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Monocitos altos: ¿Qué niveles son preocupantes?
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Monocitos altos: ¿Qué niveles son preocupantes?

Los glóbulos blancos o leucocitos son un tipo de células sanguíneas cuya función es defender al organismo frente a infecciones, agentes patógenos y células tumorales. Existen varios tipos de leucocitos: linfocitos, eosinófilos, neutrófilos, basófilos y monocitos . Los valores de glóbulos blancos se pueden expresar en el hemograma (o análisis de sangre) de dos modos: En valor absoluto, es decir, la cifra del total de células que se encuentran en la muestra, o en valor relativo al resto de tipos de linfocitos. Tienen una morfología muy concreta, aunque en ocasiones se pueden confundir con otros leucocitos . ¿Qué son los monocitos altos? Los monocitos son un tipo de leucocitos que son producidos por la médula ósea, desde donde pasan al torrente sanguíneo. Cuando llegan a un tejido específico se transforman en macrófagos, encargados de aislar y eliminar microorganismos. También eliminan células muertas, restos celulares, junto con sustancias extrañas. Se trata de un componente fundamental de la respuesta inmune. De este modo, los macrófagos se pueden definir como “células limpiadoras” del sistema inmunitario. Su actuación está mediada a través de dos funciones: La fagocitosis, consistente en capturar y procesar las partículas nocivas para el organismo. Por así decirlo estas células “se comen y digieren” los restos celulares. La presentación del antígeno del germen atrapado a otro tipo de leucocito, los linfocitos, para que puedan reconocerlo y así poder eliminarlo. En condiciones normales, unos niveles de monocitos altos o monocitosis es una condición que suele ser transitoria, así como poco frecuente y nada específica. Unos niveles altos de monocitos deben de ser comprobados en una segunda determinación con analítica sanguínea. Para definirse como monocitosis el recuento de monocitos debe ser superior a 1.000 unidades por µl y por encima del 10% de manera relativa. Causas de los monocitos altos La monocitosis o monocitos altos se define por un aumento en el recuento absoluto de monocitos, con unos niveles por encima de 1.000 unidades por μl. Es característica en el período de recuperación de neutropenias y en convalecencia de cuadros infecciosos. La monocitosis relativa se puede deber a una baja del resto de cifras de leucocitos, como los neutrófilos o los linfocitos, indicando enfermedades diferentes a una relacionada propiamente con los monocitos. Las afecciones que pueden causar un aumento de los monocitos en sangre en su fase de resolución son muy variadas y en la mayoría de las ocasiones no indica un trastorno grave. Entre ellas se incluyen: Infecciones virales (Infección respiratorias, sarampión, mononucleosis, etc.). Infecciones parasitarias (leishmaniosis y toxoplasmosis). Enfermedades inflamatorias crónicas. Patologías autoinmunes. Tuberculosis. Sarcoidosis. Brucelosis. Listeriosis. Paludismo. Enfermedades de la médula ósea. Unos niveles aumentados de monocitos también pueden indicar la presencia de una hemopatía maligna (leucemias mieloides, linfomas, síndrome mielodisplásico e histiocitosis) y también puede estar asociada a neutropenias crónicas. Este caso es extremadamente infrecuente en comparación con el resto de las causas que pueden elevar la cifra de monocitos. Los niveles de monocitos también se pueden encontrar disminuidos, siendo esta condición menos frecuente que el aumento de este tipo de células sanguíneas. Las causas pueden ser muy variadas, siendo la más frecuente la infecciosa (tanto viral como bacteriana) y la toma de ciertos fármacos. También puede tener lugar en pacientes que estén en terapia con tratamientos que puedan afectar a la producción celular en la médula ósea, como la quimioterapia o ciertos tratamientos orales. Para saber el nivel de monocitos en sangre, será necesario la realización de un hemograma o recuento celular sanguíneo a partir de un análisis de sangre. Valores normales de los monocitos en sangre Los monocitos suponen normalmente un porcentaje pequeño del total de glóbulos blancos. Si bien los valores normales pueden variar de un paciente a otro, el rango normal de monocitos en sangre oscila entre el 2 y el 10 %. Ante un aumento llamativo y mantenido de la cifra de monocitos, el médico solicitará un frotis de sangre periférica. Esta prueba consiste en el análisis de la morfología de estas células al microscopio, para comprobar que verdaderamente se trata de monocitos y no de otra célula que pueda simular su forma. Síntomas de unos monocitos altos o bajos Esta condición suele ser un hallazgo analítico y normalmente no suelen aparecer síntomas que indiquen la alteración de los niveles de monocitos en la sangre. Monocitos altos y patologías cardiovasculares Las enfermedades cardiovasculares y la inflamación crónica de la pared vascular presentan como su principal origen la aparición del proceso de aterosclerosis. Además, la activación de las células del sistema inmunitario está presente en las lesiones ateroscleróticas y favorece su progresión, especialmente los monocitos. Una vez reclutados por el endotelio, gracias a la acción de citoquinas y moléculas de adhesión, adoptan un cambio a un perfil inflamatorio que juega un papel importante en la progresión de la placa aterosclerótica y remodelado miocárdico, origen de problemas cardiovasculares.
Test prenatales en embarazo múltiple
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Test prenatales en embarazo múltiple

Los embarazos gemelares espontáneos alcanzan al 1-2% del total de gestaciones, si bien, en las últimas décadas, han aumentado a un 3-4% en los países desarrollados. Esto es debido al incremento en la edad de la madre por el retraso del momento de la maternidad, así como a las técnicas de reproducción asistida . El embarazo gemelar es la gestación simultánea de dos fetos en la cavidad uterina, pudiendo ser monocigoto, cuando se origina a partir de un ovulo, o bicigoto, cuando es originado en 2 óvulos. Estos últimos representan el 75% del total en las gestaciones dobles. En cualquier tipo de embarazo, también en los embarazos múltiples, es importante hacer un seguimiento en el desarrollo del feto (o de los fetos) y comprobar si existe alguna anomalía genética. En la actualidad, los test prenatales no invasivos permiten identificar las anomalías cromosómicas más comunes . ¿Cuándo se recomienda el test prenatal no invasivo en gemelos o mellizos? En comparación con las gestaciones únicas, las gemelares presentan mayor riesgo de complicaciones, incluyendo defectos congénitos, amenaza de parto prematuro (por la sobre distensión uterina), crecimiento intrauterino restringido (CIR, en los embarazos que tienen una única placenta para los dos embriones), parálisis cerebral y mortalidad cercana al nacimiento. Esto hace que este tipo de embarazos se considere de alto riesgo. En este sentido, el seguimiento de los embarazos gemelares es similar al de una gestación única, si bien deben ajustarse las revisiones para reforzar su control y descartar la aparición de posibles complicaciones y alteraciones fetales. Se debe actuar para promover un óptimo control del crecimiento fetal y evitar complicaciones frecuentes como la prematuridad. El diagnóstico ecográfico del embarazo gemelar o múltiple en el primer trimestre es fundamental y, en ocasiones, sobre todo si la primera ecografía transvaginal se realiza muy precozmente, puede haber dudas sobre la presencia real de una gestación múltiple. En el diagnóstico ecográfico del tipo de embarazo múltiple, la zigocidad determina el riesgo de enfermedades genéticas y la corionicidad determina el riesgo de complicaciones perinatales. En un 75 % de los casos existen 2 placentas, una para cada uno de los embriones, mientras que en el 25 % restante existe una placenta compartida, pudiéndose aumentar por ello las alteraciones fetales. En cuanto a la posible existencia de alguna anomalía cromosómica en alguno de los fetos presentes en el embarazo gemelar, al igual que en los embarazos únicos, existe la posibilidad de realizarse un test prenatal . Los casos en los que se recomienda la realización del test prenatal no invasivo a partir de un análisis de sangre materna son: Mujeres que desean descartar las alteraciones cromosómicas más frecuentes. Mujeres con riesgo elevado de anomalías cromosómicas tras cribado del primer trimestre (analítica hormonal y ecográfica). En caso de embarazos anteriores con síndrome de Down. Mujeres en las que se ha detectado alteraciones ecográficas. La prueba se puede llevar a cabo a partir del momento en el que haya suficiente material genético fetal circulante en la sangre materna, es decir, a partir de la 10 semana de embarazo. Además, dado que el riesgo de complicaciones tras una amniocentesis gemelar es superior al de un embarazo simple, siempre es recomendable optar previamente por pruebas no invasivas. ¿Cómo se diagnóstica el embarazo múltiple? Los síntomas más comunes que pueden señalar la presencia de un embarazo múltiple pueden variar en cada mujer. Entre ellos se pueden incluir: Un útero de tamaño más grande de lo normal. Más náuseas por la mañana. Aumento del apetito. Aumento excesivo del peso materno, en especial al inicio del embarazo. Percepción de movimientos fetales a la vez en diferentes partes del abdomen. El diagnóstico de un embarazo múltiple puede producirse al inicio del embarazo. Para ello, además de una historia clínica y un examen físico completo, el diagnóstico se puede obtener mediante las siguientes pruebas: Análisis de sangre . Los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) suelen estar mucho más altos en un embarazo múltiple. Además, los niveles de alfa-fetoproteína , proteína liberada por el hígado del feto y que se encuentra en la sangre materna, también pueden estar muy aumentados cuando se trata de un embarazo múltiple. Ecografía . La técnica por imagen estándar puede permitir identificar la existencia de más de un feto en el embarazo, especialmente si se realiza en las primeras semanas de gestación. ¿Que detecta el test prenatal en embarazo múltiple? En un embarazo único el test prenatal no invasivo es capaz de detectar diversas alteraciones genéticas congénitas: Trisomías. En lugar de dos cromosomas, uno de la madre y otro del padre, hay un tercero. Dependiendo del cromosoma que se trate, puede ser trisomía 21 (síndrome de Down), trisomía 18 (síndrome de Edwards) y trisomía 13 (síndrome de Patau). Anomalías en los cromosomas sexuales. Monosomía X, con un solo cromosoma X (síndrome de Turner), o múltiples cromosomas Y (síndrome de Klinefelter). Están ausentes pequeños fragmentos cromosómicos, como la deleción de un fragmento del cromosoma 22, el 22q11.2 (síndrome de DiGeorge). Otras microdeleciones dan lugar a otros síndromes, como el de deleción 1p36, el síndrome de Cri-du-chat, el síndrome de Angelman y el síndrome de Prader-Willi. Triploidías. Además, el test es capaz de detectar el sexo fetal. Sin embargo, en embarazos gemelares, el test prenatal no invasivo únicamente incluye la detección de trisomías T13 (síndrome de Patau), T18 (síndrome de Edwards) y T21 (síndrome de Down) y la identificación del sexo fetal. Los resultados del test en los embarazos de mellizos o gemelos reflejan la probabilidad de que en el embarazo haya al menos un feto afectado. De este modo, informa sobre la presencia de la enfermedad, pero no puede distinguir si se haya presente en uno o en ambos embriones. En definitiva, el test prenatal no invasivo está indicado para mujeres embarazadas con al menos 10 semanas de gestación, que presenten un embarazo único o gemelar, incluidos embarazos mediante donación de óvulos.
CIR en el embarazo: crecimiento intrauterino restringido
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CIR en el embarazo: crecimiento intrauterino restringido

