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Conoce Todos los Tipos de Leucemia
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Conoce Todos los Tipos de Leucemia

¿Qué sucedería si existe una reproducción sin control de las células encargadas de producir los leucocitos?. La respuesta: pues que se originaría una leucemia. Y lo que sucedería no es otra cosa que una gran cantidad de glóbulos blancos, en diferentes grados de maduración, accedería a la sangre. Te explicamos qué es una leucemia y los diferentes tipos que existen . ¿Qué son los leucocitos? Los leucocitos son las células comúnmente llamadas “glóbulos blancos” y forman parte fundamental de las defensas del organismo frente a infecciones externas. Los leucocitos se originan en la médula ósea, que es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de la mayoría de los huesos. En esa zona se originan unas células inmaduras llamadas blastos . Estos blastos sufren un proceso de maduración mediante el cual se acaban transformando en un tipo concreto de leucocitos, como son por ejemplo los linfocitos, o los neutrófilos o los monocitos. Cada uno de ellos tendrá una función particular dentro de la defensa del organismo frente a infecciones. Tipos de leucemia Como ya hemos comentado, dentro de los glóbulos blancos o leucocitos, podemos diferenciar varios tipos. Si la proliferación de células afecta a las células que producirán los linfocitos, hablamos de una leucemia linfática y, por el contrario, si afecta a las células que madurarán a otros tipos de glóbulos blancos (neutrófilos, basófilos, etc.) hablamos de leucemia mieloide. Por otro lado, es muy importante conocer el grado de madurez que tienen las células mutadas que se reproducen sin control. Debemos saber que las células inmaduras (blastos) no tienen poder efectivo frente a las infecciones. En un individuo sano, la gran mayoría de células que circulan por su torrente sanguíneo son células maduras, que están listas para luchar contra las infecciones. En el caso de un individuo con una leucemia, las células que se reproducen sin control van sustituyendo paulatinamente a las células normales que circulan por la sangre. Así pues, si la leucemia va sustituyendo células normales por células inmaduras, el individuo no tendrá capacidad de luchar contra las infecciones y aparecerá una leucemia aguda. Si, por el contrario, la leucemia va originando células maduras, se tratará de una leucemia crónica, en la que el individuo no será tan frágil frente a las infecciones. Así pues, en función del tipo de células que está proliferando y de su grado de madurez, podremos diferenciar 4 tipos de leucemias Leucemia mieloide crónica Qué es Este tipo de leucemia se presenta en personas de mediana edad (habitualmente entre 30-70 años) y está relacionada en el 95% de las ocasiones con una mutación en un cromosoma llamado Cromosoma Philadelphia. Diagnóstico En la mayoría de ocasiones, solemos detectar la existencia de este tipo de leucemia de forma accidental en una analítica de control, puesto que suele ser asintomática hasta que ya se encuentra muy evolucionada. Lo que observamos en la analítica es una elevación muy acusada del número de leucocitos (si un individuo normal no suele tener más de 11.000 leucocitos, un paciente con leucemia frecuentemente sobrepasará los 20.000). Síntomas Cuando la leucemia produce sintomatología, ésta suele ser muy inespecífica, como cansancio, debilidad, pérdida de peso, falta de apetito o sudoración profusa. En algunas ocasiones también se puede detectar una esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo). Si no se realiza el diagnóstico en esta fase, en algunas ocasiones la leucemia crónica puede ir progresando hasta desarrollar una leucemia aguda. Esta evolución de la enfermedad no se produce en todos los pacientes y, en caso de producirse, lo hace en un tiempo muy variable, en algunas ocasiones incluso al cabo de varios años tras iniciarse la enfermedad. Una vez existe sospecha de una posible leucemia, se realizan una serie de pruebas que confirmarán el diagnóstico: Hemograma y frotis de sangre periférica: en el que se aprecia un aumento de los glóbulos blancos, con presencia de células inmaduras que no suelen aparecer en individuos sanos, y con disminución de glóbulos rojos. Biopsia de médula ósea: nos dará el diagnóstico definitivo. Se detectará una médula ósea hipercelular, con un incremento de células mieloides muy superior al número de células eritroides (precursores de los glóbulos rojos, que también se producen en la médula ósea). Tratamiento El tratamiento de estos pacientes ha evolucionado mucho en los últimos años. En la actualidad, el primer tratamiento que se ofrece a los pacientes con leucemia mieloide crónica es mediante el uso de fármacos. En gran parte de los casos, estos fármacos consiguen controlar la enfermedad, si bien no consiguen erradicarla por completo y considerar al paciente completamente curado. El único tratamiento curativo es el trasplante de médula ósea, pero dado que se trata de un procedimiento no exento de riesgos, suele considerarse como tratamiento de segunda elección y utilizarse sólo en aquellos casos que no respondan al tratamiento farmacológico. Leucemia mieloide aguda Qué es Es uno de los tipos de leucemia más frecuente, afectando principalmente a personas entre 60-75 años. Se detectan entre 1.000-1.500 nuevos casos en España anualmente. En este caso suele provocar una clínica similar al de la leucemia mieloide crónica, pero dada su rápida evolución, en poco tiempo comienza a presentar síntomas como dolores óseos, hemorragias o problemas de coagulación, esplenomegalia, o aparición de adenopatías, entre otros. Diagnóstico, tratamiento y pronóstico El diagnóstico es similar al de la leucemia mieloide crónica y su tratamiento puede ir desde el uso de quimioterapia a la necesidad de un trasplante medular. El pronóstico es muy variable en función del subtipo de células que estén involucradas. Leucemia linfática crónica Qué es Se produce en personas de edad avanzada, siendo la media de edad en el momento del diagnóstico de 60-70 años. Afecta a alrededor de 1.400 nuevas personas cada año en España. Síntomas En gran parte de los pacientes (75%) no suele producir sintomatología y únicamente provoca un aumento de la susceptibilidad a padecer infecciones. Diagnóstico, tratamiento y pronóstico El diagnóstico es similar al del resto de leucemias y su pronóstico muy variable según el caso, yendo desde casos indolentes que no necesitan ni siquiera tratamiento y que no afectan a la esperanza de vida del paciente, hasta casos agresivos que precisan de tratamiento médico, quimioterapia o incluso trasplante de médula ósea. Leucemia linfática aguda Qué es La leucemia linfática aguda es una enfermedad que suele afectar a los niños, siendo el tipo de cáncer más común entre las personas menores de 20 años. Síntomas La sintomatología es común al resto de leucemias, igual que su diagnóstico. Tratamiento El tratamiento se basa en el uso de quimioterapia y en algunos casos puede precisar de la realización de un trasplante de médula ósea. Pronóstico El pronóstico es muy variable en función del subtipo de leucemia linfática, pero en líneas generales, la supervivencia en niños se sitúa en torno a un 70% comparado con una supervivencia del 30-40% en los adultos.
