Descarga la aplicación
google play storeapple store


  1. Savia
  2. Contenidos de salud
  3. Neurología
  4. Artículos especializados

Neurología

La especialidad
Artículos especializados
Enfermedades
Síntomas
Otros contenidos
Cómo Evitar la Migraña
Artículo especializado

Cómo Evitar la Migraña

Seguro que conocemos a alguien que sufre migraña. Y lo sabemos porque ese dolor de cabeza (crisis) es recurrente y se repite cada cierto tiempo . El inicio de la crisis se asocia a muy diferentes factores que son llamados desencadenantes. En principio, si se evitan estos factores puede ser que la crisis no se desencadene. Pero no todos los factores son controlables. Migraña o cefalea Para empezar, explicaremos las diferencias entre migraña y cefalea. La migraña es un dolor de cabeza que se caracteriza por presentarse de forma episódica pero brusca con fases totalmente asintomáticas entre las crisis. Es decir, cuando finaliza la crisis migrañosa la persona está totalmente recuperada hasta que se presenta la siguiente crisis. La cefalea es, sin embargo, un dolor de cabeza menos invalidante. Su intensidad y duración suele ser más leve. Se presenta, característicamente, en determinadas circunstancias como estrés, alteraciones del sueño, horarios irregulares en las comidas, consumo elevado de cafeína, sedentarismo, cambios en el ciclo menstrual, etc. ¿Qué debemos saber de la migraña? El dolor de cabeza de la migraña se instaura progresivamente , aunque en ocasiones avisa con la llamada aura. La forma de presentación puede variar, aunque normalmente se limita sólo a un lado de la cabeza y es de tipo pulsátil (como si te estuvieran golpeando con un martillo). Su intensidad suele ser moderada o grave (impide continuar con la actividad cotidiana) y mejora en reposo y con ayuda de medicación. Normalmente se acompaña de otros síntomas asociados como náuseas, vómitos, fotofobia (intolerancia a la luz) o fonofobia (intolerancia a los ruidos). ¿Y qué es el aura? Es un cortejo de síntomas que puede presentarse antes de que se instaure la crisis migrañosa y, a modo de aviso. No todas las crisis migrañosas se acompañan de aura (hablaríamos de migraña con o sin aura). Sólo una tercera parte de las personas que sufren migraña suelen tener auras. Asimismo, una misma persona puede padecer episodios de migraña común (o sin aura) y episodios de migraña con aura, de forma totalmente arbitraria. Sobre el aura ¿Cuáles son los síntomas característicos del aura de la migraña? Aura visual : es la más frecuente, con diferencia (el 90% de auras). La persona que la sufre nota destellos luminosos ubicados en el centro de su campo visual que se van desplazando provocando fatiga ocular. Aura sensitiva : suele comenzar con hormigueos en la punta de los dedos de una mano y van ascendiendo hasta el hombro pudiendo prolongarse hasta la cara. En otras ocasiones aparecen en la comisura de la boca y lengua. Aura motora : sería el caso, por ejemplo, de un temblor espontáneo en el párpado. Existen otros tipos de auras, pero son muy poco frecuentes. Cuando una persona tiene aura suele ser muy similar en todos sus episodios. Estos síntomas que se presentan en el aura son totalmente reversibles (desaparecen al comenzar la crisis de migraña). El tiempo que pasa entre el aura y el inicio de la crisis migrañosa es inferior a una hora en la mayoría de casos. O sea, se trataría de un preaviso que anunciaría la aparición de dolor de cabeza de forma inmediata . En otras situaciones el aura y la crisis se presentan a la vez, aunque es menos frecuente. ¿Debemos tomar medicación al iniciar el aura?  El aura no se debe tratar por ser síntoma autolimitado (generalmente dura menos de una hora). Sí debemos tomar analgésicos cuando comienza el dolor de la migraña. ¿Por qué se produce? El inicio de la crisis se asocia a factores muy diferentes que son llamados desencadenantes . En principio si evitamos estos factores puede ser que la crisis no se desencadene. Pero no todos los factores son controlables. Entre los desencadenantes encontramos aquellas situaciones que suponen un cambio brusco o un estímulo físico intenso . Podríamos citar:  estrés, ansiedad, períodos premenstrual y menstrual, anovulatorios, período tras un descanso prolongado (fin de semana, vacaciones), ingesta de alcohol, quesos y comidas ricas en nitritos, cambios atmosféricos, altitud elevada, ayuno prolongado, fatiga, exceso o déficit de sueño, algunos medicamentos: anovulatorios, nitroglicerina, estrógenos… ¿Cómo se llega al diagnóstico de migraña? El diagnóstico es clínico (por los síntomas que manifiesta la persona). Es importante un buen interrogatorio del dolor (síntomas, duración y la forma de presentación). En ocasiones, se recurre a la realización de alguna prueba diagnóstica para despistaje, sobre todo cuando detectamos algún signo de alarma. Estos síntomas y una exploración neurológica normal permiten el diagnóstico de migraña , para el que no es necesario hacer una prueba de imagen, tipo escáner o resonancia. Casi un tercio de los pacientes experimentan, antes del dolor, el aura. Si aparece, permiten asegurar el diagnóstico de migraña. Desgraciadamente, muchos pacientes aún siguen sin diagnosticarse y pasan un auténtico calvario. Algunos tardan en diagnosticarse una media de dos años y después de haber acudido a una media de cinco médicos, como demuestran estudios recientes en Europa y EEUU. Y, sin buen diagnóstico, es muy difícil indicar un tratamiento correcto . ¿Por qué las mujeres lo sufren más? Por dos motivos principales. Porque algunos factores genéticos sabemos que van ligados al cromosoma X . El otro factor t iene que ver con los cambios hormonales , concretamente con las fluctuaciones de estrógenos, que experimenta la mujer debido a su ciclo menstrual. Sabemos que estas fluctuaciones son uno de los desencadenantes más potentes de las migrañas. De hecho, antes de tener la menstruación la migraña es igual de frecuente en varones que en mujeres y con la llegada de la menopausia los dolores mejoran e incluso pueden desaparecer.
Tipos y Diagnóstico Correcto de la Afasia
Artículo especializado

