¿Qué te viene a la mente cuando piensas en la transición hacia la jubilación o prejubilación? Seguro que entre los primeros pensamientos se encuentra el tiempo libre, dejar de madrugar, ganar calidad de vida y… también el estrés financiero. Pero una jubilación satisfactoria y sin preocupaciones financieras es posible si se planifica con antelación. Sin embargo, más del 50% de los españoles no ahorra lo suficiente para jubilarse con tranquilidad. Para evitar esta incertidumbre, las empresas pueden jugar un rol decisivo proporcionando herramientas y recursos que permitan a sus empleados transitar esta etapa con serenidad emocional y seguridad financiera.
En España, la edad de jubilación ordinaria se sitúa actualmente en 66 años y 8 meses para quienes han cotizado menos de 38 años y 3 meses. Además de los requisitos fundamentales para la jubilación o prejubilación, es importante tener en cuenta que la esperanza de vida continúa en aumento. Esto implica que los recursos financieros deben extenderse durante más años. Por ello, una planificación financiera temprana es esencial para evitar sorpresas desagradables, reducir la incertidumbre y mantener el estilo de vida deseado tras la jubilación.
Sin olvidar que la falta de previsión puede llevar a decisiones precipitadas motivadas por sesgos cognitivos, como la aversión a la pérdida o el exceso de confianza.
¿Cuáles son las mejores estrategias financieras para una jubilación sin estrés? ¿Qué pueden hacer las empresas para ayudar a sus empleados? Cada vez son más las organizaciones que toman conciencia del estrés financiero que enfrentan sus trabajadores próximos a jubilarse y cómo este afecta a su productividad. Para evitar esta situación, las empresas pueden implementar programas específicos para ayudarles a planificar mejor su futuro económico, entre los que destacan:
Además, algunos trabajadores deciden prolongar su vida laboral más allá de la edad ordinaria, beneficiándose de incentivos económicos de la jubilación demorada.
El bienestar financiero está estrechamente ligado al emocional. En la jubilación o prejubilación las personas pueden sufrir ansiedad, pérdida de identidad profesional y aislamiento social. De hecho, las personas que se encuentran en el primer año de su jubilación tienen aproximadamente un 40% más probabilidades de sufrir un infarto o un derrame cerebral que las que siguen trabajando.
Para abordar estos desafíos, las empresas pueden fomentar actividades de team building que mantengan los vínculos sociales activos, además de ayudar a los empleados a descubrir nuevos hobbies o actividades que aporten sentido a su nueva etapa vital. Y, por supuesto, proporcionar programas de bienestar integral -combinando bienestar físico, emocional y financiero- a través de servicios especializados como sesiones de psicología o actividad física.
En definitiva, las empresas que apoyan a sus empleados durante la transición hacia la jubilación cumplen con un propósito social, fortalecen su reputación y aumentan la fidelización de sus trabajadores. En Savia, salud digital MAPFRE, impulsamos programas de bienestar integral que facilitan una jubilación tranquila, sin estrés, potenciando la seguridad financiera y el bienestar emocional y físico de los empleados. Infórmate sin compromiso.