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Monocitos altos: ¿Qué niveles son preocupantes?
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Monocitos altos: ¿Qué niveles son preocupantes?

Los glóbulos blancos o leucocitos son un tipo de células sanguíneas cuya función es defender al organismo frente a infecciones, agentes patógenos y células tumorales. Existen varios tipos de leucocitos: linfocitos, eosinófilos, neutrófilos, basófilos y monocitos . Los valores de glóbulos blancos se pueden expresar en el hemograma (o análisis de sangre) de dos modos: En valor absoluto, es decir, la cifra del total de células que se encuentran en la muestra, o en valor relativo al resto de tipos de linfocitos. Tienen una morfología muy concreta, aunque en ocasiones se pueden confundir con otros leucocitos . ¿Qué son los monocitos altos? Los monocitos son un tipo de leucocitos que son producidos por la médula ósea, desde donde pasan al torrente sanguíneo. Cuando llegan a un tejido específico se transforman en macrófagos, encargados de aislar y eliminar microorganismos. También eliminan células muertas, restos celulares, junto con sustancias extrañas. Se trata de un componente fundamental de la respuesta inmune. De este modo, los macrófagos se pueden definir como “células limpiadoras” del sistema inmunitario. Su actuación está mediada a través de dos funciones: La fagocitosis, consistente en capturar y procesar las partículas nocivas para el organismo. Por así decirlo estas células “se comen y digieren” los restos celulares. La presentación del antígeno del germen atrapado a otro tipo de leucocito, los linfocitos, para que puedan reconocerlo y así poder eliminarlo. En condiciones normales, unos niveles de monocitos altos o monocitosis es una condición que suele ser transitoria, así como poco frecuente y nada específica. Unos niveles altos de monocitos deben de ser comprobados en una segunda determinación con analítica sanguínea. Para definirse como monocitosis el recuento de monocitos debe ser superior a 1.000 unidades por µl y por encima del 10% de manera relativa. Causas de los monocitos altos La monocitosis o monocitos altos se define por un aumento en el recuento absoluto de monocitos, con unos niveles por encima de 1.000 unidades por μl. Es característica en el período de recuperación de neutropenias y en convalecencia de cuadros infecciosos. La monocitosis relativa se puede deber a una baja del resto de cifras de leucocitos, como los neutrófilos o los linfocitos, indicando enfermedades diferentes a una relacionada propiamente con los monocitos. Las afecciones que pueden causar un aumento de los monocitos en sangre en su fase de resolución son muy variadas y en la mayoría de las ocasiones no indica un trastorno grave. Entre ellas se incluyen: Infecciones virales (Infección respiratorias, sarampión, mononucleosis, etc.). Infecciones parasitarias (leishmaniosis y toxoplasmosis). Enfermedades inflamatorias crónicas. Patologías autoinmunes. Tuberculosis. Sarcoidosis. Brucelosis. Listeriosis. Paludismo. Enfermedades de la médula ósea. Unos niveles aumentados de monocitos también pueden indicar la presencia de una hemopatía maligna (leucemias mieloides, linfomas, síndrome mielodisplásico e histiocitosis) y también puede estar asociada a neutropenias crónicas. Este caso es extremadamente infrecuente en comparación con el resto de las causas que pueden elevar la cifra de monocitos. Los niveles de monocitos también se pueden encontrar disminuidos, siendo esta condición menos frecuente que el aumento de este tipo de células sanguíneas. Las causas pueden ser muy variadas, siendo la más frecuente la infecciosa (tanto viral como bacteriana) y la toma de ciertos fármacos. También puede tener lugar en pacientes que estén en terapia con tratamientos que puedan afectar a la producción celular en la médula ósea, como la quimioterapia o ciertos tratamientos orales. Para saber el nivel de monocitos en sangre, será necesario la realización de un hemograma o recuento celular sanguíneo a partir de un análisis de sangre. Valores normales de los monocitos en sangre Los monocitos suponen normalmente un porcentaje pequeño del total de glóbulos blancos. Si bien los valores normales pueden variar de un paciente a otro, el rango normal de monocitos en sangre oscila entre el 2 y el 10 %. Ante un aumento llamativo y mantenido de la cifra de monocitos, el médico solicitará un frotis de sangre periférica. Esta prueba consiste en el análisis de la morfología de estas células al microscopio, para comprobar que verdaderamente se trata de monocitos y no de otra célula que pueda simular su forma. Síntomas de unos monocitos altos o bajos Esta condición suele ser un hallazgo analítico y normalmente no suelen aparecer síntomas que indiquen la alteración de los niveles de monocitos en la sangre. Monocitos altos y patologías cardiovasculares Las enfermedades cardiovasculares y la inflamación crónica de la pared vascular presentan como su principal origen la aparición del proceso de aterosclerosis. Además, la activación de las células del sistema inmunitario está presente en las lesiones ateroscleróticas y favorece su progresión, especialmente los monocitos. Una vez reclutados por el endotelio, gracias a la acción de citoquinas y moléculas de adhesión, adoptan un cambio a un perfil inflamatorio que juega un papel importante en la progresión de la placa aterosclerótica y remodelado miocárdico, origen de problemas cardiovasculares.
Test prenatales en embarazo múltiple
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Test prenatales en embarazo múltiple

Los embarazos gemelares espontáneos alcanzan al 1-2% del total de gestaciones, si bien, en las últimas décadas, han aumentado a un 3-4% en los países desarrollados. Esto es debido al incremento en la edad de la madre por el retraso del momento de la maternidad, así como a las técnicas de reproducción asistida . El embarazo gemelar es la gestación simultánea de dos fetos en la cavidad uterina, pudiendo ser monocigoto, cuando se origina a partir de un ovulo, o bicigoto, cuando es originado en 2 óvulos. Estos últimos representan el 75% del total en las gestaciones dobles. En cualquier tipo de embarazo, también en los embarazos múltiples, es importante hacer un seguimiento en el desarrollo del feto (o de los fetos) y comprobar si existe alguna anomalía genética. En la actualidad, los test prenatales no invasivos permiten identificar las anomalías cromosómicas más comunes . ¿Cuándo se recomienda el test prenatal no invasivo en gemelos o mellizos? En comparación con las gestaciones únicas, las gemelares presentan mayor riesgo de complicaciones, incluyendo defectos congénitos, amenaza de parto prematuro (por la sobre distensión uterina), crecimiento intrauterino restringido (CIR, en los embarazos que tienen una única placenta para los dos embriones), parálisis cerebral y mortalidad cercana al nacimiento. Esto hace que este tipo de embarazos se considere de alto riesgo. En este sentido, el seguimiento de los embarazos gemelares es similar al de una gestación única, si bien deben ajustarse las revisiones para reforzar su control y descartar la aparición de posibles complicaciones y alteraciones fetales. Se debe actuar para promover un óptimo control del crecimiento fetal y evitar complicaciones frecuentes como la prematuridad. El diagnóstico ecográfico del embarazo gemelar o múltiple en el primer trimestre es fundamental y, en ocasiones, sobre todo si la primera ecografía transvaginal se realiza muy precozmente, puede haber dudas sobre la presencia real de una gestación múltiple. En el diagnóstico ecográfico del tipo de embarazo múltiple, la zigocidad determina el riesgo de enfermedades genéticas y la corionicidad determina el riesgo de complicaciones perinatales. En un 75 % de los casos existen 2 placentas, una para cada uno de los embriones, mientras que en el 25 % restante existe una placenta compartida, pudiéndose aumentar por ello las alteraciones fetales. En cuanto a la posible existencia de alguna anomalía cromosómica en alguno de los fetos presentes en el embarazo gemelar, al igual que en los embarazos únicos, existe la posibilidad de realizarse un test prenatal . Los casos en los que se recomienda la realización del test prenatal no invasivo a partir de un análisis de sangre materna son: Mujeres que desean descartar las alteraciones cromosómicas más frecuentes. Mujeres con riesgo elevado de anomalías cromosómicas tras cribado del primer trimestre (analítica hormonal y ecográfica). En caso de embarazos anteriores con síndrome de Down. Mujeres en las que se ha detectado alteraciones ecográficas. La prueba se puede llevar a cabo a partir del momento en el que haya suficiente material genético fetal circulante en la sangre materna, es decir, a partir de la 10 semana de embarazo. Además, dado que el riesgo de complicaciones tras una amniocentesis gemelar es superior al de un embarazo simple, siempre es recomendable optar previamente por pruebas no invasivas. ¿Cómo se diagnóstica el embarazo múltiple? Los síntomas más comunes que pueden señalar la presencia de un embarazo múltiple pueden variar en cada mujer. Entre ellos se pueden incluir: Un útero de tamaño más grande de lo normal. Más náuseas por la mañana. Aumento del apetito. Aumento excesivo del peso materno, en especial al inicio del embarazo. Percepción de movimientos fetales a la vez en diferentes partes del abdomen. El diagnóstico de un embarazo múltiple puede producirse al inicio del embarazo. Para ello, además de una historia clínica y un examen físico completo, el diagnóstico se puede obtener mediante las siguientes pruebas: Análisis de sangre . Los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) suelen estar mucho más altos en un embarazo múltiple. Además, los niveles de alfa-fetoproteína , proteína liberada por el hígado del feto y que se encuentra en la sangre materna, también pueden estar muy aumentados cuando se trata de un embarazo múltiple. Ecografía . La técnica por imagen estándar puede permitir identificar la existencia de más de un feto en el embarazo, especialmente si se realiza en las primeras semanas de gestación. ¿Que detecta el test prenatal en embarazo múltiple? En un embarazo único el test prenatal no invasivo es capaz de detectar diversas alteraciones genéticas congénitas: Trisomías. En lugar de dos cromosomas, uno de la madre y otro del padre, hay un tercero. Dependiendo del cromosoma que se trate, puede ser trisomía 21 (síndrome de Down), trisomía 18 (síndrome de Edwards) y trisomía 13 (síndrome de Patau). Anomalías en los cromosomas sexuales. Monosomía X, con un solo cromosoma X (síndrome de Turner), o múltiples cromosomas Y (síndrome de Klinefelter). Están ausentes pequeños fragmentos cromosómicos, como la deleción de un fragmento del cromosoma 22, el 22q11.2 (síndrome de DiGeorge). Otras microdeleciones dan lugar a otros síndromes, como el de deleción 1p36, el síndrome de Cri-du-chat, el síndrome de Angelman y el síndrome de Prader-Willi. Triploidías. Además, el test es capaz de detectar el sexo fetal. Sin embargo, en embarazos gemelares, el test prenatal no invasivo únicamente incluye la detección de trisomías T13 (síndrome de Patau), T18 (síndrome de Edwards) y T21 (síndrome de Down) y la identificación del sexo fetal. Los resultados del test en los embarazos de mellizos o gemelos reflejan la probabilidad de que en el embarazo haya al menos un feto afectado. De este modo, informa sobre la presencia de la enfermedad, pero no puede distinguir si se haya presente en uno o en ambos embriones. En definitiva, el test prenatal no invasivo está indicado para mujeres embarazadas con al menos 10 semanas de gestación, que presenten un embarazo único o gemelar, incluidos embarazos mediante donación de óvulos.
CIR en el embarazo: crecimiento intrauterino restringido
Artículo especializado

CIR en el embarazo: crecimiento intrauterino restringido

El crecimiento fetal durante la gestación está regulado por factores maternos, fetales y placentarios. Todos ellos en coordinación harán que se asegure la llegada de los nutrientes maternos al feto en la forma y proporción adecuadas, consiguiéndose un crecimiento fetal optimo . El desarrollo normal de estos condicionantes permite al feto obtener el crecimiento que genéticamente está determinado, desarrollando todo su potencial intrauterino. Por el contrario, cuando existen alteraciones en alguno de los factores, se pueden producir retrasos y restricciones en el crecimiento fetal dentro del útero. Es lo que se conoce como crecimiento intrauterino restringido (CIR) . ¿Qué es el CIR o crecimiento intrauterino restringido? El crecimiento intrauterino restringido (CIR) es una condición en la que el crecimiento del feto dentro del útero se ralentiza o se detiene. Se trata de un problema relativamente común que puede llegar a afectar a cerca del 10% de los embarazos en diferente grado, manteniéndose como unos de los grandes retos en la práctica obstétrica actual. La consecuencia principal del CIR es que el bebé no alcance el tamaño previsto, presentando por ello mayor riesgo de padecer complicaciones en el momento de nacer y también tras el parto. Por ejemplo, muerte intrauterina, prematuridad y peor desarrollo neurológico, entre otras. ¿Cuándo se detecta un CIR? El grado de desarrollo del feto durante el embarazo, así como la posible situación de CIR es detectada a partir de los controles ecográficos periódicos a los que se someten las embarazadas para evaluar el crecimiento fetal. Cuando el crecimiento fetal durante toda la gestación es inferior a lo esperado, se considera que es un feto con CIR de aparición precoz. En este caso suele deberse a anomalías congénitas o infecciones prenatales. Por el contrario, cuando el crecimiento es normal y en el tercer trimestre de gestación se ralentiza o se detiene, se tratará de un CIR de aparición tardía, en cuyas causas estarán involucrados con toda probabilidad los factores maternos o placentarios. La causa más común es una insuficiencia placentaria causada por hipertensión materna. El pronóstico en estos casos es bueno. De este modo, los problemas en el funcionamiento de la placenta suele ser la causa más común. No en vano se trata del tejido encargado de transportar el alimento y el oxígeno al feto. En cuanto a los factores maternos de riesgo podemos mencionar: La edad de la madre (menor de 16 o mayor de 35 años). El bajo nivel socioeconómico. Haber transcurrido menos de 6 meses entre dos gestaciones. Consumo de tabaco, alcohol y drogas. El tratamiento con determinados fármacos por parte de la madre. Patologías maternas como asma, hipertensión arterial, diabetes mellitus, patologías renales, etc. Infecciones y parasitosis en la madre (toxoplasmosis, citomegalovirus, malaria, VIH, etc.). Entre los factores fetales se pueden encontrar: Anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down y otros síndromes genéticos complejos. Anomalías congénitas con afectación cardíaca, neurológica, etc. Gestaciones múltiples. Enfermedades metabólicas. ¿Qué es un CIR tipo 1? El CIR de tipo 1 tiene lugar durante el primer trimestre del embarazo, es decir, se trata de CIR precoz. En este caso, la disminución en el crecimiento es proporcional, por lo que se produce un menor crecimiento, pero simétrico y armónico en el que todas las medidas ecográficas están disminuidas. Por motivos diversos (incluyendo la genética) el feto recibe menos nutrientes de lo necesario, por lo que su tamaño es más reducido. La insuficiencia placentaria que se produce es severa, la prematuridad mayor y el pronóstico más grave. Por el contrario, en el CIR tipo 2 o asimétrico se produce a partir de la semana 34 del embarazo, es tardío y es el más frecuente. Generalmente, se asocia a hipertensión materna durante el embarazo. En este caso el crecimiento es desigual, mostrándose una cabeza, los huesos largos y el abdomen más grandes y desproporcionados que el resto del cuerpo. En el tipo 2, los nutrientes se dirigen prioritariamente al cerebro y las partes más importantes del cuerpo, por lo que se desarrollan en mayor medida. ¿Cómo se diagnóstica el crecimiento intrauterino retardado? Se considera que el peso del recién nacido es bajo cuando es inferior a 2,5 kg, independientemente de si ha sido pretérmino y de su edad gestacional. De igual modo, un bebé pequeño para su edad gestacional es aquel que está por debajo del percentil 10, en las curvas de percentiles, situándose el crecimiento normal en 50, pero sin que concurran trastornos en el desarrollo. Por el contrario, el crecimiento intrauterino restringido o retardado se produce cuando se ha producido un crecimiento anormal dentro del útero materno. En este caso, el embrión no ha sido capaz de desarrollarse plenamente dentro del vientre materno. La prueba principal para establecer el diagnóstico de CIR es la ecografía. Las medidas del feto permiten estimar su peso y establecer en qué percentil de crecimiento se encuentra, teniendo en cuenta otros factores como el sexo, origen étnico, etc. El estudio de crecimiento fetal se complementa con el estudio Doppler, que permite evaluar el funcionamiento de la placenta y el grado de oxigenación del feto. Cuando se ha establecido el diagnóstico y en función del momento de aparición del retraso de crecimiento, se pueden realizar otras pruebas para valorar las posibles causas: Indicada en casos graves y antes de la semana 26. Analítica para el estudio de posibles infecciones y parasitosis. Analítica para identificar alteraciones compatibles con preeclampsia. Seguimiento periódico ecográfico del crecimiento fetal.   Para hacer el seguimiento del desarrollo fetal la herramienta más útil es la ecografía obstétrica . ¿Qué pasa cuando el bebé deja de crecer en el vientre? Los bebés que han experimentado un crecimiento intrauterino restringido presentan un mayor riesgo de sufrir determinados problemas de salud. Además de requerir mayores cuidados y un mayor periodo de hospitalización tras el nacimiento, pueden presentar: Problemas respiratorios y para alimentarse. Dificultad para mantener una temperatura estable en el cuerpo. Recuento sanguíneo anormal. Hipoglucemia Menor capacidad inmunitaria. Problemas neurológicos. Además, también existirá un mayor riesgo para la salud en etapas posteriores de la vida, incluso en la edad adulta, incluyendo enfermedades cardiovasculares y diabetes, entre otras. El correcto seguimiento del embarazo permitirá un diagnóstico precoz y oportuno, pudiendo tomar medidas para disminuir las complicaciones presentes y futuras en estos casos.
Índice de saturación de transferrina: ¿Qué es?
Artículo especializado

Índice de saturación de transferrina: ¿Qué es?

