamatoria crónica intestinal: inflamación de la pared intestinal que puede generar HDB, además de heces con mocos, dolor abdominal, fiebre y descenso del peso corporal. Pólipos: crecimiento de tejido adicional en la pared del colon que, en ocasiones, pueden sangrar. La mayor parte de estos son benignos. Adultos mayores de 60 años: Enfermedad diverticular: engrosamiento o inflamación de las bolsas que forman las paredes del colon (divertículos). Es la causa más frecuente de HDB en este grupo de edad. Angiodisplasia colónica: dilatación de los vasos sanguíneos de una parte del colon secundario al envejecimiento. Hemorragias secundarias a procesos invasivos: tras la resección de un pólipo en una colonoscopia, por ejemplo. Pólipos/cáncer. La prevención La mayor parte de enfermedades del aparato digestivo que cursan con sangre en las heces, incluido el cáncer colorrectal, son prevenibles con unos buenos hábitos de vida y una correcta alimentación . Medidas como realizar ejercicio aeróbico continuo para evitar el sobrepeso y la obesidad, abandonar el hábito tabáquico, disminuir el consumo de azúcares refinados, consumir menos carnes y más pescados o aumentar el consumo de frutas y verduras ha demostrado una protección frente al desarrollo de éstas.
Control del Ácido Úrico
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Control del Ácido Úrico

¿En una analítica te ha salido el ácido úrico elevado y te han aconsejado controlar tu alimentación? Te explicamos cuáles pueden ser los motivos y cuáles son los alimentos cuyo consumo sería aconsejable moderar . ¿Qué es el ácido úrico? El ácido úrico es una sustancia química orgánica que se produce en el organismo humano como producto metabólico final de la degradación de las purinas, eliminándose por la orina (70% del total) y a través del intestino (30% restante). Las purinas son unas moléculas que forman parte de la estructura del material genético (ADN/ARN) presente en las células de nuestro cuerpo y en los alimentos que ingerimos. Por tanto, el ácido úrico puede estar alto debido a factores endógenos (el propio cuerpo lo fabrica a nivel de hígado, músculos, intestinos, riñones…) o factores exógenos (a través de la alimentación). La hiperuricemia De una forma general, el rango de valor normal en sangre es 1-7g/dL. La hiperuricemia es el aumento de ácido úrico o urato en sangre por encima de este valor, y puede producirse por: Aumento de la producción de ácido úrico : por enfermedades genéticas, por causa desconocida o idiopática, por dieta rica en alimentos que contienen abundantes purinas, por casos de leucemia, mieloma múltiple, psoriasis extensas, anemias hemolíticas o tratamiento quimioterápico de tumores malignos, así como, también, por consumo excesivo de alcohol… Disminución de su excreción (eliminación) renal: más frecuente, por existencia de enfermedades tipo insuficiencia renal, diabetes insípida, hipotiroidismo… ALIMENTOS RICOS EN PURINAS Contenido muy alto : vísceras, patés, embutidos, pescado azul, marisco… Contenido alto: carnes rojas y de caza, habas, lentejas. Contenido moderado contenido : carnes blancas, legumbres no nombradas anteriormente (garbanzos, judías blancas…), coliflor, espárragos, espinacas y setas. Contenido bajo: lácteos, el resto de verduras no nombradas anteriormente, tubérculos, raíces, fruta… ¿SABÍAS QUE…? El consumo excesivo de alcohol produce , de hecho, un aumento de ácido úrico en sangre por ambos mecanismos, ya que por su culpa no sólo aumenta la producción del mismo, sino que disminuye también su eliminación por el riñón. Síntomas, diagnóstico y tratamiento de la hiperuricemia La hiperuricemia generalmente es asintomática , pero cuando el ácido úrico se deposita en los tejidos aparece la gota. En caso de hallar niveles elevados de ácido úrico en sangre, hay que intentar descubrir su causa y para ello es necesario determinar el ácido úrico en orina para saber si es por sobreproducción o por defecto de excreción. Comprend e tres vías de actuación : Modificación de la dieta: cabe destacar que este apartado no tiene un papel fundamental porque es necesaria una dieta muy pobre en purinas para conseguir descensos moderados de los niveles de ácido úrico. La restricción estricta de las purinas de la dieta puede descender tan sólo unos pocos milígramos los niveles de ácido úrico. No obstante, el control de la dieta, el consejo de reducción de peso en pacientes obesos, el consejo de ingerir abundantes líquidos a lo largo del día y el consejo de no ingerir bebidas alcohólicas formarán parte del tratamiento siempre. Práctica de ejercicio físico regular. Fármacos: bien mediante medicamentos que inhiben la producción de ácido úrico endógeno (por ejemplo, alopurinol – Zyloric ®), o bien medicamentos que aumentan su eliminación por la orina (probenecid, sulfinpirazona…). La gota La gota es la enfermedad debida a la deposición de cristales de las sales de ácido úrico en y alrededor de las articulaciones (gota articular), en diversos órganos (gota visceral) y, finalmente, estos cristales también pueden formar cálculos en las vías urinarias (litiasis úrica). La gota afecta al 1-2% de la población general en algún momento de la vida, en mayor medida a hombres que a mujeres (8:1) y principalmente en edades medias de la vida (después de los 30 años). Factores de riesgo de la gota Hiperuricemia crónica : es el factor de riesgo más importante en el padecimiento de gota. Ahora bien, no todos los pacientes con hiperuricemia padecerán gota, sólo la padecerá un pequeño porcentaje (uno de cada cinco). Incluso, en algunas ocasiones, existen episodios de gota con niveles de ácido úrico en sangre normal. Edad : el riesgo de padecerla aumenta con la edad. Determinados estilos de vida y dietas poco saludables (obesidad, alcoholismo…): es frecuente que las personas que padecen gota sean obesas y tengan, además, diabetes y/o hipertensión arterial. La gota es más común en sociedades opulentas, debido a una dieta rica en proteínas, grasas y alcohol. Signos y síntomas de la gota Gota articular : En la crisis de gota aguda típica, que suele comenzar por la noche, el síntoma primordial es el dolor, que puede presentarse de forma aguda e intensa, junto con inflamación (enrojecimiento e hinchazón) de la articulación. Es una artritis por depósito de microcristales. Las articulaciones habitualmente afectadas son: la articulación metatarso-falángica del dedo gordo del pie (y en este caso recibe el nombre de podagra), las rodillas, los tobillos, hombros o el empeine de los pies, entre otras localizaciones. En la gota crónica, después de una larga evolución de la enfermedad, se producen los denominados “tofos gotosos”, que son unos nódulos indoloros situados debajo de la piel, que se forman por depósito lento de ácido úrico en los mismos, por lo que van aumentando de tamaño progresivamente. Tienden a desaparecer poco a poco cuando la enfermedad está bien controlada. Gota visceral: Nefropatía aguda úrica: por obstrucción de los túbulos del riñón por culpa de los cristales de ácido úrico, provocando una intensa inflamación y, secundariamente, insuficiencia renal aguda. Litiasis (piedras en el riñón): La litiasis úrica consiste en la formación de cálculos de ácido úrico, que pueden obstruir las vías urinaria, provocando intenso dolor (cólico nefrítico). Sólo suponen el 5-10% del total de cálculos renales. Diagnóstico y tratamiento Se diagnostica por la clínica típica.  En algunas ocasiones será necesario el análisis del líquido sinovial (líquido intraarticular), obtenido por punción de la articulación, para analizarlo y diferenciar la artritis gotosa de otros tipos de artritis, como puede ser la infecciosa, por ejemplo. En cuanto al tratamiento: Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE): son los medicamentos más usados para el tratamiento de la crisis de gota aguda. También son analgésicos (calman el dolor). Fármaco Colchicina : también usado frecuentemente en la crisis aguda, pero presenta efectos secundarios molestos como, por ejemplo, diarrea. El mismo tratamiento anteriormente mencionado para la hiperuricemia (dieta, control de peso, abstinencia en el consumo de alcohol, alopurinol, diuréticos…).
Causas y Tratamientos del Picor
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Causas y Tratamientos del Picor

El picor no sólo aparece como resultado de problemas de la piel, sino que también es un síntoma de alteraciones en otros órganos . Puede afectar mucho a la calidad de vida y, sobre todo, provocar alteraciones del sueño y del ánimo. Además, puede ser el síntoma único de enfermedades del riñón, del hígado o de la sangre, y permitir el diagnóstico precoz de éstas. El especialista indicado para estudiar el picor es el dermatólogo . Prurito causado por enfermedades de la piel Existen muchas enfermedades de la piel que se acompañan de prurito, ya que muchos procesos en los que hay inflamación conducen a la liberación de sustancias en la epidermis y la dermis que activan los receptores del picor. Además, el picor conduce irremediablemente al rascado, que a su vez provoca más inflamación y más picor . Este círculo vicioso de picor-rascado debe controlarse y romperse para solucionar el problema. La enfermedad por antonomasia que provoca prurito es el eccema o dermatitis , y la más importante dentro de este grupo es la dermatitis atópica. Es un proceso propio de las personas de naturaleza alérgica, que se acompaña de defectos en la hidratación de la piel, y una sensibilidad de la misma ante el contacto con la sequedad y los irritantes externos. Otro tipo de eccema es la dermatitis de contacto alérgica, que puede venir causada por el contacto con innumerables sustancias, y siempre provoca brotes de picor y dermatitis. Debe estudiarse mediante unas pruebas de alergia especiales llamadas pruebas epicutáneas, o pruebas del parche. Otro eccema frecuente es el provocado simplemente por la piel seca, el llamado eccema asteatósico. Puede ser el resultado de un exceso de ducha o de jabón, que destruye la capa de grasa protectora de la piel, y aumenta el picor. Es especialmente frecuente en personas de edad avanzada, y en invierno. Las urticarias también provocan intenso picor, y la mayoría de ellas no son resultado de un proceso alérgico, por lo que cansar al paciente con pruebas de alergia no suele ser una buena estrategia para estudiarlas. En muchos casos, pueden estar provocadas por fenómenos de autoinmunidad (una reacción en la que las propias defensas de la piel -el sistema inmunológico- reacciona contra el propio organismo). Otras enfermedades dermatológicas que provocan picor en la piel pueden ser infecciones como el impétigo y la sarna. En todas estas enfermedades el prurito se acompaña de signos en la piel que pueden permitir fácilmente el diagnóstico al dermatólogo, mediante la simple exploración o ayudándose de una biopsia o una analítica en sangre. Prurito causado por otras enfermedades de otros órganos El picor puede ser el síntoma de una enfermedad del riñón o el hígado . Las personas con mal funcionamiento de estos órganos acumulan diversas toxinas y sustancias que provocan picor. Es especialmente molesto en los pacientes con insuficiencia renal, sobre todo en los sometidos a diálisis (una máquina a la que deben conectarse varias veces a la semana para depurar su sangre). En las personas que padecen una enfermedad del hígado o las vías biliares, el aumento de sustancias como la bilirrubina también provoca picor. Lo mismo ocurre en aquellos que desarrollan cirrosis, una enfermedad del hígado. Los pacientes con alteraciones de la sangre, como los que tienen una baja cantidad de hierro o una anemia, pueden manifestar el picor como el síntoma inicial. Lo mismo es aplicable a los enfermos de la glándula tiroides, o los diabéticos. ¿PICOR SIN MOTIVO? En algunos pacientes, el picor es inexplicable a pesar de haber agotado todas las posibilidades de diagnóstico, y no puede atribuirse a ninguna enfermedad. Hay que tener mucho cuidado con este síntoma, porque puede ser psicógeno (es decir, provocado por una alteración del ánimo, como una depresión) o puede estar provocado por una enfermedad oculta que no “ha dado todavía la cara”, como los linfomas (cáncer de los ganglios linfáticos). Ante cualquier picor inexplicable, el médico debe seguir visitando al paciente, intentar controlar el picor con medicación, y reexplorarlo o volver a solicitar pruebas para seguir descartando enfermedades ocultas. ¿Cómo se trata el picor? En primer lugar, debe tratarse la enfermedad causante, una vez identificada . El picor como síntoma puede tratarse con cremas y con medicamentos en pastillas. En muchas ocasiones, se aplican cremas hidratantes que contienen sustancias contra el picor como la urea o el polidocanol. En otros casos, hay que utilizar los corticoides en crema, aunque es muy importante que sean prescritos por un médico, con una potencia y una forma farmacéutica adecuada, y nunca deben aplicarse durante periodos largos de tiempo, ya que provocan atrofia de la piel y otros problemas. En caso de emplear la medicación por vía oral (en pastillas), los antihistamínicos son los medicamentos más empleados. Bloquen la acción de la histamina, una sustancia del organismo implicada en la producción del prurito. Existen varios tipos de antihistamínicos, algunos más sedantes y otros más selectivos, que provocan menos sueño. Nunca deben emplearse los antihistamínicos en crema, porque son poco eficaces y provocan con frecuencia alergias de contacto. Existen otro tipo de medicamentos capaces de mejorar el picor, como ciertos antidepresivos y otros fármacos que pueden emplearse para la depresión o la ansiedad. Son el tratamiento a emplear en las personas que tienen un prurito psicógeno. Además, algunas enfermedades que cursan con picor pueden tratarse con fototerapia, un tipo de tratamiento con rayos ultravioleta que se realiza en los servicios de dermatología de los hospitales. No se emplean en general los rayos UVA que la gente utiliza para broncearse, sino otro tipo de radiación llamada ultravioleta B de banda estrecha. Como la exposición a radiación ultravioleta puede provocar cáncer de piel, estos tratamientos deben de hacerse de forma controlada y siempre bajo supervisión médica.
Control del Nivel de Bilirrubina
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Control del Nivel de Bilirrubina

El cantante Juan Luís Guerra puso de moda este parámetro analítico hace unos años con su famosa canción. Sin embargo, los médicos empleamos este parámetro a diario y no hemos conseguido popularizarlo. Si te parece, vamos a darle un poco de protagonismo. Y a ver si al finalizar esta lectura eres capaz de asociar estos términos te menciono: bilirrubina, hígado, ictericia y enfermedad de Gilbert. ¿Qué es la bilirrubina? La bilirrubina es un pigmento de color amarillo-anaranjado. Se trata de un producto de desecho que proviene de la destrucción del grupo hemo presente en la hemoglobina de los hematíes o glóbulos rojos. El hígado interviene favoreciendo su eliminación. Si medimos el nivel de bilirrubina en sangre podremos evaluar la correcta función hepática , así como los niveles de destrucción del grupo hemo de los hematíes. Seguro que ya estás asociando que una posible causa de un aumento de bilirrubina puede ser debida a un aumento en la destrucción de hematíes, por lo que podríamos estar ante una anemia hemolítica (por destrucción de hematíes). Déjame recordarte que la vida media de los hematíes es de 120 días (circulan por la sangre durante cuatro meses). Por eso al donar sangre debemos tener presente si ha habido suficiente tiempo de regeneración desde la última donación. El hematíe dañado o viejo libera a la sangre el grupo hemo de su hemoglobina que se descompone dando lugar a la bilirrubina no conjugada (poco soluble en agua) que es transportada por proteínas desde la sangre al hígado. En el hígado existe una enzima llamada glucuronosiltransferasa que la modifica convirtiéndola en una forma soluble en agua o bilirrubina conjugada que pasa a formar parte de la bilis y se vacía en el intestino delgado. Finalmente se elimina por las heces. ¿Sabías que el color marronoso de las heces es debido a los productos de degradación de la bilirrubina? Aumento de bilirrubina Las pruebas de laboratorio permiten medir ambas formas de bilirrubina, conjugada o directa y no conjugada o indirecta, así como la bilirrubina total (suma de las dos anteriores). Si aumentan los niveles de bilirrubina en sangre puede aparecer ictericia , es este caso la piel, la conjuntiva ocular y las mucosas tomarán un color amarillento. Si sospechamos que existe un aumento de bilirrubina no conjugada sucede lo que seguramente has pensado, que aumenta la destrucción de hematíes (hemólisis) o bien una enfermedad hepática que no permita la transformación de la bilirrubina no conjugada en conjugada. Un aumento de bilirrubina conjugada indica una dificultad en la eliminación, por ejemplo, una obstrucción de los conductos biliares. ¿Qué les pasa a los bebés al nacer? Especialmente durante los tres primeros días, puede darse la llamada ictericia fisiológica del recién nacido. Se debe a una inmadurez del hígado del bebé para metabolizar la bilirrubina. No suele precisar tratamiento y desaparece a las dos semanas. ¿Cuándo solicitamos una determinación de bilirrubina? El médico suele solicitar la determinación de la bilirrubina juntamente con otras pruebas de laboratorio (fosfatasa alcalina, AST, ALT) cuando existen signos o síntomas de función hepática anormal como Ictericia, c onsumo excesivo de alcohol, posible toxicidad de fármacos o posible hepatitis , coloración oscura de la orina, náuseas y vómitos, dolor o inflamación abdominal, fatiga extrema, etc. ¿Cómo se interpreta el resultado? Aumentos de bilirrubina total a expensas de la bilirrubina no conjugada o indirecta suelen deberse a anemia hemolítica o anemia perniciosa, cirrosis o un síndrome de Gilbert u otros trastornos metabólicos. Ante una bilirrubina conjugada o directa aumentada puede existir un problema asociado a una disminución de la eliminación hepática, como puede suceder en hepatitis víricas, reacciones a fármacos, enfermedad por alcoholismo, litiasis u otras obstrucciones en los conductos biliares o tumores. Debo mencionarte que una concentración baja de bilirrubina no tiene relevancia. ¿En qué consiste el síndrome de Gilbert? Es frecuente y se trata de una enfermedad hereditaria debida a una alteración en el cromosoma 2. Se caracteriza por un aumento de bilirrubina no conjugada y un déficit aproximado del 30% de la enzima glucuronosiltransferasa (que transforma la bilirrubina no conjugada en conjugada). Se traduce en una disminución de la capacidad de metabolizar la bilirrubina indirecta en directa en el hígado (para después ser excretada por la bilis). El diagnóstico se realiza tras la detección de una ictericia leve e intermitente en la adolescencia, entre los 15 y los 30 años. Al realizar una analítica nos encontraremos unos niveles elevados de bilirrubina indirecta o no conjugada y disminuidos de la conjugada. A pesar de que puede ser preciso realizar un estudio genético para confirmar el diagnóstico se trata de una patología totalmente benigna y clínicamente irrelevante. No precisa ningún tratamiento específico. Efectivamente existen otros síndromes que cursan con hiperbilirrubinemias conjugadas como los síndromes de Rotor y de Dubin-Johnson, que son mucho menos frecuentes. ¡Ojo! Existen otras causas que pueden ocasionar un aumento de bilirrubina total, por ejemplo: hemólisis, un ayuno prolongado (si ingerimos menos de 400 kcal/día a las 48 horas encontraremos unos niveles multiplicados por tres que se normalizan tras 24 horas de volver a una dieta normal), fiebre, ejercicio físico o estrés, deshidratación, infecciones , cirugía, menstruación, etc. Una curiosidad, ¿se puede encontrar bilirrubina en la orina? En condiciones normales, no. No obstante, recordemos que la bilirrubina conjugada o directa es soluble en agua . Si los niveles de bilirrubina están muy aumentados en el organismo es posible que se elimine parte del exceso por la orina. Por tanto, ¿es posible encontrar bilirrubina en orina? Sí, pero sugiere una patología como puede ser una obstrucción en los conductos hepáticos o biliares, una hepatitis u otra lesión de origen hepático. La forma de detectar bilirrubina en orina es mediante la recogida de una muestra en condiciones de máxima esterilidad donde introduciremos una tira reactiva que vira el color cuando la detecta. La detección casual de bilirrubina en orina obliga a la solicitud de una analítica sanguínea para estudiar los parámetros correspondientes en sangre (ahora ya sabes que pediremos bilirrubina directa, bilirrubina indirecta y bilirrubina total).
Qué Debes Saber Sobre la Fiebre
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Qué Debes Saber Sobre la Fiebre

