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Información Uña Encarnada
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Información Uña Encarnada

Las uñas encarnadas (onicocriptosis) de los pies son un trastorno frecuente por el que el extremo superior o el costado de una uña del pie se inserta y se clava en la carne blanda de alrededor . A menudo afectan al dedo gordo del pie, pero, en realidad, se puede presentar en cualquiera de los dedos. Las causas Las causas frecuentes de las uñas encarnadas son:          Cortarse las uñas demasiado cortas o de manera inclinada: cabe destacar que es la causa más frecuente, sin ninguna duda.          Tener las uñas extremadamente curvas o presencia de malformaciones en las mismas: en muchas ocasiones, este problema tiene un componente genético y por la forma de los dedos, o del pie en general, se tendrá más predisposición a padecerlo.          Usar zapatos que mantienen las uñas de los pies demasiado juntas: un calzado demasiado pequeño o con punta muy estrecha hace que la uña pueda verse afectada al estar sometida a cierta presión. El tipo de calzado que se utilice es determinante a la hora de cuidar la salud de nuestros pies.          Traumatismos sobre la uña del pie: según el calzado que utilicemos o la actividad que desarrollemos, los dedos pueden sufrir microtraumatismos (pequeños golpes repetitivos) sobre la barrera protectora y pueden terminar generando onicocriptosis.          Diabetes o alguna otra enfermedad que disminuye la circulación de la sangre hacia los pies: aumenta el riesgo de tener complicaciones con las uñas encarnadas. Los signos y síntomas Los síntomas de una uña del pie encarnada son los siguientes:          Dolor y sensibilidad en uno o en ambos lados de la uña del pie.          Enrojecimiento alrededor de la uña del pie.          Hinchazón alrededor de la uña del pie.          Finalmente, posibilidad de infección del tejido que rodea la uña del pie. El diagnóstico El médico puede diagnosticar una uña encarnada basándose simplemente en los síntomas que refiere el paciente y realizando una exploración física consistente en la simple inspección de la uña y la piel de alrededor . El tratamiento          Cuando tengas síntomas agudos, considera el uso de calzado de punta abierta o sandalias hasta que el dedo esté mejor (zapatos cómodos que dejen suficiente espacio para tus dedos).          Toma analgésicos (siempre y cuando no tengas alergia a alguno de ellos). Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol el ibuprofeno y otros antiinflamatorios, el metamizol, etc. podrían ayudar a aliviar el dolor del dedo.          Realiza baños de pies con agua tibia tres o cuatro veces al día para ablandar la uña.          Mantén el pie lo más limpio posible, cambiándote, por ejemplo, los calcetines regularmente, para evitar el sobrecrecimiento bacteriano.          Considera el uso tópico u oral de antibióticos, especialmente si el dedo está infectado o tiene riesgo de infectarse.          Si la uña no mejora en dos o tres días, o si empeora, contacta con tu médico. Si los remedios caseros no te han ayudado a mejorar la uña del pie encarnada, tu médico puede recomendarte lo siguiente:          Levantar la uña. Para una uña levemente encarnada (con enrojecimiento y dolor, pero sin pus), tu médico podría separar cuidadosamente la uña de la piel que la cubre y ayudar a que la uña crezca por encima del borde de la piel.          La extracción parcial de la uña. Para un caso más severo de uña encarnada (enrojecimiento, dolor y pus), tu médico podría recortar y retirar la parte encarnada de la uña. Antes de realizar este procedimiento será necesaria la aplicación de anestesia local.          La extracción parcial de la uña y tejido blando circundante. Si tienes este problema de manera reiterada en el mismo dedo, tu médico podría sugerirte retirar una parte de la uña junto con el tejido subyacente (base de la uña). Este procedimiento podría evitar que se repita una y otra vez el problema. La prevención Para ayudar a prevenir una uña del pie encarnada, haz lo siguiente:          Córtate las uñas de los pies de forma recta. No las cortes de manera curva para que coincidan con la forma de la punta del dedo del pie, sino, siempre, en forma recta. Si tienes una enfermedad que provoca una mala circulación sanguínea en los pies y no puedes cortarte las uñas, visita a un podólogo con frecuencia para que te corte las uñas correctamente.          Usa zapatos que calcen adecuadamente. Los zapatos que aprietan o hacen demasiada presión en los dedos del pie pueden hacer que la uña crezca dentro del tejido circundante.          Usa calzado de protección. Si tu trabajo te pone en riesgo de lastimarte los pies, utiliza calzado de protección, como zapatos con punta de acero.          Si tienes diabetes, revísate los pies diariamente para detectar signos de uñas encarnadas u otros problemas en los pies.          Acude al podólogo a revisión, de forma regular. Ante de que aparezca esta patología, es importante visitar a un especialista para poder prevenirla.
Causas, Síntomas, Tratamiento y Prevención de la Gripe
Artículo especializado

Causas, Síntomas, Tratamiento y Prevención de la Gripe

La gripe es una enfermedad aguda de causa vírica que afecta, sobre todo, a la vía respiratoria. Suele acompañarse de un cortejo de síntomas variable que la convierte en un síndrome caracterizado por una afectación repentina del estado general (fiebre, escalofríos, cefalea, dolor osteomuscular, fatiga, astenia y debilidad) y síntomas respiratorios (tos, mucosidad y dolor al tragar u odinofagia). Aparece en forma de brotes de diferente virulencia de un año para otro. Existen algunos colectivos de personas especialmente lábiles ante estas epidemias: ancianos, inmunocomprometidos o pacientes con patología crónica respiratoria cuya infección puede acarrearles consecuencias graves. Qué la provoca El virus causante de la gripe pertenece a la familia Orthomyxoviridae y se distribuye en tres géneros: influenza A, B y C. Los virus A y B son los más importantes en seres humanos.  Los brotes epidémicos son debidos a variaciones antigénicas del virus A, generalmente durante el invierno, de forma repentina y con una duración aproximada de dos o tres meses. El virus influenza B provoca brotes menos graves y menos extensos. El virus influenza C es poco frecuente y produce infecciones asintomáticas o muy leves. Cómo se transmite La transmisión de la gripe de persona a persona se produce por vía aérea, ya sea a través del habla, de la tos, de estornudos o de las gotas desprendidas al respirar o hablar. Tras la infección, el virus incuba en el receptor durante uno a cuatro días, tras los cuales empiezan a aparecer los síntomas. El contagio puede darse desde el momento de la infección del individuo (aunque aún no hayan aparecido síntomas) y hasta siete días después de estar asintomático. Una persona infectada puede transmitir la enfermedad, aunque esté totalmente asintomática. Cómo se diagnostica El diagnóstico de la gripe es absolutamente clínico por los síntomas que nos indica el paciente. No suele requerirse la realización de análisis, excepto en casos especiales en los que se recogen muestras en las primeras 48-72 horas del inicio de los síntomas coincidiendo con la máxima carga viral excretada por el paciente. Cómo se manifiesta Una vez instaurada la gripe, cursa como un cuadro banal de dos a cinco días (en casos no complicados). Puede prolongarse más días en determinados colectivos como niños, ancianos e inmunodeprimidos. En pacientes complejos se asocia a un mayor riesgo de complicaciones graves, siendo las más frecuentes las respiratorias (neumonía y empeoramiento de enfermedades de base como asma o EPOC), seguidas de las neurológicas, cardíacas y musculares. ¿Qué factores contribuyen a la aparición de complicaciones? Podríamos citar los adultos mayores de 65 años, las embarazadas, los pacientes de cuaquier edad con enfermedades crónicas y los inmunodeprimidos (incluyendo a los pacientes oncológicos en tratamiento con quimioterapia). Cómo se trata A pesar de no existir un tratamiento específico, suelen recomendarse unas medidas generales que deben seguirse y que incluyen: hidratación abundante, reposo relativo y un tratamiento sintomático consistente en antipiréticos, antitusígenos, antihistamínicos y/o analgésicos, en función de los síntomas predominantes. En caso de pacientes graves emplearemos antivirales que deberán ser iniciados antes de las 48 horas de la aparición de los primeros síntomas. Con ellos conseguiremos acortar la duración de los síntomas, pero no evitar la aparición de posibles complicaciones. La medicación antiviral impide la replicación del virus, por ejemplo, el oseltamivir y el zanamivir. Pueden pautarse en individuos que, aun habiendo sido vacunados contra la gripe se encuentran en situación de alto riesgo. Tienen una efectividad aproximada del 80% en la prevención de la infección. Estos mismos fármacos pueden emplearse como tratamiento siempre y cuando se inicie antes de las 48 horas de la instauración de los primeros síntomas, como se ha mencionado. Prevención En cuanto a las medidas profilácticas debemos mencionar la vacuna que se sintetiza anualmente con una composición específica que contiene varias cepas víricas. Su recomendación se extiende a diferentes colectivos poblacionales como las personas con factores de riesgo para complicaciones, las personas que pueden transmitir la infección a las personas frágiles y las profesiones que impliquen contacto de riesgo (sanitarios, veterinarios, trabajadores sociales…). La eficacia de la vacuna dependerá de varios factores siendo primordial el estado basal del paciente y su respuesta inmune. La vacuna debe administrarse anualmente en los grupos de riesgo y, deseablemente, antes de que se inicie el brote dado que su efecto no es inmediato (tarda dos semanas en hacer efecto). Generalmente se inicia la campaña de medicación a principios de otoño. En adultos consistirá en una dosis única administrada de forma intramuscular o subcutánea en el músculo deltoides mientras que en el colectivo infantil se administran dos dosis separadas por un intervalo de cuatro semanas, y se prefiere la administración en la cara anterior del muslo. Tras la administración de la vacuna antigripal no es infrecuente padecer un cuadro pseudocatarral leve y autolimitado.
Xerostomía
Artículo especializado

Xerostomía

Llamamos xerostomía a la sensación de boca seca descrita por una persona ante la disminución o ausencia de saliva en la cavidad oral. También es conocida como asialorrea o hiposalivación . Son múltiples las causas que pueden ocasionar este síntoma, entre ellas la diabetes mellitus, el síndrome de Sjögren o ciertos tratamientos oncológicos (ya sea quimio o radioterapia). El papel de la saliva Antes de profundizar en este síntoma debemos recordar el protagonismo de la saliva en el interior de la boca. La saliva se produce en las glándulas salivares . La síntesis diaria de saliva alcanza los 500 mililitros, de los cuales 200 son secretados durante el proceso de la deglución e ingestión de los alimentos, y los 300 restantes en situaciones de no ingestión. Además de proteger la mucosa que recubre el interior de la boca, tiene un efecto humectante que permite la función de limpieza mediante el arrastre de las bacterias. Asimismo, interviene en la regulación del pH intraoral que interferirá en la formación de caries y enfermedad periodontal (la disminución del pH aumenta el riesgo de infecciones intraorales). Cómo afecta la xerostomía La xerostomía es un síntoma frecuente en adultos. Su incidencia aumenta con la edad, siendo mucho más frecuente en mujeres que en hombres. En personas mayores de 60 años alcanza una incidencia del 20% (muy probablemente asociada a la ingesta de fármacos). Ante la detección de una posible boca seca se deben descartar sus principales causas: una alteración localizada en las glándulas salivares o en el centro salivar del sistema nervioso central, un efecto secundario de un tratamiento o bien una causa sistémica . Así, deberemos descartar enfermedades crónicas (diabetes mellitus no controlada, anemia hemolítica, una infección o una alteración autoinmune…). Para su estudio la clasificamos en dos subgrupos: reversible e irreversible . Xerostomía reversible: sería secundaria y, por tanto, mejoraría al suspender el agente que la provoca (medicamentos como antihistamínicos, antihipertensivos, diuréticos y quimioterápicos, tabaco, alcohol, estrés, ansiedad…). Xerostomía irreversible: sería primaria y como consecuencia de una lesión irreparable. Sería el ejemplo de pacientes con diagnóstico de síndrome de Sjögren o en tratamiento con radioterapia por una patología neoplásica local (la afectación glandular estará relacionada con la dosis recibida). Haremos mención especial al síndrome de Sjögren por ser una enfermedad autoinmune crónica con afectación sistémica caracterizada por la presencia de sequedad ocular (xeroftalmía) y oral (xerostomía) secundarias a la infiltración de las glándulas exocrinas secretoras. Se pueden afectar otras glándulas como las del área nasal, faríngea, laríngea y genital. Puede presentarse a cualquier edad, pero ocurre con mayor frecuencia en mujeres entre los 40 y 50 años. ¿Cómo se traduce la disminución de síntesis de saliva en la boca? La falta de humectación intrabucal puede provocar diversas manifestaciones como dificultad en la masticación, deglución o el habla, alteraciones en el gusto, halitosis, grietas, sobreinfecciones, caries, gingivitis … ¿Cómo actuamos ante una posible xerostomía? Para su estudio se realiza una sialometría o medición de la cantidad de saliva . Una vez confirmada la disminución en la síntesis de saliva debemos estudiar el posible origen. Para ello descartamos las principales causas mediante el empleo de otras pruebas diagnósticas como el ultrasonido, la resonancia magnética, la tomografía computarizada, la biopsia glandular, la sialografía… Asimismo, podremos estudiar la composición de la saliva. Mediante un estudio cualitativo analizaremos los diferentes componentes y sus concentraciones. Cuando encontramos la causa desencadenante abordamos su tratamiento específico. Sin embargo, no siempre podemos conocerla, en cuyo caso realizaremos un tratamiento sintomático para mejorar los síntomas del paciente. Para ello prescribiremos sustancias sialogogas (inductoras de la secreción de saliva) y agentes humectantes o sustitutos salivales . Destacaremos el Xylitol por su efecto humectante y bacteriostático añadido. Otros consejos a tener en cuenta serían: Asegurar una buena hidratación oral de forma constante mediante sorbos de agua. Evitaremos bebidas azucaradas, irritantes orales (café, alcohol, tabaco) y las bebidas ácidas (que puedan ocasionar cambios en el pH). Hidrataremos la mucosa labial con protectores labiales. Siempre que sea posible evitaremos la ingesta de fármacos que afecten a la secreción salival. Evitaremos la exposición a ambientes de baja humedad (aire acondicionado o calefacción central) Utilizaremos humidificadores, sobre todo por las noches, para evitar aumentar la sequedad basal. Insistiremos en la importancia de la higiene oral y de las revisiones periódicas al odontólogo. 
Los Analgésicos y sus Efectos Secundarios
Artículo especializado

Los Analgésicos y sus Efectos Secundarios

Los medicamentos analgésicos son uno de los grupos farmacológicos de mayor consumo en España , pero… ¿sabes realmente lo que estás tomando cuando optas por uno o por otro? Sobre el dolor… Se define “dolor” como una experiencia sensitiva y emocional desagradable , de gran complejidad, asociada a una lesión corporal real o potencial, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que están dotados de un sistema nervioso central. Según el tiempo de evolución, podemos distinguir: Dolor agudo: es aquel que dura poco tiempo, como consecuencia de un evento agudo como, por ejemplo, una caída con fractura ósea asociada, un dolor de muelas, un lumbago tras un mal gesto, migrañas, dolores menstruales, etc… Dolor crónico: es aquel que tiene una duración de meses, como podría ser, por ejemplo, el dolor de origen oncológico (tumoral). Clasificación de los medicamentos analgésicos Un analgésico es un medicamento para calmar o aliviar el síntoma de dolor. Existen diversos tipos de analgésicos en el mercado y cada uno de ellos cuenta con unas ventajas, pero también con unos riesgos y contraindicaciones . Podemos clasificarlos en analgésicos primarios y analgésicos secundarios. Veamos cuáles son. Analgésicos primarios Son de amplio espectro, es decir, útiles para tratar numerosos tipos de dolor. Incluyen: Analgésicos-antitérmicos puros:   Paracetamol. No provoca irritación gástrica, pero puede causar hepatotoxicidad (lesión de hígado) en caso de intoxicación masiva aguda (más de 10g). La dosis máxima es de 4 g/día. Las reacciones adversas son raras, pero puede provocar aumento del nivel de transaminasas en sangre, erupción cutánea, hipotensión (“bajón de tensión”), hipoglicemia (“bajón de azúcar”), etc. Analgésicos-antiinflamatorios: Aspirina® o AAS, ibuprofeno, ketoprofeno, dexketoprofeno, etc. que se incluirían en el subgrupo de los “AINE (antiinflamatorios no esteroideos)” y, por otro lado, el subgrupo de los “ICOX selectivos”, como el celecoxib y rofecoxib,etc. Los AINEs pueden provocar diarreas, náuseas, vómitos, dolor abdominal, úlceras pépticas (estómago-intestino), perforación o hemorragia gastrointestinal, flatulencia, estreñimiento, hipertensión arterial, erupción cutánea, fatiga, somnolencia, cefalea (dolor de cabeza), vértigo, mareo… Los del grupo ICOX son mejor tolerados a nivel gástrico, reduciéndose el riesgo de hemorragias y úlceras digestivas, pero pueden provocar insomnio, mareo, hipertensión arterial, rinitis, tos, dolor abdominal, diarrea, flatulencia, vómitos, erupción cutánea y prurito (picor) o edema (retención de líquidos), entre otros ejemplos… Pirazolonas: Metamizol o Nolotil ®. Algunos ejemplos de efectos secundarios indeseados que puede provocar el metamizol son hipotensión , reacciones anafilácticas (alergia), coloración roja de la orina, así como un cuadro grave de la sangre llamado “agranulocitosis”. Opiáceos menores: Tramadol. Puede provocar mareos, cefaleas, confusión, somnolencia, náuseas, vómitos, estreñimiento, sudoración, fatiga o sequedad bucal. Opiáceos mayores: unos naturales, como la morfina, otros artificiales-sintéticos, como el fentanilo. Actúan imitando el poder de los opiáceos endógenos que genera de forma natural nuestro organismo. Son los fármacos analgésicos más potentes conocidos.  Pueden provocar confusión, insomnio, alteraciones del pensamiento, cefalea, contracciones musculares involuntarias, somnolencia, mareos, broncoespasmo, dolor abdominal, náuseas, vómitos, sudoración, rash cutáneo, astenia (cansancio), prurito (picor)… Analgésicos secundarios o adyuvantes Son fármacos que no son analgésicos cuando se administran aisladamente, pero potencian la acción de cualquier analgésico en asociación.  Algunos ejemplos son: Corticoides. Antidepresivos: amitriptilina, etc. Anticonvulsivantes: carbamazepina (sobre todo en el dolor de tipo neuropático), etc. Decálogo de consejos en la toma de analgésicos La toma de analgésicos por la vía oral es siempre la de elección, en un principio. Las formas de liberación sostenida son útiles en el dolor crónico. La vía parenteral (intramuscular, intravenosa, etc.) es útil en caso de intolerancia oral o cuando sea preciso un efecto farmacológico rápido. La vía rectal presenta una absorción más errática en comparación con otras vías de administración. La tolerancia oral de los antiinflamatorios tipo AINE mejora con la ingesta previa de alimentos (reduce el riesgo de padecer trastornos gastrointestinales adversos). No te automediques. Consulta siempre con tu médico la idoneidad de tomar un determinado analgésico. Su elección debe realizarse siempre de modo individualizado. Ten presentes las interacciones potenciales que podrían existir con los fármacos que ya tomas por otras prescripciones. Sal de la consulta teniendo claro las dosis (cantidad), el intervalo de administración (cada 6-8-12 horas) y/o el tiempo de duración del tratamiento analgésico prescrito. Se desaconseja por completo el consumo de alcohol y fármacos, con especial repercusión con algún tipo de analgésicos (opioides). Observa la aparición de potenciales reacciones adversas y/o falta de respuesta al tratamiento y consúltalo con tu médico, para que pueda prescribirte una alternativa.
Tratamiento de la Tortícolis
Artículo especializado