Tipos y Diagnóstico Correcto de la Afasia

A pesar de tratarse de un tecnicismo médico, la palabra afasia es una palabra bastante conocida en la población general, a diferencia de otros síntomas neurológicos quizás más relevantes. ¿Te suena? Si no es así, aquí despejamos tus dudas. ¿Qué es? La afasia es un trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una lesión cerebral. Puede afectar a la lectura, la escritura, la expresión o la comprensión . Sería, pues, una dificultad adquirida para hablar correctamente (en un paciente que previamente hablaba con normalidad). Hemos especificado el término “adquirida” para diferenciar la afasia de la disfasia o trastorno específico en la adquisición del lenguaje inicial (en este caso se detecta en la infancia dado que el niño es incapaz de comprender y/o expresarse desde el inicio). La afasia puede ser debida a muy diferentes causas entre las que debemos mencionar: accidente cerebrovascular (infarto, ictus, hemorragia), un traumatismo craneoencefálico, una infección cerebral, un tumor o un proceso degenerativo central, etc.  Según la región del cerebro lesionada tendremos diferentes tipos de afasia. ¿Qué traducción tendrá la ubicación de la lesión? El área cerebral lesionada originará un trastorno sensorial, un trastorno motor o ambos. ¿Cuáles son los principales tipos de afasia? Afasia expresiva: el paciente sabe lo que quiere decir, pero no puede manifestarlo. No puede emitir sonidos articulados o, a lo sumo, produce sonidos indiferenciados ininteligibles. Afasia receptiva o de comprensión: el paciente no interpreta la palabra que recibe. No entiende lo que escucha o lee. Afasia anómica : tiene dificultad para encontrar el término correcto de las cosas. Es el trastorno afásico más común. Los pacientes que la sufren emplean, de forma frecuente, circunloquios (expresiones compuestas por muchas palabras para expresar algo que hubiera podido decirse con una sola o muy pocas palabras) con la finalidad de suplir el nombre que no consiguen hallar. Afasia global: el paciente no puede hablar ni entender ni leer o escribir. Este término se emplea cuando están gravemente afectadas las funciones expresivas y receptivas del lenguaje. Los pacientes que la sufren tienden a la depresión por su imposibilidad comunicativa y su afectación motora añadida (hemiplejía derecha). La lesión cerebral que padecen es extensa. Afasia de conducción: El lenguaje espontáneo es fluido con la comprensión relativamente preservada. Tienen problemas para la discriminación fonémica, la comprensión de frases y, sobre todo, gran dificultad para la repetición. La lesión radica a nivel temporal. Desde el punto de vista clínico podríamos mencionar dos formas relevantes de afasia merecedoras de especial atención: la afasia de Broca y la afasia de Wernicke: Afasia de Broca (motora) La afasia de Broca se caracteriza por una expresión verbal muy afectada y una comprensión aceptable , aunque también afectada. Estos pacientes tienen imposibilidad de producción verbal fluida y suelen emplear frases cortas con gran esfuerzo. También suelen estar alteradas la denominación (búsqueda del nombre de las cosas), la lectura y la escritura. La lesión radica a nivel frontal izquierdo , donde se ubica la llamada área de Broca.  La mayoría de pacientes presentan un déficit motor, más o menos grave, del hemicuerpo derecho. El paciente es consciente de las limitaciones en su expresión verbal por lo que habla poco y emplea una gramática simple (tipo telegráfico), sin frases elaboradas. Sin embargo, su comprensión del lenguaje es casi normal. Afasia de Wernicke (sensorial) Se trata de un trastorno de la comprensión. La producción lingüística es fluida y abundante pero incoherente . El lenguaje carece de significado por el empleo masivo de las llamadas parafasias fonémicas (reemplazan una palabra por otra fonéticamente similar pero conceptualmente diferente). Por ejemplo, en lugar de decir tapiz dicen lápiz por lo que cambia absolutamente el concepto de la frase haciéndose difícil su comprensión. No son conscientes de sus errores gramaticales. Se produce por lesión de áreas temporo-parietales donde está ubicada el área de Wernicke. Estos pacientes no presentan déficit motor dado que su lesión cerebral no afecta al área cerebral que controla el movimiento. ¿Cómo abordarla? El estudio de cualquier afasia debe llevarse a cabo por la especialidad de Neurología. Ante la detección de problemas en el lenguaje se realiza una historia clínica detallada . Es importante indagar la forma de inicio del cuadro y su instauración, así como la presencia de otras posibles alteraciones como las motoras. Es necesario un estudio mediante pruebas diagnósticas de imagen y test de valoración personal para la confirmación del diagnóstico y la identificación de la posible causa, así como la ubicación del área lesionada. Ante un caso de afasia se recomienda un tratamiento rehabilitador integral , debiendo abordarse no sólo la recepción y expresión del lenguaje hablado, sino también sus problemas motores, distímicos o afectivos (derivados al apreciar su dificultad de comunicación).
Aneurisma: Qué Debes Saber
Artículo especializado