El índice de saturación de transferrina está incluido en una prueba analítica normal. Indica la capacidad de las proteínas sanguíneas de unirse al hierro para transportarlo. ¿Qué es el índice de saturación de transferrina? El índice de saturación de transferrina muestra el porcentaje de transferrina que aparece en la sangre unida al hierro. La transferrina es una proteína que se produce en el hígado, cuya función es transportar el hierro hacia los diferentes tejidos. Una vez sintetizada, se dirige a la médula ósea para la formación de glóbulos rojos y al bazo, el hígado y los músculos para su almacenamiento en forma de ferritina. Los valores de esta proteína son útiles para conocer el estado nutricional o la función hepática de una persona. En función de diversos factores individuales como la actividad hepática y la alimentación, principalmente, la cantidad de transferrina puede variar. El parámetro de saturación de la transferrina tiene en cuenta el hierro presente en el suero de la sangre, junto con: La capacidad total de fijación de hierro (TIBC, por sus siglas en inglés) La capacidad latente de fijación de hierro (UIBC, por sus siglas en inglés). De este modo, el análisis de saturación de la transferrina en sangre se suele llevar a cabo junto con los valores de hierro en sangre y transferrina (o TIBC). También puede ser de utilidad el valor de ferritina, la proteína de almacenamiento del hierro. Los valores normales de saturación de la transferrina pueden verse modificados en función de diversos factores individuales como: La edad. El sexo. El tipo de alimentación. Factores genéticos y poblacionales. Los valores de saturación de transferrina deben valorarse junto con el historial médico de cada paciente y el resto exploraciones complementarias de las que se disponga. Valores normales del Índice de Saturación de Transferrina Los valores de saturación de transferrina que estarían dentro de lo normal serían: Hombres: 20-50 %. Mujeres: 15-50 %. Niños: 17-44 %. Recién nacidos: 56-74 %. Síntomas de transferrina baja El índice de saturación de transferrina mide el porcentaje de hierro transportado por la transferrina del total disponible. Los valores bajos de saturación transferrina en sangre suelen indicar niveles de hierro bajos en el organismo. Esto sucede en algunos tipos de anemia, asociados a niveles bajos de hemoglobina. De este modo, el tipo de anemia que se acompaña de niveles reducidos de saturación de la transferrina es la anemia ferropénica (por déficit de hierro). En una anemia ferropénica leve los índices de saturación de transferrina están ligeramente disminuidos (10-20 % en hombres y 10-15 % en mujeres). En este caso, el resto de los parámetros mostrarían lo siguiente: Los niveles de hierro en sangre suelen estar bajos (por debajo de 60 µg/dL). La ferritina está baja. El TIBC está alto (superior a 400 µg/dL). En una anemia producida por una enfermedad crónica los valores podrían ser: Niveles de hierro bajos. La ferritina en valores normales o altos. TIBC en valores normales o reducidos. En una anemia ferropénica severa el índice de saturación de transferrina sería muy bajo (inferior al 10 % en adultos) con el resto de los parámetros del siguiente modo: Niveles bajos de hierro en sangre (por debajo de 40 µg/dL). Ferritina baja (inferior a 10 ng/ml). Niveles altos de TIBC. Además de la anemia ferropénica, otras situaciones que pueden producir una disminución de los valores de saturación de la transferrina en sangre incluyen: Embarazo Enfermedades hereditarias como la talasemia. Enfermedades crónicas con pérdida de proteínas (infecciones, grandes quemaduras, etc.). Patologías hepáticas y renales. Algunos tipos de cáncer. Alcoholismo. Desnutrición. De este modo, los síntomas que suelen acompañar a unos niveles de saturación de transferrina bajos incluyen: Cansancio. Debilidad. Mareos. Dolor de cabeza, etc. Síntomas de transferrina alta Unos valores elevados del índice de saturación de transferrina pueden señalar la presencia de hemocromatosis , una enfermedad hereditaria que provoca una acumulación de hierro en el organismo. De este modo, una saturación de la transferrina por encima del 50 % puede ser un signo de la presencia de hemocromatosis. Otras situaciones que pueden provocar un aumento de los valores saturación de la transferrina en sangre incluyen: Intoxicación por hierro. Transfusión múltiple de sangre. Anemia sideroblástica. Anemia hemolítica. Anemia megaloblástica. Cirrosis hepática. Los síntomas que pueden aparecer con unos niveles de saturación de la transferrina elevados, debidos principalmente a la acumulación de hierro en el organismo, pueden incluir: Fatiga generalizada. Dolor articular. Dolor abdominal. Pérdida de peso. Disminución del apetito sexual.
CHCM: ¿Qué es y qué indica en tu analítica?
Artículo especializado

CHCM: ¿Qué es y qué indica en tu analítica?

El CHCM es un índice analítico que sirve para valorar la cantidad de hemoglobina que está presente en la sangre. ¿Qué es el CHCM? CHCM corresponde a las siglas de “Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media”. Es un parámetro que representa la concentración media de hemoglobina que contiene cada glóbulo rojo. La hemoglobina es la proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. Para el cálculo del CHCM se toma el valor del contenido de hemoglobina en una muestra y se divide por el hematocrito, que es el volumen que ocupan los glóbulos rojos presentes en esa muestra sanguínea. Los analizadores automáticos que se utilizan hoy en día para los análisis de sangre realizan los recuentos celulares y de hemoglobina utilizando diferentes métodos como la impedancia o la difracción de la luz, entre otros, y sus sistemas de cálculo integrado permiten obtener los índices eritrocitarios, incluyendo el CHCM de forma automática. El estudio de los índices eritrocitarios, como el volumen corpuscular medio (VCM), el CHCM y el recuento reticulocitario (que mide la velocidad de renovación de los glóbulos rojos) en el contexto de unas de las patologías hematológicas más frecuentes como es la anemia, nos permite clasificarla en: Normocítica-normocrómica. Microcítica-hipocrómica. Macrocítica. Regenerativa. Arregenerativa. Estos parámetros constituyen la base del diagnóstico de la anemia que está asociada a síntomas como: Debilidad o cansancio. Fatiga. Palidez. Taquicardias. Manos o pies fríos. Problemas respiratorios. Por otro lado, los valores normales de CHCM se sitúan en: Adultos: 32-36 g/dl. Niños: 31-37 g/dl. ¿Qué indican unos valores de CHCM bajos? Dentro de los resultados de un análisis de sangre , un valor de CHCM bajo se corresponde con una anemia microcítica. Este trastorno hematológico se caracteriza por la presencia de eritrocitos de tamaño inferior a lo normal (con un VCM bajo) y asociado a una hemoglobina corpuscular media (HCM) y una CHCM bajas (hipocromía). La causa más habitual de la anemia microcítica hipocrómica es la ferropenia o niveles bajos de hierro en el organismo. Esto es así en más de un 95% de las ocasiones. En cualquier caso, la confirmación deberá respaldarse con la historia clínica del paciente y el estudio de parámetros relacionados con el metabolismo del hierro. Sin embargo, el CHCM se trata de un parámetro poco específico para valorar las anemias ferropénicas, ya que sólo en una parte minoritaria se aprecian valores disminuidos de CHCM. Para el diagnóstico de la anemia ferropénica existen otros parámetros más adecuados, incluyendo los valores de hemoglobina, el VCM, el RDW, el hierro total sérico, o los niveles de las proteínas relacionadas con el metabolismo y almacenamiento del hierro, la ferritina y la transferrina. CHCM ligeramente bajo Los valores de CHCM ligeramente bajos (29-32 g/dl) se corresponden con la anemia ferropénica en el caso de que la hemoglobina también presente unos valores ligeramente disminuidos (9-10 g/dl). CHCM moderadamente bajo Los valores de CHCM moderadamente bajos (25-29 g/dl) se corresponden con anemias ferropénicas severas con hemoglobinemias muy reducidas. CHCM muy bajo Los valores de CHCM muy bajos (inferiores a 25 g/dl) se corresponden con anemias ferropénica muy severas. Suelen ser poco comunes. ¿Qué indican unos valores de CHCM altos? Los valores altos de CHCM indican que la hemoglobina aparece muy concentrada en los glóbulos rojos. Esta situación puede darse en circunstancias como haber sufrido grandes quemaduras corporales y en determinados tipos de anemias hemolíticas: Esferocitosis . Se trata de una enfermedad hereditaria en la que los glóbulos rojos presentan una anomalía en la membrana que determina una forma esférica en lugar de la típica forma de disco. Provoca anemia hemolítica leve y se trata de la patología más común entre las que provocan unos valores aumentados de CHCM. Drepanocitosis . Se trata de una patología hereditaria que cursa con anemia hemolítica crónica en la que los eritrocitos presentan una forma curvada o de hoz. Afecta casi exclusivamente a individuos de raza negra. Xerocitosis congénita . Es una enfermedad hereditaria que provoca la rigidez de los glóbulos rojos, siendo una causa muy poco frecuente de anemia hemolítica. Anemias hemolíticas autoinmunes . Tienen lugar cuando se forman anticuerpos que destruyen los glóbulos rojos del propio cuerpo. Suelen ser poco habituales. Las patologías que suelen causar unos valores elevados de CHCM son enfermedades congénitas, cuyos valores son complicados de revertir. CHCM ligeramente alto Los valores de CHCM ligeramente altos (36-37 g/dl) se pueden corresponder con una esferocitosis o drepanocitosis. CHCM muy alto Los valores de CHCM muy altos (por encima 37 g/dl) suelen estar relacionados con problemas o errores en la medición y no con una patología real.
Basófilos altos o bajos: ¿Qué quieren decir?
Artículo especializado

Basófilos altos o bajos: ¿Qué quieren decir?

Los glóbulos blancos o leucocitos son un tipo de células sanguíneas cuya función es defender al organismo frente a infecciones, agentes patógenos y células tumorales. Existen varios tipos de leucocitos: linfocitos, monocitos, eosinófilos, neutrófilos y basófilos . ¿Qué son los basófilos? Los basófilos son los leucocitos menos numerosos. Los valores normales de basófilos se sitúan en el 0-2 % de los glóbulos blancos y cuando están aumentados suele ser debido a la presencia de infecciones virales, tuberculosis o alergias. Junto con los eosinófilos y los neutrófilos forman parte del grupo de los granulocitos. Se forman en la médula ósea y son liberados a la circulación sanguínea para actuar donde sean necesarios. Son activados como parte de la respuesta inflamatoria. Los basófilos son las únicas células circulantes que contienen histamina. Comparten muchas similitudes con los mastocitos que están presentes en los diferentes tejidos. Los basófilos son reclutados en los lugares donde existe inflamación y ahí pueden ser activados por diferentes moléculas, asociándose a patógenos o a la inmunoglobulina E (IgE). Al estimularse liberan su contenido histamínico, junto con otras sustancias inmunomoduladoras (citocinas, leucotrienos e histamina). De este modo, ayudan al sistema inmunitario. Los basófilos son especialmente relevantes en respuestas inmunitarias frente a parásitos. Desde hace ya muchos años, los basófilos y mastocitos han sido implicados en la aparición de la enfermedad alérgica, ya que sus niveles plasmáticos se elevan ante la presencia de un cuadro clínico de alergia. Una vez que el antígeno accede y penetra en el organismo, estas células pueden rápidamente ser reclutadas en la piel, el pulmón o la mucosa nasal, por lo que se encuentran elevados en dermatitis atópica, asma, rinitis alérgica y pólipos nasales. Por lo tanto, los basófilos están implicados en la patogenia del inicio, desarrollo y cronicidad de las enfermedades alérgicas. Basófilos altos El aumento de basófilos por encima del rango normal se denomina basofilia. Se produce cuando se superan los 300 basófilos/ microlitro (µl) de sangre. Suele ser habitual que aumente el número de basófilos ante la presencia de procesos inflamatorios crónicos y reacciones alérgicas. De este modo, pueden aparecer en la inflamación crónica producida en el tracto gastrointestinal en el curso de patologías como la colitis ulcerosa. Otras situaciones en las que se puede producir basofilia incluyen: Artritis. Insuficiencia renal. Hipotiroidismo. Procesos cancerosos como leucemia, mielofibrosis y policitemia. Por lo general, la elevación del número de basófilos no causa síntomas, si bien en algunos casos puede cursar con fatiga, dolor abdominal, calambres, pérdida de peso inexplicable, fiebre y malestar. Basófilos bajos Los basófilos suponen el porcentaje más bajo dentro de los glóbulos blancos o leucocitos, llegando hasta el 2 % del total. Cuando su número desciende en exceso (basopenia), puede deberse en algunos casos a la presencia de determinadas afecciones o patologías. Suele ser poco habitual. Se consideran cifras de basófilos bajos cuando aparecen en la analítica entre 0 y 20 /µl. En cualquier caso, como se ha señalado anteriormente, los niveles que se sitúan cerca de 0 (0-2% del total de leucocitos) se consideran normales. Cuando esta situación se reproduce en sucesivos análisis es cuando se hace necesario indagar en la causa. Entre las causas que pueden provocar la disminución en el número de basófilos se cuentan: Tirotoxicosis o crisis hipertiroidea. Tratamiento con medicamentos que afectan al sistema inmune (como los corticoides). Algunas infecciones. La ovulación y el embarazo. Situaciones de estrés. Diferencia entre basófilos y eosinófilos Los basófilos y eosinófilos forman parte de los leucocitos conocidos como granulocitos. Los basófilos son un tipo de leucocito que tiene una función relevante en la protección inmunitaria y la reparación de heridas. Los basófilos constituyen la única célula circulante con capacidad para liberar histamina, sustancia involucrada en el proceso inflamatorio, y otros mediadores, siendo cruciales en el inicio de las reacciones alérgicas. Por el contrario, los eosinófilos desempeñan otras funciones dentro del sistema inmunitario. Y aunque pueden estar elevados en cuadros alérgicos, la elevación de los eosinófilos puede estar relacionada con la existencia de una infección provocada por parásitos. Por otro lado, los eosinófilos participan en la regulación del proceso inflamatorio. Ayudan a promover la inflamación, una de las primeras respuestas del organismo y del sistema inmune para aislar y controlar la zona en la que se ha localizado una infección o algún tipo de agresión en los tejidos. Los eosinófilos también participan en procesos alérgicos y en la aparición de algunos de sus síntomas. Finalmente, la disminución de basófilos en ocasiones puede estar asociada a la bajada de leucocitos eosinófilos (eosinopenia) por causa de una infección, tratamientos con corticosteroides o tratamiento hormonal frente al hipertiroidismo.
Volumen corpuscular medio: cómo interpretarlo
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Volumen corpuscular medio: cómo interpretarlo

