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Lesión de Isquiotibiales en el Fútbol

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José María tiene 24 años, estudia Derecho y juega en dos equipos de futbol. Hace un mes, comenzó a tener molestias en la parte posterior de la pierna.

El domingo tuvo partido y al final de la primera parte corriendo hacia el balón, sintió un fuerte pinchazo en la pierna  y tuvo que retirarse porque el dolor no le permitía seguir. Su entrenador le recomienda que se ponga frío durante los 2 días siguientes y que guarde reposo. Una semana después sigue con dolor en la pierna, no puede correr y cuando está tiempo sentado el dolor aumenta.

Una de las lesiones más frecuentes de los futbolistas son las microroturas en la zona de los isquiotibiales, concretamente en el bíceps femoral.

Los isquiotibiales forman parte de los músculos de la pierna, están formados por tres músculos: el bíceps femoral, el semimembranoso  y el semitendinoso, los tres unen la pelvis con la rodilla por la parte posterior y su principal función es flexionar la rodilla.

Una de las lesiones más frecuentes de los futbolistas son las microroturas en la zona de los isquiotibiales, concretamente en el bíceps femoral

Esta lesión suele aparecer después de unos minutos jugando a una intensidad alta. Los músculos están fatigados y la sincronización entre los grupos musculares falla y como respuesta podemos tener un tirón muscular (si el músculo se contrae de forma continua) una microrotura o desgarro muscular (si se rompen parte de las fibras musculares) o una rotura completa (si la intensidad de la contracción es demasiado fuerte).

En el caso de José María, la molestia comenzó al final de la primera parte del partido. Es posible que sus músculos se fatigaran y no soportaran la intensidad que el partido requería. Le preguntamos por la frecuencia de sus entrenos, nos cuenta que las semanas antes del partido debido a los exámenes había dejado de entrenar y además había cogido peso.

Cuando palpamos la zona de dolor, sentimos que en una zona del músculo (bíceps femoral) nuestros dedos se hunden, duele, la zona está más caliente y hay  hematoma. El diagnóstico es ROTURA DE FIBRAS EN EL BICEPS FEMORAL.

Jose María llega a la consulta una semana después de producirse la lesión. Ha estado aplicando frío y guardando reposo como le dijo su entrenador de forma que la fase inflamatoria aguda ha pasado y después de 7 días la rotura fibrilar está comenzando a cicatrizar.

Nuestro objetivo en la primera sesión será:

Establecer una buena movilidad de todas las articulaciones relacionadas con la lesión: La pelvis, la rodilla, el tobillo y el pie. Cuando se produce una lesión de estas características debemos comprobar que las estructuras relacionadas con la lesión se mueven correctamente. Esto facilitará el tiempo de recuperación y evitará lesiones en ocasiones posteriores.

Proporcionar una buena circulación sanguínea para ayudar en el proceso de cicatrización y drenar el exceso de líquido que se ha acumulado en la zona. Para ello realizamos técnicas de masaje en todo el grupo muscular.

Hay que proporcionar una buena circulación sanguínea para ayudar en el proceso de cicatrización y drenar el exceso de líquido que se ha acumulado en la zona.

Ayudar a la cicatriz para que se forme correctamente evitando fibrosis y adherencias musculares. Realizamos movilizaciones y estiramientos de forma suave y controlada para activar el músculo.

Terminamos la sesión utilizando un vendaje neuromuscular o  kinesiotaping con el objetivo de dar estabilidad a la zona y mantener el músculo relajado hasta la próxima sesión.

Con estos vendajes se evitan fibrosis y adherencias musculares.

Recomendamos a José María caminar mínimo 1hora al día y realizar estiramientos suaves de los principales músculos del miembro inferior. (Isquiotibiales, gemelos,  cuádriceps, Psoas iliaco, aductores y tensor de la fascia lata).

En la segunda sesión han pasado dos semanas, José María se encuentra mejor, ya no siente dolor cuando está sentado pero cuando corre sigue notando molestias.

La zona de lesión tiene mejor aspecto, el hematoma se ha reducido casi por completo, cuando palpamos la zona lesionada hay un ligero dolor y la temperatura en la zona está normalizada.

El objetivo en esta sesión será:

Relajar la musculatura con técnicas manuales.

Recuperar todo el movimiento de la articulación de la pelvis, la rodilla y el pie.

Trabajar  la fuerza de la pierna con ejercicios isométricos y  excéntricos.

Realizar estiramientos pasivos de todos los grupos musculares de la pierna.

Después de la sesión recomendamos a José María realizar ejercicios en el gimnasio durante la siguiente semana.

– 10 minutos de bici o elíptica para el calentamiento.

-Potenciación de los abdominales (planchas)

– Potenciación excéntrica de los isquiotibiales

– Ejercicios de propiocepción.

Y para terminar estiramientos de todos los músculos de la pierna prestando más atención a los isquiotibiales.

Una semana después de realizar estos ejercicios, recomendamos:

-sustituir los 10 minutos de bici por carrera continua e ir aumentando de intensidad y tiempo de forma progresiva a lo largo de los días.

-Seguir con los ejercicios de activación abdominal

-Seguir con los ejercicios excéntricos pero aumentando la intensidad y las repeticiones

– Realizar ejercicios de potenciación concéntrica.

-Terminar el entreno con ejercicios de propiocepción y estiramiento.

A las 5 semanas José María juega un torneo de fin de semana sin tener ninguna molestia.

Debemos tener en cuenta que la lesión en los isquiotibiales puede reaparecer durante las dos semanas después de comenzar a jugar. Para evitarlo recomendamos a José María:

Realizar una alimentación adecuada y tener una buena hidratación.

Realizar entrenamientos fuera de los partidos realizando:

– ejercicios de potenciación de la musculatura de la pierna y el abdomen.

– ejercicios excéntricos de los isquiotibiales.

-Ejercicios de propiocepción de los miembros inferiores.

-Ejercicios de estiramientos (después de cada entreno y de cada partido).

Artículo escrito por Patricia de Maya. (Fisioterapeuta)