Actualizado el 20/07/2021
Las náuseas y los vómitos constituyen un motivo muy frecuente de consulta en el ámbito de la atención primaria, los servicios de urgencias y en las consultas de medicina interna y gastroenterología.
El vómito o emesis es una contracción forzada del estómago que impulsa el contenido gástrico al exterior, pasando por el esófago y la boca.
El vómito puede estar precedido de náuseas, una sensación desagradable que se localiza vagamente en el epigastrio o la garganta y puede o no culminar en vómito. El vómito, generalmente, se considera un síntoma leve.
En primer lugar, los vómitos pueden ser agudos, asociados a infecciones, fármacos e intoxicaciones y crónicos, asociados a determinadas patologías.
En función de sus características y composición del vómito se pueden clasificar, entre otros, como:
Las náuseas y los vómitos pueden estar provocados por múltiples causas que se pueden clasificar en los siguientes grupos o categorías:
De este modo, algunas patologías o afecciones que pueden cursar con náuseas y vómitos incluyen la meningitis, el tratamiento con algunos fármacos, la gastroenteritis, las intoxicaciones alimentarias y alergias, consumo excesivo de alcohol y drogas, esofagitis y úlceras gástricas, hepatopatías, pancreatitis, cólico nefrítico, obstrucción intestinal, el vértigo, asco o repugnancia, el dolor de cabeza, un tumor cerebral, el embarazo y la menstruación, una insolación o golpe de calor y el estrés, la ansiedad y las llamadas de atención en niños.
A pesar del amplio espectro de posibles causas, la mayoría de casos puede ser diagnosticada por los datos que proporciona la historia clínica, el reconocimiento físico y algunas pruebas de laboratorio.
De este modo, las pruebas diagnósticas que puede practicar el médico pueden incluir:
Las complicaciones que se pueden producir en pacientes con vómitos incluyen los trastornos hidroelectrolíticos y del estado nutricional y aparición de lesiones estructurales.
En cuanto al primer caso, el contenido del vómito es rico en electrolitos, por lo que los vómitos reiterados pueden producir la pérdida hídrica (agravada por las pérdidas de sodio) y alcalosis hipoclorémica e hipopotasémica. Por otro lado, la intolerancia alimentaria que acompaña al síndrome emético puede provocar la aparición de malnutrición.
En cuanto a las lesiones estructurales, la exposición repetida de la mucosa del esófago al ácido estomacal puede provocar una esofagitis erosiva grave. Además, si el vómito es emitido con esfuerzo, se puede deteriorar la unión de la mucosa del esófago con el estómago que puede derivar en el desgarro de la pared esofágica en los casos más graves.
El objetivo del tratamiento para las náuseas y vómitos debe abordar la causa que lo provoca, así como conseguir el alivio de los síntomas y corregir los problemas hidroelectrolíticos y nutricionales.
Para evitar la deshidratación, se debe mantener una correcta pauta de hidratación y reposición hidroelectrolítica, con la aplicación de suero fisiológico si fuera necesario.
También se puede prescribir dieta blanda y de fácil digestión en caso de trastorno gastrointestinal.
La prescripción de medicamentos antieméticos puede ser útil para eliminar las náuseas y vómitos. Para los vómitos del embarazo, usualmente, no suelen prescribirse antieméticos antes de las 12 semanas de gestación.
Otros medicamentos que se pueden emplear incluyen los antihistamínicos y neurolépticos.
En algunos casos, como retención alimentaria, vómitos fecaloideos y vómitos hemáticos se puede proceder al lavado gástrico, con la utilización de una sonda nasogástrica para vaciar contenido estomacal.
Finalmente, en casos de trastornos de la alimentación como anorexia y bulimia será necesario un seguimiento psicológico periódico.
Bibliografía
El vómito es un síntoma provocado por una alteración del sistema nervioso central, por la ingesta de alimentos en mal estado, por alergias o intolerancias a alimentos. También son causados por alguna patología digestiva, patología psíquica o enfermedades del oído. Otras causas de los vómitos pueden ser los movimientos y mareos producidos durante los viajes.
Las náuseas son una sensación de asco y malestar de estómago y no siempre desembocan en vómito. Suelen ir acompañadas de dolor de cabeza, sudoración y mareo.
El vómito en posos de café es indicativo de hemorragia digestiva. Se caracteriza por ser un vómito marrón oscuro con trazas de sangre que recuerdan a los posos de café. El paciente que los presenta debe ser tratado con urgencia.
La úlcera sangrante en el estómago es la erosión o herida que aparece en la mucosa gástrica, lesionando los vasos sanguíneos y haciendo que sangren. La causa puede ser un déficit en la mucosa que protege el estómago, o por un aumento en la acidez de los jugos gástricos que deteriora las paredes estomacales. Es una urgencia médica que puede poner en riesgo la vida del paciente si el sangrado es importante.
El síndrome de vómitos cíclicos es una patología pediátrica que se caracteriza por la aparición de episodios repetidos de náuseas y vómitos. La enfermedad suele aparecer a los 3-7 años y desaparece en la adolescencia. Las causas del síndrome de vómitos cíclicos no son conocidas, pero pueden estar relacionadas con las migrañas que padecen muchos niños con el síndrome.