El crecimiento fetal durante la gestación está regulado por factores maternos, fetales y placentarios. Todos ellos en coordinación harán que se asegure la llegada de los nutrientes maternos al feto en la forma y proporción adecuadas, consiguiéndose un crecimiento fetal optimo . El desarrollo normal de estos condicionantes permite al feto obtener el crecimiento que genéticamente está determinado, desarrollando todo su potencial intrauterino. Por el contrario, cuando existen alteraciones en alguno de los factores, se pueden producir retrasos y restricciones en el crecimiento fetal dentro del útero. Es lo que se conoce como crecimiento intrauterino restringido (CIR) . ¿Qué es el CIR o crecimiento intrauterino restringido? El crecimiento intrauterino restringido (CIR) es una condición en la que el crecimiento del feto dentro del útero se ralentiza o se detiene. Se trata de un problema relativamente común que puede llegar a afectar a cerca del 10% de los embarazos en diferente grado, manteniéndose como unos de los grandes retos en la práctica obstétrica actual. La consecuencia principal del CIR es que el bebé no alcance el tamaño previsto, presentando por ello mayor riesgo de padecer complicaciones en el momento de nacer y también tras el parto. Por ejemplo, muerte intrauterina, prematuridad y peor desarrollo neurológico, entre otras. ¿Cuándo se detecta un CIR? El grado de desarrollo del feto durante el embarazo, así como la posible situación de CIR es detectada a partir de los controles ecográficos periódicos a los que se someten las embarazadas para evaluar el crecimiento fetal. Cuando el crecimiento fetal durante toda la gestación es inferior a lo esperado, se considera que es un feto con CIR de aparición precoz. En este caso suele deberse a anomalías congénitas o infecciones prenatales. Por el contrario, cuando el crecimiento es normal y en el tercer trimestre de gestación se ralentiza o se detiene, se tratará de un CIR de aparición tardía, en cuyas causas estarán involucrados con toda probabilidad los factores maternos o placentarios. La causa más común es una insuficiencia placentaria causada por hipertensión materna. El pronóstico en estos casos es bueno. De este modo, los problemas en el funcionamiento de la placenta suele ser la causa más común. No en vano se trata del tejido encargado de transportar el alimento y el oxígeno al feto. En cuanto a los factores maternos de riesgo podemos mencionar: La edad de la madre (menor de 16 o mayor de 35 años). El bajo nivel socioeconómico. Haber transcurrido menos de 6 meses entre dos gestaciones. Consumo de tabaco, alcohol y drogas. El tratamiento con determinados fármacos por parte de la madre. Patologías maternas como asma, hipertensión arterial, diabetes mellitus, patologías renales, etc. Infecciones y parasitosis en la madre (toxoplasmosis, citomegalovirus, malaria, VIH, etc.). Entre los factores fetales se pueden encontrar: Anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down y otros síndromes genéticos complejos. Anomalías congénitas con afectación cardíaca, neurológica, etc. Gestaciones múltiples. Enfermedades metabólicas. ¿Qué es un CIR tipo 1? El CIR de tipo 1 tiene lugar durante el primer trimestre del embarazo, es decir, se trata de CIR precoz. En este caso, la disminución en el crecimiento es proporcional, por lo que se produce un menor crecimiento, pero simétrico y armónico en el que todas las medidas ecográficas están disminuidas. Por motivos diversos (incluyendo la genética) el feto recibe menos nutrientes de lo necesario, por lo que su tamaño es más reducido. La insuficiencia placentaria que se produce es severa, la prematuridad mayor y el pronóstico más grave. Por el contrario, en el CIR tipo 2 o asimétrico se produce a partir de la semana 34 del embarazo, es tardío y es el más frecuente. Generalmente, se asocia a hipertensión materna durante el embarazo. En este caso el crecimiento es desigual, mostrándose una cabeza, los huesos largos y el abdomen más grandes y desproporcionados que el resto del cuerpo. En el tipo 2, los nutrientes se dirigen prioritariamente al cerebro y las partes más importantes del cuerpo, por lo que se desarrollan en mayor medida. ¿Cómo se diagnóstica el crecimiento intrauterino retardado? Se considera que el peso del recién nacido es bajo cuando es inferior a 2,5 kg, independientemente de si ha sido pretérmino y de su edad gestacional. De igual modo, un bebé pequeño para su edad gestacional es aquel que está por debajo del percentil 10, en las curvas de percentiles, situándose el crecimiento normal en 50, pero sin que concurran trastornos en el desarrollo. Por el contrario, el crecimiento intrauterino restringido o retardado se produce cuando se ha producido un crecimiento anormal dentro del útero materno. En este caso, el embrión no ha sido capaz de desarrollarse plenamente dentro del vientre materno. La prueba principal para establecer el diagnóstico de CIR es la ecografía. Las medidas del feto permiten estimar su peso y establecer en qué percentil de crecimiento se encuentra, teniendo en cuenta otros factores como el sexo, origen étnico, etc. El estudio de crecimiento fetal se complementa con el estudio Doppler, que permite evaluar el funcionamiento de la placenta y el grado de oxigenación del feto. Cuando se ha establecido el diagnóstico y en función del momento de aparición del retraso de crecimiento, se pueden realizar otras pruebas para valorar las posibles causas: Indicada en casos graves y antes de la semana 26. Analítica para el estudio de posibles infecciones y parasitosis. Analítica para identificar alteraciones compatibles con preeclampsia. Seguimiento periódico ecográfico del crecimiento fetal.   Para hacer el seguimiento del desarrollo fetal la herramienta más útil es la ecografía obstétrica . ¿Qué pasa cuando el bebé deja de crecer en el vientre? Los bebés que han experimentado un crecimiento intrauterino restringido presentan un mayor riesgo de sufrir determinados problemas de salud. Además de requerir mayores cuidados y un mayor periodo de hospitalización tras el nacimiento, pueden presentar: Problemas respiratorios y para alimentarse. Dificultad para mantener una temperatura estable en el cuerpo. Recuento sanguíneo anormal. Hipoglucemia Menor capacidad inmunitaria. Problemas neurológicos. Además, también existirá un mayor riesgo para la salud en etapas posteriores de la vida, incluso en la edad adulta, incluyendo enfermedades cardiovasculares y diabetes, entre otras. El correcto seguimiento del embarazo permitirá un diagnóstico precoz y oportuno, pudiendo tomar medidas para disminuir las complicaciones presentes y futuras en estos casos.
Índice de saturación de transferrina: ¿Qué es?
Artículo especializado

Índice de saturación de transferrina: ¿Qué es?