Tratamiento de la Tortícolis

Hoy en día casi toda la población sufre o ha sufrido alguna vez dolores musculares a causa de una contractura muscular . Las zonas más susceptibles son la espalda y el cuello, de hecho, la mayoría de las pacientes que acuden a la consulta del fisioterapeuta de forma frecuente suelen ser por lumbalgias, cervicalgias o tortícolis. En este artículo, vamos a hablar concretamente de la torticolis: qué es, causas, prevención y su tratamiento, porque, ¿quién no se ha despertado alguna vez sin poder mover el cuello? A continuación, explicaremos y aclararemos cuáles son las causas de este bloqueo cervical y qué podemos hacer para prevenir su aparición. ¿Qué es la torticolis? La tortícolis o ‘’cuello torcido’’ es un bloqueo que afecta a la movilidad de la columna cervical. Provoca que la cabeza quede en una posición de inclinación y rotación hacia el lado opuesto ocasionando dolor, debido a una contracción involuntaria de la musculatura de la región . Existen diferentes tipos de tortícolis dependiendo de su forma de aparición. No todas son adquiridas por una mala postura o gesto, sino que también podemos nacer con ella. Diferentes tipos de tortícolis, ¿cuáles son? Congénita: se da en el recién nacido y es por un acortamiento del músculo esternocleidomastoideo, que provoca la inclinación hacia el lado afecto y una rotación contraria. Sus causas son descritas como una mala postura dentro del útero, traumatismos obstétricos o una falta de riego sanguíneo en la zona. El bebé debe ser tratado con ejercicios y estiramientos para corregir la desviación del cuello y evitar deformaciones posteriores como la plagiocefalia (aplanamiento de la parte posterior del cráneo). Adquirida: es la tortícolis más común, y se da de forma más frecuente en personas adultas de edades entre los 30 y 60 años. El acortamiento muscular del cuello es debido al estrés, tensiones musculares prolongadas o por un latigazo cervical. Los músculos más afectados son el esternocleidomastoideo, los escalenos, trapecio superior y el elevador de la escápula. ¿Cuáles son las causas y factores desencadenantes de la torticolis común? La aparición de la torticolis en el adulto suele ser por estrés o por una fuerte contractura en la musculatura cervical debido a una sobrecarga continua en la zona. La realización de un mal gesto o una mala postura, como el quedarse dormido en el sofá, son factores que pueden desencadenar la aparición de una tortícolis , pero no son la causa directa ya que si mantenemos nuestra musculatura sana y flexible no tendríamos por qué sufrir este tipo de bloqueos. A continuación, explicamos con más detalle cada punto: Causas directas: Estrés: Cuando sufrimos estrés o preocupación tensamos la musculatura de tal manera que, si se prolonga durante mucho tiempo, ésta puede provocar una contractura de la musculatura del cuello suficientemente aguda como para bloquear la movilidad de la articulación. Sobrecargas: La contracción mantenida o repetitiva de la musculatura de una región como en este caso, el cuello, puede provocar también un acortamiento por fatiga. Trabajos con posturas mantenidas como el estar sentado durante muchas horas delante de un ordenador pueden propiciar la aparición de una tortícolis. Factores desencadenantes: Como hemos comentado anteriormente, cuando ya sufrimos tensiones musculares por estrés o sobrecargas debido a nuestra actividad laboral o un mal gesto repentino, como es el giro rápido de la cabeza o el quedarse dormido en una superficie poco ergonómica, pueden acabar de agravar la situación de la musculatura con una contracción involuntaria que impide el movimiento libre del cuello. Tratamiento en fisioterapia y prevención El tratamiento de la tortícolis puede variar en función de la causa que la provoque, pero por lo general se recomienda reposo, toma de analgésicos y fisioterapia para disminuir el dolor y la inflamación. Estas lesiones se resuelven fácilmente si se aplica un tratamiento adecuado, no obstante, si los episodios se van repitiendo y no se tratan pueden acabar en una hernia discal , por lo que será importante abordar la lesión y evitar que vuelva a aparecer con medidas preventivas. Tratamiento en fisioterapia: Existen una variedad de técnicas que pueden utilizarse para aliviar el dolor y devolver la elasticidad a la musculatura que está acortada. El ejercicio terapéutico y los estiramientos serán un complemento muy importante para la terapia física que realizará el fisio. Si acudes a un fisioterapeuta por una tortícolis, podrás experimentar la combinación de las siguientes herramientas durante el tratamiento: Calor local. Electroterapia. Masaje. Movilizaciones pasivas. Estiramiento pasivo. Tratamiento puntos gatillo / Punción seca. Manipulación vertebral. ¿Qué puedo hacer para prevenir la tortícolis? La prevención es siempre la vía para evitar la aparición de una lesión o enfermedad, en el caso de la tortícolis, deberás tener en cuenta los siguientes puntos : Utilizar mobiliario ergonómico en el trabajo: sillas, altura de la mesa, posición de la pantalla del ordenador, etc. Realizar descansos cada hora para mover las articulaciones y estirar la musculatura del cuello si estamos en una posición estática durante mucho tiempo. Realizar ejercicio físico para mantener fuerte la musculatura: se suele recomendar actividades como yoga o pilates porque ayudan a reforzar la musculatura estabilizadora de la columna y se trabaja la flexibilidad. Acudir al fisioterapeuta cuando la tensión muscular en las cervicales nos provoque molestia o dolor, antes de que ésta se tense más y aparezca la tortícolis.
Diagnóstico y Alimentación en la Hipoglucemia
Artículo especializado

Diagnóstico y Alimentación en la Hipoglucemia

Uno de los temas más tratados en nutrición debido a sus consecuencias negativas en nuestro metabolismo y en la salud en general, es el control glucémico y el papel que juega la insulina en su regulación. Estos conceptos ya son conocidos por muchas personas que sufren algún tipo de diabetes, que es la enfermedad más común en la que hay una alteración de la respuesta de la insulina ante la ingesta de glucosa (azúcar presente en los alimentos que contienen hidratos de carbono). No obstante, personas metabólicamente sanas también pueden experimentar en algún momento de su vida alguna situación en la que sus valores de glucosa en sangre (glucemia) estén alterados y disminuyan a valores menores de lo recomendado : estaremos, pues, ante una situación de hipoglucemia. ¿Qué ocurre en mi cuerpo ante una hipoglucemia? Una hipoglucemia es una disminución de los valores de glucosa en sangre por debajo de la normalidad , considerándose normales valores entre 70 y 100 mg/dl en ayunas.  Cuando una dieta es baja en carbohidratos (y, por lo tanto, en glucosa), nuestro organismo pone en marcha una serie de mecanismos compensatorios, ahorrando glucógeno para situaciones de “emergencia “en las que las células gluco-dependientes (células del tejido nervioso, eritrocitos, células de la retina o de la médula renal) puedan utilizar la glucosa como fuente de energía.  No obstante, puede haber situaciones extremas en las que estas células queden desprovistas de glucosa ocasionando una serie de síntomas: Sudoración fría. Taquicardia. Sensación de hambre de aparición brusca. Palidez. Sensación de mareo y de debilidad. Temblores y nerviosismo. Irritabilidad o ansiedad (alteraciones del comportamiento). Dificultad para hablar, confusión mental y pérdida del conocimiento (si la hipoglucemia es muy severa y se produce un coma hipoglucémico). Hay que destacar que, si la hipoglucemia es muy severa y se prolonga durante muchas horas, puede producir consecuencias irreparables como daño cerebral, coma o muerte . ¿Cómo sé si tengo una hipoglucemia? En personas no diabéticas, la hipoglucemia se diagnostica ante la denominada “tríada de Whipple” , que implica: Valores glucémicos muy bajos. A la hora de establecer cuál es el nivel de glucemia a partir del cual se define una hipoglucemia en adultos, existen dos criterios: según la American Diabetes Association se define para valores inferiores a 70 mg/dl y según la Sociedad Española de Diabetes para valores inferiores a 60 mg/dl. Sintomatología propia de una hipoglucemia. Mejoría de los síntomas ante la estabilización de la glucemia hacia valores normales. En base a esta tríada , debemos tener en cuenta que hay personas que pueden experimentar: Hipoglucemias asintomáticas, aún teniendo valores muy bajos de glucemia. Hipoglucemias sintomáticas, cuya aparición se puede dar a valores muy diferentes de glucosa ya que depende de cómo haya sido la glucemia en los días previos (a glucemias altas, los síntomas aparecen a niveles de glucosa superior a lo normal) o de si se trata de una persona que haya tenido hipoglucemias frecuentes, en cuyo caso experimentará síntomas a niveles muy inferiores a los normales. También es importante saber que, en niños, las hipoglucemias se manifiestan más tarde si están jugando o si están muy concentrados en algo. ¿Cómo actuar? Por todo lo expuesto en el punto anterior, ante la sospecha de una hipoglucemia es indispensable determinar los niveles de glucosa con un medidor específico en el que se deberá depositar una pequeña gota de sangre del dedo, que se extrae con una aguja especial llamada lanceta. Dicha medición debe realizarla tu médico de cabecera, aunque también hay farmacias que disponen de utensilios para ello. Además, hay que tener en cuenta el historial de glucemias de cada persona y en qué momento del día se está realizando la medición para determinar el tipo de hipoglucemia que se está experimentando para actuar en consecuencia. ¿Quién y en qué situaciones se da una hipoglucemia? Una hipoglucemia se puede dar en múltiples situaciones y personas (tanto adultos como niños), por ello, existen diferentes criterios para su clasificación . Según el tiempo de aparición: Hipoglucemia reactiva o postprandial: aparece a las dos o cuatro horas después de comer algún alimento rico en hidratos de carbono. Hipoglucemia basal o en ayunas: aparece en las primeras horas de la mañana o después de un ayuno prolongado y puede estar relacionada con alguna enfermedad. Según su causa de aparición: Hipoglucemias por descompensaciones metabólicas transitorias (por ejemplo, el aumento de la sensibilidad a la insulina en la fase precoz del embarazo). Hipoglucemias por neoplasias pancreáticas (insulinoma), endocrinopatías (hiperinsulinismo), hepatopatías, neoplasias extrapancreáticas, hipoglucemia autoinmune, sepsis con fallo multiorgánico, errores congénitos del metabolismo. Hipoglucemias reactivas idiopáticas (sin causa conocida), Hipoglucemias por alteraciones funcionales del aparato digestivo. Hipoglucemia neonatal, que se puede dar de forma transitoria durante los primeros 5-7 días de vida del niño y es debida a una falta de reservas energéticas, a un agotamiento precoz de dichas reservas y a una inmadurez del sistema hipotálamo-hipofisario. Hipoglucemias iatrogénicas (por sobredosis de fármacos: insulina, hipoglucemiantes orales, ácido acetilsalicílico). Según su gravedad: Hipoglucemia severa: cuando se precisa de otra persona para administrar alimentos o medicación hiperglucemiante ya que el paciente puede experimentar coma, convulsiones o alteraciones neurológicas. Hipoglucemia moderada: cuando se experimenta alteración de la función motora, confusión o conducta inadecuada, pero el paciente está suficientemente consciente para autotratarse. Hipoglucemia leve: cuando es el propio paciente el que tiene la necesidad de tomar alimento, sin presentar alteración neurológica. No obstante, en personas sanas, los mayores desencadenantes de una hipoglucemia pueden ser: la toma en exceso de una medicación hipoglucemiante, una incorrecta alimentación o un exceso de actividad física que puede reducir los niveles de glucemia. De hecho, la hipoglucemia puede ocurrir hasta 12 horas después de haber hecho ejercicio. Tratamiento y pautas de alimentación ante una hipoglucemia reactiva El objetivo principal ante una hipoglucemia es reestablecer los niveles normales de glucosa en sangre . Si se sospecha de una hipoglucemia reactiva postprandial se deberá iniciar una pauta dietética consistente en la toma de 15 gramos de azúcar simple y repetir la medición de la glucemia una vez transcurridos 15 minutos después de esta ingesta (algunas personas utilizan la regla mnemotécnica del “15/15” como recordatorio). Si la glucemia sigue baja (<70 mg/dl), se debe repetir la ingesta de 15 gramos de azúcares hasta que los valores se normalicen. Ideas para consumir 15 gramos de azúcares: 150 ml o ¾ de vaso de refresco azucarado. Un vaso (200 ml) de zumo de fruta o de bebida isotónica (con azúcares). Un vaso de agua con tres cucharaditas o dos sobres de azúcar (15 gramos en total). 2-3 pastillas de glucosa o gel de glucosa. Una gelatina de frutas. Además, en estas situaciones hay que evitar ciertos alimentos que, aunque contengan azúcares, también contienen grasas que dificultan que los azúcares pasen de forma rápida al torrente sanguíneo. Entre estos alimentos destacamos: los dulces o caramelos, helados, galletas, chocolates, bollería industrial, cruasanes, etc.) Por último, una vez que se han estabilizado los valores de glucemia, se deben ingerir carbohidratos complejos (arroz, pasta, pan, yogur o fruta) y llevar a cabo una alimentación saludable el resto de los días, manteniendo los controles de glucemia que haya establecido su médico.
Preguntas y Respuestas antes de una Operación
Artículo especializado

Preguntas y Respuestas antes de una Operación

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una cirugía mayor es todo procedimiento realizado en el quirófano, que comporte la incisión, la manipulación y/o la sutura de un tejido humano que generalmente requiere de anestesia para el control del dolor . Tipos de cirugía Los procedimientos quirúrgicos se clasifican generalmente por la urgencia con la que deben ser practicadas, el tipo de procedimiento, o la zona del cuerpo implicada, entre otros ejemplos. Así : Basado en el tiempo : las alternativas incluirían la cirugía electiva, que se realiza para corregir una condición que no es mortal y se lleva a cabo en base a la aceptación del paciente y la disponibilidad del cirujano, así como de la instalación quirúrgica.  La cirugía de emergencia, en cambio, es aquella que debe realizarse con prontitud para salvar incluso la vida del paciente. Basado en el pronóstico : la cirugía exploratoria se realiza para ayudar o confirmar el diagnóstico. La cirugía terapéutica trata una condición previamente diagnosticada. La cirugía estética se hace para mejorar subjetivamente la apariencia de una estructura normal. Basado en la zona del cuerpo implicada . Basado en el grado de invasividad : la cirugía mínimamente invasiva implica una incisión externa más pequeña para insertar instrumentos miniaturizados dentro de una cavidad o estructura corporal.  Por el contrario, la cirugía abierta (como p.ej. la laparotomía) requiere una incisión grande para acceder al área de interés. Basado en los equipos utilizados o en las técnicas quirúrgicas : la cirugía con láser implica el uso del mismo en lugar del bisturí para cortar un tejido. La microcirugía implica el uso de un microscopio de operación para que el cirujano pueda ver pequeñas estructuras. La cirugía robótica utiliza un robot para controlar la instrumentación bajo la dirección del cirujano. Basado en el tipo de procedimiento : existe la amputación, la resección, la reimplantación, el trasplante… LOS TÉRMINOS DE UNA OPERACIÓN Los nombres de la cirugía de la escisión a menudo empiezan con el nombre del órgano que se va a extirpar y terminan con el sufijo – ectomía (hepatectomía). Los nombres de los procedimientos que implican cortar en un órgano o en un extremo del tejido terminan en -otomía (tenotomía, corte de tendones). Los nombres de los procedimientos para la formación de una abertura permanente o semipermanente, llamada estoma, en el extremo del cuerpo terminan con -ostomía (colostomía). El término que denomina la reconstrucción, la cirugía plástica o cosmética de una parte del cuerpo comienza con el nombre de ésta y termina en -plastia . (rinoplastia). La reparación de la estructura anormal dañada o congénita termina con el sufijo -rrafia ( herniorrafia, reparación de una hernia). El preoperatorio Previo a la intervención quirúrgica, en la consulta del cirujano, recibirás las instrucciones para el día de la cirugía y podrás recibir respuesta a cualquier pregunta que se te pueda plantear. Cualquier prueba pre-operatoria será solicitada por tu anestesista, con el que también se mantiene una entrevista, previa a la intervención.  Idealmente, todo hospital o clínica debe contar con un servicio de anestesia, con especialistas que realicen la historia clínica anestesiológica al paciente, para recabar la información clínica pertinente, asegurarse de que se haga la valoración individual de cada caso y de que se soliciten las pruebas preoperatorias. Generalmente se solicitan, de forma rutinaria: Una analítica sanguínea (que incluya, principalmente, un hemograma y las pruebas de coagulación). Una Rx de tórax . Un electrocardiograma (ECG). El médico o la enfermera te informará de la preparación y de las restricciones de alimentación previas a la cirugía. Es muy importante que sigas las instrucciones o, de lo contrario, tu operación se podría retrasar o incluso cancelar por ello. El día de la cirugía (decálogo de consejos) Toma una ducha la mañana de la cirugía, sin usar después lociones, cremas o talcos sobre la piel. Es importante la llegada al centro médico con puntualidad, en la hora que te fue informada. Intenta no fumar el día del procedimiento. Fumar puede interferir con la anestesia, provocando náuseas, sobre todo en el periodo de recuperación. Debes llevar contigo tus documentos identificativos y las tarjetas del seguro médico/Seguridad Social, así como todos aquellos medicamentos que habitualmente tomas y que es posible que puedas necesitar durante tu estancia en el hospital (inhaladores, insulina…) Cuando llegues al centro médico, serás registrado por el personal hospitalario. Es mejor que dejes tus joyas y objetos personales de valor en el domicilio, evitando así acontecimientos inesperados y desagradables. No obstante, destacar que tus pertenencias serán almacenadas con seguridad hasta que estés listo/a para volver a casa. Evita ese día el uso de esmaltes de uñas y maquillajes y si eres usuario/a de lentes de contacto, es mejor que ese día acudas con gafas. Lleva ropa cómoda y que se pueda quitar fácilmente.   Es una buena idea acudir acompañado, por si se precisa algún tipo de ayuda (traslado en coche al hospital…). Si el intervenido va a ser un niño, llevar consigo el peluche o similar que le haga sentirse más cómodo y tranquilo. El personal hospitalario intentarán mitigar la ansiedad normal de familiares y amigos mientras dure o después del procedimiento. Y harán todo lo posible por manteneros informados. Postoperatorio En esta etapa, es importante controlar y supervisar al paciente que ha sido operado. Esto se lleva a cabo durante algunas horas, en una sala con monitorización que se conoce como Área de Recuperación. Algunos enfermos necesitan ser vigilados intensivamente en el postoperatorio inmediato y son trasladados a salas especializadas en cuidados intensivos, de las cuales son responsables los médicos anestesistas  (suelen llamarse coloquialmente REAs o Áreas de reanimación. La convalecencia La cantidad de tiempo que cada uno empleará en su recuperación varía de paciente a paciente .  Te enviarán a casa tan pronto como el equipo médico que te supervisa sienta que es seguro darte el alta del centro médico. Si en la fase de rehabilitación sientes mucho dolor, o se manifiestan signos de alarma (fiebres, supuración por herida quirúrgica…) debes ponerte en contacto con tu médico o, en su defecto, llamar al 112 o acudir a un servicio de urgencias. Para que las cicatrices cutáneas de la intervención quirúrgica queden lo más discretas posible, se debe realizar una adecuada atención de las heridas hasta su completa cicatrización, manteniendo la limpieza y asepsia de las mismas de una forma rigurosa.
Dolor de Corazón
Artículo especializado

