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Deporte en familia: iníciate en el yoga

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El yoga es un tipo de actividad que combina el control del cuerpo y de la mente. Esta disciplina tiene su origen en una tradición de la India y que cada vez es más popular en nuestro entorno. Su objetivo es alcanzar el bienestar físico y mental a través de una serie de posturas corporales las asanas que fortalecen y dan flexibilidad, además de incluir ejercicios de respiración, meditación y concentración mental.

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Deporte en familia: iníciate en el yoga

No hay una edad ideal para la práctica del yoga: pueden disfrutarlo desde los niños hasta las personas mayores. Tampoco es necesario encontrarse en buena forma física para practicarlo. Hay modalidades de yoga que se adaptan a prácticamente todas las circunstancias.

Una forma de practicarlo es junto a toda la familia. En este caso, la actividad corporal no solo permite dar fuerza y flexibilidad al cuerpo, sino que puede ayudar a fortalecer el vínculo afectivo y la comunicación con la pareja, los hijos, los abuelos, etc. De este modo, se favorece la armonía, el equilibrio y la unión familiar.

No hay un solo tipo de yoga

El yoga engloba diferentes tradiciones, unas con mayor exigencia física y mental que otras. Entre quienes lo practican, es posible encontrar muy distintas motivaciones. Los hay que aprecian sobre todo su faceta espiritual, mientras que otros buscan la mejora del estado físico derivada de su práctica habitual y poder sentirse mejor con su cuerpo.

El yoga es una actividad milenaria que ha ido evolucionando con el tiempo y se ha ido adaptando a las diferentes necesidades de comunidades e individuos. Por ello, se pueden encontrar multitud de variantes o tipos de yoga. Algunos ejemplos de ello son:

  • El hatha yoga, que incorpora diferentes posturas corporales para incrementar la flexibilidad y fortaleza del cuerpo. Es ideal como introducción al yoga y presenta un gran valor preventivo y de rehabilitación de lesiones.
  • El bharata yoga se centra en la movilidad de la columna vertebral.
  • El yoga ayurvédico combina de forma individualizada las posturas, la respiración, la relajación y la meditación para alcanzar un buen estado de salud y bienestar.

Yoga en casa

Lo ideal para empezar a practicar el yoga es contar con un entrenador personal cualificado que pueda darnos indicaciones y asesorarnos en función nuestros objetivos y que pueda guiarnos para conseguir que realicemos las posturas y ejercicios de manera correcta.

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Existen asanas para todos los niveles, en las que siempre es importante observar las reacciones del cuerpo. Otro elemento fundamental dentro de la práctica del yoga es la respiración −el objetivo es poder respirar lenta y profundamente que habrá que acompasar con las posturas.

Algunas de las posturas básicas son:

  • El loto o padmasana. Sentado con las piernas entrelazadas y dejando los brazos paralelos a las piernas. Se trata de la imagen más típica del yoga, en la que la relajación mental y la meditación se pueden desarrollar con facilidad.
  • La cobra. Tendido boca abajo, levantar el tronco apoyando las palmas de las manos en el suelo, dejando las piernas extendidas en el suelo.
  • La sumisión. Situarse de rodillas dejando caer el peso del cuerpo sobre los talones, a la vez que inclinamos el tronco hacia adelante. Tocar con la cabeza en el suelo.

Sesión de Yoga en familia

En una sesión familiar de yoga se debe dar prioridad a fortalecer el vínculo y la comunicación entre padres e hijos, por lo que las asanas se adaptarán a las diferentes edades y niveles. Se deben incluir tanto asanas en pareja como grupales.

Gracias a la práctica de yoga en familia, se comparten momentos de juego y relajación en casa, mezclando asanas, el acroyoga (mezcla de acrobacia y asanas en las que participa toda la familia), el control de la respiración (pranayama) y elementos de meditación.

Comenzar es muy sencillo y solo se necesita un espacio despejado, unas cuantas esterillas en el suelo y vestirse con ropa cómoda que permita amplios movimientos.