Aneurisma: Qué Debes Saber

La Sociedad Internacional de Cirugía Vascular define el aneurisma como “una dilatación permanente y localizada de una arteria que tenga, al menos, un 50% de aumento en el diámetro, comparado con el diámetro normal de la arteria en cuestión”. ¿Qué son, cómo son y por qué se producen? Tras leer esta definición podemos concluir que los aneurismas son dilataciones anormales (patológicas) de un segmento de un vaso sanguíneo (arteria). Suelen aparecer en zonas de debilidad de la pared arterial, lo que conlleva a que una vez aparecen son irreversibles y, en muchos casos, tienden a crecer. El tamaño de los aneurismas es muy variable, pueden ser de milímetros a varios centímetros. El riesgo de los aneurismas es que pueden romperse provocando con ello una hemorragia , en ocasiones, muy grave y con peligro vital para el paciente. Se desconoce la causa de los aneurismas, si bien se contemplan factores genéticos en su origen y también factores que favorecen su desarrollo como la hipertensión arterial, la ateroesclerosis, el tabaquismo o la hipercolesterolemia. Tipos de aneurismas Los aneurismas se pueden clasificar en función de su anatomía y/ o de su origen. En relación a su anatomía, encontramos varios tipos de aneurismas: Aneurisma sacular: es el tipo de aneurisma más frecuente. Está formado por todos los componentes de la pared arterial. La arteria se dilata en forma de saco, afectando a solo una parte del perímetro arterial. Aneurisma fusiforme: la arteria se dilata en forma de huso alrededor de todo su perímetro. Aneurismas disecante: en esta forma hay una disección de la pared a lo largo de la arteria, de manera que el vaso presenta dos paredes, una externa y una interna, y dos lúmenes, uno falso, el espacio de disección entre ambas paredes, y el lumen verdadero. La disección se produce generalmente en el tercio externo de la túnica media, de modo que la capa externa es más delgada que la interna. En la aorta, donde el aneurisma disecante es más frecuente, casi siempre existe una fisura transversal de la capa interna, a través de la cual se comunican los dos lúmenes. Aneurisma falso o pseudoaneurisma: en realidad, no hay una dilatación de la pared arterial, sino que hay una zona dilatada formada por tejido de reparición tras una causa como un traumatismo o una infección. Se produce como consecuencia de una lesión de la pared arterial que provoca una hemorragia que queda contenida por la capa más externa de la arteria, mientras que, en el aneurisma verdadero se preservan las tres capas de la pared del vaso. Puede aparecer en cualquier arteria.  Atendiendo a su origen podemos encontrar aneurismas por alteraciones degenerativas, por defectos arteriales (displasia), causas infecciosas o inflamatorias. ¿Dónde se localizan? Los aneurismas se pueden localizar en cualquier arteria del organismo. Los más frecuentes son: En partes de la aorta: aneurisma de aorta. Los aneurismas aórticos pueden producirse en la zona debajo del estómago (aneurisma abdominal) o en el pecho (aneurisma torácico). En el corazón : ventrículo izquierdo. En el cerebro: aneurisma cerebral. En otros órganos como el bazo (aneurisma de arteria esplénica), riñones (arteria renal), rodilla (arteria poplítea), intestino (aneurisma de la arteria mesentérica). ¿Cuáles son los síntomas? ¿Por qué pueden ser graves? Los síntomas dependen del tipo de aneurisma y de su localización anatómica. Si el aneurisma no sufre ninguna complicación en gran parte de los casos es asintomático y, por tanto, no detectable excepto que se encuentre en alguna prueba radiológica de forma casual. Pueden aparecer síntomas por compresión de vasos y órganos vecinos, por ejemplo, cefalea en aneurisma cerebral, presión torácica o dolor irradiado a la espalda en aneurisma de aorta. El aneurisma es una zona debilitada de un vaso. Por tanto, es posible la ruptura del mismo. Se trata de la complicación más grave y que puede dar lugar a una hemorragia en el territorio anatómico irrigado por la arterial. La hemorragia puede ser desde leve a masiva con riesgo de muerte en este caso. Si se trata de un aneurisma de aorta, por ejemplo, puede causar una gran hemorragia con rapidez con riesgo vital. En el cerebro puede dar lugar a una hemorragia de mayor o menor cuantía y en función de la zona cerebral afectada puede dejar secuelas importantes. La ruptura de un aneurisma también puede producirse paulatinamente, a través de microrupturas que pueden llevar a la formación de una fístula ( comunicación vascular) a órganos vecinos. También en la zona de los aneurismas pueden aparecer trombosis, dado que es una zona de acúmulo y remanso de la sangre. ¿Cómo se diagnostica? En gran parte de los casos se trata de un hallazgo casual en el curso de una exploración radiológica que evidencia la presencia del aneurisma. El diagnóstico se basa en la detección de la lesión mediante técnicas de radiodiagnóstico: Ecografía : es una técnica rápida, fiable e inocua. Es la técnica estándar de detección y la mejor técnica de seguimiento periódico. La ecocardiografía bidimensional, y en especial transesofágica, evalúa la aorta ascendente proximal y la aorta torácica descendente, y la ecografía abdominal evalúa la aorta abdominal. Además, puede emplearse para examinar a enfermos con riesgo de aneurisma aórtico, como aquellos que tienen hermanos afectados, aterosclerosis periférica, o aneurismas de las arterias periféricas. TAC Y RMN:  se trata de dos pruebas muy resolutivas, que además tienen la ventaja de no ser invasivas. Indican la localización y el tamaño. El TAC es importante previo a la cirugía. Aortografía/Angiografía:  método que evalúa con más detalle el aneurisma y su extensión. Es la más precisa de todas las técnicas y está indicada en pacientes con aneurisma candidatos a la cirugía. ¿Cómo se tratan? El tratamiento de los aneurismas depende de varios factores: tamaño, ubicación del aneurisma y estado de salud del paciente. No existe tratamiento farmacológico eficaz para los aneurismas. El tratamiento es conservador : vigilancia médica en caso de aneurismas pequeños, bajo riesgo de sangrado, no accesibles; o mediante técnicas intervencionistas: técnicas quirúrgicas o de embolización que permiten eliminar el aneurisma. En el caso concreto del aneurisma de aorta se suele indicar cirugía en aneurismas mayores de 5 cm (riesgo de sangrado o que crezca más de 1 cm al año. Se puede realizar cirugía de resección del aneurisma (eliminar el segmento de arteria debilitada) y sustituir por un injerto sintético. Otra opción es la colocación de una endoprótesis, es decir, introducir en el interior de la arteria una prótesis para reforzar la zona. En los aneurismas cerebrales las opciones incluyen: Eliminación del aneurisma mediante cirugía abierta y colocación de un clip que excluye el saco aneurismático. Tratamiento endovascular: embolización del aneurisma mediante coils. Son pequeñas espirales de metal blando dentro del aneurisma, donde ayudan a obstruir el flujo de sangre y previenen la ruptura del aneurisma.
Qué Debo Saber Sobre la Anestesia
Artículo especializado

