Examen de salud 18 meses en cualquier ciudad

En las consultas pediátricas, uno de los motivos más comunes de visita son las revisiones preventivas en infantes sanos. Como parte de la pediatría integral, establecer un plan de revisiones periódicas con la finalidad de observar y garantizar el correcto desarrollo de los niños es la mejor manera de prevenir enfermedades, malformaciones y el desarrollo de patologías ocultas e insospechadas, de la misma manera que se hace con los pacientes adultos.

La consulta de pediatría debe ser un centro de cribado de pacientes, cuyo control sanitario sirva a los especialistas para actuar de manera preventiva con cada uno de ellos, y también para utilizar su experiencia con otros que sí tengan la necesidad de experimentar soluciones terapéuticas.

¿Qué es la pediatría?

La pediatría es la rama de la medicina que se encarga de la supervisión sanitaria y tratamiento de las enfermedades de los pacientes de edad comprendida entre el momento de su nacimiento hasta la adolescencia, que se sitúa entre los 12 y los 18 años de edad.

¿Cuándo y por qué consultar?

La mayoría de los padres, ya sean primerizos o no, suelen preocuparse ante el menor signo de enfermedad de sus hijos, sin importar la edad que estos tengan, pero con mayor intensidad cuando los hijos son pequeños.

Acto seguido, se suele llamar al centro de salud de referencia para solicitar una consulta con el pediatra, quien será el encargado de llevar a cabo la revisión del pequeño paciente, prescribir los medicamentos necesarios y adaptados a su organismo, o bien confirmar que el pequeño se encuentra con buena salud.

Las revisiones preventivas

Para evitar preocupaciones sin motivo, y para hacer un correcto seguimiento del estado de salud de cada niño, la pediatría establece una serie de revisiones en los niños sanos, con la finalidad de prevenir enfermedades, y estas forman parte del calendario de revisiones pediátricas del niño sano.

Este calendario sigue la siguiente pauta:

• Hasta los 18 meses de vida, se recomienda que un infante sea revisado por su pediatra cada dos o máximo tres meses.
• A partir de los 24 meses de vida, las revisiones se realizarán cada dos años.

Es importante recordar y tener en cuenta que a partir de los 18 meses las revisiones se espaciarán, por lo que la revisión a los dieciocho meses de vida debe ser lo más exhaustiva posible.

También vale la pena recordar que durante estas revisiones preventivas se controlará el cumplimiento de los calendarios de vacunación infantil. La correcta vacunación protegerá a los infantes de enfermedades que les puedan ocasionar cuadros clínicos críticos, malformaciones y patologías irreversibles.

El examen de salud de los dieciocho meses de vida

Además de comprobar el buen estado físico general del pequeño paciente, en el que el pediatra evalúa la función cardíaca, la pulmonar, la temperatura, el pulso, la coordinación y la marcha, una parte de esta revisión se centrará en recaudar y analizar la información que le proporcionen los padres, que son las personas que están más atentas de la salud de la pequeña o el pequeño. Dentro de las preguntas que puede formular el pediatra estarán si duerme bien, si come solo y come bien, si no muestra intolerancias a alimentos específicos, si va bien y contento al parvulario, y cualquier otra pregunta que pueda ayudarle a determinar su estado de salud.

El pediatra también podrá realizar una serie de pruebas subjetivas, según su criterio, que le permitan evaluar el desarrollo correcto del infante. Saber si ve bien, si es capaz de apilar unos cubos para observar su coordinación y reflejos, analizar su capacidad prensil pidiéndole que introduzca una cuenta en un frasco, para después observar su ingenio al ver si es capaz de sacar la cuenta del fondo del mismo.

Esta revisión también es un buen momento para determinar el Índice de Masa Corporal de los pequeños, con lo que evaluarán que crecen adecuadamente y que comen bien. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de las creencias de antaño, un niño obeso no es necesariamente un niño sano.

Si el estado general de la niña o el niño son satisfactorios, se emplazará a la familia para una nueva revisión cuando toque, pero si el pediatra tiene la menor sospecha, tras hablar con los padres, prescribirá pruebas suplementarias para confirmar o descartar su diagnóstico.

El objetivo de esta revisión es estar seguros, tanto los padres como el pediatra, de que la salud del infante y sus perspectivas de salud son lo suficientemente buenas para poder pasar al siguiente nivel de revisiones, que empezará con la de los 24 meses, y a partir de allí, se harán cada dos años como ya hemos señalado.

¿Dónde se realiza y qué precio tiene?

En la web de Savia se encuentra un extenso listado de consultas pediátricas en todo el territorio estatal en las que se puede realizar el examen de salud de los dieciocho meses.

En la misma web de Savia se puede adquirir esta prueba, y dependiendo del centro y la ciudad, el precio puede oscilar entre los 12 € y los 72 €.

Las revisiones pediátricas posteriores

En líneas generales, las revisiones a partir de los dos años de edad se centran en:

• De dos a cinco años de edad: además del estudio del estado físico, se incide en detectar problemas de desarrollo y problemas de tipo neurosensorial. También se incide en la educación de los hábitos básicos relativos a la edad, como pueden ser dormir la cantidad de horas adecuada, los hábitos higiénicos y los hábitos alimentarios.
• A tener en cuenta que a partir de la revisión de los cuatro años se llevará a cabo la vacunación propia de la edad contra la rubeola, el sarampión y la parotiditis, también conocida como paperas.
• De los seis a los catorce años, además de seguir controlando el estado físico general y el correcto desarrollo físico, se seguirá indagando y se recomendará mantener los buenos hábitos de alimentación, higiene, horas de sueño, conducta y, sobre todo, al acercarse a la pubertad, se explicará lo nocivo que puede ser para el organismo el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias.