Estudio del sueño nocturno a domicilio (1ª visita y consulta de revisión) en cualquier ciudad

El estudio de sueño o polisomnografía nocturna a domicilio permite controlar, evaluar e interpretar diferentes indicadores que tienen lugar durante el sueño. Muy especialmente, los índices de oxigenación en la sangre mientras se está durmiendo. Sobre todo se utiliza para diagnosticar, controlar y tratar apneas, hipoapneas y otras patologías, fundamentalmente paradas respiratorias que se producen durante el sueño y presentan claros riesgos cardiovasculares, pues pueden generar peligros ciertos como la hipertensión arterial o las arritmias. Esta prueba se efectúa en el propio domicilio del paciente, en las condiciones habituales en las que duerme, tanto en su cama como en su ambiente cotidiano.

Qué es la polisomnografía domiciliaria

El estudio del sueño se realiza para medir y registrar diferentes funciones corporales mientras estamos durmiendo. En concreto, se centra en estos aspectos:

• Oxígeno en sangre.
• Frecuencia de la respiración.
• Ondas cerebrales.
• Frecuencia cardíaca.
• Movimientos oculares.
• Movimiento de las piernas.

Su finalidad es clara: detectar y establecer posibles trastornos del sueño. Es decir, afecciones que dificultan el dormir o, al contrario, lo incentivan en exceso, así como la respiración durante el sueño.

Estos problemas son mucho más importantes de lo que puede parecer a priori. Además de aumentar el riesgo de sufrir diabetes, problemas cardíacos y depresión, son motivo habitual de accidentes laborales y circulatorios. En todo caso, alteran la calidad de vida de los afectados.

Es importante, en este punto, distinguir entre las dos pausas respiratorias durante el sueño más habituales:

• Apneas. Pausas completas de respiración al dormir durante más de 10 segundos.
• Hipoapneas. Disminución parcial de la señal respiratoria.

La polisomnografía en casa analiza estas pausas, así como otros problemas similares al dormir. Y lo hace en el propio dormitorio del paciente, registrando con un aparato aspectos como la saturación sanguínea de oxígeno, los ronquidos, el flujo nasal o los movimientos de tórax y abdomen.

Principales aplicaciones

Entre los trastornos del sueño más frecuentes, que pueden estudiarse con una polisomnografía, destacamos los siguientes:

• Apnea del sueño. Algunas personas pueden sufrir hasta 30 episodios por hora mientras duermen.
• Narcolepsia. Es una afección neurológica que provoca mucha somnolencia, incluso la posibilidad de quedarse dormido de forma repentina durante el día.
• Síndrome de las piernas inquietas. Se manifiesta como una pulsión de mover las piernas y una marcada incomodidad en ellas al intentar conciliar el sueño.
• Insomnio. Dificulta o impide dormir noche tras noche.

¿Cuándo se prescribe un estudio del sueño?

Más allá de sospechar que se padece alguno de los trastornos o enfermedades mencionados, todos podemos considerar la necesidad de realizarnos este estudio si notamos que:

• Roncamos fuerte mientras dormimos.
• Nos despertamos jadeando y con dificultades para respirar.
• Estamos con somnolencia durante el día.
• Nos cuesta mucho conciliar o mantener el sueño.

Cómo se realiza la polisomnografía domiciliaria

El estudio del sueño se puede realizar en tres lugares:

• En un hospital general.
• En una clínica especializada en trastornos del sueño.
• En el hogar del afectado.

Cuando se lleva a cabo en casa, presenta una ventaja ambiental más que significativa. Las condiciones de sueño y el modo de dormir son idénticos a los de cada día. No hay sesgos o influencias derivados de modificar el escenario habitual.

Fundamentalmente, estos son los pasos a seguir cuando queremos realizar este estudio diagnóstico en casa:

• Recogemos el equipo en la consulta médica elegida o lo recibimos a domicilio en nuestro hogar.
• Seguimos las instrucciones del médico para manejarlo. En caso de duda, por mínima que sea, preguntamos al doctor.
• La noche del estudio, colocamos en nuestro cuerpo los electrodos y conectamos sus extremos al equipo de monitorización del sueño.
• Seguimos nuestra rutina habitual de sueño, con la mayor normalidad posible.
• Dejamos que los electrodos y la máquina hagan su trabajo. El dispositivo va registrando las funciones del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la respiración, los ronquidos o el oxígeno en sangre.
• Al despertarnos, retiramos los electrodos.
• En el horario y las condiciones acordados con el especialista, devolvemos el equipo.
• Escuchamos el análisis diagnóstico y entendemos el informe realizado por el profesional médico del sueño.

Antes del estudio

En realidad, mantener la máxima normalidad posible antes de realizar la prueba es importante. Ahora bien, tanto si se trata de una polisomnografía nocturna domiciliaria como si es en un centro médico, es importante aplicar estas pautas:

• Evitar el alcohol y la cafeína durante la tarde-noche.
• No dormir siesta ese día.
• Prescindir de geles o lociones capilares, así como maquillajes, porque pueden interferir en el correcto funcionamiento de los electrodos.

Durante la prueba

En condiciones normales, no vamos a notar nada durante la realización de la prueba. Dormiremos de la manera habitual mientras el dispositivo va realizando y compilando sus registros. Solo en algunos casos muy puntuales de personas con la piel extremadamente sensible, se pueden ocasionar leves y esporádicas irritaciones cutáneas.

Los resultados de la polisomnografía en casa

Entre las mediciones e indicadores principales que se obtienen en este tipo de estudios, figuran los siguientes:

• IAH o índice de apnea-hipoapneca. Es el número total de veces que sufrimos episodios de apnea durante la noche. Si se han contabilizado más de cinco en una misma jornada, posiblemente tendremos apnea del sueño.
• IDO o índice de desaturación de oxígeno. Es la cantidad de ocasiones en las que nuestro nivel de oxígeno baja durante el sueño. Menos del 90 % es algo anormal que hay que estudiar.
• Eficiencia del sueño. ¿Cuántos minutos pasamos durmiendo en relación con el tiempo que pasamos en la cama? Si son pocos, refleja que pasamos mucho tiempo tratando de conciliar el sueño.
• Frecuencia cardíaca. Es normal entre 60 y 100 latidos por minuto. Fuera de estos parámetros, hay que prestar atención a lo ocurrido.

Dónde recurrir a la polisomnografía en casa

Desde Savia, recomendamos la realización de esta prueba en centros especializados y con una gran experiencia.

Podemos encontrarlos en estas tres ciudades españolas:

• Gijón (Asturias).
• Madrid.
• Málaga.

¿Cuál es el precio del estudio del sueño?

Por 390 euros podemos encargar una polisomnografía nocturna a domicilio. Este coste incluye la primera consulta, el estudio del sueño propiamente dicho y la entrega del informe con las recomendaciones oportunas.