Definición
El injerto capilar, también conocido como microinjerto o trasplante capilar, es un proceso quirúrgico por el cual el paciente puede volver a tener pelo en las zonas donde lo ha perdido. Se realiza mediante un auto trasplante, es decir, cogiendo folículos pilosos de su propio cuerpo de forma que la posibilidad de rechazo es nula.
¿Cómo es un injerto capilar?
Antes de iniciar el tratamiento de un injerto capilar el paciente debe someterse a una serie de pruebas para comprobar la viabilidad del trasplante. Se estudia tanto la zona capilar de la que se va a extraer pelo como la zona receptora, analizando las dimensiones, la fuerza y el tipo de cabello.
Tras el estudio clínico y capilar del paciente se podrá hacer un prototipo digital de cómo será la intervención y de los resultados esperados, de manera que el paciente lo pueda observar previamente al inicio del proceso.
Con todo ello realizado, es el momento de iniciar la operación. Esta suele durar alrededor de seis horas y el paciente recibe anestesia local para que no sufra dolores.
Es una intervención muy sencilla, primero se extraen folículos pilosos de la parte donante, la cual suele ser la parte baja de la cabeza, y estos folículos que poseen pelo vivo son implantados en la zona alopécica (sin pelo). El proceso se repetirá hasta que la zona implantada quede totalmente cubierta.
El pelo trasplantado mantiene las características y la forma de crecimiento de la zona de donde se extrajo, además tardan entre 2 y 6 meses hasta que se adaptan a la nueva zona y retoman su crecimiento normal.
Actualmente el injerto capilar se puede realizar también en las cejas y la barba, además de en zonas con cicatrices y/o quemaduras.
¿Para quién está indicado?
El injerto capilar está indicado para aquellas personas que padecen alopecia, aunque para realizar el injerto el proceso de caída del cabello debe haberse finalizado, ya que antes de ello no se puede realizar la intervención.
¿Por qué se realiza?
El principal objetivo por el cual se suelen realizar injertos capilares es estético, ya que se busca mejorar la imagen al repoblar ciertas zonas del cuerpo como la cabeza o las cejas con cabello y así mostrar un mejor físico.
Riesgos de los injertos capilares
Aunque se trata de una intervención quirúrgica muy sencilla pueden desarrollarse varias complicaciones:
- Infección en la zona trasplantada o en la zona donante.
- Hemorragia bajo la piel de la zona tratada, durante la intervención o después.
- Reacción alérgica a la anestesia o algún utensilio de quirófano.
Preparación
Antes de iniciar la intervención quirúrgica del injerto capilar el paciente será sometido a varias pruebas para evaluar su caso de manera personalizada.
Lo primero es conocer la causa por la cual el paciente ha perdido pelo, y para ello se realiza un análisis del cabello mediante dos pruebas: una tricoscopia (diagnóstico por imagen de la superficie del cuero cabelludo y el pelo), y un tricograma (estudio de cabello mediante el uso de microscopio).
Además, el médico analizará el historial clínico del paciente así como el de sus familiares para saber si puede ser de origen genético.
Por último, antes de iniciar la intervención quirúrgica, se le realizará al paciente una analítica sanguínea para evaluar su estado.
Cómo es la recuperación del tratamiento de injertos capilares
Tras la intervención quirúrgica el paciente puede sentir dolor en la zona donante del cabello una vez que los efectos de la anestesia local hayan desaparecido. La zona que ha recibido el trasplante se verá rojiza y con costras, que son los folículos trasplantados. Dichas costras se caerán de manera natural a los dos o tres días. Estos síntomas pueden durar en torno a una semana, durante la cual el paciente deberá tomar antiinflamatorios y antibióticos para evitar infecciones. También recibirá unas indicaciones concretas para el lavado del cabello con champús especiales según cada caso.
El proceso de recuperación será completado al cabo de 15 días, sin embargo las primeras muestras de éxito del trasplante capilar no aparecerán hasta el sexto mes, viéndose el proceso entero tras un año.
Resultados
Los resultados varían según el tipo de paciente, sobre todo en función de la edad y el sexo, y son percibidos en su totalidad al cabo de un año.
En el caso de los hombres los injertos capilares suelen tener más éxito que en el de las mujeres, ya que la extracción de pelo para el injerto es mucho más sencilla. Además las mujeres suelen tener el pelo más fino y claro por lo que es más difícil que se aprecie la mejoría del injerto capilar.
En cuanto a la edad, no es recomendable que la gente joven inicie un proceso de microinjertos demasiado pronto, ya que deben esperar a que el proceso de pérdida del cabello finalice para que la intervención tenga efectividad.
No obstante, en la mayoría de los casos la mejoría es muy notable y el injerto capilar se realiza con éxito.
Preguntas frecuentes
¿Es permanente el injerto capilar?
Si el procedimiento se realiza con éxito sí, ya que el cabello trasplantado sigue su crecimiento y desarrollo normal una vez terminado el proceso de adaptación.
¿Es doloroso el injerto capilar?
No. El paciente recibe anestesia local y sedación para que no padezca dolor.
¿Cuánto cuesta el injerto capilar?
El precio varía según la cantidad de pelo a trasplantar, oscilando entre los 6.000 y los 8.000€.
¿Qué tipos de injertos capilares hay?
Existen dos tipos de injerto capilar:
- La tira capilar: consiste en extraer una tira de cuero cabelludo para trasplantarla en la zona alopécica. Esta técnica es más rápida pero las cicatrices son más visibles.
- FUE (Extracción de unidades foliculares): es una técnica más minuciosa, ya que se extrae el pelo desde la raíz del cuero cabelludo sin extraer este. Deja menos cicatrices pero la cantidad de pelo trasplantada es menor.
Las técnicas serán elegidas según cada caso y con la consulta previa al paciente.
¿Es recomendable a cualquier edad?
No. Se recomienda que se realicen a partir de los 25-30 años.