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Somos conscientes de que los conceptos médicos pueden resultar confusos si no te los explican con claridad. Para evitar esto, le hemos pedido a nuestros profesionales que preparen estas fichas en donde podrás acceder a información relevante sobre enfermedades que te ayudará a entender de una manera sencilla por qué se producen y por qué es necesario su tratamiento.
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Osteopenia
Enfermedad

Osteopenia

¿Qué es la osteopenia? La osteopenia es una disminución de la densidad mineral ósea por la que el hueso se vuelve más poroso, disminuyendo su masa, en la que todavía no se han presentado cambios definitivos en su estructura. La osteopenia es una alteración de diagnóstico densitométrico, es decir, se establece con la realización de una densitometría ósea al paciente, determinando con ello lo que es, según los resultados de esta prueba, la disminución de la densidad ósea comprendida entre 1 y 2.5 desviaciones estándar por debajo del valor de referencia de la población normal. Se puede considerar un paso previo a la osteoporosis, aunque no todo el mundo que presenta osteopenia va a desarrollar una osteoporosis en el futuro. Junto con la osteoporosis, la osteopenia es la enfermedad ósea más frecuente. Afecta en su mayoría a mujeres mayores de 50 años, aumentando su prevalencia según aumenta la edad. La osteopenia es una alteración de una gravedad leve-moderada, siendo un factor de riesgo que se suma a la osteoporosis, la edad, riesgo de caídas… etc, para el padecimiento de fracturas óseas. Causas de la osteopenia La osteopenia viene determinada por el pico máximo de masa ósea que cada individuo tiene y que se suele alcanzar a en torno a los 25-30 años. A partir de los 40 años la masa ósea va disminuyendo, habiendo un desbalance en los procesos de destrucción y producción de hueso que se producen durante toda la vida adulta, determinado por factores genéticos y la disminución de estrógenos en mujeres postmenopáusicas. Síntomas de la osteopenia La osteopenia en sí misma, como la osteoporosis, no produce síntomas claramente achacables a su padecimiento , salvo cuando se producen fracturas o microfracturas óseas. Tratamiento para la osteopenia El tratamiento de la osteopenia está basado en la indicación de realización de medidas generales como realizar ejercicio (andar, correr, nadar…) y administrar en la dieta un adecuado aporte de calcio y vitamina D. Cuando se determina analíticamente que existe déficit de estos dos componentes, el médico puede indicar un tratamiento específico según la carencia que se establezca de vitamina D y calcio en el paciente. En principio, los fármacos que se utilizan para el tratamiento de la osteoporosis no están aprobados para su uso en el tratamiento de la osteopenia, reservándose a los casos de diagnóstico de osteoporosis asociados a un aumento real de riesgo de fracturas. Pruebas complementarias del tratamiento de la osteopenia Se puede realizar una analítica de sangre con determinación de calcio, fósforo y fosfatasa alcalina, entre otros. La prueba complementaria de referencia para poder decir que un paciente tiene osteopenia es la densitometría ósea o DEXA ( Dual Energy X-Ray Absorptiometry ), prueba precisa que utiliza una mínima radiación y es un estudio rápido de realizar. Se establecen los  valores en columna