Qué Debes Saber sobre la Radioterapia
Artículo especializado

Qué Debes Saber sobre la Radioterapia

Más de la mitad de los pacientes con cáncer recibe algún tipo de radioterapia durante el tratamiento. Sin embargo, es frecuente el desconocimiento sobre esta técnica terapéutica tan importante para su curación. ¿Qué es y en qué consiste? ¿Qué tipos de radioterapia existen? ¿Cuáles son sus principales efectos secundarios y por qué se producen? ¿Qué es la radioterapia y en qué consiste la técnica? La radioterapia es un tipo de tratamiento oncológico consistente en la utilización de radiaciones ionizantes, dirigidas a una zona concreta del organismo, para combatir las células cancerosas o tumorales. Para esta técnica, se emplean radiaciones de alta energía, principalmente rayos X y haces de protones, que frenan la capacidad de multiplicación y crecimiento de las células malignas. No obstante, no es un tratamiento totalmente selectivo frente a las células cancerosas, por lo que la técnica no está exenta de efectos secundarios. La radioterapia, como tratamiento único, puede resultar efectiva para algunos tipos de cánceres. Sin embargo, es habitual la necesidad de combinarla con otros tipos de técnicas para optimizar los resultados, como la asociación con quimioterapia, cirugía o inmunoterapia. ¿Qué tipos de radioterapia existen? En función de la forma de administración de las radiaciones, distinguimos dos tipos de radioterapia: Radioterapia externa : consiste en irradiar una parte muy precisa del cuerpo, marcada y delimitada previamente para mantener la exactitud de la zona a tratar en cada sesión. Este primer tipo de radioterapia es la que reciben la mayor parte de los pacientes. La técnica se realiza a través de una máquina externa que produce un haz de radiación a cierta distancia del cuerpo. Para llevarla a cabo, es imprescindible una correcta inmovilización durante el tratamiento con moldes, máscaras, yesos o reposa-cabezas entre otros dispositivos. Las sesiones suelen durar entre 5 y 10 minutos en función del tipo de cáncer y de los objetivos del tratamiento. Del mismo modo, el número de sesiones y el intervalo entre sesiones a realizar. La radioterapia externa es indolora para el paciente y no quema. Además, tras finalizar la sesión, se puede estar en contacto con otras personas, dado que el organismo no emite radiación. Se suele realizar de forma ambulatoria y, una vez finalizada la sesión, el paciente puede volver a realizar su rutina habitual de vida. Radioterapia interna o braquiterapia : este segundo tipo de radioterapia consiste en introducir el material radiactivo dentro del órgano afectado, estando en contacto directo con la zona enferma de manera temporal o permanente en función del tipo de cáncer. El manejo de esta técnica siempre es hospitalario y es posible que se requiera de ingreso. ¿Por qué se producen los efectos secundarios? Como todo tratamiento médico, la radioterapia no está exenta de efectos secundarios. Además de actuar contra las células cancerosas y frente a las cuales es más activa, es inevitable que también genere daño sobre células sanas a pesar de las precauciones y espaciamiento entre sesiones. Estos efectos secundarios varían en función de la dosis recibida, de la duración del tratamiento, de la localización que se irradia y de la susceptibilidad de cada persona a padecerlos. Por tanto, no todos los pacientes tendrán los mismos síntomas ni los sufrirán con la misma intensidad. Principales efectos secundarios El efecto secundario general más frecuente de la radioterapia es un aumento del cansancio habitual , consecuencia del tratamiento con radioterapia y del estado de estrés emocional generado por las circunstancias, entre otros factores. No existe un tratamiento específico, si bien se recomienda descansar más horas al día, llevar una dieta equilibrada, realizar algo de ejercicio físico, como caminar, y delegar parte de las actividades diarias si fuese necesario. Tras finalizar el tratamiento con radioterapia, el organismo vuelve a su estado de normalidad. El otro efecto secundario general más frecuente, y debido a que se trata de un tipo de tratamiento a nivel localizado, son las reacciones en la piel sobre la que se irradia o radiodermitis . Se puede generar desde un simple enrojecimiento de la zona tratada hasta lesiones cutáneas más importantes. El oncólogo y el personal de enfermería siempre lo tendrán en cuenta y te prescribirán algún tipo de crema para aplicarla tras las sesiones. El resto de efectos secundarios que se pueden producir como consecuencia del tratamiento con radioterapia dependerán de la zona en la que se aplica el tratamiento , según el tipo de cáncer que se está tratando: en el caso de realizar radioterapia en cabeza y cuello, lo más frecuente es la caída del cabello, alteraciones en la mucosa de la boca (mucositis) o crecimiento de hongos (candidiasis oral), cambio en la percepción del gusto y alteraciones dentales; cuando se efectúa radioterapia en la zona torácica o de la mama, puede producirse tos, dificultad para deglutir por inflamación de la mucosa del esófago e inflamación a nivel mamario; por último, al hacer radioterapia sobre el abdomen y la pelvis, lo más frecuente son las alteraciones gastrointestinales (diarreas, náuseas, vómitos o gases), las molestias urinarias e incluso la pérdida de apetito y pérdida de peso. ¿Se necesita algún tipo de preparación especial antes de las sesiones? En principio, no se recomienda ningún tipo de preparación concreta como realizar dieta especial los días previos o restringir la ingesta de líquidos. Es suficiente con acudir duchado y aseado, sin aplicarse ningún tipo de desodorante, colonia o crema corporal. Sin embargo, es posible que tu oncólogo te indique alguna norma previa al tratamiento por algún tipo de cáncer en concreto. Y recuerda que, tras finalizar la sesión, podrás reanudar tu rutina habitual con normalidad.
