
Artículo especializado
 Motivos por los que Tenemos Gastritis 
   Muchas personas, ante cada comida, viven el momento con sufrimiento y  pierdan las ganas de comer . Además, en muchos casos limitan mucho su alimentación y no siguen una dieta variada y equilibrada, con el riesgo que esto conlleva para la salud si se mantiene en el tiempo. Es el caso de quienes sufren gastritis, una  inflamación de la mucosa gástrica , o capa que reviste por dentro el estómago, que lo protege de la acidez de los jugos gástricos y que cuando se inflama ocasiona molestias.     
  Qué sucede  
 
  Cuando esta inflamación aparece en un  corto periodo de tiempo se denomina gastritis aguda . En estos casos suele aparecer de repente, suele durar pocos días y remite cuando desaparece el agente causante. Suele estar provocada por el consumo prolongado de algunos fármacos (ibuprofeno,   acetilsalicílico o naproxeno), la ingesta excesiva de alcohol y también por estrés. Si esta inflamación se prolonga en el tiempo durando meses o años se denomina crónica. En estos casos la causa más habitual es debido a la infección bacteriana producida por la bacteria Helicobacter pylori.   
  Otra clasificación sería  según la morfología o zona donde la lesión inflamatoria afecta a la mucosa digestiva . Se clasifica como gastritis fúndica (afecta a la zona fúndica o fondo del órgano), gastritis antral (afecta el antro o porción inferior del estómago), gastritis corporal media, pangastritis (afección total)  
  Por último,  según la sintomatología que presenta , también se puede clasificar como gastritis erosiva o atrófica. Se define como erosiva, cuando se produce una ulceración en la mucosa del estómago, permitiendo el paso de los jugos digestivos (ácidos) y llegando a veces, a producir sangrado. Se suele relacionar con el abuso de tabaco y alcohol. En el caso de la gastritis atrófica, la capa protectora o tejido interno del estómago está alterado o afectado, provocando una mala absorción de nutrientes durante la digestión, déficit de algunas vitaminas y anemia. Esta afectación suele estar causada por la bacteria    Helicobacter pylori    y en ciertas ocasiones si no se trata puede derivar a cáncer de estómago.  
 
  ¿Cuáles son los síntomas más habituales?  
  Los síntomas de la gastritis pueden ser  muy variables ya que cada persona los puede experimentar de diferente forma . Aun así, cuando aparecen, los más frecuentes suelen ser náuseas, vómitos, dolor abdominal, acidez o ardor, aerofagia, eructos, inapetencia y en ocasiones presencia de sangre en vómito o heces.  
  ¿Cómo realizar el diagnóstico?  
  Para confirmar el diagnóstico de gastritis puede que tu digestólogo  además de basarse en los síntomas clínicos expresados solicite alguna prueba exploratoria más . Cuando hay sospecha de que la mucosa puede estar dañada o afectada es necesario realizar una gastroscopia con biopsia para obtener una muestra de tejido.  
  Cómo se trata  
   El tratamiento, por tanto, dependerá del agente que provoca la inflamación  y, en la mayoría de los casos, se cura cuando desaparece el agente causante (alcohol, medicamentos antiinflamatorios…). En otras ocasiones es necesaria la toma de medicamentos que ayudan a disminuir la acidez en el estómago y antibióticos para eliminar la    Helicobacter pylori   .  
  Por último,  se recomienda realizar cambios en la dieta , siempre según tolerancia individual, para intentar dentro de las restricciones, seguir una alimentación lo más variada posible y, cuando haya mejoría se debe ir introduciendo más alimentos de forma progresiva hasta lograr una alimentación equilibrada.  
  Recomendaciones dietéticas  
  A continuación, detallamos unos  consejos y unas recomendaciones dietéticas  a seguir cuando se tiene gastritis:  
 
  Hacer comidas frecuentes, pero de poco volumen, para evitar la excesiva distensión ya que aumenta la secreción ácida.  
  Evitar irritantes para la mucosa gástrica y que aumenten las secreciones ácidas gástricas como el café, condimentos fuertes (pimienta, chile, salsas para condimentar), alcohol, alimentos cítricos (jugo de naranja, limón, piña, fresas).  
  Sustituir el café, el descafeinado y el té (estimulan la secreción gástrica), por achicoria, malta o infusiones suaves (romero, salvia, manzanilla, etc.).  
  No ingerir comidas abundantes, pesadas o copiosas. Comer lentamente y masticar bien.  
  Evitar tomar alimentos grasos a la vez, procurando que no formen parte de la misma comida: huevo, quesos, frutos secos…  
  No comer alimentos sólidos o líquidos justo antes de ir a la cama, y dejar pasar al menos dos horas.  
  Tratar de no consumir alimentos muy grasos o técnicas culinarias como fritos, rebozados… pues retardan el proceso de vaciamiento gástrico y aumentan la secreción de ácido en el estómago, decántese por cocciones como cocido o hervido, vapor, escalfado, rehogado, plancha, horno, papillote…  
  En procesos agudos no incluir temporalmente alimentos ricos en fibra (verduras y legumbres cocinadas enteras, cereales integrales, frutos secos y frutas secas).   
  En procesos agudos suprimir los lácteos, ya que hay que recordar que el calcio y las proteínas lácteas estimulan la secreción de ácido.  
  Evitar alimentos muy salados o en escabeche por su acción irritativa al estomago.   
  No tomar bebidas con gas  
  No consumir cantidades excesivas de azúcar  
  Evitar los alimentos muy calientes o muy fríos ya que provocan irritación  
  En algunas personas que padecen acidez los derivados del tomate (salsas) y el zumo de cítricos pueden causarles molestias (comprobar tolerancia)   
  Sería aconsejable levantar la cabecera de la cama unos 15-20 cm, para permitir que la gravedad mantenga el contenido del estómago en su interior.  
 