lumbar y cadera, de tal manera que se indica que existe osteopenia cuando los resultados de su índice “T-score” son entre -1.0 y -2.4, desviaciones estándar en comparación a una población de referencia con una densidad mineral ósea normal. Factores de riesgo que pueden desencadenar la osteopenia Los principales factores de riesgo para el desarrollo de la osteopenia son : El déficit de estrógenos asociado a la menopausia. La edad, a partir de los 50 años sobre todo. Cuanto mayor edad tenga el individuo, más riesgo existe de que este padezca osteopenia. Antecedentes familiares de osteopenia, osteoporosis o fracturas óseas. Toma de determinados fármacos como glucocorticoides sistémicos, heparina, anticonvulsivante…etc. Padecimiento de enfermedades como hipogonadismo (testículos u ovarios no funcionales), hiperparatiroidismo, artritis reumatoide, síndrome de malabsorción, enfermedad celíaca…etc. Alimentación deficiente y alteraciones alimentarias derivadas de patologías como anorexia o bulimia. Complicaciones de la osteopenia Desarrollo de osteoporosis. Fracturas óseas, siendo más frecuentes en columna, cadera y antebrazo. Desarrollo de alteraciones biomecánicas como pérdida de altura, deformidad en la columna, dorso-lumbalgias,  etc. Prevención de la osteopenia Realización de ejercicio físico aeróbico como caminar a paso vivo, correr, montar en bicicleta o saltar, por ejemplo. Garantizar una exposición solar diaria en manos, cara y brazos al menos durante 10-15 minutos al día, dos a tres veces por semana. Evitar el consumo de tabaco. Dieta variada y que contenga suficiente aporte de calcio (1gr/día en mujeres premenopáusicas; 1.2-1.5 gr/día durante el embarazo y la lactancia y 1.5 gr/día en mujeres postmenopáusicas). Evitar tóxicos como el alcohol y un exceso de ingesta de café. Especialidades a las que pertenece la osteopenia La osteopenia puede ser valorada y diagnosticada por el médico de atención primaria, el médico reumatólogo y el traumatólogo . En ocasiones, en las revisiones ginecológicas de las paciente en edad postmenopáusica, el ginecólogo también valora realizar una densitometría para diagnosticar la influencia de este proceso fisiológico en los huesos. Preguntas frecuentes ¿Qué debe comer una persona con osteopenia? Es recomendable comer alimentos ricos en calcio como leche, quesos, yogures, yema de huevo, frutos secos, legumbres, espinacas, grelo, brócoli, acelga, cardo, col lombarda…etc. También alimentos que contengan vitamina D como el pescado azul (salmón, sardinas o caballa) ¿Qué es la osteopenia periarticular? Es la pérdida de densidad mineral ósea producida alrededor de las articulaciones. ¿Cuál es el médico especialista en osteopenia? El reumatólogo es el médico especialista en osteopenia y osteoporosis. ¿Qué diferencia hay entre la osteopenia y la osteoporosis? La diferencia entre osteoporosis y osteopenia es la cuantía o importancia de la pérdida total de masa ósea del hueso. Así, se considera osteopenia la disminución de la densidad ósea comprendida entre 1 y 2.5 desviaciones estándar por debajo del valor de referencia de la población normal, y osteoporosis una densidad ósea inferior a 2.5 desviaciones estándar respecto al pico de masa ósea en adultos sanos. ¿Qué es el reuma? El término reuma no es un término médico, es una denominación coloquial para referirse al conjunto de patologías que afectan al aparato locomotor.