Qué Debes Saber sobre la Quimioterapia
Artículo especializado

Qué Debes Saber sobre la Quimioterapia

Hablar de quimioterapia implica hacerlo de cáncer y eso, lo sabemos, no resulta agradable. Sin embargo, si pensamos en la quimioterapia como una de las terapias que salva vidas, ya que se utiliza para destruir y prevenir el crecimiento, multiplicación y diseminación de las células malignas y/o cancerosas , sin duda vale la pena saber más. Y más si tenemos en cuenta que abarca una amplia variedad de estrategias y abordajes terapéuticos que, a menudo, generan confusión en el paciente por la dificultad en su comprensión o por falta de información específica proporcionada. Vayamos por partes… ¿A qué nos referimos cuando hablamos de quimioterapia? La quimioterapia es un amplio conjunto de fármacos que se emplean en medicina como tratamiento del cáncer. Tiene como principal objetivo combatir las células de organismo que presentan un anormal crecimiento, bien sea destruyéndolas o controlando su crecimiento. Es en este momento de división celular incontrolada cuando la quimioterapia produce la destrucción de las células cancerosas para evitar que éstas continúen multiplicándose . La duración y frecuencia de cada tipo de quimioterapia dependen del tipo de cáncer a tratar, de los objetivos del tratamiento, de los fármacos usados y de la tolerancia y respuesta del paciente al tratamiento. ¿Cuáles son los principales objetivos al realizar el tratamiento? En función de los objetivos pretendidos para el tratamiento de cada tipo de cáncer, los fármacos quimioterápicos pueden administrarse de diferentes maneras, lo que se conoce como estrategias quimioterápicas . Por ello, es habitual que, en función del tipo de patología oncológica, se intente disminuir el tamaño del tumor antes de realizar una intervención quirúrgica (quimioterapia neoadyuvante), curar o eliminar la diseminación del cáncer para evitar recaídas futuras (quimioterapia adyuvante) o controlar los síntomas con la intención de mejorar la supervivencia y la calidad de vida del paciente (quimioterapia paliativa). El abordaje de estas estrategias quimioterápicas suele ser multidisciplinario . Además del oncólogo, el cirujano y el radioterapeuta, suelen participar otros médicos de diferentes especialidades, farmacéuticos químicos, psicólogos, personal de enfermería o nutricionistas. ¿Cuáles son las principales vías de administración de estos fármacos? La quimioterapia puede administrarse diariamente, cada semana o cada mes, mediante ciclos, que alternan la administración de fármacos con períodos de descanso. Esto permite al organismo volver a fabricar células sanas y recuperarse del efecto de la medicación. Existen diferentes vías de administración: Oral : en cápsulas, pastillas, granulados y otras soluciones bebibles. Inyectada : intravenosa o intraarterial, intramuscular, subcutánea o intratecal (en la médula). Tópica : sobre la piel u otras mucosas. La administración intravenosa es el método más común de administración de la quimioterapia, puesto que permite una rápida entrada en el sistema circulatorio. El torrente sanguíneo se encarga de transportarla por todo el organismo y la mayoría de fármacos son fácilmente absorbidos en un menor tiempo y con una mayor velocidad.   ¿Cuáles son los principales efectos secundarios que se pueden producir y por qué? En farmacología, ningún tipo de tratamiento con medicamentos se libra de producir algún tipo de efecto secundario sobre el organismo a pesar de que la gran mayoría de fármacos van dirigidos sobre unos receptores celulares concretos. Desafortunadamente, el inconveniente principal es que la actuación de estos fármacos no discrimina entre las células sanas y las cancerosas. Por tanto, la acción de estos fármacos sobre las células sanas es la que produce los efectos secundarios. Por lo anterior, cabe esperar que los órganos y tejidos del cuerpo humano que más afectados por el tratamiento quimioterápico sean aquéllos que se encuentran en constante multiplicación celular, es decir, los que continuamente se están regenerando. Por ello, los efectos secundarios más frecuentes se van a evidenciar sobre: el cabello, que crece continuamente durante toda la vida; la piel, la mucosa oral y gastrointestinal, que se renuevan rápida y constantemente; o la médula ósea, un tipo de tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los principales huesos del organismo en donde se desarrollan todas las células sanguíneas. Es importante recordar que casi todos los efectos secundarios de la quimioterapia son temporales. ¿SIEMPRE HAY EFECTOS SECUNDARIOS? Estos efectos secundarios no siempre se producen . Su aparición depende del tipo de tratamiento, de las dosis farmacológicas utilizadas, de la vía de administración y de cómo reaccione cada paciente, entre otros múltiples factores. El hecho de no presentar efectos secundarios no es sinónimo de que el tratamiento no esté funcionando. El tratamiento contra el cáncer no es sólo la quimioterapia… Además de la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y otras estrategias farmacoterapéuticas que pueden llevarse a cabo, la batalla contra el cáncer tiene un importante componente psicosocial de la persona afectada. Un buen estado anímico y una actitud mental positiva contribuyen de manera efectiva a un mejor pronóstico de la enfermedad. Asimismo, igual de trascendental es intentar mantener un ejercicio físico suave y diario como caminar, junto con una dieta sana y equilibrada para mejorar el bienestar del organismo.
La Importancia de una Detección Precoz de Cáncer de Mama
Artículo especializado

La Importancia de una Detección Precoz de Cáncer de Mama

Seguro que en algún momento de nuestra vida nos hemos preguntado si algún día nos tocaría a nosotros. Hablamos del cáncer. Y en concreto las mujeres, si padeceríamos un cáncer de mama. Y es que las estadísticas confirman que 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida.  Para no dejarte sólo con este dato, comentarte que el cáncer de mama es una de las pocas enfermedades cancerosas que se pueden diagnosticar precozmente; es decir, antes de que se note algún síntoma, y que las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa inicial (no diseminados todavía) son prácticamente del 100%. ¿SABÍAS QUÉ?… Hasta cuatro de cada 10 cánceres pueden prevenirse . Sigue leyendo para conocer los consejos necesarios para conseguirlo. Frecuencia El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres (aunque no hay que olvidar que los hombres también pueden padecerlo) y el tercero en frecuencia en la población general. Se diagnostican más de 1’5 millones de nuevos tumores al año y, además, se ha observado un aumento en el número de casos diagnosticados en los últimos tiempos.  