Un trabajador que solía destacar entre sus compañeros, ahora se ve desmotivado, sin ganas de aportar, sintiendo que cada día su rol es más insignificante. Las tareas importantes han sido relegadas, el feedback es inexistente, y las oportunidades de desarrollo se desvanecen. Lo cierto es que esta escena, que nada tiene que ver con el rendimiento del empleado, tiene nombre. Se trata de una estrategia intencional llamada “despido silencioso” o quiet firing que, lamentablemente, todavía existe en algunas empresas. Descubre cómo reconocerlo y cuáles son sus consecuencias.
Con despido silencioso nos referimos a la forma de actuar de algunos dirigentes o empresas con el objetivo de desmotivar al trabajador y conseguir su renuncia voluntaria. Entre las tácticas se encuentran la disminución de responsabilidades, la exclusión en proyectos, la negativa a proporcionar retroalimentación o la eliminación de oportunidades de crecimiento.
El impacto psicológico de sufrir un despido silencioso puede ser devastador. La inseguridad laboral, combinada con un entorno de trabajo tóxico o indiferente, a menudo provoca una disminución significativa de la autoestima, el estrés crónico y problemas de salud mental. Los empleados que perciben esta falta de reconocimiento pueden experimentar un “burnout” emocional, afectando a su rendimiento y bienestar general.
Estudios recientes sostienen que, en los últimos 3 años, un 57% de los trabajadores afirma haber sido víctima de alguna forma de despido silencioso.
Aunque pueda parecer una estrategia conveniente para evitar conflictos, el despido silencioso es un arma de doble filo para las organizaciones. En primer lugar, el impacto en la cultura empresarial es significativo. Cuando los empleados perciben que sus compañeros son tratados de manera injusta o manipuladora, la moral general y la confianza en los líderes se erosionan rápidamente.
Además, la empresa podría enfrentarse a una mayor rotación de personal. Las tácticas de despido silencioso fomentan un entorno donde aumenta la probabilidad de que el talento más valioso busque mejores oportunidades.
Otra consecuencia crítica es el impacto financiero. En relación con la rotación de personal, la pérdida de un empleado valioso no solo implica el coste de reclutar y formar a un nuevo integrante, sino también la pérdida de conocimientos institucionales y relaciones estratégicas. Empresas que han utilizado este método de manera sistemática han visto un deterioro en su reputación, lo que puede disuadir a futuros talentos de unirse a la organización.
El impacto del despido silencioso es notorio, tanto en la salud mental de los empleados como en el rendimiento y la sostenibilidad de la empresa a largo plazo. Desde Savia Empresas apostamos por el respeto y el cuidado de nuestros colaboradores, promoviendo ambientes laborales saludables que impulsen tanto el desarrollo personal como el éxito corporativo. Si tú también estás de acuerdo en que una fuerza laboral motivada y valorada es el activo más importante de cualquier organización, desde Savia podemos ayudarte. Lo hacemos adaptando nuestros servicios a las necesidades de tus empleados, tengan o no seguro médico. Siempre con la garantía de MAPFRE. Infórmate sin compromiso.