Las contracturas forman parte de los trastornos musculoesqueléticos más comunes, constituyendo una de las primeras causas de absentismo y baja laboral. Estas ausencias suponen un coste económico considerable para las economías europeas de hasta el 2% de su PIB anual. Cada vez son más los empleados que experimentan dolor cervical, subrayando la importancia de abordar esta problemática de manera proactiva.
Desde Savia Empresas estamos comprometidos con la salud y el bienestar de tu equipo. Por ello, a través de nuestro enfoque integral y personalizado, ofrecemos soluciones que alivian el dolor y mejoran la movilidad contribuyendo a una reducción significativa en las bajas laborales. No permitas que una contractura en el cuello afecte a la productividad de tu empresa, descubre en este post los síntomas más comunes y el mejor tratamiento para la contractura en la cervical.
Una contractura en el cuello, o un cuello contracturado, ocurre cuando los músculos del cuello se tensionan de manera involuntaria y persistente. En una contractura se comprimen los pequeños vasos que aportan sangre al músculo, lo que se traduce en dolor en la zona afectada. Esto no solo provoca dolor localizado, sino que también puede generar rigidez y limitación del movimiento, afectando la capacidad de concentración y desempeño del trabajador.
Esta tensión puede ser resultado de malas posturas, estrés o un uso excesivo de los músculos. Algo muy común en entornos laborales donde las horas frente al ordenador son prolongadas.
Identificar los síntomas de una contractura en el cuello es clave para poder actuar a tiempo y evitar complicaciones. Los más comunes incluyen:
La contractura provoca dolor en el músculo y el dolor aumenta la contractura, creando un círculo vicioso responsable de la larga duración de los síntomas.
El tratamiento de la contractura cervical debe ser integral y adaptado a cada situación particular, tanto del empleado como del entorno de trabajo.
Inicialmente se recomienda reposo relativo, el uso de calor local seco y una pauta de antiinflamatorios o analgésicos (por parte de un profesional de la salud) para disminuir el dolor y mejorar la contractura.
Una vez aliviado el dolor de los primeros días es recomendable comenzar un programa de rehabilitación (fisioterapia) para mejorar el flujo sanguíneo de los músculos afectados a través de masajes, termoterapia o ultrasonidos.
En el entorno de trabajo es esencial vigilar la ergonomía, ajustando la altura de la silla y el monitor para promover una postura adecuada, y realizar pausas activas que permitan realizar estiramientos y liberar la tensión muscular acumulada.
Es mejor prevenir que curar. Por ello, en Savia Empresas promovemos la realización de estiramientos cervicales en el trabajo que permitan la flexibilidad y fomenten la circulación:
Las contracturas de cuello producen ciertas molestias que, si se tratan a tiempo, pueden empeorar y dificultar las tareas del día a día. Consulta nuestros programas de fisioterapia y rehabilitación diseñados para adaptarse a las necesidades de tus empleados y mejorar su calidad de vida. Un equipo sano, es un equipo productivo. Infórmate sin compromiso.