Este tipo de cáncer es más frecuente que aparezca en los países desarrollados, probablemente porque varios de los factores de riesgo observados en el padecimiento de la enfermedad se presentan en el estilo de vida occidental. Síntomas Si se aprecia cualquier anomalía en la mama , ya sea un bulto, ya sea dolor, algún tipo de secreción por el pezón o cualquier otro síntoma que preocupe, se debe consultar siempre al médico y/o ginecólogo para que pueda estudiarlo y valorarlo. La importancia de la detección precoz En las diferentes comunidades autónomas se llevan a cabo programas de screening poblacional de cáncer de mama dirigidos a las mujeres de mayor riesgo, que son las que se encuentran principalmente en una edad comprendida entre los 50 y los 65 años, mediante la realización de mamografías seriadas , con una frecuencia de cada 1-2 años. Otros métodos complementarios a la mamografía son la exploración física, realizada periódicamente por el médico o por la propia mujer, aunque se aconseja que no debe ser éste el único procedimiento diagnóstico a realizar. Se ha podido demostrar que, gracias a la realización de campañas de diagnóstico precoz de cáncer de mama, la mortalidad por esta enfermedad ha disminuido de una forma significativa, al menos cuando se realiza en la edad de mayor incidencia (por encima de los 50 años). Factores de riesgo Algunos de los factores de riesgo descritos, que se han asociado al padecimiento de la enfermedad, son los siguientes: Edad: la probabilidad de padecerlo aumenta con los años: a más edad, más riesgo, principalmente una vez que se han cumplido los 55 años. la edad de aparición más frecuente es alrededor de los 65 años. Herencia genética: existe mayor riesgo de padecerlo si se tienen familiares de primer grado que hayan padecido o padezcan el mismo cáncer. Hormonas: las hormonas femeninas (estrógenos, progestágenos), que definen el ciclo menstrual femenino, juegan un papel importante en la generación de la enfermedad. Así, tener la primera menstruación antes de los 12 años y la menopausia pasados los 55 años, junto con el hecho de no tener hijos o no dar lactancia materna, aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, debido a que la glándula mamaria se ve sometida a la influencia de las hormonas femeninas durante más ciclos menstruales a lo largo de la vida.  de la misma manera, el uso de medicamentos anticonceptivos y algunos de los tratamientos de terapia hormonal sustitutiva (THS), que sirven para paliar los síntomas asociados a la menopausia (p.ej. sofocos, sequedad vaginal, etc.), pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama. a mayor tiempo de uso, mayor riesgo. Algunos contaminantes ambientales. Tabaco. Consumir exceso de alcohol. Características personales: el tipo de mamas puede ser un factor a tener en cuenta. El riesgo de cáncer de mama aumenta en hasta cuatro veces en aquellos casos de mamas muy densas con respecto a las que son más grasas. SI LA GENÉTICA SE “ESTROPEA” En el caso del 90-95% de las personas que acaban padeciendo cáncer, éstas han nacido con una buena genética hasta que, debido a la influencia de factores externos, al simple paso del tiempo (dando lugar al envejecimiento) o a causa de errores genéticos que se pueden producir en la replicación normal del ADN ocurrida en todos los seres vivos, la genética “se estropea” y acaban apareciendo mutaciones que, en última instancia, provocarán la división celular alterada y descontrolada que da origen al “cáncer”. Algunos de estos factores que predisponen a padecer la enfermedad no se podrán modificar, como es el caso de la edad, las características personales o la herencia genética, entre otros ejemplos, pero en otros sí podremos, y llevando a cabo una serie de consejos de vida sana sencillos se puede llegar a reducir la probabilidad de padecer cáncer de mama hasta en un ¡30%! Decálogo de consejos para reducir el riesgo de cáncer de mama No fumes (fumar afecta al padecimiento de cáncer de mama y se ve involucrado en la génesis de hasta 16 tipos de tumores diferentes). No bebas exceso de alcohol (incluso 1-2 bebidas alcohólicas al día aumentan el riesgo, con respecto a las personas que no consumen nada de alcohol y si ya son 3-4 bebidas/día, el riesgo aumentado es elevadísimo, de hasta el 50%). Adelgaza (la obesidad, especialmente aquella adquirida en la vida adulta, aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama después de la menopausia). Haz ejercicio (la vida sedentaria aumenta claramente el riesgo de padecer la enfermedad, especialmente en etapas postmenopáusicas). Come sano (la dieta mediterránea variada es una buena aliada, rica en hortalizas, frutas y verduras, sin olvidarse de las bondades que presenta el famoso aceite de oliva).    Da lactancia materna (la lactancia materna tiene muchos efectos beneficiosos: cuanto más tiempo se da el pecho, menos riesgo de cáncer de mama. Se reduce el riesgo un 4% por cada 12 meses de lactancia, aunque éstos no sean seguidos). Vacúnate y vacúnalos. Participa en los programas de detección precoz del cáncer. Protégete del sol. Protégete de los contaminantes ambientales y de las sustancias cancerígenas presentes en el puesto de trabajo. Tratamiento Si finalmente se acaba padeciendo cáncer, el tratamiento incluye tres vertientes diferenciadas: la cirugía, la radioterapia y la administración de fármacos (como la quimioterapia, por ejemplo). Estas terapias pueden ser usadas individualmente o pueden combinarse entre ellas en un mismo paciente. Principalmente, la ubicación, el tamaño y la fase de desarrollo en que se encuentre el tumor, además de siempre tener presente la salud de base del paciente, condicionarán la estrategia terapéutica .
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Sarcoma de Kaposi
Enfermedad

Sarcoma de Kaposi

¿Qué es el sarcoma de Kaposi? El sarcoma de Kaposi es un tipo de cáncer que se forma en el recubrimiento de los vasos sanguíneos y linfáticos. Suele manifestarse como puntos violáceos indoloros en las piernas, los pies o el rostro . También pueden aparecer lesiones en la zona genital, la boca o los ganglios linfáticos . En el caso del sarcoma de Kaposi grave, pueden darse lesiones en el tubo digestivo y los pulmones. Antes de la epidemia del VIH/sida, el sarcoma de Kaposi se presentaba principalmente en hombres mayores, y rara vez, en mujeres mayores. Es más frecuente en personas judías y de ascendencia mediterránea. Entre este grupo, los tumores se desarrollaban lentamente . En las personas con VIH/sida, el cáncer se puede desarrollar rápidamente. Es una enfermedad poco común pero grave, ya que puede ocasionar la muerte de la persona que la padece. Tipos de sarcomas Existen más de 50 tipos de sarcoma. Los tipos más frecuentes son: Fibrosarcoma : es un tumor de origen mesenquimatoso (las células mesenquimatosas se sitúan normalmente alrededor de los vasos sanguíneos y el tejido conjuntivo ), de alta malignidad, infiltrante, metastásico, y que aparece en los tejidos blandos, en los huesos y en la musculatura estriada. Histiocitoma fibroso maligno : es un tumor poco frecuente y que aparece principalmente en la vida adulta , entre los 50 y los 70 años. Este tipo de tumor puede estar relacionado en algunos casos con el empleo de radioterapia. Dermatofibrosarcoma : es un tumor raro originado en la dermis . En muchos aspectos esta enfermedad es clasificada como tumor benigno , sin embargo, del 2% al 5% de los casos pueden originar metástasis, y por eso debe considerarse potencialmente maligno. Liposarcoma : es un tipo de tumor que se presenta en los tejidos profundos de las extremidades y en el retroperitoneo . Es el sarcoma de partes blandas más frecuente y corresponde al 20% del total de los casos. Rabdomiosarcoma : es el tipo de sarcoma más frecuente en niños y adolescentes. Se desarrolla en la musculatura esquelética o en los tejidos fibrosos y puede afectar a cualquier región