La mielitis es el conjunto de enfermedades que dan lugar a una inflamación de la médula espinal, secundaria a la infección vírica o bacteriana o a otros procesos inflamatorios. Los casos suelen ser unos 6 a 14 casos por millón de habitantes año. Es una enfermedad grave que debe de ser tratada de forma rápida tras el diagnóstico para evitar secuelas.
Los tipos pueden clasificarse en función de su duración en:
Según la zona que afecta sera:
Las causas son variadas:
Los síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza, parestesias, pérdida de control de esfínter urinario, dolor punzante a nivel de la espalda y las piernas, debilidad muscular, hormigueo en manos y pies, y sensibilidad intensa al calor y al frío.
El tratamiento inicial será los corticoides intravenosos y la rehabilitación, que pueden llevar asociados el tratamiento necesario para la infección si la hubiera.
Cuando no responde a los corticoides se puede usar la plasmaféresis que lo que hacen es retirar los anticuerpos contra la médula espinal de la sangre.
El tratamiento rehabilitador se puede prolongar hasta 2 años.
Las pruebas complementarias para el diagnóstico serán analítica de sangre con recuento celular y velocidad de sedimentación en la cual se hallará un aumento de los glóbulos blancos y de la velocidad de sedimentación. También se procederá a analítica en laboratorio de microbiología del líquido cefalorraquídeo con cultivo del mismo para reconocer el germen que produce la infección.
Entre las pruebas de imagen se deberá de realizar lo antes posible una resonancia magnética para poder valorar la compresión medular si la hubiera o bien la inflamación de la médula espinal.
Los factores desencadenantes de la mielitis serán las infecciones virales por herpes virus y enterovirus, enfermedades bacterianas como tuberculosis, sífilis, leptospirosis y neuroborreliosis.
Son factores de riesgo ciertas enfermedades como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Lyme o el lupus.
También ciertos fármacos como los antipalúdicos y antimicóticos, así como la heroína intravenosa y las anfetaminas.
La mielitis va a ser tratada por médicos neurólogos.
La mielitis transversa es la inflamación aguda de la sustancia blanca y gris de varios segmentos medulares adyacentes, en general a nivel torácico, suele afectar a la médula de forma difusa.
La mielitis es curable, puede tardar de hasta dos años en llegar a la normalidad, en aquellos casos en que los síntomas son muy rápidos de instauración, es más difícil la curación sin secuelas.
Cuando la mejoría no se produce en los primeros cinco meses tras el tratamiento, la evolución suele ser peor, dejando secuelas al paciente.
El diagnóstico rápido y el tratamiento precoz mejora el resultado final.
La mielosis funicular es la degeneración de la médula espinal. Se trata de una enfermedad desmielinizante, casi siempre combinada (afecta a varios cordones medulares), aparece vinculada a la anemia perniciosa (escasez de glóbulos en el organismo) en un 80% de los casos y a la aclorhidria gástrica (ausencia de ácido gástrico) y da lugar a parestesias, debilidad muscular y alteraciones de la sensibilidad.
Las secuelas de la mielitis no podrán ser valoradas hasta pasadas dos años. Pueden ser alteraciones de la sensibilidad, adormecimiento de extremidades y, en algunos casos, parálisis mantenida.
La neuromielitis óptica es una enfermedad neurológica, que produce una desmielinización a nivel del nervio óptico y de la médula espinal. Suele ser una enfermedad que actúa en brotes y da lugar a una recuperación posterior no total, con una discapacidad que va aumentando según lo hace el número de brotes. Hasta un 50% de los pacientes se quedan ciegos en cinco años y hasta un 20% pueden morir.
Se considera una enfermedad rara.