Es una prueba diagnóstica que realiza ambulatoriamente el otorrinolaringólogo en la consulta. Para ello, accede con un fibroscopio por la fosa nasal para explorar bajo visión directa el interior de la laringe, la región superior de la cual se llama cavum, por detrás de las fosas nasales. Se indica para identificar anormalidades anatómicas, inflamación, pólipos o tumores.