del cuerpo. Es un tumor agresivo e invasivo con recidivas y con metástasis. Leiomiosarcoma : es un tumor caracterizado por la presencia de grandes células fusiformes de músculo liso . Ataca más comúnmente al útero , a la región retroperitoneal y a las extremidades superiores e inferiores . Linfangiosarcoma : es un tumor maligno que se origina en las células endoteliales de los vasos linfáticos. La mayoría de los linfosarcomas se desarrollan en regiones donde hay linfedema crónica y después de una mastectomía radical seguida de radioterapia, en el miembro superior del lado de la cirugía. Neurofibrosarcoma : es un tumor maligno que se desarrolla en las células que están alrededor de los nervios periféricos . Estos son nervios que reciben mensajes del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), y cuya función es estimular el movimiento voluntario . El neurofibrosarcoma es también conocido como tumor de vaina nerviosa , Schwannoma maligno y sarcoma neurogénico . Osteosarcoma : es el cáncer primario de hueso más común . Se presenta frecuentemente en adolescentes, en los sitios de mayor crecimiento del hueso. Cualquier hueso puede ser afectado, sin embargo, se desarrolla más comúnmente en brazos y piernas , particularmente en las zonas próximas a las rodillas. Sarcoma de Ewing : es el segundo tumor maligno más frecuente en niños . Es un tumor que se puede desarrollar en cualquier parte del cuerpo , pero donde suele iniciarse es en los huesos. Cualquier hueso puede desarrollar este tumor, pero los de la pelvis , el fémur y la tibia son los más comúnmente afectados. Causas del sarcoma de Kaposi La causa fundamental del sarcoma de Kaposi es una infección con un virus llamado virus del herpes humano 8 (VHH-8) . Por lo general, en las personas sanas, la infección por el VHH-8 no suele provocar síntomas porque el sistema inmunitario lo mantiene controlado. Sin embargo, en las personas con el sistema inmunitario débil, el VHH-8 puede desencadenar el sarcoma de Kaposi. Síntomas del sarcoma de Kaposi Los síntomas del sarcoma de Kaposi pueden incluir : Erupciones cutáneas, lesión en la piel, bultos, hinchazón, protuberancias pequeña o úlceras. Dificultad para respirar y tos. Fiebre, ganglios linfáticos inflamados, placas en la garganta y úlcera bucal, entre otros síntomas. Los tumores aparecen con mayor frecuencia como protuberancias en la piel de color rojo azulado o púrpura . Son de color rojo púrpura debido a que son abundantes en vasos sanguíneos. Tratamiento para el sarcoma de Kaposi Las opciones de tratamiento para el sarcoma de Kaposi pueden incluir: terapia antiviral contra el VIH , dado que no hay una terapia específica para el HHV-8, quimioterapia de combinación , congelamiento de las lesiones , radioterapia , resección quirúrgica , crioterapia , electrocoagulación o posiblemente imiquimod para las lesiones superficiales, radioterapia local para lesiones múltiples o enfermedad ganglionar y terapia antirretroviral , entre otras opciones de tratamiento. En cuanto al sarcoma de Kaposi relacionado con el sida, el primer paso del tratamiento es comenzar o cambiar a una combinación de medicamentos antivirales para reducir la cantidad del virus que causa el VIH/sida y aumentar la cantidad de ciertas células inmunitarias en el organismo. A veces, este es el único tratamiento necesario. Cuando es posible, las personas con sarcoma de Kaposi relacionado con trasplantes pueden suspender el consumo de medicamentos que inhiben el sistema inmunitario. Esto permite que, en algunos casos, el sistema inmunitario elimine el cáncer. También es posible que el paciente mejore por cambiar a diferentes medicamentos inmunodepresores . Pruebas complementarias del tratamiento del sarcoma de Kaposi Para el diagnóstico y tratamiento del sarcoma de Kaposi las pruebas que se realizan son: análisis de sangre oculta en heces , broncoscopia , radiografía de tórax , endoscopia superior y colonoscopia , entre otras pruebas. Factores desencadenantes del sarcoma de Kaposi El factor desencadenante principal es el virus del herpes denominado virus del herpes humano tipo 8 (VHH-8) . Factores de riesgo del sarcoma de Kaposi Las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el sida, son las que corren mayor riesgo de padecer sarcoma de Kaposi . El daño al sistema inmunitario que provoca el VIH permite que las células que contienen el VHH-8 se multipliquen. A través de mecanismos desconocidos, se forman las lesiones características. Existen también otros factores que podrían actuar en el desarrollo del sarcoma de kaposi. Entre los posibles cofactores , se incluye la hiperactividad del sistema inmunitario con niveles elevados de citoquinas que estimulan el crecimiento de células precoces de sarcoma de Kaposi, que con el tiempo podrían llegar a ser cancerosas. Los receptores de trasplantes de órganos que toman inmunosupresores para prevenir el rechazo del órgano trasplantado también corren riesgo de padecer sarcoma de Kaposi. Complicaciones del sarcoma de Kaposi Las complicaciones pueden ser : Tos persistente, en su mayoría con sangre. Dificultad para respirar. Hinchazón de las piernas que puede doler. Los tumores pueden reaparecer incluso después de tratamiento. El sarcoma de Kaposi puede ser mortal para una persona con sida. Prevención del sarcoma de Kaposi Las prácticas sexuales con precaución pueden prevenir la infección por el VIH . Esto previene el SIDA y sus complicaciones, incluyendo el sarcoma de Kaposi. Especialidades a las que pertenece el sarcoma de Kaposi El sarcoma de Kaposi pertenece a las especialidades de oncología y dermatología . La oncología es la parte de la medicina que se encarga del estudio de los tumores y su tratamiento, y la dermatología es la parte de la medicina que se encarga del estudio de la piel y sus enfermedades. Preguntas frecuentes ¿Qué es el cáncer de linfoma no Hodgkin? El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático , la red que combate las enfermedades y que se extiende por todo el cuerpo. En el linfoma no hodgkiniano , los tumores se forman a partir de linfocitos, un tipo de glóbulos blancos. ¿Qué es un sarcoma de partes blandas? El sarcoma de tejido blando es un tipo de cáncer poco frecuente que comienza en los tejidos que conectan, sostienen y recubren otras estructuras del cuerpo. Esto comprende los músculos, la grasa, los vasos sanguíneos, los nervios, los tendones y el revestimiento de las articulaciones. ¿Cuáles son los tejidos blandos? Los tejidos blandos del cuerpo son los músculos , los tendones (bandas de fibras que conectan los músculos con los huesos), la grasa , los vasos sanguíneos , los vasos linfáticos , los nervios y los tejidos que rodean las articulaciones . ¿Qué es el liposarcoma? El liposarcoma es un tipo de cáncer poco frecuente que comienza en las células grasas . Se considera que el liposarcoma es un tipo de sarcoma del tejido blando . Puede producirse en las células grasas de cualquier parte del cuerpo, pero, en la mayoría de los casos, se producen en los músculos de las extremidades o del abdomen . ¿Qué es un lipoma? Un lipoma es un bulto de grasa de crecimiento lento que, la mayoría de las veces se sitúa entre la piel y la capa muscular oculta. Un lipoma, que se siente pastoso y, por lo general, no duele , se mueve con facilidad al presionarlo ligeramente con los dedos.