Mucha gente utiliza el término fiebre de manera inespecífica para expresar que se sienten demasiado calientes, demasiado fríos, sudorosos, con escalofríos, pero en realidad no han medido su temperatura. De manera correcta, decimos que una persona tiene fiebre cuando su temperatura axilar es superior a 38ºC , cuando su temperatura rectal es mayor a 38,5ºC o su temperatura oral es superior a 38,2ºC. Entre 37 y 37,5ºC hablaremos de febrícula. Valores y formas de tomar la fiebre La fiebre es una temperatura corporal elevada . No es una enfermedad sino el signo de una enfermedad. Existen discrepancias tanto en el valor de temperatura que se considera fiebre como en la forma de tomarla. La medida de la fiebre con otros termómetros distintos al axilar-digital no muestran fiabilidad. En la actualidad, los termómetros de mercurio están fuera de uso y se recomienda su retirada o reciclaje debido a la alta toxicidad del mercurio en caso de rotura. El termómetro digital es rápido, irrompible y cómodo. Se recomienda retirar la pila después de su uso para evitar su descarga. El termómetro ótico, que funciona por infrarrojos, es impreciso y caro, al igual que el termómetro cutáneo, ya que da valores inadecuados pues en las primeras fases de la respuesta febril se produce un descenso de la perfusión cutánea lo que altera su temperatura. Temperatura Eficacia Valores Normales (ºC) Rango de Temperatura (ºC) Axilar Sí 37,0 34,7 – 37,3 De Elección Rectal No 38,0 36,6 – 38,0 Oral No 37,5 35,8 – 38,0 Timpánica No 37,5 35,8 – 38,0 Aunque se considera normal una temperatura de 37ºC, nuestra temperatura corporal varia durante el día, siento más baja por la mañana y más alta a última hora de la tarde cuando puede alcanzar los 37,7ºC. Cuando tenemos fiebre, la temperatura tampoco se mantiene constante. Puede haber picos de fiebre que se normalizan durante el día, lo que se denomina fiebre intermitente. En otros casos la temperatura varía, pero no vuelve a la normalidad; es lo que se conoce como fiebre remitente. El curso de la fiebre puede indicar el tipo de enfermedad : infecciosa, oncológica, multiorgánica, politraumática… ¿Qué puede causar fiebre? Dos son las causas principales que provocan fiebre: Causas no infecciosas : son la producidas por aquellas reacciones del organismo diferentes a enfermedades bacterianas o víricas. Reacciones a vacunas. Reacciones a un fármaco. Enfermedades reumatológicas Causas metabólicas como la deshidratación o fiebre de sed. Neoplasias. Enfermedades autoinmunes: enfermedad del suero, vasculitis. Causas infecciosas : Víricas. Respiratorias. Gastrointestinales. Enfermedades exantemáticas (varicela). Bacterianas. Infecciones de garganta, nariz u oído. Infecciones respiratorias como la bronquitis, neumonías. Infecciones del tracto génito-urinario: infecciones de orina, prostatitis aguda, enfermedades de transmisión sexual. Infecciones del sistema nervioso central: meningitis, encefalitis, abscesos cerebrales. Infecciones generalizadas del organismo: sepsis y bacteriemia oculta. Tipos de fiebre Fiebre de inicio reciente: de pocas horas de evolución, no suele encontrarse una causa evidente. En general, no es necesario acudir al médico exceptuando aquellos pacientes con gran afectación del estado general. Fiebre de corta duración o de menos d cinco días : fiebre con foco (después de una historia clínica y exploración) o fiebre sin foco, donde desconocemos su causa. El paciente debe acudir al médico a partir del tercer día de su inicio o enseguida en pacientes con enfermedades crónicas o gran afectación del estado general. Fiebre prolongada o FOD : es aquella que dura de siete a 10 días, sin encontrar la causa con las medidas diagnósticas habituales. Signos de alarma En ocasiones hay síntomas y signos clínicos por los que deberemos acudir de inmediato a urgencias : Confusión o delirio mental. Dolor de cabeza, rigidez de cuello o ambos. Debemos de ser capaces de flexionar la cabeza hacia delante en posición de decúbito prono. Manchas planas redondeadas pequeñas de color rojo púrpura en la piel (petequias): cuando presionamos con un vaso o yema del dedo éstas no desaparecen. Hipotensión arterial. Frecuencia cardiaca rápida o respiración acelerada. Dificultad respiratoria. Temperatura superior a 40ºC o inferior a 35ºC. Viaje reciente del paciente a áreas donde hay enfermedades infeccionas graves como malaria o dengue. Tratamientos con fármacos quimioterápicos recientes o inmunosupresores. ¿Y LOS BEBÉS? En caso de bebés menores de tres meses consultaremos de inmediato a partir de 37,5-38ºC . Recordemos que los bebés, al igual que los ancianos mayores de 80 años, suelen tener alteraciones a nivel del centro regulador de la temperatura corporal o hipotálamo del sistema nervioso central. El médico de familia, pediatra en caso de niños o el médico de urgencias en caso de existir signos de alarma, serán los especialistas que detecten en un primer momento la fiebre, realicen un primer diagnóstico y pauten un tratamiento adecuado para su curación. Tratamiento para bajar la fiebre Los fármacos utilizados para bajar la temperatura del cuerpo son los antitérmicos o antipiréticos. La pauta del tratamiento como siempre la prescribirá nuestro médico. Los principales son: Paracetamol (acetaminofeno por vía oral, rectal o endovenosa). Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Se administran por vía oral o endovenosa (Ibuprofeno, Naproxeno). Aspirina (Ácido Acetil Salicílico) sólo para casos seleccionado. Metamizol (Nolotil). En cuanto a las principales medidas físicas a adoptar , estas son: Retirar la ropa en exceso. Mantener el ambiente a temperatura 20-22ºC, con una buena ventilación. Colocar toallas con agua tibia por todo el cuerpo cambiándolas frecuentemente. Bañarse con agua templada. No usar jamás paños de alcohol ya que pueden provocar intoxicación etílica. Beber abundante líquido (zumos azucarados y agua). Recordar siempre que nuestro cuerpo pierde también líquidos por transpiración. Mantener al enfermo en reposo en el domicilio siempre que tenga fiebre y de manera óptima un día más al término de ésta, como mínimo.
Apnea del Sueño en Bebés y Niños
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Apnea del Sueño en Bebés y Niños

