Los descongestionantes nasales son fármacos que actúan sobre la mucosa nasal, disminuyendo la inflamación local y la producción de moco. Su acción es sintomática, no actuando sobre la enfermedad de base si no, controlando la sintomatología que esta produce.
Los fármacos descongestionantes nasales pueden ser usados en instalación directa sobre la mucosa nasal o por ingestión oral, en estos casos, además de un descongestivo nasal, se puede añadir al producto una sustancia antihistamínica.
Los descongestionantes nasales son el conjunto de fármacos para tratar el síntoma de congestión nasal, que puede aparecer con procesos catarrales de tipo vírico, en los procesos de gripe con congestión nasal y, por último, en la rinitis, ya sean alérgicas o perennes. En los casos de rinitis perennes se debe tener especial control del uso de estos fármacos, ya que, un uso inadecuado, puede dar lugar a un rebote, con descenso de la eficacia del fármaco.
Los efectos secundarios de los descongestivos nasales son diferentes según cada fármaco y su forma de uso.
Interacción con otros fármacos
Los fármacos descongestivos tipo fenilefrina no se deben usar con los fármacos IMAO, por aumento del riesgo cardiovascular.
Los fármacos descongestivos como la pseudoefedrina, no deben usarse junto con IMAO, por el riesgo de tener crisis hipertensivas.
Los descongestivos nasales tipo corticoides, no deben administrarse en pacientes que están sometidos a tratamiento antirretroviral, por el riesgo de aumento del corticoide en sangre. En casos extremos puede llegar a causar una supresión del eje adrenal.
La azelastina y el bromuro de ipratropio nasal no presentan interacciones conocidas con otros fármacos.
Formas de uso de los descongestionantes nasales
Los descongestivos nasales se usan, en general, en forma de spray nasal, pudiéndose instalar diferentes números de veces dependiendo del fármaco. Los corticoides y antihistamínicos se usan en una sola dosis al día, los simpaticomiméticos se pueden usar en tres dosis diarias.
Los corticoides necesitan un uso de tres a cuatro semanas. Mientras que los simpaticomiméticos no deben administrarse más de tres días seguidos, por el riesgo de efecto rebote y daño sobre la mucosa.
Los descongestivos nasales tipo simpatimemeitecios no se deben usar más de tres o cuatro días seguidos, ya que, son fármacos que actúan produciendo una vasoconstricción y, un uso continuado, da lugar a que este efecto dure menos tiempo, provocando una necesidad de más fármaco para mantener la descongestión. El uso mantenido ocasiona un daño en la mucosa que puede ser irreversible, pueden llegar a producir una perforación del tabique nasal si se mantiene el tratamiento mucho tiempo.
Los descongestivos corticoideos, por el contrario, necesitan un uso más prolongado para realizar su acción de forma adecuada, en muchos casos, el tratamiento se va a prolongar durante tres o cuatro semanas, o incluso hasta seis meses. No obstante, siempre debe ser prescrito por un médico, quien dará las pautas adecuadas para el uso del fármaco.
El efecto rebote en los descongestivos nasales se da en los fármacos simpaticomiméticos. En estos casos, el fármaco produce una vasoconstricción local, que va siendo menor según se mantiene el uso del fármaco, esto hace aumentar la dosis sin conseguir el efecto deseado, pudiendo dar lugar a una mayor congestión nasal por ello.
Los niños pueden usar fármacos descongestivos nasales antihistamínicos como la azelastina y corticoides, pero no deben usar fármacos tipo simpaticomiméticos por el posible daño que producen en la mucosa nasal durante su uso mantenido.