Qué Debo Saber Sobre la Anestesia

¿Te van a operar y quieres saber un poco más sobre la anestesia? Tu “ángel de la guarda” en una cirugía es el médico anestesista. Él/ella se mantendrá en la cabecera de la mesa de operaciones, durante el transcurso de la misma, controlando de forma diligente tu tensión arterial, tu frecuencia cardiaca, la actividad cerebral, la respiración, la saturación de oxígeno en tus células, la temperatura dentro y fuera de tu cuerpo, la hidratación, las dosis de antibiótico… En definitiva, ¡todo! Sobre la anestesia Anestesia es una palabra de origen griego que significa “insensibilidad”. Antestesiología es la especialidad de la Medicina dedicada al alivio del dolor y al cuidado completo e integral del paciente quirúrgico, antes, durante y después de la cirugía. Anestesista o anestesiólogo es el médico que practica la Anestesiología y Reanimación. Tipos de anestesia Existen tres tipos principales de anestesia: Anestesia local: en este tipo sólo se elimina la sensibilidad dolorosa de una pequeña zona del cuerpo, mientras el paciente continua consciente. Es muy frecuente su uso, por ejemplo, en Odontología. Anestesia locoregional: en ella se elimina la sensibilidad de una región y/o de uno o varios miembros del cuerpo. Puede ser: Troncular: de un nervio o plexo nervioso. Neuroaxial: actúa bloqueando el impulso doloroso a nivel de la médula espinal (que se halla en el interior de la columna vertebral), y, ésta, a su vez, puede ser: Epidural o peridural : se introduce el anestésico en las proximidades de la médula, en el espacio epidural, es decir, sin perforar las capa más externa que protege la médula espinal (duramadre),  sino por fuera de ella. Intradural o raquídea : se perforan las dos capas más externas que protegen la médula espinal (duramadre y aracnoides), liberándose el anestésico en el espacio subaracnoideo donde se mezcla con el líquido cefalorraquídeo que baña todo el Sistema Nervioso Central (encéfalo y médula espinal). Otras como, por ejemplo, la regional intravenosa. Anestesia general: se produce un estado de inconsciencia mediante la administración de fármacos hipnóticos (que inducen el sueño), por vía intravenosa, inhalatoria o ambas a la vez. Actualmente se realiza una combinación de varias técnicas, en lo que se llama “anestesia multimodal”. La anestesia general persigue varios objetivos: Analgesia o abolición del dolor, para lo cual se emplean fármacos analgésicos. Protección del organismo frente a reacciones adversas causadas por el dolor, como por ejemplo, la reacción vagal (desmayo). Pérdida de conciencia mediante fármacos hipnóticos o inductores del sueño, que duermen al paciente, evitan la angustia y suelen producir cierto grado de amnesia (abolición de los recuerdos). Relajación muscular mediante fármacos relajantes musculares, para producir la inmovilidad del paciente, la resistencia de las cavidades abiertas por la cirugía y permitir la ventilación mecánica mediante aparatos respiradores, que aseguran la oxigenación.   ¡ATENCIÓN! No todas las intervenciones quirúrgicas en el caso de la Pediatría (niños) precisan de anestesia general. Depende de varios factores, siendo el más importante la edad del paciente. A edades muy tempranas en las que no se producirá colaboración por parte del niño/a durante la intervención, la anestesia local no puede plantearse por cuestiones de confort y seguridad. Tipos de fármacos utilizados en la anestesia Fármacos hipnóticos: por vía intravenosa se utilizan el propofol, tiopental, midazolam, ketamina… Por vía inhalatoria se usan los compuestos halogenados (halotano, isoflurano…) y el óxido nitroso N2O. Fármacos analgésicos mayores: opioides naturales (morfina) o sintéticos (fentanilo, petidina…). Fármacos bloqueadores neuromusculares (miorelajantes): los derivados del curare (tubocurarina, pancuronio, atracurio, vecuronio, cisatracurio), succinilcolina… Otras sustancias: anticolinérgicos (atropina); benzodiacepinas (midazolam, diazepam…) Riesgos a destacar de la anestesia Despertar intraoperatorio (DIO). Es el estado en el que el paciente es consciente de los hechos ocurridos durante una operación bajo anestesia general y se debe a una administración de cantidad insuficiente de anestesia. Ocurre tan sólo en el 0’1-0’2% de casos (es decir, 1 o 2 casos por cada mil pacientes anestesiados).  En este cuadro la persona es capaz de tener percepciones auditivas (las visuales son raras), sentir la parálisis y/o el  dolor , provocándole todo ello  angustia, desamparo, indefensión o pánico. A medio plazo puede llegar a provocar trastornos psicológicos/psiquiátricos. Afortunadamente, la tecnología médica siempre avanza y en la actualidad se dispone de máquinas que valoran la profundidad de la anestesia, reduciendo notoriamente la posibilidad de aparición de este cuadro clínico aterrador, mediante la realización de un electroencefalograma al paciente, que permite valorar su nivel de inconsciencia. Alergia y shock anafiláctico Paro cardiaco y muerte : por múltiples causas. Hoy en día la anestesia está relacionada con 1 de cada 300.000 decesos aproximadamente. Efectos secundarios de la anestesia Los más frecuentes son: Las náuseas y los vómitos: suceden tras la operación. Pueden provocar deshidratación y dehiscencia de las suturas (separación de los puntos de sutura) por la presión ejercida con el vómito. Cefaleas (dolor de cabeza): principalmente en los tipos epidural e intradural se observa este molesto efecto secundario. Se debe a la pérdida de líquido cefaloraquídeo por el punto de punción de la aguja. Dolor y hematomas en las zonas de punción de la anestesia. Confusión mental: Es temporal y suele aparecer en personas mayores. Síndromes de abstinencia: en los pacientes alcohólicos, p.ej. RECUERDA… La clave de una buena anestesia se basará en el uso de pocos fármacos y que sean bien conocidos. Existe una considerable variabilidad interindividual en los requerimientos anestésicos previos a una intervención quirúrgica en la población. Se sabe que algunas diferencias son genéticas. Hay cirugía especialmente delicada, como la torácica, la de corazón, la abdominal superior o la de urgencia, mientras que, entre las más “sencillas” están la ocular, la de mama, las endoscopias…
Contenidos sobre enfermedades
Somos conscientes de que los conceptos médicos pueden resultar confusos si no te los explican con claridad. Para evitar esto, le hemos pedido a nuestros profesionales que preparen estas fichas en donde podrás acceder a información relevante sobre enfermedades que te ayudará a entender de una manera sencilla por qué se producen y por qué es necesario su tratamiento.
Ver todas las enfemedades
Apoplejia
Enfermedad