Dolor de Corazón

El dolor de pecho o dolor torácico es una de las consultas más habituales, tanto en las consultas de atención primaria como en las urgencias de los hospitales. No obstante, tan sólo en una pequeña proporción de los casos, este dolor suele revestir una situación de gravedad para los pacientes. ¿Cómo es este dolor? El dolor torácico agudo podría definirse como toda sensación álgica (de dolor) por debajo de las clavículas y por encima del diafragma. El objetivo principal sobre este síntoma consiste en diferenciar las causas que potencialmente pueden tener gravedad y las causas que no. Para los profesionales médicos, este motivo de consulta representa un gran desafío diagnóstico debido a las múltiples causas por las que se puede desencadenar dolor en esta localización. Por tanto, resultará imprescindible una correcta interpretación de las causas y del significado de los síntomas del paciente. Qué tener en cuenta ante un dolor torácico Además de las características del dolor y del resto de síntomas acompañantes, son importantes otras consideraciones como: La edad y sexo del paciente. Los antecedentes personales y familiares. El sobrepeso y la obesidad. El consumo de tabaco y alcohol. El consumo de otras sustancias tóxicas. La presencia de otras enfermedades que tenga el paciente, principalmente: La hipertensión arterial. La diabetes mellitus. La hipercolesterolemia (aumento de colesterol en sangre). Algunas causas Existen una infinidad de causas de dolor torácico agudo que, debido a su gran variabilidad, solemos agrupar en función del órgano o aparato del cuerpo humano al que afectan. Cada causa tiene su tratamiento específico. Entre las de mayor frecuencia y a destacar, unas más graves y otras más banales, encontramos: Cardiovasculares Isquémicas: disminución o incluso detención de la circulación sanguínea a través de las arterias, lo cual conlleva a un estado de sufrimiento y muerte celular por falta de oxígeno. En este tipo, potencialmente graves, destacan: Cardiopatía isquémica : infarto agudo de miocardio y angina de pecho. Valvulopatías: problemas en el cierre y apertura de las válvulas que regulan la entrada y salida de sangre en las cámaras del corazón. Policitemias o anemias severas: aumento o disminución significativo de las células sanguíneas encargadas del transporte de oxígeno, es decir, los glóbulos rojos. No isquémicas : no se produce destrucción celular por falta de aporte de oxígeno, pero pueden ser potencialmente graves igualmente. A destacar: Pericarditis: inflamación del pericardio, que es una doble membrana fibrosa que recubre el corazón. Angiopatías de la aorta : problemas relacionados con la principal arteria que distribuye la sangre por todo el organismo, la aorta. Valvulopatías. Pulmonares Infecciones de vías respiratorias bajas: bronquitis agudas y neumonías principalmente. Neumotórax: presencia de aire entre ambas pleuras pulmonares, que puede ser generado por múltiples causas. Tromboembolismo pulmonar: obstrucción de una de las arterias pulmonares por un coágulo de sangre procedente del sistema venoso. Osteomusculares Traumatismo torácico. Costocondritis : inflamación de los cartílagos costales. Hernia discal cervical o torácica. Trastornos articulares : artrosis (desgaste crónico) o artritis (inflamación aguda) a nivel cervical e intercostal. Contracturas y espasmos musculares . Digestivas Trastornos relacionados con el esófago (conducto del aparato digestivo que comunica la cavidad oral con el estómago y que atraviesa el tórax medialmente): espasmos, reflujo, hernia de hiato, esofagitis…) Úlceras gástricas y duodenales . Perforación de víscera hueca (esófago, estómago o intestino). Trastornos relacionados con el hígado, la vesícula biliar o el páncreas . Psicógenas y por consumo de tóxicos Estados de ansiedad o depresión , acompañado normalmente de aumento de la frecuencia respiratoria. Consumo de cocaína y anfetaminas , entre otras drogas. Muchos casos de diagnóstico incierto Debido a la gran variedad de causas mencionadas, hasta en más de la mitad de los casos, y a pesar de un estudio exhaustivo, no se logra establecer un diagnóstico de certeza ni en las consultas de atención primaria ni en las urgencias hospitalarias. Esto nos lleva a pensar que, cuando la causa de un dolor torácico es verdaderamente una emergencia (causas cardiovasculares y pulmonares principalmente), sí que existe una mayor facilidad para establecer un diagnóstico con las pruebas complementarias de las que se disponen habitualmente en los centros hospitalarios . Entre las causas que con más frecuencia contribuyen a este alto porcentaje de casos con diagnóstico inicial incierto están: Origen psicógeno , debido mayoritariamente a la sintomatología ansiosa y/o depresiva. Origen respiratorio , causado principalmente por infecciones de vías respiratorias bajas con un posible componente de irritación pleural o, simplemente, por el esfuerzo continuado de toser. Origen osteomuscular de causa no traumática , principalmente debido a alguna alteración en los cartílagos intercostales o en las inserciones musculares desencadenadas por malos gestos, sobresfuerzo físico, tos… Qué nos alerta de que es grave Por último, los signos y síntomas clínicos que pueden revestir gravedad en un dolor torácico de aparición reciente (en los últimos minutos u horas) y, por tanto, se deben valorar inmediatamente en un centro de urgencias hospitalarias serían: Dolor de características opresivas , es decir, como una presión en el pecho. Sensación de mareo o inestabilidad , acompañado o no de sudoración y/o náuseas. Pulso arrítmico o sensación de palpitaciones . Dificultad para respirar y aumento en la frecuencia respiratoria , o sea, respiraciones rápidas y poco profundas. Cambios en la presión arterial , ya sea por debajo de 100/60mmHg o por encima de 140/90mmHg. Empeoramiento del estado general repentino o del nivel de concienci a. Como inicialmente se ha comentado, estos últimos signos y síntomas clínicos mencionados representan una baja proporción de los casos que se nos presentan con dolor torácico en la práctica habitual. No obstante, todo paciente debe conocerlos y tener en cuenta que, ante la aparición de alguno de ellos, se debe solicitar ayuda inmediatamente o acudir a unas urgencias hospitalarias.
Prednisona, Indicaciones y Precauciones
Artículo especializado

Prednisona, Indicaciones y Precauciones

Antes de profundizar en el tema vamos a aclarar algunos conceptos muy divulgados , y poner en contexto a la prednisona/prednisolona (a continuación, veremos la diferencia), que pertenecen al grupo de corticoides de acción intermedia. En primer lugar, abordaremos el tándem prednisona-prednisolona . ¿Es lo mismo o no? Siendo puristas deberíamos decir que la prednisolona es el metabolito activo de la prednisona. La prednisona que tomamos vía oral sería el profármaco o precursor que, en el hígado, se transforma en prednisolona que sería el fármaco activo. Si contemplamos otras vías de administración diferentes a la oral, como la oftálmica, nasal, tópica, intramuscular o endovenosa emplearemos la prednisolona, directamente por ser activa de forma inmediata. En segundo lugar, vamos a aclarar el concepto corticoide/corticoesteroide , ambos términos equivalentes se refieren a un tipo de hormona sintetizada en las glándulas suprarrenales (situadas sobre los riñones) a partir del colesterol. Estas sustancias pueden sintetizarse artificialmente y tienen innumerables aplicaciones terapéuticas. Los corticoides, en general, de clasifican en tres grupos según su vida media en sangre: Corticoides de acción corta como la cortisona (su efecto dura entre ocho y 12 horas) Corticoides de acción intermedia como la prednisona, la prednisolona y la metilprednisolona (su efecto dura entre 18 y 36 horas). Corticoides de acción prolongada, como la dexametasona (su efecto dura entre 36 y 54 horas). Se indican en infinidad de enfermedades siendo sus principales funciones la antiinflamatoria, la inmunosupresora (por ejemplo, en enfermedades autoinmunes o para evitar el rechazo en trasplantes de órganos) y la antineoplásica coadyuvante (se administran junto a fármacos antineoplásicos para minimizar sus efectos). Tienen un papel estrella en el tratamiento urgente de una anafilaxia o reacción alérgica grave y en un episodio de asma agudizado, por ejemplo. Centrándonos en la prednisona… La definiríamos como un glucocorticoide de acción intermedia que al ser ingerido vía oral se transforma en el hígado en prednisolona (o forma activa). La posología de la prednisona se calcula en función del peso del individuo y según la patología a tratar. Para procesos graves calcularemos dosis elevadas al inicio, mientras que al mejorar o en procesos leves emplearemos dosis bajas. En caso de tratamientos crónicos o prolongados la dosis inicial debe ser supervisada y reducida en cuanto los síntomas mejoran hasta conseguir la dosis mínima eficaz de mantenimiento . Cuándo se utiliza En el momento actual, la prednisona es uno de los fármacos de elección para procesos inflamatorios y cuando está previsto un tratamiento de larga duración. Está comercializada en comprimidos de diferentes posologías (5, 10 y 30 mg) según la dosis que precisemos prescribir. Se emplea para múltiples enfermedades entre las más relevantes: Enfermedades reumáticas : polimialgia reumática, lupus eritematoso sistémico, artritis… Enfermedades pulmonares : asma persistente grave, agudizaciones de enfermedades crónicas respiratorias… Enfermedades hematológicas : anemia hemolítica autoinmune, púrpura, leucemia linfoblástica, linfomas, mieloma múltiple… Enfermedades digestivas : colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, hepatitis. Enfermedades renales y dermatológicas . Enfermedades oculares : conjuntivitis alérgica, queratitis, iritis… Tratamiento inmunosupresor en trasplantes : cuando una persona es trasplantada se instaura un tratamiento con corticoides para que el cuerpo no genere rechazo al nuevo órgano. Coadyuvante en el tratamiento con quimioterapia o radioterapia (para minimizar efectos adversos). Como curiosidad, ¿sabías que en situaciones de extraordinario estrés físico, por ejemplo, en enfermedades febriles, accidentes o intervenciones quirúrgicas, puede ser preciso aumentar temporalmente la dosis diaria de corticoides para conseguir el mismo efecto ? En general, en los tratamientos con corticoides nos guiamos por los siguientes principios: Mínima dosis necesaria. Menor tiempo posible. Máximo intervalo entre dosis. Reducción de dosis ante el control de síntoma s (en cuanto la enfermedad mejora reducimos la dosis de forma paulatina hasta llegar a la dosis de mantenimiento necesaria o hasta finalizar el tratamiento). ¡Y ojo!, en caso de que el paciente sea deportista debemos advertirle de que la prednisona contiene un componente que puede dar positivo en un resultado analítico de control de dopaje. ¿Tiene contraindicaciones? Como el resto de fármacos, el tratamiento con prednisona tiene unas contraindicaciones absolutas, sobre todo en tratamientos prolongados. No deben emplearse en caso de Infecciones víricas agudas (como varicela o herpes zoster) o cuando el paciente precise una vacunación profiláctica . Así mismo, por los efectos adversos que puedan aparecer se recomienda cautela en los pacientes diabéticos, osteoporóticos, hipertensos, con glaucoma o ulcus péptico. ¿Y reacciones adversas? En tratamientos de corta duración con prednisona la incidencia de aparición de reacciones adversas es baja. En tratamientos prolongados las reacciones adversas más frecuentes asociadas a la prednisona serían: típica cara de luna llena, hiperglucemia, aumento de peso, aumento de colesterol, aumento de triglicéridos, retención de líquidos, hipertensión, disminución de potasio, mala cicatrización de las heridas, estrías, acné, hiperpigmentación, aumento del riesgo de trombosis, osteoporosis y aumento del riesgo de fracturas, malestar abdominal (en casos graves úlcera gastroduodenal y pancreatitis), insomnio, euforia, cambios de personalidad, depresión, trastornos de las hormonas sexuales (alteraciones menstruales, aumento de vello), impotencia… ¿Has oído hablar alguna vez del síndrome de la retirada? Los tratamientos prolongados con corticoides hacen que no se secreten los endógenos. Por ello su retirada brusca puede ocasionar una deprivación de los niveles que puede causar síntomas como: dolor abdominal, náuseas, cefalea, fiebre, dolor articular o muscular, malestar general e hipotensión . Para evitarlo, en caso de tratamientos de más de tres semanas de duración, deben suspenderse gradualmente. ¿Los corticoides interaccionan con otros fármacos? Debemos tener precaución respecto al resto de tratamientos que realice el paciente como anticoagulantes, antidiabéticos (la prednisona reduce los efectos de los antidiabéticos y puede ocasionar hiperglucemia), antiinflamatorios (aumenta el riesgo de úlcera gastroduodenal), relajantes musculares, diuréticos, etc. El tratamiento con prednisona durante el embarazo o la lactancia Como puedes imaginar durante el embarazo el tratamiento debe limitarse a los casos absolutamente necesarios . El uso de corticoides sólo se acepta cuando no existe otra alternativa terapéutica más segura. Durante la lactancia sería una medicación compatible si está médicamente justificada.  Cuando la madre precisa una dosis alta de tratamiento puede ser interesante minimizar el paso a leche al bebé esperando tres o cuatro horas para amamantar tras la toma de la dosis . La Academia Americana de Pediatría la contempla como medicación compatible con la lactancia, pero siempre supervisada médicamente. Estoy segura de que todos nosotros tendremos contacto con algún corticoide en algún momento de nuestra vida ya sea por un episodio alérgico, por una crisis asmática, por una infiltración de una articulación dolorosa o por un proceso inflamatorio rebelde. Existe un amplio repertorio y constituye un grupo terapéutico muy socorrido en nuestra práctica médica diaria .
Cómo Afecta la Navidad a la Salud
Artículo especializado