Parece un concepto asociado al adulto, pero lo cierto es que algunos niños y bebés padecen apneas durante el sueño. Y es que el síndrome de las apneas-hipopneas del sueño (SAHS) en los niños es una enfermedad poco conocida por los padres e, incluso, también por los pediatras que los atienden. Estos con frecuencia no reconocen la patología, por lo que está muy infradiagnosticada e infratratada en los menores de nuestro país. ¿Qué es? El SAHS es un trastorno respiratorio durante el sueño caracterizado por una obstrucción parcial prolongada de la vía aérea superior y/o obstrucción intermitente completa, que interrumpe la ventilación normal durante el sueño y los patrones normales del mismo. Se estima que afecta a un 2-3% de los niños , con una prevalencia similar en niños y niñas y en todas las edades (incluso en bebés), aunque quizás es más frecuente en la edad preescolar, coincidiendo con el momento en que el tejido linfoide (de defensa) que rodea la vía aérea alta (denominado anillo de Waldeyer) es mayor en relación al tamaño de la vía aérea. Causas La faringe es colapsable para permitir la fonación y la deglución . Las funciones de la faringe como son deglutir, proteger la vía aérea y mantenerla abierta, se logran por la acción de varios grupos musculares que actúan de forma coordinada. El sueño es el factor funcional más evidente que predispone al SAHS. Durante su fase REM se produce una reducción tan marcada de la actividad de los músculos que mantienen abierta la vía aérea, que el SAHS pediátrico podría considerarse una enfermedad de la fase REM del sueño. Los factores predisponentes del SAHS en el niño son: Hipertrofia de amígdalas y adenoides (vegetaciones). Es la causa más frecuente. Malformaciones congénitas craneofaciales: Síndrome de Down, Síndrome de Pierre Robin, Síndrome de Treacher Collins, Síndrome de Klippel-Feil, Síndrome de Prader Willi, acondroplasia, retrognatia (barbilla pequeña y retraída), alteraciones anatómicas del paladar, etc. Obstrucción nasal marcada (rinitis alérgica). Laringomalacia (laringe débil, poco consistente, fácilmente colapsable). Enfermedades neurológicas y neuromusculares. Reflujo gastroesofágico (RGE). Obesidad. Miembros familiares con SAHS o hábito tabáquico familiar (especialmente la madre). Signos y síntomas El síntoma guía es el ronquido . Su ausencia prácticamente descarta la existencia de un SAHS, pero su presencia no indica necesariamente la existencia del mismo. Hablamos de “ronquido primario” o “ronquido simple” cuando éste no se acompaña de alteraciones del sueño (apneas-hipopneas, desaturaciones, hipercapnia -aumento de CO2 sanguíneo- o fragmentación del sueño). Tipos de apnea Desaturación: caída del valor de oxigenación en la máquina de pulsioximetría (digital) mayor o igual a un 4%. Apnea obstructiva: cese del flujo aéreo en nariz y boca durante más de dos ciclos respiratorios mientras se mantienen los movimientos tóraco-abdominales. Apnea central (origen en el Sistema Nervioso Central): cese del flujo aéreo y los movimientos tóraco-abdominales durante más de dos ciclos respiratorios. Son frecuentes en los niños y sólo se consideran problemáticas si duran más de 20 segundos o se acompañan de desaturaciones. Hipopnea: reducción del flujo aéreo mayor del 50% que se acompaña de una caída de la saturación de oxígeno mayor o igual a un 4% y/o con un microdespertar.   Además del ronquido, en el SAHS se aprecian apneas o pausas respiratorias precedidas por un aumento del esfuerzo respiratorio (incluso movimientos paradójicos de la caja torácica), provocándose con ello movimientos del paciente, o un despertar, un sueño intranquilo no reparador o adquisición de posturas anormales para dormir (cabeza colgando fuera de la cama) para poder mantener abierta la vía aérea. El mayor esfuerzo respiratorio conlleva un aumento del gasto energético que se ha asociado a una sudoración profusa , muy frecuente en estos niños. También son posibles, por presencia de RGE, náuseas o vómitos durante el sueño y, ocasionalmente, también despertares con ansiedad y sensación de dificultad respiratoria (disnea), pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo o bruxismo (acto de frotar los dientes). Otro síntoma posible es la enuresis (no control de la contención de orina en edades en las que ya se produce habitualmente). Los síntomas diurnos más frecuentes son los propios de la obstrucción de la vía aérea superior secundaria a la hipertrofia adeno-amigdalar o la rinitis como la respiración bucal y ruidosa durante el día, que se agrava durante las habituales infecciones respiratorias de vía alta, cefaleas (dolor de cabeza) o, incluso, alteraciones del carácter con agresividad, labilidad emocional (llanto fácil) o hiperactividad, así como práctica de conductas antisociales. No suelen presentar somnolencia diurna. Consecuencias Las consecuencias del SAHS en el niño pueden ir desde una disminución del rendimiento escolar hasta complicaciones más serias como la hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, retraso del desarrollo psicomotor o de crecimiento, así como depresión. Diagnóstico La polisomnografía convencional es la prueba que registra simultáneamente, y de manera continua, las variables neurofisiológicas (mediante el registro de un electroencefalograma) y cardiorespratorias durante el sueño. Las primeras son necesarias para conocer si el niño está durmiendo en un momento determinado y en qué fase concreta del sueño está, así como para conocer la arquitectura del sueño y determinar la existencia de microdespertares electroencefalográficos. Las segundas se basan en la detección de valores de tipo frecuencia y ritmo cardiaco, la pulsioximetría (oxigenación) o detección de movimientos respiratorios… El sueño del niño debe ser espontáneo, es decir, no inducido farmacológicamente. Tratamiento Las complicaciones importantes en los niños que lo padecen pueden evitarse con un abordaje terapéutico adecuado, que deberá ser multidisciplinar, es decir, con la intervención de diversos especialistas (pediatras, neumólogos, otorrinos…). El tratamiento, en la gran mayoría de niños, dado que la causa más frecuente es la hipertrofia adenoamigdalar, será la adenoamigdalectomía (intervención quirúrgica para extirpar ambas glándulas): ha demostrado resolver los trastornos respiratorios y los síntomas nocturnos en el 75-100% de los niños sin otra enfermedad de base. La segunda línea de tratamiento será el empleo del CPAP (presión positiva continua sobre la vía aérea, mediante el uso de un compresor y una mascarilla), si la adenoamigdalectomía fracasa o está contraindicada. La cantidad de presión del CPAP se debe individualizar y su objetivo será conseguir la presión óptima para mantenerla abierta durante todo el ciclo respiratorio (evitando su colapso) de manera que elimine las apneas y minimice el ronquido, y resulte a la vez tolerable para el niño. Otros niveles de tratamiento incluyen: educación sanitaria acerca de hábitos saludables de sueño, el tratamiento de la congestión nasal, el uso de oxigenoterapia nocturna o el tratamiento antiácido contra el reflujo gastroesofágico, entre otros. Pronóstico Los niños con ronquido primario no tienden a progresar a SAHS con el tiempo. Los niños que padecen esta patología tienen mayor probabilidad de recaer cuando son adultos si adquieren factores de riesgo como la obesidad o la ingestión de alcohol . No se conoce la historia natural ni el pronóstico a largo plazo del SAHS pediátrico no tratado.
Cómo Evitar la Migraña
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Cómo Evitar la Migraña

Seguro que conocemos a alguien que sufre migraña. Y lo sabemos porque ese dolor de cabeza (crisis) es recurrente y se repite cada cierto tiempo . El inicio de la crisis se asocia a muy diferentes factores que son llamados desencadenantes. En principio, si se evitan estos factores puede ser que la crisis no se desencadene. Pero no todos los factores son controlables. Migraña o cefalea Para empezar, explicaremos las diferencias entre migraña y cefalea. La migraña es un dolor de cabeza que se caracteriza por presentarse de forma episódica pero brusca con fases totalmente asintomáticas entre las crisis. Es decir, cuando finaliza la crisis migrañosa la persona está totalmente recuperada hasta que se presenta la siguiente crisis. La cefalea es, sin embargo, un dolor de cabeza menos invalidante. Su intensidad y duración suele ser más leve. Se presenta, característicamente, en determinadas circunstancias como estrés, alteraciones del sueño, horarios irregulares en las comidas, consumo elevado de cafeína, sedentarismo, cambios en el ciclo menstrual, etc. ¿Qué debemos saber de la migraña? El dolor de cabeza de la migraña se instaura progresivamente , aunque en ocasiones avisa con la llamada aura. La forma de presentación puede variar, aunque normalmente se limita sólo a un lado de la cabeza y es de tipo pulsátil (como si te estuvieran golpeando con un martillo). Su intensidad suele ser moderada o grave (impide continuar con la actividad cotidiana) y mejora en reposo y con ayuda de medicación. Normalmente se acompaña de otros síntomas asociados como náuseas, vómitos, fotofobia (intolerancia a la luz) o fonofobia (intolerancia a los ruidos). ¿Y qué es el aura? Es un cortejo de síntomas que puede presentarse antes de que se instaure la crisis migrañosa y, a modo de aviso. No todas las crisis migrañosas se acompañan de aura (hablaríamos de migraña con o sin aura). Sólo una tercera parte de las personas que sufren migraña suelen tener auras. Asimismo, una misma persona puede padecer episodios de migraña común (o sin aura) y episodios de migraña con aura, de forma totalmente arbitraria. Sobre el aura ¿Cuáles son los síntomas característicos del aura de la migraña? Aura visual : es la más frecuente, con diferencia (el 90% de auras). La persona que la sufre nota destellos luminosos ubicados en el centro de su campo visual que se van desplazando provocando fatiga ocular. Aura sensitiva : suele comenzar con hormigueos en la punta de los dedos de una mano y van ascendiendo hasta el hombro pudiendo prolongarse hasta la cara. En otras ocasiones aparecen en la comisura de la boca y lengua. Aura motora : sería el caso, por ejemplo, de un temblor espontáneo en el párpado. Existen otros tipos de auras, pero son muy poco frecuentes. Cuando una persona tiene aura suele ser muy similar en todos sus episodios. Estos síntomas que se presentan en el aura son totalmente reversibles (desaparecen al comenzar la crisis de migraña). El tiempo que pasa entre el aura y el inicio de la crisis migrañosa es inferior a una hora en la mayoría de casos. O sea, se trataría de un preaviso que anunciaría la aparición de dolor de cabeza de forma inmediata . En otras situaciones el aura y la crisis se presentan a la vez, aunque es menos frecuente. ¿Debemos tomar medicación al iniciar el aura?  El aura no se debe tratar por ser síntoma autolimitado (generalmente dura menos de una hora). Sí debemos tomar analgésicos cuando comienza el dolor de la migraña. ¿Por qué se produce? El inicio de la crisis se asocia a factores muy diferentes que son llamados desencadenantes . En principio si evitamos estos factores puede ser que la crisis no se desencadene. Pero no todos los factores son controlables. Entre los desencadenantes encontramos aquellas situaciones que suponen un cambio brusco o un estímulo físico intenso . Podríamos citar:  estrés, ansiedad, períodos premenstrual y menstrual, anovulatorios, período tras un descanso prolongado (fin de semana, vacaciones), ingesta de alcohol, quesos y comidas ricas en nitritos, cambios atmosféricos, altitud elevada, ayuno prolongado, fatiga, exceso o déficit de sueño, algunos medicamentos: anovulatorios, nitroglicerina, estrógenos… ¿Cómo se llega al diagnóstico de migraña? El diagnóstico es clínico (por los síntomas que manifiesta la persona). Es importante un buen interrogatorio del dolor (síntomas, duración y la forma de presentación). En ocasiones, se recurre a la realización de alguna prueba diagnóstica para despistaje, sobre todo cuando detectamos algún signo de alarma. Estos síntomas y una exploración neurológica normal permiten el diagnóstico de migraña , para el que no es necesario hacer una prueba de imagen, tipo escáner o resonancia. Casi un tercio de los pacientes experimentan, antes del dolor, el aura. Si aparece, permiten asegurar el diagnóstico de migraña. Desgraciadamente, muchos pacientes aún siguen sin diagnosticarse y pasan un auténtico calvario. Algunos tardan en diagnosticarse una media de dos años y después de haber acudido a una media de cinco médicos, como demuestran estudios recientes en Europa y EEUU. Y, sin buen diagnóstico, es muy difícil indicar un tratamiento correcto . ¿Por qué las mujeres lo sufren más? Por dos motivos principales. Porque algunos factores genéticos sabemos que van ligados al cromosoma X . El otro factor t iene que ver con los cambios hormonales , concretamente con las fluctuaciones de estrógenos, que experimenta la mujer debido a su ciclo menstrual. Sabemos que estas fluctuaciones son uno de los desencadenantes más potentes de las migrañas. De hecho, antes de tener la menstruación la migraña es igual de frecuente en varones que en mujeres y con la llegada de la menopausia los dolores mejoran e incluso pueden desaparecer.
Tratamientos más Adecuados para la Gota
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Tratamientos más Adecuados para la Gota