Sarcoma de Ewing
Enfermedad

Sarcoma de Ewing

¿Qué es el sarcoma de Ewing? El sarcoma de Ewing es un tipo de tumor óseo maligno que crece en los huesos y los tejidos blandos. Están formados por células pequeñas y redondas no diferenciadas , y se pueden desarrollar en cualquier parte del cuerpo, pero afectan principalmente a brazos, piernas, costillas, columna vertebral y pelvis. Es el segundo cáncer de huesos más común en la infancia y se presenta en niños, adolescentes y adultos jóvenes de entre 10-20 años de edad . Es más frecuente en el sexo masculino que en el femenino. Es una enfermedad poco común o rara , y es considerada de tipo grave , pero si se trata a tiempo puede tener un buen pronóstico. Tipos de sarcoma Existen más de 50 tipos de sarcoma, los más frecuentes son: Fibrosarcoma : es un tumor de origen mesenquimatoso (las células mesenquimatosas se sitúan normalmente alrededor de los vasos sanguíneos y el tejido conjuntivo), de alta malignidad, infiltrante, metastásico, y que aparece en los tejidos blandos, en los huesos y en la musculatura estriada. Histiocitoma fibroso maligno : es un tumor poco frecuente y que aparece principalmente en la vida adulta , entre los 50 y los 70 años. Este tipo de tumor puede estar relacionado en algunos casos con el empleo de radioterapia. Dermatofibrosarcoma : es un tumor raro originado en la dermis . En muchos aspectos esta enfermedad es clasificada como tumor benigno, sin embargo, del 2% al 5% de los casos pueden originar metástasis, y por eso debe considerarse potencialmente maligno. Liposarcoma : es un tipo de tumor que se presenta en los tejidos profundos de las extremidades y en el retroperitoneo . Es el sarcoma de partes blandas más frecuente y corresponde al 20% del total de los casos. Rabdomiosarcoma : es el tipo de sarcoma más frecuente en niños y adolescentes . Se desarrolla en la musculatura esquelética o en los tejidos fibrosos y puede afectar a cualquier región del cuerpo. Es un tumor agresivo e invasivo con recidivas y metástasis. Leiomiosarcoma : es un tumor caracterizado por la presencia de grandes células fusiformes de músculo liso . Ataca más comúnmente al útero, a la región retroperitoneal y a las extremidades superiores e inferiores. Linfangiosarcoma : es un tumor maligno que se origina en las células endoteliales de los vasos linfáticos . La mayoría de los linfosarcomas se desarrollan en regiones donde hay linfedema crónica y después de una mastectomía radical seguida de radioterapia, en el miembro superior del lado de la cirugía. Neurofibrosarcoma : es un tumor maligno que se desarrolla en las células que están alrededor de los nervios periféricos . Estos son nervios que reciben mensajes del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), y cuya función es estimular el movimiento voluntario. El neurofibrosarcoma es también conocido como tumor de vaina nerviosa, Schwannoma maligno y sarcoma neurogénico. Osteosarcoma : es el cáncer primario de huesos más común . Se presenta frecuentemente en adolescentes, en los sitios de mayor crecimiento del hueso. Cualquier hueso puede ser afectado, sin embargo, se desarrolla más comúnmente en brazos y piernas, particularmente en las zonas próximas a las rodillas. Sarcoma sinovial :   es un tipo de sarcoma de tejido blando , que habitualmente se forma en el tejido que rodea las articulaciones de los brazos y las piernas. También se puede formar en el tronco (pecho y abdomen), o cabeza y cuello. Se puede diseminar a los pulmones, los huesos y los ganglios linfáticos, y se suele presentar en niños y adultos jóvenes. Sarcoma de Kaposi : es un tipo de cáncer que se forma en el recubrimiento de los vasos sanguíneos y linfáticos causado por el virus del herpes 8 (VHH-8) Causas del Sarcoma de Ewing Las causas por las cuales se genera el sarcoma de Ewing se desconocen. Los estudios indican que tanto el sarcoma de Ewing como los tumores neuro ectodérmicos primitivos provienen de la misma célula madre derivada de la médula ósea . El intercambio genético entre cromosomas puede causar que las células se tornen cancerosas, como las células metastásicas del sarcoma de Ewing, que es el resultado de la translocación (desplazamiento) entre los cromosomas 11 y 22, los cuales se fusionan. Síntomas del sarcoma de Ewing El sarcoma de Ewing suele presentar pocos síntomas , el más común es el dolor en el lugar del tumor, hinchazón, sensación de calor, fractura en el hueso donde está el tumor después de una lesión menor, y en ocasiones puede aparecer fiebre. Tratamiento para el sarcoma de Ewing El tratamiento del sarcoma de Ewing depende de muchos factores, como el tamaño y la ubicación del tumor y si la enfermedad se ha extendido mediante metástasis. El tratamiento comienza, sistemáticamente con quimioterapia para matar las células cancerosas y reducir el tamaño del tumor primario, antes de quitarlo con una intervención quirúrgica o con radioterapia. También para erradicar o impedir la propagación de las células cancerosas a otras partes del cuerpo (metástasis) y como prevención después de quitar el tumor para que las células cancerosas no aparezcan . La quimioterapia suele durar entre 6 meses y un año, y requiere ingreso hospitalario en el momento de la sesión del tratamiento por las complicaciones y los efectos secundarios causados por la medicación, la cual se administra vía endovenosa. Si el paciente necesita una operación, se puede administrar radioterapia para reducir el tumor antes de la extirpación. La radioterapia también puede ser recomendable en lugar de la operación cuando esta es muy peligrosa o la ubicación del tumor es muy difícil. Durante este tratamiento, se dirigen rayos X de alta energía hacia el lugar donde se encuentra el tumor para destruir las células cancerosas y evitar que este siga creciendo y expandiéndose. La extirpación quirúrgica : La mayoría de los tumores se extirpan quirúrgicamente después de un tratamiento de quimioterapia o radioterapia . Es posible que el tejido extirpado deba reemplazarse por un injerto de tejido vivo , que se adquiere del cuerpo del mismo paciente o de un donante, o también por un injerto artificial . Si el tumor ha afectado los nervios y vasos sanguíneos alrededor del tumor, la amputación de la extremidad es la única opción. Pruebas complementarias del tratamiento del sarcoma de Ewing Para el diagnóstico y tratamiento del sarcoma de Ewing es necesario realizar un buen examen físico y realizar una historia clínica completa . Las pruebas complementarias que se deben realizar son una radiografía tanto del tumor y de tórax, resonancia magnética y/o una gammagrafía ósea, así como una tomografía computarizada de tórax. También se debe realizar una biopsia para extraer una muestra del tumor realizándose diferentes exámenes en este tipo de tejido para ayudar a determinar qué tan agresivo es el cáncer y cuál será el mejor tratamiento. Factores desencadenantes del sarcoma de Ewing No existen factores desencadenantes del sarcoma de Ewing. Factores de riesgo del sarcoma de Ewing No se conocen factores de riesgo evidentes para el sarcoma de Ewing Complicaciones del sarcoma de Ewing Las complicaciones del sarcoma de Ewing son : Diseminación a otras partes del cuerpo (metástasis). Infección en la herida quirúrgica. Fracaso del injerto óseo. Anemias, sangrado, lesiones en el riñón, hígado o el corazón debido a los riesgos de los medicamentos utilizados en la quimioterapia a corto y largo plazo. Prevención del sarcoma de Ewing No existen medidas de prevención para el sarcoma de Ewing. Especialidades a las que pertenece el sarcoma de Ewing Las especialidades a la que pertenece el sarcoma de Ewing suele ser una intervención multidisciplinar de varias áreas con oncología , que es la rama de la medicina que estudia y trata las neoplasias (tumores benignos y malignos) para su diagnóstico y tratamiento, y las áreas de ortopedia y traumatología y pediatría. Preguntas frecuentes ¿Qué es un sarcoma de partes blandas? Un sarcoma de partes blandas es un tumor maligno que se origina en el tejido conectivo o de soporte del organismo y se localiza en las partes blandas (es decir, excluyendo hueso y cartílago), pero que incluye el tejido graso y el muscular, los tendones, los vasos sanguíneos, los nervios y los tejidos. ¿Cuál es la esperanza de vida de una persona con sarcoma de Ewing? La esperanza de vida de una persona con sarcoma de Ewing depende de la fase en la que se encuentre la enfermedad. Si la enfermedad es diagnosticada a tiempo y se utiliza el tratamiento adecuado, el pronóstico es bueno, curando la enfermedad en más de un 70% de los casos. Es importante mantener revisiones médicas por si aparece alguna recaída poder actuar a tiempo. ¿Qué es un sarcoma sinovial? El sarcoma sinovial es un tipo de sarcoma de tejido blando , que habitualmente se forma en el tejido que rodea las articulaciones de los brazos y las piernas. También se puede formar en el tronco (pecho y abdomen), o en la zona de cabeza y cuello. Se puede diseminar a los pulmones, los huesos y los ganglios linfáticos, y se suele presentar en niños y adultos jóvenes.