Los glóbulos rojos son las células sanguíneas encargadas de llevar el oxígeno desde los pulmones hasta todas las células del cuerpo. Cuando presentan un tamaño anómalo (son excesivamente grandes o pequeños), podría ser debido a un problema como la presencia de anemia o una deficiencia vitamínica, entre otros. El volumen corpuscular medio es el parámetro que sirve para medir el tamaño de los glóbulos rojos. ¿Qué es el volumen corpuscular medio? El volumen corpuscular medio (VCM) muestra el tamaño promedio de los glóbulos rojos o hematíes de la sangre. Se trata de un parámetro rutinario que forma parte del análisis encargado de analizar las células sanguíneas (hemograma). Para calcularlo, se tiene en cuenta el hematocrito, es decir, el volumen que ocupan los glóbulos rojos dividido por y el número de glóbulos rojos. De este modo, expresa el volumen promedio de cada eritrocito. Su cálculo permite identificar diferentes situaciones relacionadas con el tamaño de las células sanguíneas analizadas: Normocitosis: tamaño del glóbulo rojo en rango normal. Macrocitosis: tamaño del glóbulo rojo por encima de los valores normales. Microcitosis: tamaño del glóbulo rojo por debajo de los valores normales. El VCM en análisis de sangre puede servir junto a otras pruebas para indagar sobre algunos trastornos de la sangre, como los diferentes tipos de anemia . Existen muchos tipos de anemia. Su causa más común es el déficit de hierro, esencial para producir hemoglobina, que es la proteína de los glóbulos rojos encargada de captar y transportar el oxígeno desde los pulmones al resto de tejidos del organismo. Algunas patologías y condiciones que pueden causar anemia incluyen el embarazo, las menstruaciones muy abundantes, un consumo insuficiente de hierro con la dieta, deficiencias dietéticas de ciertas vitaminas como el ácido fólico o la vitamina B12, algunas enfermedades hereditarias, etc. En cuanto a los valores del VCM, estos deben considerarse siempre junto a los datos del historial médico de cada paciente y teniendo en cuenta sus características personales. No siempre que estos están fuera de los límites normales significa que pueda existir una patología o un trastorno de salud. Elementos como la dieta, la actividad física, el tratamiento con algunos medicamentos o la menstruación, entre otros factores, pueden afectar a los resultados. Alteraciones del volumen corpuscular medio Cuando la determinación del volumen corpuscular medio señala que los glóbulos rojos son más pequeños de lo normal (VCM bajo) podría deberse a las siguientes causas: Ciertos tipos de anemia, incluyendo anemia por deficiencia de hierro o anemia ferropénica, el tipo de anemia más habitual. Talasemia, un trastorno genético que impide la producción normal de hemoglobina. Patologías reumáticas. Tratamiento con algunos medicamentos (algunos antituberculosos e inmunosupresores, entre otros). Cuando la determinación del volumen corpuscular medio señala que los glóbulos rojos son más grandes de lo normal (VCM alto) podría deberse a las siguientes causas: Anemia perniciosa (por falta de vitamina B12 o problemas que impidan su utilización, como ciertos trastornos inmunitarios, enfermedad celiaca o enfermedad de Crohn). Anemia causada por falta de ácido fólico. Patologías hepáticas. Alcoholismo. Hipotiroidismo. Tratamientos con medicamentos quimioterápicos o antivirales. Por otro lado, también se pueden dar casos de anemia con un volumen corpuscular medio dentro de la normalidad. Esta situación puede estar propiciada por: Pérdida abundante de sangre (por ejemplo, por una hemorragia). Insuficiencia renal. Anemia aplásica (la médula ósea no produce suficientes glóbulos rojos). ¿Qué pueden diagnosticar los distintos valores del VCM? Como se ha dicho, el volumen corpuscular medio (VCM) indica el tamaño de los glóbulos rojos. Los valores normales o de referencia se sitúan entre los 80 y los 100 fl (femto litros) en adultos. Los niños de 6 a 12 años presentan un VCM algo menor (86 fl) y los de 12 a 18 de 88 fl. Valores por debajo de lo normal pueden indicar, entre otros, un déficit de hierro, una pérdida sanguínea abundante (por la menstruación o pérdidas digestivas, por ejemplo) o una talasemia, que es una anomalía genética de la hemoglobina. Valores más elevados pueden ocurrir si hay un déficit de vitamina B12 o de ácido fólico. Para el diagnóstico de la anemia se tienen en cuenta otros parámetros además del VCM como los valores de hemoglobina y de hemoglobina corpuscular media (HCM). Dependiendo de las características de estos tres parámetros, se pueden diagnosticar diferentes tipos de anemia, según la combinación siguiente: VCM y HCM bajo . Indica anemia microcítica. VCM y HCM normales . Indica anemia normocítica. VCM y HCM alto . Indica anemia macrocítica. A partir del resultado del análisis del hemograma, el médico podrá solicitar otros exámenes que puedan confirmar el diagnóstico de la anemia.
RDW alto o bajo: descubre qué es y qué significa
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RDW alto o bajo: descubre qué es y qué significa

Los análisis de sangre actuales incluyen parámetros nuevos que el laboratorio de hematología ha incorporado en su rutina. Uno de ellos es el RDW. ¿Qué es el RDW? El Red Blood Cell Distribution Widht (RDW) o Amplitud de la Distribución Eritrocitaria representa el coeficiente de variación de tamaño de los glóbulos rojos en sangre. Este es el reflejo de la anisocitosis o diferencia de tamaño de los glóbulos rojos. Se trata de una prueba cuyo valor que se expresa en porcentaje y que, normalmente, viene incluida dentro del hemograma. En una muestra de sangre normal siempre existe un grado de anisocitosis: los glóbulos rojos más jóvenes presentan un volumen mayor que los glóbulos rojos más maduros. De este modo, el RDW permite observar de manera gráfica cuando coexisten en una muestra dos poblaciones de glóbulos rojos de diferentes tamaños. Una de las posibles utilidades de la RDW es observar su modificación en el contexto evolutivo de una anemia en tratamiento, ya que puede ayudar a tener una visión de la producción de células sanguíneas que se está produciendo en un momento dado. Si bien el RDW se suele incluir de manera rutinaria dentro del hemograma en una analítica normal, sería pertinente disponer de este parámetro en situaciones que incluyan los siguientes síntomas o situaciones del paciente: Debilidad, mareos, palidez y síntomas compatibles con estados de anemia. Antecedentes familiares de trastornos hereditarios de la sangre, como talasemia o anemia falciforme, entre otros. Patologías crónicas como diabetes, enfermedad de Crohn o infección por VIH. Dietas deficientes o carenciales (especialmente con bajos niveles de ingesta de hierro y vitaminas del grupo B). Hemorragias o pérdidas de sangre recientes. Valores normales del RDW Los valores normales de RDW se sitúan entre un 11% y un 15%.     RDW alto Un RDW alto es indicativo de que los glóbulos rojos presentan un tamaño superior a lo normal. Esta situación puede estar causada por una destrucción excesiva de eritrocitos o por unos niveles disminuidos en su producción. Un valor de RDW alto permite distinguir entre los diferentes tipos de anemia. Para ello puede ser útil tener información de otros parámetros como los niveles de hemoglobina y el volumen corpuscular medio (VCM). Las causas más frecuentes de un valor de RDW alto en mujeres y en hombres incluyen: Anemia ferropénica. Aparecen valores ligeramente elevados de RDW junto con niveles disminuidos de hemoglobina y VCM. Anemias megaloblásticas (por niveles disminuidos de vitamina B9 o vitamina B12). Aparece una anisocitosis moderada, junto con hemoglobina baja y un VCM elevado. Anemia hemolítica. Se trata de una patología que causa la disminución de los glóbulos rojos que acortan su vida. Se trata de un grupo de patologías hereditarias que cursan con una producción alterada de hemoglobina. Patologías hepáticas. Personas en tratamiento de quimioterapia. La normalización de los valores de RDW requiere el tratamiento de la enfermedad que lo provoca. En este sentido, cuando se inicia el tratamiento para corregir los diferentes tipos de anemia, los valores de RDW pueden sobrepasar el 30%. Esto suele ser una señal de respuesta positiva al tratamiento. RDW bajo Un valor de RDW bajo, en general no tiene significado clínico. Simplemente refleja una gran similitud en el tamaño de los glóbulos rojos. Si el resto de los parámetros del análisis están dentro de la normalidad no es necesario preocuparse. Un RDW bajo se debe considerar junto con otros parámetros, como el volumen corpuscular medio (VCM). Por el contrario, cuando también está alterado el Volumen Corpuscular Medio (VCM), el RDW bajo puede indicar la presencia de enfermedades crónicas como patologías del hígado, problemas renales, VIH, cáncer o diabetes. Finalmente, aunque la RDW es un valor utilizado dentro del hemograma para distinguir los diferentes tipos de anemia, también puede ser útil para conocer la evolución en pacientes que presentan insuficiencia cardíaca. Así, hay estudios que vinculan el nivel de RDW alto y depresión en pacientes con problemas cardiacos.
Neutrófilos: valores normales
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Neutrófilos: valores normales

Los glóbulos blancos o leucocitos son un tipo de células sanguíneas cuya función es defender al organismo frente a infecciones, agentes patógenos y células tumorales. Existen varios tipos de leucocitos: linfocitos, monocitos, eosinófilos, basófilos y neutrófilos . ¿Qué son los neutrófilos? Los neutrófilos son el tipo de leucocitos o glóbulos blancos más abundantes. Se caracterizan por la forma multilobulada de su núcleo y por acudir en primer lugar a los puntos de inflamación aguda en respuesta a señales que producen las células dañadas y células del sistema inmunitario. De este modo, los neutrófilos constituyen una gran proporción del infiltrado celular temprano en los tejidos con inflamación, siendo el mayor componente del exudado purulento. Los neutrófilos constituyen la primera línea de defensa frente a microorganismos invasores. Utilizan estrategias como la fagocitosis de patógenos y la liberación de factores antimicrobianos. También es un tipo de célula capaz de estimular la respuesta de otras células inmunitarias. La participación de los neutrófilos permite crear un entorno antimicrobiano en el lugar en el que se ha producido la inflamación, que contribuye a la muerte de los patógenos. Valoración de neutrófilos A partir de un análisis de sangre o hemograma completo , se puede valorar el número de las diferentes células que componen la sangre. Es una prueba muy útil en caso de situaciones clínicas de infección y enfermedades crónicas. ¿Qué valores de neutrófilos son normales? Los valores de neutrófilos normales se sitúan en torno a 2.000-7.500/mL, suponiendo un 45-75 % del total de leucocitos. Aunque en los estudios analíticos podemos estudiar su número absoluto, es frecuente estudiar su número relativo en relación con el resto de la celularidad sanguínea. Dentro de las causas más habituales de su incremento se sitúan las infecciones bacterianas. Neutrofilia La neutrofilia o aumento en el recuento absoluto de neutrófilos (valores por encima de 8.000/ml), se observa con mayor frecuencia en procesos infecciosos bacterianos agudos. El número de neutrófilos también puede aumentar en presencia de ciertas agresiones a nuestro organismo como fracturas, quemaduras o en el posoperatorio de muchos pacientes. El número elevado de neutrófilos puede no causar síntomas, aunque sí la situación aguda que lo está provocando. Existen otras enfermedades crónicas que también cursan con neutrofilia como procesos inflamatorios crónicos y trastornos autoinmunitarios como la artritis reumatoide. Otras situaciones en las que se pueden observar unos niveles elevados de neutrófilos incluyen: Cuadros inflamatorios no infecciosos, como colagenopatías. Condiciones de estrés. Eclampsia en mujeres embarazadas. Artritis reumatoide e hiperuricemia (gota). Enfermedades del tiroides. Leucemia. La realización de ejercicio intenso. Situaciones de hipoxia. Por causa del consumo de algunos medicamentos como corticoides, adrenalina, entre otros. Tabaquismo. La neutrofilia propia de patologías hematológicas como síndromes mieloproliferativos crónicos se acompaña de alteración en los recuentos de las otras células y características morfológicas especiales. Cuando se descubre un número de neutrófilos por encima de lo normal y no hay una razón evidente, como una infección, se analiza una muestra de sangre al microscopio para determinar si existe una fuga de neutrófilos inmaduros (mieloblastos) de la médula ósea hacia la sangre. La presencia de neutrófilos inmaduros en la sangre puede indicar un trastorno medular, como la leucemia. En cualquier caso, en condiciones normales la neutrofilia no provoca síntomas por sí misma. Tipos de neutropenia: neutrófilos bajos y sus causas Se entiende como neutropenia a la disminución en el recuento absoluto de neutrófilos por debajo de 1.500/ml. Se considera neutropenia severa un recuento absoluto por debajo de 500/ml. La neutropenia puede determinar una mayor vulnerabilidad ante las infecciones. Cuando la neutropenia es grave, las bacterias normales pueden causar enfermedades serias. La causa más habitual es la provocada por el consumo de fármacos, entre ellos: Quimioterápicos. Antiinflamatorios no esteroideos. Antiepilépticos. Psicofármacos. Algunos antibióticos. Otras causas de disminución en recuento de neutrófilos incluyen: Anemia aplásica. Radioterapia o exposición a la radiación. Infecciones de origen viral. Infección bacteriana grave. Carencias vitamínicas. En algunas infecciones virales como la gripe, la hepatitis y el VIH se pueden observar neutropenias severas.
Analítica hormonal: ¿Cuándo realizarla?
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Analítica hormonal: ¿Cuándo realizarla?

La analítica hormonal es una prueba específica para mujeres en la que se determinan los valores de hormonas reproductivas a partir de un análisis de sangre. ¿Qué son las hormonas femeninas? Las hormonas son mensajeros químicos que al liberarse producen distintas consecuencias en los órganos y tejidos diana. Más en concreto, las hormonas sexuales femeninas son las encargadas de controlar el ciclo reproductivo y menstrual de la mujer y la aparición de caracteres sexuales, entre otras cuestiones. El control de los niveles hormonales femeninos está regulado por el eje hipotálamo-hipófisis-ovario. El hipotálamo y la hipófisis son dos pequeñas áreas situadas en el cerebro que se encargan de regular la mayoría de las hormonas que circulan por el organismo (hormonas hipofisiarias). Además, se encargan de controlar la producción hormonal en los ovarios, cuyas hormonas sexuales liberadas (hormonas ováricas) regulan la función del aparato reproductor femenino, siendo también responsables de la aparición de los caracteres sexuales secundarios de la mujer. En caso de producirse alteraciones hormonales, estas se traducirán en trastornos del ciclo menstrual y fallos en la fertilidad, entre otros. Por ello, el análisis hormonal en sangre es una prueba esencial para valorar la fertilidad femenina. Hormonas hipofisiarias Las hormonas hipofisiarias (también llamadas gonadotropinas) más importantes son: La hormona folículo estimulante (FSH). Actúa sobre el ovario, favoreciendo el desarrollo y la maduración de los folículos ováricos, donde a su vez crecen y maduran los óvulos. La hormona luteinizante (LH). Se encarga de desencadenar la maduración folicular y la ovulación, lo cual conlleva la formación del cuerpo lúteo (folículo vacío tras la ovulación) y la secreción de progesterona por parte de éste. La hormona estimulante de la glándula tiroidea (TSH). Ejerce su acción sobre la glándula tiroidea, regulando su actividad. Prolactina . Durante el embarazo estimula la producción de leche en las glándulas mamarias y la síntesis de progesterona en el cuerpo lúteo. Hormonas ováricas Las hormonas previamente nombradas estimularán la liberación, en los ovarios, de las hormonas sexuales, que son: Estrógenos . El estradiol es una hormona estrogénica liberada por el folículo ovárico en crecimiento que, entre otras funciones, se encarga de activar la liberación de LH e inducir así la ovulación en cada ciclo menstrual. Además, junto a la progesterona, participa en la preparación del endometrio para la implantación embrionaria. Progesterona . Se trata de una hormona esteroidea liberada principalmente por el cuerpo lúteo y la placenta en caso de embarazo. Actúa durante la segunda fase del ciclo menstrual (fase lútea), preparando al endometrio para la implantación del embrión. También se encarga de mantener intacto el endometrio durante la gestación. Cuando no hay embarazo, el nivel disminuido de progesterona provoca la eliminación por vía vaginal del endometrio (menstruación). Hormona antimulleriana (AMH). Participa en la formación y desarrollo de los folículos. Permite valorar la reserva ovárica y la fertilidad de la mujer. ¿Cuándo deberías realizar la analítica hormonal? La analítica de hormonas en sangre se lleva a cabo para evaluar el nivel de las hormonas femeninas encargadas de regular el ciclo ovárico de la mujer. De este modo, permite valorar el potencial de fertilidad de la mujer. Junto con la ecografía transvaginal, la analítica de las hormonas basales permite definir el estado de la reserva ovárica de la mujer. Esto es de gran ayuda para determinar la cantidad total de ovocitos que tiene en sus ovarios y si ocurre la ovulación. Las principales hormonas que se analizan dentro de una analítica hormonal en la mujer incluyen: La hormona folículo estimulante. La hormona luteinizante. El estradiol. La progesterona. La hormona antimulleriana. La prolactina. La TSH. En cuanto al momento de realizar la analítica, lo ideal es poder llevarla a cabo entre el tercer y quinto día del ciclo menstrual (3 y 5 días después de la menstruación). Durante estos días es cuando las hormonas se encuentran en estado basal y pueden compararse con unos valores de referencia. Las excepciones son la progesterona, que debería hacerse el día 21 del ciclo para tener constancia de si la ovulación ha tenido lugar y la hormona antimulleriana, que puede realizarse en cualquier momento del ciclo menstrual. ¿Qué valores hormonales son normales? El correcto funcionamiento del eje hipotálamo-hipófisis-ovarios y sus correspondientes niveles adecuados de hormonas femeninas determinará un ciclo menstrual normal, incluyendo la ovulación y la potencial fecundación e implantación del embrión en el útero. La analítica hormonal arrojará unos valores para cada hormona femenina. Su comparación con los valores normales permitirá descartar o, en caso de encontrar diferencias respecto a los valores normales, ayudar al diagnóstico de patologías o trastornos que pudieran causar dichas diferencias. Los valores normales de referencia de las hormonas femeninas son: FSH . De 3 a 9 mUI/ml indica una buena reserva ovárica (esto es, una cantidad suficiente de folículos para obtener una gestación). Por el contrario, los valores entre 10 y 13 mUI/ml indican una reserva ovárica disminuida. Valores superiores a 13 suelen ser comunes en el inicio de la menopausia. LH . Los valores normales están entre 2 y 10 mUI/ml. Valores superiores a 20 mUI/ml indican que la ovulación está a punto de producirse. Los valores elevados al inicio del ciclo menstrual pueden estar motivados por situaciones como el síndrome de ovarios poliquísticos. TSH . Los valores normales se sitúan entre 0,2 y 4,7 mUI/ml. Valores por encima indican hipertiroidismo y por debajo, hipotiroidismo. Ambas alteraciones pueden influir negativamente en la ovulación y la fertilidad. Estradiol . Los valores al inicio de ciclo deben estar entre 27 pg/ml y 165 pg/ml. Aquellos valores por debajo de los 50 pg/ml muestran una reserva ovárica adecuada, mientras que niveles elevados pueden indicar la presencia de quistes o baja reserva ovárica. Progesterona . Los valores normales de progesterona el día 21 del ciclo se sitúan entre 5 y 20 ng/ml cuando se ha producido la ovulación con normalidad. El día 3, la progesterona debe ser menor a 1,5 ng/ml. Prolactina . En mujeres no embarazadas los valores normales se sitúan entre 0 y 20 ng/ml. Valores de prolactina superiores a 30 ng/ml indican que la regulación hormonal puede estar alterada y también la ovulación. En mujeres embarazadas lo normal es unos niveles de 10 a 300 ng/ml. AMH . La normalidad se sitúa entre 0,7 y 3,5 ng/ml. Niveles inferiores a 0,7 ng/ml indican una baja reserva ovárica. Por el contrario, valores por encima de 3,5 ng/ml pueden indicar una sobreestimulación ovárica producida por el tratamiento de reproducción asistida. Analítica hormonal en ayunas La extracción de una muestra de sangre para la analítica hormonal completa femenina se debe realizar en ayunas. La prueba debe realizarse entre el tercer y el quinto día de la regla, si se tienen menstruaciones.
Serología: ¿Qué es y para qué sirve?
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Serología: ¿Qué es y para qué sirve?

Cuando existe una sospecha de una infección, existen diferentes métodos para identificarla. Por un lado, están los métodos directos: los cultivos de sangre u orina (hemocultivos y urocultivos). Con estos métodos podemos identificar directamente el agente causal de la infección la muestra (sangre u orina, por ejemplo). Por otro lado, están los métodos indirectos, como la serología: se basan en demostrar que nuestro sistema inmune se ha visto expuesto al agente causal de la infección. A continuación, revisaremos en que consiste esta prueba. ¿Qué es una serología? Una serología, prueba serológica o test serológico consiste en la identificación en el suero de la sangre de los anticuerpos específicos encargados de neutralizar a un agente infeccioso. Cuando nuestro sistema inmune se ve expuesto a un agente infeccioso, este sintetiza un tipo de proteína llamada inmunoglobulina o anticuerpo , que es específica para este tipo de microorganismo. Una serología permite determinar estos anticuerpos que indican de manera indirecta que nuestro cuerpo ha estado en contacto con el agente infeccioso. Existen diferentes tipos de inmunoglobulinas, sin embargo, las que más se utilizan con fines diagnósticos son la IgM y la IgG: La inmunoglobulina M (IgM) suele indicar infección activa; nuestro organismo se ha visto expuesto de manera reciente a dicho microorganismo. La inmunoglobulina G (IgG) suele indicar infección crónica; nuestro organismo se ha visto expuesto a una infección en un momento determinado y posteriormente recuerda esta exposición para poder generar una respuesta inmune eficaz en el futuro. Suele indicar protección duradera contra un microorganismo. Cuando tenemos positivizad de las dos de manera simultánea, suele indicar que nuestro organismo está combatiendo la infección de manera satisfactoria, luchando contra la infección activa y generando anticuerpos para generar una respuesta inmune eficaz en el futuro. Además, los test serológicos también son útiles para averiguar si nuestro cuerpo ha generado respuesta inmune eficaz a diferentes tipos de vacunas. Serología covid La serología puede servir para ver si el paciente ha hecho una respuesta eficaz a la vacuna. En este caso, se detecta un tipo de anticuerpo específico denominado anti-spike. El virus SARS-CoV-2 tiene varias proteínas, aunque con la vacuna solamente inoculamos una parte denominada SPIKE. Por lo tanto, se trataría de determinar las inmunoglobulinas anti-Spike de tipo IgG que como se indicó anteriormente, indican protección. Otro caso es la detección de anticuerpos que producen las defensas del organismo frente al virus SARS-CoV-2. Este tipo de pruebas inmunológicas sirven para saber si una persona ha pasado la infección por el virus y, de este modo, evalúa la inmunidad frente a la COVID-19. Para la realización del test serológico es necesaria una muestra de sangre, suero o plasma. Para los test rápidos es suficiente con unas gotas de sangre obtenidas mediante punción en un dedo. Para llevar a cabo la prueba, se deposita la sangre en la zona donde están los reactivos que provocan un cambio de color indicativos de la presencia de anticuerpos. ¿Cuándo es necesaria una prueba de serología? Las pruebas serológicas se utilizan, principalmente, con fines diagnósticos, ya que muestran una visión de la respuesta inmune, relacionada directamente con la reacción ante un microorganismo. También se pueden utilizar en estudios epidemiológicos. Por otro lado, pueden indicar el estado de inmunidad de una población en su conjunto. Esto es útil, por ejemplo, para poner en marcha las campañas de vacunación. En definitiva, una prueba serológica puede estar indicada para saber si se está sufriendo un proceso infeccioso ahora o en el pasado o para comprobar el estado de vacunación con respecto a alguna enfermedad infecciosa específica. Estas pruebas tienen especial relevancia en situaciones como el embarazo , ya que es conveniente identificar la presencia de infecciones que pueden ser contraproducentes para el feto, como el VIH, la hepatitis, la sífilis o la rubeola, entre otras. Es importante indicar que una serología negativa no excluye de manera definitiva la infección por un microrganismo. En ocasiones, el organismo tarda un tiempo determinado en generar este tipo de proteínas. De este modo, ante la sospecha de una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), un resultado negativo no excluye la infección, siendo necesaria una nueva determinación a los 4 meses para verificar este diagnóstico. Este espacio temporal es conocido como periodo ventana. Cómo se obtienen e interpretan los resultados de una prueba serológica Para la elaboración de un test serológico es necesaria la extracción de una muestra de sangre. A continuación, se centrifuga la sangre para la obtención del suero sanguíneo. Una vez obtenido el suero, se pueden utilizar diversas técnicas para detectar la presencia de anticuerpos. Las más utilizadas son: ELISA (ensayo de inmuno absorción ligado a enzima). Se trata de una prueba basada en la detección de los enlaces que se producen entre antígeno (microorganismo) y anticuerpo (sistema inmunitario). Es una enzima la que permite cuantificar la formación de estos enlaces. Se trata de una técnica que se debe llevar a cabo en un laboratorio microbiológico, ya que requiere de material y personal capacitado para su realización e interpretación. El ensayo puede durar varias horas en dar resultados.   Esta prueba es capaz de determinar el nivel de anticuerpos, es decir, el resultado es cuantitativo. Pruebas de flujo lateral o inmunocromatografía . Se trata de dispositivos o kits inmediatos desarrollados para detectar la presencia de los anticuerpos en una muestra. Cuando se aplica la muestra de sangre (unas gotas) y el anticuerpo que se quiere detectar está presente, aparece una línea de color que indica el resultado positivo. Si no ha habido reacción aparece otra banda de color. No es necesario analizar los resultados en un laboratorio. El resultado es cualitativo (es decir, se tienen anticuerpos o no se tienen, pero no es capaz de determinar la cantidad) y se puede obtener en unos 15-20 minutos. Qué retos tiene la prueba serológica Las pruebas serológicas tienen el reto constante de aumentar su fiabilidad y poder detectar el mayor número posible de agentes infecciosos a partir de una única muestra de sangre. Por último, los avances producidos a partir de la investigación llevada a cabo como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 ha supuesto que se dispongan de test serológicos rápidos que muestran los resultados en pocos minutos y que presentan una gran fiabilidad.
Incompatibilidad de Rh: ¿Qué es?
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Incompatibilidad de Rh: ¿Qué es?

La isoinmunización tiene lugar cuando los glóbulos rojos fetales heredan algún antígeno del padre diferente a los de la madre. De este modo, cuando acceden a la circulación materna, se forman anticuerpos específicos contra ellos. El caso más habitual de isoinmunización es el antígeno D del factor Rh . ¿Qué es la incompatibilidad Rh y qué la causa? La incompatibilidad Rh es una de las posibles complicaciones que tienen lugar durante el embarazo . Se trata de un problema que tiene lugar cuando una mujer embarazada tiene glóbulos rojos con Rh negativo y el feto −heredado del padre− Rh positivo. Debido a que, en el transcurso del embarazo, los glóbulos rojos del feto pueden pasar a la sangre materna a través de la placenta, el sistema inmunitario de esta reaccionará frente a las células fetales Rh positivas. Los anticuerpos creados por la madre podrán atravesar la placenta hacia el feto, destruyendo los glóbulos rojos del bebé. La mayoría de las isoinmunizaciones se producen por la circulación de sangre fetal en la madre, las cuales pueden producirse antes o durante el parto. Sin embargo, también se producen durante un aborto y embarazo ectópico, entre otros. También puede suceder durante algunos procedimientos obstétricos como la biopsia corial , amniocentesis, funiculocentesis, o la extracción manual de placenta. Solo en casos excepcionales se produce la inmunización por recibir sangre incompatible. Con un simple análisis de sangre puedes averiguar tu grupo sanguíneo y el factor Rh. Reserva ya ¿Qué problemas puede causar la incompatibilidad Rh? La incompatibilidad Rh puede causar trastornos que pueden ir de leves a mortales. La principal consecuencia es la destrucción de glóbulos rojos que puede determinar una anemia en el bebé. Dependiendo del grado de destrucción de hematíes la anemia variará desde una forma leve que cursa con ictericia (piel y esclerótica de los ojos amarillas), hasta una forma grave. Otros problemas que pueden aparecer en el feto incluyen: La disminución de la síntesis de albumina en el hígado, que puede dar lugar al desarrollo de hydrops y anasarca. La disminución de glóbulos rojos provoca una reducción en el transporte de oxígeno con un aumento de la frecuencia cardiaca. Si no se compensa puede desencadenar una insuficiencia cardiaca congestiva. La acumulación de bilirrubina en sangre puede determinar su acúmulo en los tejidos nerviosos causando kernícterus y signos de disfunción cerebral que van acompañados de letargo e hipotonía. Acumulación de líquido o hidropesía fetal. Síntomas de la incompatibilidad del factor Rh Cuando los anticuerpos de la madre atacan a los glóbulos rojos del feto estos se descomponen, produciendo bilirrubina. Esto hace que aparezca la ictericia y el bebé se ponga amarillo. Por el contrario, en la madre no suele aparecer ningún síntoma. En el bebé los síntomas pueden variar en cada embarazo y niño. Los síntomas y signos más habituales incluyen: Ictericia. Palidez debida a la anemia. Taquicardia y taquipnea. Hepatomegalia (hígado de gran tamaño), esplenomegalia (bazo aumentado) y cardiomegalia (corazón grande). Puede aparecer líquido acumulado en el estómago, los pulmones o el cuero cabelludo. Se trata de signos de eritroblastosis fetal que cursa con edema grave. ¿Cómo se trata la incompatibilidad del Rh? La prevención de la incompatibilidad del Rh es sencilla gracias a la administración de la “vacuna anti Rh” con inmunoglobulina anti-D. En mujeres que tienen sangre Rh negativa se les administra una inyección de anticuerpos Rh en diversas situaciones: A las 28 semanas de embarazo. Dentro de las 72 horas posteriores al parto de un bebé que tiene sangre Rh positiva. También después de un aborto (espontáneo o voluntario). Tras cualquier tipo de sangrado vaginal durante el embarazo. Después de una amniocentesis o de una biopsia corial. En ocasiones, se necesitan inyecciones adicionales cuando entran grandes cantidades de sangre del feto en el torrente sanguíneo de la madre. En cuanto al tratamiento una vez que la incompatibilidad se ha materializado, dependerá del embarazo y de la gravedad de la afección. En el caso de anemia fetal leve puede no ser necesario ningún tratamiento. Por otro lado, el tratamiento antenatal tiene como objetivo disminuir la cantidad de anticuerpos maternos y mejorar la anemia fetal, evitando las complicaciones: Transfusión intrauterina de sangre. Este procedimiento tiene como objetivo aumentar los glóbulos rojos en el feto, por medio de la inyección en la vena umbilical de sangre del grupo 0, Rh negativo. Utilización de corticoides, plasmaféresis materna y la administración de inmunoglobulina inyectada para reducir la cantidad de anticuerpos en la madre. El tratamiento posnatal consiste en la administración de una transfusión al recién nacido si la anemia fuera importante y la prevención del daño derivado del aumento de la bilirrubina en sangre, mediante fototerapia o, si fuera necesario, mediante el recambio de toda su sangre. En los casos en los que sea necesario, se puede proceder a provocar el parto de forma prematura.
Urocultivo: tipos y resultados
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Urocultivo: tipos y resultados

El cultivo de orina −también llamada urocultivo− suele incluirse en el análisis rutinario de orina. Se trata de una prueba indicada cuando existe o se sospecha la presencia de una infección de orina, siendo capaz de identificar la presencia de bacterias. ¿Qué es el urocultivo? El urocultivo es una prueba diagnóstica que permite confirmar la presencia de una infección urinaria. Se lleva a cabo en el laboratorio de microbiología, a partir de una muestra de orina para detectar los microorganismos causantes de la infección. Esta prueba se solicita en el caso de que el uroanálisis esté alterado, siendo capaz de identificar la bacteria causante de la infección (en el caso de que el agente causante sea una bacteria) así como testar la sensibilidad del microorganismo a diferentes antibióticos, para así poder ofrecer una terapia dirigida. Las cistitis, pielonefritis y uretritis son algunas de las infecciones más comunes. El agente más frecuente es la bacteria Escherichia coli . El urocultivo suele incluirse en el análisis rutinario de orina. En especial, el médico puede recomendar la realización de urocultivo cuando el paciente presenta síntomas de infección urinaria producida por bacterias, incluyendo: Uroanálisis alterado. Cuando con un tratamiento antibiótico empírico (sin conocer el patógeno causante) la sintomatología urinaria no se resuelve. Antes de un procedimiento urológico. Dolor o escozor al orinar . Orina oscura o con olor fuerte. Secreción vaginal o peneana. Enrojecimiento en la región genital. Fiebre persistente de origen no identificado. Ganas de orinar repetitivas. Cómo se realiza un urocultivo Antes de realizar la recogida de la orina, es recomendable realizar un lavado con agua y jabón de los genitales.  El recipiente donde se recolectará la orina debe ser estéril. El paciente debe recoger una muestra de la primera orina de la mañana, en un bote especial para ello. Con esa muestra se llevará a cabo el análisis de orina, incluyendo el urocultivo. Se recomienda dejar caer algunas gotas previas antes de su recogida. A partir de la muestra de orina pueden utilizarse distintos análisis específicos según el medio nutritivo donde crecerán las bacterias presentes, si es el caso. Cada medio está compuesto por los nutrientes específicos que cada microorganismo necesita. De este modo, se permite el aislamiento y el recuento de las bacterias más habituales que producen infección de orina. Los resultados se verán alterados si el paciente ha comenzado a tomar antibióticos antes de la recogida de la muestra, llevando a un resultado falsamente negativo. Tipos de urocultivo La técnica de recogida de la muestra de orina puede diferir en cuanto a si se hace mediante la recogida por micción fisiológica, o a través de la obtención de la muestra de orina por un catéter o sonda que porte el paciente. Resultados Los resultados del urocultivo pueden tardar en obtenerse entre 3 y 7 días, incluso menos tiempo en el caso de que la presencia de bacterias sea muy significativa. Urocultivo positivo Un resultado positivo del urocultivo determina la presencia de uno o varios microorganismos diferentes que son los responsables de la infección. Se considera un cultivo positivo cuando existe un recuento de bacterias de 10 6 ufc/mL (unidades formadoras de colonias por mililitro). Un resultado positivo no siempre indica la necesidad de tratamiento, siendo necesarios únicamente antibióticos en determinados casos. Resultados con menos de 10 6 unidades formadoras de colonias por mililitro en determinadas ocasiones, como es los casos de los varones (al tener mayor longitud del conducto prostático, las posibilidades de contaminación de la muestra son menores), habría que tomarlos en consideración. Antes de establecer el tratamiento adecuado puede ser conveniente la realización de un antibiograma para medir la sensibilidad-resistencia de las bacterias presentes en la orina a los antibióticos habitualmente utilizados para optimizar el tratamiento. Es principalmente solicitado en el caso de que el tratamiento empírico no sea efectivo. Los gérmenes identificados con más frecuencia son: Escherichia Coli. Proteus mirabilis. Klebsiella Pneumoniae. Staphylococcus saprophyticus. Urocultivo negativo En el examen de laboratorio no se observa en la muestra ningún crecimiento de colonias bacterianas en la orina, por lo que se puede afirmar que no existe una infección bacteriana activa. Preguntas frecuentes ¿Qué pasa cuando la orina está contaminada? Cuando la piel y la zona de los genitales no están limpios en el cultivo de orina pueden crecer varios tipos de bacterias diferentes y se suele considerar que se ha producido una contaminación. El cultivo se desecha, porque no se puede determinar si la bacteria procede del interior o del exterior del tracto urinario. ¿Qué es un urocultivo con antibiograma de disco? Se trata de un urocultivo que incluye pruebas de sensibilidad de la bacteria presente en la orina a una batería de antibióticos. De este modo, se averigua qué antibiótico concreto es más efectivo para eliminar la bacteria. ¿Qué sucede si no se trata la infección de orina? Si la infección del tracto urinario diagnosticada mediante el urocultivo y la clínica del paciente no es tratada, puede progresar e infectar los riñones y llegar a la circulación, dando lugar a una sepsis que puede poner en peligro la vida del paciente. Estos casos suelen darse con mayor frecuencia en niños pequeños y personas mayores. ¿Qué otros parámetros del análisis de orina pueden indicar la presencia de una infección del tracto urinario? La presencia de leucocitos en la orina podría ser indicativo de la presencia de una infección del tracto urinario.
Eosinófilos altos: causas y síntomas
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Eosinófilos altos: causas y síntomas

