Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo para extirpar, parcial o radicalmente el riñón. Se lleva a cabo a través del robot Da Vinci, sistema que permite realizar únicamente pequeños orificios en la piel con instrumentos muy sofisticados para realizar la intervención. Estos permiten aumentar la precisión en la disección del riñón. El robot Da Vinci, además, facilita el uso de ecografía intraoperatoria guiada por robot, para delimitar con precisión la localización de los tumores dentro del riñón y la utilización de fluorescencia intraoperatoria, que permite visualizar el riego sanguíneo de los tejidos y valorar si el clampaje selectivo de una rama de la arteria renal es suficiente para acometer la extirpación del tumor con seguridad.
Tras la extirpación del tumor, el Robot Da Vinci permite al urólogo reconstruir el riñón disminuyendo el tiempo de clampaje arterial y el tiempo en el que el riñón está sometido a falta de riego y ausencia de oxígeno.