Puede que no sepamos exactamente qué es ni por qué se produce, pero seguro que te suena que se manifiesta con dolor e inflamación del primer dedo del pie. Pues bien, la gota es una enfermedad producida por el depósito de cristales de urato monosódico (comúnmente hablamos de ácido úrico) en las articulaciones, las zonas de su alrededor y el tejido subcutáneo. Se trata de un proceso crónico, a pesar de que las manifestaciones clínicas no siempre están presentes. Al principio de la enfermedad los síntomas se dan en forma de crisis de gota. Se producen diversos episodios de artritis (inflamación de la articulación), de duración variable, y entre los cuales existen periodos más o menos prolongados en los que no se presentan síntomas. La hiperuricemia El depósito de cristales de ácido úrico se debe a la existencia de una hiperuricemia prolongada , es decir, la existencia de unos niveles elevados de ácido úrico en la sangre. La hiperuricemia es, por lo tanto, una condición necesaria para que aparezca la gota, aunque no es la única. Puede existir una hiperuricemia asintomática, es decir, la presencia de concentraciones elevadas de ácido úrico en ausencia de manifestaciones clínicas de inflamación articular. Hablamos de hiperuricemia cuando los niveles en sangre son superiores a 7 mg/dL. La prevalencia de hiperuricemia se estima cercana al 10%. Aproximadamente un 10% de las personas con hiperuricemia acaban padeciendo gota. Por otro lado, de los pacientes que tienen gota, un 80%- 90% presentan niveles elevados de ácido úrico. Tipos de gota Desde un punto de vista del origen de la enfermedad, la gota puede ser primaria, sin que haya ningún factor externo que la cause, sino una alteración del metabolismo del ácido úrico que haga que el organismo lo produzca más o lo excrete menos, y secundaria, por factores externos, ya sean alimentarios o diversas enfermedades. Algunas de las causas de la gota secundaria son: Dieta rica en purinas. Alcohol. Actividad física intensa. Psoriasis. Enfermedad de Paget. Enfermedades hematológicas y neoplásicas. Quimioterapia citotóxica. Enfermedad renal crónica. Deshidratación. Ciertos fármacos (tiacidas, diuréticos de asa, salicilatos, ciclosporina). Intoxicación por plomo. Enfermedades endocrinas (hiperparatiroidismo, hipotiroidismo). Cómo se diagnostica El diagnóstico de la gota suele ser clínico , con la presencia de la inflamación de la articulación, frecuente en el primer dedo del pie (crisis de podagra), que se aprecia tumefacto, rojo y muy doloroso al tacto. Se pueden realizar pruebas de imagen para valorar el nivel de afectación de la articulación si se dan episodios repetidos de artritis aguda. El diagnóstico de certeza nos lo daría la visualización de cristales de ácido úrico en el líquido sinovial, pero a la práctica esta prueba rara vez se realice, a menos que los síntomas no mejoren con el tratamiento y se sospeche la acumulación de otro tipo de cristales. Los pacientes con gota de larga evolución pueden presentar acúmulos de cristales de ácido úrico en las zonas que rodean las articulaciones y el tejido subcutáneo. Son los llamados tofos y se localizan con frecuencia en el codo, la oreja o la zona del tendón de Aquiles. El papel de la dieta De cara al tratamiento de la gota y la hiperuricemia, la alimentación es esencial . Se habla mucho de alimentos que pueden agravar la gota, pero la realidad es que existe poca evidencia sobre este tema. De todos modos, lo que sí se sabe con certeza es: Alimentos con un efecto nocivo : Carne roja. Marisco. Pescado (más el azul que el blanco). Alimentos con un elevado contenido de fructosa (salvo las cerezas). Alimentos con efecto protector : Lácteos. Legumbres. Frutos secos. Café, incluido el descafeinado. Otras medidas a tener en cuenta para reducir el riesgo de gota e hiperuricemia son: Reducir el consumo de alcohol. Combatir el sobrepeso y la obesidad. realizar una actividad física moderada y adecuada a cada uno. Cómo se trata El objetivo del tratamiento farmacológico de la gota se focaliza en eliminar la inflamación mediante la disolución de los cristales de ácido úrico del líquido articular y los tejidos afectados , así como la prevención de las crisis de gota. Se logrará disolver estos cristales en la medida en que se reduzcan los niveles en sangre de ácido úrico. La primera opción para corregir los niveles en sangre de ácido úrico son las medidas higienicodietéticas. Si después de unos tres a seis meses no se ha logrado descender los niveles de ácido úrico de manera significativa, deberá añadirse entonces el tratamiento farmacológico para reducir de la uricemia. Esto no implica que no se deba seguir manteniendo las medidas no farmacológicas indicadas previamente. Los principales fármacos empleados para la reducción de los niveles en sangre de ácido úrico son: Alopurinol. Febuxostat. Benzobromarona. El tratamiento reductor del ácido úrico en sangre debe mantenerse a largo plazo para conseguir la completa disolución de los cristales y evitar la recurrencia de la hiperuricemia. El tratamiento de las crisis agudas de gota se basará en el control del dolor. Los principales fármacos que se emplean para el control de estas crisis son: AINE (antiinflamatorios no esteroides), como ibuprofeno, diclofenaco, dexketoprofeno. Antiinflamatorios del grupo COXIB, como rofecoxib, lumiracoxib y etoricoxib. Corticoides, ya sea vía oral o incluso intraarticulares. Colchicina: es un fármaco muy empleado en el tratamiento de los ataques de gota a pesar de que la evidencia científica de que se dispone es escasa. Pese a que se ha demostrado su eficacia desde un punto de vista sintomático cuando se usa a dosis bajas, es frecuente que cause alteraciones digestivas, como náuseas, dolor abdominal y diarreas. Asimismo, al iniciar un tratamiento reductor de la uricemia con frecuencia se pueden desencadenar crisis agudas de gota, por lo que es recomendable no comenzar el tratamiento durante un ataque agudo y, con frecuencia, se realiza un tratamiento preventivo de nuevas crisis agudas mediante el uso de colchicina. Si sospechas que puedes tener gota, no te automediques . Consulta con tu médico y, si es posible, pide visita con un reumatólogo.
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Periodontitis
Enfermedad