Los glóbulos blancos o leucocitos son células que tienen la capacidad de abandonar el torrente sanguíneo para defender al organismo contra infecciones y agentes patógenos. También se enfrentan a las células tumorales. Un tipo específico de leucocitos son los eosinófilos, cuyo número puede verse aumentado por causas muy diversas. Como los eosinófilos forman parte de los glóbulos blancos, vamos a tener en el hemograma dos resultados diferentes:  uno expresado en porcentaje (el cual se refiere a la proporción respecto del resto de glóbulos blancos como neutrófilos, monocitos, basófilos y linfocitos) y otro en valor absoluto que hace referencia al número total de este tipo de células. Qué son los eosinófilos Los eosinófilos son un subtipo de glóbulos blancos cuya función consiste en regular la respuesta inflamatoria, además de atacar a las sustancias reconocidas como extrañas que son potencialmente dañinas para el organismo. Su aumento se puede producir ante reacciones alérgicas (ambientales o medicamentosas), infecciones por parásitos, y mucho mas infrecuente por cierto tipo de tumores. Normalmente, la elevación de la cifra de eosinófilos suele ser transitoria y tiende a normalizarse cuando el motivo que la está produciendo se resuelve. Su diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre por medio de un hemograma. Normalmente suele ser un hallazgo incidental al solicitar esta prueba por otro motivo. En el caso de no tratarse la causa subyacente y no resolverse este aumento, esta inflamación puede producir daños en distintos órganos, aunque esto último es excepcional. Causas de la eosinofilia La leucocitosis o aumento de glóbulos blancos se produce en caso de infección. También si hay una inflamación, estrés físico o emocional, quemaduras e insuficiencia renal, entre otras situaciones. Su elevación, tanto en valor absoluto como en valor relativo (%) no siempre indica una enfermedad subyacente y debe de repetirse en diferentes determinaciones separadas al menos 12 semanas. La leucocitosis no siempre indica malignidad, ya que el tratamiento con corticoides o la extirpación del bazo también pueden hacer que el número de leucocitos aumente. Por otro lado, para el estudio del aumento de los eosinófilos o eosinofilia no solamente hay que estudiar el número total de eosinófilos, sino del resto de glóbulos blancos y su morfología. En la siguiente tabla se expresan los valores normales en porcentaje de cada tipo de glóbulos blancos o leucocitos. Estos niveles son orientativos y deben ser interpretados por un profesional sanitario. RECUENTO DE LEUCOCITOS Glóbulos blancos Valores normales Algunas posibles causas del aumento Neutrófilos 45 al 75% Infecciones bacterianas. Linfocitos 15 al 45% Infecciones virales, tuberculosis. Monocitos 0,5 al 10% Infecciones virales. Eosinófilos 0 al 3% Parasitosis, alergias, asma. Basófilos 0 al 2% Infecciones virales, tuberculosis, alergias. La elevación de la fracción de los eosinófilos puede estar causada por diversos motivos: Los medicamentos que provocan el aumento de los eosinófilos de forma más habitual incluyen el ácido acetilsalicílico (aspirina), los glucocortiocides, los fármacos para tratar la hipertensión arterial y los antibióticos. Las patologías de naturaleza alérgica, incluyendo la urticaria, dermatitis, la rinitis o el asma. Las parasitosis o enfermedades provocadas por parásitos. Entre ellas destacan la ascaridiasis, la esquitosomiasis, la toxocariasis, filariasis linfática y la enterobiasis. Normalmente, estas suelen ir acompañadas de un proceso diarreico intercurrente. En casos mucho menos frecuentes, puede ser producidos por algunos tipos de cáncer como la leucemia, el linfoma de Hodgkin y el cáncer de ovario. Enfermedades inflamatorias de la piel, como la dermatitis atópica, el eccema, etc. Infecciones como la fiebre tifoidea, la tuberculosis y el sida. Las enfermedades inflamatorias intestinales. Síndrome hipereosinofílico El síndrome hipereosinofílico es una patología poco común en la que no se identifica la causa de los niveles elevados de eosinófilos. La producción de estos eosinófilos se produce por una mutación en la médula ósea, responsable de la fabricación de las células de la sangre, produciendo niveles muy elevados en sangre periférica y dañando distintos órganos. La enfermedad puede afectar al corazón pudiendo provocar un fallo cardíaco y a otros órganos como el bazo, el sistema nervioso central y los pulmones. También puede provocar la aparición de erupciones cutáneas. Cómo bajar los eosinófilos Para disminuir los niveles de eosinófilos altos, en primer lugar, es necesario identificar la causa de su incremento. Para ello es fundamental realizar una historia clínica completa, junto con las pruebas diagnósticas necesarias que esclarezcan la causa de la eosinofilia. Cuando se identifica la patología causante, el tratamiento de la misma puede determinar la normalización de los niveles de eosinófilos. De igual modo, cuando la causa viene dada por el tratamiento con un medicamento, su finalización determinará la normalización del número de células eosinófilas. Eosinófilos altos por alergia Los eosinófilos altos por alergia es una de las situaciones más frecuentes que explican su elevación. De este modo, la rinitis y conjuntivitis alérgicas, el asma y la dermatitis atópica son causas comunes del aumento de los eosinófilos en el organismo. En este caso, la aparición de síntomas alérgicos asociados a una elevación de los niveles de eosinófilos en sangre suele ser un indicador de la existencia de una alergia. Si existe sospecha de que la causa de la eosinofilia es una alergia, se derivará al paciente a la consulta de alergología donde se realizará una historia clínica detallada y se llevarán a cabo las pruebas adecuadas para identificar el agente alergénico involucrado y el tipo de patología alérgica. En definitiva, para comprobar los niveles de leucocitos en sangre es necesario realizar una analítica. No es necesario ayunar para la realización de esta prueba y un resultado aumentando de manera aislada, en la mayoría de las ocasiones, no es suficiente para realizar un diagnóstico, siendo necesaria la repetición de la prueba 12 semanas después.
Urea alta en análisis: ¿qué significa y cómo tratarla?
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Urea alta en análisis: ¿qué significa y cómo tratarla?

La urea es una sustancia natural que se forma por la degradación de las proteínas. Es la forma en la que el organismo transforma el nitrógeno residual en una sustancia soluble para poder excretarlo por la orina. Cuando está elevado en sangre puede ser debido a una patología renal o a enfermedades que promueven una excesiva degradación de las proteínas musculares. ¿Qué es la urea en sangre? La urea es el principal residuo que se produce con la degradación de las proteínas. Se relaciona directamente con la cantidad de proteínas presentes en la dieta y con las que se descomponen del propio cuerpo, principalmente de la masa muscular. La urea es producida fundamentalmente en el hígado, mientras que los riñones son los encargados de eliminar la urea de la sangre a través de la orina. Cuando existe algún problema renal puede verse comprometida la eliminación de la urea y su concentración aumenta en la sangre. Valores normales de la urea Pueden considerarse valores normales de urea en sangre los siguientes: Hombres: 18 – 55 mg/dl. Mujeres: 17 – 43 mg/dl. Niños de 1-13 años: 11-36 mg/dl; de 14-19 años: 18-45 mg/dl. Nitrógeno ureico en sangre (BUN, por sus siglas en inglés): 12 – 20 mg/d. Urea alta: causas y síntomas Como sucede con los productos del metabolismo, la acumulación de la urea puede ser indicativa de diversas enfermedades. Su nivel aumentado se debe, principalmente a una disminución de su eliminación, aunque también puede ser debido a un aumento de su producción. Las causas de elevación de la uremia o urea en sangre incluyen: Deshidratación. Insuficiencia renal. Dieta alta en proteínas. Enfermedad de Addison. Actividad física muy intensa. Fallo cardíaco. Fármacos. La principal causa de elevación de la urea es la insuficiencia renal. Esta puede tener lugar por patología renal, deshidratación, infección, etc. Una insuficiencia renal grave produce la acumulación de toxinas que puede dar lugar al conoció como síndrome urémico. Este se caracterizaría por la afectación de múltiples funciones fisiológicas en el sistema nervioso central, produciendo temblores, letargia y deterioro cognitivo. En el sistema cardiovascular produce pericarditis urémica fibrosante, hipertensión, aterosclerosis y calcificación, entre otros síntomas. En el sistema endocrino provoca hiperparatiroidismo y baja absorción de calcio, entre otras consecuencias. En el sistema hematológico, pueden provocar anemia y alteraciones de la coagulación. También puede afectar a otros sistemas del organismo como el inmunológico. Factores que influyen en los niveles de urea en sangre La concentración de urea en sangre puede variar en función de la dieta. De este modo, los valores de urea pueden incrementarse con la ingesta de proteínas. Por otro lado, la urea se relaciona inversamente con el grado de hidratación. Otros factores que pueden influir elevando los valores de urea en sangre son el estrés, los glucocorticoides y las hormonas tiroideas. Por el contrario, las causas que pueden llevar a presentar valores bajos de urea incluyen situaciones como el embarazo, los andrógenos, la hormona de crecimiento, una alimentación muy deficiente y patologías como la acromegalia. También puede encontrarse más elevada la urea en sangre por una mayor producción. Principalmente, esta se producen por patologías que causan la destrucción de células, como sangrados digestivos, anemias hemolíticas o quemaduras extensas. Tratamiento para la urea alta El tratamiento para los casos de urea alta debe estar enfocado a resolver la causa que la provoca en cada caso. Si hay un deterioro de la función renal grave, la hemodiálisis puede permitir el filtrando de los productos tóxicos acumulados en la sangre, incluyendo la urea. ¿Cuándo se solicita el examen de urea en sangre? En el laboratorio, el análisis de la urea sanguínea es una petición rutinaria de la bioquímica en sangre. Puede expresarse en forma de urea o de nitrógeno ureico en sangre (BUN). Específicamente, la determinación de urea en sangre se realiza para valorar el funcionamiento de los riñones e indagar sobre la presencia o evolución de las enfermedades renales. La prueba se realiza a partir de una muestra de sangre obtenida por extracción. Para realizar este análisis no se necesita estar en ayunas. En Savia ponemos a tu disposición las mejores pruebas analíticas cuando las necesites. Preguntas frecuentes ¿Qué enfermedad se puede detectar con la urea? La prueba de la urea en sangre se utiliza, principalmente, junto a la creatinina para evaluar la función renal y para el seguimiento de pacientes con disfunción o fallo renal. El sangrado digestivo alto también puede producir esta condición, aunque la mayoría de las veces se acompañará de anemia. ¿Qué síntomas puede provocar la urea alta? Los niveles de urea elevados en sangre pueden provocar síntomas como temblores, letargia, sabor metálico y amargo en la boca, pericarditis, hipotermia e hipotensión. Estos síntomas se pueden producir cuando los niveles de urea aumentan de manera brusca. ¿Qué alimentos pueden aumentar la uremia? Para una correcta disminución de los niveles de urea es necesario mantener una hidratación adecuada para reducir los niveles en sangre. Además, las dietas bajas en proteínas (principalmente las de origen animal), pueden ayudar a bajar estos niveles. Los alimentos con alto contenido en proteínas pueden aumentar los niveles de urea en sangre. Estos incluyen la carne, pescado, huevos, lácteos y legumbres.
Ferritina alta en sangre: ¿cómo detectarla y bajarla?
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Ferritina alta en sangre: ¿cómo detectarla y bajarla?

