Espirometría simple en cualquier ciudad

La espirometría simple es una prueba que suele ser prescrita por un neumólogo o un neumólogo pediátrico. Se realiza en laboratorios de exploración funcional de la respiración para valorar todo tipo de enfermedades respiratorias. Su dimensión es doble: sirve para diagnosticar problemas respiratorios y para realizar el seguimiento de los tratamientos aplicados. La prueba consiste en soplar fuerte e inspirar en un aparato conocido como espirómetro. El procedimiento no dura más de 10 minutos y permite constatar cuáles son los niveles de respiración del paciente. Teniendo en cuenta cuáles son en espirometría los valores normales, se establece una comparativa realmente reveladora.

Espirometría simple y forzada y diferencias

La espirometría es una prueba sencilla que mide la función de los pulmones. Por medio de un espirómetro se calculan cuáles son los flujos y los volúmenes respiratorios del individuo. A través de estos indicadores, es posible identificar o chequear el estado de las enfermedades respiratorias.

Su importancia está creciendo exponencialmente poco a poco. Además de una herramienta fundamental para la neumología adulta e infantil, se está convirtiendo en cada vez más útil para la atención primaria.

Existen, actualmente, dos clases:

• Espirometría simple. Después de realizar una inspiración al máximo nivel posible, el paciente suelta el aire utilizando todo el tiempo que requiere. De este modo, es posible medir los volúmenes estáticos y las sumas de esos volúmenes; es decir, las capacidades.
• Espirometría forzada. En este caso, tras esa misma inspiración máxima, se dispone de un periodo de tiempo concreto para soltar todo el aire.

Espirometría simple: cómo se realiza

Hemos explicado que la espirometría simple consiste en medir cuánto aire tenemos en los pulmones y qué capacidad poseemos para ingresar y extraer aire en ellos.

Este test médico se realiza de forma sencilla, aproximadamente en unos 10 minutos. Antes de empezar, el técnico programa el dispositivo e introduce los datos de peso, altura y edad en el ordenador.

Estos son los pasos a seguir:

1. Nos colocamos sentados frente al aparato.
2. Se nos fijan una especie de clips en la nariz. Su objetivo es impedir el flujo de aire nasal.
3. Recibimos un dispositivo de pequeño tamaño, uno de cuyos extremos está adherido a una boquilla.
4. Colocamos la boquilla en la boca y la apretamos con los dientes.
5. Sellamos bien los labios en torno a la boquilla y nos aseguramos de que la lengua no obstruye el orificio.
6. Escuchamos las indicaciones del profesional sobre cómo debemos realizar la respiración.
7. Empezamos con una inspiración normal.
8. Exhalamos con suavidad hasta vaciar los pulmones por completo.
9. Y comenzamos, realmente, la prueba. Efectuamos una enorme inspiración, todo lo profunda que podamos, hasta llenar nuestros pulmones.
10. Después, exhalamos con fuerza hasta que el especialista nos indica terminar. El intervalo suele ser de 6 segundos. Es posible que nos sintamos vacíos enseguida, pero debemos continuar hasta terminar el tiempo.
11. Obedecemos al técnico y paramos.
12. Nos sacamos la boquilla y descansamos.
13. Por lo general, repetiremos la prueba un mínimo de tres veces. Pueden ser más si el especialista así lo considera.

Los previos a una espirometría

¿Necesitamos prepararnos de algún modo para esta prueba médica? En realidad, no mucho. Pero sí conviene ser conscientes de la inminencia del test y considerar algunas medidas interesantes que facilitan en espirometría la interpretación adecuada.

Son estas:

• Acudimos a la espirometría vistiendo ropa cómoda, amplia y agradable.
• Evitamos las ingestas excesivas de comida o bebida, así como fumar, en las 2 horas previas al test.
• Informamos al especialista si hemos tenido alguna lesión reciente. Asimismo, debemos contarle si hemos sufrido operaciones quirúrgicas en el abdomen, el tórax, los ojos o los oídos.

El valor de una espirometría

Cuando se sospecha la posibilidad de estar padeciendo un problema pulmonar, la espirometría tiene mucho que aportar. Contribuye a diagnosticarla y a evaluar cómo está evolucionando.

Estas son las enfermedades para las que resulta extremadamente útil:

• Asma. Esta enfermedad obstructiva del sistema respiratorio puede compensarse con el uso de aerosoles broncodilatadores. Tanto si es persistente como temporal, controlarla con espirometría aporta muchísima información útil.
• EPOC. Crónica, obstructiva y muy habitual en fumadores, suele ser detectada y controlada su evolución con esta prueba.
• Fibrosis pulmonar. Aunque su origen no está claro, tiene un gran componente genético y aparece a mitad de la vida. Cuando el pulmón comienza a fibrosarse, la espirometría es capaz de detectar patrones restrictivos.
• Alergias. Muchas de ellas, como las estacionales a las gramíneas o al polen, influyen directamente en los bronquios, que se obstruyen por momentos.
• Bronquiectasias. Son lesiones pulmonares, ocasionales, generadas por desmedidas dilataciones de los bronquios. Una espirometría puede detectar indicios que animan a realizar pruebas más específicas.
• Sarcoidosis. Gracias a la prueba espirométrica podemos determinar el grado de afectación de los granulomas internos que obstruyen los bronquios en esta enfermedad autoinmune.

Espirometría y valores normales

Para evaluar la situación e incidencia de las enfermedades respiratorias, la espirometría utiliza una serie de variables con valores considerados normales. Aspectos como el peso, la edad y la estatura influyen en esta interpretación. Con todo, las desviaciones permiten interpretar lo que está sucediendo en las vías respiratorias del paciente.

Entre las variables más importantes de una espirometría figuran:

• FVC o capacidad vital forzada. Es la mayor cantidad de litros de aire que una persona puede exhalar con una expiración máxima tras una inspiración máxima.

• FEV₁ o volumen espiratorio forzado en el primer segundo. Son los litros expulsados en el primer momento de la FVC.

• Índice de Tiffeneau. Se obtiene al dividir el FEV₁ entre la capacidad vital (conocida también como VC: el máximo volumen de aire expulsado en una exhalación no forzada tras una inhalación máxima).

• Capacidad inspiratoria. Es la mayor inspiración que realizamos tras una inhalación convencional.

¿Dónde nos podemos hacer una espirometría simple?

En Savia contamos con centros especialmente recomendables en un buen número de localidades españolas. En concreto, en:

• A Coruña.
• Barcelona.
• Dos Hermanas (Sevilla).
• Ferrol (A Coruña).
• Getafe.
• Las Rozas (Madrid).
• Lugo.
• L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
• Madrid.
• Málaga.
• Orense.
• Segovia.
• Sevilla.
• Valdemoro (Madrid).
• Valencia.
• Valladolid.

¿Cuánto cuesta una espirometría simple?

El coste de esta prueba médica oscila entre los 6 y los 24 euros, dependiendo de en qué centro médico nos la hagamos.