El índice de saturación de transferrina está incluido en una prueba analítica normal. Indica la capacidad de las proteínas sanguíneas de unirse al hierro para transportarlo. ¿Qué es el índice de saturación de transferrina? El índice de saturación de transferrina muestra el porcentaje de transferrina que aparece en la sangre unida al hierro. La transferrina es una proteína que se produce en el hígado, cuya función es transportar el hierro hacia los diferentes tejidos. Una vez sintetizada, se dirige a la médula ósea para la formación de glóbulos rojos y al bazo, el hígado y los músculos para su almacenamiento en forma de ferritina. Los valores de esta proteína son útiles para conocer el estado nutricional o la función hepática de una persona. En función de diversos factores individuales como la actividad hepática y la alimentación, principalmente, la cantidad de transferrina puede variar. El parámetro de saturación de la transferrina tiene en cuenta el hierro presente en el suero de la sangre, junto con: La capacidad total de fijación de hierro (TIBC, por sus siglas en inglés) La capacidad latente de fijación de hierro (UIBC, por sus siglas en inglés). De este modo, el análisis de saturación de la transferrina en sangre se suele llevar a cabo junto con los valores de hierro en sangre y transferrina (o TIBC). También puede ser de utilidad el valor de ferritina, la proteína de almacenamiento del hierro. Los valores normales de saturación de la transferrina pueden verse modificados en función de diversos factores individuales como: La edad. El sexo. El tipo de alimentación. Factores genéticos y poblacionales. Los valores de saturación de transferrina deben valorarse junto con el historial médico de cada paciente y el resto exploraciones complementarias de las que se disponga. Valores normales del Índice de Saturación de Transferrina Los valores de saturación de transferrina que estarían dentro de lo normal serían: Hombres: 20-50 %. Mujeres: 15-50 %. Niños: 17-44 %. Recién nacidos: 56-74 %. Síntomas de transferrina baja El índice de saturación de transferrina mide el porcentaje de hierro transportado por la transferrina del total disponible. Los valores bajos de saturación transferrina en sangre suelen indicar niveles de hierro bajos en el organismo. Esto sucede en algunos tipos de anemia, asociados a niveles bajos de hemoglobina. De este modo, el tipo de anemia que se acompaña de niveles reducidos de saturación de la transferrina es la anemia ferropénica (por déficit de hierro). En una anemia ferropénica leve los índices de saturación de transferrina están ligeramente disminuidos (10-20 % en hombres y 10-15 % en mujeres). En este caso, el resto de los parámetros mostrarían lo siguiente: Los niveles de hierro en sangre suelen estar bajos (por debajo de 60 µg/dL). La ferritina está baja. El TIBC está alto (superior a 400 µg/dL). En una anemia producida por una enfermedad crónica los valores podrían ser: Niveles de hierro bajos. La ferritina en valores normales o altos. TIBC en valores normales o reducidos. En una anemia ferropénica severa el índice de saturación de transferrina sería muy bajo (inferior al 10 % en adultos) con el resto de los parámetros del siguiente modo: Niveles bajos de hierro en sangre (por debajo de 40 µg/dL). Ferritina baja (inferior a 10 ng/ml). Niveles altos de TIBC. Además de la anemia ferropénica, otras situaciones que pueden producir una disminución de los valores de saturación de la transferrina en sangre incluyen: Embarazo Enfermedades hereditarias como la talasemia. Enfermedades crónicas con pérdida de proteínas (infecciones, grandes quemaduras, etc.). Patologías hepáticas y renales. Algunos tipos de cáncer. Alcoholismo. Desnutrición. De este modo, los síntomas que suelen acompañar a unos niveles de saturación de transferrina bajos incluyen: Cansancio. Debilidad. Mareos. Dolor de cabeza, etc. Síntomas de transferrina alta Unos valores elevados del índice de saturación de transferrina pueden señalar la presencia de hemocromatosis , una enfermedad hereditaria que provoca una acumulación de hierro en el organismo. De este modo, una saturación de la transferrina por encima del 50 % puede ser un signo de la presencia de hemocromatosis. Otras situaciones que pueden provocar un aumento de los valores saturación de la transferrina en sangre incluyen: Intoxicación por hierro. Transfusión múltiple de sangre. Anemia sideroblástica. Anemia hemolítica. Anemia megaloblástica. Cirrosis hepática. Los síntomas que pueden aparecer con unos niveles de saturación de la transferrina elevados, debidos principalmente a la acumulación de hierro en el organismo, pueden incluir: Fatiga generalizada. Dolor articular. Dolor abdominal. Pérdida de peso. Disminución del apetito sexual.
CHCM: ¿Qué es y qué indica en tu analítica?
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CHCM: ¿Qué es y qué indica en tu analítica?

El CHCM es un índice analítico que sirve para valorar la cantidad de hemoglobina que está presente en la sangre. ¿Qué es el CHCM? CHCM corresponde a las siglas de “Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media”. Es un parámetro que representa la concentración media de hemoglobina que contiene cada glóbulo rojo. La hemoglobina es la proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. Para el cálculo del CHCM se toma el valor del contenido de hemoglobina en una muestra y se divide por el hematocrito, que es el volumen que ocupan los glóbulos rojos presentes en esa muestra sanguínea. Los analizadores automáticos que se utilizan hoy en día para los análisis de sangre realizan los recuentos celulares y de hemoglobina utilizando diferentes métodos como la impedancia o la difracción de la luz, entre otros, y sus sistemas de cálculo integrado permiten obtener los índices eritrocitarios, incluyendo el CHCM de forma automática. El estudio de los índices eritrocitarios, como el volumen corpuscular medio (VCM), el CHCM y el recuento reticulocitario (que mide la velocidad de renovación de los glóbulos rojos) en el contexto de unas de las patologías hematológicas más frecuentes como es la anemia, nos permite clasificarla en: Normocítica-normocrómica. Microcítica-hipocrómica. Macrocítica. Regenerativa. Arregenerativa. Estos parámetros constituyen la base del diagnóstico de la anemia que está asociada a síntomas como: Debilidad o cansancio. Fatiga. Palidez. Taquicardias. Manos o pies fríos. Problemas respiratorios. Por otro lado, los valores normales de CHCM se sitúan en: Adultos: 32-36 g/dl. Niños: 31-37 g/dl. ¿Qué indican unos valores de CHCM bajos? Dentro de los resultados de un análisis de sangre , un valor de CHCM bajo se corresponde con una anemia microcítica. Este trastorno hematológico se caracteriza por la presencia de eritrocitos de tamaño inferior a lo normal (con un VCM bajo) y asociado a una hemoglobina corpuscular media (HCM) y una CHCM bajas (hipocromía). La causa más habitual de la anemia microcítica hipocrómica es la ferropenia o niveles bajos de hierro en el organismo. Esto es así en más de un 95% de las ocasiones. En cualquier caso, la confirmación deberá respaldarse con la historia clínica del paciente y el estudio de parámetros relacionados con el metabolismo del hierro. Sin embargo, el CHCM se trata de un parámetro poco específico para valorar las anemias ferropénicas, ya que sólo en una parte minoritaria se aprecian valores disminuidos de CHCM. Para el diagnóstico de la anemia ferropénica existen otros parámetros más adecuados, incluyendo los valores de hemoglobina, el VCM, el RDW, el hierro total sérico, o los niveles de las proteínas relacionadas con el metabolismo y almacenamiento del hierro, la ferritina y la transferrina. CHCM ligeramente bajo Los valores de CHCM ligeramente bajos (29-32 g/dl) se corresponden con la anemia ferropénica en el caso de que la hemoglobina también presente unos valores ligeramente disminuidos (9-10 g/dl). CHCM moderadamente bajo Los valores de CHCM moderadamente bajos (25-29 g/dl) se corresponden con anemias ferropénicas severas con hemoglobinemias muy reducidas. CHCM muy bajo Los valores de CHCM muy bajos (inferiores a 25 g/dl) se corresponden con anemias ferropénica muy severas. Suelen ser poco comunes. ¿Qué indican unos valores de CHCM altos? Los valores altos de CHCM indican que la hemoglobina aparece muy concentrada en los glóbulos rojos. Esta situación puede darse en circunstancias como haber sufrido grandes quemaduras corporales y en determinados tipos de anemias hemolíticas: Esferocitosis . Se trata de una enfermedad hereditaria en la que los glóbulos rojos presentan una anomalía en la membrana que determina una forma esférica en lugar de la típica forma de disco. Provoca anemia hemolítica leve y se trata de la patología más común entre las que provocan unos valores aumentados de CHCM. Drepanocitosis . Se trata de una patología hereditaria que cursa con anemia hemolítica crónica en la que los eritrocitos presentan una forma curvada o de hoz. Afecta casi exclusivamente a individuos de raza negra. Xerocitosis congénita . Es una enfermedad hereditaria que provoca la rigidez de los glóbulos rojos, siendo una causa muy poco frecuente de anemia hemolítica. Anemias hemolíticas autoinmunes . Tienen lugar cuando se forman anticuerpos que destruyen los glóbulos rojos del propio cuerpo. Suelen ser poco habituales. Las patologías que suelen causar unos valores elevados de CHCM son enfermedades congénitas, cuyos valores son complicados de revertir. CHCM ligeramente alto Los valores de CHCM ligeramente altos (36-37 g/dl) se pueden corresponder con una esferocitosis o drepanocitosis. CHCM muy alto Los valores de CHCM muy altos (por encima 37 g/dl) suelen estar relacionados con problemas o errores en la medición y no con una patología real.
Basófilos altos o bajos: ¿Qué quieren decir?
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Basófilos altos o bajos: ¿Qué quieren decir?

