La niacinamida es una vitamina implicada en múltiples funciones a nivel metabólico y de reparación celular. Entre otras, desempeña diversas acciones que son beneficiosas para la piel.
La niacinamida es una de las formas químicas en las que se presenta la vitamina B3. Esta forma hidrosoluble de vitamina B se caracteriza por causar en caso de carencia una enfermedad, la pelagra. Aunque es muy poco habitual en nuestro entorno, puede cursar de manera grave con afectación a diversos niveles, causando dermatitis, diarrea y demencia.
La vitamina B3 está presente en alimentos como frutos secos, carnes, pescados y alimentos de origen vegetal.
La niacinamida es necesaria para el correcto funcionamiento del metabolismo de las grasas y de la glucosa, manteniendo las células sanas y jugando un papel importante en muchas reacciones de oxidorreducción en las que ejerce como antioxidante, entre otras funciones.
En cuanto a la piel, la niacinamida participa en reacciones enzimáticas importantes que contribuyen a mantener la piel en buen estado.
La niacinamida es una sustancia que, junto con el resto de formas químicas que constituyen la vitamina B3, juega una función importante en el suministro de energía y la síntesis de nutrientes celulares. También participa en la síntesis y reparación del ADN, así como contrarrestando la oxidación y el envejecimiento celular.
La niacinamida presenta diversidad de aplicaciones para la piel. De este modo, su administración tópica a través de productos cosméticos ha mostrado su eficacia en las siguientes situaciones:
Como se ha visto, la niacinamida presenta múltiples efectos que pueden ser beneficiosos para la piel, especialmente en personas con características específicas:
Por todo lo visto, es evidente que la incorporación de la niacinamida como principio activo en cosméticos puede ser beneficiosa para múltiples aspectos de la piel.
Por vía tópica, la niacinamida se aplica en la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades cutáneas, como la dermatitis atópica, el acné o las hiperpigmentaciones. Destaca su efecto antioxidante, protege frente a la contaminación de la piel por medio de la polución, es útil frente a los signos del envejecimiento, mejora el tono de la piel y afina los poros.
En cualquier caso, no hay que olvidar que el aporte de nutrientes por medio de la dieta es esencial para mantener un buen estado de salud. Esto incluye el estado de la piel y su aspecto. De nada sirve aplicar un cosmético con niacinamida o cualquier otro componente activo si después la dieta muestra múltiples carencias y desequilibrios.
En algunos casos puede ser recomendable tomar un suplemento de vitaminas del grupo B para subsanar estos desequilibrios. Debe tenerse en cuenta que en estados de estrés se consume más vitaminas B con lo cual sería importante aumentar su aporte mientras duren estas situaciones.
De todos modos, una dieta rica en alimentos de origen vegetal con la inclusión de carnes y pescados asegurarán un aporte adecuado de vitamina B3.
Por otro lado, la aplicación tópica de nicotinamida aumentará en la piel todos sus beneficios.
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