  A continuación te mostramos una  tabla con una serie de alimentos de mejor y peor tolerancia,  a tener en cuenta en procesos agudos .  
 
 
 
 
  ALIMENTOS PERMITIDOS  
 
 
  ALIMENTOS PERMITIDOS  
 
 
  ALIMENTOS DESACONSEJADOS  
 
 
 
 
  CARNE, PESCADO, HUEVOS Y DERIVADOS  
 
 
  Se recomienda consumir la carne poco grasa  
  El pescado blanco (preferiblemente) y azul, cocinar con poca grasa.   
  El huevo se digiere mejor revuelto, en forma de tortilla, escalfados o pasados por agua.   
  Como fiambre se recomienda el de pollo o el de pavo, jamón cocido  
 
 
  Carnes grasas u embutidos grasos  
  Carnes fibrosas según tolerancia, como el conejo  
  Carnes muy condimentadas   
  Se recomienda no consumir huevo duro (según tolerancia)  
  Evitar los pescados en escabeche o en salazón  
 
 
 
 
  LECHE Y DERIVADOS  
 
 
  Preferible leche semidesnatada o desnatada, yogur natural, quesos poco fermentados; según tolerancia. Los lácteos sin lactosa se suelen digerir o tolerar mejor  
 
 
  Leche entera (puede tomarse según tolerancia), condensada, quesos fuertes y muy grasos, lácteos con nata (tipo yogurt griego) derivados lácteos (flanes, natillas…) y sobre todo los que lleven chocolate  
  En procesos agudos: Evitar los lácteos, ya que hay que recordar que el calcio y las proteínas lácteas estimulan la secreción de ácido.  
 
 
 
 
  CEREALES  
 
 
  Cereales de desayunos no integrales, azucarados o con miel según tolerancia individual. Arroces, pastas y patatas  
 
 
  Pan fresco recién horneado, cereales integrales tipo muesli, galletas rellenas y chocolate  
 
 
 
 
  LEGUMBRES  
 
  
 
  Cocidas enteras y con ingredientes grasos  como tocino, chorizo, morcilla…según tolerancia individual  
 
 
 
 
  VERDURAS Y HORTALIZAS  
 
 
  Según tolerancia. En forma de purés mejora su digestibilidad  
 
 
  Evitar las verduras flatulentas (col, coliflor, repollo, coles de Bruselas, alcachofas, cebolla, pimiento crudo y pepino) pero según tolerancia individual  
  Tomate puede producir pirosis  
 
 
 
 
  FRUTAS  
 
 
  Se recomienda en compota, purés, asadas, batidas o si se consumen enteras mejor elegirlas muy maduras  
 
 
  Evitar la fruta muy verde, ácida, en almíbar, desecadas y confitadas  
  Zumo de naranja o de uva pueden producir pirosis  
 
 
 
 
  BEBIDAS  
 
 
  Agua, caldos o infusiones suaves, zumos (evitando los ácidos) y bebidas refrescantes no azucaradas  
 
 
  Bebidas que irritan la mucosa y aumentan la acidez: Café, descafeinado, té, bebidas excitantes (cola, guaraná,…), bebidas con gas, bebidas con chocolate y alcohólicas.   
 
 
 
 
  GRASAS  
 
 
  Aceite de oliva y semillas (girasol, maíz, soja,…). La grasa en crudo se tolera mejor  
  Cocciones que requieran poca grasa, como horno, vapor, hervidos, rehogados con poco aceite,…  
 
 
  Nata, manteca, tocino, sebo…  
  Evitar fritos, empanados, rebozados, y platos muy oleosos  
 
 
 
 
  OTROS PRODUCTOS  
 
  
 
  Extractos para sopas en cubitos, caldos concentrados, miel, fritos grasos, pastelería, repostería, chocolate, frutos secos, salsas picantes, helados y sorbetes. Los contrastes de temperatura irritan la mucosa digestiva