Los glóbulos blancos o leucocitos son un tipo de células sanguíneas cuya función es defender al organismo frente a infecciones, agentes patógenos y células tumorales. Existen varios tipos de leucocitos: linfocitos, monocitos, eosinófilos, neutrófilos y basófilos . ¿Qué son los basófilos? Los basófilos son los leucocitos menos numerosos. Los valores normales de basófilos se sitúan en el 0-2 % de los glóbulos blancos y cuando están aumentados suele ser debido a la presencia de infecciones virales, tuberculosis o alergias. Junto con los eosinófilos y los neutrófilos forman parte del grupo de los granulocitos. Se forman en la médula ósea y son liberados a la circulación sanguínea para actuar donde sean necesarios. Son activados como parte de la respuesta inflamatoria. Los basófilos son las únicas células circulantes que contienen histamina. Comparten muchas similitudes con los mastocitos que están presentes en los diferentes tejidos. Los basófilos son reclutados en los lugares donde existe inflamación y ahí pueden ser activados por diferentes moléculas, asociándose a patógenos o a la inmunoglobulina E (IgE). Al estimularse liberan su contenido histamínico, junto con otras sustancias inmunomoduladoras (citocinas, leucotrienos e histamina). De este modo, ayudan al sistema inmunitario. Los basófilos son especialmente relevantes en respuestas inmunitarias frente a parásitos. Desde hace ya muchos años, los basófilos y mastocitos han sido implicados en la aparición de la enfermedad alérgica, ya que sus niveles plasmáticos se elevan ante la presencia de un cuadro clínico de alergia. Una vez que el antígeno accede y penetra en el organismo, estas células pueden rápidamente ser reclutadas en la piel, el pulmón o la mucosa nasal, por lo que se encuentran elevados en dermatitis atópica, asma, rinitis alérgica y pólipos nasales. Por lo tanto, los basófilos están implicados en la patogenia del inicio, desarrollo y cronicidad de las enfermedades alérgicas. Basófilos altos El aumento de basófilos por encima del rango normal se denomina basofilia. Se produce cuando se superan los 300 basófilos/ microlitro (µl) de sangre. Suele ser habitual que aumente el número de basófilos ante la presencia de procesos inflamatorios crónicos y reacciones alérgicas. De este modo, pueden aparecer en la inflamación crónica producida en el tracto gastrointestinal en el curso de patologías como la colitis ulcerosa. Otras situaciones en las que se puede producir basofilia incluyen: Artritis. Insuficiencia renal. Hipotiroidismo. Procesos cancerosos como leucemia, mielofibrosis y policitemia. Por lo general, la elevación del número de basófilos no causa síntomas, si bien en algunos casos puede cursar con fatiga, dolor abdominal, calambres, pérdida de peso inexplicable, fiebre y malestar. Basófilos bajos Los basófilos suponen el porcentaje más bajo dentro de los glóbulos blancos o leucocitos, llegando hasta el 2 % del total. Cuando su número desciende en exceso (basopenia), puede deberse en algunos casos a la presencia de determinadas afecciones o patologías. Suele ser poco habitual. Se consideran cifras de basófilos bajos cuando aparecen en la analítica entre 0 y 20 /µl. En cualquier caso, como se ha señalado anteriormente, los niveles que se sitúan cerca de 0 (0-2% del total de leucocitos) se consideran normales. Cuando esta situación se reproduce en sucesivos análisis es cuando se hace necesario indagar en la causa. Entre las causas que pueden provocar la disminución en el número de basófilos se cuentan: Tirotoxicosis o crisis hipertiroidea. Tratamiento con medicamentos que afectan al sistema inmune (como los corticoides). Algunas infecciones. La ovulación y el embarazo. Situaciones de estrés. Diferencia entre basófilos y eosinófilos Los basófilos y eosinófilos forman parte de los leucocitos conocidos como granulocitos. Los basófilos son un tipo de leucocito que tiene una función relevante en la protección inmunitaria y la reparación de heridas. Los basófilos constituyen la única célula circulante con capacidad para liberar histamina, sustancia involucrada en el proceso inflamatorio, y otros mediadores, siendo cruciales en el inicio de las reacciones alérgicas. Por el contrario, los eosinófilos desempeñan otras funciones dentro del sistema inmunitario. Y aunque pueden estar elevados en cuadros alérgicos, la elevación de los eosinófilos puede estar relacionada con la existencia de una infección provocada por parásitos. Por otro lado, los eosinófilos participan en la regulación del proceso inflamatorio. Ayudan a promover la inflamación, una de las primeras respuestas del organismo y del sistema inmune para aislar y controlar la zona en la que se ha localizado una infección o algún tipo de agresión en los tejidos. Los eosinófilos también participan en procesos alérgicos y en la aparición de algunos de sus síntomas. Finalmente, la disminución de basófilos en ocasiones puede estar asociada a la bajada de leucocitos eosinófilos (eosinopenia) por causa de una infección, tratamientos con corticosteroides o tratamiento hormonal frente al hipertiroidismo.
Volumen corpuscular medio: cómo interpretarlo
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Volumen corpuscular medio: cómo interpretarlo

