El examen de salud pediátrico a los seis años de vida es una visita que engloba, de forma rutinaria, el estudio de la visión y se realiza, como el resto de las revisiones del niño sano, en las consultas de Pediatría General, a todos los niños que se encuentran en esta franja de edad. Exploración agudeza visual 6 años desde 10€ con los mejores especialistas en Pediatría
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Examinar la agudeza visual es un procedimiento de enorme utilidad para poder detectar posibles dolencias o alteraciones. Por ello, se recomienda su práctica a los seis años ya que permite ir un paso por delante y tomar las medidas preventivas oportunas. Sin embargo, no siempre están claras las características de la prueba o sus ventajas.
Se comentan estos factores, entre otros, en los siguientes apartados. El objetivo es poder despejar cualquier duda sobre la idoneidad de un procedimiento indoloro, pero de indudable utilidad. Garantizar la salud visual de los niños es solo una de las ventajas de este examen.
Un test de agudeza visual para niños ayuda al oftalmólogo a detectar si los problemas de lectura provienen de una alteración física concreta. Es importante que se adapte la prueba a las características infantiles para evitar que las respuestas no sean tan concretas como deberían.
Resulta habitual el uso de dibujos reconocibles como sucede con el test de Pigassou. El de Snellen le muestra al niño la letra en distintas direcciones y tamaños. Lo que se busca es que el pequeño identifique la dirección correcta. El de preferencia visual incluye el mismo dibujo con franjas negras, blancas y grises. A medida que va disminuyendo su grosor se produce la falta de atención o seguimiento por parte del pequeño.
Es importante convertir la prueba en un juego o experiencia divertida, ya que ello contribuye a obtener mejores resultados. Es el oftalmólogo quien tiene que determinar lo que sucede y cuál podría ser la mejor solución en cada caso.
Lo habitual es que los niños o bien se quejen de sus problemas de visión, o bien se acerquen demasiado a lo que quieren ver. En ocasiones, hay síntomas asociados como las cefaleas o los mareos tras forzar la vista durante demasiado tiempo.
La observación es imprescindible y también la práctica de una prueba esencial para comenzar con el tratamiento correspondiente.
La prueba de agudeza visual ha de diseñarse para que dure lo menos posible y para que tenga algunas dosis de diversión. Puede organizarse casi como un juego e incluso anunciar que se va a dar algún tipo de premio al final. El proceso es el siguiente:
El niño o la niña debe colocarse a cuatro metros del panel o monitor que vaya a utilizarse.
Se le indica que cierre uno de los ojos sin presionar demasiado y que vaya diciendo lo que el óptico le está señalando. Se repite la operación con el ojo contrario.
De utilizar ya gafas, ha de realizarse la prueba con ellas. Se suele poner un papel en el ojo que no va a examinarse.
En caso contrario, es posible colocarle unas gafas provisionales con distintas lentes hasta comprobar que la visión es perfecta.
Es imprescindible no confundir el examen del optometrista con el del oftalmólogo. La falta de agudeza visual puede corregirse con gafas, pero ello no justifica que no se practique una revisión oftalmológica que compruebe el estado del nervio óptico, así como otras posibles alteraciones que podrían ser la verdadera causa del problema.
Un test de agudeza visual en niños bien realizado implica una serie de beneficios que ahora se comentan:
El procedimiento es sencillo y tiene una duración máxima de 10 minutos.
El niño se calmará en cuanto comience al tratarse de un juego.
Las opciones disponibles son múltiples, lo que facilita que el especialista elija la más adecuada para la detección de las posibles alteraciones.
En lo que respecta a las posibles dolencias que pueden detectarse durante la prueba, se podrían establecer tres grandes apartados.
Son los más habituales y pueden detectarse con antelación. Así, el niño presentará las siguientes alteraciones y síntomas:
Miopía. Problemas a la hora de identificar personas u objetos lejanos. No ve bien la pizarra en el colegio. Guiña un ojo para ver mejor.
Astigmatismo. No enfoca bien ni de lejos, ni de cerca. Padece dolores de cabeza.
Hipermetropía. Estrabismo, enrojecimiento ocular, molestias al realizar actividades demasiado cerca del papel o de la pantalla correspondiente.
Están relacionados con la coordinación y la simetría del movimiento ocular. Puede darse la convergencia. Su insuficiencia provoca problemas en las tareas relacionadas con la visión cercana. El exceso produce visión doble ocasional y cansancio.
El exceso de divergencia provoca la supresión de la visión de uno de los ojos. La insuficiencia, visión borrosa o doble así como fatiga ocular, náuseas o un enfoque incorrecto.
Es la capacidad de los ojos para enfocar dependiendo de la distancia. Si hay un exceso aparecerá la visión borrosa lejana y su aumento tras los trabajos de cerca. Si no es suficiente, podría tratarse de:
Una insuficiencia de acomodación. Produce enrojecimiento de los ojos y un aumento de las lágrimas. Se producen problemas de compresión y somnolencia entre otros síntomas.
Fatiga. Comparte síntomas con el caso anterior, pero va apareciendo durante el día tras las tareas de cerca. Hay problemas de enfoque al combinar la visión lejana con la cercana. El niño se queja de no poder enfocar bien al intentar copiar lo que se ha escrito en la pizarra.
El examen de agudeza visual para niños se lleva a cabo en las siguientes ciudades:
Quart de Poblet.
Dos Hermanas.
Roquetas de Mar.
Mataró.
Salou.
O Burgo (Culleredo).
A Coruña.
Málaga.
Colmenar Viejo.
Arteixo.
San Cristóbal de la Laguna.
Ciudad Real.
Granada.
Fuenlabrada.
Carballo.
Manresa.
Jaén.
Zaragoza.
Marbella.
Barcelona.
Madrid.
Meliana.
Carcaixent.
Galapagar.
Velilla de San Antonio.
Sevilla.
Parla.
Guadalajara.
Premià de Mar.
Sabadell.
Valencia.
Sant Andreu de la Barca.
San Sebastián de los Reyes.
Fuengirola.
Écija.
Valladolid.
Ceuta.
Bilbao.
El precio de una prueba de agudeza visual para niños de seis años varía dependiendo de la ciudad y los servicios complementarios. Suele oscilar entre los 10 y los 60 euros.
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