Actualizado el 10/01/2022
La fatiga es un síntoma muy inespecífico asociado al cansancio que todos los individuos experimentan a lo largo de su vida. Multitud de enfermedades pueden causar fatiga.
La fatiga es un síntoma frecuente determinado por la sensación de cansancio, agotamiento y debilidad. Puede ser fisiológica, motivada por el cansancio derivado del ejercicio, un esfuerzo excesivo, etc. También puede estar causada por diferentes enfermedades y afecciones, como enfermedades endocrinas, infecciones, cáncer, etc.
Otras causas pueden ser los estados carenciales, el tratamiento con determinados medicamentos y las distorsiones del estado de ánimo como en el caso de la depresión o la ansiedad.
La fatiga patológica puede impedir que se lleven a cabo con normalidad las tareas cotidianas.
La fatiga se puede diferenciar en función de su alcance psicológico o físico. De este modo, se puede distinguir entre:
En personas sanas la fatiga es una reacción fisiológica a una prolongada e intensa actividad. Es predecible y transitoria, se revierte con el descanso y, por lo general, no interfiere con las actividades diarias.
Por el contrario, la fatiga en personas con alguna patología es descrita como una abrumadora sensación de cansancio en reposo, agotamiento con la actividad y falta de energía que impide la realización de las tareas cotidianas.
La fatiga puede ser consecuencia de muchas situaciones diferentes:
Causas físicas
Causas emocionales
Hábitos de vida
Causas laborales
Causas ambientales
Algunos aspectos de la fatiga dependen de la edad. La percepción de la fatiga y la fatigabilidad aumentan conforme se cumplen años.
La fatiga es un síntoma habitual en enfermedades neurológicas, neoplasias, patologías cardiovasculares, enfermedades hematológicas, pacientes sometidos a diálisis, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, asma, diabetes o infecciones agudas o crónicas. También suele estar presente en enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.
Entre los pacientes neurológicos, la prevalencia de fatiga aumenta particularmente en la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el síndrome pospoliomielítico, el Parkinson, las lesiones cerebrales traumáticas, la miastenia, los accidentes cerebrovasculares y los trastornos neuromusculares.
La fatiga que tiene una duración superior a 15 días requiere de una supervisión médica para indagar sobre sus posibles causas y descartar un problema grave de salud.
Las pruebas que se pueden llevar a cabo incluyen:
Cuando la fatiga es síntoma de una enfermedad de base, el tratamiento irá dirigido a resolver esa patología.
Cuando la fatiga es síntoma de una enfermedad crónica o cuando no hay causa orgánica, el tratamiento irá dirigido a solucionar los síntomas. Algunas de las actuaciones que se pueden llevar a cabo incluyen:
En general la fatiga remite con este tipo de planteamientos y mejora de los hábitos de vida. Cuando la fatiga persiste el médico puede plantear la necesidad de algún medicamento en función de las causas, como antidepresivos o ansiolíticos.
El síndrome de fatiga crónica o encefalomielitis miálgica es un cuadro caracterizado por un cansancio extremo de causa desconocida que se prolonga por más de 6 meses. La fatiga empeora con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso. Puede ir asociada a síntomas físicos como dolor de cabeza y síntomas de depresión.
El diagnóstico de síndrome de fatiga crónica no es sencillo. Es posible que se necesiten varias pruebas médicas para descartar otros problemas de salud que cursan con síntomas similares. El tratamiento del síndrome de fatiga crónica se centra en mejorar los síntomas.
La fatiga pandémica debida a la COVID-19 es descrita por la OMS como “la desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como por el contexto social, cultural, estructural y legislativo”.
La fatiga se detecta cuando se entra en una situación de cansancio y agotamiento que impide realizar las tareas cotidianas de una manera efectiva, tanto físicas como intelectuales.
Un conductor puede experimentar síntomas de fatiga que aparecen en forma de disminución en la capacidad de reacción ante un imprevisto o de la toma de decisiones. Es el causante de muchos accidentes. Se remedia parando a descansar de forma periódica (cada 2 horas) durante el viaje.
La fatiga mental es la sensación emocional de agotamiento. Puede estar causada por un acontecimiento estresante, como la muerte de un ser querido, la pérdida de empleo, una ruptura sentimental o el diagnóstico de una enfermedad, entre otras.
La astenia primaveral es la aparición de muchos síntomas de fatiga que aparecen en primavera. Se produce debido a la subida de temperatura y de presión atmosférica, al mayor número de horas de luz o modificación de la rutina de horarios, entre otros. Todo ello puede provocar una alteración en los ritmos cardíacos y en los niveles de ciertas hormonas que alteran los ritmos biológicos.
La fuerza muscular suele ser el parámetro que se ve más fuertemente afectado por la fatiga. El cansancio muscular es la situación que se da cuando los músculos no pueden ejercer una fuerza o actividad normal debido a un sobreesfuerzo, infección, etc.
Bibliografía