Los glóbulos rojos son las células sanguíneas encargadas de llevar el oxígeno desde los pulmones hasta todas las células del cuerpo. Cuando presentan un tamaño anómalo (son excesivamente grandes o pequeños), podría ser debido a un problema como la presencia de anemia o una deficiencia vitamínica, entre otros. El volumen corpuscular medio es el parámetro que sirve para medir el tamaño de los glóbulos rojos. ¿Qué es el volumen corpuscular medio? El volumen corpuscular medio (VCM) muestra el tamaño promedio de los glóbulos rojos o hematíes de la sangre. Se trata de un parámetro rutinario que forma parte del análisis encargado de analizar las células sanguíneas (hemograma). Para calcularlo, se tiene en cuenta el hematocrito, es decir, el volumen que ocupan los glóbulos rojos dividido por y el número de glóbulos rojos. De este modo, expresa el volumen promedio de cada eritrocito. Su cálculo permite identificar diferentes situaciones relacionadas con el tamaño de las células sanguíneas analizadas: Normocitosis: tamaño del glóbulo rojo en rango normal. Macrocitosis: tamaño del glóbulo rojo por encima de los valores normales. Microcitosis: tamaño del glóbulo rojo por debajo de los valores normales. El VCM en análisis de sangre puede servir junto a otras pruebas para indagar sobre algunos trastornos de la sangre, como los diferentes tipos de anemia . Existen muchos tipos de anemia. Su causa más común es el déficit de hierro, esencial para producir hemoglobina, que es la proteína de los glóbulos rojos encargada de captar y transportar el oxígeno desde los pulmones al resto de tejidos del organismo. Algunas patologías y condiciones que pueden causar anemia incluyen el embarazo, las menstruaciones muy abundantes, un consumo insuficiente de hierro con la dieta, deficiencias dietéticas de ciertas vitaminas como el ácido fólico o la vitamina B12, algunas enfermedades hereditarias, etc. En cuanto a los valores del VCM, estos deben considerarse siempre junto a los datos del historial médico de cada paciente y teniendo en cuenta sus características personales. No siempre que estos están fuera de los límites normales significa que pueda existir una patología o un trastorno de salud. Elementos como la dieta, la actividad física, el tratamiento con algunos medicamentos o la menstruación, entre otros factores, pueden afectar a los resultados. Alteraciones del volumen corpuscular medio Cuando la determinación del volumen corpuscular medio señala que los glóbulos rojos son más pequeños de lo normal (VCM bajo) podría deberse a las siguientes causas: Ciertos tipos de anemia, incluyendo anemia por deficiencia de hierro o anemia ferropénica, el tipo de anemia más habitual. Talasemia, un trastorno genético que impide la producción normal de hemoglobina. Patologías reumáticas. Tratamiento con algunos medicamentos (algunos antituberculosos e inmunosupresores, entre otros). Cuando la determinación del volumen corpuscular medio señala que los glóbulos rojos son más grandes de lo normal (VCM alto) podría deberse a las siguientes causas: Anemia perniciosa (por falta de vitamina B12 o problemas que impidan su utilización, como ciertos trastornos inmunitarios, enfermedad celiaca o enfermedad de Crohn). Anemia causada por falta de ácido fólico. Patologías hepáticas. Alcoholismo. Hipotiroidismo. Tratamientos con medicamentos quimioterápicos o antivirales. Por otro lado, también se pueden dar casos de anemia con un volumen corpuscular medio dentro de la normalidad. Esta situación puede estar propiciada por: Pérdida abundante de sangre (por ejemplo, por una hemorragia). Insuficiencia renal. Anemia aplásica (la médula ósea no produce suficientes glóbulos rojos). ¿Qué pueden diagnosticar los distintos valores del VCM? Como se ha dicho, el volumen corpuscular medio (VCM) indica el tamaño de los glóbulos rojos. Los valores normales o de referencia se sitúan entre los 80 y los 100 fl (femto litros) en adultos. Los niños de 6 a 12 años presentan un VCM algo menor (86 fl) y los de 12 a 18 de 88 fl. Valores por debajo de lo normal pueden indicar, entre otros, un déficit de hierro, una pérdida sanguínea abundante (por la menstruación o pérdidas digestivas, por ejemplo) o una talasemia, que es una anomalía genética de la hemoglobina. Valores más elevados pueden ocurrir si hay un déficit de vitamina B12 o de ácido fólico. Para el diagnóstico de la anemia se tienen en cuenta otros parámetros además del VCM como los valores de hemoglobina y de hemoglobina corpuscular media (HCM). Dependiendo de las características de estos tres parámetros, se pueden diagnosticar diferentes tipos de anemia, según la combinación siguiente: VCM y HCM bajo . Indica anemia microcítica. VCM y HCM normales . Indica anemia normocítica. VCM y HCM alto . Indica anemia macrocítica. A partir del resultado del análisis del hemograma, el médico podrá solicitar otros exámenes que puedan confirmar el diagnóstico de la anemia.
RDW alto o bajo: descubre qué es y qué significa
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RDW alto o bajo: descubre qué es y qué significa

Los análisis de sangre actuales incluyen parámetros nuevos que el laboratorio de hematología ha incorporado en su rutina. Uno de ellos es el RDW. ¿Qué es el RDW? El Red Blood Cell Distribution Widht (RDW) o Amplitud de la Distribución Eritrocitaria representa el coeficiente de variación de tamaño de los glóbulos rojos en sangre. Este es el reflejo de la anisocitosis o diferencia de tamaño de los glóbulos rojos. Se trata de una prueba cuyo valor que se expresa en porcentaje y que, normalmente, viene incluida dentro del hemograma. En una muestra de sangre normal siempre existe un grado de anisocitosis: los glóbulos rojos más jóvenes presentan un volumen mayor que los glóbulos rojos más maduros. De este modo, el RDW permite observar de manera gráfica cuando coexisten en una muestra dos poblaciones de glóbulos rojos de diferentes tamaños. Una de las posibles utilidades de la RDW es observar su modificación en el contexto evolutivo de una anemia en tratamiento, ya que puede ayudar a tener una visión de la producción de células sanguíneas que se está produciendo en un momento dado. Si bien el RDW se suele incluir de manera rutinaria dentro del hemograma en una analítica normal, sería pertinente disponer de este parámetro en situaciones que incluyan los siguientes síntomas o situaciones del paciente: Debilidad, mareos, palidez y síntomas compatibles con estados de anemia. Antecedentes familiares de trastornos hereditarios de la sangre, como talasemia o anemia falciforme, entre otros. Patologías crónicas como diabetes, enfermedad de Crohn o infección por VIH. Dietas deficientes o carenciales (especialmente con bajos niveles de ingesta de hierro y vitaminas del grupo B). Hemorragias o pérdidas de sangre recientes. Valores normales del RDW Los valores normales de RDW se sitúan entre un 11% y un 15%.     RDW alto Un RDW alto es indicativo de que los glóbulos rojos presentan un tamaño superior a lo normal. Esta situación puede estar causada por una destrucción excesiva de eritrocitos o por unos niveles disminuidos en su producción. Un valor de RDW alto permite distinguir entre los diferentes tipos de anemia. Para ello puede ser útil tener información de otros parámetros como los niveles de hemoglobina y el volumen corpuscular medio (VCM). Las causas más frecuentes de un valor de RDW alto en mujeres y en hombres incluyen: Anemia ferropénica. Aparecen valores ligeramente elevados de RDW junto con niveles disminuidos de hemoglobina y VCM. Anemias megaloblásticas (por niveles disminuidos de vitamina B9 o vitamina B12). Aparece una anisocitosis moderada, junto con hemoglobina baja y un VCM elevado. Anemia hemolítica. Se trata de una patología que causa la disminución de los glóbulos rojos que acortan su vida. Se trata de un grupo de patologías hereditarias que cursan con una producción alterada de hemoglobina. Patologías hepáticas. Personas en tratamiento de quimioterapia. La normalización de los valores de RDW requiere el tratamiento de la enfermedad que lo provoca. En este sentido, cuando se inicia el tratamiento para corregir los diferentes tipos de anemia, los valores de RDW pueden sobrepasar el 30%. Esto suele ser una señal de respuesta positiva al tratamiento. RDW bajo Un valor de RDW bajo, en general no tiene significado clínico. Simplemente refleja una gran similitud en el tamaño de los glóbulos rojos. Si el resto de los parámetros del análisis están dentro de la normalidad no es necesario preocuparse. Un RDW bajo se debe considerar junto con otros parámetros, como el volumen corpuscular medio (VCM). Por el contrario, cuando también está alterado el Volumen Corpuscular Medio (VCM), el RDW bajo puede indicar la presencia de enfermedades crónicas como patologías del hígado, problemas renales, VIH, cáncer o diabetes. Finalmente, aunque la RDW es un valor utilizado dentro del hemograma para distinguir los diferentes tipos de anemia, también puede ser útil para conocer la evolución en pacientes que presentan insuficiencia cardíaca. Así, hay estudios que vinculan el nivel de RDW alto y depresión en pacientes con problemas cardiacos.
Neutrófilos: valores normales
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Neutrófilos: valores normales