Sarcoma
Enfermedad

Sarcoma

¿Qué es el sarcoma? Se denomina sarcoma a aquel tumor maligno que se desarrolla en los tejidos blandos del organismo como músculos, grasa y vasos linfáticos o sanguíneos derivados del tejido conectivo, así como los que se producen en los huesos. Son tumores muy raros , representado el 1% de todos los tumores malignos en los adultos y el 15% de los tumores en niños . Es una enfermedad grave, cuyo mayor inconveniente es que de forma muy frecuente se diagnostica en estadíos muy avanzados. Tipos de sarcoma Hay gran variedad de sarcomas según el tejido que se ve afectado por la alteración, describiéndose hasta más de 50 subtipos . El sitio de localización más frecuente es en un 43% en extremidades, 10% en el tronco, 19% órganos, 15% retroperitoneo (parte posterior de la cavidad abdominal) y el 9% en cabeza y cuello. Dentro de ellos cabe reseñar por su frecuencia de aparición los siguientes: Sarcoma pleomórfico indiferenciado : afecta al tejido fibroso de los brazos y las piernas. Liposarcoma : tumor de tejido graso. Leiomiosarcoma : tumor de músculo liso. Sarcoma sinovial : tumor que deriva de células similares a las de la membrana que recubre el interior de la cápsula articular. Tumores malignos de la vaina de los nervios periféricos : tumores en membranas de revestimiento de los nervios que llevan la información al cuerpo. Tumor del estroma gastrointestinal : aparecen en cualquier parte del tejido digestivo pero más frecuentemente en estómago e intestino. Otros de los tumores, con menor frecuencia de presentación son el rabdomiosarcoma (del músculo estriado), el condrosarcoma y el osteosarcoma (de los huesos), y el angiosarcoma (de vasos sanguíneos). Causas del sarcoma La causa de los sarcomas, como la de cualquier tumor, es una serie de alteraciones genéticas , alguna de ellas correctamente identificada, que producen en definitiva una masa celular de crecimiento incontrolado. Síntomas de sarcoma Los sarcomas se manifiestan por la aparición de una masa o tumor que va aumentando de forma progresiva , pueden producir dolor o ser asintomáticos. En su evolución aparece pérdida de peso, anemia e incapacidad funcional. Pueden aparecer en regiones del organismo donde existan cicatrices o hayan sufrido previamente un traumatismo . Aquellos que aparecen en el abdomen se caracterizan por dolor abdominal , edemas en los miembros inferiores, aparición de una masa abdominal palpable, asociación con otros síntomas como ictericia (coloración amarillenta de piel y mucosas), oclusión intestinal, y sangrado por heces u orina. Tratamiento para el sarcoma El tratamiento de elección es la cirugía , con amplia resección del tumor dejando bordes libres para evitar recidivas , lo que aumenta las posibilidades de supervivencia y curación. La cirugía se utiliza en los estadíos menos avanzados de la enfermedad y en casos seleccionados de fases más avanzadas. En determinados casos de sarcomas que afectan a las extremidades, puede estar indicado la amputación de dicha extremidad. En aquellos casos, sobre todo en los que haya afectación de las extremidades, tras la cirugía, se pautan tratamientos de rehabilitación y fisioterapia . En los sarcomas que se consideran irresecables , es decir, que no pueden someterse a cirugía, el tratamiento que se aplica es la quimioterapia  y la radioterapia . En algunos casos en los que inicialmente no se puede hacer cirugía, se aplica radioterapia o quimioterapia previa para disminuir el tamaño del tumor y así poder realizar posteriormente la cirugía y extracción del mismo. Igualmente, para mayor control de la enfermedad, en aquellos tumores más agresivos y de mayor tamaño, a veces se precisa el uso de la quimioterapia o radioterapia después de la cirugía , y en otros casos la combinación de ambas. Pruebas complementarias del tratamiento de sarcoma La entrevista clínica y la exploración física son fundamentales para realizar un diagnóstico del tumor que, además, puede requerir la realización de pruebas como: Radiografía de tórax. Radiografía ósea: localizada donde se produzcan los síntomas. TAC: tomagrafía axial computerizada o escáner. Resonancia magnética nuclear. Biopsia: extracción de pequeña cantidad de tejido para su estudio en el laboratorio de anatomía patológica. Factores desencadenantes del sarcoma El factor desencadenante de los sarcomas, como de cualquier tumor maligno del organismo, es la alteración en el material genético de una célula de algún tejido conectivo en el que se produce una capacidad no corregida para la división sin control celular, lo que hace crecer la masa tumoral que, además, puede adquirir otras alteraciones, como la capacidad de migración de alguna célula y crecimiento en otra parte del organismo, lo que produce las metástasis. Factores de riesgo del sarcoma La gran mayoría de los sarcomas no están asociados a ningún factor de riesgo conocido, aunque en algunos casos se han descrito factores que pueden influenciar en su desarrollo como: Padecer enfermedades raras como la neurofibromatosis o la enfermedad de Von Recklinghausen. Inmunodepresión. Padecer infecciones por algunos virus como el herpesvirus tipo 8, el virus de Epstein Barr, o VIH. Haber tenido un tratamiento radioterápico previo . Antecedentes de un traumatismo previo. Exposición a químicos como clorofenoles y/o dioxinas. Padecer linfedemas (acumulación de la linfa y consecuente inflamación de los tejidos blandos del cuerpo). Alteraciones genéticas hereditarias . Complicaciones del sarcoma Recidivas locales tras su tratamiento. Metástasis , más frecuentemente en el pulmón . Dolor intenso difícil de controlar con la medicación. Dificultad respiratoria si hay metástasis en los pulmones. Anorexia, falta de apetito, dificultad para alimentarse según el tiempo de evolución de la enfermedad y la afectación gastrointestinal Incapacidad funcional para el movimiento del miembro afecto. Prevención del sarcoma En muchas ocasiones no hay medidas preventivas específicas para evitar el padecimiento de los sarcomas. Es importante evitar factores de riesgo como el contagio de infecciones como el VIH o el virus de Epstein Barr. Es fundamental consultar ante cualquier tumoración de crecimiento rápido en los miembros y/o dolores en los miembros o en el abdomen persistentes. Especialidades a las que pertenece el sarcoma El diagnóstico y tratamiento del sarcoma es un trabajo de un equipo multidisciplinar en el que intervienen el especialista en oncología junto con otros especialistas según el tipo de tumor y el tejido que este esté afectando. Es frecuente que muchos de ellos requieran de la participación del especialista en traumatología, dermatología o ginecología , entre otros. Preguntas frecuentes ¿Cómo se detecta un sarcoma? La sospecha del padecimiento de un sarcoma puede basarse en la presencia de un tumor en las extremidades o tejidos blandos como el músculo , con aparición de una masa que está adherida a planos profundos, tiene un crecimiento rápido, dolor en la zona afectada, aparición de edemas, tumefacción de las zonas afectadas, otros síntomas asociados en los casos de afectación abdominal como obstrucción intestinal. ¿Cuál es la esperanza de vida de una persona con sarcoma? La esperanza de vida de un paciente con sarcoma  depende siempre del tipo de sarcoma que padezca , el estadío de la extensión del tumor cuando se diagnostica y se inicia el tratamiento, la salud de base que tiene el paciente, su edad, y el tipo de tratamiento que se puede realizar. En general un 85% de los pacientes con diagnóstico en etapas iniciales puede sobrevivir a los 5 años tras el diagnóstico, mientras que este porcentaje disminuye al 10-20% en los estadíos avanzados. ¿Qué son los tejidos blandos? Los tejidos blandos hacen referencia a aquellos tejidos del organismo que sirven de apoyo y soporte como son los músculos, el tejido adiposo (la grasa), los tendones, los ligamentos, vasos sanguíneos…etc. ¿Qué es la metástasis del sarcoma? La metástasis del sarcoma, como las del resto de tumores malignos, hacen referencia a la capacidad que tienen estos tumores de que una de sus células migre a través de los vasos sanguíneos o linfáticos hacia regiones del organismo diferentes a su lugar de origen, se establezcan y comiencen su multiplicación incontrolada, lo que provoca la aparición de tumores de características similares al primario, pero con otras localizaciones. En caso de los sarcomas, el sitio donde más frecuentemente metastatizan es el pulmón.