Desgarro Muscular
Enfermedad

Desgarro Muscular

¿Qué es un desgarro muscular? El desgarro muscular, tirón muscular o distensión muscular se produce cuando un músculo o un tendón se estira en exceso provocando una rotura parcial. Además, se suele producir también un hematoma debido a la rotura de los vasos sanguíneos que lo recubren. El dolor puede ser leve o intenso y cuando intentamos contraer el músculo podemos tener dificultad o impedimento. Se puede producir durante un esfuerzo grande como levantar objetos, mientras se realiza ejercicio físico, al saltar o correr. Afecta sobre todo a los músculos de las piernas y la parte baja de la espalda y es una lesión que, dependiendo del grado de afectación, puede ser leve o grave. Tipos de desgarros musculares Según la gravedad de la lesión el desgarro muscular puede ser: De primer grado : cuando hay leves daños en las fibras musculares. De segundo grado: cuando hay rotura parcial de las fibras musculares. De tercer grado: cuando hay rotura total de las fibras musculares. Causas de un desgarro muscular Las casas pueden ser: No calentar los músculos lo suficiente antes de realizar un ejercicio. Esfuerzo demasiado intenso y/o prolongado por un sobreentrenamiento . Abusar de los estiramientos sin que se haya calentado la musculatura. Estirar los músculos cuando ya están tensos o rígidos. Cuando no se deja suficiente tiempo de recuperación entre una sesión y otra de entrenamiento. Cansancio muscular o fatiga. Musculatura débil. Traumatismos o contusiones con objetos. Síntomas de un desgarro muscular Los síntomas en los desgarros musculares leves o de primer grado no tienen por qué impedir nuestras actividades diarias. Suelen causar: Sensibilidad en la zona afectada. Tensión muscular. Los síntomas en los desgarros de segundo y tercer grado causan: Dolor muscular intenso. Inflamación de la zona que rodea al músculo. Rigidez muscular. Hematomas debido a la rotura de vasos sanguíneos. Dolor que empeora con el movimiento lo que impide continuar con nuestras actividades diarias. Los síntomas de los desgarros de tercer grado producen: Dolor agudo. Inflamación importante de la zona. Pérdida de la funcionalidad muscular. Protuberancia o desigualdad en la zona afectada. Tratamiento de un desgarro muscular En los desgarros el tratamiento puede ser: Proteger la lesión de más daños. Dejar en reposo el músculo durante 48-72 horas y reanudar poco a poco el movimiento para no perder masa muscular. Frío local para bajar la inflamación y el hematoma. Después de los tres primeros días se puede aplicar calor. Comprensión sobre la zona para reducir la inflamación. Elevar la zona lesionada por encima del corazón para reducir la inflamación. Analgésicos y antiinflamatorios para el dolor y la inflamación. Cirugía en caso de lesión grave con un período largo de reposo y recuperación. Rehabilitación con un fisioterapeuta para fortalecer el músculo o ligamento dañado a través de una serie de ejercicios y técnicas. Masaje en la zona para evitar la formación de fibrosis (nudos) durante la cicatrización del músculo. Esta debe ser dada por un médico o un fisioterapeuta. Pruebas complementarias de un desgarro muscular En un principio no es necesario realizar pruebas, con una exploración física por parte del médico o fisioterapeuta se puede diagnosticar un desgarro muscular. En caso de lesión grave, aparición de complicaciones o que no sea efectivo el tratamiento, se puede realizar una radiografía, resonancia magnética o una ecografía muscular. Factores desencadenantes de un desgarro muscular Estiramiento excesivo de un músculo o tendón. Factores de riesgo de un desgarro muscular Los factores de riesgo son: Falta o exceso de entrenamiento. Tensión emocional. Rigidez muscular. Falta de riego sanguíneo. Alteraciones bioquímicas en el interior del músculo. Complicaciones de un desgarro muscular Rotura total del músculo o tendón que requiere de intervención quirúrgica. Fibroesclerosis cicatrizal (cicatriz muscular rica en tejido fibroso y que tiene menos elasticidad y contractilidad). Formación de un quiste en la zona donde estaba el hematoma que no deja cicatrizar correctamente el músculo. Esto ocurre cuando no se ha dejado el músculo en reposo el tiempo suficiente. Calcificación del hematoma. Tromboflebitis (formación de un coágulo que obstruye un vaso de la pierna debido a una inmovilización prolongada). Prevención de un desgarro muscular  Calentar antes y después de realizar un ejercicio o hacer deporte. Descansar entre series de ejercicios. Beber muchos líquidos, sobretodo bebidas isotónicas. Evitar el sobreesfuerzo cuando hay fatiga muscular. Especialidades a las que pertenece El desgarro muscular es tratado por el médico traumatólogo, rehabilitador y los fisioterapeutas. Preguntas frecuentes: ¿Por qué se puede producir un desgarro muscular? Un desgarro muscular se puede producir por un estiramiento excesivo de un músculo o tendón. También por un traumatismo o choque con algún objeto. ¿Qué es un espasmo lumbar? El espasmo lumbar son unas contracciones que se producen de forma involuntaria, el riego sanguíneo aumenta y da lugar a una inflamación y dolor. Las causas pueden ser una hernia de disco, una lesión deportiva, falta de cuidado de los músculos, o la vida sedentaria. ¿Qué es un dolor sordo en la espalda? El dolor sordo de espalda es un dolor constante o en forma de golpes rítmicos continuos. Suele ser difícil de describir y de localizar. ¿Qué se puede tomar para el dolor muscular? Para el dolor muscular se puede tomar, siempre bajo prescripción médica, antiinflamatorios y analgésicos. También es útil el reposo y combinar frío y calor local. ¿Qué se puede tomar para el dolor de espalda? Para el dolor de espalda se puede tomar, bajo prescripción médica, antiinflamatorios, analgésicos, relajantes musculares o la combinación de analgésicos y relajantes musculares como el “Voltaren”. Es muy efectivo darse un baño relajante o acudir a que un profesional realice un masaje a la persona.
