Técnica propia de los Servicios de la Medicina Nuclear. Es una prueba diagnóstica por la imagen, que requiere de prescripción médica, generalmente del especialista en Endocrinología, y que permite la obtención de imágenes de la glándula tiroides, para el estudio de tumores, hiperfunción, hipofunción, etc. Gammagrafía tiroidea desde 71€ con los mejores especialistas en Medicina Nuclear
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La gammagrafía tiroidea es una prueba de diagnóstico que usa un marcador de yodo radiactivo con el objetivo de evaluar la estructura y cómo está funcionando la glándula tiroides. Está dentro de la medicina nuclear y en la actualidad se usan en la rutina el Tecnecio 99m y el Yodo I-131. La tiroides es una glándula que se sitúa en la parte delantera del cuello y se encarga de producir la hormona tiroidea. La función principal es la de controlar el metabolismo. Una de las razones para realizar esta prueba es la de determinar si existe alguna protuberancia en el cuello. En este caso se busca descartar o confirmar un posible cáncer de tiroides. También para aquellas personas que han sido diagnosticadas con cáncer de tiroides, para saber si se ha propagado a otros órganos.
La tiroides es una glándula con una forma de mariposa encargada de varias funciones:
En primer lugar, se debe informar al médico de cualquier tipo de alergias o medicamentos que se estén usando. Las mujeres, además, deben comentar si están embarazadas o amamantando, porque es contraproducente.
A la prueba se debe ir sin comer o beber. Por lo tanto, la realización de la gammagrafía tiroidea en ayunas es el primer paso que uno debe tener en cuenta.
En el día de la prueba se usará una bata durante el examen, aunque a veces algunos profesionales permiten mantener la ropa.
Para este tipo de pruebas, un enfermero o tecnólogo administra al paciente una pequeña dosis de yodo radiactivo en la boca. Normalmente es en forma de pastilla, pero también existe la posibilidad de inyectarlo en vena a través de un catéter intravenoso.
Se debe ingerir la dosis de yodo vía oral unas 24 horas antes. Si se administra a través de inyección intravenosa, con tan solo 30 minutos antes de la imagen será suficiente.
Cuando pasa ese tiempo, las células tiroideas de cualquier parte del cuerpo absorben el yodo que se ha introducido. Para ver hacia dónde se ha dirigido la radioactividad, los profesionales emplean una cámara especial que se llama gamma-cámara. Esta llevará la radiación gamma a una señal analógica que se registra en la placa radiográfica. Por lo tanto, la imagen se consigue gracias a la emisión de rayos gamma. El paciente se encontrará recostado en una mesa móvil con el cuello extendido para colocar la cámara.
Para la prueba de gammagrafía tiroidea, la cámara se pone enfrente del cuello de la persona que se analiza para medir el proceso y la cantidad de radiación. Cuando la tiroides lo capta, la gamma cámara ofrecerá varias imágenes de la glándula y de las zonas más activas y las que menos. Se capturan estas imágenes desde tres ángulos distintos. El paciente debe quedarse quieto mientras la cámara actúa.
Después de estas imágenes, el profesional determinará si se necesita realizar más imágenes y poder visualizar mejor otras estructuras que en las primeras fotografías no aparecen.
En ellas se pueden observar varias situaciones. Aquellas zonas cerca de la glándula que presentan menos radioactividad en la glándula tiroides se llaman nódulos fríos. Por el contrario, esas partes del organismo en donde se observa que hay más radiación son los nódulos calientes. Estos últimos nódulos, en líneas generales, no son cancerosos. Sin embargo, los nódulos fríos podrán ser benignos o cancerosos.
Una vez realizada esta examinación, el paciente puede hacer su vida con normalidad. Si la prueba se realiza a través de una línea endovenosa, será el tecnólogo quien deba quitarlo. El tiempo que lleva este tipo de exploraciones es de unos 30 minutos, más o menos.
Este análisis emplea una sustancia radiactiva, sin embargo, el nivel de radiación no es alto. Por lo general, es una prueba muy segura llevada por profesionales.
Pero sí está contraindicado a las mujeres embarazadas y durante el periodo de lactancia. Y, sobre todo, a los alérgicos al yodo. Este tipo de circunstancias han de ser informadas al profesional de la salud para que tome otra opción.
Como se ha ido comentando, esta prueba detecta todo lo que está relacionado con la tiroides. Especialmente, cómo funciona la glándula tiroidea y también muestra el tamaño, la forma y en donde está la glándula. También detecta cualquier mancha o lesión que esté pasando la glándula. Cualquier problema que pueda existir en la tiroides, gracias a la gammagrafía tiroidea, se puede detectar. Tras la cirugía de un cáncer de tiroides, estos análisis son útiles para poder diagnosticar la propagación por todo el cuerpo. Si la glándula tiroidea ha sido extirpada en la cirugía, los estudios se vuelven más sensibles porque cualquier célula cancerígena recoge el yodo radiactivo.
Con las imágenes, un profesional puede:
El precio de la gammagrafía tiroidea varía desde los 66 euros hasta los 139 euros, dependiendo de la ciudad o la clínica. Lo primordial para realizar la gammagrafía tiroidea es acudir a un buen profesional que nos garantice la experiencia y el trabajo serio que se necesita en estos casos. Los lugares donde podemos realizar este análisis son diversos. Encontraremos clínicas en distintas ciudades a lo largo de España, como son Madrid, Logroño, Valencia, Barcelona, Bormujos y Alhaurín el Grande.
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