El frío está a la vuelta de la esquina, si es que no ha llegado ya, y es normal empezar a notar que algo pasa en nuestras articulaciones. Esa sensación de rigidez, sensibilidad o dolor puede ser intensa en aquellas personas que pasan muchas horas sentados o, al contrario, demasiadas horas de pie. El dolor musculoesquelético de los empleados no debería ser un tema menor para las empresas, ya que es una de las principales causas de baja laboral. Descubre cómo proteger las articulaciones en invierno para que el descenso de las temperaturas no impacte directamente en tu salud y productividad.
Durante el invierno, el cuerpo tiende a contraer los vasos sanguíneos para conservar el calor. A través de la vasoconstricción se reduce el flujo sanguíneo hacia músculos y articulaciones, provocando:
Además, los cambios de presión atmosférica también pueden interferir en cómo se sienten las articulaciones aumentando, por ejemplo, la viscosidad del líquido sinovial y, en consecuencia, también el dolor.
La salud articular se trabaja cada día, y estos pequeños cambios, como los que propone nuestro equipo de fisioterapeutas, pueden marcar una gran diferencia:
El movimiento es uno de los mejores aliados para cuidar las articulaciones. Salir a caminar o realizar ejercicios de movilidad puede ayudar a lubricar las articulaciones, mejorar la circulación y mantener una musculatura activa y protegida. Recuerda, la musculatura actúa como amortiguador natural y evita que las articulaciones sufran. Un músculo fuerte es el mejor aliado en la prevención contra el dolor.
Este ejemplo de mini circuito de movilidad, además de fácil de integrar en la jornada laboral, es efectivo en el cuidado de tus articulaciones:
Las articulaciones expuestas –como son las rodillas, manos y cuello– sufren más en invierno. Con el simple hecho de utilizar ropa térmica, guantes o calentadores podrás reducir la rigidez y el dolor.
¿El frío encoge? Puede parecer una exageración, pero las bajas temperaturas pueden provocar que adoptemos posturas “protegidas” como encoger los hombros, incluso sin darnos cuenta. Una postura estable, neutra y alineada es fundamental para evitar sobrecargas, especialmente en oficinas.
Además del ejercicio, también es importante un buen descanso de las articulaciones. Las horas de sueño de calidad, el reposo y la relajación son buenas para tus huesos.
El frío reduce la sensación de sed, pero la deshidratación aumenta la rigidez articular. Las infusiones calientes pueden ser una forma cómoda de compensarlo.
Además de la hidratación, la nutrición también influye en el bienestar articular, y más en épocas de frío. Estas son las recomendaciones clave con las que cuidar tus articulaciones en invierno:
Seguir una dieta equilibrada, guiada por profesionales de la nutrición como los de Savia, ayuda a reducir la inflamación y a proteger el tejido articular.
Además de todas estas recomendaciones para prevenir lesiones y mantener el bienestar musculoesquelético, recurrir a servicios de fisioterapia es fundamental. Y en el contexto laboral, lo es aún más.
Desde Savia, salud digital MAPFRE ayudamos a cada vez más empresas a integrar servicios de fisioterapia para empleados, tanto en formato digital como presencial, como parte de sus programas de bienestar. El objetivo: proteger la salud muscular y articular para que los equipos trabajen mejor, sin dolor y con mayor energía. Infórmate sin compromiso.