Bursitis
Enfermedad

Bursitis

¿Qué es la bursitis? Se denomina bursitis a la inflamación de las bursas sinoviales, que son estructuras a modo de bolsas situadas próximas a articulaciones y que contribuyen a la función de almohadillado entre huesos, tendones y músculos. La incidencia de las bursitis varía según la bursa que se vea afectada. Existen en el organismo 150 bursas descritas . La bursitis del hombro, el codo y la rodilla son las más frecuentes. Las asociadas a una infección se dan con mayor frecuencia en varones entre 40-50 años, con profesiones donde se ejerce presión sobre las bursas y en las que coexisten factores de riesgo predisponentes. La bursitis es una patología que puede causar mucho dolor, aunque no se considera una patología grave. En aquellas personas en las que se le asocia la bursitis a una infección, es importante detectarlas cuanto antes y poner el tratamiento adecuado para evitar complicaciones. Tipos de Bursitis Las bursitis se pueden dividir según la localización de la bursa afectada: Aquellas que se producen en bursas superficiales : olécranon (codo), prepatelar o infrapatelar superficial (rodilla). Aquellas que se producen en bursas profundas : subacromial o subdeltoidea (hombro), iliopsoas (ingle-cadera), trocantérea (parte lateral superior del muslo), isquiopubiana (parte inferior de la pelvis), infrapatelar profunda (rodilla), poplítea (parte posterior de la rodilla), anserina (parte interna de la rodilla), retrocalcánea (tobillo), metatarsofalángica (parte distal del pie). También se pueden clasificar dependiendo de si se asocia a una infección , bursitis séptica , o no, bursitis aséptica . Por último, según el tiempo de duración se clasifican en agudas (de pocos días de duración), o crónicas (de larga evolución o bursitis de repetición). Causas de la bursitis En las bursitis sépticas, la causa es la infección producida por una bacteria , en el 80-90% de los casos el Staphylococcus aureus. Las bursitis asépticas se producen tras traumatismos o movimientos repetidos con aumento de presión en la zona de la bursa, por acúmulo de sustancias, como microcristales de ácido úrico, por ejemplo, por presencia de cuerpos extraños que se han introducido hasta la zona de la bursa, o por el padecimiento de ciertas enfermedades sistémicas (que afectan a todo o a parte del organismo). Síntomas de la bursitis Las bursitis se pueden presentar de forma progresiva o de forma brusca. Aparecen como una zona inflamada, dolorosa, caliente y con coloración roja de la piel . En el caso de las bursitis profundas no son tan evidentes los síntomas externos, aunque sí el dolor. Este dolor suele aumentar con los movimientos de la articulación más próxima y puede llegar a limitarlos. En las bursitis de origen infeccioso puede aparecer fiebre. Tratamiento para la bursitis El tratamiento de las bursitis asépticas se basa en la aplicación de frío local , el reposo relativo de las articulaciones adyacentes evitando las actividades que favorezcan la bursitis, aunque no se recomienda el reposo de forma prolongada. Además, se puede realizar un vendaje elástico de la articulación y la punción y aspiración del líquido que está aumentado en la bursa para disminuir la presión y con ello el dolor. Se puede asociar un tratamiento farmacológico con antiinflamatorios y analgésicos . Si estas medidas no mejoran los síntomas, se plantea la posibilidad de realizar infiltraciones con glucocorticoides (inyectándose con una aguja en las zonas próximas), cuya acción es disminuir la inflamación de forma local y más potente. En las bursitis sépticas es importante realizar un tratamiento antibiótico precoz para tratar la infección, que en el caso de pacientes de riesgo o si existen complicaciones, se administra por vía intravenosa. Si a pesar del tratamiento no hay una buena