El dermatólogo a través de una videollamada valora la situación del paciente con el objetivo de evitar desplazamientos innecesarios y mejorar la rapidez del diagnóstico. Muchas enfermedades de la piel son fácilmente diagnosticables a través de imágenes y de la información que proporciona el paciente. En la consulta a distancia se puede establecer el tratamiento más adecuado o dar pie a una consulta presencial en la clínica.