Los glóbulos blancos o leucocitos son un tipo de células sanguíneas cuya función es defender al organismo frente a infecciones, agentes patógenos y células tumorales. Existen varios tipos de leucocitos: linfocitos, monocitos, eosinófilos, basófilos y neutrófilos . ¿Qué son los neutrófilos? Los neutrófilos son el tipo de leucocitos o glóbulos blancos más abundantes. Se caracterizan por la forma multilobulada de su núcleo y por acudir en primer lugar a los puntos de inflamación aguda en respuesta a señales que producen las células dañadas y células del sistema inmunitario. De este modo, los neutrófilos constituyen una gran proporción del infiltrado celular temprano en los tejidos con inflamación, siendo el mayor componente del exudado purulento. Los neutrófilos constituyen la primera línea de defensa frente a microorganismos invasores. Utilizan estrategias como la fagocitosis de patógenos y la liberación de factores antimicrobianos. También es un tipo de célula capaz de estimular la respuesta de otras células inmunitarias. La participación de los neutrófilos permite crear un entorno antimicrobiano en el lugar en el que se ha producido la inflamación, que contribuye a la muerte de los patógenos. Valoración de neutrófilos A partir de un análisis de sangre o hemograma completo , se puede valorar el número de las diferentes células que componen la sangre. Es una prueba muy útil en caso de situaciones clínicas de infección y enfermedades crónicas. ¿Qué valores de neutrófilos son normales? Los valores de neutrófilos normales se sitúan en torno a 2.000-7.500/mL, suponiendo un 45-75 % del total de leucocitos. Aunque en los estudios analíticos podemos estudiar su número absoluto, es frecuente estudiar su número relativo en relación con el resto de la celularidad sanguínea. Dentro de las causas más habituales de su incremento se sitúan las infecciones bacterianas. Neutrofilia La neutrofilia o aumento en el recuento absoluto de neutrófilos (valores por encima de 8.000/ml), se observa con mayor frecuencia en procesos infecciosos bacterianos agudos. El número de neutrófilos también puede aumentar en presencia de ciertas agresiones a nuestro organismo como fracturas, quemaduras o en el posoperatorio de muchos pacientes. El número elevado de neutrófilos puede no causar síntomas, aunque sí la situación aguda que lo está provocando. Existen otras enfermedades crónicas que también cursan con neutrofilia como procesos inflamatorios crónicos y trastornos autoinmunitarios como la artritis reumatoide. Otras situaciones en las que se pueden observar unos niveles elevados de neutrófilos incluyen: Cuadros inflamatorios no infecciosos, como colagenopatías. Condiciones de estrés. Eclampsia en mujeres embarazadas. Artritis reumatoide e hiperuricemia (gota). Enfermedades del tiroides. Leucemia. La realización de ejercicio intenso. Situaciones de hipoxia. Por causa del consumo de algunos medicamentos como corticoides, adrenalina, entre otros. Tabaquismo. La neutrofilia propia de patologías hematológicas como síndromes mieloproliferativos crónicos se acompaña de alteración en los recuentos de las otras células y características morfológicas especiales. Cuando se descubre un número de neutrófilos por encima de lo normal y no hay una razón evidente, como una infección, se analiza una muestra de sangre al microscopio para determinar si existe una fuga de neutrófilos inmaduros (mieloblastos) de la médula ósea hacia la sangre. La presencia de neutrófilos inmaduros en la sangre puede indicar un trastorno medular, como la leucemia. En cualquier caso, en condiciones normales la neutrofilia no provoca síntomas por sí misma. Tipos de neutropenia: neutrófilos bajos y sus causas Se entiende como neutropenia a la disminución en el recuento absoluto de neutrófilos por debajo de 1.500/ml. Se considera neutropenia severa un recuento absoluto por debajo de 500/ml. La neutropenia puede determinar una mayor vulnerabilidad ante las infecciones. Cuando la neutropenia es grave, las bacterias normales pueden causar enfermedades serias. La causa más habitual es la provocada por el consumo de fármacos, entre ellos: Quimioterápicos. Antiinflamatorios no esteroideos. Antiepilépticos. Psicofármacos. Algunos antibióticos. Otras causas de disminución en recuento de neutrófilos incluyen: Anemia aplásica. Radioterapia o exposición a la radiación. Infecciones de origen viral. Infección bacteriana grave. Carencias vitamínicas. En algunas infecciones virales como la gripe, la hepatitis y el VIH se pueden observar neutropenias severas.
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Hipoglucemia
Enfermedad

Hipoglucemia

¿Qué es la hipoglucemia? La hipoglucemia es una bajada de la cantidad de azúcar en la sangre por debajo de 60 mg/ml. En los recién nacidos son más frecuentes en los niños pretérmino, llegando a ser hasta del 14% de los casos. En los niños a término suele darse como mucho en un 7%. Las hipoglucemias en los diabéticos son más frecuentes en pacientes con insulina o secretagogos que con otros tratamientos hipoglucemiantes. Es una situación urgente de revertir ya que es grave porque puede poner en peligro la vida del individuo. Causas de la hipoglucemia La causa principal de la hipoglucemia es la alteración hormonal a nivel de hipófisis y tiroides . También se puede producir en pacientes normales sin alteraciones hormonales por causa de falta de alimento, exceso de ejercicio , o descarga insulínica en el páncreas. Síntomas de la hipoglucemia Los síntomas son: malestar, cansancio, adormecimiento, temblor, sudoración profusa, palpitaciones, mareos, visión borrosa, dolor de cabeza, convulsiones y trastorno del comportamiento. Tratamiento para la hipoglucemia El tratamiento para la hipoglucemia es dar azúcar de forma rápida. Se puede dar un producto azucarado como pueden ser los zumos de frutas , o también se puede dar directamente un sobre de azúcar disuelto en un vaso de agua. En casos muy difíciles de revertir y en pacientes diabéticos, puede ser necesario darles Glucagón mediante inyección subcutánea. Pruebas complementarias del tratamiento de la hipoglucemia La prueba complementaria será la determinación de glucosa en sangre capilar, hasta normalización de la misma, cada media hora. Factores desencadenantes de la hipoglucemia Los factores desencadenantes de la hipoglucemia son la falta de aporte de hidratos de carbono en la dieta , o el exceso de insulina en la sangre. Factores de riesgo de la hipoglucemia Son factores de riesgo para sufrir hipoglucemia en los pacientes en tratamiento con insulina y con secretagogos como Repaglinida y Glibenclamida . Los largos periodos de ayuno sin ingesta de hidratos de carbono , el periodo neonatal en niños pretérmino que tienen más problemas en regular hormonalmente sus niveles de glucemia, y también en niños a término en especial si son hijos de madres diabéticas. Complicaciones de la hipoglucemia Daños neurológicos. Convulsiones. Pérdida de conocimiento. Coma. Prevención de la hipoglucemia No realizar ejercicio en ayunas. Ingesta adecuada de hidratos de carbono. Control capilar de glucemia. Especialidades a las que pertenece la hipoglucemia En el caso de hipoglucemias neonatales se trata de control con pediatras neonatólogos, en el resto de casos, se controla por el endocrino. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la hipoglucemia en bebés? La hipoglucemia en bebés es la bajada de azúcar que se puede producir en los recién nacidos, más frecuente en niños prematuros, en niños nacidos a término que presentan madres diabéticas en el embarazo, y en niños con retraso en el crecimiento intrauterino. ¿Qué puede ocasionar la hipoglucemia? Las hipoglucemias se producen por el exceso de insulina o por la falta de hidratos de carbono. En personas con tratamiento con insulina o fármacos secretagogos (fármacos que producen la secreción de insulina), se pueden producir hipoglucemias. En los neonatos que no tienen aún una buena regulación hormonal también se produce por parte del organismo un exceso de insulina que es la que causa la hipoglucemia. Las personas que tienen largos periodos de ayuno pueden presentar una hipoglucemia por falta de ingesta. ¿Qué diferencia hay entre hiperglucemia e hipoglucemia? Las hiperglucemias son valores por encima de lo normal de azúcar en sangre (son niveles normales entre 70 y 129 mg/dl). La hipoglucemia son valores por debajo de lo normal de azúcar en sangre . Para tener síntomas de hipoglucemia, la glucosa deberá de estar por debajo de 60 mg/dl. ¿Cuáles son los niveles normales de azúcar en sangre? Los niveles normales de azúcar en sangre son diferentes antes y después de la ingesta, así, en ayunas se consideran normales niveles de entre 70 y 128 mg/ml, por encima de estas cifras se habla de hiperglucemia, cuando se ha consumido alimento se considera que a las dos horas de haberlo ingerido los niveles de azúcar deben estar por debajo de 140 mg/ml ¿Qué es la hipoglucemia reactiva? La hipoglucemia reactiva o hipoglucemia postprandial es la que se produce unas cuatro horas después de comer y no necesita un tratamiento especial, salvo el regular la ingesta de alimentos. Suele ser suficiente con no comer alimentos azucarados con el estómago vacío y  hacer cinco comidas al dia.
Síncope Vasovagal
Enfermedad

