Actualizado el 07/09/2021
La citología cervical −o Papanicolau− constituye la principal prueba diagnóstica para el cribado y detección del cáncer de cuello de útero en mujeres sanas. Su realización de forma adecuada ha logrado reducir la incidencia y la mortalidad por ese tipo de cáncer en un 70-80%.
La citología cervical o vaginal es una prueba diagnóstica en la cual se examinan células de la vagina y el cuello uterino (cérvix). Esta prueba permite la detección de lesiones premalignas asintomáticas cuyo diagnóstico y tratamiento puede evitar su progresión a carcinoma.
El virus del papiloma humano (VPH) es el agente causal de la práctica totalidad de los casos de cáncer de cuello uterino y de sus lesiones precursoras.
El objetivo de la citología es hallar señales de alteración celular. Localizar las células alteradas de forma temprana permite tomar medidas para evitar el desarrollo de cáncer de cérvix, ya que la enfermedad progresa muy lentamente: desde las primeras alteraciones celulares hasta la aparición del cáncer pueden transcurrir de 10 a 15 años. En este sentido, cuando se aprecian alteraciones en la citología, se puede llevar a cabo el test de detección del virus del papiloma humano (VPH), el principal causante del cáncer de cérvix.
El Co-test consiste en llevar a cabo la citología y el test del VPH de manera conjunta.
Para realizar una citología cervical es preciso situarse sobre una camilla ginecológica para que el especialista explore el interior de la vagina y el cuello uterino. Para ello se servirá de un instrumento llamado espéculo.
La citología cervical se basa en el estudio morfológico de las células obtenidas por rascado o cepillado de la superficie del exocérvix y del endocérvix con la ayuda de una pequeña espátula y un cepillo. Estas células presentan cambios morfológicos cuando son infectadas por el VPH, pero también por otros microorganismos, o cuando existen cambios en la flora vaginal normal.
El resultado de la citología permite valorar el riesgo de desarrollar un cáncer en los próximos años y establecer un seguimiento adecuado con, por ejemplo, un estudio colposcópico para descartar una lesión intraepitelial de alto grado o un carcinoma.
Las recomendaciones para la realización periódica de citologías cervicales establecen:
La realización de una citología cervical no requiere ninguna preparación especial, pero sí tener en cuenta algunas cuestiones. Es recomendable acudir con ropa cómoda que permita desvestirse de cintura para abajo, evitar la realización de la prueba durante el ciclo menstrual y evitar tener sexo vaginal 2-3 días antes. También se recomienda no utilizar tampones, cremas vaginales, lubricantes o medicación por vía vaginal unos días antes y evitar duchas vaginales.
La citología cervical es una prueba que no presenta complicaciones más que unas ligeras molestias al introducir el espéculo, por lo que es recomendable que la paciente esté relajada durante la prueba.
Si el resultado de la citología es negativo y los análisis muestran unas células normales, la prueba se deberá repetir en 3 o 5 años, según la edad de la mujer, si bien en ocasiones se realiza de forma más seguida dentro de la revisión ginecológica a la que se someten las pacientes de forma periódica.
Los resultados anormales pueden deberse a:
Por otro lado, el resultado de la citología puede desvelar la presencia de infecciones como candidiasis o procesos bacterianos que hacen necesario un tratamiento adecuado y posteriormente volver a repetir la citología.
Si necesitas una revisión ginecológica o una citología cervical en Savia contamos con los mejores ginecólogos.
La citología vaginal no es una prueba dolorosa, solo se puede notar cierta molestia al utilizar el espéculo. La obtención de la muestra es totalmente indolora. Es importante que la paciente esté relajada durante la prueba.
El tiempo que se tarda en realizar una citología cervical es escaso, pudiendo llegar a los 15 minutos, aproximadamente.
La citología cervical se conoce también como Papanicolaou. Recibe este nombre en honor al médico griego que comenzó a estudiar las citologías para evitar el cáncer de cuello de útero.
Esta prueba de sencilla realización ha permitido disminuir la mortalidad de cáncer de cérvix en las mujeres que se la realizan de forma periódica.
Se entiende por Papanicolaou positivo cuando la prueba da como resultado una lesión del cuello uterino. Esta puede ser premaligna, lo que llevará a un seguimiento adecuado hasta su negativización, o bien una lesión maligna, que será tratada según su gravedad.
No hay un examen de sangre que permita detectar virus del papiloma humano. Sí se puede detectar ADN de virus de papiloma en las células de cuello uterino. La combinación del Papanicolaou y la detección del VPH (Co-test) permite disminuir la tasa de falsos positivos.
Bibliografía