Apoplejia

¿Qué es una apoplejía ? La apoplejía, también conocida como accidente cerebrovascular , es la lesión o daño que se produce en un área del cerebro cuando se detiene el riego sanguíneo y el aporte de oxígeno, lo que provoca la muerte de las neuronas y la pérdida de la función en la parte del cuerpo que es controlada por esa porción dañada del cerebro. Mientras más tiempo permanece el cerebro sin oxígeno, mayor es el daño. Es una enfermedad común que puede ocurrir a cualquier edad, pero es más frecuente en personas mayores de 50 años. Es grave, y si no se trata a tiempo puede causar daños neurológicos importantes como problemas en la memoria, el habla y el movimiento e incluso la muerte. Tipos de apoplejía Entre los tipos de apoplejía se pueden diferenciar: Ataque isquémico: es producido por la obstrucción total de una arteria por coágulos o placas, disminuyendo o deteniendo el flujo de sangre al cerebro, es decir, provocando una apoplejía. Ataque isquémico transitorio: se presenta cuando una arteria dirigida al cerebro se bloquea parcialmente en lugar de forma completa. Lo que puede causar síntomas de apoplejía que duren unos segundos o hasta pocas horas. Ataque hemorrágico: este tipo de apoplejía es causada por la ruptura de un vaso sanguíneo del cerebro, liberando sangre descontroladamente en éste y produciendo la muerte celular, provocando una apoplejía. Causas de una apoplejía Las razones porque la que se interrumpe el flujo sanguíneo en el cerebro provocando la apoplejía pueden ser diversas: Porque una arteria se haya obstruido parcial o completamente. Dicho taponamiento puede producirse por una trombosis, es decir, cuando se forma un coágulo sanguíneo (trombo) en una de las arterias que suministran sangre al cerebro. Por depósitos grasos acumulados en las arterias que causan una reducción del flujo sanguíneo. Por la ruptura de un vaso sanguíneo dentro del cerebro, causando una hemorragia que daña las neuronas. Síntomas de una apoplejía Se pueden presentar los siguientes síntomas, que en ocasiones dependen de la zona afectada del cerebro: Adormecimiento o debilidad repentino del rostro, los brazos o las piernas. Problemas para hablar y comprender. Dificultad repentina para ver con uno o ambos ojos. Dolor intenso de cabeza, de aparición súbita. Pérdida o dificultad para mantener el equilibrio y coordinación. Mareos. Dificultad para leer y escribir. Parálisis en algunas partes del cuerpo. Confusión o pérdida de memoria. Tratamiento de una apoplejía El tratamiento depende del tipo de apoplejía que se presente. En el caso de un ataque isquémico, el tratamiento consiste en restaurar rápidamente el flujo sanguíneo al cerebro. Esto se puede realizar mediante medicamentos trombolíticos (para disolver coágulos en 4 o 5 horas si se administra en la vena) o a través de un procedimiento endovascular de emergencia. Es un tratamiento rápido que no solo mejora las probabilidades de supervivencia, sino que también reduce las complicaciones. En el caso de una apoplejía hemorrágica, el tratamiento consiste en controlar el sangrado y reducir la presión en el cerebro. Una vez que se detiene el sangrado en el cerebro, el tratamiento suele implicar atención médica de apoyo mientras el cuerpo absorbe la sangre. Si la zona del sangrado es demasiado grande, se puede realizar una intervención  quirúrgica para extraer la sangre y liberar la presión del cerebro. La cirugía también se puede utilizar para reparar anomalías en los vasos sanguíneos asociadas a los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. Pruebas complementarias de una apoplejía Para el diagnóstico y tratamiento de una apoplejía, además de una exploración física para ver las señales neurológicas del habla y la coordinación se realizan pruebas como: Exploración por tomografía computarizada (TC), que puede mostrar una hemorragia, un tumor, un accidente cerebrovascular y otras enfermedades. Imágenes por resonancia magnética (RM), puede detectar el tejido cerebral dañado por un accidente cerebrovascular isquémico y hemorragias cerebrales. Ecografía carotídea, esta prueba muestra la acumulación de depósitos de grasa (placas) y el flujo sanguíneo en las arterias carótidas, entre otras pruebas. Factores desencadenantes de la apoplejía Una apoplejía puede desencadenarse por la ruptura de un vaso sanguíneo dentro del cerebro o por un taponamiento parcial o completo de las arterias cercanas o en el interior del cerebro. Factores de riesgo de la apoplejía Entre los factores que aumentan el riesgo de desarrollar una apoplejía se pueden incluir: Edad Sexo Presión arterial alta Tabaquismo Nivel de colesterol alto Inactividad física Sobrepeso u obesidad Diabetes Enfermedades cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca, defectos cardíacos, infección cardíaca o ritmo cardíaco anormal Alcoholismo Consumo de drogas ilícitas (cocaína, heroína, etc.) Antecedentes familiares de apoplejías Complicaciones de una apoplejía Las complicaciones pueden ser temporales o permanentes, dependiendo del tiempo que pasa el paciente sin oxígeno en el cerebro. Entre las complicaciones se pueden encontrar: Parálisis o pérdida del movimiento muscular Pérdida de memoria Dificultades de razonamiento Dificultad para hablar o tragar Depresión Declinación cognitiva Dolor Hemorragia Muerte Prevención de una apoplejía Existen actividades y cuidados que se pueden implementar en la rutina diaria que pueden ayudar a prevenir una apoplejía, entre las que podemos encontrar: Controlar la presión arterial alta Reducir la cantidad de colesterol y las grasas saturadas de las dietas No fumar No beber alcohol No consumir drogas Controlar la diabetes Mantener un peso saludable Hacer ejercicio de forma regular Especialidades a las que pertenece La apoplejía pertenece a las especialidades de neurología y medicina vascular. La neurología es la especialidad médica que se ocupa de la anatomía, la fisiología y las enfermedades del sistema nervioso.  La medicina vascular es la especialidad médica que se ocupa de la prevención, el diagnóstico, tratamiento y el seguimiento de los pacientes que sufren patologías vasculares, arteriales, venosas, linfáticas o de la microcirculación. Preguntas frecuentes ¿Qué es la apoplejía hipofisaria? La apoplejía hipofisaria es un fenómeno isquémico o hemorrágico que aparece generalmente en un adenoma hipofisario (un adenoma es un tumor benigno de lento crecimiento que se origina en las células que forman la glándula hipófisis). La apoplejía hipofisaria se produce como consecuencia de un infarto, con aparición posterior de hemorragia y edema del tumor . ¿Cuándo ocurre un ACV? Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas veces, se denomina «ataque cerebral». Si el flujo sanguíneo se detiene por más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno y, las células cerebrales pueden morir, causando un daño permanente. ¿Qué es déficit neurológico focal? Una deficiencia neurológica focal es un problema en el funcionamiento del cerebro, la médula espinal y los nervios que afectan a un lugar específico , como el lado izquierdo de la cara, el brazo derecho o incluso a un área pequeña como la lengua. ¿Cuáles son los signos de Focalización? Los signos de la focalización pueden incluir: cambios en el movimiento, que incluyen parálisis , debilidad, pérdida de control muscular, aumento y pérdida del tono muscular o movimientos que una persona no puede controlar (movimientos involuntarios, como un temblor). ¿Qué es el síndrome de Sheehan? El síndrome de Sheehan es un trastorno que afecta a mujeres que pierden una cantidad de sangre que pone en riesgo su vida durante el parto, o que tienen la presión arterial demasiado baja durante el parto o después, lo que puede privar al cuerpo de oxígeno. En el síndrome de Sheehan, la falta de oxígeno puede dañar la hipófisis haciendo que no produzca suficientes hormonas hipofisarias .
Neuritis Óptica
Enfermedad