Periodontitis

¿Qué es la periodontitis? Una enfermedad también conocida como piorrea y enfermedad periodontal , que pertenece a la especialidad de odontología y es considerada una dolencia de tipo grave. Tipos de periodontitis La periodontitis se puede dividir en tres tipos: Crónica : este tipo de periodontitis surge por malos hábitos como el consumo de tabaco, sumados a una gran acumulación de placa bacteriana y sarro debido a una mala higiene bucodental. Aguda : en este caso la periodontitis aparece de manera brusca, dañando el tejido blando, sin necesidad que haya un exceso de placa bacteriana o sarro. Es frecuente en adolescentes. Úlcero necrosante : es la periodontitis más grave. Es muy dolorosa y además de sangrado e inflamación de las encías puede desarrollar más síntomas, como úlceras en la boca, fiebre y malestar general. Causas de la periodontitis La periodontitis surge a causa de que se acumula placa bacteriana entre los dientes y encías. Esto se debe a que la placa, principalmente formada por bacterias , se adhiere al diente y a la encía debido a la acumulación de restos de comida. Esta placa bacteriana si no se retira, se acumula y endurece formando el sarro, el cual solo se puede retirar mediante el instrumental del dentista. El sarro, si no es retirado, provoca la gingivitis, que es la inflamación de las encías, y si esta no se trata, las bacterias llegan al tejido blando y al hueso de la mandíbula , debilitando el agarre de los dientes, lo que provoca la periodontitis. Síntomas de periodontitis Los signos y síntomas de la periodontitis son: Inflamación de las encías. Aumento de la sensibilidad de las encías. Retracción de las encías. Color brillante de las encías. Aparición de pus en los dientes y encías. Mal aliento. Los dientes se mueven y duelen al comer. Tratamiento para la periodontitis El tratamiento aplicado para la periodontitis varía según la gravedad y/o lo avanzada que esté la enfermedad. Si aún no ha profundizado mucho el tratamiento puede consistir en el raspado y alisado radicular , dos técnicas empleadas para la eliminación de sarro, además de la toma de antibióticos para la infección bacteriana. Sin embargo, si la enfermedad está muy avanzada se debe recurrir a la cirugía. La intervención quirúrgica variará según la necesidad de cada paciente. Puede ser una cirugía para realizar un raspado y alisado radicular más profundo, realizar un injerto óseo o del tejido blando , regenerar los tejidos, o estimular su regeneración. Pruebas complementarias del tratamiento de periodontitis Lo primero que llevará a cabo el médico será una evaluación física de la boca del paciente para ver la presencia de sarro , sangrado y/o debilidad de los dientes. Esto, sumado a los síntomas que le comunique el paciente, le permitirá elaborar un diagnóstico. No obstante, para cerciorarse y ver hasta qué profundidad ha llegado la infección , el médico pedirá pruebas de diagnóstico por imagen, como una radiografía dental. Factores desencadenantes de periodontitis La periodontitis es la infección de la encías que llega hasta el tejido blando y el hueso donde se soportan los dientes, siendo el principal factor desencadenante de esta enfermedad una gingivitis no tratada, puesto que la gingivitis es la enfermedad previa a la periodontitis y sus síntomas son la inflamación de las encías debido a la acumulación de sarro entre estas y los dientes. Factores de riesgo de periodontitis Los principales factores de riesgo que pueden aumentar que el paciente desarrolle periodontitis son: Edad :  cuanto mayor es la edad del paciente más probabilidad hay de padecer la enfermedad. Genética : esta enfermedad muchas veces está relacionada con los antecedentes familiares. Historial médico del paciente : la periodontitis puede ser causada por otras enfermedades que tenga el paciente que dañen el sistema inmunitario o que sean crónicas, como la diabetes. Si el paciente padece gingivitis y no se ha puesto en tratamiento. Hábitos de vida : el consumo de tabaco y otras sustancias sumado a una mala higiene bucal puede aumentar el riesgo de esta enfermedad. También una mala alimentación. Complicaciones de la periodontitis Pérdida de los dientes por su caída. Infección bacteriana. Anomalías en el corazón y los pulmones si las bacterias se van al torrente sanguíneo. Prevención de la periodontitis Tener una correcta higiene bucal. Cepillarse los dientes tras cada comida. Hacer uso del hilo dental y el enjuague bucal. Realizar revisiones dentales periódicas. Acudir al dentista a eliminar el sarro y la placa bacteriana. Especialidades a las que pertenece la periodontitis El especialista médico encargado de tratar la periodontitis es el odontólogo. Preguntas frecuentes ¿Qué precio tiene un curetaje dental? El curetaje dental se realiza dividiendo la boca en 4 cuadrantes, siendo el precio de cada cuadrante entre 60 € y 80 € . ¿Qué es la periodontitis agresiva? Es un tipo de periodontitis similar a la crónica , pero cuya aparición es brusca y ataca de manera muy rápida al tejido blando de la mandíbula sin haber excesiva presencia de sarro y/o placa bacteriana. ¿Qué es la profilaxis dental? La profilaxis dental se emplea tanto para mantener una buena higiene dental mediante la práctica periódica como para evitar el avance de la gingivitis y la periodontitis mediante la eliminación de las bacterias, el sarro y la placa en profundidad. ¿Qué es un especialista en endodoncias? El especialista en endodoncias es el endodoncista y es el médico encargado de mantener y/o recuperar el estado óptimo de salud de la parte perirradicular (alrededor de la raíz) del diente. ¿Qué diferencia hay entre un empaste y una endodoncia? El empaste se realiza tras la eliminación de una caries en la parte superficial del diente, mientras que la endodoncia se realiza en la zona del nervio del diente, extrayendo la pulpa dental.
Rinitis
Enfermedad

