Las técnicas de imagen que se utilizan en la radiología vascular e intervencionista son muy variadas. Estarían comprendidas, entre otras, resonancias magnéticas, ecografías, pielografías, mamografías, ortopantomografías y telerradiografías, arteriografías, flebografías, fistulografías, uretrocistografías, neumoquistografías, tomas de presión intravascular y otro tipo de pruebas radiológicas en general. Se trata, en suma, de radiografías en movimiento que se llevan a cabo en tiempo real, lo que permite conseguir una alta efectividad de diagnóstico y terapéutica.
Otra técnica muy en boga dentro de la radiología vascular e intervencionista es la pielografía intravenosa, que consiste en un examen especial que, a través de radiografías, se lleva a cabo en la zona de los riñones, vejiga y uréteres. Se trata de una técnica muy útil para descubrir el origen de determinadas afecciones y anomalías, como la presencia de sangre en la orina o el dolor durante la micción.
Barcelona dispone de varias clínicas y centros hospitalarios especializados en este tipo de técnica de diagnóstico por imagen, gracias a la cual es posible determinar, entre otras afecciones, la existencia de cálculos renales, o detectar de forma precoz tumores u otras patologías que cursan mediante la dilatación de los conductos urinarios cuando la orina se halla en su interior.
Cetir Hospital Dos de Maig
De nuevo Cetir Hospital Dos de Maig, anteriormente reseñado, se sitúa en una posición privilegiada dentro de los hospitales que en Barcelona llevan a cabo pielografías. En concreto, esta clínica ofrece la posibilidad de realizar un estudio completo de las vías urinarias a través de lo que sería una pielografía ascendente. Esta prueba se sirve de los rayos X y una sustancia yodada a modo de contraste para proporcionar imágenes de gran nitidez.
El contraste se introduce por vía intravenosa o mediante una punción renal percutánea, y, una vez dentro del organismo del paciente, fluye hacia los riñones, vejiga y uréteres, dibujando un límpido contorno de las estructuras a analizar. Tras haber inyectado el contraste, se toman, a intervalos regulares, una serie de radiografías con las que identificar posibles anomalías, lo que permite emitir diagnósticos muy precisos.
El paciente eliminará el contraste a través de la orina, tras lo cual se llevará a cabo una radiografía final. No obstante, una vez finalizado completamente el examen, se recomienda que el paciente beba mucho líquido, para de este modo garantizar la completa eliminación de la sangre del medio de contraste utilizado.