Definición
Se trata de un tratamiento quirúrgico destinado a extirpar las hemorroides. Se realiza bajo anestesia general o raquídea, generalmente en el ambulatorio. El paciente suele ser dado de alta el mismo día de la intervención.
¿Cómo es la operación de hemorroides?
Existen diferentes técnicas de disección quirúrgica de las hemorroides sin presentar, en general, ninguna de ellas mayores ventajas sobre las otras:
- Hemorroidectomía convencional: es el tratamiento de elección y la técnica más usada. Su principal ventaja es la baja tasa de recurrencias y su principal inconveniente es el dolor postoperatorio y el mayor riesgo de complicaciones.
- Hemorroidectomía guiada por Doppler: es una técnica segura, con baja tasa de complicaciones. Para su realización se utiliza un endoscopio (tubo fino con una cámara en su extremo) con una sonda especial que capta las imágenes y localiza los vasos hemorroidales, facilitando que se elimine menos tejido sano.
- Hemorroidopexia grapada: con este método se usa un dispositivo de grapado circular para extraer el tejido hemorroidal y cerrar la herida, sin realizar incisiones. Puede aparecer dolor en el postoperatorio y con una recuperación más rápida, en comparación con la hemorroidectomía convencional. Sin embargo, parece ser menos efectiva en cuanto a la mejoría de los síntomas.
¿Para quién está indicada?
El tratamiento quirúrgico de las hemorroides se indica para aquellos pacientes que, tras la aplicación y uso de los tratamientos farmacológicos y recomendaciones establecidas por el médico, no responden a estas pautas. Estos pacientes pueden presentar crisis hemorroidales frecuentes o crónicas.
Igualmente está indicado en aquellos pacientes que presentan hemorroides asociadas a otras patologías anales, como fístulas o fisuras anales y en aquellos con asociación de un prolapso anal importante. También en aquellos pacientes con complicaciones hemorroidales como la trombosis de las hemorroides.
¿Por qué se realiza?
La intervención se realiza con el fin de paliar los síntomas derivados de la persistencia de las hemorroides y para evitar complicaciones derivadas de ello, como la trombosis hemorroidal.
Riesgos de la operación de hemorroides
- Sangrado por la herida.
- Retención urinaria tras la intervención por efecto de la anestesia.
- Infección de la herida quirúrgica.
- Edema en la zona perianal tras la intervención.
- Dolor prolongado en la zona.
- Incontinencia fecal y de gases.
- Estenosis del esfínter anal (estrechamiento).
Preparación
Antes de la intervención, el paciente será evaluado por el médico anestesista para la programación del tipo de anestesia utilizada. Se le realiza al paciente un estudio analítico con coagulación y un electrocardiograma.
El paciente debe informar tanto al cirujano general como al anestesista, de si padece alguna enfermedad crónica, lleva alguna prótesis o marcapasos, si es alérgico a algún fármaco, o si toma algún medicamento de forma habitual. Además, debe firmar un documento de consentimiento informado.
Cómo es la recuperación de la operación de hemorroides
Tras la intervención, el paciente puede tener dolor en la zona quirúrgica que, en ocasiones puede llegar a ser intenso sobre todo a la hora de hacer deposiciones. Con el tratamiento analgésico y tras la primera semana, la intensidad del dolor disminuye de manera progresiva. El médico le indicará al paciente el tratamiento tanto para el manejo del dolor como para la prevención del estreñimiento. Se debe realizar una dieta blanda y rica en fibras.
En los primeros días es normal presentar un ligero sangrado con las deposiciones. Las heridas de hemorroidectomía pueden tardar en cicatrizar del todo entre 40 y 50 días.
En ocasiones el médico indica la toma de un tratamiento antibiótico para prevenir la infección de la herida quirúrgica.
Resultados
La intervención quirúrgica de las hemorroides suele ser el tratamiento definitivo que corrige esta alteración. La persistencia de su éxito va asociado con la actitud de prevención del paciente para evitar su reaparición, evitando el estreñimiento, el sobreesfuerzo y el aumento de presión en la zona perianal. La frecuencia de recurrencia de las hemorroides tras la cirugía se presenta en unas 5 de cada 100 personas sometidas a una operación de hemorroides.
Preguntas frecuentes
¿Qué provoca la hemorroides?
Una dieta baja en fibra, el estreñimiento asociado a la realización de sobreesfuerzos para defecar, alteraciones del tono del esfínter anal, factores posturales, la diarrea, el embarazo o factores genéticos hereditarios son los principales causantes de la aparición de hemorroides.
¿Es lo mismo que una almorrana?
Sí, la denominación de almorrana es un término coloquial utilizado para referirse a las hemorroides.
¿Qué se siente cuando tienes hemorroides?
El principal síntoma es el dolor o molestia en la zona perianal que puede aparecer de forma constante o intermitente, asociado a los esfuerzos defecatorios o a la sedestación prolongada en superficies duras. Además, pueden aparecer sangrados, picor, escozor anal, o sensación contínua de querer defecar.
¿Qué son las hemorroides internas?
La hemorroides internas son aquellas que se encuentran en la parte interior del ano y a nivel del recto.
¿Qué hacer para evitar las hemorroides?
Las medidas preventivas que se deben tomar se basan en mantener una dieta rica en fibras, frutas, legumbres y verduras. Evitar los alimentos picantes, cebolla, grasa y el café. Es recomendable beber al menos un litro y medio de agua al día para estar bien hidratados y no consumir alcohol. Se debe evitar permanecer sentado o de pie durante largos periodos de tiempo e intentar realizar ejercicio físico con frecuencia, evitando así el sobrepeso. Nunca se deben aguantar de forma frecuente las ganas de hacer deposición, todo ello con el fin de evitar siempre en lo posible el estreñimiento, el esfuerzo sobreañadido y el aumento de presión posterior.