Rinitis

¿Qué es la rinitis? La rinitis es una inflamación de la mucosa nasal (su revestimiento interno), que produce síntomas característicos como congestión nasal, moqueo (rinorrea), estornudos y picor (prurito). Cuando esta inflamación se extiende a la mucosa de los senos paranasales (estructuras en forma de cavidad que se encuentran en el macizo facial), se denomina rinosinusitis. La rinitis más frecuente es la de origen alérgico afectando hasta a un 30% de las personas adultas. Este tipo de rinitis se asocia muy frecuentemente como síntoma acompañante en los pacientes diagnosticados de asma . Se puede considerar esta patología como de gravedad moderada, ya que supone una alteración en la calidad de vida del paciente muy importante, interfiriendo en su desarrollo laboral, personal, etc. Tipos y causas de la rinitis Hay distintas clasificaciones de la rinitis. Se pueden dividir los tipos de rinitis en : Rinitis alérgica : producida por una reacción exagerada del sistema de defensa a nivel de la mucosa de la nariz en respuesta a la toma de contacto con sustancias que producen esta reacción al inhalarlas (epitelios de animales, ácaros, inhalantes domésticos, pólenes, etc..). Dependiendo del tipo de sustancia que produce la alergia podrá presentarse de forma estacional o perenne. Rinitis no alérgicas : se producen por distintas causas. En este grupo podemos encontrar: Rinitis infecciosas producidas por un microorganismo como virus o bacterias. Rinitis vasomotoras: se producen por una hiperfunción del sistema nervioso (parasimpático). Rinitis ocupacionales: son debidas a una respuesta en la mucosa nasal ante agentes presentes en el trabajo (animales, graneros, maderas, látex, agentes químicos…etc.). Pueden ser debidas a una reacción alérgica o no. Rinitis producidas por alteraciones hormonales (durante el embarazo, la menopausia, toma de anticonceptivos, en los pacientes que presentan alteraciones tiroideas, etc.) Rinitis desencadenadas por la toma de fármacos como antiinflamatorios, reserpina, metildopa, inhibidores de la ECA, betabloqueantes, anticonceptivos orales, vasoconstrictores, clorpromazina, etc. Rinitis emocionales: desencadenadas principalmente por el estrés y la estimulación sexual. Rinitis seca anterior: la inflamación de la mucosa se produce en los ⅔ anteriores de la fosa nasal y se desencadena por factores ambientales de sequedad, contaminación, aire acondicionado, etc. Rinitis crónica atrófica: también denominada ocena. Es un estado más avanzado de una rinitis seca en el que se ha producido una alteración de la mucosa nasal persistente. Rinitis no alérgica con eosinofilia (NARES): en esta hay un aumento de eosinófilos en la mucosa nasal (un tipo de células de defensa) de forma perenne. Síntomas de la rinitis Los síntomas principales de las rinitis son congestión nasal, moqueo (rinorrea), estornudos, picor (prurito), sangrado nasal (epistaxis) y dolor de cabeza (cefalea). Puede ser uní o bilateral Dentro de cada una de las rinitis, pueden presentarse ligeras diferencias entre los síntomas que presentan. Así en algunas predomina la congestión nasal y dificultad para la respiración por la nariz, esto se da por ejemplo en la rinitis producida por una infección vírica en el catarro común, en el que aparece un moqueo (rinorrea) inicialmente acuosa y después más viscosa con disminución del olfato, con enrojecimiento en la zona nasal, acompañado de fiebre y malestar general. En la rinitis alérgica la congestión es el síntoma predominante acompañado de estornudo en salvas, picor nasal y/o ocular y rinorrea acuosa, apareciendo más frecuentemente en personas jóvenes. Así mismo, la rinitis vasomotora también establece como su síntoma principal la obstrucción nasal acompañada de crisis de moqueo o rinorrea clara con episodios de estornudos, apareciendo en pacientes de edades medias. En la rinorrea crónica no alérgico con eosinofilia (NARES), se presenta la obstrucción nasal con principal síntoma, sin picor ni estornudos. Esta enfermedad se asocia frecuentemente a la presencia de pólipos nasales (crecimiento de tejido anormal en la mucosa de la nariz) y asma. En la rinitis crónica hipertrófica aparece obstrucción nasal alternante, “habla” nasal y moqueo denso. En otras rinitis el síntoma más predominante es la sequedad nasal. Así pasa, por ejemplo, en la rinitis seca anterior en la que pueden aparecer costras nasales y sangrado (epistaxis) frecuente). En la rinitis crónica atrófica (ocena) además es característico que se produzca mal olor, aparecen costras en la mucosa y dificultad para oler. Tratamiento para la rinitis La consideración inicial fundamental es el evitar los desencadenantes que puedan estar asociados. Además, se aconseja lavados nasales con suero fisiológico. El tratamiento farmacológico puede basarse en antihistamínicos orales, para alivio de los estornudos el picor y la rinorrea. Además, pueden indicarse en ocasiones antihistamínicos tópicos, que mejoran los síntomas excepto la sensación de obstrucción nasal. Otra alternativa a nivel tópico son los descongestionantes tópicos (oximetazolina, fenilefrina, etc.), cuya principal desventaja es que no se pueden utilizar durante más de 7 días ya que pueden producir un efecto rebote. El tratamiento de primera línea en la rinitis alérgica son los corticoides tópicos (por ejemplo, mometasona, fluticasona, etc), empleados mientras duren los síntomas aunque sin cronificar su uso ya que pueden alterar la mucosa y además absorberse de forma sistémica . Los corticoides orales en ciclos cortos se utilizan en casos muy severos de rinitis alérgica. Otros tipos de fármacos son el bromuro de ipratropio, la inmunoterapia específica subcutánea, etc. El cromoglicato disódico está indicado en mujeres embarazadas y niños. La cirugía está indicada en aquellos casos que se precise la corrección de deformidades anatómicas, extirpación de pólipos , etc. Pruebas complementarias del tratamiento de la rinitis Rinoscopia anterior . Se trata de la visualización del aspecto de la mucosa nasal en la mitad anterior de las fosas nasales, con objetivación del moco, detección de pólipos, cuerpos extraños que se hayan podido meter, etc. Analítica de sangre y junto con las características de presentación y manifestación de la rinitis, se valora el aumento de eosinófilos. Pruebas cutáneas alérgicas (Prick-test) que confirman el diagnóstico por posible origen alérgico Estudio microbiológico de las secreciones nasales para detectar los microorganismos que pueden estar produciendo la infección y síntomas de rinitis. Pruebas de imagen como radiografías de cavum para descartar al aumento de las adenoides (vegetaciones) en los niños. En caso de sospechar patologías primarias que, de forma secundaria, produzcan la rinitis, se realizan otras pruebas de imagen como TAC o Resonancia Magnética, descartando así la presencia de tumores, pólipos, etc. Endoscopia nasal , con la introducción de un pequeño tubo flexible con una cámara en su extremo y una luz permite una visión directa del trayecto nasal   Rinomanometría (estudio del flujo de aire que pasa a través de las fosas nasales a diferentes presiones durante la inspiración y la espiración), rinometría acústica (prueba que valora la geometría de las fosas nasales basándose en la reflexión de una onda acústica), que se realizan en casos seleccionados. Factores desencadenantes de la rinitis Los factores desencadenantes pueden ser la toma de ciertos medicamentos (IECAs, AINEs, anticonceptivos u otros tratamientos hormonales, beta-bloqueantes, inhibidores de la 5-fosfodiesterasa…), traumatismos o cirugía en la nariz, alteraciones hormonales, exposiciones ambientales o laborales a sustancias (cambios de temperatura, exposición al humo del tabaco, a fuertes olores, etc.) Factores de riesgo de la rinitis Factores genéticos predisponentes (tener familiares de primer grado con rinitis). Padecer otras enfermedades que se asocian a la aparición de rinitis (asma, dermatitis atópica, etc.). Exposición a sustancias que provocan la reacción anómala del sistema inmune y la aparición de los síntomas (polvo de semillas, madera o textiles, productos químicos, epitelio de los animales, ácaros, alimentos etc.) Complicaciones de la rinitis Pueden aparecer por la obstrucción y aumento de secreciones son: Desarrollo de infecciones como otitis, sinusitis, etc. Aparición de pólipos nasales . Hipertrofia de cornetes. Deformación de la boca con paladar ojival . Alteración de la calidad de vida (interferencia en la vida laboral, escolar, actividades de ocio, etc.) Insomnio. Aparición de halitosis (mal olor del aliento) Irritación de la piel de las aletas nasales (sus lados), al hacer fricción y roce de forma continua con pañuelos Irritación ocular con aparición de conjuntivitis asociada . Prevención de la rinitis Evitar la exposición a todas aquellas sustancias que actúan como alérgenos y desencadenan la sintomatología de la rinitis (polen, epitelio de perros…etc.) Uso de vacunas (inmunoterapia) destinadas a disminuir la reacción exagerada del sistema inmune en las alergias. Adecuada higiene de manos para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas de vías altas que producen rinitis (catarros, sinusitis, etc). Especialidades a las que pertenece la rinitis La rinitis es una patología cuyo diagnóstico inicial y tratamiento puede realizarlo el médico de atención primaria. Si él detecta alguna alteración grave, será remitido al médico especialista en otorrinolaringología. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la alergia? La alergia es una alteración en el sistema inmune que puede detectar si una sustancia de anómala es un agente lesivo para el organismo, reaccionando de forma exagerada y activando una cascada de procesos inflamatorios dispares en el organismo que se convierte en algo lesivo para el propio cuerpo. ¿Es la rinitis un síntoma de la alergia? Dentro de las manifestaciones de alergias a sustancias que se inhalan puede manifestarse la rinitis de forma frecuente como síntoma de una alergia. ¿Puedo desarrollar alergia en cualquier momento de mi vida? Sí, en cualquier momento de la vida se puede producir una respuesta anómala del sistema  de defensa ante cualquier agente (alimentos, químicos, pólenes…) aunque suele ser una  alteración que se presenta de forma más frecuente desde la edad infantil. No se sabe con  certeza por qué hay alergias que se originan cuando la persona tiene más edad, pero se ha  asociado a posibles alteraciones hormonales o por disfunciones del sistema inmunológico . ¿Qué es la rinoconjuntivitis? Es la asociación de rinitis y conjuntivitis (inflamación de la mucosa nasal y la conjuntiva  ocular “el blanco de los ojos”) que aparecen frecuentemente asociados cuando el paciente  presenta alergia a una determinada sustancia (polvo, pólenes, etc.). Aparece congestión  nasal, moqueo persistente acuoso, lagrimeo, ojo rojo, picor nasal y ocular. ¿Qué es la rinitis crónica? Es la aparición de los síntomas de rinitis de forma persistente debido a la repetición  sucesiva de episodios de rinitis aguda que generan fenómenos inflamatorios que no  desaparecen de la mucosa de la nariz. Aparece obstrucción nasal intermitente/persistente ,  disminución del olfato y moqueo.
Paperas
Enfermedad

Paperas

¿Qué son las paperas ? Las paperas o parotiditis es una enfermedad infecciosa producida por un virus (virus de la parotiditis) del grupo de los llamados Paramixovirus. Antes de que existiera la vacuna frente a este virus en el calendario vacunal infantil, la infección predominada sobre todo en invierno y primavera, con aparición de epidemias cada 2 – 5 años. Era una enfermedad habitual que aparecía en los niños. En la actualidad, más del 50%  de los casos se dan en adultos jóvenes. Salvo que existan complicaciones, no es una enfermedad grave. Tipos de paperas Primaria por infección vírica o secundaria por sobreinfección por bacterias en pacientes con las defensas bajas (inmunodeprimidos). Causas de las paperas La causa de las paperas o parotiditis es el desarrollo de una infección producida por un virus  de la familia de los Paramixovirus. La transmisión de la infección se realiza entre una persona enferma y una sana por medio del contagio al contacto con pequeñas gotitas de saliva o moco que contiene el virus. Síntomas de las paperas Tras un periodo de incubación de entre 15 – 25 días , puede existir una fase llamada prodrómica en la que existen síntomas como malestar general, fiebre y dolores musculares. Después pueden aparecer los síntomas más característicos con afectación de las glándulas parótidas (situadas en cada lado de la cara justo antes de las orejas) que se presentan inflamadas (una o las dos a la vez) y otras glándulas salivares, con dolor que aumenta al tomar líquidos ácidos y sensación de tumefacción y fiebre . Tratamiento para paperas No existe un tratamiento específico para las paperas. Los fármacos que se pautan van destinados al control de los síntomas. Se indica llevar una dieta blanda, evitando alimentos ácidos que provocan mayor salivación. Se pautan fármacos antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, etc.) y aplicación de compresas frías en la región parotídea (por delante de la oreja). En el caso de complicaciones también se trata de forma sintomática según el tipo de complicación. Pruebas complementarias del diagnóstico tratamiento de paperas El diagnóstico de la parotiditis se basa mayoritariamente en la exploración física y la entrevista clínica por parte del médico . Pueden realizarse pruebas complementarias como analítica de sangre con la realización de una serología para detectar los anticuerpos específicos contra el virus (pequeñas proteínas del sistema de defensa que se producen para luchar contra el virus). También se puede detectar la presencia de pequeñas partes del virus (antígenos) o realizar un cultivo de células para detectar la presencia del virus en ellas. Factores desencadenantes de las paperas El principal factor de riesgo para padecer paperas es no estar vacunado de la triple vírica. S e trata de una vacuna incluida en el Sistema Nacional de Salud para niños . Factores de riesgo de las paperas No estar vacunado frente al virus que produce la parotiditis, incluida en la vacuna triple vírica. Estar en contacto con una persona que padece la enfermedad. Estar en centros cerrados como colegios, etc. Época del año: invierno. Complicaciones de las paperas Las complicaciones más frecuentes son: Meningitis: afectación del sistema nervioso central con inflamación e infección en las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.Es la complicación más frecuente. Raramente deja secuelas, siendo la más frecuente la sordera. Orquitis y/o epididimitis : infección e inflamación de los testículos y el epidídimo (estructura que hay sobre los testículos). Puede causar infertilidad en los varones. Pancreatitis: aparición de dolor abdominal por presencia de inflamación de la glándula pancreática por la infección. Prevención de las paperas La prevención fundamental es la vacunación con la vacuna de la triple vírica que contiene la vacuna frente al virus de la parotiditis. Cuando se tiene contacto con un paciente diagnosticado de parotiditis se precisa siempre extremar las medidas de higiene, siendo algo fundamental el lavado de las manos. Especialidades a las que pertenecen las paperas La parotiditis o paperas es una enfermedad que habitualmente es diagnosticada y tratada por el pediatra de atención primaria o el médico de familia. Si existen complicaciones puede ser preciso la derivación del paciente a revisión hospitalaria o a consulta de especialistas de urología, neurología, etc., según la complicación que se dé . Preguntas frecuentes ¿Cuánto tiempo duran las paperas? Tras el periodo de incubación la inflamación de las glándulas parótidas tardan entorno a 3 días, generalmente primero una parótida y la otra 1 – 2 días después. Los síntomas ceden lentamente en 3 – 7 días. ¿Cuál es la vacuna contra las paperas? La vacuna contra las paperas o parotiditis está incluida en la vacuna llamada triple vírica en la que , además de producirse la inmunización contra este virus, también se vacuna al paciente contra el virus de la rubéola y el virus del sarampión, incluidas en la misma vacuna. Esta vacuna forma parte del calendario de vacunación infantil del Sistema Nacional de Salud español. ¿Cuál es el periodo de contagio de las paperas? El periodo de transmisión se da desde 7 días antes hasta 9 días después del inicio de los síntomas. ¿Cómo se contagian las paperas? El contagio se produce por el contacto con pequeñas gotitas de saliva o moco que contienen el virus de un paciente que tiene la enfermedad (al estornudar, toser, etc.) ¿Cuál es el efecto de la vacunación? La vacuna contra las paperas incluida en la triple vírica está compuesta por virus atenuados , es decir, virus a los que se les ha modificado para que no produzcan la enfermedad pero cuya estructura sí pueda ser detectada por el sistema inmunológico del organismo. Esto provoca en él una reacción de defensa en la que se producen anticuerpos (pequeñas proteínas capaces de reconocer la estructura del virus y “presentarselas” a las células de defensa del cuerpo para que actúen contra él). Así, en el organismo queda la memoria de esos anticuerpos y si en un momento futuro tras la vacunación el cuerpo toma contacto con el virus real, el sistema de defensa del organismo está preparado para reconocerlo, atacar y destruir antes de que produzca la infección.
Diátesis Hemorrágica
Enfermedad

