Espirometría forzada en cualquier ciudad

La espirometría forzada es una técnica de exploración de las funciones ventilatorias. Permite medir los volúmenes y los flujos de aire generados durante una maniobra voluntaria de espiración forzada. Llevar a cabo esta acción refleja unos valores concretos que son comparados con los normales. En función de las relaciones, coincidencias y divergencias con los parámetros deseables, es posible identificar o sospechar determinados trastornos en el aparato respiratorio. Algunos podrán ser definidos al realizar el informe; otros, requerirán de pruebas adicionales para constatarlos o descartarlos. La espirometría de carácter forzado es especialmente útil para identificar broncopatías.

Qué es una broncopatía

Con frecuencia, una espirometría forzada con valores de referencia diferentes a los considerados normales refleja la presencia de broncopatías en el paciente. Ahora bien, ¿qué son estos trastornos? Es una alteración de los bronquios, con independencia de qué naturaleza o causa la provoca. Estas estructuras orgánicas facilitan el paso del aire de la tráquea a los pulmones. Por ello, están expuestos a gran cantidad de agentes ambientales, algunos de ellos nocivos, como la nicotina.

Entre los síntomas habituales de broncopatía figuran la tos seca o productiva, las dificultades para respirar y el dolor de pecho al toser. Los bebés, los niños y los ancianos son las personas más predispuestas a sufrir broncopatía. En cualquier caso, el neumólogo o el médico generalista pueden solicitar esta prueba para descartar o confirmar sus sospechas.

Espirometría: qué es y tipos

La espirometría es una prueba de reconocimiento que posibilita saber cómo se encuentra el aparato respiratorio del paciente. Y lo hace midiendo y comparando la cantidad de aire que somos capaces de inspirar y espirar en determinadas circunstancias.

En la práctica, existen dos clases:

• Espirometría simple. Comenzamos la prueba respirando con normalidad, despacio. Después, cuando nos avisa el especialista, cogemos y soltamos todo el aire que podemos, sin limitación de tiempo, en una única inspiración y espiración. Sirve para medir cuánto volumen de aire penetra y escapa de los pulmones, así como el volumen máximo posible de entrada y salida.
• Espirometría forzada. En este caso, el procedimiento es el mismo, salvo que se establece un tiempo determinado para expulsar todo el aire almacenado.

Por lo general, la inexistencia en espirometría forzada de valores normales indica la presencia de problemas pulmonares o respiratorios. Pueden deberse a factores obstructivos, por lo que el aire no puede salir con facilidad, o restrictivos, en los que el aire tiene dificultades de entrada.

En qué consiste la espirometría forzada

Esta técnica mide los flujos y volúmenes respiratorios que resultan útiles para diagnosticar y controlar las patologías respiratorias. Por lo general, la espirometría forzada exige realizar una inspiración máxima y, a continuación, espirar todo el aire obtenido en el menor tiempo posible. Su utilidad es mayor que la simple, pues favorece la realización de diagnósticos sobre trastornos y enfermedades respiratorios.

Los valores de flujos y volúmenes más empleados son:

• FVC o capacidad vital forzada. Es el total de mililitros de aire que una persona expulsa entre la inspiración y la espiración máximas. La prueba es normal cuando se ubica por encima del 80 %.
• FEV1 o volumen máximo espirado durante el primer segundo de una espiración forzada. También se mide en mililitros y se considera espirometría forzada con valores normales el 80 % o más.
• Cociente FEV1/FVC. Es la relación establecida entre los dos indicadores precedentes. Supone qué porcentaje del volumen total espirado corresponde al primer segundo de la maniobra. Lo normal es que se sitúe entre el 70 y el 75 %.
• Flujo espiratorio máximo entre el 25 y el 75 %. Refleja qué relación existe entre el volumen que hemos espirado entre el 25 y el 75 % de la FVC y el tiempo que hemos tardado en hacerlo. Si no reflejamos una medición normal, indica patología en las vías aéreas pequeñas.

Con estos parámetros y otros similares, el estudio desarrolla curvas de volumen y tiempo que facilitan la interpretación y la comparación de los resultados.

Cómo prepararse para la prueba

Ahora que ya sabemos qué evalúa la espiración forzada, podemos preguntarnos cómo debemos prepararnos antes de realizar esta prueba médica.

En realidad, no es necesario hacer nada especial, aunque algunas pautas y principios ayudan a mantener la fidelidad y precisión de los resultados obtenidos. Así, deberíamos seguir estas recomendaciones:

• Acudir a la cita en condiciones normales, sin estrés y sin haber realizado prácticas deportivas intensas en sus momentos previos.
• Respetar un periodo de descanso antes de la prueba, de unos 15 minutos sentado por lo menos.
• Vestir ropa cómoda, amplia y ligera. En ningún caso debe constreñirnos o ceñirnos. Las corbatas fuertemente apretadas, las fajas y los pantalones slim fit muy apretados son inadecuados.
• Ingerir alimentos de manera moderada. No debemos acudir en ayunas, pero tampoco comer copiosamente.
• Evitar el tabaco, al menos durante la hora anterior a la prueba.
• Suspender el consumo de cafeína desde las 6 u 8 horas previas a la espirometría. No tomamos, pues, café, cola ni té.
• Suprimir los tranquilizantes y el alcohol desde 4 horas antes.
• Informar al doctor de la medicación que estamos tomando. El consumo de inhaladores y otros fármacos puede alterar los resultados. En tales casos, el médico ha de establecer si podemos o no tomarlos y hasta qué momento previo a la prueba.

Cómo se realiza la prueba de espirometría forzada

El procedimiento es muy sencillo. Nos colocamos ante el espirómetro, introducimos la boquilla en la boca y la sujetamos con los dientes. Nos aseguramos de que la lengua no obstruye el paso del aire y seguimos las instrucciones del especialista.

Tras llevar a cabo algunas respiraciones tranquilas, inspiraremos con la mayor capacidad hasta llenar los pulmones. Seguidamente, expulsaremos todo el aire almacenado en el menor tiempo posible hasta que nos digan vale. La maniobra se repite tres veces.

Dónde acudir para hacernos una espirometría forzada

En Savia recomendamos acudir a centros cualificados en espirometría forzada, con un prestigio máximo, para efectuar esta evaluación. Los hay en estas ciudades españolas:

• A Coruña.
• Barcelona.
• Dos Hermanas (Sevilla).
• Getafe.
• Guecho / Getxo (Vizcaya).
• Las Rozas (Madrid).
• L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
• Lugo.
• Madrid.
• Málaga.
• Marbella (Málaga).
• Orense.
• Pinto (Madrid).
• Segovia.
• Sevilla.
• Valdemoro (Madrid).
• Valencia.
• Valladolid.
• Zaragoza.

¿Qué precio tiene la espirometría forzada?

El precio de una espirometría forzada varía entre los 17 y los 42 euros, según el centro médico elegido.