Beneficios del yoga en familia

El yoga en familia, además de los beneficios derivados de la práctica del yoga, puede determinar beneficios como:

  • Fomentar la creatividad y espontaneidad.
  • Entretener, siendo una forma de juego que ayuda a trabaja la paciencia y la atención, especialmente, en los más pequeños.
  • Fomentar la comunicación emocional.
  • Potenciar la armonía familiar y ayudar a enfrentarse a situaciones de estrés.
  • Trabajar la coordinación y la sincronización.
  • Trabajar la respiración, la concentración y la memoria.

Trabajar la fuerza, la flexibilidad, la agilidad y el equilibrio.

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El yoga y sus beneficios para la salud

La Organización Mundial de la Salud define el yoga como una herramienta valiosa para aumentar la actividad física y prevenir enfermedades.

Una de las ventajas del yoga es que se trata de una disciplina que se puede practicar tanto en casa, como en gimnasios o en centros sanitarios. En este último caso, para ayudar en la recuperación de diferentes procesos y enfermedades.

En cualquier caso, el yoga es una disciplina que puede practicar tanto gente sana como personas aquejadas de diversas patologías. No se trata de una forma de terapia, ni su práctica por sí sola va a determinar la curación de patologías físicas o mentales. Sin embargo, multitud de estudios científicos observan beneficios de su práctica regular en determinadas condiciones. En algunos casos, se trata de estudios de calidad cuestionable o con escasa potencia estadística, pero incluso seleccionando solo los más rigurosos, hay evidencia suficiente para recomendar la práctica del yoga en numerosas situaciones.

Los datos confirman que la práctica regular del yoga mejora la forma física, tanto la fuerza como la flexibilidad y el equilibrio, y tiene un efecto beneficioso sobre el dolor osteomuscular, como por ejemplo en la lumbalgia.

La práctica del yoga también ha mostrado efectos positivos sobre la depresión y el estrés, y se recomienda en personas mayores con un riesgo aumentado de sufrir caídas y fracturas por la mejora que produce en aspectos como el equilibrio y la coordinación. Existe además cierta evidencia sobre su utilidad en personas que desean dejar de fumar, para el control de la tensión arterial, para el alivio de la fibromialgia e incluso para el manejo del asma.

En diversos estudios llevados a cabo con mujeres que padecían cáncer de mama, la recomendación de yoga como intervención de apoyo, mejoró la calidad de vida relacionada con la salud, la reducción del cansancio y los problemas de sueño. De igual modo, la práctica de yoga redujo la depresión, la ansiedad y el cansancio en comparación con intervenciones psicosociales o educacionales.

Contraindicaciones y efectos adversos del yoga

No existen contraindicaciones absolutas del yoga, además de que sus diferentes variedades permiten la elección de aquella que más se adapte a las características, expectativas y condiciones del yogui o practicante.

En cualquier caso, nunca está de más atender a una serie de precauciones. Como se ha dicho, el yoga puede ser útil para aliviar dolores de tipo osteomuscular, pero cuando el dolor está causado por un problema orgánico identificado, como por ejemplo una hernia discal o la artrosis en una articulación, pueden existir movimientos que resulten contraproducentes. De ahí la necesidad de adecuar la práctica del yoga a las circunstancias concretas de cada cual, y si es posible, consultar con un monitor de yoga, un médico o un fisioterapeuta que defina bien los límites posturales, de movimiento, etc. Finalmente, es recomendable huir de las posturas dolorosas. Si bien alguna postura de yoga, especialmente al principio, puede resultar incómoda, nunca debería ser dolorosa.

Las lesiones asociadas a la práctica del yoga son infrecuentes, pero es importante contar con el asesoramiento de un entrenador cualificado, y comenzar en un nivel y estilo ajustado a las capacidades y circunstancias de cada uno.

¡No lo dudes, ponte a practicar yoga en familia!

No hay edad para comenzar a practicar el yoga: pueden disfrutarlo los más pequeños y las personas mayores (los abuelos se pueden apuntar también). Tampoco es necesario tener una gran condición física para practicarlo. Así que, si te apetece, ¡ponte a practicar yoga en familia!

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