Cómo Afecta la Navidad a la Salud

El efecto más evidente de que la Navidad ha pasado es el lamento de muchos por los kilos de más. Y es que, hayamos o no notado el resultado en la báscula, lo cierto es que la mayoría comparte la sensación de haber comido y bebido más de lo que debería. También hemos hecho menos ejercicio, sufrido alguna que otra discusión familiar… Todo ello, se puede acabar traduciendo en kilos sí, pero también en cansancio, cierto malestar, sensación de hinchazón, ojeras, piel apagada, ganas de volver a la rutina… Los estragos de las comidas De ahí que el inicio de una dieta sea el propósito de Año Nuevo para muchos de nosotros, junto con el de dejar de fumar o ingerir alcohol y el de iniciar una actividad deportiva. Y es que la Navidad deja huella pues, aunque nuestro propósito inicial sea intentar no desbordarnos en el consumo calórico cuando nos sentamos en una mesa preparada con todo lujo de detalles y con unos aperitivos y platos irrepetibles durante el resto del año, nuestro propósito se desvanece para dar paso a una placentera degustación. A ello le añadimos el maridaje de caldos que tenemos reservados para estas ocasiones especiales y, por supuesto, la copa que acompañará a nuestros polvorones. Debemos confesar que es así. Podríamos tener la iniciativa de ir al gimnasio o salir a correr al día siguiente de la comilona pero, teniendo en cuenta que hemos ido a dormir más tarde, seguro que encontramos cualquier excusa para no hacerlo. ¡Cuidado!, estoy generalizando cuando estoy segura de que alguno de vosotros ni os habéis excedido ni habéis faltado a vuestra sesión deportiva. Os felicito. Tengo que confesar que formáis parte del 5% de la población disciplinada en esos días. El 95% restante nos hemos excedido, no hemos hecho deporte y, muy probablemente, hemos bebido más que nunca. Por ello, ahora nos toca a nosotros volver a la disciplina . Cómo revertir los efectos “navideños” La primera conducta que seguir es tratar de beber abundante agua fuera de las comidas para intentar tener menos apetito y desvincularnos un poco de las calorías. Sería ideal conformarnos con un desayuno equilibrado (unas tostadas con pechuga de pavo y un café con leche desnatada). Si no aguantas hasta la hora de la comida puedes tomar una manzana a media mañana (si la comes con piel la fibra te beneficiará y aumentará tu sensación de saciedad). Para comer ya sabes que nos toca ensalada o menestra o verdura hervida con carne, pescado o pollo hervidos o a la plancha. Reduce el pan. Una naranja de postre sería una buena opción. A la hora de la merienda puedes tomar un yogur desnatado o un té o una tostada con queso fresco bajo en calorías (ni se te ocurra comerte el roscón que sobró). Sería ideal si pudieras aprovechar estas dos o tres horas que faltan hasta la hora de la cena. Si bien irte de rebajas sería una buena opción, aún sería mejor irte al gimnasio o a callejear haciendo footing . No te darás ni cuenta y ya será la hora de cenar donde podrás degustar una sabrosa ensalada verde con una buena cucharada de aceite de oliva. Volver a los buenos hábitos Si quieres hacer las cosas bien, deberías mantener una dieta equilibrada hasta finales de enero (verás que el pantalón vuelve a cerrar como lo hacía en noviembre y ello va a suponer tu principal motivación). A partir de febrero las cosas se normalizan y puedes hacer una dieta mucho menos estricta. Nuestra dieta mediterránea nos permite combinar frutas, verduras, legumbres y todo tipo de proteinas de forma totalmente equilibrada. Tan sólo debes controlar tu ingesta de bebidas azucaradas o gaseosas, pan y bollería y el contenido de hidratos de carbono de la dieta. Por supuesto, si tienes alguna patología de base, tipo dislipemia (hipercolesterolemia y/o hipertrigliceridemia), diabetes, hipertensión arterial o hiperuriemia, las medidas dietéticas a seguir deben ser específicas y supervisadas por tu médico de familia.  Asimismo, si con dieta no consigues controlar tus parámetros sanguíneos dentro de la normalidad es muy probable que tu médico te haya prescrito una medicación específica. En este aspecto debo recordarte que no te olvides de tomar tu medicación y seguir los consejos de tu médico. Si bien nos excedemos un poco con la dieta, no podemos pasar por alto nuestro tratamiento médico crónico. Para reflexionar… Si he conseguido que llegues hasta el final del artículo me doy por satisfecha. Tan sólo he pretendido concienciarte de las compensaciones a nuestros excesos y recordarte que no sólo tú te excedes. No podemos olvidar que unos kilos de más tras cada periodo vacacional sin conducta correctiva posterior pueden traducirse en un acúmulo de 6-10 kg al final del año y como consecuencia de ello en un aumento de un par de tallas de pantalones. Mi consejo es que el dinero de los pantalones nuevos lo inviertas en el gimnasio o en un buen calzado deportivo. Tu perfil metabólico lo agradecerá y tu aspecto físico te hará sentirte mucho mejor. Además, las próximas Navidades podremos seguir degustando las delicias elaboradas por nuestros seres queridos sabiendo que somos capaces de compensarlo posteriormente. Por si acaso, es probable, que el año que viene te lo vuelva a recordar.
¿Qué Hacer Para Prevenir La Alergia?
Artículo especializado

¿Qué Hacer Para Prevenir La Alergia?

¿Te ves afectado/a por las molestias de la alergia ? Aquí te damos unos cuantos consejos para que sepas cómo prevenirlas. La prevención en Medicina se refiere a todas aquellas medidas o tratamientos a seguir antes de desarrollar unos síntomas , con la finalidad de evitar que éstos aparezcan. ¡IMPORTANTE! Para prevenir la aparición de los síntomas de alergia lo más importante es evitar el contacto con el alérgeno (sustancia que desencadena la reacción exagerada del sistema inmunitario) en la medida de lo posible, aspecto que no siempre es fácil de cumplir. Consejos de prevención de alergia al polen Evita pasear por lugares como jardines, parques, bosques… Utiliza mascarillas o gafas para protegerte del polen ambiental. Ten tendencia a cerrar las ventanas de casa. No tengas en casa plantas que puedan generar ese tipo de polen. Tiende la ropa a secar dentro de casa. Realiza una ducha al final del día y cámbiate de ropa para liberarte de los restos de polen que puedan haber permanecido adheridos a tu cuerpo. Consejos de prevención de alergia alimentaria Estamos hablando sobre todo de marisco, frutos secos, chocolate, pescado, frutas, huevos… Evita el consumo de dicho alimento. Lee atentamente las etiquetas de los productos envasados y/o procesados para poder identificar si llevan camuflado el alimento que no puedes tomar. Cuando acudas a comer fuera de casa avisa siempre al anfitrión de la comida o al restaurante cuáles son los alimentos que no puedes tomar. En los restaurantes, pregunta siempre por los ingredientes de las salsas y preparaciones de difícil identificación a simple vista. Consejos de prevención de alergia a pelo de animales No tengas mascotas en casa. No acaricies las mascotas (perros, gatos, etc.) de otras personas. Cuando visites a alguien que tiene mascota en su domicilio, pide que aspiren la casa antes de tu llegada y evita permanecer en la misma habitación que ella. Si has estado en contacto con una mascota, al llegar a casa dúchate y cámbiate de ropa para liberarte de los pelos o caspa que puedan haber quedado adheridos a tu cuerpo. Consejos de prevención de alergia a los ácaros del polvo Evita acudir a lugares donde sepas que habrá mucho polvo . Decora tu casa de la forma más liviana posible: con pocos muebles y evita acumular en las estanterías y paredes toda clase de figuritas, cuadros o peluches, entre otros ejemplos. Ventila la casa de forma frecuente. Mantén los libros/ juguetes ordenados en cajas, baúles o vitrinas, de la misma manera que mantén la ropa guardada en los armarios. Las almohadas y colchones deben estar fabricados con materiales sintéticos . También puedes usar fundas anti-ácaros para ellos. Lava la ropa de cama con frecuencia y con agua caliente. Limpia tu casa utilizando una mascarilla. No pongas moqueta en tu casa. Son mejores los suelos de cerámica. De la misma manera, no son adecuadas las alfombras peludas, las grandes cortinas o las sillas tapizadas, etc… Consejos de prevención de alergia a picaduras de insecto (mosquitos, abejas…) En primavera y verano procura permanecer en las estancias, no al aire libre. Evita jardines y piscinas rodeadas de vegetación. No tengas plantas en tu domicilio porque atraerán a los insectos. Coloca mosquiteras en las ventanas de tu casa. No te vistas con ropas de vistosos colores y no utilices perfumes intensos, si vas a pasear por la calle. Consejos de prevención de alergia cutánea Conviértete en un fanático de aplicarte crema hidratante sobre la piel con frecuencia. Evita la exposición al sol y utiliza cremas con FPS (factor de protección solar). No te expongas a cambios bruscos de temperatura y/o humedad. El sudor puede agravar los síntomas. Utiliza ropa confeccionada con fibras naturales como el algodón. Evita la lana y las fibras sintéticas. La ducha debe ser rápida y con geles suaves. No te frotes ni te rasques la piel. Beneficios de la prevención No padecer molestias, redundando eso en una mejor calidad de vida del paciente. Menor necesidad de tomar medicación. Menor necesidad de acudir al médico y/o realizar visitas al hospital. Menor riesgo de padecer cuadros graves de alergia que puedan ser, incluso, potencialmente mortales . Inconvenientes de la prevención Puede suponer imponerse restricciones en la alimentación. Necesidad de adaptar o cambiar algunos hábitos de vida adquiridos. Mayor coste económico de nuestro día a día. Mayor dedicación de tu tiempo libre para asegurar la adecuación de tu entorno. Recomendaciones para identificar un posible alérgeno que nos cause alergia Fíjate en los siguientes detalles: Observa con detenimiento las condiciones ambientales que te rodean cuando padeces síntomas (si te ocurren siempre cuando estás en la vivienda o cuando te encuentras en el trabajo, o si te aparecen cuando acaricias al gato o al perro de tu vecino o amigo, o cuando paseas por el campo, etc.). Observa con detenimiento cuándo te ocurren principalmente (si es en alguna estación del año en concreto, o si es cuando practicas tus deportes-aficiones, etc.) Observa también los antecedentes familiares de alergia.
Dolor de Garganta
Artículo especializado

Dolor de Garganta

En un alto porcentaje de casos el dolor de garganta es de instauración aguda y de causa infecciosa , ya sea vírica o bacteriana. Sin embargo, existen personas con odinofagia (dolor de garganta al tragar) crónica, cuyas causas distan mucho de las agudas (enfermedades autoinmunes, inmunodeficiencia adquirida, procesos malignos, reflujo gastroesofágico…). La variedad de síntomas que acompaña a la odinofagia, así como la forma de instauración, nos va a ayudar muchísimo en la orientación diagnóstica y en la conducta a seguir. Una odinofagia de instauración aguda acompañada de sensación distérmica (escalofríos, malestar… con o sin fiebre) junto a un cuadro de dolores articulares, tos, mucosidad… es muy probable que se trate de un proceso infeccioso , mientras no se demuestre lo contrario. Por supuesto, estaría indicado iniciar un tratamiento sintomático que va a depender de los síntomas predominantes y del perfil médico del paciente.   Normalmente se pauta un antipirético (tipo paracetamol) y/o un antiinflamatorio (tipo ibuprofeno) pudiendo combinarse ambos, aunque, insisto, no es un tratamiento indicado para todo tipo de pacientes. Lógicamente, el cuadro inicial puede autocontrolarse o evolucionar al empeoramiento, en cuyo caso va a ser precisa una exploración de la orofaringe para descartar un proceso bacteriano que precisaría la prescripción de un antibiótico. ¿Quiere decir que todos los procesos inflamatorios de la orofaringe van a precisar antibiótico? Definitivamente, no. Sobre el uso del antibiótico El antibiótico va a estar restringido a la confirmación de un foco bacteriano cuya manifestación más frecuente es la presencia de placas pultáceas sobre la superficie amigdalar junto a adenopatías o ganglios latero-cervicales, afectación del estado general y fiebre . Sería el caso de una amigdalitis bacteriana por excelencia. Quiero insistir en que no todas las amígdalas inflamadas precisan la prescripción de un antibiótico. Si la causa es vírica vamos a indicar un tratamiento totalmente sintomático a base de la medicación mencionada pudiendo añadir otras alternativas como pastillas de disolución bucal para suavizar la mucosa y facilitar la ingesta sin dolor o los consabidos remedios de la abuela a base de gárgaras o leche caliente con miel. Advertirte, sin embargo, que en casos rebeldes puede estar indicado un tratamiento con corticoides para erradicar los síntomas. Acudir al médico para descartar otras patologías Por supuesto, ante la aparición de una odinofagia rebelde al tratamiento con afectación sistémica debemos acudir a visita médica presencial. Durante la exploración centraremos nuestra atención en la búsqueda de un foco respiratorio u orofaríngeo, pero también debemos descartar otras posibles causas de menor incidencia (como es la patología por reflujo, por ejemplo).  No olvidemos que una odinofagia puede formar parte de otras patologías como: La conocida Mononucleosis infecciosa o Enfermedad del beso , que afecta más frecuentemente a adolescentes y adultos jóvenes. Comienza como una faringitis que se prolonga varios días, con aparición de fiebre alta (39-40ºC), ganglios inflamados y dolorosos y, probablemente, inflamación del bazo con afectación del estado general. Es una enfermedad de causa vírica (asociada al virus de Epstein-Barr) y se confirma con una prueba de laboratorio específica llamada Paul-Bunnel, realizada tras la obtención de una muestra de sangre. Otras causas que pueden asociarse a odinofagia serían los flemones y/o los abscesos locales.   Las causas más comunes Sin embargo, recordemos que la causa más común de odinofagia en adultos (hasta un 80% de la totalidad) es la faringitis aguda de causa vírica, normalmente en el entorno de una infección del tracto respiratorio superior.​  Podemos encontrar una causa bacteriana en el 10-15% de casos.  Otras causas pueden ser, por ejemplo, las faringitis fúngicas en inmunudeprimidos. En los niños el porcentaje cambia radicalmente, siendo hasta un 40% de origen bacteriano, concretamente de causa estreptocócica (estreptococo betahemolítico del grupo A o EBHA). Actualmente es posible confirmar esta sospecha mediante el Test de Detección rápida del antígeno del estreptococo (DRAE) realizado con la toma de un frotis faríngeo mediante una torunda sobre la superficie amigdalar y la pared posterior de la faringe. Permite la detección del antígeno del EBHA en pocos minutos. Puede alcanzar una especificidad en torno al 95%. Si fuera necesario puede confirmarse esta infección mediante un cultivo de exudado faríngeo. En conclusión… Ante todo, queda claro que no hay que alarmarse por una odinofagia de instauración aguda y carácter leve. Si lo toleramos podemos iniciar un tratamiento sintomático mediante paracetamol y/o ibuprofeno junto a los clásicos remedios tradicionales. En el mejor de los casos será el tratamiento que erradicará nuestros síntomas. En caso de que, lejos de mejorar, nuestra odinofagia empeore y/o aparezca afectación del estado general con f iebre alta, ganglios locales, dificultad para ingerir o cualquier otro síntoma asociado sería recomendable acudir a visita médica para ser valorado. Tras nuestra valoración, recomendaremos el tratamiento más adecuado en función de nuestra sospecha diagnóstica. Asimismo, a pesar de que la exploración física tiene un alto peso específico en la valoración de una odinofagia, es posible que precises la realización de alguna prueba complementaria para confirmar el diagnóstico. Después de haber leído el artículo muy probablemente sabrás lo que podríamos solicitarte en función de nuestra sospecha diagnóstica. Además, estoy segura de que cuando vengas a la consulta ya habrás iniciado el tratamiento sintomático habitual, que conoces a la perfección.
Inmunizar a los Niños en las Enfermedades más Comunes
Artículo especializado

Inmunizar a los Niños en las Enfermedades más Comunes

¿Tienes dudas sobre si debes o no debes vacunar a tu hijo/a? ¡Tú tienes la última palabra! Las vacunas son medicamentos que consiguen “ preparar al cuerpo ” del niño/a para combatir enfermedades. Deben administrarse antes de padecerse la enfermedad, es decir, de forma preventiva . Cada vacuna contiene un germen muerto o bien debilitado (o sólo partes de éste) que es causa de una enfermedad concreta.  La inoculación de este germen en el cuerpo provocará que el cuerpo reaccione generando anticuerpos contra ese germen, que pueden permanecer presentes durante toda la vida. Y si alguna vez en su vida, el niño/a se expone a esa enfermedad, sus anticuerpos rápidamente se multiplicarán y defenderán al organismo frente a la misma. Es decir, las vacunas actúan reforzando las defensas del pequeño contra la enfermedad. En la Antigüedad, cuando todavía no existían las vacunas, las personas solamente podían conseguir ser inmunes frente a una enfermedad cuando la contraían y conseguían sobrevivir a la misma. En España, nuestro Sistema Nacional de Salud autoriza la comercialización de una nueva vacuna sólo cuando se han llevado a cabo numerosos estudios científicos que demuestran y avalan su eficacia y su seguridad.  Y, es más, estos controles continúan una vez se ha comercializado el producto. Las vacunas funcionan mejor cuando se administran a determinadas edades, por lo que se aconseja seguir el calendario oficialmente establecido para su administración, siempre bajo supervisión del pediatra responsable de la criatura. ¿SABÍAS QUE…? Desde el inicio de las vacunaciones sistemáticas y generalizadas, los casos de enfermedades infantiles que eran frecuentes en el pasado (sarampión, difteria…), y algunos de ellos potencialmente mortales, se han reducido drásticamente. Las vacunas han protegido a millones de niños de enfermedades peligrosas y han salvado miles de vidas. Ventajas de la inmunización Son múltiples: Protege nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Previene complicaciones en situaciones de enfermedad crónica (diabetes, asma…). Proporciona beneficios sociales y económicos (optimización de recursos médicos en personal y material/ahorro en gasto de medicamentos, etc). Algunas vacunas ayudan a prevenir la enfermedad del cáncer (vacuna del virus VPH, vacuna del virus Hepatitis B…). La vacunación permite evitar el paso de la enfermedad en el embarazo , de madre a hijo, evitándose muertes fetales y malformaciones congénitas en el bebé (que en algunos casos pueden llegar a ser graves). La vacunación reduce el riesgo de contraer enfermedades durante los viajes. Las personas que, por un motivo u otro, deciden no vacunarse, se hallan protegidas por el entorno que sí está vacunado. Es lo que se denomina la “ inmunidad colectiva ” (o lo que es lo mismo, “todos se aprovechan de la inmunización de uno”). La vacunación es un derecho básico de la ciudadanía y es gratuito en nuestro país (cabe destacar que no en todos los países ocurre lo mismo…). Efectos secundarios de la inmunización Como todo medicamento, las vacunas también tienen efectos secundarios indeseados, pero la mayoría, afortunadamente, son de carácter leve. Principalmente, causarán, en algunos casos: Enrojecimiento, dolor o hinchazón en la zona de punción. Fiebre. Sarpullidos… En casos excepcionales, las vacunas pueden desencadenar cuadros médicos más importantes, como convulsiones o reacciones alérgicas graves, entre otros. Se han descrito pocas contraindicaciones médicas frente a la administración de vacunas. EN MI OPINIÓN… Algunas de las enfermedades que se vacunan en la actualidad son tan excepcionales que opino que es normal que algunos padres se planteen si todavía es necesario mantener esa vacunación en el calendario. Hay que recordar que el germen que causa la enfermedad sigue ahí, todavía existe, ya que no ha sido erradicado y podría volver a resurgir un brote en cualquier momento.   Vacunarse es un acto de solidaridad y siempre voluntario. Lamentablemente, algunos padres, a pesar de los resultados demostrados científicamente tan aplastantes, prefieren decantarse finalmente por no vacunar a sus hijos, seguramente por la información errónea recibida acerca de las vacunas…
Cuidados Paliativos
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Cuidados Paliativos

La muerte es un hecho ineludible al cual, si no sucede de manera brusca, todos vamos a llegar, ya sea a causa de enfermedades que evolucionan hacia etapas finales, por varios problemas de salud que en su conjunto imposibiliten seguir con vida, o bien porque se haya alcanzado un grado de fragilidad extrema en la cual el cuerpo no dé más de sí. A qué se refieren De una persona que está en alguna de estas situaciones decimos que entra en una fase terminal. Es decir, se sabe con certeza que morirá en un periodo de tiempo breve y ya no se le aplican medidas terapéuticas, si no que los tratamientos que reciben son para aliviar los síntomas, a la vez que se garantiza el apoyo tanto al enfermo como a su entorno. Este abordaje integral tanto físico como emociona l es de lo que se encargan los cuidados paliativos. Más allá de la oncología En general, las personas asociamos el trabajo de la medicina paliativa a los pacientes oncológicos. Sin embargo, los cuidados paliativos no son exclusivos de la oncología , sino que se pueden aplicar a cualquier enfermedad de larga evolución que entra en una fase irreversible, como la insuficiencia cardíaca, respiratoria, renal o hepática, los diferentes tipos de demencias , o los ancianos con varias patologías que, sin ser ninguna ellas grave de manera aislada, en su conjunto lo hacen frágil e imposibilitan que la persona siga con vida por demasiado tiempo. Los cuidados paliativos, independientemente de a qué tipo de paciente se apliquen, se rigen siempre por los mismos principios: Aceptar la muerte como un proceso natural. No acelerar ni retrasar el fallecimiento. Aliviar tanto el dolor como otros síntomas de estrés (ahogo, agitación, ansiedad). Integrar aspectos psicológicos y espirituales. Mantener la máxima actividad posible hasta que se produzca el óbito. Acompañar a la familia tanto durante la enfermedad como en proceso de duelo. Las personas que arrostran una situación terminal de manera lúcida suelen tener una serie de deseos que coinciden con los principios mencionados arriba, junto con la voluntad de conservar el sentido de control sobre su situación, aliviar la carga de los cuidadores principales e intensificar la relación con sus seres queridos. El proceso paliativo debe facilitar activamente estos deseos. Casos concretos En el caso de los pacientes con un cáncer incurable la progresión de su enfermedad y su deterioro funcional se da de manera progresiva y predecible. No obstante, en el caso de las enfermedades crónicas no oncológicas el proceso es más complejo , dado que dicha progresión no es continua sino más bien fluctuante, con pasos adelante y atrás en la evolución del estado del paciente, o empeoramientos súbitos que a veces no son recuperables ni predecibles. Esta evolución algo más errática hace que el cuidado paliativo sea más complejo. Las personas ancianas frágiles que están en una situación de final de vida presentan unas características de este estado un tanto diferentes con respecto a las personas de menor edad. Dada la edad avanzada de los pacientes, la aceptación de la muerte como un hecho ineludible suele ser más sencilla , aunque no siempre es así. Asimismo, la percepción del dolor de estas personas puede ser menor que en pacientes más jóvenes , de manera que el organismo puede estar sufriendo sin que desde fuera resulte evidente. Cuando un mismo paciente padece varias enfermedades crónicas graves y sufre algún tipo de trastorno cognitivo (demencia, estado confusional), junto con la gran cantidad de medicamentos que estas situaciones conllevan, en ocasiones los síntomas de la fase terminal, la ansiedad o el disconfort del paciente puede ser infravalorados por el personal sanitario a cargo del paciente. La medicina paliativa aboga por una muerte digna , a poder ser en el domicilio y acompañado de los seres queridos por el paciente. La mayoría de los pacientes terminales desean esta situación y, sin embargo, muchas veces esto no ocurre, por las dificultades del entorno familiar y por la falta de una cobertura asistencial continuada en el domicilio y una correcta coordinación entre los diferentes grupos asistenciales implicados en el cuidado paliativo. No podemos decidir cómo nacemos, pero todos deberíamos poder decidir cómo queremos morir. Precisamente en los momentos finales de la vida es cuando resulta más necesario que se ofrezca un soporte integral al paciente y su entorno, con humanidad, con empatía, con respeto por las creencias de cada persona y, sobre todo, salvaguardando la dignidad del paciente y de sus seres queridos. La muerte, en tanto que inevitable, debería ser siempre digna.
Donación de Sangre
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Donación de Sangre

Todos los seres humanos podemos, a lo largo de nuestra vida y por múltiples causas, tener la necesidad de recibir una trasfusión de sangre . La sangre, un bien valiosísimo, es un producto biológico que, lamentablemente, no se puede crear artificialmente ni existe nada que lo sustituya, de manera que la única manera de obtenerla para poder trasfundir a los pacientes que lo precisan es mediante las donaciones desinteresadas. Por otro lado, la sangre que se dona y se almacena es perecedera , es decir, se hace inservible al cabo de un cierto tiempo, de tal modo que la necesidad de obtener sangre es constante y en ocasiones apremiante. La donación de sangre en nuestro país está regulada para que sea un acto voluntario, gratuito, anónimo, altruista y responsable. La donación de sangre en cifras Durante el año 2017 se llevaron a cabo en España un total de 1.689.131 donaciones, lo cual supone un descenso del 0,93% con respecto al año anterior y una cifra de 36,27 donaciones por cada 1.000 habitantes. De todas las personas que donaron, 181.495 fueron donantes nuevos y había registrados como donantes activos un total de 1.990.300 personas. De todos estos donantes un 56% eran hombres y un 44% mujeres. Por edades, el 30% tenían entre 18 y 30 años , el 40% entre 31 y 45 años, y el 30% restante entre los 46 y los 65 años de edad. Por grupos sanguíneos las donaciones fueron en un 42% del grupo A, en un 45% del grupo 0, en un 9% del grupo B y en un 4% del grupo AB. Las personas con grupos AB, B, 0- y A- es esencial que donen, dado que estos grupos son escasos y siempre se necesita de ellos. Cómo se utilizó esta sangre Del total de la sangre obtenida, se empleó en: Pacientes oncológicos (34%) Operaciones quirúrgicas de diversa índole (25%) Pacientes crónicos y trasplantados (21%) Anemias (15%) Procedimientos obstétricos y ginecológicos (5%) Condiciones para ser donante de sangre Para donar sangre se deben reunir unas condiciones mínimas que son: Tener entre 18 y 65 años de edad. Pesar más de 50 kg. No padecer enfermedades transmisibles por la sangre (VIH, hepatitis B o C, sífilis), ser diabético insulinodependiente, epiléptico o padecer alguna enfermedad grave. El proceso de donar sangre Cada vez que se dona se obtienen unos 450 ml de sangre . Antes de la llevar a cabo la extracción el personal médico entrevista al potencial donante y se evalúa si es apto. Hecho esto, se procede a la extracción canalizando una vena . Todo el proceso no dura más de 10 minutos. Después de la extracción el donante se queda unos minutos en observación y se le aporta hidratación y glucosa. Cada muestra de sangre donada se analiza y se evalúa la posible presencia de hepatitis B y C, VIH y sífilis . De esta manera, si se hallase alguna de estas enfermedades, el banco de sangre se pondría en contacto con el donante. Cuánta sangre se puede donar En un año los hombres pueden donar hasta cuatro veces , mientras que las mujeres solamente pueden hacerlo un máximo de tres veces . La sangre, al llegar a los bancos de sangre, es procesada y dividida en sus tres fases: glóbulos rojos, plasma y plaquetas. La mayoría de las veces se realizan donaciones de sangre total y son los bancos de sangre los que separan los componentes, pero también se pueden realizar donaciones específicas de plaquetas, leucocitos o plasma. Se estima que de cada 10 personas que ingresan en un hospital, una de ellas precisará una trasfusión de sangre, del mismo modo que se calcula que la mitad de la población de España va a necesitar que le trasfundan sangre en algún momento de su vida. Mediante este acto que apenas nos roba media hora de nuestro tiempo se pueden salvar tres vidas humanas. Con estas cifras, queda patente la necesidad de que todos nos concienciemos sobre cuán importante es donar sangre, dentro de nuestras posibilidades. Como miembros de una sociedad digna, donar sangre es un hecho altruista que supone un beneficio para todos, ya que cualquiera de nosotros, a cualquier edad, puede precisar que le realicen una trasfusión de sangre. Aconsejamos encarecidamente que ponerse en contacto con el banco de sangre más cercano al domicilio y hacerse donantes. Nuestro esfuerzo de hoy puede salvar una vida en un futuro, la nuestra o la de otras personas.
Qué Debes Saber sobre la Faringitis
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Qué Debes Saber sobre la Faringitis

La faringitis es la inflamación de la garganta o faringe causada por una infección bacteriana o vírica. Su principal síntoma es el dolor de garganta. Sin embargo, no debe confundirse con una amigdalitis, a pesar de que a veces se usan indistintamente. ACLARANDO CONCEPTOS Dolor de garganta: es la manera de llamar a la amigdalitis y faringitis en términos corrientes, no médicos.     Amigdalitis: inflamación de las amígdalas, que son las estructuras localizadas en ambas partes posteriores de la lengua dentro de los pilares amigdalinos. Faringitis : inflamación de la faringe, conducto de paredes musculares que conecta la boca con el esófago y que forma parte del tubo digestivo y contribuye a la respiración y a la fonación pues comunica con las fosas nasales, las trompas de Eustaquio y la laringe. Las causas de la faringitis La principal causa de faringitis son los virus en un 40-60%, sobre todo rinovirus, adenovirus, enterovirus, herpes virus (herpangina), VEB (virus Epstein-Barr), coronavirus, influenzavirus asociados a otra sintomatología de la vía respiratoria (tos, mocos, etc). La faringitis vírica es la más frecuente en niños de edades comprendidas entre los 12 meses y los 5 años. En menores de 2-3 años es muy poco frecuente la etología bacteriana. La causa más frecuente de faringitis bacteriana es la bacteria estreptococo S.ß-hemolítico del grupo A (s.Pyogenes) que ocasiona el 20-30% de los casos, seguidas de estreptococo de los grupos C y G (5%) (Mycoplasma y Chlamydia pneumoniae) así como (ArKanobacterium Haemolyticum). ¿Hay diferentes tipos de faringitis? Clasificaremos principalmente entre faringitis viral y faringitis bacteriana. Los síntomas se solapan muchas veces como puede verse en la tabla adjunta: Viral Bacteriana Inicio Paulatino Brusco Edad <3 años 5-15 años Estacionalidad No Invierno-Primavera Fiebre Variable Muy elevada Tos Sí No Síntomas catarrales Frecuentes Ausentes Conjuntivitis Sí No Erupciones No Escarlatina Dolor garganta No-leve Intensa Supuración Amígdala Posible-escaso Si, amarillo Vesículas / Aftas Posible No Diarrea Frecuente No Dolor abdominal No A veces Puntos rojos en el paladar y la campanilla No Frecuente ¿Cómo se diagnostica? Es muy importante en caso de sintomatología de faringitis vírica no utilizar antibióticos ya que esto va a convertirlos en menos efectivos a lo largo de la vida del paciente. Nuestro pediatra de referencia efectuará, en el caso de faringitis bacteriana, un test diagnóstico consistente en una prueba de detección rápida del antígeno de estreptococo. Este test puede realizarse en la misma consulta y sus resultados son inmediatos. Es una prueba no invasiva para nuestros pequeños pacientes y en caso de resultado positivo nos recetará un tratamiento a base de antibiótico. No es necesario efectuar siempre pruebas diagnósticas ya que la clínica de nuestros pacientes en la mayoría de los casos es indicativa del tipo de faringitis al que nos enfrentamos. Tratamiento de la faringitis El objetivo del tratamiento de la faringitis va a ser principalmente mejorar la sintomatología y a la vez eliminar la bacteria en caso de la faringitis bacteriana, causante de nuestra enfermedad: En la faringitis vírica, la experiencia de los padres o cuidadores principales pueden ser suficientes a la hora de establecer unas pautas básicas de control de síntomas: medida de la temperatura corporal, vigilar el estado general, mantener una hidratación adecuada, y alimentarlos frecuentemente con pequeñas cantidades. En estos casos, lo más habitual es que los niños prefieran alimentos de baja consistencia o bien líquidos como sopa, leche, yogur o purés , que facilitarán el paso de los mismos por la faringe inflamada. Es importante no olvidarse del control de la temperatura con la administración de ibuprofeno (Dalsy®) y paracetamol (Apiretal ®). Los productos homeopáticos existentes en el mercado también son muy efectivos para el tratamiento de la faringitis. Estos son: echinacea, própolis y cobre en gránulos… Los remedios caseros tampoco deben descartarse. Una infusión de manzanilla, un poco de miel diluida en leche caliente o una infusión templada de tomillo para hacer gárgaras, son efectivas y muy bien aceptadas. En cuanto a la faringitis bacteriana, la trataremos con un antibiótico siempre prescrito por nuestro pediatra. El de primera elección va a ser la Amoxicilina por vía oral durante 10 días en la mayoría de los casos o la penicilina V oral en casos seleccionados. En caso de alergia a la penicilina se utilizará Azitromicina o Claritromicina oral según pauta prescrita. Otras cuestiones prácticas Esta enfermedad no es hereditaria y, como cualquier enfermedad adquirida leve, su curación será siempre de corta duración, entre 8 y 10 días. Es una enfermedad muy contagiosa , aunque de poca gravedad, si se trata adecuadamente, por lo que se aconseja que los niños y adultos afectados permanezcan en casa durante dos o tres días evitando así su contagio tanto a adultos como a niños. La transmisión es siempre vía ora l, a través de la saliva, por lo tanto, unas medidas de higiene adecuadas como el lavado frecuente de manos, los pañuelos de un solo uso y la ventilación de la habitación evitarán su contagio. En caso de infecciones de repetición o resistencia al tratamiento, nos derivarán al otorrinolaringólogo (por ser el especialista en garganta, nariz y oído) para descartar causas estructurales o asociación a enfermedades de otras estructuras de la vía respiratoria o digestiva como pueden ser otitis, reflujo gastroesofágico, rinitis, sinusitis, etc. La faringitis en una enfermedad leve pero que causa malestar, sobre todo en el caso de los niños. Con nuestras indicaciones esperamos ésta sea más llevadera.
Hiperhidrosis: Tratamiento, Beneficios y Contraindicaciones
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Hiperhidrosis: Tratamiento, Beneficios y Contraindicaciones

Hay personas con una tendencia exagerada al sudor ante mínimos estímulos como el calor o los nervios. Pero la hiperhidrosis o exceso de sudoración no suele ser el resultado de ninguna enfermedad, sino de una forma de ser de algunos. Puede tratarse de un problema molesto, invalidante y con un impacto sobre las relaciones sociales y la autoestima, ya que quienes lo sufren suelen manchar la ropa o tienen un olor corporal desagradable. En la actualidad, hay todo un abanico de opciones terapéuticas. Sudoración profusa: ¿es una enfermedad? La hiperhidrosis no suele considerarse una enfermedad. Sin embargo, hay personas que pueden sudar profusamente por un trastorno del sistema nervioso o por un tumor , por lo que una visita inicial con un dermatólogo o un neurólogo descartará estas posibilidades. En general, más del 90% de las hiperhidrosis no tienen una causa conocida, comienzan en la adolescencia y pueden persistir toda la vida. ¿Qué consecuencias tiene? En las manos, las personas con un exceso de sudor manchan de tinta el folio donde escriben, y pueden tener inhibición social al rehuir estrechar la mano de otra persona. Además, la sudoración aumenta con los nervios, y no es fácil de parar por voluntad propia. En los casos muy exagerados, la persona moja cualquier utensilio y le caen gotas de sudor de las manos, con los problemas sociales y laborales que esto puede comportar. En los pies o axilas, el sudor provoca cambios en el olor corporal por aumento de las bacterias de la zona, lo cual puede ser molesto y dificultar las relaciones sociales. Estas personas tienen que cambiarse de ropa con más frecuencia, y pueden manifestar inhibición social y mala aceptación de su autoimagen. ¿Hay una solución? Existen toda una serie de tratamientos que pueden mitigar o solucionar el problema, y los pasamos a enumerar, desde los más clásicos hasta los más modernos. Antitranspirantes:  Es probable se hayan probado ya muchos desodorantes y antitranspirantes, pero antes de pensar en tratamientos más complejos, deben emplearse los antitranspirantes de hexacloruro de aluminio, que pueden conseguirse en farmacias. Tienen un gran poder astringente (secante) y pueden mantener la piel seca durante horas. Para algunos pacientes puede ser suficiente aplicarlos cada dos días. Si se usan con demasiada frecuencia y cantidad pueden secar e irritar la piel. Iontoforesis:  Es un tratamiento que se realiza con un aparato que se adquiere en algunas farmacias o de venta online. Consiste en una pequeña cubeta que se llena de agua mezclada con sales químicas, y se conecta a la corriente eléctrica. Se genera un fenómeno de movimiento de iones con el campo eléctrico que hace penetrar sustancias en la piel, reduciendo la salida del sudor. Hay que sumergir manos y pies durante unos minutos. No destruye las glándulas del sudor, y es un tratamiento conservador y reversible. Esto también supone que hay que irlo realizando con cierta frecuencia para mantener la zona tratada lo suficientemente seca, y que si se deja de realizar la zona vuelve a sudar igual que antes. Es un tratamiento que puede servir para manos y pies, sumergiéndolos en la cubeta unos minutos, pero difícilmente para otras zonas del cuerpo. Toxina botulínica:  Las inyecciones de toxina botulínica (Botox) en zonas que sudan, como manos o axilas, pueden reducir la capacidad de las glándulas para producir sudor. Esto es debido a que la toxina interfiere con la conducción nerviosa a nivel de la glándula. Con el tiempo, y repitiendo las inyecciones a intervalos periódicos, la zona llega a desarrollar una cierta atrofia de las glándulas, sudando cada vez menos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el efecto del tratamiento es temporal, reversible, y hay que irlo repitiendo. Tiene como inconveniente que la toxina puede provocar disminución de la fuerza muscular en la zona, y que las inyecciones son dolorosas. Además, es un tratamiento costoso. Simpatectomía:  Consiste en una operación que se realiza mediante toracoscopia, con cirugía mínimamente invasiva, llegando hasta una zona próxima a la médula espinal, donde se destruye un ganglio que es el responsable de la inervación vegetativa en la zona axilar. Al hacerlo, la axila deja de sudar inmediatamente, y en general de forma definitiva. Sin embargo, la técnica es una intervención quirúrgica con los riesgos que ello comporta. Como efecto secundario más típico, en algunos pacientes puede haber sudor compensatorio en otra zona del cuerpo (sudoración “de rebote”), como el pecho o la espalda. Es una técnica que funciona únicamente para el sudor de las manos , y no existe su equivalente para los pies o las axilas. Para conocerla y llevarla a cabo el paciente debe ser valorado por un cirujano torácico. Microondas:  Se trata del tratamiento más novedoso y que se perfila como la técnica de elección para la zona axilar, tanto por la eficacia como por los escasos efectos secundarios. Consiste en aplicar energía electromagnética (como los aparatos de microondas), provocando la disolución y vaporización de las glándulas del sudor en las axilas. Calienta la capa existente entre la piel y la grasa, donde están situadas las glándulas, hasta que son destruidas, sin afectar a la piel, la grasa ni los músculos. Además, destruye el pelo axilar, por lo que es un método de depilación permanente de la zona. El tratamiento es indoloro, y los resultados son inmediatos. En general, se realiza en una o dos sesiones de una hora y media de duración. No interfiere con la vida diaria, no es necesario el ingreso en un hospital como en el caso de la simpatectomía, ni comporta una baja médica. Otras opciones de tratamiento Además de los tratamientos mencionados, existen algunas otras opciones. Algunos medicamentos por vía oral reducen la actividad del sistema nervioso vegetativo y disminuyen la sudoración periférica. Sin embargo, pueden comportar efectos secundarios como mareos o alucinaciones. Además, se han probado diferentes láseres con la intención de destruir las glándulas sudoríparas sin dañar otras estructuras de la piel, pero no han llegado al grado de desarrollo de las microondas. En resumen: cómo dejarse aconsejar En general, en una primera visita a un dermatólogo se recomendarán en primer lugar los métodos poco costosos y menos invasivos, como los antitranspirantes y la iontoforesis, para pasar a un método más costoso como el Botox o las microondas si los primeros fracasan. La simpatectomía por toracoscopia se contempla como la última opción, ya que incluye una intervención quirúrgica con lo que ello comporta de riesgos, postoperatorio e interferencia con la vida diaria. En cualquier caso, las opciones y rutas terapéuticas deben de ser el fruto de un acuerdo entre médico y paciente.
Control del Valor de las Transaminasas
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Control del Valor de las Transaminasas

Te encuentras bien, pero en una analítica de control rutinaria te hallan los valores de transaminasas elevados… ¿Qué puede significar? ¿Qué son las transaminasas? Las transaminasas son unas enzimas (proteínas) cuya función es esencial para la producción de los aminoácidos (unidades básicas), necesarios para la síntesis de proteínas en el hígado. La aspartatoaminotransferasa (AST o GOT): se encuentra en el hígado, miocardio, músculo esquelético, riñones, cerebro, páncreas, pulmones y células de la sangre (leucocitos y eritrocitos), en orden decreciente de concentración. La alaninoaminotransferasa (ALT o GPT): se encuentra principalmente en los hepatocitos (células del hígado) y, dado que se expresa en muy pequeña cantidad en otros tejidos, se considera más específica de daño hepatocelular. Ambas están presentes en el suero sanguíneo en concentraciones inferiores a 30-40 UI/L, aunque los valores considerados de normalidad pueden variar entre laboratorios. Además, en ocasiones, se recomienda utilizar límites superiores diferentes del rango de referencia en función de la edad o del sexo. En general, a más edad, menor límite de normalidad y el punto de corte es más alto en hombres que en mujeres. La elevación plasmática de las transaminasas, fenómeno denominado hipertransaminasemia , es un indicador sensible del daño hepatocelular, aunque no específico. ¿Es muy frecuente? Entre el 1-9% de la población asintomática puede presentar elevación en sangre de las transaminasas.  Muchos de los casos se detectan de forma accidental cuando se solicitan analíticas sanguíneas para estudio de otros motivos. La esteatosis o esteatohepatitis no alcohólica es la causa más frecuente de hipertransaminasemia en adultos y son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecerla, enfermedades como la diabetes o la obesidad. La enfermedad hepática como complicación se presenta en el 3% de embarazos . Incluye desde alteraciones bioquímicas anodinas hasta casos de insuficiencia hepática grave, pudiendo comprometer incluso la vida de la gestante y/o el feto. ¿Por qué pasa? Cualquier tipo de lesión celular hepática puede producir valores anormales en forma de elevaciones ligeras de las aminotransferasas. Valores de hasta 300 UI/L son inespecíficos y pueden aparecer en cualquier trastorno hepático.  Las elevaciones intensas por encima de 1000 UI/L se producen casi exclusivamente en los trastornos asociados a lesión hepatocelular extensa como  hepatitis víricas (VHB, VHC, VHA…), lesión hepática isquémica (por falta de oxígeno en el hígado) a causa p.ej. de una hipotensión  prolongada o una insuficiencia cardiaca, así como también, lesiones hepáticas inducidas por toxinas o fármacos. De todos es conocida la asociación entre alcohol y daño hepático. Además del daño hepático directo existen otros factores que pueden alterar los niveles de transaminasas como son el hipotiroidismo (tiroides poco funcionante), el ejercicio físico o la patología muscular, entre otros ejemplos. Causas hepáticas comunes Causas hepáticas poco frecuentes Causas extrahepáticas Alcohol.  Hepatitis autoinmunes.    Celiaquía. Cirrosis.  Hemocromatosis.   Miopatía. Hepatitis B crónica. Déficit de alfa 1 antitripsina.    Hipotiroidismo Hepatitis C crónica. Enfermedad de Wilson. Ejercicio intenso. Hepatitis vírica aguda (VIH, VHA…)  Enf. vías biliares… Esteatosis/esteatohepatitis. Fármacos/tóxicos. ¿Cómo reconocerla? A la elevación sérica de transaminasas les pueden acompañar otros signos y síntomas clínicos, que pueden dar pista y ayudar en el diagnóstico de la causa, como pueden ser: Ictericia (tono amarillento de piel y mucosas). Acolia (heces blancas, sin pigmentación). Coluria (orina muy oscura, similar a la bebida de cola). Prurito (picor en la piel). Fiebre. Rash cutáneo (erupción). Artromialgias (dolores articulares y musculares). Anorexia (pérdida de apetito) y pérdida de peso. Diarrea… Diagnóstico El estudio debería comenzar siempre por una exhaustiva entrevista médica y una exploración física minuciosa del paciente. Son importantes aspectos como: Profesión u ocupación. Consumo de fármacos o productos de herboristería. Hábitos tóxicos (alcohol, drogas y tabaco). Hábitos sexuales. Viajes recientes a países endémicos. Tatuajes, piercings o acupuntura. Antecedentes médico-quirúrgicos de interés (enfermedades sistémicas conocidas como diabetes, obesidad, enfermedad tiroidea, insuficiencia suprarrenal, enfermedad inflamatoria intestinal, anemia hemolítica, leucemia, linfoma, infecciones, insuficiencia cardiaca… antecedentes de intervención quirúrgica, necesidad de transfusión, etc). Antecedentes familiares de hepatopatía , enfermedad autoinmune y otras enf. hereditarias (enfermedad de Wilson, hemocromatosis…). A partir de ahí, no existe una batería de pruebas establecida para el estudio del paciente con transaminasas elevadas. Deberá realizarse una aproximación diagnóstica individualizada a cada caso, basada en los hallazgos de la evaluación inicial. Antes de indicar cualquier otra prueba diagnóstica complementaria, es recomendable repetir el estudio analítico de los niveles de transaminasas en sangre, entre dos y ocho semanas después del primer análisis. Mientras tanto, se recomendará al paciente suprimir todas aquellas causas frecuentes y potencialmente reversibles  de daño hepático. Se solicitará un hemograma más  bioquímica que incluya glucosa, perfil lipídico, estudio de la coagulación y proteinograma (albúmina),  bilirrubina total y directa, fosfatasa alcalina, gammaglutamil transpeptidasa (GGT), serologías a hepatitis A, B y C, hormonas tiroideas, estudio del hierro… En algunos casos, son las pruebas de imagen las que dan el diagnóstico definitivo y en la mayoría se utilizan para completar el estudio: Ecografía abdominal : útil para evaluar el tamaño, morfología y ecogenicidad del hígado, el calibre y contenido de la vía biliar, los vasos sanguíneos hepáticos y exploración de la existencia de tumores.  Está recomendada para confirmar la esteatosis hepática (hígado graso). Scáner o tomografía (TC) y resonancia magnética (RM) pueden proporcionar excelentes imágenes del hígado y son particularmente útiles en la detección de metástasis y abscesos (infecciones encapsuladas). Biopsia hepática: tiene una especial relevancia en la evaluación del paciente con alteración de la bioquímica hepática persistente y de etiología no aclarada. Aporta información tanto diagnóstica como pronóstica y ayuda en la toma de decisiones en el manejo terapéutico de muchas patologías. ¿CUÁNDO DERIVAR AL ESPECIALISTA AL PACIENTE CON HIPERTRANSAMINASEMIA? Cuando el estudio inicial realizado en atención primaria es negativo y persiste la alteración analítica, haciéndose necesario la realización de otras pruebas complementarias diagnósticas. Cuando el estudio inicial es negativo pero la sospecha diagnóstica de cierta patología es alta. Cuando haya sospecha de fallo hepático agudo. Cuando haya que decidir acerca de un tratamiento específico. Tratamiento El tratamiento irá encaminado a intentar bajar los niveles de transaminasas en sangre, y será el tratamiento específico de la causa en aquellos casos en que sea posible (por ejemplo, un tratamiento con interferón pegilado en el caso de infección por virus VHC). Se recomendará al paciente suprimir todas aquellas causas frecuentes y potencialmente reversibles de daño hepático, como puede ser, por ejemplo, la eliminación en la medida de lo posible de determinados fármacos que puedan resultar hepatotóxicos o el consumo de productos fitoterápicos , se aconsejará a bstinencia etílica y control de hipertensión arteria l, diabetes, hipercolesterolemia u obesidad, entre otros ejemplos.
Drenaje Linfático, ¿Funciona?
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Drenaje Linfático, ¿Funciona?

Está más o menos en boca de todos, pero si tuviéramos que explicarlo pocos podrían hacerlo correctamente. Pues bien, el drenaje linfático se puede definir como una serie protocolizada de maniobras manuales muy suaves que, basadas en un profundo estudio de la anatomía y fisiología del sistema linfático, se realizan para drenar o desplazar la linfa que por cualquier causa patológica se encuentra estancada ( edema ), a territorios linfáticos sanos para su evacuación hacia el torrente venoso. Un paseo por el sistema linfático Previamente a adentrarnos en el drenaje linfático y sus características, definimos el sistema linfático como un sistema complejo formado por una serie de órganos y una red de vasos linfáticos. Cada órgano que constituye dicho sistema posee funciones bien definidas y diferenciadas. Los vasos linfáticos se encargan de llevar la linfa que se origina a nivel de los tejidos hacia el sistema venoso y la reincorpora a la circulación sanguínea. Estos vasos se encuentran presentes en prácticamente todo el organismo (excepto sistema nervioso central, médula ósea y cartílagos). Poseen forma de dedo de guante y se comunican entre sí formando una red de pequeños vasos denominados capilares linfáticos. La linfa es un líquido de color ligeramente amarillento formado en su mayor proporción (90%) por agua. Asimismo, está constituida por proteínas, que desde el torrente circulatorio han pasado a los tejidos, grasas, restos de células muertas, de bacterias y de células presentes en la sangre como los linfocitos. La linfa se depura y es filtrada por los nódulos linfáticos también denominados ganglios linfáticos antes de retornar a la circulación general. Desde los capilares sanguíneos sale a los tejidos una cierta cantidad de líquido que, en condiciones normales (90%), es reabsorbido, en su mayor parte, por los propios capilares. El resto (10%) se elimina a través de los vasos linfáticos. En todo el organismo se forman de uno a dos litros de linfa. A lo largo del recorrido de los vasos linfáticos presentan engrosamientos que corresponden a los ganglios o nódulos linfáticos . Estos ganglios constituyen una parte fundamental del sistema linfático ya que poseen funciones importantes en la defensa del organismo (inmunidad). Se sitúan a lo largo de todo el organismo, siendo especialmente abundantes en cuello, axilas e ingles. Poseen una forma variable (redondeado, alargado o con forma de habichuela) y un tamaño que oscila entre 0,5 y 1 cm y que puede aumentar debido a procesos infecciosos o tumorales. Otros órganos linfáticos son: La médula ósea. Las amígdalas. El timo. El bazo ¿Qué funciones tiene? Defensa: en los ganglios linfáticos, los linfocitos se reproducen para dar respuesta a los antígenos. Absorción de grasas: la mayor parte de las grasas son absorbidas por el sistema linfático y transportadas posteriormente hacia la sangre. Intercambio capilar: recupera sustancias que el flujo sanguíneo ha perdido en el intercambio capilar. Efectos del drenaje linfático El masaje de drenaje linfático tiene los siguientes efectos en nuestro organismo: Acción simpaticolítica : se refiere a todas aquellas sustancias que reducen o suprimen por completo la acción del Sistema Nervioso Simpático (sistema que nos pone en alerta, nos prepara para la acción, para la lucha, la huida o la pelea). Con la inhibición del sistema nervioso simpático se permite que el sistema nervioso parasimpático actúe con mayor fuerza (logrando o consiguiendo con esta acción la relajación del paciente). Acción analgésica: el drenaje linfático manual produce analgesia a través de varios mecanismos, entre los que podemos mencionar estos tres: Al disminuir la presión local de la inflamación o acumulación de líquidos, las terminaciones nerviosas libres dejan de ser estimuladas. El masaje representa un estímulo para los  mecanoreceptores, que van a hacer que se inhiba la transmisión de impulsos nocioceptivos (impulsos de dolor) que viaja por ciertas terminaciones nerviosas (terminaciones nerviosas gruesas). Es decir: el cerebro da prioridad al estímulo del masaje y ”olvida” el estímulo doloroso. Como se ayuda a evacuar sustancias del tejido conectivo, se facilita también la evacuación de sustancias tóxicas cuyo acúmulo produce la estimulación de las terminaciones nerviosas del dolor. Relajación: como se ha mencionado, el drenaje linfático tiene efecto simpaticolítico. Al aumentar la actividad del sistema parasimpático se produce un estado de relajación, y cualquier terapia que produzca relajación va a inducir a la sedación del paciente. Acción Inmunitaria : las maniobras del masaje de drenaje linfático favorecen los mecanismos inmunológicos del organismo, al estimular el movimiento de la linfa y la acción de los ganglios linfáticos. Acción Drenante: es la acción más importante del drenaje. Por un lado, el efecto drenante se basa en la evacuación de sustancias y líquido del tejido superficial, y secundariamente se va a favorecer la circulación linfática más profunda, porque favorece el automatismo de los linfangiones al hacer que los vasos linfáticos se llenen de linfa. INDICADO ESPECIALMENTE EN… Acné. Celulitis (la grasa acumulada retiene agua como si fuera una esponja). Edemas faciales. Varices. Fibromialgia. Linfedema. Edemas por embarazo (prevención de estrías, descarga de las piernas). Edemas linfoestáticos (en los edemas de brazo tras extirpación mamaria). Edema del sistema nervioso (migrañas, dolores de cabeza, vértigo). Edemas postoperatorios y para mejorar la presentación de cicatrices. Enfermedades crónicas de las vías respiratorias (rinitis, sinusitis, faringitis, amigdalitis…) Edemas de origen traumático : hematomas, luxaciones, distensiones musculares, desgarros musculares, siendo muy indicado para la recuperación de los deportistas. Artritis, artrosis y afecciones de las partes blandas (capsulitis, tendinitis, etc.) Linfedema congénito o adquirido. Edemas en la menstruación. Distonía neurovegetativa (nervios, ansiedad). Úlceras de decúbito. Hematomas. ¿Tiene contraindicaciones? Contraindicaciones relativas En determinados casos, la utilización o no del drenaje linfático deberá ser evaluada en función de la situación médica de cada paciente: Hipotensión arterial. Enfermedades de la glándula tiroides: hipertiroidismo e hipotiroidismo. Dolores pélvicos. Enfermedades autoinmunoalérgicas, como lupus o artritis reumatoide. Inflamaciones agudas, como gota, reuma o cólico nefrítico. Nevus (lunares). Post-tromboflebitis y post-trombosis. Procesos abdominales dolorosos: menstruaciones copiosas o dolor abdominal. Edemas por insuficiencia cardíaca congestiva. Insuficiencia cardíaca descompensada. Síndrome del seno carotídeo. Patología renal. Contraindicaciones absolutas Edemas linfodinámicos por desnutrición (pocas proteínas en sangre). Flebitis, trombosis o tromboflebitis. Infecciones agudas por el peligro de propagación por vía linfática. Descompensación cardíaca. Varices tortuosas y con relieve. Crisis asmática por su efecto vagotónico. La formación del especialista en drenaje linfático requiere del conocimiento de todas las circunstancias en las cuales esta técnica no es adecuada, así como el tratamiento óptimo en cada caso. De ahí la importancia de acudir a profesionales especializados (fisioterapeutas o enfermeros/as), tanto si se trata de técnicas manuales como mecánicas.
Dopamina: Funciones e Indicaciones
Artículo especializado

Dopamina: Funciones e Indicaciones

Actualizado el 27/06/2022 La dopamina forma parte de los numerosos mensajeros químicos o neurotransmisores que participan en nuestro sistema nervioso. Está involucrada en multitud de funciones cerebrales y fisiológicas. La atención, la regulación de la vigilia y el sueño y la memoria son algunas de ellas. ¿Qué es la dopamina? La dopamina es un neurotransmisor perteneciente a la familia química de las catecolaminas que se encuentra distribuida en diferentes regiones, pero tiene mayor concentración en la corteza prefrontal, que se encarga de la toma de decisiones y en el hipocampo, que se encarga entre muchas funciones de la memoria. ¿Cuáles son las funciones de la dopamina? La dopamina participa en múltiples funciones cerebrales entre las que se pueden citar: El aprendizaje y la memoria. La motivación y de sensaciones placenteras. El sueño. El estado de ánimo. La atención. La actividad motora. La regulación de la secreción de la prolactina durante el embarazo, para la creación de la leche materna. Debido a que está involucrada en una gran cantidad de procesos, una alteración en los niveles normales de este neurotransmisor puede tener consecuencias negativas. Por ejemplo, niveles bajos de dopamina se asocian con dificultad para estudiar, ya que estos influyen en nuestra capacidad de mantener el foco de atención y en la memoria. En contraposición, niveles elevados de dopamina se relacionan con la hiperactivación motora y aparición de tics y movimientos innecesarios característicos de enfermedades como el Parkinson. Dopamina y memoria Los niveles alterados de dopamina pueden afectar a diversas funciones cognitivas, concretamente a la memoria, el aprendizaje y la atención. La dopamina nos ayuda a sentirnos con energía y a la memorización a corto plazo, lo que influye en la capacidad de retener la información. En este sentido, la dopamina podría estar relacionada con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Algunas investigaciones apuntan en esta línea vinculando el trastorno de la atención con la disminución de receptores de dopamina. Dopamina e hiperactivación cerebral Existen diversos estudios que asocian los síntomas positivos de la esquizofrenia, como delirios y alucinaciones, con el aumento de los receptores de dopamina. Por lo que muchos antipsicóticos funcionan como inhibidores del funcionamiento de estos receptores para que desaparezcan parte de los síntomas. Dopamina y placer Que tu equipo gane un partido importante, sacar una buena nota en un examen, ir a un concierto o disfrutar de tu comida favorita, todas estas situaciones son muy placenteras. La dopamina se encarga de que tengas esa sensación de placer, y que te mantengas motivado por seguir haciendo estas actividades. Por desgracia, existen sustancias estupefacientes que confunden a nuestro organismo. La alteración de la actividad dopaminérgica de estas sustancias nos hace experimentar placer “artificialmente”. Se ha demostrado que sustancias estupefacientes como la cocaína, las anfetaminas o la nicotina incrementan la trasmisión dopaminérgica en áreas cerebrales límbicas, involucradas en la generación de emociones. Dopamina y estado de ánimo La dopamina al ser el neurotransmisor del placer, también se relaciona con la tristeza y la depresión. Una carencia de actividad dopaminérgica hace difícil que consigamos disfrutar incluso de aquellas cosas que más nos gusten.  A esto se le conoce como anhedonia. Dopamina y sueño La melatonina, la hormona del sueño, necesita que se segregue dopamina para su regulación. La dopamina junto con el cortisol y la noradrenalina, se encargan de regular los cambios en la actividad cerebral en la función del ciclo de sueño-vigilia. La dopamina durante el día es la encargada de inhibir la producción de melatonina, lo que contribuye a que nos despertemos sin la sensación de cansancio. Cuando los niveles de dopamina disminuyen, tendremos la sensación de estar cansados durante todo el día. Por el contrario, unos niveles elevados de dopamina pueden contribuir a la aparición de insomnio al inhibir la aparición de la hormona del sueño. Dopamina y movimiento En la enfermedad de Parkinson se produce una disminución progresiva de las neuronas y neuro receptores, lo que conlleva la aparición de rigidez, movimientos lentos y temblores. La levodopa −un aminoácido precursor de la dopamina− es uno de los medicamentos utilizados para aumentar los niveles de dopamina, permitiendo restablecer el movimiento normal en las personas con Parkinson. Sin embargo, cuando se establece un tratamiento para aumentar los niveles de dopamina es preciso tener en cuenta que esta juega un papel en la adicción y el control de impulsos. No hay que olvidar que la dopamina es la hormona del placer. Por ello, algunas personas con tratamientos que incluyen levodopa desarrollan comportamientos adictivos, que pueden incluir el juego compulsivo, comportamientos repetitivos o hipersexualidad. ¿Cómo mantener la dopamina en niveles adecuados? El estrés, cuya hormona es el cortisol, influye en la actividad dopaminérgica. De este modo, las actividades que pueden contribuir a mantener unos niveles adecuados de dopamina son todas aquellas que disminuyan el estrés, incluyendo: Deporte y actividad física. Yoga. Meditación. Actividades con componente social. Además, un buen descanso y una dieta saludable rica en alimentos vegetales y antioxidantes pueden contribuir muy positivamente al mantenimiento de los niveles fisiológicos óptimos de dopamina. Por eso, cuando un profesional de la salud te recomienda hacer deporte o descansar, también quiere que aprendas a cuidar de tu entorno hormonal. Preguntas frecuentes ¿Qué es la dopamina? La dopamina es un neurotransmisor involucrado en la toma de decisiones y en muchas otras funciones cerebrales como la memoria, las sensaciones placenteras, el sueño, el estado de ánimo, la atención y la actividad motora, entre otras. ¿Existen tratamientos para aumentar la dopamina? La levodopa es un aminoácido precursor de la dopamina y se utiliza para aumentar los niveles de dopamina en patologías como el Parkinson con el objetivo de mejorar y normalizar el movimiento en las personas afectadas. ¿Se puede aumentar la dopamina de forma natural? El estrés es uno de los principales causantes de la disminución en la actividad dopaminérgica. Todas las acciones que se lleven a cabo para reducir el estrés contribuirán a aumentar los niveles de dopamina, entre ellas, hacer deporte, la meditación, el yoga y la interacción social. También serán beneficiosos un buen descanso y una dieta saludable. ¿Tienes dudas? 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Contenidos sobre enfermedades
Somos conscientes de que los conceptos médicos pueden resultar confusos si no te los explican con claridad. Para evitar esto, le hemos pedido a nuestros profesionales que preparen estas fichas en donde podrás acceder a información relevante sobre enfermedades que te ayudará a entender de una manera sencilla por qué se producen y por qué es necesario su tratamiento.
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Periodontitis
Enfermedad

Periodontitis

¿Qué es la periodontitis? Una enfermedad también conocida como piorrea y enfermedad periodontal , que pertenece a la especialidad de odontología y es considerada una dolencia de tipo grave. Tipos de periodontitis La periodontitis se puede dividir en tres tipos: Crónica : este tipo de periodontitis surge por malos hábitos como el consumo de tabaco, sumados a una gran acumulación de placa bacteriana y sarro debido a una mala higiene bucodental. Aguda : en este caso la periodontitis aparece de manera brusca, dañando el tejido blando, sin necesidad que haya un exceso de placa bacteriana o sarro. Es frecuente en adolescentes. Úlcero necrosante : es la periodontitis más grave. Es muy dolorosa y además de sangrado e inflamación de las encías puede desarrollar más síntomas, como úlceras en la boca, fiebre y malestar general. Causas de la periodontitis La periodontitis surge a causa de que se acumula placa bacteriana entre los dientes y encías. Esto se debe a que la placa, principalmente formada por bacterias , se adhiere al diente y a la encía debido a la acumulación de restos de comida. Esta placa bacteriana si no se retira, se acumula y endurece formando el sarro, el cual solo se puede retirar mediante el instrumental del dentista. El sarro, si no es retirado, provoca la gingivitis, que es la inflamación de las encías, y si esta no se trata, las bacterias llegan al tejido blando y al hueso de la mandíbula , debilitando el agarre de los dientes, lo que provoca la periodontitis. Síntomas de periodontitis Los signos y síntomas de la periodontitis son: Inflamación de las encías. Aumento de la sensibilidad de las encías. Retracción de las encías. Color brillante de las encías. Aparición de pus en los dientes y encías. Mal aliento. Los dientes se mueven y duelen al comer. Tratamiento para la periodontitis El tratamiento aplicado para la periodontitis varía según la gravedad y/o lo avanzada que esté la enfermedad. Si aún no ha profundizado mucho el tratamiento puede consistir en el raspado y alisado radicular , dos técnicas empleadas para la eliminación de sarro, además de la toma de antibióticos para la infección bacteriana. Sin embargo, si la enfermedad está muy avanzada se debe recurrir a la cirugía. La intervención quirúrgica variará según la necesidad de cada paciente. Puede ser una cirugía para realizar un raspado y alisado radicular más profundo, realizar un injerto óseo o del tejido blando , regenerar los tejidos, o estimular su regeneración. Pruebas complementarias del tratamiento de periodontitis Lo primero que llevará a cabo el médico será una evaluación física de la boca del paciente para ver la presencia de sarro , sangrado y/o debilidad de los dientes. Esto, sumado a los síntomas que le comunique el paciente, le permitirá elaborar un diagnóstico. No obstante, para cerciorarse y ver hasta qué profundidad ha llegado la infección , el médico pedirá pruebas de diagnóstico por imagen, como una radiografía dental. Factores desencadenantes de periodontitis La periodontitis es la infección de la encías que llega hasta el tejido blando y el hueso donde se soportan los dientes, siendo el principal factor desencadenante de esta enfermedad una gingivitis no tratada, puesto que la gingivitis es la enfermedad previa a la periodontitis y sus síntomas son la inflamación de las encías debido a la acumulación de sarro entre estas y los dientes. Factores de riesgo de periodontitis Los principales factores de riesgo que pueden aumentar que el paciente desarrolle periodontitis son: Edad :  cuanto mayor es la edad del paciente más probabilidad hay de padecer la enfermedad. Genética : esta enfermedad muchas veces está relacionada con los antecedentes familiares. Historial médico del paciente : la periodontitis puede ser causada por otras enfermedades que tenga el paciente que dañen el sistema inmunitario o que sean crónicas, como la diabetes. Si el paciente padece gingivitis y no se ha puesto en tratamiento. Hábitos de vida : el consumo de tabaco y otras sustancias sumado a una mala higiene bucal puede aumentar el riesgo de esta enfermedad. También una mala alimentación. Complicaciones de la periodontitis Pérdida de los dientes por su caída. Infección bacteriana. Anomalías en el corazón y los pulmones si las bacterias se van al torrente sanguíneo. Prevención de la periodontitis Tener una correcta higiene bucal. Cepillarse los dientes tras cada comida. Hacer uso del hilo dental y el enjuague bucal. Realizar revisiones dentales periódicas. Acudir al dentista a eliminar el sarro y la placa bacteriana. Especialidades a las que pertenece la periodontitis El especialista médico encargado de tratar la periodontitis es el odontólogo. Preguntas frecuentes ¿Qué precio tiene un curetaje dental? El curetaje dental se realiza dividiendo la boca en 4 cuadrantes, siendo el precio de cada cuadrante entre 60 € y 80 € . ¿Qué es la periodontitis agresiva? Es un tipo de periodontitis similar a la crónica , pero cuya aparición es brusca y ataca de manera muy rápida al tejido blando de la mandíbula sin haber excesiva presencia de sarro y/o placa bacteriana. ¿Qué es la profilaxis dental? La profilaxis dental se emplea tanto para mantener una buena higiene dental mediante la práctica periódica como para evitar el avance de la gingivitis y la periodontitis mediante la eliminación de las bacterias, el sarro y la placa en profundidad. ¿Qué es un especialista en endodoncias? El especialista en endodoncias es el endodoncista y es el médico encargado de mantener y/o recuperar el estado óptimo de salud de la parte perirradicular (alrededor de la raíz) del diente. ¿Qué diferencia hay entre un empaste y una endodoncia? El empaste se realiza tras la eliminación de una caries en la parte superficial del diente, mientras que la endodoncia se realiza en la zona del nervio del diente, extrayendo la pulpa dental.
Rinitis
Enfermedad

Rinitis

¿Qué es la rinitis? La rinitis es una inflamación de la mucosa nasal (su revestimiento interno), que produce síntomas característicos como congestión nasal, moqueo (rinorrea), estornudos y picor (prurito). Cuando esta inflamación se extiende a la mucosa de los senos paranasales (estructuras en forma de cavidad que se encuentran en el macizo facial), se denomina rinosinusitis. La rinitis más frecuente es la de origen alérgico afectando hasta a un 30% de las personas adultas. Este tipo de rinitis se asocia muy frecuentemente como síntoma acompañante en los pacientes diagnosticados de asma . Se puede considerar esta patología como de gravedad moderada, ya que supone una alteración en la calidad de vida del paciente muy importante, interfiriendo en su desarrollo laboral, personal, etc. Tipos y causas de la rinitis Hay distintas clasificaciones de la rinitis. Se pueden dividir los tipos de rinitis en : Rinitis alérgica : producida por una reacción exagerada del sistema de defensa a nivel de la mucosa de la nariz en respuesta a la toma de contacto con sustancias que producen esta reacción al inhalarlas (epitelios de animales, ácaros, inhalantes domésticos, pólenes, etc..). Dependiendo del tipo de sustancia que produce la alergia podrá presentarse de forma estacional o perenne. Rinitis no alérgicas : se producen por distintas causas. En este grupo podemos encontrar: Rinitis infecciosas producidas por un microorganismo como virus o bacterias. Rinitis vasomotoras: se producen por una hiperfunción del sistema nervioso (parasimpático). Rinitis ocupacionales: son debidas a una respuesta en la mucosa nasal ante agentes presentes en el trabajo (animales, graneros, maderas, látex, agentes químicos…etc.). Pueden ser debidas a una reacción alérgica o no. Rinitis producidas por alteraciones hormonales (durante el embarazo, la menopausia, toma de anticonceptivos, en los pacientes que presentan alteraciones tiroideas, etc.) Rinitis desencadenadas por la toma de fármacos como antiinflamatorios, reserpina, metildopa, inhibidores de la ECA, betabloqueantes, anticonceptivos orales, vasoconstrictores, clorpromazina, etc. Rinitis emocionales: desencadenadas principalmente por el estrés y la estimulación sexual. Rinitis seca anterior: la inflamación de la mucosa se produce en los ⅔ anteriores de la fosa nasal y se desencadena por factores ambientales de sequedad, contaminación, aire acondicionado, etc. Rinitis crónica atrófica: también denominada ocena. Es un estado más avanzado de una rinitis seca en el que se ha producido una alteración de la mucosa nasal persistente. Rinitis no alérgica con eosinofilia (NARES): en esta hay un aumento de eosinófilos en la mucosa nasal (un tipo de células de defensa) de forma perenne. Síntomas de la rinitis Los síntomas principales de las rinitis son congestión nasal, moqueo (rinorrea), estornudos, picor (prurito), sangrado nasal (epistaxis) y dolor de cabeza (cefalea). Puede ser uní o bilateral Dentro de cada una de las rinitis, pueden presentarse ligeras diferencias entre los síntomas que presentan. Así en algunas predomina la congestión nasal y dificultad para la respiración por la nariz, esto se da por ejemplo en la rinitis producida por una infección vírica en el catarro común, en el que aparece un moqueo (rinorrea) inicialmente acuosa y después más viscosa con disminución del olfato, con enrojecimiento en la zona nasal, acompañado de fiebre y malestar general. En la rinitis alérgica la congestión es el síntoma predominante acompañado de estornudo en salvas, picor nasal y/o ocular y rinorrea acuosa, apareciendo más frecuentemente en personas jóvenes. Así mismo, la rinitis vasomotora también establece como su síntoma principal la obstrucción nasal acompañada de crisis de moqueo o rinorrea clara con episodios de estornudos, apareciendo en pacientes de edades medias. En la rinorrea crónica no alérgico con eosinofilia (NARES), se presenta la obstrucción nasal con principal síntoma, sin picor ni estornudos. Esta enfermedad se asocia frecuentemente a la presencia de pólipos nasales (crecimiento de tejido anormal en la mucosa de la nariz) y asma. En la rinitis crónica hipertrófica aparece obstrucción nasal alternante, “habla” nasal y moqueo denso. En otras rinitis el síntoma más predominante es la sequedad nasal. Así pasa, por ejemplo, en la rinitis seca anterior en la que pueden aparecer costras nasales y sangrado (epistaxis) frecuente). En la rinitis crónica atrófica (ocena) además es característico que se produzca mal olor, aparecen costras en la mucosa y dificultad para oler. Tratamiento para la rinitis La consideración inicial fundamental es el evitar los desencadenantes que puedan estar asociados. Además, se aconseja lavados nasales con suero fisiológico. El tratamiento farmacológico puede basarse en antihistamínicos orales, para alivio de los estornudos el picor y la rinorrea. Además, pueden indicarse en ocasiones antihistamínicos tópicos, que mejoran los síntomas excepto la sensación de obstrucción nasal. Otra alternativa a nivel tópico son los descongestionantes tópicos (oximetazolina, fenilefrina, etc.), cuya principal desventaja es que no se pueden utilizar durante más de 7 días ya que pueden producir un efecto rebote. El tratamiento de primera línea en la rinitis alérgica son los corticoides tópicos (por ejemplo, mometasona, fluticasona, etc), empleados mientras duren los síntomas aunque sin cronificar su uso ya que pueden alterar la mucosa y además absorberse de forma sistémica . Los corticoides orales en ciclos cortos se utilizan en casos muy severos de rinitis alérgica. Otros tipos de fármacos son el bromuro de ipratropio, la inmunoterapia específica subcutánea, etc. El cromoglicato disódico está indicado en mujeres embarazadas y niños. La cirugía está indicada en aquellos casos que se precise la corrección de deformidades anatómicas, extirpación de pólipos , etc. Pruebas complementarias del tratamiento de la rinitis Rinoscopia anterior . Se trata de la visualización del aspecto de la mucosa nasal en la mitad anterior de las fosas nasales, con objetivación del moco, detección de pólipos, cuerpos extraños que se hayan podido meter, etc. Analítica de sangre y junto con las características de presentación y manifestación de la rinitis, se valora el aumento de eosinófilos. Pruebas cutáneas alérgicas (Prick-test) que confirman el diagnóstico por posible origen alérgico Estudio microbiológico de las secreciones nasales para detectar los microorganismos que pueden estar produciendo la infección y síntomas de rinitis. Pruebas de imagen como radiografías de cavum para descartar al aumento de las adenoides (vegetaciones) en los niños. En caso de sospechar patologías primarias que, de forma secundaria, produzcan la rinitis, se realizan otras pruebas de imagen como TAC o Resonancia Magnética, descartando así la presencia de tumores, pólipos, etc. Endoscopia nasal , con la introducción de un pequeño tubo flexible con una cámara en su extremo y una luz permite una visión directa del trayecto nasal   Rinomanometría (estudio del flujo de aire que pasa a través de las fosas nasales a diferentes presiones durante la inspiración y la espiración), rinometría acústica (prueba que valora la geometría de las fosas nasales basándose en la reflexión de una onda acústica), que se realizan en casos seleccionados. Factores desencadenantes de la rinitis Los factores desencadenantes pueden ser la toma de ciertos medicamentos (IECAs, AINEs, anticonceptivos u otros tratamientos hormonales, beta-bloqueantes, inhibidores de la 5-fosfodiesterasa…), traumatismos o cirugía en la nariz, alteraciones hormonales, exposiciones ambientales o laborales a sustancias (cambios de temperatura, exposición al humo del tabaco, a fuertes olores, etc.) Factores de riesgo de la rinitis Factores genéticos predisponentes (tener familiares de primer grado con rinitis). Padecer otras enfermedades que se asocian a la aparición de rinitis (asma, dermatitis atópica, etc.). Exposición a sustancias que provocan la reacción anómala del sistema inmune y la aparición de los síntomas (polvo de semillas, madera o textiles, productos químicos, epitelio de los animales, ácaros, alimentos etc.) Complicaciones de la rinitis Pueden aparecer por la obstrucción y aumento de secreciones son: Desarrollo de infecciones como otitis, sinusitis, etc. Aparición de pólipos nasales . Hipertrofia de cornetes. Deformación de la boca con paladar ojival . Alteración de la calidad de vida (interferencia en la vida laboral, escolar, actividades de ocio, etc.) Insomnio. Aparición de halitosis (mal olor del aliento) Irritación de la piel de las aletas nasales (sus lados), al hacer fricción y roce de forma continua con pañuelos Irritación ocular con aparición de conjuntivitis asociada . Prevención de la rinitis Evitar la exposición a todas aquellas sustancias que actúan como alérgenos y desencadenan la sintomatología de la rinitis (polen, epitelio de perros…etc.) Uso de vacunas (inmunoterapia) destinadas a disminuir la reacción exagerada del sistema inmune en las alergias. Adecuada higiene de manos para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas de vías altas que producen rinitis (catarros, sinusitis, etc). Especialidades a las que pertenece la rinitis La rinitis es una patología cuyo diagnóstico inicial y tratamiento puede realizarlo el médico de atención primaria. Si él detecta alguna alteración grave, será remitido al médico especialista en otorrinolaringología. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la alergia? La alergia es una alteración en el sistema inmune que puede detectar si una sustancia de anómala es un agente lesivo para el organismo, reaccionando de forma exagerada y activando una cascada de procesos inflamatorios dispares en el organismo que se convierte en algo lesivo para el propio cuerpo. ¿Es la rinitis un síntoma de la alergia? Dentro de las manifestaciones de alergias a sustancias que se inhalan puede manifestarse la rinitis de forma frecuente como síntoma de una alergia. ¿Puedo desarrollar alergia en cualquier momento de mi vida? Sí, en cualquier momento de la vida se puede producir una respuesta anómala del sistema  de defensa ante cualquier agente (alimentos, químicos, pólenes…) aunque suele ser una  alteración que se presenta de forma más frecuente desde la edad infantil. No se sabe con  certeza por qué hay alergias que se originan cuando la persona tiene más edad, pero se ha  asociado a posibles alteraciones hormonales o por disfunciones del sistema inmunológico . ¿Qué es la rinoconjuntivitis? Es la asociación de rinitis y conjuntivitis (inflamación de la mucosa nasal y la conjuntiva  ocular “el blanco de los ojos”) que aparecen frecuentemente asociados cuando el paciente  presenta alergia a una determinada sustancia (polvo, pólenes, etc.). Aparece congestión  nasal, moqueo persistente acuoso, lagrimeo, ojo rojo, picor nasal y ocular. ¿Qué es la rinitis crónica? Es la aparición de los síntomas de rinitis de forma persistente debido a la repetición  sucesiva de episodios de rinitis aguda que generan fenómenos inflamatorios que no  desaparecen de la mucosa de la nariz. Aparece obstrucción nasal intermitente/persistente ,  disminución del olfato y moqueo.
Paperas
Enfermedad

