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El bótox, también conocido como toxina botulínica, es un tratamiento facial destinado a detener los signos de envejecimiento. Se aplica especialmente en el rostro, donde las arrugas son más notorias. Si bien es un procedimiento delicado, se realiza de forma ambulatoria y no requiere intervención quirúrgica. Es sencillo, indoloro y el paciente podrá seguir con su día justo después de recibirlo. A pesar de ello, es común que surjan muchas dudas la primera vez que se realiza un tratamiento facial con bótox. Aquí se solventarán la mayoría de ellas.
Se trata de un compuesto neurotóxico originado con la bacteria botulínica. Se utiliza con fines estéticos desde hace varios años, gracias a su capacidad para paralizar los músculos. Actúa cortando la comunicación del músculo facial con el cerebro, es decir, inhibiendo la acción del nervio. El resultado es que su capacidad de contracción disminuye considerablemente. Las aplicaciones de este químico son muchas. Algunas son:
En medicina estética es ampliamente utilizado en tratamientos faciales para la ritidosis, el nombre médico de las arrugas de la edad. Es una técnica prácticamente indolora, con efectos inmediatos y duraderos. A diferencia de la cirugía, no requiere preparación ni recuperación. Para aplicarlo, se seguirán los siguientes pasos:
Con fines estéticos es posible aplicarlo en todas las regiones del rostro con signos de envejecimiento. Por lo general, se concentran en algunas áreas específicas que son:
No existe ninguna contraindicación para no aplicarse toxina botulínica en diversas zonas del rostro. Sin embargo, es probable que el especialista recomiende hacerlo en varias sesiones progresivas.
Por lo general, el tratamiento facial se realiza en la consulta del médico. Debido a ello, es indispensable que se trate de un profesional de confianza. Seguirá estos pasos:
Cualquier persona que tenga preocupación por un exceso de signos de envejecimiento. Esta preocupación tiende a ser más acuciante después de los 40 a 50 años. Por lo general, se utiliza en algunas zonas críticas del rostro, como el entrecejo, la frente y las comisuras de los labios. La inmensa mayoría de las intervenciones se realiza sin ninguna complicación. La posibilidad de padecer síntomas adversos es mínima. En todo caso, es necesario consultar al especialista si se padecen estos síntomas horas o semanas después de la inyección de bótox:
El precio de la toxina botulínica varía de acuerdo al centro elegido y la extensión del tratamiento. Por lo general, se indica la cantidad de compuesto activo empleado, así como otros servicios adicionales. Estos pueden incluir una visita médica, limpieza facial y una sesión de inyecciones. De cualquier forma, en la interfaz de Savia pueden encontrarse alternativas desde los 289 euros.
En cualquier punto de la geografía española que cuente con un centro especialista. Un tratamiento facial con bótox debe ser realizado por un especialista en un entorno controlado. Savia ofrece dos centros especializados en la inyección con bótox para el cuidado del rostro:
En realidad, no es necesaria ninguna preparación rigurosa. No obstante, el profesional puede sugerir alguna de estas indicaciones y preguntar respecto a la medicación que se toma regularmente:
Es un tratamiento mínimamente invasivo e indoloro. Los pacientes toleran bien la intervención en la inmensa mayoría de casos sin reportar molesta alguna. Otras ventajas son:
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