El feedback, retroalimentación en español, es la clave para fomentar una mejor comunicación y desempeño en cualquier equipo de trabajo. El éxito de una compañía depende en gran medida de la capacidad de sus trabajadores para crecer, mejorar y adaptarse. Por ello, líderes y empresarios tienen la responsabilidad de guiar a sus empleados en el desarrollo continuo a través del feedback constructivo. Dar feedback es una herramienta útil para motivar, inspirar y fomentar el crecimiento profesional, aumentando así la productividad de la empresa.
El feedback constructivo es la retroalimentación honesta y útil sobre el desempeño, comportamiento o resultados de una persona. A diferencia del feedback negativo, el feedback constructivo se enfoca en identificar fortalezas y áreas de mejora de una manera constructiva y respetuosa.
Entre las ventajas de dar y recibir feedback encontramos:
Para conseguir que el feedback sea constructivo, toma nota de estos consejos sobre cómo dar feedback de una manera correcta:
Céntrate en hechos concretos y no en interpretaciones. Describir situaciones específicas que ejemplifican el problema o mostrar datos y hechos, ayudará a la persona a comprender qué aspectos específicos debe mejorar.
Es importante utilizar un tono amable y respetuoso al dar feedback constructivo. Evita ser condescendiente o agresivo para no generar una reacción defensiva. La conversación debe darse en un ambiente confidencial, sin interrupciones, para que las personas se sientan cómodas y en confianza.
El feedback constructivo no trata solo de resaltar las áreas de mejora, sino también de reconocer y alabar las fortalezas o logros del trabajador. Esto ayuda a mantener un equilibrio positivo y fomentar la confianza.
En lugar de simplemente señalar los problemas, brinda posibles soluciones o sugerencias para que la persona pueda mejorar. Cuando ambas partes proponen alternativas o soluciones se fomenta el trabajo en equipo, creando un resultado eficaz y de mayor impacto.
Hazle saber a la persona tu disposición para escuchar. La escucha activa ayuda mucho a comprender y evaluar posibilidades de apoyo, además de permitirte observar su capacidad de autocrítica o su propia opinión de la situación.
Alabar el desempeño o los resultados de un trabajador y aprovechar para exponer situaciones de mejora es relativamente sencillo. Sin embargo, las dificultades comienzan cuando hay que hablar sobre aquellos aspectos que no van tan bien.
Guíate con estos ejemplos de feedback constructivo y feedback negativo para saber cómo aplicarlo en el trabajo:
Este tipo de feedback es específico, basado en hechos y busca ayudar a la persona a mejorar en el futuro.
Este tipo de feedback es demasiado general, crítico y no ofrece ninguna sugerencia para mejorar. En lugar de ayudar, puede hacer que la persona se sienta desanimada y desmotivada.
Es importante saber cómo dar feedback, pero también lo es saber cómo recibirlo. Las siguientes claves te ayudarán a gestionar estas situaciones:
Tanto para dar como para recibir feedback es esencial mantener un equilibrio emocional. Si no nos sentimos bien (física o emocionalmente), es complicado que podamos encajar una crítica o que no sepamos transmitir adecuadamente una valoración. Por eso es importante que como empresa cuides la salud física y emocional de tu equipo.
Desde Savia Empresas podemos ayudarte gracias a nuestros programas de bienestar o a través de videoconsultas de psicología para garantizar el bienestar emocional de tus empleados. Infórmate en nuestra web sin compromiso.