La ferritina es una proteína que está implicada en el transporte, almacenamiento y liberación del hierro, por lo que su determinación es elemental para estudiar el metabolismo del hierro. A parte de aportar información sobre el estado del hierro, es un parámetro que se ve alterado de manera aguda en otras situaciones, denominándose “reactante de fase aguda”. La elevación de la ferritina en análisis de sangre es muy inespecífica y pueden indicar un abanico amplio de enfermedades genéticas, infecciosas, hepáticas, metabólicas e inflamatorias. ¿Qué es la ferritina? La ferritina es una proteína cuya principal función es la de almacenar hierro en el organismo. La mayor parte de las células del organismo contienen ferritina y es especialmente abundante en las células relacionadas con la síntesis de hemoglobina (encargada de oxigenar los tejidos del organismo). También aparece en las células relacionadas con su degradación, o con su reserva. De este modo, está presente principalmente en las células del hígado (hepatocitos), aunque también la podemos encontrar en otros órganos como bazo, médula ósea y pulmón. La mayoría de las células del organismo producen ferritina y secretan una proporción al plasma, por lo que una pequeña cantidad circula libre en la sangre. Esta permite estimar a nivel clínico las reservas de hierro del organismo y por tanto los depósitos de hierro en ausencia de inflamación o de enfermedades genéticas. Valores normales de ferritina La concentración plasmática de ferritina se correlaciona estrechamente con los depósitos de hierro del organismo: 1ng/ml de ferritina sérica corresponde a 8-10mg de hierro almacenado en un adulto sano. Los niveles de ferritina en sangre considerados óptimos se sitúan en: Entre 12 y 300 ng/ml en hombres. Entre 12 y 150 ng/ml en mujeres de edad fértil. Las mujeres tras la menopausia toman las mismas referencias que los hombres. Estos resultados pueden variar discretamente según cada laboratorio. De este modo, se consideran valores de ferritina alta en sangre o hiperferritinemia los niveles de ferritina sérica por encima de 200 ng/ml en mujeres y por encima de 300 en hombres. Causas de la ferritina alta Si bien los niveles disminuidos de ferritina son un marcador fiable de la carencia de hierro, la ferritina alta o hiperferritinemia puede expresar un exceso de hierro, pero también otras situaciones clínicas. De este modo, la ferritina se puede ver aumentada debido a trastornos en el metabolismo férrico de causa genética como la hemocromatosis hereditaria o por causas adquiridas, como las transfusiones repetidas o la hemodiálisis. Otras causas pueden ser el abuso de alcohol, la presencia de enfermedades hepáticas, patologías crónicas como la artritis reumatoide y determinados tipos de cáncer. El síndrome metabólico (un trastorno relacionado con el sobrepeso en el que coexisten alteraciones metabólicas como diabetes, elevación del colesterol en sangre e hipertensión) también se relaciona con niveles aumentados de ferritina. La corrección de los parámetros metabólicos alterados conduce a una reducción en los niveles de ferritina. Las enfermedades inflamatorias también pueden conllevar la elevación de la ferritina. De este modo, una consecuencia de las enfermedades reumatológicas o infecciosas que cursan con inflamación puede ser el ascenso de los niveles de ferritina. La mayoría de estas causas son potencialmente reversibles, mejorando una vez revierte la causa subyacente sin requerir ninguna intervención suplementaria. Ferritina alta: cómo bajarla La disminución de los niveles de ferritina cuando están elevados depende principalmente de la causa. En casos leves se pueden utilizar fármacos por vía oral para bloquear la absorción de hierro de la dieta y reducir los alimentos ricos en este mineral. Estos fármacos se utilizan principalmente para prevenir el aumento de ferritina en pacientes que van a recibir muchas transfusiones en determinadas enfermedades. En casos más severos se puede realizar una flebotomía, consistente en realizar una extracción de sangre para reducir los niveles de hierro y ferritina. Examen de ferritina en la sangre El examen de los niveles de ferritina en sangre es una prueba sencilla que se lleva a cabo a partir de una muestra de sangre. Esta se realiza para conocer el estado de las reservas de hierro del organismo y suele solicitarse junto con la determinación del hierro sérico y la capacidad total de fijación del mismo, para detectar deficiencias o sobrecargas del mineral y evaluar su gravedad. La extracción de la muestra de sangre se realiza por la mañana, tras 12 horas de ayuno. Preguntas frecuentes Diferencia entre hierro y ferritina El hierro es un mineral fundamental para procesos metabólicos y de transporte de oxígenos a los tejidos. Forma parte fundamental de la hemoglobina de los glóbulos rojos. Las reservas de hierro en el organismo se realizan gracias a la proteína de depósito ferritina. Dado que el organismo no dispone de mecanismos para eliminar el exceso de hierro, este se acumula junto con la ferritina, principalmente en el hígado. Cuando los niveles de ferritina están disminuidos, es probable que se deba a una deficiencia de hierro que puede dar lugar a anemia, pero no en todos los casos, ya que los niveles bajos de hierro producen disminución de los depósitos, es decir ferritina, y esta condición mantenida en el tiempo produce anemia. Por el contrario, un nivel elevado de ferritina puede ser la primera señal de sobrecarga férrica. Qué es la hemocromatosis La hemocromatosis incluye un grupo de patologías causadas por el exceso de hierro en el organismo. Al almacenarse el mineral en exceso se puede provocar el daño en diferentes órganos como el hígado, el corazón o el páncreas. Las causas pueden ser genéticas o adquiridas, como cuando se producen numerosas transfusiones de sangre en un mismo paciente. Las causas hereditarias son más infrecuentes que las adquiridas. Detectada a tiempo e instaurando un tratamiento de manera precoz, tiene un buen pronóstico. A día de hoy, las técnicas diagnósticas como la biopsia hepática no son necesarias para confirmar la presencia de la enfermedad, gracias al avance de las pruebas genéticas. Qué es el índice de saturación de la transferrina La transferrina es la proteína encargada de transportar el hierro en el organismo. El índice se expresa en un porcentaje. Cuando el índice de saturación de transferrina está elevado (por encima del 50%) debe sospecharse que existe hemocromatosis. Los valores mínimos difieren entre hombres y mujeres, siendo de 20 y 15%, respectivamente. En Savia ponemos a tu disposición las mejores analíticas cerca de ti.
Pruebas de coagulación en sangre: ¿para qué sirven?
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Pruebas de coagulación en sangre: ¿para qué sirven?

La hemostasia es un mecanismo de nuestro organismo, llevado a cabo por plaquetas y factores de coagulación, que permite la correcta circulación. Un exceso de coagulación podría producir una trombosis, mientras que el defecto produciría el sangrado. Cuando se produce una lesión, las primeras en actuar son las plaquetas (hemostasia primaria), agregándose a lesión, y posteriormente los factores de la coagulación (proteínas que se producen principalmente en el hígado), formando un coagulo para evitar la pérdida de sangre (hemostasia secundaria). Existen pruebas para evaluar el número y función de las plaquetas, así como a los factores de coagulación. Estas pruebas se pueden solicitar en distintos supuestos: Pacientes asintomáticos que se van a someter a una intervención quirúrgica para asegurar el correcto funcionamiento de su hemostasia. Pacientes con sintomatología tanto hemorrágica como trombótica para descartar un exceso tanto en la cantidad como en la función de estos componentes. En Savia ponemos a tu alcance pruebas de Análisis Clínicos Personalizados adaptados a tus características y necesidades. ¿Qué son las pruebas de los factores de la coagulación? Se trata de la determinación a través de una analítica sanguínea, tanto del número de plaquetas (medidas en un hemograma) como de la función plaquetaria en determinadas ocasiones; así como de la función de los factores de la coagulación a través del plasma (sustancia donde se transportan las células sanguíneas a través de los vasos). La función de los factores de la coagulación (proteínas que estabilizan el coagulo una vez que se produce el daño en los tejidos) se mide a través de una prueba denominada tiempos de coagulación . Estos tiempos indican los segundos que tardan estos factores en producir el coágulo, y solo en el caso de que estén alterados, se dosifican uno a uno para evaluar los factores de manera individual. Se determinan tres tiempos diferentes, cada uno analizando diferentes factores: Tiempo de protrombina . Evalúa los factores de la vía EXTRINSECA (Factores II, V, VII y X). Tiempo de tromboplastina parcial activada . Evalúa los factores de la vía INTRINSECA (Factores VIII, IX, XI, XII). Tiempo de trombina . Evalúa los factores de la vía COMÚN. El déficit de los factores de la coagulación puede ser: Congénito . Es muy infrecuente. Dentro de este grupo se conocen enfermedades como la Hemofilia A (déficit de factor VIII) o la Hemofilia B (déficit de factor IX). Adquirido a lo largo de la vida. Tratamiento con fármacos anti-vitamina K (el más conocido es el Sintrom) o pacientes con dietas deficientes en vitamina K o que no la absorben adecuadamente debido a enfermedades intestinales, así como pacientes que presentan daño hepático. Cuándo realizar la prueba de los factores de coagulación La prueba de los factores de coagulación se debe realizar cuando: Se lleva a cabo un estudio preoperatorio ante la proximidad de una intervención quirúrgica. Se ha producido un sangrado prolongado. Hay antecedentes familiares de déficit hereditario de un factor de coagulación. Se sospecha una deficiencia hereditaria de un factor de coagulación. Se sospecha que existe una enfermedad hepática o un déficit de vitamina K. Se realiza el seguimiento de un tratamiento relacionado con la coagulación. Se sospecha una trombosis, una vez excluidas otras causas más frecuentes. Resultados prueba de coagulación sanguínea Cada factor de coagulación debe estar presente en una concentración suficiente, además de presentar la actividad adecuada para asegurar una correcta coagulación. Los resultados de las pruebas suelen expresarse en forma de porcentaje, considerándose normales valores entre 80 y 120%. Por encima estarían en exceso y por debajo en defecto. Algunas patologías que pueden causar deficiencias adquiridas en los factores de coagulación incluyen: Enfermedades infecciosas avanzadas Enfermedades hepáticas. Algunos tipos de cáncer. Malabsorción de grasa y déficit de vitamina K. Tratamiento con anticoagulantes. Transfusiones masivas. Los trastornos hereditarios son raros y suelen afectar a un único factor de coagulación. Una vez identificado un factor de coagulación deficitario, puede ser administrado de forma artificial mediante la transfusión de plasma que contenga todos los factores o mediante un concentrado. ¿Cómo es la prueba de la coagulación? Para la prueba de coagulación o hemostasia solo es necesaria una muestra sanguínea con la que se llevan a cabo cuatro pruebas iniciales básicas: El recuento plaquetario . El tiempo de protrombina . Examina los factores I, II, V, VII y X, siendo especialmente sensible al descenso del factor VII. Es muy útil para valorar la insuficiencia hepática y el déficit de vitamina K. Este parámetro se emplea además para la monitorización de los anticoagulantes orales. El tiempo de tromboplastina parcial activado . Analiza los factores I, II, V, VIII, IX, XI y XII, siendo particularmente sensible al déficit de VIII y IX (hemofilia A y B, respectivamente). Su alargamiento también aparece en la enfermedad de Von Willebrand o con la presencia de anticuerpos específicos contra algún factor, entre otras situaciones. El alargamiento de los tiempos de las diferentes pruebas indica un trastorno en el mecanismo de coagulación que obligaría a profundizar en el estudio de los factores individuales implicados. ¿Cómo prepararme para la prueba de coagulación? Cuando se está en tratamiento con antiagregantes, antiinflamatorios o anticoagulantes, hay que avisar al médico antes de someterse a este tipo de pruebas analíticas. En caso contrario, no es necesaria ninguna actuación especial, no siendo necesario el ayuno previo a esta prueba. En Savia ponemos a tu alcance pruebas de Análisis Clínicos Personalizados adaptados a tus características y necesidades.
Test prenatales no invasivos, ¿una amniocentesis sin riesgo?
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Test prenatales no invasivos, ¿una amniocentesis sin riesgo?

Para el diagnóstico prenatal de las anomalías genéticas más comunes se requiere la obtención de material genético del feto mediante una técnica invasiva como la amniocentesis o la biopsia corial . Se trata de pruebas que llevan asociado un riesgo de pérdida gestacional, por lo que no se recomiendan de forma indiscriminada a todas las mujeres embarazadas. Afortunadamente, el avance en las técnicas genéticas ha permitido desarrollar diversas estrategias de cribado a partir de un simple análisis de sangre de la madre: son los test prenatales no invasivos . Con ellos es posible identificar a las gestantes con un riesgo elevado de que sus fetos puedan presentar una anomalía genética sin poner en riesgo el embarazo. Qué es la amniocentesis y cuál es el riesgo que conlleva La amniocentesis es una técnica de diagnóstico prenatal que consiste en realizar una punción en el abdomen de la mujer gestante hasta la bolsa amniótica que envuelve al feto para extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico. De éste se obtienen células fetales para analizar su ADN e identificar posibles anomalías cromosómicas y alteraciones genéticas en el feto. El riesgo de la amniocentesis estriba en que la punción puede dañar la bolsa amniótica, poniendo en riesgo el embarazo. También podría ser un foco de infección del líquido amniótico o sangrado de algún vaso placentario. El riesgo estimado de que una amniocentesis tenga consecuencias se sitúa entre el 0,5 y el 1% de las pruebas realizadas. Biopsia corial Se trata de otra prueba, igualmente invasiva, que puede ser equivalente a la amniocentesis. En este caso, la muestra a analizar es de tejido placentario en lugar de líquido amniótico. La prueba se puede realizar de forma temprana con respecto a la amniocentesis, pero presenta un riesgo superior y puede dar lugar a diagnósticos erróneos. Los test prenatales como alternativa no invasiva Los test prenatales no invasivos suponen únicamente una extracción de sangre para la madre. Son un avance muy importante en la detección de anomalías genéticas fetales. Emplean la última tecnología en secuenciación de ADN que, a partir de una muestra de sangre materna, analiza la presencia de material genético del feto para detectar posibles anomalías cromosómicas con gran precisión y fiabilidad. Los defectos cromosómicos más habituales que puede detectar el test son los que aparecen en los cromosomas 21, 18 y 13 (síndrome de Down, Edwards y Patau) y las anomalías más comunes en los cromosomas sexuales (X e Y). Además, pueden incluir otras pruebas para la detección de trisomías relacionadas con abortos espontáneos en el primer trimestre e identifican microdeleciones en las que una pérdida de material genético puede causar la aparición de síndromes genéticos importantes. También sirven para determinar el sexo fetal y son válidos para embarazos gemelares y para donación de óvulos. Los resultados del test ofrecen una especificidad y sensibilidad muy elevadas. De este modo, la precisión es de hasta el 99,7% en los fetos con síndrome de Down y con otras anomalías frecuentes en los cromosomas 18, 13, X e Y. La tasa de falsos positivos se sitúa en menos del 0,1%. A pesar de su alta fiabilidad, se trata de un test de cribado, por lo que, en caso de resultado positivo, éste debe ser confirmado mediante una prueba invasiva (amniocentesis o biopsia corial). ¿Pueden sustituir los test prenatales a la amniocentesis? Los test prenatales no invasivos permiten descartar la presencia de las anomalías cromosómicas más habituales (las mismas que la amniocentesis), con una alta fiabilidad, pero con riesgo cero, ya que se realizan a partir de una simple muestra de sangre materna tomada del brazo. Un resultado es considerado de «alto riesgo» cuando la probabilidad de alteración cromosómica o de microdeleción supera un umbral determinado. Un resultado de «bajo riesgo» no descarta la posibilidad de afectación cromosómica fetal, sin embargo, los estudios realizados sobre esta tecnología muestran que este cribado puede excluir con elevada probabilidad el ser portador de estas aneuploidías y síndromes de microdeleción. En definitiva, los test prenatales no invasivos suponen un gran avance en la identificación de casos con alta probabilidad de anomalías cromosómicas por lo que su incorporación a las pruebas de cribado es incuestionable. En los casos en los que el resultado sea positivo o cuando el especialista así lo indique (y la madre esté de acuerdo) se deberá realizar la amniocentesis para establecer el diagnóstico definitivo. ¿Necesitas un test prenatal? Encuentra el centro médico más cercano. Bibliografía Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Cribado y diagnóstico precoz de anomalías genéticas. Prog Obstet Ginecol 2018; 61(6): 605-629.Consultado: 25/10/2021 . Suciu ID et al. Non – Invasive Prenatal Testing beyond Trisomies. J Med Life 2019; 12(3): 221–224. DOI: 10.25122/ jml-2019-0053. Ryan A et al . Validation of an Enhanced Version of a Single – Nucleotide Polymorphism – Based Noninvasive Prenatal Test for Detection of Fetal Aneuploidies. Fetal Diagn Ther 2016; 40(3): 219-223. Doi: 10.1159/000442931 .
Vacunación COVID, inmunidad y tercera dosis
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Vacunación COVID, inmunidad y tercera dosis