Neuritis Óptica

¿Qué es la neuritis óptica? La neuritis óptica es una patología inflamatoria del nervio óptico (este se encarga de llevar toda la información desde el globo ocular hasta el cerebro). Este proceso inflamatorio produce desmielinización (pérdida de mielina que funciona como material aislante) del nervio, que queda desprotegido alterando la conducción de los estímulos visuales y ocasionando pérdida de la visión. Es más frecuente en el sexo femenino y en edades entre 20 y 40 años. Es una enfermedad común que no es grave, pero, si no se trata a tiempo y adecuadamente, puede afectar la vida de la persona que lo padece. Tipos de neuritis óptica Existen diferentes tipos de neuritis según la localización de la inflamación: Neuritis óptica retrobulbar: es la inflamación del nervio óptico por detrás del globo ocular. Inicialmente, y a través del análisis del fondo de ojo, no se aprecia ningún tipo de lesión en el disco óptico (lugar en la retina por donde penetra el disco óptico), solo en etapas tardías puede presentarse un punto pálido en el centro del disco. Neuritis óptica anterior: también llamada papilitis con disco óptico inflamado y edema. Perineuritis: existe daño en la capa que rodea al nervio óptico pero el nervio óptico permanece indemne, por lo que no suelen existir cambios al momento de realizar fondo de ojo. Neurorretinitis: existe edema del disco óptico por inflamación, además de lesiones en la mácula. Causas de la neuritis óptica Las causas específicas de la neuritis óptica idiopática no se conocen. Un gran porcentaje de los casos diagnosticados de esta patología no tienen un diagnóstico de causa conocido. Sin embargo, existen diferentes causas que se pueden relacionar como: Causas infecciosas: por infección directa al nervio óptico como en el caso del VIH, sífilis o citomegalovirus, o de forma indirecta por reacción inmunológica en los casos de varicela, sarampión, rubéola, enfermedad Lyme, parotiditis o herpes. Esclerosis múltiple: enfermedad desmielinizante que afecta al nervio óptico, entre otros. Aquellas personas que han presentado algún episodio de neuritis óptica durante su vida, tienen una probabilidad del 50% de desarrollar esclerosis múltiple. Medicamentos: algunos fármacos como la quinina, cloranfenicol, disulfiram, etambutol y amiodarona, pueden ocasionar neuritis óptica, pero puede ser reversible si se suspende la medicación. Enfermedades inmunológicas: como sarcoidosis, lupus eritematoso sistémico y enfermedad mixta del tejido conectivo, pueden presentar episodios recurrentes de neuritis óptica. Síntomas de la neuritis óptica Los síntomas de la neuritis óptica son de afectación aguda de un solo ojo, aunque cuando la causa es por enfermedad viral se pueden ver afectados ambos ojos. Se destacan los siguientes síntomas: Dolor ocular que empeora con los movimientos del ojo. Pérdida de campo visual periférico. Afectación de la percepción de los colores con disminución de su intensidad. Disminución temporal de la visión que puede ir acompañada de ver luces al mover el globo ocular. En algunos casos, la pérdida de visión es permanente. Tratamiento de la neuritis óptica No se dispone de tratamiento específico para esta enfermedad. El uso de corticoides por vía oral o intravenosa, disminuye el componente inflamatorio y puede ayudar en la recuperación de la agudeza visual, aunque no tiene efecto de recuperación del nervio óptico . En algunos casos, se ha utilizado un procedimiento de recambio plasmático denominado plasmaféresis cuando el tratamiento con corticoides no es exitoso, pero hasta ahora no existen estudios concluyentes sobre su uso. Pruebas complementarias de la neuritis óptica Se pueden incluir dentro del estudio de la neuritis óptica, además del fondo de ojo, los siguientes exámenes complementarios: Resonancia Magnética con contraste para visualizar de forma óptima el nervio óptico, además de una evaluación del cerebro para detectar alteraciones. Analítica de sangre para verificar la existencia de enfermedades inmunológicas. Tomografía de coherencia óptica para medir el espesor de fibras nerviosas de la retina. Potenciales evocados visuales para estudiar la conducción del estímulo visual a través del nervio óptico. Campimetría visual para examinar el campo visual y detectar manchas ciegas. Factores desencadenantes de la neuritis óptica Los factores desencadenantes de la neuritis óptica son la presencia de una enfermedad desmielinizante como la esclerosis de infecciones virales como citomegalovirus, herpes, sífilis o VIH, alguna enfermedad inmunológica como lupus eritematoso sistémico, o el consumo de fármacos como quinina, cloranfenicol o amiodarona. Factores de riesgo de la neuritis óptica Son factores de riesgo de una neuritis óptica los siguientes: Edades entre 20 y 40 años. Aunque en niños se aprecia también con la presencia de enfermedades exantemáticas. Sexo femenino. Personas blancas. Pacientes con deleciones genéticas con mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Complicaciones de la neuritis óptica Una neuritis óptica puede presentar las siguientes complicaciones: Daño del nervio óptico permanente, de carácter aditivo con las siguientes neuritis ópticas que puedan aparecer. Alteraciones en la agudeza visual con recuperación lenta de la misma. Aunque también puede haber una pérdida permanente de la capacidad de distinguir colores, contrastes y brillos. Inicio de esclerosis múltiple con el paso del tiempo. Recurrencia de neuritis óptica hasta en un 20% de los casos en el mismo ojo. Efectos secundarios en el sistema inmunológico por el uso de altas dosis de corticoides. Prevención de la neuritis óptica No existe un método de prevención para el primer episodio de neuritis óptica , ya que es impredecible si un paciente va a presentarla como consecuencia de alguna infección, medicación o enfermedad inmunológica. Aquellas personas con uno o más episodios de neuritis óptica y lesiones cerebrales apreciadas por resonancia, pueden beneficiarse del tratamiento con interferón por el riesgo de contraer esclerosis múltiple, pero este tipo de medicación tiene efectos adversos importantes y no exime por completo la aparición de esta enfermedad. Especialidades a las que pertenece Pertenece a las especialidades médicas de oftalmología, neurología y medicina interna . Preguntas frecuentes ¿Qué causa la inflamación del nervio óptico? La inflamación del nervio óptico puede ser causada por medicamentos, enfermedades desmielinizantes e infecciones .   ¿Cuáles son los síntomas de la neuritis? Los principales síntomas son dolor ocular, pérdida de la visión de manera progresiva , alteraciones de la percepción de colores, brillo y contrastes y pérdida de visión periférica.   ¿Qué es la esclerosis en los ojos? Son los síntomas oculares que pueden presentarse en pacientes con esclerosis múltiple , comprenden desde la pérdida de agudeza visual, hasta la incoordinación de los movimientos oculares. ¿Cuál es la causa más frecuente de la neuritis óptica retrobulbar? La causa principal y, frecuentemente, la primera manifestación, mucho antes de la aparición de otros síntomas, es la esclerosis múltiple .   ¿Qué es la neuromielitis óptica? Es un síndrome poco frecuente desmielinizante del nervio óptico y la médula espinal, expresado como neuritis óptica y mielitis transversal , que ocasiona debilidad y parálisis en las extremidades, acompañadas de alteraciones en la sensibilidad.
Disgrafía
Enfermedad

