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El Estudio de Disbiosis Intestinal e Inflamación Sistémica se compone del estudio de la disbiosis intestinal, de la zonulina y del lipopolisacaridos que nos ayudan a diagnosticar los procesos de inflamación intestinal.

En este estudio de la piel analizaremos ciertos marcadores genéticos que, por ejemplo, influyen en la glicación, un proceso que ocurre con la glucosa en la dermis, y que es una de las principales causas del envejecimiento acelerado de la piel y de la inflamación dérmica que conduce a la piel flácida y agrietada.

El estrés oxidativo es otro de los grandes causantes del envejecimiento de la piel. Nuestro organismo tiene su propio sistema antioxidante, pero no todos tenemos este sistema igual de eficiente. Con nuestros datos genéticos podremos ver cómo se comporta nuestro cuerpo en este aspecto y veremos cómo ayudarlo en este proceso según nuestra genómica.
Lo mismo ocurre con nuestra capacidad de lidiar con la polución, nuestra sensibilidad dérmica, la predisposición a la inflamación cutánea, al acné, varices etc. Información muy relevante a la hora de diseñar la estrategia para el cuidado de nuestra piel.

El intestino es el órgano en el que más bacterias conviven de todo nuestro organismo. Para tener un buen estado de salud y un funcionamiento adecuado del sistema digestivo es importante cuidar la cantidad, proporción y equilibrio de los microorganismos que viven en nuestro cuerpo. Las alteraciones de microorganismos pueden provocar intolerancias alimentarias, inflamación intestinal, mala digestión, disbiosis intestinal…

Para mejorar la salud de los pacientes con alteraciones digestivas, el estudio de la disbiosis intestinal permite conocer el estado de la microbiota.

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones causadas por patógenos que comparten el mismo modo de transmisión. Se estima que aproximadamente la mitad de los casos se da en jóvenes, entre los 15 y los 24 años de edad. Estas infecciones en muchos casos son silentes por lo que la detección temprana es fundamental para la instauración de las medidas oportunas. Un diagnóstico precoz permite aplicar el tratamiento adecuado evitando complicaciones de la enfermedad y su diseminación. La utilización de técnicas de biología molecular aumenta la sensibilidad y la especificidad del diagnóstico de las enfermedades de transmisión sexual, mejorando también la eficacia y precisión del tratamiento.

Test prenatal no invasivo para conocer si el feto presenta algún tipo de anomalía o alteración cromosómica, física o genética.

Puede realizarse desde la semana 10 de gestación. Esta prueba puede realizarse en embarazos únicos y, en el caso del Básico y el Completo también en gemelares (aunque no es posible realizar la determinación de las aneploudías de los cromosomas sexuales X e Y en ese caso).