Actualizado el 17/12/2021 Después de prácticamente un año desde que se inició, la vacunación frente a la COVID-19 en nuestro país ha alcanzado una de las tasas más elevadas del mundo. De este modo, cerca del 80% de la población total ya ha recibido la pauta completa de las vacunas disponibles para el coronavirus. Por otro lado, ya se ha aprobado la administración de vacunas a los niños de 5 a 11 años y una dosis adicional de la vacuna en personas inmunodeprimidas y en mayores de 60 años. Es muy probable que se siga administrando una dosis de refuerzo al resto de la población que ya recibió la pauta completa. Importancia de la vacunación frente a la COVID-19 El principal objetivo de la vacunación es prevenir la transmisión del virus causante de la COVID-19, disminuir la gravedad y mortalidad de la enfermedad y proteger a los grupos más vulnerables. Por otro lado, la vacunación protege directamente a las personas vacunadas, pero también protege al resto de la población. Cuantas más personas estén inmunizadas, la probabilidad de que el resto se expongan al virus será menor. En esta sexta ola en la que nos encontramos con un incremento de los contagios, las zonas en las que el número de personas vacunadas es mayor, se ha podido constatar un menor aumento de los contagios, la disminución de la presión hospitalaria y de los fallecimientos. ¿Cuál es la situación de la vacunación en España? En España, entre el 27 de diciembre de 2020 y el 14 de diciembre de 2021 se han administrado un total de 81.104.962 dosis de vacunas contra la COVID-19. Un 81,2% de la población total (38.541.413 personas) ha recibido al menos 1 dosis, mientras que el 79,5% de la población total (37.742.102 personas) ha completado la pauta de vacunación. En cuanto a la situación epidemiológica, actualmente en España se han registrado un total de 5.366.128 casos de infección por SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia, con una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 412,26 contagios por 100.000 habitantes. El número de fallecidos por COVID-19 en la última semana fue de 205, con una tendencia de estabilización a la baja. El total de casos COVID fallecidos asciende a 88.542, con una letalidad global de la pandemia del 1,7%. El número de camas hospitalarias ocupadas por pacientes COVID es del 5,11%, con un 13,10% de camas de UCI ocupadas por pacientes COVID. En cuanto a la edad, la incidencia de contagio en 14 días es mayor en el grupo de edad de menores de 11 años (no vacunados), llegando a 648,64 casos por 100.000 habitantes, seguido del grupo de 40 a 49 (513,98 casos). En cuanto a la incidencia según el estado de vacunación, entre el 4 de octubre y el 28 de noviembre de 2021, es mucho menor en personas completamente vacunadas frente a las no vacunadas. La mayor diferencia se observa en personas de 60 a 80 años, con un riesgo de infección en vacunados 6 veces menor, de hospitalización 15 veces menor y de fallecimiento 14 veces menor respecto a los no vacunados. En el grupo de 30 a 59 años, la incidencia total es 2 veces inferior y 8 veces inferior para hospitalización. Finalmente, en comparación con los países de nuestro entorno, la situación epidemiológica en España es mejor. Países como Reino Unido presentan una incidencia acumulada a 14 días de 1026,9; Alemania, 874; Francia, 958,6; Bélgica, 1991,5 y Portugal, 508,5. En conclusión, la situación epidemiológica en España es de aumento de los contagios, aunque menor que en los países de nuestro entorno. ¿Se pierde inmunidad después de la vacunación? Siempre se temió que las nuevas cepas y variantes de coronavirus determinaran una disminución en la efectividad de las vacunas existentes. Sin embargo, dado que las mutaciones del virus no han afectado a la totalidad de la proteína S −principal objetivo de las vacunas−, es muy probable que estas sigan siendo efectivas. En este sentido, los estudios publicados muestran que las actuales vacunas inducen respuestas de anticuerpos que mantienen su capacidad neutralizante frente a las nuevas variantes aparecidas hasta la fecha. En cualquier caso, esta inmunidad puede ir disminuyendo con el tiempo. La prueba más fiable para determinar la presencia del virus sigue siendo la PCR Covid 19 aunque el test de antígenos puede ayudar también a identificarlo especialmente cuando existen síntomas. Además, existe una alta probabilidad de aparición de nuevas mutaciones y nuevas variantes, especialmente, en las zonas del mundo donde la vacunación todavía no ha alcanzado una tasa elevada en relación a la población total. Para poder valorar la respuesta inmune frente a la COVID-19 tras haber recibido la pauta completa de vacunación y con el paso del tiempo, existen test de anticuerpos post-vacunación COVID-19 . La variante Ómicron A finales de noviembre la OMS y el ECDC declararon Ómicron como variante de preocupación debido a su rápida expansión en Sudáfrica y a sus más de 30 mutaciones en la espícula o proteína S, algunas de las cuales se han asociado a una mayor transmisibilidad o escape a la respuesta inmunitaria. En España ya se han podido identificar algunos casos de esta variante. Como en el resto del mundo, el riesgo de nuevas introducciones de Ómicron en España se considera muy alto y el de diseminación alto. Es probable que la variante ómicron se propague con mayor facilidad que el virus original del SARS-CoV-2, pero todavía se desconoce con exactitud el comportamiento de la variante ómicron en comparación con la variante delta. De igual modo, se necesitan más datos para saber si las infecciones por la variante ómicron, y en especial los casos de reinfección e infección en personas vacunadas, causan enfermedad más grave y más casos de muerte en comparación con otras variantes. Los resultados preliminares disponibles muestran que la protección conferida por las vacunas COVID-19 existentes no se elimina por completo frente a Ómicron y que las dosis adicionales de la vacuna la deberían mejorar. En cualquier caso, se espera que las vacunas actuales protejan contra casos graves, hospitalizaciones y muertes a causa de la infección por la variante ómicron. Vacunación frente a la COVID-19 en niños de 5 a 11 años El pasado 25 de noviembre la Agencia Europea del Medicamento autorizó la vacuna infantil Comirnaty (Pfizer) para la población de entre 5 y 11 años. Poco tiempo después, la Comisión de Salud Pública aprobó la incorporación de niños desde los 5 hasta los 11 años a la Estrategia nacional de vacunación contra la COVID-19. No en vano, los menores de 12 años constituyen en estos momentos el grupo de edad con mayor incidencia acumulada de casos de COVID-19 en nuestro país. Se ha decidido comenzar la vacunación infantil en esta franja de edad −el número de niños censados en España con estas edades asciende a 3,3 millones− a partir del 15 de diciembre. La vacuna se dispensará en viales adaptados para la población infantil, con un intervalo de administración de la segunda dosis de 8 semanas, para contribuir a incrementar la respuesta inmune. Dosis adicional de la vacuna frente a la COVID-19 Ya ha sido aprobada la administración de una dosis adicional de la vacuna frente a la COVID-19 por parte de la Comisión de Salud Pública en determinados supuestos. En personas inmunosuprimidas parece existir una menor respuesta inmune tras recibir la pauta completa de vacunación. Considerando además que la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar la COVID-19, se aprobó la recomendación de administrar una dosis adicional de la vacuna en personas mayores de 70 años. De este modo, se administrará una dosis de recuerdo en los siguientes supuestos: Personas de 60 años y más (mitad de la dosis de vacunas de ARNm). Administrada a partir de los 6 meses de haber completado la pauta de vacunación. Personas menores de 70 años que fueron vacunados con Janssen (una sola dosis). La dosis de recuerdo será la mitad de la dosis de vacuna de ARNm, al menos 3 meses después de la primera vacuna. Personas de muy alto riesgo (receptores de trasplante, en hemodiálisis, en tratamiento con quimio o radioterapia, con inmunodeficiencia, con VIH, fibrosis quística, síndrome de Down, en tratamiento inmunosupresor). La vacunación adicional se realizará con media dosis de vacuna ARNm si es de Moderna o la dosis entera si es de Pfizer. Personas internas en centros residenciales de mayores. Se suministrará media dosis de vacuna ARNm. Esta dosis adicional se administrará a partir de los 6 meses de haber administrado la segunda dosis de la vacuna. Personal sanitario y sociosanitario. La administración de una dosis de recuerdo en estas personas puede mejorar de manera importante su respuesta inmune. Las vacunas de ARNm frente a la COVID-19 se pueden administrar junto con otras vacunas como la de la gripe. Por otro lado, en personas de entre 18 y 55 años con una inmunidad normal los estudios muestran un aumento en los niveles de anticuerpos al administrar una dosis adicional de la vacuna aproximadamente seis meses después de la segunda dosis. De este modo, es cuestión de tiempo que sea aprobada la recomendación de suministrar una dosis adicional de la vacuna a personas mayores de edad que hubieran recibido una segunda dosis hace más de seis meses. Para tu tranquilidad, en Savia disponemos de test de anticuerpos post-vacunación COVID-19 . Bibliografía Ministerio de Sanidad. Cuadro de mando resumen de datos de vacunación. Actualizado: 14/12/2021. Consultado: 15/12/2021 . Ministerio de Sanidad. Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Actualización 522. Enfermedad por el coronavirus (COVID-19). Situación en España. 14/12/2021. Consultado: 15/12/2021 . Ministerio de Sanidad. Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias. Variantes de SARS-CoV-2 en España: Ómicron. Evaluación rápida de riesgo. 7ª actualización. 03/12/2021. Consultado: 10/12/2021 . Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Variante Ómicron: lo que debe saber. 09/12/2021. Consultado: 10/12/2021 . European Medicines Agency. Comirnaty COVID-19 vaccine: EMA recommends approval for children aged 5 to 11. 25/11/2021. Consultado: 10/12/2021 . Ministerio de Sanidad. Notas de Prensa. La Comisión de Salud Pública aprueba la incorporación de niños y niñas de 5 a 11 años a la estrategia de vacunación contra la COVID. 07/12/2021. Consultado: 10/12/2021 . Ministerio de Sanidad. Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones. Recomendaciones de administración de dosis de recuerdo frente a COVID-19. 23/12/2021. Consultado: 13/12/2021 . Callaway E. Omicron likely to weaken COVID vaccine protection. Nature 2021. Doi: 10.1038/d41586-021-03672-3 .
Ayuno en el análisis de sangre: ¿Cuándo y cómo debo hacerlo?
Artículo especializado

Ayuno en el análisis de sangre: ¿Cuándo y cómo debo hacerlo?

Es común cuando hay que hacerse un análisis de sangre que el médico nos indique la necesidad de un periodo de ayuno previo a la extracción. En este sentido, existen numerosas evidencias sobre la repercusión de los alimentos ingeridos y el tiempo transcurrido hasta la obtención de la muestra de sangre en los niveles de los parámetros bioquímicos analizados. De este modo, las recomendaciones sobre el número de horas de ayuno antes de la realización de un análisis de sangre varían según los parámetros a analizar, siendo lo más habitual 10-12 horas de ayuno antes de la extracción de sangre, permitiéndose sólo la ingesta de agua y los medicamentos prescritos por el médico. Ayuno: ¿En qué tipos de análisis lo necesito? En función de los parámetros que se quieren analizar podrá ser necesaria la realización de un periodo variable de ayuno. Ayuno en el hemograma El hemograma es uno de los análisis de laboratorio más habituales incluidos en un análisis de sangre . Consiste en el recuento de los diferentes tipos de células que están presentes en la sangre: Glóbulos rojos, hematíes o eritrocitos. Glóbulos blancos o leucocitos. Plaquetas. El hemograma también permite evaluar la hemoglobina, proteína pigmentada que da color a los glóbulos rojos, encargada de transportar el oxígeno y el dióxido de carbono, así como el hematocrito o proporción de glóbulos rojos en relación con el volumen total de la sangre. Cuando la única prueba a realizar es un hemograma, no es necesario realizar ayuno. Sin embargo, con frecuencia la extracción de sangre para el hemograma se utiliza también para realizar otras pruebas que sí exigen ayuno, como una bioquímica para valorar la glucosa en sangre o el perfil lipídico. Ayuno en la glucemia Para los análisis de glucosa en sangre o glucemia debe guardarse un ayuno de, al menos, 8 horas. En el caso de la prueba de tolerancia oral a la glucosa debe ser efectuada por la mañana, después de 3 días de un régimen alimentario sin restricciones especiales y que incluya, por lo menos, 150 gramos diarios de hidratos de carbono. En las 8 horas que preceden a la realización de la prueba debe evitarse la práctica de ejercicios físicos intensos. En el caso de personas con diabetes, tratamientos con medicamentos para disminuir la glucemia o con insulina, debe ser el médico el que valore si se debe continuar con el tratamiento estando en ayunas. Ayuno en el perfil lipídico Para analizar adecuadamente las partículas lipídicas presentes en la sangre, es necesario realizar un ayuno de 6 a 8 horas antes de la extracción de sangre. Con ello se pretende evitar que los valores obtenidos no se vean influenciados por la absorción de grasas provenientes de una comida reciente. Sin embargo, algunos estudios muestran pocas diferencias entre los perfiles lipídicos en ayunas y sin ayuno, por lo que diversas sociedades médicas y guías de diferentes países respaldan el análisis del perfil lipídico sin ayuno. En cualquier caso, el perfil lipídico dentro de un análisis de sangre suele ir acompañado de la glucemia, parámetro que sí requiere claramente de ayuno. En el caso de los análisis de colesterol no suele ser obligatorio el ayuno, aunque se suele recomendar el ayuno durante 10-12 horas. En caso de que el paciente tenga triglicéridos altos el ayuno se podrá alargar hasta las 14 horas. Ayuno y niveles hormonales y de proteínas Para conocer los niveles de diferentes hormonas y proteínas presentes en la sangre pueden ser necesarios diferentes grados de ayuno. En el caso de la TSH (hormona estimulante de la tiroides) y el PSA (antígeno prostático específico), proteína producida en la próstata que se utiliza como marcador tumoral, el ayuno debe ser de al menos 4 horas. Preguntas frecuentes ¿Cuántas horas tengo que hacer ayuno antes de un análisis? En general, el tiempo de ayuno requerido es de 8 a 12 horas antes de una prueba. La mayoría de las pruebas que requieren ayuno se programan temprano por la mañana para facilitar su cumplimiento. ¿Por qué es importante y qué ocurre si no lo hago? La composición de la última ingesta de alimentos y el tiempo transcurrido hasta la obtención de la muestra sanguínea pueden interferir con los parámetros bioquímicos analizados. De este modo, los resultados de la analítica pueden aparecer distorsionados si no se respeta el ayuno. ¿Puede beberse agua antes del análisis? Durante el periodo de ayuno no se puede ingerir nada más que agua. El café, los zumos y otras bebidas pueden modificar la composición de la sangre e interferir en los resultados del análisis. Tampoco es recomendable masticar chicle, fumar ni hacer ejercicio en las horas previas a la realización de la analítica. ¿Es necesario el ayuno para un análisis de orina? Si sólo hay que hacerse un análisis de orina, no hace falta estar en ayunas. Accede con Savia a una analítica completa desde 25 €. Bibliografía Organización Mundial de la Salud. El uso clínico de la sangre. OMS 2001. Malta. ISBN: 9243545388 . Maldonado-Díaz I, Santana-Martín NM. Para el análisis tiene usted que venir en ayunas. SEMERGEN 2009; 35(6):270-2. Recomendaciones para hacerse un análisis de sangre. Consultado: 11/10/2021. Nordestgaard BG. A Test in Context: Lipid Profile, Fasting Versus Nonfasting. J Am Coll Cardiol 2017; 70(13): 1.637-1.646. Doi: 10.1016/j.jacc.2017.08.006. PMID: 28935041.
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Somos conscientes de que los conceptos médicos pueden resultar confusos si no te los explican con claridad. Para evitar esto, le hemos pedido a nuestros profesionales que preparen estas fichas en donde podrás acceder a información relevante sobre enfermedades que te ayudará a entender de una manera sencilla por qué se producen y por qué es necesario su tratamiento.
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Hipoglucemia
Enfermedad

Hipoglucemia

¿Qué es la hipoglucemia? La hipoglucemia es una bajada de la cantidad de azúcar en la sangre por debajo de 60 mg/ml. En los recién nacidos son más frecuentes en los niños pretérmino, llegando a ser hasta del 14% de los casos. En los niños a término suele darse como mucho en un 7%. Las hipoglucemias en los diabéticos son más frecuentes en pacientes con insulina o secretagogos que con otros tratamientos hipoglucemiantes. Es una situación urgente de revertir ya que es grave porque puede poner en peligro la vida del individuo. Causas de la hipoglucemia La causa principal de la hipoglucemia es la alteración hormonal a nivel de hipófisis y tiroides . También se puede producir en pacientes normales sin alteraciones hormonales por causa de falta de alimento, exceso de ejercicio , o descarga insulínica en el páncreas. Síntomas de la hipoglucemia Los síntomas son: malestar, cansancio, adormecimiento, temblor, sudoración profusa, palpitaciones, mareos, visión borrosa, dolor de cabeza, convulsiones y trastorno del comportamiento. Tratamiento para la hipoglucemia El tratamiento para la hipoglucemia es dar azúcar de forma rápida. Se puede dar un producto azucarado como pueden ser los zumos de frutas , o también se puede dar directamente un sobre de azúcar disuelto en un vaso de agua. En casos muy difíciles de revertir y en pacientes diabéticos, puede ser necesario darles Glucagón mediante inyección subcutánea. Pruebas complementarias del tratamiento de la hipoglucemia La prueba complementaria será la determinación de glucosa en sangre capilar, hasta normalización de la misma, cada media hora. Factores desencadenantes de la hipoglucemia Los factores desencadenantes de la hipoglucemia son la falta de aporte de hidratos de carbono en la dieta , o el exceso de insulina en la sangre. Factores de riesgo de la hipoglucemia Son factores de riesgo para sufrir hipoglucemia en los pacientes en tratamiento con insulina y con secretagogos como Repaglinida y Glibenclamida . Los largos periodos de ayuno sin ingesta de hidratos de carbono , el periodo neonatal en niños pretérmino que tienen más problemas en regular hormonalmente sus niveles de glucemia, y también en niños a término en especial si son hijos de madres diabéticas. Complicaciones de la hipoglucemia Daños neurológicos. Convulsiones. Pérdida de conocimiento. Coma. Prevención de la hipoglucemia No realizar ejercicio en ayunas. Ingesta adecuada de hidratos de carbono. Control capilar de glucemia. Especialidades a las que pertenece la hipoglucemia En el caso de hipoglucemias neonatales se trata de control con pediatras neonatólogos, en el resto de casos, se controla por el endocrino. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la hipoglucemia en bebés? La hipoglucemia en bebés es la bajada de azúcar que se puede producir en los recién nacidos, más frecuente en niños prematuros, en niños nacidos a término que presentan madres diabéticas en el embarazo, y en niños con retraso en el crecimiento intrauterino. ¿Qué puede ocasionar la hipoglucemia? Las hipoglucemias se producen por el exceso de insulina o por la falta de hidratos de carbono. En personas con tratamiento con insulina o fármacos secretagogos (fármacos que producen la secreción de insulina), se pueden producir hipoglucemias. En los neonatos que no tienen aún una buena regulación hormonal también se produce por parte del organismo un exceso de insulina que es la que causa la hipoglucemia. Las personas que tienen largos periodos de ayuno pueden presentar una hipoglucemia por falta de ingesta. ¿Qué diferencia hay entre hiperglucemia e hipoglucemia? Las hiperglucemias son valores por encima de lo normal de azúcar en sangre (son niveles normales entre 70 y 129 mg/dl). La hipoglucemia son valores por debajo de lo normal de azúcar en sangre . Para tener síntomas de hipoglucemia, la glucosa deberá de estar por debajo de 60 mg/dl. ¿Cuáles son los niveles normales de azúcar en sangre? Los niveles normales de azúcar en sangre son diferentes antes y después de la ingesta, así, en ayunas se consideran normales niveles de entre 70 y 128 mg/ml, por encima de estas cifras se habla de hiperglucemia, cuando se ha consumido alimento se considera que a las dos horas de haberlo ingerido los niveles de azúcar deben estar por debajo de 140 mg/ml ¿Qué es la hipoglucemia reactiva? La hipoglucemia reactiva o hipoglucemia postprandial es la que se produce unas cuatro horas después de comer y no necesita un tratamiento especial, salvo el regular la ingesta de alimentos. Suele ser suficiente con no comer alimentos azucarados con el estómago vacío y  hacer cinco comidas al dia.
Síncope Vasovagal
Enfermedad