Diátesis Hemorrágica

¿Qué es la diátesis hemorrágica? Las diátesis hemorrágicas son un conjunto de desórdenes en diferentes patologías donde ocurre un trastorno de la coagulación de la sangre que se manifiesta principalmente por una ausencia de coagulación y por hemorragias importantes. La predisposición del organismo a sangrar de forma anómala, puede ser debido a una alteración congénita o adquirida de cualquiera de los elementos que participan en el mecanismo fisiológico de la hemostasia como vasos sanguíneos, plaquetas y factores de coagulación. Es una enfermedad poco común, pero es grave si no se tratan las causas que desencadena la hemorragia de forma rápida, ya que puede llegar a ser mortal. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. Tipos de diátesis Los tipos de diátesis pueden ser hereditarios o adquiridos y, muchas veces, es una manifestación común de una gran variedad de trastornos: Trastornos adquiridos: trombocitopenias (las más habituales), anticuerpos adquiridos frente a factores de la coagulación, fármacos, púrpuras vasculares y trastornos mixtos. Trastornos hereditarios: ocasionadas por una anomalía, déficit de factores de la coagulación, trastornos fibrinolíticos, trastornos plaquetarios (Enfermedad de Glanzmann), telangiectasias hemorrágicas vasculares y trastornos del tejido conectivo. Causas de la diátesis hemorrágica Las causas de la diátesis hemorrágica dependen de la etiología de la enfermedad: Diátesis causada por un trastorno de la hemostasia de plaquetas. Este tipo incluye patologías tales como trombocitopenia. Los factores de desarrollo pueden ser una disminución de la inmunidad, enfermedad renal y hepática, daño por virus, tratamiento quimioterapéutico y exposición a la radiación. Una enfermedad causada por alteraciones en los procesos de coagulación de la sangre, puede ser un trastorno de la fibrinólisis, el uso de anticoagulantes y fármacos fibrinolíticos, varios tipos de hemofilia, etc. Permeabilidad alterada de la pared vascular, causada por la falta de ácido escorbútico, angiectasia hemorrágica o vasculitis. Una enfermedad causada por la hemostasia de plaquetas , enfermedad de Von Willebrand, síndrome trombo hemorrágico, enfermedad por radiación, hemoblastosis, etc. Hemorragias debidas a trastornos de coagulación de la sangre. También asociadas a cambios en los procesos y compuestos orgánicos de la formación de plaquetas y hemorragias que se desarrollan como resultado de daño vascular. Síntomas de la diátesis hemorrágica Los síntomas de la diátesis hemorrágica son: Pequeñas manchas azuladas (similares a los hematomas). Erupción en la parte anterior del tobillo, las caderas o el exterior de los antebrazos. Si la erupción se combina con necrosis se forman úlceras. Sangrado en cualquier tejido y órgano como:  hemorragias cutáneas (petequias, equimosis, púrpura, hematomas), hemorragias por mucosas (epistaxis, gingivorragias, hematuria, hemorragias y hemorragia digestiva), hemorragia musculoesquelética (hemartrosis, hematoma intramuscular, retroperitoneal) o hemorragia intracraneal. Tratamiento de la diátesis hemorrágica El tratamiento de la diátesis hemorrágica va a depender siempre del tipo de enfermedad que tenga el paciente y que produce la hemorragia. Los complementos de vitaminas (vitamina K, P, C) en caso de daño a las paredes de los vasos sanguíneos. Hormonas glucocorticoides (medicamentos hormonales de la corteza suprarrenal) con una disminución en el número de plaquetas. La prednisolona a partir de 1 mg /kg al día se usa con mayor frecuencia, con la posibilidad de aumentar la dosis en 3-4 veces, el tratamiento puede durar de 1 a 4 meses. También se puede administrar factores coagulantes. En casos de diátesis hemorrágicas muy sintomáticas y profusas, se debe realizar una transfusión sanguínea como: Transfusión de plasma que contiene todos los factores que coagulan, permitiendo restablecer el nivel de todos los factores. Transfusión de plaquetas y de eritrocitos o hematíes, se usa en casos extremos como la anemia severa y coma anémico. Tratamiento quirúrgico: la cirugía para extirpar el bazo (esplenectomía) se lleva a cabo con una hemorragia importante, ya que puede aumentar la vida útil de las células sanguíneas. Pruebas complementarias de la diátesis hemorrágica Para las pruebas complementarias del diagnóstico de la diátesis hemorrágica es fundamental realizar una correcta historia clínica al paciente, que incluya la presencia de enfermedades crónicas, el uso a largo plazo de medicamentos, antecedentes hereditarios, si tiene malos hábitos, historia de cáncer, etc. Características de la diátesis (tipo, cuantía, localización de la hemorragia, tiempo de latencia, relación con traumatismo previo). Entre las pruebas que se deben realizar son; análisis de sangre como hemograma completo y bioquímica, análisis de orina , recuento de plaquetas y los tiempos de coagulación. Se puede hacer punción de la médula ósea para evaluar su estado. Factores desencadenantes de la diátesis hemorrágica No existen factores desencadenantes específicos de la diátesis hemorrágica. Factores de riesgo de la diátesis hemorrágica Los factores de riesgo de la diátesis hemorrágica pueden ser: antecedentes familiares, elevado consumo de fármacos, ciclo menstrual anormal, historia previa de sangrado en la niñez , enfermedades renal o hepática, enfermedades inmunológicas, virus, tratamiento con quimioterapia, infecciones drogas, cáncer, sangrado en el post parto, exceso de anticoagulante, deficiencia de los factores de coagulación, o intoxicación como la exposición a un veneno. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. Complicaciones de la diátesis hemorrágica Las complicaciones de la diátesis hemorrágica incluyen: Anemia severa. Hemorragia interna. Trastornos de la inmunidad y manifestaciones alérgica. Riesgo de infección por VIH. Inmovilidad de la articulación acompañado de entumecimiento y parálisis. Prevención de la diátesis hemorrágica La diátesis hemorrágica es muy difícil de prevenir, pero existe alguna medida que se puede llevar a cabo para garantizar su desarrollo y evitar complicaciones. Alimentación saludable, con una nutrición adecuada y equilibrada. Consumir complementos vitamínicos ricos en vitamina K. Realizar tratamiento oportuno de las enfermedades antiinflamatorias. Evitar la exposición al sol. Acudir de forma regular al médico ante algún signo de sangrado. Especialidades a las que pertenece La especialidad a la que pertenece la diátesis hemorrágica es la hematología, ésta se encarga de tratar y diagnosticar las enfermedades de la sangre o hematológicas. Preguntas frecuentes ¿Qué es una citología? La citología es una técnica que consiste en observar el comportamiento de las células a través del microscopio para estudiar su morfología. Es empleada en numerosas especialidades médicas y quirúrgicas. ¿Cuáles son las principales enfermedades de la sangre? Las principales enfermedades de la sangre son: anemia, hemofilia, leucemia, hemocromatosis, mieloma múltiple, trombocitopenia inmune primaria, policitemia y talasemia. ¿Qué es una diátesis hemorrágica trombopénica? La diátesis hemorrágica es la alteración de los trombocitos . La funcionalidad plaquetaria está alterada con recuento plaquetario normal. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta.