Muchas personas aseguran sentirse cansadas incluso después de haber dormido lo suficiente. Cualquier pequeño esfuerzo, físico o mental, puede suponer un gran desafío, desencadenando una sensación de fatiga persistente que llega a ser incapacitante. Esta sensación de agotamiento lejos de ser considerada como algo común o pasajero, tiene un nombre: síndrome de fatiga crónica (SFC) o síndrome de encefalomielitis miálgica. En este artículo te contamos los síntomas más comunes de la fatiga crónica y cómo las empresas pueden ayudar a sus empleados con cansancio crónico a mejorar su calidad de vida.
La fatiga crónica, también conocida como síndrome de fatiga crónica, se caracteriza por una profunda sensación de cansancio que no mejora con el descanso habitual. Estos son algunos de los síntomas de fatiga crónica más comunes:
Además, algunas personas pueden experimentar problemas digestivos, dolor de cabeza y de garganta y ganglios linfáticos sensibles en el cuello o las axilas. Identificar los síntomas de la fatiga crónica no resulta sencillo, ya que pueden confundirse con otras condiciones, como estrés, depresión o incluso estados gripales.
El síndrome fatiga crónica tiene un gran impacto física, psicológica y emocionalmente. El cansancio crónico, asociado al dolor muscular o articular, imposibilita la realización de acciones cotidianas, afectando a la calidad de vida.
En el entorno laboral, desde una perspectiva más específica, la fatiga crónica se traduce en una disminución de la productividad, la concentración y, por supuesto, la motivación. Estas circunstancias, además de generar estrés y frustración, también suelen provocar incomprensión por parte del entorno más cercano. La dificultad para evidenciar o explicar el síndrome de fatiga crónica, unida a la incapacidad de mantener una vida normal, puede deteriorar las relaciones sociales, favorecer el aislamiento y afectar de forma significativa la autoestima de quien lo padece.
Aunque no existe una cura para el síndrome de fatiga crónica, estas son algunas estrategias que pueden mejorar significativamente los efectos del cansancio crónico:
Como empresa puedes implementar pequeños cambios (horarios flexibles, teletrabajo parcial o pausas activas periódicas) que faciliten la gestión de la fatiga crónica. Desde Savia, salud digital MAPFRE, podemos ayudarte a garantizar el bienestar de los trabajadores (y, en consecuencia, de la propia organización) a través de programas integrales de bienestar corporativo, incluyendo fisioterapia especializada y talleres de hábitos saludables. Convierte tu empresa en un espacio saludable, inclusivo y adaptado a las necesidades reales de tu equipo. Infórmate sin compromiso.