Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es el tobillo y el pie, con el objetivo de atravesar los distintos tejidos de los mismos y obtener una película fotográfica. Las radiografías pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la misma. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía en el tobillo o el pie, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras. Radiografía de tobillo. Proyecciones sucesivas desde 22€ con los mejores especialistas en Radiodiagnóstico-Diagnóstico Por Imagen
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Las radiografías son parte del conjunto de evaluaciones médicas que se denominan exámenes imagenológicos. Su utilidad radica en la obtención de imágenes muy nítidas de los huesos para, de esa manera, observar sus condiciones. Así, con las radiografías pueden detectarse la presencia de fracturas, tumores o el desgaste de huesos. En el caso de una radiografía de tobillo en proyecciones sucesivas se trata de una imagen de la zona del tobillo y el pie desde diversos ángulos, lo que origina una serie de imágenes con mucho detalle. Con estas imágenes los especialistas de la salud podrán ofrecer diagnósticos y tratamientos más eficaces y precisos.
Este tipo de radiografía de tobillo se utiliza cuando se desea mirar a través de la piel y los tejidos con el objetivo de observar las condiciones de los huesos. Esto permite encontrar la causa de alguna hinchazón, dolor o el estado de alguna fractura. En caso de alguna operación, las radiografías permiten planificar las acciones antes de entrar a quirófano y así evitar alguna indeseada sorpresa. También se utiliza luego de los tratamientos para así conocer el avance de mejora, en cuanto a la alineación de los huesos o si la rotura se ha solidificado de forma adecuada. Es una útil herramienta para ayudar en la sanación de dolencias.
La radiografía de tobillo es un estudio rutinario, seguro y que no causa dolor ni efecto secundario alguno. Se realiza aplicando una pequeña cantidad de radiación dirigida hacia la zona que se desea fotografiar y esta radiación servirá para imprimir sobre una película fotográfica o computador la imagen del hueso que se desea visibilizar. Dependiendo del ángulo y la posición desde donde se dirija la radiación, entonces se habla de distintos tipos de proyecciones. En el caso de que los médicos requieran de imágenes más precisas, entonces se aplican dos proyecciones radiográficas a la misma zona. Este tipo de examen puede realizarse con el paciente acostado, sentado o de pie, en caso de que su condición lo permita. No es necesaria una preparación previa para este examen.
Una Radiografía de tobillo o de pie debe realizarse cuando se siente alguna molestia en esa zona de las extremidades inferiores debido a un accidente, golpe recibido o por haber dado un mal paso. Si se presenta dolor intenso y permanente, hinchazón o se sospecha de alguna fractura, lo recomendable es realizar una radiografía para encontrar así la causa de la dolencia. No se debe esperar más tiempo para acudir a un especialista de la salud en caso de dolor e hinchazón en el tobillo y siempre es conveniente consultar antes a un médico.
En promedio, y dependiendo del lugar donde se realice, el costo de una radiografía de tobillo puede oscilar entre los 6 y los 19 euros.
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