Síncope Vasovagal

¿Qué es el síncope vasovagal? El síncope vasovagal o lipotimia, es la pérdida de conocimiento que se produce por estímulo del nervio vagal , dando lugar a un enlentecimiento del ritmo cardíaco y una bajada de la tensión arterial . La presencia de síncope varía entre el 10% y 20% de la población, siendo más frecuente en pacientes ancianos y en mujeres . Ante un síncope siempre se debe acudir a ser valorado por un médico, ya que también puede tratarse de un síncope cardiogénico . Es una enfermedad leve. Tipos de síncopes Síncope vasovagal : se produce una bajada de la frecuencia cardíaca y de presión arterial por el estímulo vagal . Síncope cardíaco : se produce por la estimulación de la carótida . Por presión en la misma se produce una disminución de la frecuencia cardíaca. Síncope ortostático : se produce por la disminución de la presión arterial al ponerse de pie tras estar sentado o tumbado. Es muy frecuente en personas mayores que reciben medicación hipotensora . Síncope cardíaco : se debe a problemas cardíacos . En general se dan bloqueo cardíaco y alteraciones en el ritmo, ya sean bradicardias y taquicardias. También puede producirse por alteraciones en la válvula aórtica o por hipertrofias ventriculares importantes. Causas del síncope vasovagal La causa del síncope vasovagal puede ser: Por estrés laboral . Estrés emocional . Por una impresión desagradable , por ejemplo, el que se produce al ver sangre. Por estar en un ambiente muy cálido . Por estar mucho tiempo de pie. En estas circunstancias se produce una vasodilatación que da lugar al síncope. El embarazo . Dolores fuertes . Síntomas del síncope vasovagal El síntoma del síncope vasovagal es la pérdida de conciencia que se produce, pero previo a ello el paciente puede notar sensación de debilidad, sofocos, vértigo, visión borrosa, palidez, sudoración profusa y zumbido de oídos. Puede presentar también náuseas, vómitos y diarrea. Tratamiento para el síncope vasovagal El síncope vasovagal no tiene tratamiento , se deberá indicar al paciente que permanezca en posición tumbado con los pies elevados. Posteriormente se le sentará y solo cuando esté totalmente recuperado deberá proceder a ponerse en pie. Se deberá beber líquido abundante para evitar la deshidratación, que favorece el episodio.   Pruebas complementarias del tratamiento de síncope vasovagal Las pruebas complementarias a realizar con un síncope vasovagal serán: Analítica de sangre con iones para descartar deshidratación. Electrocardiograma que nos permita conocer posibles alteraciones cardíacas. En casos determinados puede ser necesaria una valoración por el neurólogo para descartar problemas neurológicos. Las pruebas complementarias tienen como fin descartar otros orígenes del síncope vasovagal. Factores desencadenantes del síncope vasovagal Son factores desencadenantes del síncope vasovagal, el calor excesivo , permanecer mucho rato de pie , o bien situaciones de estrés emocional . Factores de riesgo del síncope vasovagal Son factores de riesgo vasovagal las situaciones de deshidratación , ya sea por episodios de diarrea o vómitos o por falta de ingesta, y en personas ancianas, los tratamientos diuréticos o hipotensores . Complicaciones del síncope vasovagal Golpes o contusiones . Fracturas de brazos o piernas. Heridas inciso-contusas , en especial en la cabeza. Prevención del síncope vasovagal Beber abundante líquido durante el día. Evitar periodos de ayuno prolongado . Sentarse ante el malestar previo que produce el síncope. Elevar las piernas . Dormir con la cabeza incorporada . Realizar ejercicios de tensión en las piernas a la vez que se aumenta la presión abdominal. Ponerse de puntillas de forma repetida cuando se permanece mucho tiempo de pie. Especialidades a las que pertenece el síncope vasovagal El síncope vasovagal será valorado por el médico de familia , que estudiará este, remitiendo a cardiología o neurología si sospecha de otra etiología no vasovagal. Preguntas frecuentes ¿Qué hacer cuando te da un síncope vasovagal? Cuando se produce un síncope vasovagal, se debe tumbar al paciente en un lugar plano y elevar las piernas, y cuando mejore y se haya recuperado del proceso, se le dejará sentado un rato para luego incorporarle despacio . ¿Están relacionadas las convulsiones con los síncopes? No, las convulsiones son un síntoma de la epilepsia , una alteración neurológica compleja que necesitarán de terapia anticonvulsivante. El síncope es una pérdida de conocimiento breve que no precisa de tratamiento tras la recuperación del paciente. ¿Qué es el reflejo vagal? El reflejo vagal es la activación que se produce del nervio vago , que produce un descenso de los latidos cardíacos y un descenso de la tensión arterial, la cual se produce por una activación de este nervio, y que es el origen del síncope vasovagal. ¿Qué es perder el conocimiento? La pérdida de conocimiento es el desmayo o la lipotimia , que se da cuando una persona pierde la conexión con el mundo exterior, no habla ni oye, ni reacciona a lo que se le indica desde el exterior. No es capaz de responder, y cuando el paciente se despierta no recuerda lo que ha ocurrido durante este tiempo. ¿Cuál es la diferencia entre síncope y epilepsia? La epilepsia es la descarga neuronal que da lugar a convulsiones, esto es, se producen movimientos de las extremidades y el cuerpo del paciente. En el síncope no hay movimientos anormales, por el contrario, el paciente se queda sin responder y se le ve pálido . En general las pérdidas de conocimiento son menos preocupantes si su origen es vasovagal, no obstante, se deben estudiar por si fueran de origen cardiogénico.
ETS
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ETS