evolución, se plantea un abordaje quirúrgico abierto o por vía endoscópica (introduciendo una pequeña cámara en un tubo flexible en la articulación junto con los utensilios quirúrgicos precisos), para la extracción de la bursa. Pruebas complementarias para el diagnóstico de la bursitis Para el diagnóstico de la bursitis el médico realiza al paciente una historia clínica y una exploración física adecuadas . En ocasiones solo con eso el médico puede realizar un diagnóstico de la patología. Cuando el médico lo ve necesario para determinar el posible origen de la bursitis, se puede realizar una punción con una aguja en la zona de la inflamación para extraer líquido y analizarlo, realizando cultivos y detectando la presencia de bacterias y otro tipo de análisis. También se pueden realizar pruebas de imagen , sobre todo en regiones más profundas del organismo, donde no se puede realizar un diagnóstico concreto solo con la exploración física. Estas pruebas suelen ser ecografía, resonancia magnética o TAC. La radiografía simple aporta menos información para el diagnóstico de esta patología. Factores desencadenantes y de  riesgo de la bursitis Los factores de riesgo descritos para que se pueda desencadenar una inflamación de la bursa son: Tener un antecedente de traumatismo, sobre todo si se producen de forma repetida, aunque sean de mínimo impacto. Padecer lesiones en regiones donde se localizan las bursas, desencadenadas por actividades profesionales o recreativas (deporte, etc.), sobre todo cuando se repiten  movimientos o se ejercen presiones constantes sobre determinadas regiones. El haber padecido un episodio previo de bursitis , lo cual puede favorecer a que se repita dicho episodio, porque se mantengan las mismas circunstancias favorecedoras, etc. En pacientes i nmunodeprimidos , con un sistema de defensas alterado, pueden ser más frecuentes sobre todo las bursitis sépticas. Cuando el paciente ha sido sometido a cirugías en regiones próximas a la localización de una bursa. Si el paciente ha tenido un tratamiento local de infiltraciones con corticoides para el tratamiento de una patología tendinosa, articular… etc. Pacientes que padezcan enfermedades como la diabetes mellitus, EPOC, enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, alcoholismo, o pacientes con insuficiencia renal sometidos a hemodiálisis. También puede ser un factor de riesgo padecer enfermedades reumatológicas como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, la artritis psoriásica o la gota. Complicaciones de la bursitis Padecimiento de bursitis de repetición convirtiéndose la enfermedad en una patología crónica. Extensión de la infección en las bursitis sépticas con aparición de abscesos (acúmulos de pus), artritis séptica (infección dentro de la articulación), o osteomielitis (infección en el hueso). Prevención de la bursitis Evitar los movimientos repetitivos y la presión constante y contínua sobre la bursa. Es aconsejable realizar estiramientos y calentamiento del aparato locomotor previo a la realización de ejercicios o actividades intensas con movimientos repetitivos. Mantener una higiene postural adecuada y no forzar los movimientos ni posiciones corporales. Hacer descansos y cambios posturales frecuentes. Se pueden utilizar rodilleras, coderas, etc para disminuir el impacto de traumatismos repetidos originados en el trabajo, realizando deporte, etc. Especialidades a las que pertenece la bursitis La bursitis puede ser diagnosticada y tratada por el médico de atención primaria. Si la evolución no es buena o si se sospecha de un posible origen infeccioso que requiere la realización de pruebas complementarias urgentes o específicas, el paciente debe ser valorado por el traumatólogo. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la bursitis subacromial? La bursitis subacromial es una causa frecuente de dolor en el hombro producida por la inflamación de la bursa localizada por debajo del acromion, que es una parte de la escápula u omóplato. Puede producir un dolor agudo que implique la limitación de los movimientos del hombro. ¿Qué es el hombro congelado? El hombro congelado o capsulitis adhesiva es una inflamación de la cápsula de la articulación del hombro que produce su endurecimiento y la aparición de adherencias y retracción de los ligamentos de la articulación. Se manifiesta con dolor e impotencia funcional, es decir, limitación del movimiento de la articulación del hombro. ¿Qué es el síndrome de pinzamiento subacromial? El pinzamiento subacromial es una compresión de los tendones que forman el llamado manguito de los rotadores (inserción tendinosa de tres músculos en el hombro), que se produce por la disminución en el espacio que hay entre este y el acromion, por aumento de las estructuras blandas que se encuentran en ese espacio (bursa o tendones con inflamación) o de la parte ósea (calcificaciones). Produce dolor y limitación del movimiento del hombro. ¿Qué es una capsulitis en el hombro? La capsulitis de hombro es una inflamación de la cápsula que rodea la articulación del hombro a modo de envoltura de tejido conectivo. Produce dolor y alteración del movimiento del hombro por dolor. ¿Qué es una trocanteritis de cadera? La trocanteritis de la cadera o bursitis trocantérea es una inflamación de esta bursa, producida por la fricción excesiva de los tendones de los músculos del glúteo medio y el tensor de la fascia sobre la cara externa del fémur, en una región de este hueso llamado trocánter. Produce dolor de aparición constante o con la presión de la zona.
Tendinitis rotuliana
Enfermedad

Tendinitis rotuliana

¿Qué es la tendinitis rotuliana? La tendinitis rotuliana también conocida como rodilla de saltador o tendinopatía rotuliana, es una inflamación del tendón rotuliano , que es el tejido que une la rótula a la tibia. Es una lesión que se produce por sobrecarga, movimientos repetitivos muy continuados y saltos que causen daños o irritación en los tejidos . Afecta fundamentalmente a deportistas y es muy común en jugadores de baloncesto, voleibol, tenis y también en corredores. Sin embargo, se puede presentar en personas con menos actividad deportiva por deformidades de los ejes de la pierna, ya sea en el plano frontal o por defectos de rotación del fémur y la tibia, sobre todo en la pisada. Es una afección grave , y aunque parezca menor puede empeorar progresivamente ya que si no se trata a tiempo y adecuadamente puede causar un daño importante y requerir cirugía.   Tipos de tendinitis rotuliana No existen tipos de tendinitis rotuliana ya que éste es uno de los tipos de tendinitis que existe. Pero si existen estadios para medir el grado de dolor y la intensidad de la lesión: Estadio 1: El dolor se produce sólo después de realizar la actividad, sin menoscabo funcional. Estadio 2: Dolor durante y después de realizar la actividad, aunque el paciente sigue siendo capaz de llevar a cabo satisfactoriamente su deporte. Estadio 3: Dolor prolongado durante y después de realizar la actividad, cada vez con mayor dificultad en el desempeño a un nivel satisfactorio. Estadio 4: Rotura completa del tendón que requiere de una reparación quirúrgica. Causas de la tendinitis rotuliana Las causas de la tendinitis rotuliana más frecuentes son los microtraumatismos repetitivos , como los que se producen al saltar de forma reiterada y continua o al correr sobre superficies duras, especialmente si se hace con un calzado que no es el adecuado y que no amortigua lo suficiente el impacto del cuerpo sobre el suelo. También los golpes directos sobre el tendón rotuliano, los músculos pocos flexibles, la obesidad o algunas enfermedades