Leishmaniasis
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Leishmaniasis

¿Qué es la leishmaniasis? La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria producida por la Leishmania , que es un protozoo que se transmite por la picadura de un insecto flebotomo (que se alimenta de sangre). En España se detectan unos 110 casos de leishmaniasis humana al año, se presenta principalmente en casos de adultos y niños inmunodeprimidos. Los perros son el reservorio animal y se considera una enfermedad endémica en los mismos. Es una enfermedad considerada como grave. Tipos de leishmaniasis Los diferentes tipos de leishmaniasis son: Leishmaniasis cutánea : es la forma más común de leishmaniasis y produce úlceras en las zonas expuestas del cuerpo. Leishmaniasis mucocutánea : conduce a la destrucción de la mucosa de nariz, boca y garganta. Leishmaniasis visceral o Kala-azar : en un 95% de casos es mortal si no se trata, produce fiebre, pérdida de peso, aumento del tamaño del hígado, del bazo y provoca anemia. Causas de la leishmaniasis La causa es la picadura del mosquito flebotomo infectado transmitiendo el protozoo por la picadura. Síntomas de la leishmaniasis Los síntomas de la leishmaniasis cutánea son, en primer lugar, un bulto en la zona de la picadura , que posteriormente puede dar lugar a bultos en más zonas. El bulto inicial se irá agrandando y dará lugar a una úlcera costrosa. Estas úlceras pueden curar por sí mismas pasados unos meses, pero dejarán lesiones cicatriciales. Los síntomas de la leishmaniasis mucocutánea se inician con una úlcera en la piel, que se cura por sí misma, seguida de lesiones en el interior de la nariz , la garganta y la boca , pudiendo producir sangrado. Los síntomas de la leishmaniasis visceral son: fiebre de forma discontinua, diarrea, pérdida de peso, sensación de cansancio , anemia y aumento de tamaño del hígado del bazo y de los ganglios linfáticos. Tratamiento para la leishmaniasis En el tratamiento de la leishmaniasis cutánea se usará terapia de calor o frío sobre las úlceras y Paramomicina en pomada sobre las úlceras. En casos de leishmaniasis más agresiva se pueden usar fármacos intravenosos u orales como el Fluconazol , la Anfotericina  B, Estibogluconato de sodio y Miltefosina . Estos mismos fármacos se usan para los caso de leishmaniasis mucocutánea. La leishmaniasis visceral se trata con Anfotericina B Liposomal , en zonas de América Latina, se usan fármacos con Antimonio , y en casos de resistencia a antimonio se trata con Miltefosina . Pruebas complementarias del tratamiento de la leishmaniasis Las pruebas complementarias serán la observación del parásito de las zonas donde se encuentre y también la búsqueda de anticuerpos en la sangre de los pacientes. Factores desencadenantes de la leishmaniasis El factor desencadenante es la picadura del flebotomo infectado junto con un estado de inmunodepresión del individuo. Factores de riesgo de la leishmaniasis Las malas condiciones de vida y las viviendas insalubres aumentan el riesgo de infección por leishmaniasis. También lo hacen el hacinamiento, ya que este atrae a los flebotomo, así como la malnutrición, la deforestación y el ocupar hábitat previamente boscosos. Complicaciones de la leishmaniasis Infecciones intercurrentes. Osteomielitis (inflamación simultánea de la médula ósea y del hueso). Meningitis. Septicemia (infección grave y generalizada de todo el organismo). Úlceras con cicatrices importantes. Prevención de la leishmaniasis Uso de mosquiteras con insecticida en las camas. Mosquiteras en las ventanas para evitar que entren los mosquitos. Repelentes de insectos en la piel. Evitar pasear en las zonas de mosquitos en las horas donde se produce el vuelo del mismo (generalmente al final de la tarde). Especialidades a las que pertenece la leishmaniasis La leishmaniasis la tratan especialistas de medicina interna con la subespecialidad de medicina infecciosa. Preguntas frecuentes: ¿Cuál es el parásito de la leishmaniasis? Hay tres parásitos de la leishmaniasis que son diferentes según la zona del mundo donde se encuentran, así, encontramos la leishmania donovani, da lugar a leishmaniosis visceral y se da principalmente en el continente indio, China, África e Irak, la leishmania infantum, típica de la cuenca mediterránea europea y africana, y la leishmania chagasi causante de la leishmaniasis visceral en América. ¿Es posible la leishmaniasis en personas o solo en perros? Sí, es posible tener la enfermedad en personas . La leishmaniasis es una zoonosis, esto quiere decir que desde animales donde se encuentran como pueden ser perros, conejos, zarigüeyas y zorros que tienen la enfermedad, puede pasar al humano, tras ser picados por un mosquito. ¿Cómo se transmite la leishmaniasis? La leishmaniasis se transmite por la picadura de la hembra del mosquito q ue tiene el parásito . Cuando pica al humano u otro animal va a inyectar el parásito por medio de la picadura. ¿Qué son los antimoniales pentavalentes? Los antimoniales pentavalentes son el Glucantime (se usa más en el primer mundo) y Pentostam (se usa en países en desarrollo) son los fármacos de primera línea en el tratamiento de la leishmaniasis. Aunque no se conoce bien su mecanismo de acción, parece que actúan alterando el funcionamiento de las enzimas de los protozoos. Se administra en dosis inyectable durante 20 días de forma diaria si se trata de leishmaniasis cutánea y el tratamiento se prolonga hasta 28 días en dosis intravenosa si es leishmaniasis mucocutánea. Son fármacos tanto más efectivos cuanto más rápido se usan tras la infección.