La bradicardia sinusal es una alteración de la frecuencia del impulso eléctrico del corazón producido por el nodo sinoauricular (pequeña región nerviosa del corazón encargada de transmitir el impulso eléctrico), que lleva a que el ritmo de contracción de este se enlentezca por debajo de lo normal, es decir, por debajo de 60 latidos por minuto. Se trata de una alteración habitualmente benigna, aunque siempre habrá que controlarla y tratarla si produce síntomas o se detecta alguna enfermedad que la esté produciendo.
La bradicardia sinusal puede producirse en corazones normales, sobre todo durante el sueño.
En personas que realizan mucho ejercicio físico, puede producirse un enlentecimiento de la frecuencia cardíaca. La causa que se ha estudiado es un aumento del tono vagal (activación de una parte del sistema nervioso llamado parasimpático que, a través del nervio vago, envía información para la inhibición del ritmo cardiaco). Hay estudios que sugieren que podría modificarse la propia estructura del nodo sinusal, e incluso, que la aparición de la bradicardia depende del tipo de entrenamiento realizado.
El aumento del tono vagal puede aparecer también en personas en las que se produce una compresión del seno carotídeo (aumento de presión de manera externa de una estructura nerviosa situada en los primeros milímetros de una arteria del cuello, la arteria carótida interna), por ejemplo, cuando se llevan cuellos o corbatas muy apretadas, también si hay vómitos, tos, al realizar esfuerzo para la defecación, o en la bipedestación (estar de pie) prolongada.
Otra posible causa es el padecimiento de hipertensión intracraneal, haber sufrido un infarto en el corazón, tener un síndrome de apnea obstructiva del sueño (durante los episodios de apnea o suspensión transitoria de la respiración), por hipotiroidismo, hipotermia (descenso de la temperatura corporal), anorexia nerviosa, enfermedades neuromusculares, síndromes genéticos familiares raros (como mutación del HCN4), infecciones (enfermedad de Chagas, legionella, fiebre tifoidea, etc), o por tener alteraciones de la concentración de sustancias en el organismo (potasio, calcio, etc).
El consumo de algunos fármacos también puede producir una disminución de la frecuencia cardíaca (Digoxina, antagonistas del calcio, antidepresivos tricíclicos, litio, Ranitidina, betabloqueantes... etc).
La bradicardia sinusal puede presentarse de forma asintomática o producir síntomas como mareo, síncope (pérdida de conocimiento) o insuficiencia cardíaca, esto es, una mala función del corazón que, con una frecuencia tan baja, bombea mal la sangre hacia el cuerpo, con lo que puede haber un estancamiento de la sangre en los vasos sanguíneos que llevan de vuelta la sangre desde el resto del cuerpo al corazón, es decir, en el sistema venoso. En otras ocasiones se manifiesta como una escasa respuesta al ejercicio físico, con aparición de fatiga o sensación de falta de aire.
La bradicardia sinusal no requiere tratamiento, excepto cuando produce inestabilidad hemodinámica, es decir, que la frecuencia cardíaca sea tan baja que la tensión arterial disminuya de forma importante y así, no llegue adecuadamente la sangre a los tejidos y órganos, con lo que estos pueden empezar a fallar.
En ese caso, el tratamiento puede ser el uso de fármacos que aumentan la frecuencia como Atropina, Adrenalina, etc, administrados por vía intravenosa, o la implantación de un marcapasos (dispositivo externo que transmite el impulso eléctrico para que el músculo cardíaco se contraiga a una frecuencia por encima de 60 latidos por minuto), que habitualmente se precisa de forma transitoria.
También deben corregirse aquellas causas que pueden estar produciendo la bradicardia sinusal, como normalizar la cantidad de potasio en la sangre, aumentar la temperatura corporal en caso de hipotermia, etc.
Para el diagnóstico de la bradicardia sinusal inicialmente se realizará una exploración física con auscultación cardíaca con el fonendoscopio (escuchar el corazón). Así, el médico calcula la frecuencia cardíaca que tiene el paciente y si los latidos se escuchan de manera rítmica o arrítmica.
El diagnóstico de la bradicardia sinusal se hace con la realización de un electrocardiograma, con el que obtenemos un registro gráfico del ritmo del funcionamiento del corazón. En ocasiones, se realiza un registro continuado de la frecuencia cardíaca durante 24 horas mediante un Holter, para detectar bradicardias que no se presentan de forma constante.
Dependiendo de las causas que se sospechen que pueden estar produciendo la bradicardia sinusal, se realizan otro tipo de pruebas para confirmar y diagnosticar estas patologías (analíticas de sangre, ecografía del corazón, etc).
Los factores de riesgo que pueden precipitar el padecer una bradicardia sinusal son: la edad, ser una persona que realiza ejercicio físico intenso, tomar determinados medicamentos que puedan alterar el ritmo del corazón o sufrir enfermedades cardiacas.
Prevención de la bradicardia sinusal
La bradicardia sinusal es una afección que puede tratarse por distintos especialistas según en las circunstancias donde esta aparezca y su gravedad, por ejemplo, por el médico de urgencias hospitalarias o extrahospitalarias, el médico de familia, el especialista de medicina interna o de medicina intensiva, etc. Aunque la especialidad que puede realizar de forma más concreta la indicación de pruebas complementarias y del tratamiento en un paciente estable, pero con síntomas, es el cardiólogo.
El nodo sinusal o marcapasos del corazón es una pequeña estructura nerviosa encargada de transmitir los impulsos eléctricos a través de un sistema de conducción del corazón, para que las fibras musculares de este se contraigan en cada latido de forma rítmica.
El nodo sinusal o sinoauricular se sitúa en la parte superior derecha de la aurícula derecha del corazón.
El nódulo auriculoventricular, nódulo A-V o atrioventricular, también conocido como nódulo de Aschoff-awara, se localiza en la base del tabique interauricular, que es una pared que separa las dos aurículas.
El triángulo de Koch es un pequeño espacio de morfología imaginaria triangular, delimitado por estructuras específicas del corazón (por detrás por el orificio del seno coronario, por delante por la valva septal de la válvula tricúspide, y por arriba por la banda del seno). En él se localiza un elemento del sistema de conducción cardíaca importante (nódulo auriculoventricular).
El seno coronario se encuentra localizado en la parte posterior del corazón, entre la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo (exactamente entre la desembocadura de la vena cava inferior y el orificio auriculoventricular derecho).