Síncope Vasovagal

¿Qué es el síncope vasovagal? El síncope vasovagal o lipotimia, es la pérdida de conocimiento que se produce por estímulo del nervio vagal , dando lugar a un enlentecimiento del ritmo cardíaco y una bajada de la tensión arterial . La presencia de síncope varía entre el 10% y 20% de la población, siendo más frecuente en pacientes ancianos y en mujeres . Ante un síncope siempre se debe acudir a ser valorado por un médico, ya que también puede tratarse de un síncope cardiogénico . Es una enfermedad leve. Tipos de síncopes Síncope vasovagal : se produce una bajada de la frecuencia cardíaca y de presión arterial por el estímulo vagal . Síncope cardíaco : se produce por la estimulación de la carótida . Por presión en la misma se produce una disminución de la frecuencia cardíaca. Síncope ortostático : se produce por la disminución de la presión arterial al ponerse de pie tras estar sentado o tumbado. Es muy frecuente en personas mayores que reciben medicación hipotensora . Síncope cardíaco : se debe a problemas cardíacos . En general se dan bloqueo cardíaco y alteraciones en el ritmo, ya sean bradicardias y taquicardias. También puede producirse por alteraciones en la válvula aórtica o por hipertrofias ventriculares importantes. Causas del síncope vasovagal La causa del síncope vasovagal puede ser: Por estrés laboral . Estrés emocional . Por una impresión desagradable , por ejemplo, el que se produce al ver sangre. Por estar en un ambiente muy cálido . Por estar mucho tiempo de pie. En estas circunstancias se produce una vasodilatación que da lugar al síncope. El embarazo . Dolores fuertes . Síntomas del síncope vasovagal El síntoma del síncope vasovagal es la pérdida de conciencia que se produce, pero previo a ello el paciente puede notar sensación de debilidad, sofocos, vértigo, visión borrosa, palidez, sudoración profusa y zumbido de oídos. Puede presentar también náuseas, vómitos y diarrea. Tratamiento para el síncope vasovagal El síncope vasovagal no tiene tratamiento , se deberá indicar al paciente que permanezca en posición tumbado con los pies elevados. Posteriormente se le sentará y solo cuando esté totalmente recuperado deberá proceder a ponerse en pie. Se deberá beber líquido abundante para evitar la deshidratación, que favorece el episodio.   Pruebas complementarias del tratamiento de síncope vasovagal Las pruebas complementarias a realizar con un síncope vasovagal serán: Analítica de sangre con iones para descartar deshidratación. Electrocardiograma que nos permita conocer posibles alteraciones cardíacas. En casos determinados puede ser necesaria una valoración por el neurólogo para descartar problemas neurológicos. Las pruebas complementarias tienen como fin descartar otros orígenes del síncope vasovagal. Factores desencadenantes del síncope vasovagal Son factores desencadenantes del síncope vasovagal, el calor excesivo , permanecer mucho rato de pie , o bien situaciones de estrés emocional . Factores de riesgo del síncope vasovagal Son factores de riesgo vasovagal las situaciones de deshidratación , ya sea por episodios de diarrea o vómitos o por falta de ingesta, y en personas ancianas, los tratamientos diuréticos o hipotensores . Complicaciones del síncope vasovagal Golpes o contusiones . Fracturas de brazos o piernas. Heridas inciso-contusas , en especial en la cabeza. Prevención del síncope vasovagal Beber abundante líquido durante el día. Evitar periodos de ayuno prolongado . Sentarse ante el malestar previo que produce el síncope. Elevar las piernas . Dormir con la cabeza incorporada . Realizar ejercicios de tensión en las piernas a la vez que se aumenta la presión abdominal. Ponerse de puntillas de forma repetida cuando se permanece mucho tiempo de pie. Especialidades a las que pertenece el síncope vasovagal El síncope vasovagal será valorado por el médico de familia , que estudiará este, remitiendo a cardiología o neurología si sospecha de otra etiología no vasovagal. Preguntas frecuentes ¿Qué hacer cuando te da un síncope vasovagal? Cuando se produce un síncope vasovagal, se debe tumbar al paciente en un lugar plano y elevar las piernas, y cuando mejore y se haya recuperado del proceso, se le dejará sentado un rato para luego incorporarle despacio . ¿Están relacionadas las convulsiones con los síncopes? No, las convulsiones son un síntoma de la epilepsia , una alteración neurológica compleja que necesitarán de terapia anticonvulsivante. El síncope es una pérdida de conocimiento breve que no precisa de tratamiento tras la recuperación del paciente. ¿Qué es el reflejo vagal? El reflejo vagal es la activación que se produce del nervio vago , que produce un descenso de los latidos cardíacos y un descenso de la tensión arterial, la cual se produce por una activación de este nervio, y que es el origen del síncope vasovagal. ¿Qué es perder el conocimiento? La pérdida de conocimiento es el desmayo o la lipotimia , que se da cuando una persona pierde la conexión con el mundo exterior, no habla ni oye, ni reacciona a lo que se le indica desde el exterior. No es capaz de responder, y cuando el paciente se despierta no recuerda lo que ha ocurrido durante este tiempo. ¿Cuál es la diferencia entre síncope y epilepsia? La epilepsia es la descarga neuronal que da lugar a convulsiones, esto es, se producen movimientos de las extremidades y el cuerpo del paciente. En el síncope no hay movimientos anormales, por el contrario, el paciente se queda sin responder y se le ve pálido . En general las pérdidas de conocimiento son menos preocupantes si su origen es vasovagal, no obstante, se deben estudiar por si fueran de origen cardiogénico.
ETS
Enfermedad

ETS

¿Qué es una ETS? Las ETS, enfermedades de transmisión sexual , son el conjunto de enfermedades que se contagian de una persona a otra mediante el contacto sexual. También se conocen como enfermedades venéreas , enfermedades sexuales o infecciones de transmisión sexual (ITS). Las enfermedades de transmisión sexual son causadas por el contagio de virus, bacterias y parásitos , pudiéndose contraer por cualquiera persona que realice prácticas sexuales sin protección, tanto hombres como mujeres. Pertenecen a la especialidad de enfermedades infecciosas y son consideradas enfermedades de tipo grave. Tipos de ETS Las ETS pueden estar causadas por virus, bacterias, parásitos u hongos, diferenciándose 20 tipos diferentes, de las cuales las más comunes son: VIH : virus de la inmunodeficiencia humana, es una de las ETS más graves. Recibe el nombre de SIDA, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, en su fase terminal. Gonorrea : no siempre presenta síntomas, pero puede llegar a ser una enfermedad muy grave. Provoca la inflamación de las vías urinarias y de los genitales y aumenta en exceso el flujo genital. Sífilis : producida por una bacteria y que provoca alteraciones cutáneas al producirse úlceras. Herpes genital : se producen llagas y úlceras en la zona de los genitales, provocando  irritación, ardor e inflamación de la zona. Se puede transmitir antes de presentar síntomas.   Causas de las ETS Las principales causas de las ETS se deben a la presencia, en el organismo, de bacterias, virus, parásitos u hongos , infectado tras la práctica de relaciones sexuales. Síntomas de una ETS Según el tipo de ETS que presente el paciente así serán los síntomas. No obstante, algunos de los síntomas son comunes en distintas enfermedades: Llagas o úlceras en la zona bucal o genital. Dolor o ardor genital. Anomalías en el flujo vaginal. Sangrado vaginal fuera del ciclo menstrual. Fiebre y malestar. Erupciones cutáneas. Tratamiento para las ETS Las enfermedades de transmisión sexual suelen ser tratadas con antivirales y antibióticos. En los casos en los que la enfermedad está muy desarrollada y los pacientes presentan gravedad, además del tratamiento con medicamentos, se realizan terapias psicológicas para que el paciente lo afronte de la mejor manera posible. Pruebas complementarias del tratamiento de ETS Para determinar si un paciente sufre o no una ETS se realizan las siguientes pruebas: Análisis sanguíneo : se extrae una muestra de sangre del paciente para analizarla y evaluar si existen parámetros indicadores de ETS. Análisis de orina : al igual que en el análisis de sangre, se toma una muestra de orina para determinar si existen patógenos causantes de la enfermedad. Muestras de la zona : en caso de que se manifiesten síntomas externos como úlceras, llagas, eczemas o flujo genital extraño, se tomará también una muestra para analizar. Factores desencadenantes de una ETS El factor desencadenante de una enfermedad de transmisión sexual (ETS) es la práctica de relaciones sexuales sin el uso de protección y sin haberse realizado ambas partes las pruebas específicas para cerciorarse de que no padecen ni son portadores de ninguna ETS. Factores de riesgo de una ETS El factor de riesgo a la hora de adquirir una ETS es principalmente la práctica de relaciones sexuales , sobre todo sin protección. Además, mantener relaciones sexuales con diferentes personas incrementa el riesgo de contraerlas, a la vez que mantener relaciones sexuales con aquellas personas que padecen o están infectadas de alguna ETS, y aún más si no se usa protección. Complicaciones de las ETS Infertilidad. Virus del papiloma humano (VPH) Anomalías cardiacas. Cáncer rectal. Riesgos durante el embarazado. Prevención de las ETS Usar protección sexual en tus relaciones. Cumplir la cartilla de vacunación. Realizarse análisis para detectar las infecciones. Conocer si la persona con la que mantienes relaciones sexuales es portador o padece alguna ETS para tomar las precauciones necesarias. Especialidades a las que pertenecen las ETS La especialidad médica encargada de tratar las ETS es enfermedades infecciosas. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la tricomona vaginal? La tricomona vaginal, también conocida como tricomoniasis, es un tipo de ETS producida por un protozoo, el Trichomonas vaginalis. Es una de las enfermedades de transmisión más comunes y a la vez de las más fáciles de curar. Los síntomas son variados y muchas veces ni siquiera se manifiestan. Generalmente estos síntomas son picor e inflamación de las zonas sexuales. ¿Qué es la clamidia? Es un tipo de ETS causado por una bacteria llamada Chlamydia trachomatis . Afecta al cuello del útero, la garganta y el recto. ¿Qué causa la sífilis? La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum , que infecta al organismo a través de las membranas mucosas de los genitales. ¿Cuánto tarda en manifestarse una ETS? El tiempo en el que se manifiesta una ETS varía según el tipo, pueden ir desde 7 hasta 28 días o incluso no presentar síntomas. ¿Cómo puedo saber si tengo una ETS? En primer lugar debes observar si padeces síntomas anómalos y acudir al médico a realizarte las pruebas correspondientes al diagnóstico de ETS, las cuales suelen ser: análisis de sangre, análisis de orina, examen pélvico y extracción de una muestra de tejido del cuerpo.
Esquistosomiasis
Enfermedad

Esquistosomiasis

¿Qué es la esquistosomiasis? La esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria producida por un gusano conocido como Schistosoma , que se transmite por trabajar o bañarse en aguas infectadas . Está presente en 78 países y de estos, en 52 se considera enfermedad endémica. Hay unos 200 millones de personas infectadas en todo el mundo. Se da en zonas tropicales y subtropicales , y un 92% de las personas que se encuentran enfermas pertenecen a África. Los niños y las mujeres embarazadas son los más sensibles a la infección. Es una enfermedad con una alta tasa de morbilidad , aunque su mortalidad no es muy alta, si bien no es muy conocida, ya que hay mortalidad que se produce por causas relacionadas con la esquistosomiasis.  Es una enfermedad considerada de tipo grave. Tipos de esquistosomiasis Los tipos de esquistosomiasis son: Esquistosomiasis intestinal : Schistosoma japonicum , Mekongi e Intercalatum , son los tipos de esquistosomas que lo producen. Afecta al sistema digestivo, donde se queda el esquistosoma. Esquistosomiasis urogenital : afecta a la vejiga, los uréteres, los riñones y el aparto genital, y es producido por el Schistosoma haematobium. Causas de la esquistosomiasis Las causa es el contacto con aguas dulces infectadas por los parásitos que van a penetrar a través de la piel. Síntomas de la esquistosomiasis Síntomas de la esquistosomiasis intestinal : diarrea, dolor abdominal, sangre en las heces, aumento del tamaño del hígado y ascitis (presencia de líquido en la cavidad abdominal), hipertensión portal y aumento de tamaño del bazo. Síntomas de la esquistosomiasis urogenital : incluye presencia de sangre en la orina, suele producirse fibrosis de la vejiga y de los uréteres acompañada de daño renal, y puede llegar a producir un cáncer de vejiga. En las mujeres puede dar lugar a alteraciones genitales con sangrado vaginal, dolor durante las relaciones sexuales y nódulos vulvares. En los hombres puede dañar las vesículas seminales y la próstata, así como puede producir infertilidad. Tratamiento para la esquistosomiasis El tratamiento de la esquistosomiasis es con Praziquantel contra los Schistosomas haemoliticum, mansoni e intercalatum. Se dará un día de tratamiento a dosis de 20mg/kg de peso dos veces al día un solo dia. En los sitios con prevalencia de Schistosomas japonicum y mekongi se da tres veces al día en una dosis de 20 mg/kg de peso también un solo dia. En los viajeros se deberá hacer el tratamiento pasadas de 6 a 8 semanas de la exposición. Se deberá r eexaminar a los pacientes a los 6-8 meses para ver si quedan huevos del parásito y repetir el tratamiento si fuera necesario. Pruebas complementarias del tratamiento de la esquistosomiasis Las pruebas complementarias serán analíticas , con búsqueda de anticuerpos y búsqueda de huevos en las heces o en la orina. Cuando hay alta sospecha de esquistosomiasis y no se consiguen observar huevos, se puede necesitar una biopsia de la mucosa intestinal o mucosa vesical. Factores desencadenantes de la esquistosomiasis La exposición a los Schistosomas por contacto con aguas contaminadas. Factores de riesgo de la esquistosomiasis Exposición a agua dulce que puede tener los gusanos. Complicaciones de la esquistosomiasis Anemia. Hepatomegalia: aumento patológico del tamaño del hígado. Esplenomegalia: agrandamiento patológico del bazo o estructura esplénica más allá de sus dimensiones normales (11 cm). Ascitis: acumulación de líquido seroso en la cavidad peritoneal. Infertilidad. Cáncer de vejiga. Alteraciones renales. Prevención de la esquistosomiasis Hervir el agua del baño durante un minuto  y dejar enfriar antes de bañarse. Almacenar el agua de baño durante al menos dos días antes de usarla Ante caídas accidentales a zonas que pueden estar infectadas, proceder a secarse de forma intensa con una toalla y frotar con alcohol de 70 grados. Especialidades a las que pertenece la esquistosomiasis La esquistosomiasis debe ser tratada por un médico de medicina interna especialista en enfermedades tropicales. Preguntas frecuentes: ¿En qué países es más probable que contraiga la esquistosomiasis? S. haematobium : ampliamente distribuido en todo el continente africano con focos menores en Medio Oriente, Turquía e India. S. mansoni : ampliamente distribuido en África, con focos en Medio Oriente y la única especie presente en el hemisferio occidental en zonas de Sudamérica y algunas islas del Caribe S. japonicum : Asia, sobre todo en China, Filipinas, Tailandia e Indonesia S. mekongi : sudeste de Asia S. intercalatum : África Central y Occidental Voy a viajar a un país subdesarrollado, ¿hay alguna vacuna contra la esquistosomiasis? No existe ninguna vacuna contra el esquistosoma. El paciente no debe bañarse en ríos o aguas dulces que puedan estar contaminadas. Otros consejos son calentar el agua del baño o hervirla si fuera necesario para después dejarla enfriar antes de bañarse, y secarse con una toalla enérgicamente si se tiene contacto con agua contaminada, así como frotar con alcohol de 70 grados. Con estos consejos se evita el paso se los esquistosomas a través de la piel. ¿Cómo se contagia la esquistosomiasis? Al bañarse en zonas donde hay caracoles con cercarias , que salen al agua dulce, entran en la piel de la persona, donde se convierten en esquistosomas, que penetran en los vasos sanguíneos y, a través de ellos, llegan al hígado, donde se transforman en adultos.