crónicas que debilitan el tendón. Cuando se extiende la rodilla, el cuádriceps tira del tendón del cuádriceps que a su vez tira de la rótula. Luego, la rótula tira del tendón rotuliano y la tibia, y permite que la rodilla se enderece . Al flexionar la rodilla, en cambio, los músculos de la corva tiran de la tibia, y esto hace que la rodilla se flexione. En la rodilla de saltador , el tendón rotuliano está dañado. Dado que este tendón es fundamental para enderezar la rodilla, el daño en él hace que la rótula pierda el soporte . Síntomas de tendinitis rotuliana Los síntomas de la tendinitis rotuliana son: dolor directamente sobre el tendón rotuliano (o, más específicamente, debajo de la rótula), rigidez en la rodilla , en particular al saltar, arrodillarse, agacharse, sentarse o subir las escaleras, dolor al flexionar la rodilla , dolor en el cuádriceps , debilidad en la pierna o la pantorrilla con problemas de equilibrio, aumento de la temperatura , sensibilidad excesiva o hinchazón alrededor de la parte inferior de la rodilla. Tratamiento para tendinitis rotuliana El tratamiento para la tendinitis rotuliana v a a depender del grado de la lesión y de la intensidad del dolor . Se determina si la lesión es leve o moderada: Reposo de las actividades o adaptación a un régimen de entrenamiento que reduzca en gran medida los saltos o los impactos. Colocación de hielo en la rodilla para aliviar el dolor y la inflamación. Se debe comprimir la zona mediante un vendaje elástico con el fin de reducir el edema y la hemorragia producidos por la lesión. Elevación de la rodilla cuando el paciente sienta dolor (por ejemplo, colocando una almohada debajo de la pierna). Medicamentos antiinflamatorios , como ibuprofeno, para minimizar el dolor y la hinchazón. Automasaje para relajar el cuadriceps. Ejercicios de mínimo impacto para ayudar a fortalecer la rodilla. Una banda o sostén para rodilla puede ayudar a minimizar el dolor y a aliviar la presión en el tendón rotuliano. Programas de rehabilitación que incluyan fortalecimiento muscular, centrados en los grupos musculares que soportan el peso, como el cuádriceps y los músculos de la pantorrilla. Inyecciones especializadas para desensibilizar las terminaciones nerviosas y reducir la inflamación. En raras ocasiones, cuando hay dolor persistente o el tendón rotuliano está gravemente dañado, la rodilla de saltador requiere cirugía . La cirugía incluye la extracción de la parte dañada del tendón rotuliano, la extracción del tejido inflamatorio de la zona inferior (o polo inferior) de la rótula o la realización de pequeños cortes en los costados del tendón rotuliano para aliviar la presión de la zona media. Tras la cirugía, el paciente debe ser sometido a un programa de rehabilitación que incluye masajes y ejercicios de fortalecimiento durante varios meses. Pruebas complementarias del tratamiento de tendinitis rotuliana Las pruebas diagnósticas de la tendinitis rotuliana comienzan con un examen físico de la rodilla . El médico solicitará al paciente que corra, salte, se arrodille o se agache para determinar el nivel de dolor. Además, es posible que recomiende una radiografía , que en estos casos no es muy específica. El ultrasonido o ecografía y una imagen por resonancia magnética (IRM) son más apropiadas para detectar cambios estructurales en el tendón. Factores desencadenantes de la tendinitis rotuliana No existen factores desencadenantes de la tendinitis rotuliana. Factores de riesgo de la tendinitis rotuliana Los factores de riesgo de la tendinitis rotuliana son: realizar cierto tipo de deportes como el baloncesto, voleibol, fútbol, la actividad física de correr y saltar, aumento en la frecuencia e intensidad de las actividades deportivas , calzado inadecuado , la rigidez muscular de los muslos (cuádriceps), desequilibrio