Disgrafía

¿Qué es la disgrafía? La disgrafía es la incapacidad para coordinar de modo adecuado los músculos de la mano y del brazo , esto da lugar a una alteración en la escritura en niños a pesar de no presentar alteraciones neurológicas. Esta patología provoca escribir con una letra ilegible y muy grande o muy pequeña, que incluso puede variar de tamaño dentro de una misma palabra. Tipos de disgrafías Los tipos de disgrafía son: Disgrafía específica: debida a una mala percepción de las formas por parte del niño. Puede ser un problema complejo que se asocie a desorientación espacial e incluso temporal. Disgrafía motriz: se produce por alteraciones en la psicomotricidad del niño, pero no hay alteración de las formas y el niño identifica plenamente la correlación entre la expresión hablada y la expresión escrita, teniendo dificultades para la expresión escrita por dificultades en el desarrollo del movimiento para realizar los grafismos.   Disgrafía léxica: en ella destacan la cantidad de errores ortográficos que se producen. Disgrafía disléxica: se producen omisiones de letras o alteración en las mismas dentro de una palabra. Causas de la disgrafía La causa de la disgrafía es una alteración en la psicomotricidad del niño , ya sea por exceso o escasez de tensión o laxitud. La disgrafía, para ser considerada como tal, no debe acompañarse de alteraciones neurológicas o intelectuales. Síntomas de la disgrafía El síntoma principal de la disgrafía es la letra ilegible y desordenada del niño. Este presenta dificultades para escribir y precisa más tiempo que sus compañeros para realizar la misma tarea , las letras las escribe desiguales, no siendo capaz de mantener el mismo tamaño, dentro de las palabras pueden alterar algún grafismo, también se puede observar exceso de presión sobre lápices o bolígrafos y malas posturas al escribir. También es normal que estos niños presenten más fatiga al realizar sus tareas, incluso hiperactividad y falta de concentración en las actividades, ambos síntomas son secundarios al esfuerzo que el niño realiza y a la fatiga que consecuentemente sufre. Tratamiento de la disgrafía El tratamiento de la disgrafía debe de ir orientado a conseguir una relajación de la musculatura, sin forzar al niño a escribir en exceso , ya que esto puede ser contraproducente al producir una gran fatiga, secundaria a la tensión muscular. Se trata de realizar con el niño terapias que mejoren la movilidad fina. Se le puede ayudar con sistema de dibujo, pero siempre desde un punto de vista lúdico . Se deben enseñar métodos de corrección en la forma de coger el lápiz, así como a ejercer menor presión con el mismo. En el colegio es positivo que estos niños dispongan de más tiempo para realizar las tareas escritas , ya que necesitan más tiempo del normal para realizar estas tareas. Pruebas complementarias de la disgrafía La única prueba que se realiza para el diagnóstico de la disgrafía es el examen minucioso de los textos escritos por el niño . Puede ser necesario descartar alteraciones neurológicas u otras causas como pueden ser los trastornos de hiperactividad , ya que, en caso de alteraciones neurológicas, no se puede considerar una disgrafía, esta enfermedad puede dar lugar a alteraciones de la conducta secundarias a la fatiga que se le produce al niño. Factores desencadenantes de la disgrafía El factor desencadenante de la disgrafía es la falta de desarrollo psicomotriz fino del niño , que da lugar a una gran rigidez en el brazo y en la mano, lo que dificulta la escritura correcta del niño. Factores de riesgo de la disgrafía No existen factores de riesgo específicos para la disgrafía . Complicaciones de la disgrafía Las complicaciones importantes que pueden presentar la disgrafía, es la falta de progresión en el colegio , que puede dar lugar a un retraso escolar y a una falta de inclusión dentro del ámbito de la escolarización. El apoyo a estos niños y la terapia psicomotriz adecuada, da lugar a un progreso y una inclusión adecuada en el sistema escola r. Prevención de la disgrafía La vigilancia del desarrollo psicomotor y prestar atención a las dificultades que el niño pueda presentar en su desarrollo, se traducen en un apoyo adecuado al mismo , evitando los problemas o minimizando las dificultades cuando estos aparecen.   Especialidades a las que pertenece La disgrafía es tratada y evaluada por un psicólogo, quien indica la terapia a realizar por parte del niño , prestando el apoyo necesario según evolucione el proceso. Preguntas frecuentes ¿ Qué es la disortografía en los niños ? La disortografía o disgrafía dislexica es cuando el niño presenta alteraciones al escribir intercambiando letras o incluyendo alguna que no debe de estar dentro de una palabra, se considera un trastorno del lenguaje .   ¿Cuáles son las características de la dislexia ? La dislexia es la dificultad para la lectoescritura, por parte de un niño que no presenta otras alteraciones neurológicas o intelectuales. Las personas con este trastorno tienen dificultades en la escritura y la lectura, tanto en el aprendizaje de la misma como cuando tienen que hacer utilización de la lectura comprensiva. Estas personas pueden presentar también dificultades para reconocer la derecha y la izquierda y para reconocer ritmos musicales. ¿ Qué es la dislexia fonológica ? En la dislexia fonológica se usa la ruta visual para leer , esto provoca que se tienda a leer en grupo y no separada en partes las palabras conocidas, como consecuencia, pueden leerse mal palabras no conocidas o no diferenciar palabras similares entre sí. Este tipo de dificultad es más perceptible en idiomas como el inglés, con lo cual, la dificultad puede aparecer al aprender un segundo idioma. ¿ Qué es la dispraxia verbal ? La dispraxia verbal es la dificultad para pronunciar ciertas palabras , está relacionada con una dificultad motora al emitir la letra, por dificultades en la coordinación de lengua, mandíbula y los labios, y parece tener un origen genético. ¿ Qué es la apraxia del habla ? La apraxia del habla es la dificultad para emitir palabras , estas personas saben lo que las palabras quieren decir, pero al pronunciarlas, por dificultades motoras, dicen algo incomprensible o utilizan otra palabra diferente. Cuando se presenta en adultos suele ser secundario a alteraciones neurológicas a nivel cerebral.
Parálisis Cerebral
Enfermedad