¿Qué es una ETS? Las ETS, enfermedades de transmisión sexual , son el conjunto de enfermedades que se contagian de una persona a otra mediante el contacto sexual. También se conocen como enfermedades venéreas , enfermedades sexuales o infecciones de transmisión sexual (ITS). Las enfermedades de transmisión sexual son causadas por el contagio de virus, bacterias y parásitos , pudiéndose contraer por cualquiera persona que realice prácticas sexuales sin protección, tanto hombres como mujeres. Pertenecen a la especialidad de enfermedades infecciosas y son consideradas enfermedades de tipo grave. Tipos de ETS Las ETS pueden estar causadas por virus, bacterias, parásitos u hongos, diferenciándose 20 tipos diferentes, de las cuales las más comunes son: VIH : virus de la inmunodeficiencia humana, es una de las ETS más graves. Recibe el nombre de SIDA, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, en su fase terminal. Gonorrea : no siempre presenta síntomas, pero puede llegar a ser una enfermedad muy grave. Provoca la inflamación de las vías urinarias y de los genitales y aumenta en exceso el flujo genital. Sífilis : producida por una bacteria y que provoca alteraciones cutáneas al producirse úlceras. Herpes genital : se producen llagas y úlceras en la zona de los genitales, provocando  irritación, ardor e inflamación de la zona. Se puede transmitir antes de presentar síntomas.   Causas de las ETS Las principales causas de las ETS se deben a la presencia, en el organismo, de bacterias, virus, parásitos u hongos , infectado tras la práctica de relaciones sexuales. Síntomas de una ETS Según el tipo de ETS que presente el paciente así serán los síntomas. No obstante, algunos de los síntomas son comunes en distintas enfermedades: Llagas o úlceras en la zona bucal o genital. Dolor o ardor genital. Anomalías en el flujo vaginal. Sangrado vaginal fuera del ciclo menstrual. Fiebre y malestar. Erupciones cutáneas. Tratamiento para las ETS Las enfermedades de transmisión sexual suelen ser tratadas con antivirales y antibióticos. En los casos en los que la enfermedad está muy desarrollada y los pacientes presentan gravedad, además del tratamiento con medicamentos, se realizan terapias psicológicas para que el paciente lo afronte de la mejor manera posible. Pruebas complementarias del tratamiento de ETS Para determinar si un paciente sufre o no una ETS se realizan las siguientes pruebas: Análisis sanguíneo : se extrae una muestra de sangre del paciente para analizarla y evaluar si existen parámetros indicadores de ETS. Análisis de orina : al igual que en el análisis de sangre, se toma una muestra de orina para determinar si existen patógenos causantes de la enfermedad. Muestras de la zona : en caso de que se manifiesten síntomas externos como úlceras, llagas, eczemas o flujo genital extraño, se tomará también una muestra para analizar. Factores desencadenantes de una ETS El factor desencadenante de una enfermedad de transmisión sexual (ETS) es la práctica de relaciones sexuales sin el uso de protección y sin haberse realizado ambas partes las pruebas específicas para cerciorarse de que no padecen ni son portadores de ninguna ETS. Factores de riesgo de una ETS El factor de riesgo a la hora de adquirir una ETS es principalmente la práctica de relaciones sexuales , sobre todo sin protección. Además, mantener relaciones sexuales con diferentes personas incrementa el riesgo de contraerlas, a la vez que mantener relaciones sexuales con aquellas personas que padecen o están infectadas de alguna ETS, y aún más si no se usa protección. Complicaciones de las ETS Infertilidad. Virus del papiloma humano (VPH) Anomalías cardiacas. Cáncer rectal. Riesgos durante el embarazado. Prevención de las ETS Usar protección sexual en tus relaciones. Cumplir la cartilla de vacunación. Realizarse análisis para detectar las infecciones. Conocer si la persona con la que mantienes relaciones sexuales es portador o padece alguna ETS para tomar las precauciones necesarias. Especialidades a las que pertenecen las ETS La especialidad médica encargada de tratar las ETS es enfermedades infecciosas. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la tricomona vaginal? La tricomona vaginal, también conocida como tricomoniasis, es un tipo de ETS producida por un protozoo, el Trichomonas vaginalis. Es una de las enfermedades de transmisión más comunes y a la vez de las más fáciles de curar. Los síntomas son variados y muchas veces ni siquiera se manifiestan. Generalmente estos síntomas son picor e inflamación de las zonas sexuales. ¿Qué es la clamidia? Es un tipo de ETS causado por una bacteria llamada Chlamydia trachomatis . Afecta al cuello del útero, la garganta y el recto. ¿Qué causa la sífilis? La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum , que infecta al organismo a través de las membranas mucosas de los genitales. ¿Cuánto tarda en manifestarse una ETS? El tiempo en el que se manifiesta una ETS varía según el tipo, pueden ir desde 7 hasta 28 días o incluso no presentar síntomas. ¿Cómo puedo saber si tengo una ETS? En primer lugar debes observar si padeces síntomas anómalos y acudir al médico a realizarte las pruebas correspondientes al diagnóstico de ETS, las cuales suelen ser: análisis de sangre, análisis de orina, examen pélvico y extracción de una muestra de tejido del cuerpo.
Esquistosomiasis
Enfermedad

Esquistosomiasis

¿Qué es la esquistosomiasis? La esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria producida por un gusano conocido como Schistosoma , que se transmite por trabajar o bañarse en aguas infectadas . Está presente en 78 países y de estos, en 52 se considera enfermedad endémica. Hay unos 200 millones de personas infectadas en todo el mundo. Se da en zonas tropicales y subtropicales , y un 92% de las personas que se encuentran enfermas pertenecen a África. Los niños y las mujeres embarazadas son los más sensibles a la infección. Es una enfermedad con una alta tasa de morbilidad , aunque su mortalidad no es muy alta, si bien no es muy conocida, ya que hay mortalidad que se produce por causas relacionadas con la esquistosomiasis.  Es una enfermedad considerada de tipo grave. Tipos de esquistosomiasis Los tipos de esquistosomiasis son: Esquistosomiasis intestinal : Schistosoma japonicum , Mekongi e Intercalatum , son los tipos de esquistosomas que lo producen. Afecta al sistema digestivo, donde se queda el esquistosoma. Esquistosomiasis urogenital : afecta a la vejiga, los uréteres, los riñones y el aparto genital, y es producido por el Schistosoma haematobium. Causas de la esquistosomiasis Las causa es el contacto con aguas dulces infectadas por los parásitos que van a penetrar a través de la piel. Síntomas de la esquistosomiasis Síntomas de la esquistosomiasis intestinal : diarrea, dolor abdominal, sangre en las heces, aumento del tamaño del hígado y ascitis (presencia de líquido en la cavidad abdominal), hipertensión portal y aumento de tamaño del bazo. Síntomas de la esquistosomiasis urogenital : incluye presencia de sangre en la orina, suele producirse fibrosis de la vejiga y de los uréteres acompañada de daño renal, y puede llegar a producir un cáncer de vejiga. En las mujeres puede dar lugar a alteraciones genitales con sangrado vaginal, dolor durante las relaciones sexuales y nódulos vulvares. En los hombres puede dañar las vesículas seminales y la próstata, así como puede producir infertilidad. Tratamiento para la esquistosomiasis El tratamiento de la esquistosomiasis es con Praziquantel contra los Schistosomas haemoliticum, mansoni e intercalatum. Se dará un día de tratamiento a dosis de 20mg/kg de peso dos veces al día un solo dia. En los sitios con prevalencia de Schistosomas japonicum y mekongi se da tres veces al día en una dosis de 20 mg/kg de peso también un solo dia. En los viajeros se deberá hacer el tratamiento pasadas de 6 a 8 semanas de la exposición. Se deberá r eexaminar a los pacientes a los 6-8 meses para ver si quedan huevos del parásito y repetir el tratamiento si fuera necesario. Pruebas complementarias del tratamiento de la esquistosomiasis Las pruebas complementarias serán analíticas , con búsqueda de anticuerpos y búsqueda de huevos en las heces o en la orina. Cuando hay alta sospecha de esquistosomiasis y no se consiguen observar huevos, se puede necesitar una biopsia de la mucosa intestinal o mucosa vesical. Factores desencadenantes de la esquistosomiasis La exposición a los Schistosomas por contacto con aguas contaminadas. Factores de riesgo de la esquistosomiasis Exposición a agua dulce que puede tener los gusanos. Complicaciones de la esquistosomiasis Anemia. Hepatomegalia: aumento patológico del tamaño del hígado. Esplenomegalia: agrandamiento patológico del bazo o estructura esplénica más allá de sus dimensiones normales (11 cm). Ascitis: acumulación de líquido seroso en la cavidad peritoneal. Infertilidad. Cáncer de vejiga. Alteraciones renales. Prevención de la esquistosomiasis Hervir el agua del baño durante un minuto  y dejar enfriar antes de bañarse. Almacenar el agua de baño durante al menos dos días antes de usarla Ante caídas accidentales a zonas que pueden estar infectadas, proceder a secarse de forma intensa con una toalla y frotar con alcohol de 70 grados. Especialidades a las que pertenece la esquistosomiasis La esquistosomiasis debe ser tratada por un médico de medicina interna especialista en enfermedades tropicales. Preguntas frecuentes: ¿En qué países es más probable que contraiga la esquistosomiasis? S. haematobium : ampliamente distribuido en todo el continente africano con focos menores en Medio Oriente, Turquía e India. S. mansoni : ampliamente distribuido en África, con focos en Medio Oriente y la única especie presente en el hemisferio occidental en zonas de Sudamérica y algunas islas del Caribe S. japonicum : Asia, sobre todo en China, Filipinas, Tailandia e Indonesia S. mekongi : sudeste de Asia S. intercalatum : África Central y Occidental Voy a viajar a un país subdesarrollado, ¿hay alguna vacuna contra la esquistosomiasis? No existe ninguna vacuna contra el esquistosoma. El paciente no debe bañarse en ríos o aguas dulces que puedan estar contaminadas. Otros consejos son calentar el agua del baño o hervirla si fuera necesario para después dejarla enfriar antes de bañarse, y secarse con una toalla enérgicamente si se tiene contacto con agua contaminada, así como frotar con alcohol de 70 grados. Con estos consejos se evita el paso se los esquistosomas a través de la piel. ¿Cómo se contagia la esquistosomiasis? Al bañarse en zonas donde hay caracoles con cercarias , que salen al agua dulce, entran en la piel de la persona, donde se convierten en esquistosomas, que penetran en los vasos sanguíneos y, a través de ellos, llegan al hígado, donde se transforman en adultos.