muscular y la obesidad . Complicaciones de la tendinitis rotuliana Desgarros del tendón rotuliano. Roturas de tendón, ante movimientos bruscos que implican una operación quirúrgica. Prevención de la tendinitis rotuliana Estiramiento de los músculos. Realizar prácticas deportivas con un calzado adecuado que permita amortiguar el impacto sobre el suelo. Calentamiento adecuado antes y después del ejercicio, que incluya estiramiento de cuádriceps y de los músculos de la parte inferior de la pierna. Fortalecer los músculos. Especialidades a las que pertenece la tendinitis rotuliana Las especialidades a la que pertenece la tendinitis rotuliana es la traumatología y ortopedia . Esta especialidad es la que se dedica al diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y prevención de lesiones y enfermedades del sistema musculoesquelético del cuerpo humano. Preguntas frecuentes ¿Qué es la pata de ganso? La pata de ganso es una estructura tendinosa localizada a nivel de la rodilla, formado por la inserción de los tendones de tres músculos que son: recto interno (que recorre la cara interna del muslo desde la cadera a la rodilla y su movimiento afecta a ambas articulaciones, pertenece al grupo de los músculos aductores), sartorio (músculo de la región anterior del muslo, que se extiende desde la parte exterior del hueso ilíaco hasta la interior de la tibia en la pierna y permite flexionar la rodilla y separar y rotar la cadera hacia el exterior) y semitendinoso (que es un músculo flexor de rodilla y extensor de la cadera). ¿Qué ejercicios debo realizar cuando tengo tendinitis rotuliana? Los ejercicios que se deben realizar para la tendinitis rotuliana son aquellos que tienen como objetivo fortalecer el músculo , como son: Fortalecimiento muscular del cuádriceps , sin olvidar la cadera: Ayudan a recuperar la fuerza y aumenta el flujo sanguíneo. Estiramiento del cuádriceps : Principalmente de forma estática (no implica ningún movimiento) que favorece la recuperación, prepara la musculatura y alivia el dolor. Ejercicios isométricos : Son una forma de ejercitar los músculos que implica la contracción estática sin ningún movimiento visible en el ángulo de la articulación. Por ejemplo, las sentadillas en la pared son un ejercicio isométrico perfecto para fortalecer el cuádriceps sin dañar las rodillas. La electroestimulación : Consiste en la aplicación de corriente eléctrica de forma controlada. Esto permite estimular y hacer trabajar a los músculos sin producir extrema tensión en los tendones. Bandas elásticas : También son una alternativa que ayuda a fortalecer los músculos y proteger los tendones. ¿Qué es el ligamento rotuliano? El ligamento rotuliano también conocido como tendón rotuliano o tendón patelar es la continuación del tendón del cuádriceps que pasa por debajo de la rótula . Se inserta, por un lado, en la rótula y, por otro, en la tuberosidad tibial. Une dos estructuras óseas y se trata de un cordón fibroso que mide unos 4 y 5 cm de largo, algo menos de 3cm de ancho y 1 cm de grosor. El tendón rotuliano junto con el tendón del cuádriceps femoral participa en el movimiento de la rodilla y hacen posible la extensión de la pierna cuando se contrae el músculo del cuadriceps. Es una estructura fundamental que permite mantenernos de pie frente a la gravedad, necesario para caminar, correr y saltar. ¿La tendinitis se cura? Sí, la tendinitis tiene grandes posibilidades de curarse . Para ello debe seguir un tratamiento adecuado y ser debidamente tratada. ¿Cuánto tiempo de recuperación requiere una tendinitis rotuliana? El tiempo de recuperación que requiere una tendinitis rotuliana es de 4 a 5 semanas aproximadamente , aunque en algunas ocasiones puede durar meses. Lo ideal es no hacer deportes o actividades que puedan agravar la rodilla y empeorar las afecciones.