Paperas

¿Qué son las paperas ? Las paperas o parotiditis es una enfermedad infecciosa producida por un virus (virus de la parotiditis) del grupo de los llamados Paramixovirus. Antes de que existiera la vacuna frente a este virus en el calendario vacunal infantil, la infección predominada sobre todo en invierno y primavera, con aparición de epidemias cada 2 – 5 años. Era una enfermedad habitual que aparecía en los niños. En la actualidad, más del 50%  de los casos se dan en adultos jóvenes. Salvo que existan complicaciones, no es una enfermedad grave. Tipos de paperas Primaria por infección vírica o secundaria por sobreinfección por bacterias en pacientes con las defensas bajas (inmunodeprimidos). Causas de las paperas La causa de las paperas o parotiditis es el desarrollo de una infección producida por un virus  de la familia de los Paramixovirus. La transmisión de la infección se realiza entre una persona enferma y una sana por medio del contagio al contacto con pequeñas gotitas de saliva o moco que contiene el virus. Síntomas de las paperas Tras un periodo de incubación de entre 15 – 25 días , puede existir una fase llamada prodrómica en la que existen síntomas como malestar general, fiebre y dolores musculares. Después pueden aparecer los síntomas más característicos con afectación de las glándulas parótidas (situadas en cada lado de la cara justo antes de las orejas) que se presentan inflamadas (una o las dos a la vez) y otras glándulas salivares, con dolor que aumenta al tomar líquidos ácidos y sensación de tumefacción y fiebre . Tratamiento para paperas No existe un tratamiento específico para las paperas. Los fármacos que se pautan van destinados al control de los síntomas. Se indica llevar una dieta blanda, evitando alimentos ácidos que provocan mayor salivación. Se pautan fármacos antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, etc.) y aplicación de compresas frías en la región parotídea (por delante de la oreja). En el caso de complicaciones también se trata de forma sintomática según el tipo de complicación. Pruebas complementarias del diagnóstico tratamiento de paperas El diagnóstico de la parotiditis se basa mayoritariamente en la exploración física y la entrevista clínica por parte del médico . Pueden realizarse pruebas complementarias como analítica de sangre con la realización de una serología para detectar los anticuerpos específicos contra el virus (pequeñas proteínas del sistema de defensa que se producen para luchar contra el virus). También se puede detectar la presencia de pequeñas partes del virus (antígenos) o realizar un cultivo de células para detectar la presencia del virus en ellas. Factores desencadenantes de las paperas El principal factor de riesgo para padecer paperas es no estar vacunado de la triple vírica. S e trata de una vacuna incluida en el Sistema Nacional de Salud para niños . Factores de riesgo de las paperas No estar vacunado frente al virus que produce la parotiditis, incluida en la vacuna triple vírica. Estar en contacto con una persona que padece la enfermedad. Estar en centros cerrados como colegios, etc. Época del año: invierno. Complicaciones de las paperas Las complicaciones más frecuentes son: Meningitis: afectación del sistema nervioso central con inflamación e infección en las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.Es la complicación más frecuente. Raramente deja secuelas, siendo la más frecuente la sordera. Orquitis y/o epididimitis : infección e inflamación de los testículos y el epidídimo (estructura que hay sobre los testículos). Puede causar infertilidad en los varones. Pancreatitis: aparición de dolor abdominal por presencia de inflamación de la glándula pancreática por la infección. Prevención de las paperas La prevención fundamental es la vacunación con la vacuna de la triple vírica que contiene la vacuna frente al virus de la parotiditis. Cuando se tiene contacto con un paciente diagnosticado de parotiditis se precisa siempre extremar las medidas de higiene, siendo algo fundamental el lavado de las manos. Especialidades a las que pertenecen las paperas La parotiditis o paperas es una enfermedad que habitualmente es diagnosticada y tratada por el pediatra de atención primaria o el médico de familia. Si existen complicaciones puede ser preciso la derivación del paciente a revisión hospitalaria o a consulta de especialistas de urología, neurología, etc., según la complicación que se dé . Preguntas frecuentes ¿Cuánto tiempo duran las paperas? Tras el periodo de incubación la inflamación de las glándulas parótidas tardan entorno a 3 días, generalmente primero una parótida y la otra 1 – 2 días después. Los síntomas ceden lentamente en 3 – 7 días. ¿Cuál es la vacuna contra las paperas? La vacuna contra las paperas o parotiditis está incluida en la vacuna llamada triple vírica en la que , además de producirse la inmunización contra este virus, también se vacuna al paciente contra el virus de la rubéola y el virus del sarampión, incluidas en la misma vacuna. Esta vacuna forma parte del calendario de vacunación infantil del Sistema Nacional de Salud español. ¿Cuál es el periodo de contagio de las paperas? El periodo de transmisión se da desde 7 días antes hasta 9 días después del inicio de los síntomas. ¿Cómo se contagian las paperas? El contagio se produce por el contacto con pequeñas gotitas de saliva o moco que contienen el virus de un paciente que tiene la enfermedad (al estornudar, toser, etc.) ¿Cuál es el efecto de la vacunación? La vacuna contra las paperas incluida en la triple vírica está compuesta por virus atenuados , es decir, virus a los que se les ha modificado para que no produzcan la enfermedad pero cuya estructura sí pueda ser detectada por el sistema inmunológico del organismo. Esto provoca en él una reacción de defensa en la que se producen anticuerpos (pequeñas proteínas capaces de reconocer la estructura del virus y “presentarselas” a las células de defensa del cuerpo para que actúen contra él). Así, en el organismo queda la memoria de esos anticuerpos y si en un momento futuro tras la vacunación el cuerpo toma contacto con el virus real, el sistema de defensa del organismo está preparado para reconocerlo, atacar y destruir antes de que produzca la infección.
Diátesis Hemorrágica
Enfermedad

Diátesis Hemorrágica

¿Qué es la diátesis hemorrágica? Las diátesis hemorrágicas son un conjunto de desórdenes en diferentes patologías donde ocurre un trastorno de la coagulación de la sangre que se manifiesta principalmente por una ausencia de coagulación y por hemorragias importantes. La predisposición del organismo a sangrar de forma anómala, puede ser debido a una alteración congénita o adquirida de cualquiera de los elementos que participan en el mecanismo fisiológico de la hemostasia como vasos sanguíneos, plaquetas y factores de coagulación. Es una enfermedad poco común, pero es grave si no se tratan las causas que desencadena la hemorragia de forma rápida, ya que puede llegar a ser mortal. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. Tipos de diátesis Los tipos de diátesis pueden ser hereditarios o adquiridos y, muchas veces, es una manifestación común de una gran variedad de trastornos: Trastornos adquiridos: trombocitopenias (las más habituales), anticuerpos adquiridos frente a factores de la coagulación, fármacos, púrpuras vasculares y trastornos mixtos. Trastornos hereditarios: ocasionadas por una anomalía, déficit de factores de la coagulación, trastornos fibrinolíticos, trastornos plaquetarios (Enfermedad de Glanzmann), telangiectasias hemorrágicas vasculares y trastornos del tejido conectivo. Causas de la diátesis hemorrágica Las causas de la diátesis hemorrágica dependen de la etiología de la enfermedad: Diátesis causada por un trastorno de la hemostasia de plaquetas. Este tipo incluye patologías tales como trombocitopenia. Los factores de desarrollo pueden ser una disminución de la inmunidad, enfermedad renal y hepática, daño por virus, tratamiento quimioterapéutico y exposición a la radiación. Una enfermedad causada por alteraciones en los procesos de coagulación de la sangre, puede ser un trastorno de la fibrinólisis, el uso de anticoagulantes y fármacos fibrinolíticos, varios tipos de hemofilia, etc. Permeabilidad alterada de la pared vascular, causada por la falta de ácido escorbútico, angiectasia hemorrágica o vasculitis. Una enfermedad causada por la hemostasia de plaquetas , enfermedad de Von Willebrand, síndrome trombo hemorrágico, enfermedad por radiación, hemoblastosis, etc. Hemorragias debidas a trastornos de coagulación de la sangre. También asociadas a cambios en los procesos y compuestos orgánicos de la formación de plaquetas y hemorragias que se desarrollan como resultado de daño vascular. Síntomas de la diátesis hemorrágica Los síntomas de la diátesis hemorrágica son: Pequeñas manchas azuladas (similares a los hematomas). Erupción en la parte anterior del tobillo, las caderas o el exterior de los antebrazos. Si la erupción se combina con necrosis se forman úlceras. Sangrado en cualquier tejido y órgano como:  hemorragias cutáneas (petequias, equimosis, púrpura, hematomas), hemorragias por mucosas (epistaxis, gingivorragias, hematuria, hemorragias y hemorragia digestiva), hemorragia musculoesquelética (hemartrosis, hematoma intramuscular, retroperitoneal) o hemorragia intracraneal. Tratamiento de la diátesis hemorrágica El tratamiento de la diátesis hemorrágica va a depender siempre del tipo de enfermedad que tenga el paciente y que produce la hemorragia. Los complementos de vitaminas (vitamina K, P, C) en caso de daño a las paredes de los vasos sanguíneos. Hormonas glucocorticoides (medicamentos hormonales de la corteza suprarrenal) con una disminución en el número de plaquetas. La prednisolona a partir de 1 mg /kg al día se usa con mayor frecuencia, con la posibilidad de aumentar la dosis en 3-4 veces, el tratamiento puede durar de 1 a 4 meses. También se puede administrar factores coagulantes. En casos de diátesis hemorrágicas muy sintomáticas y profusas, se debe realizar una transfusión sanguínea como: Transfusión de plasma que contiene todos los factores que coagulan, permitiendo restablecer el nivel de todos los factores. Transfusión de plaquetas y de eritrocitos o hematíes, se usa en casos extremos como la anemia severa y coma anémico. Tratamiento quirúrgico: la cirugía para extirpar el bazo (esplenectomía) se lleva a cabo con una hemorragia importante, ya que puede aumentar la vida útil de las células sanguíneas. Pruebas complementarias de la diátesis hemorrágica Para las pruebas complementarias del diagnóstico de la diátesis hemorrágica es fundamental realizar una correcta historia clínica al paciente, que incluya la presencia de enfermedades crónicas, el uso a largo plazo de medicamentos, antecedentes hereditarios, si tiene malos hábitos, historia de cáncer, etc. Características de la diátesis (tipo, cuantía, localización de la hemorragia, tiempo de latencia, relación con traumatismo previo). Entre las pruebas que se deben realizar son; análisis de sangre como hemograma completo y bioquímica, análisis de orina , recuento de plaquetas y los tiempos de coagulación. Se puede hacer punción de la médula ósea para evaluar su estado. Factores desencadenantes de la diátesis hemorrágica No existen factores desencadenantes específicos de la diátesis hemorrágica. Factores de riesgo de la diátesis hemorrágica Los factores de riesgo de la diátesis hemorrágica pueden ser: antecedentes familiares, elevado consumo de fármacos, ciclo menstrual anormal, historia previa de sangrado en la niñez , enfermedades renal o hepática, enfermedades inmunológicas, virus, tratamiento con quimioterapia, infecciones drogas, cáncer, sangrado en el post parto, exceso de anticoagulante, deficiencia de los factores de coagulación, o intoxicación como la exposición a un veneno. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta. Complicaciones de la diátesis hemorrágica Las complicaciones de la diátesis hemorrágica incluyen: Anemia severa. Hemorragia interna. Trastornos de la inmunidad y manifestaciones alérgica. Riesgo de infección por VIH. Inmovilidad de la articulación acompañado de entumecimiento y parálisis. Prevención de la diátesis hemorrágica La diátesis hemorrágica es muy difícil de prevenir, pero existe alguna medida que se puede llevar a cabo para garantizar su desarrollo y evitar complicaciones. Alimentación saludable, con una nutrición adecuada y equilibrada. Consumir complementos vitamínicos ricos en vitamina K. Realizar tratamiento oportuno de las enfermedades antiinflamatorias. Evitar la exposición al sol. Acudir de forma regular al médico ante algún signo de sangrado. Especialidades a las que pertenece La especialidad a la que pertenece la diátesis hemorrágica es la hematología, ésta se encarga de tratar y diagnosticar las enfermedades de la sangre o hematológicas. Preguntas frecuentes ¿Qué es una citología? La citología es una técnica que consiste en observar el comportamiento de las células a través del microscopio para estudiar su morfología. Es empleada en numerosas especialidades médicas y quirúrgicas. ¿Cuáles son las principales enfermedades de la sangre? Las principales enfermedades de la sangre son: anemia, hemofilia, leucemia, hemocromatosis, mieloma múltiple, trombocitopenia inmune primaria, policitemia y talasemia. ¿Qué es una diátesis hemorrágica trombopénica? La diátesis hemorrágica es la alteración de los trombocitos . La funcionalidad plaquetaria está alterada con recuento plaquetario normal. ¿Tienes dudas?  Regístrate ahora  en Savia y habla gratis con nuestros especialistas médicos por chat o videoconsulta.