Parálisis Cerebral

¿Qué es la parálisis cerebral? La parálisis cerebral es un trastorno motor, es decir, afecta al movimiento y la postura, que es persistente, secundario a una lesión no progresiva en un cerebro inmaduro, es decir, en desarrollo. Se trata de un grupo heterogéneo de patologías con causas diversas y síntomas y pronóstico variables. Se estima que afecta a 2-3 de cada 1.000 niños nacidos vivos. Es una patología grave con una afectación variable que conlleva una alteración en el desarrollo del niño. Tipos  según las causas de parálisis cerebral Según el momento y la causa que la produce puede clasificarse en: Prenatales : por alteraciones genéticas, cromosómicas, infecciones durante el embarazo, hipoxia-isquemia (falta de oxigenación y muerte celular cerebral), traumatismos, efectos de fármacos o tóxicos, o malformaciones cerebrales. Perinatales : por asfixia, traumatismo obstétrico en el nacimiento, hemorragia cerebral, infecciones o prematuridad. Postnatales : por parada cardíaca, traumatismo craneoencefálico grave o infecciones del sistema nervioso central. Tipos según los síntomas de la parálisis facial Según los síntomas que más prevalecen en el paciente, se clasifican en: Parálisis espástica : existe un aumento del tono muscular con escasez de movimientos espontáneos y según la afectación que se dé en el cuerpo se subdivide en : Hemipléjica : afecta a un lado del cuerpo, sobre todo a los miembros superiores de una sólo lado. Dipléjica : afecta a ambos miembros inferiores. El paciente tiene una inteligencia normal o límite. Tetrapléjica : es la más grave, afectando a todas las extremidades. Aparecen alteraciones visuales. Parálisis discinética : aparece disminución del tono generalizado y movimientos involuntarios en brazos y piernas. Parálisis atáxica : aparece disminución del tono muscular con alteraciones en el habla, temblor en los movimientos de las extremidades y ataxia, es decir, alteración en la coordinación de los movimientos y equilibrio con una marcha alterada. Parálisis hipotónica : poco frecuente, aparece una disminución del tono muscular. Parálisis mixta : aparecen manifestaciones mezcladas de las distintas mencionadas con el predominio de algún rasgo de ellas. Según  la gravedad de los síntomas, se ha desarrollado la clasificación GMFCS ( Gross Motor Functional Classification System ), en la que el nivel I es una mínima alteración del movimiento que permite al paciente tener autonomía para andar y correr, aumentando progresivamente la clasificación según la afectación del paciente, hasta un máximo nivel V, que corresponde a la tetraplejia espástica, en la que el paciente tiene una dependencia total de otra persona. Además de todas estas alteraciones, los pacientes suelen sufrir importantes problemas de salud , algunos de ellos derivados de la misma lesión cerebral que ocasionó la afectación del movimiento y otros derivados de la situación física, psicológica y/o social que padecen. Pueden presentar retraso mental, aunque esta asociación no es tal necesariamente. Así mismo aparecen alteraciones visuales o auditivas, problemas del lenguaje, déficit de atención, trastornos de la conducta, epilepsia, problemas de alimentación, trastornos respiratorios crónicos, dentales o digestivos. Tratamiento para la parálisis cerebral El principal tratamiento se basa en la atención a las alteraciones motoras que presenta el paciente con fármacos que disminuyan la espasticidad ( Benzodiacepinas , Piracetam , Dantroleno , Tizainidina y Baclofeno ). La rehabilitación y la fisioterapia son un tratamiento básico a lo largo de la vida del paciente y cuando es necesario se utilizan ortesis (dispositivos externos que ayudan al movimiento). La toxina botulínica se utiliza con inyecciones en los músculos afectados periódicamente (cada 6 meses) para reducir el tono muscular y evitar posturas anómalas, pudiendo así favorecer mejoras en los movimientos y el crecimiento del músculo. Pruebas complementarias del tratamiento de la parálisis cerebral La sospecha diagnóstica se realiza por los datos clínicos y exploración física . En caso de dudas diagnósticas se puede realizar una enorme lista de pruebas: análisis de sangre con determinaciones distintas (cobre o ceruloplasmina, enzimas lisosomales, ácido úrico, lactato y piruvato, anticuerpos frente a agentes causantes de infecciones, aminoácidos o ácidos grasos…etc), o determinaciones en orina (cetoácidos, ácido vanilmandélico…etc). Otras pruebas que se pueden realizar son electrocardiograma, ecografía cerebral, TAC, resonancia magnética, electromiograma y electroencefalograma, entre otras. Factores desencadenantes de una parálisis cerebral El factor desencadenante de la aparición de una parálisis cerebral es una lesión cerebral no progresiva en el transcurso del proceso madurativo de este. Factores de riesgo de la parálisis cerebral Algunos de los factores de riesgo de parálisis cerebral son: Inadecuada vacunación de la madre y/o del bebé. Prematuridad. Bajo peso al nacer y retraso del crecimiento intrauterino. Enfermedades maternas como hipertensión arterial , alteraciones de la coagulación, enfermedades autoinmunes, enfermedades tiroideas, fiebre, infecciones…etc. Alteraciones en la placenta (infecciones o alteraciones vasculares). Gestación múltiple . Intoxicación por medicamentos u otros tóxicos. Infecciones en el recién nacido. Complicaciones de la parálisis cerebral Alteraciones visuales (aparecen en un 50%). Disfunciones auditivas (se da en un 20%). Retraso cognitivo ( entre un 50-70%). Epilepsia. Alteraciones psicológicas . Problemas digestivos (dificultad en la alimentación, malnutrición, reflujo gastroesofágico y/o estreñimiento). Problemas respiratorios (aspiraciones y/o neumonías). Alteraciones bucodentales (caries y/o maloclusión dental). Alteraciones musculoesqueléticas (contracturas, escoliosis, luxación de caderas, etc). Prevención de la parálisis cerebral Prevención prenatal : consejo genético, vacunaciones adecuadas en la mujer antes del embarazo (rubéola), control obstétrico del embarazo, así como prevenir la prematuridad en el nacimiento. Prevención perinatal : asistencia correcta en el parto, tratamiento adecuado de la hipoxia (falta de oxigenación por el parto), de la hipoglucemia (disminución del azúcar en sangre), de las infecciones…etc. Prevención postnatal : vigilancia de los niños de alto riesgo, tratamiento precoz y adecuado de las infecciones en el lactante. Especialidades a las que pertenece la parálisis cerebral El tratamiento requiere un enfoque multidisciplinario por parte de pediatras, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, traumatólogos, logopedas, psicólogos, neurólogos, otorrinolaringólogos y oftalmólogos. Preguntas frecuentes ¿Qué es la parálisis cerebral espástica? Trastorno que afecta al movimiento y la postura en los que se produce un aumento del tono muscular con escasez de movimientos espontáneos. ¿Qué es la parálisis cerebral de carácter leve? La parálisis cerebral de carácter leve es aquella presentación de la parálisis cerebral que se manifiesta con mínimas alteraciones en el organismo que afecten al movimiento, así como escasas complicaciones que afecten al desarrollo cognitivo, los sentidos o el lenguaje . ¿Qué es la atetosis? La atetosis es un trastorno caracterizado por movimientos continuos involuntarios lentos y extravagantes de dedos y manos debido frecuentemente a una lesión en una parte del cerebro llamada núcleo estriado. ¿Qué es la parálisis flácida? La parálisis flácida es una afectación del músculo que produce una disminución de su tono con disminución y pérdida de la fuerza muscular . ¿Qué es la hipertonía muscular? La hipertonía muscular es un aumento del tono de la musculatura que se produce por una alteración en la regulación de la contracción-relajación del músculo, estando estos en estado de contracción y rigidez mantenida.