Ergometría. Prueba de Esfuerzo en cualquier ciudad

La ergometría es una prueba destinada a medir la capacidad del paciente para adaptarse al esfuerzo. Su realización suele estar recomendada por cardiólogos. De practicarse deporte con asiduidad, se convierte en imprescindible para evitar el empeoramiento de enfermedades latentes.

Al ser indolora, resulta muy fácil de llevar a cabo. Debe ser acometida exclusivamente por profesionales. Los resultados son inmediatos. Una vez recabados, son analizados por el especialista que la aconsejó. Teniendo en cuenta sus características y ventajas, vamos a repasarlas en los siguientes apartados. Emplearemos esta información como la confirmación de la indudable valía de esta alternativa.

¿Qué es una ergometría?

Una prueba orientada a valorar y cuantificar la reacción del organismo del paciente a un esfuerzo físico progresivo. Entre otros factores, se analizan los siguientes:

• La regularidad de los latidos del corazón. Por ello, también es conocida como ergometría cardiaca. El objetivo es detectar cuándo se produce una anomalía inesperada. En ocasiones, completamos la prueba con un electrocardiograma simultáneo.
• El riego sanguíneo. Tanto el que va al corazón como el que va a los músculos. Permite identificar una enfermedad coronaria desde sus primeros síntomas. También puede solicitarse un ecocardiograma de estrés o una gammagrafía para complementar el estudio.
• La oxigenación de la sangre. Una ergometría analiza la capacidad pulmonar del paciente cuando el esfuerzo es demasiado elevado.

El análisis del resultado posibilita constatar la presencia de síntomas de otras dolencias latentes que podrían afectar al paciente.

¿Cuándo debe solicitarse una ergometría cardiaca?

Hay dos opciones. La primera es esperar a que el cardiólogo la solicite tras observar alguna anomalía en el paciente. Si al especialista le consta que la persona ha sufrido un infarto o una angina de pecho, suele recomendarse. Lo mismo sucede en los casos en los que es necesario determinar el nivel de extensión del corazón.

La segunda casuística es la solicitud privada por parte de cualquier persona que durante la práctica deportiva, o en su día a día, haya notado algún cambio en su organismo. De hecho, se practica a todos los deportistas profesionales y sería muy recomendable hacerla antes de inscribirse a actividades deportivas muy exigentes. Es el caso del aeróbic o de actividades similares que estresan el funcionamiento del corazón. En ocasiones, las dolencias cardíacas son silentes y se confirman con un infarto.

Preparación para la ergometría o prueba de esfuerzo

Aunque se trata de una alternativa indolora, es aconsejable atender a los siguientes consejos:

• El cardiólogo podría solicitar que no se tomase la medicación recetada en las 12 horas previas. Especialmente, si se trata de beta bloqueantes o de nitratos. El objetivo es comprobar el verdadero funcionamiento del corazón.
• Si la prueba es por la mañana, recomendamos tomar un desayuno muy ligero. El especialista o el técnico de la clínica se encargará de especificarlo.
• No es conveniente fumar durante las ocho horas previas al procedimiento.
• Las bebidas alcohólicas, energéticas, azucaradas o con cafeína son contraproducentes, ya que provocan una alteración artificial en el comportamiento cardíaco.
• Es conveniente vestir ropa holgada, zapatillas deportivas o calzado cómodo.

¿Cómo se lleva a cabo una ergometría?

El paciente debe dejar su torso sin ropa para que se le coloquen los electrodos y un accesorio en el brazo, que medirá su tensión arterial. Después, puede cubrirse con una camiseta elástica o malla de red facilitada por la clínica. Igualmente, se le coloca en la boca una máscara para medir la oxigenación. En ese momento, el paciente puede subirse a la cinta para correr.

Tras comprobar que la medición de los latidos es correcta, el auxiliar irá aumentando la velocidad de la máquina poco a poco. También solemos alterar el ángulo con el fin de aumentar el esfuerzo a realizar. La prueba dura un máximo de 30 minutos y suele detenerse cuando:

• El cardiólogo observa una anomalía que confirma su posible diagnóstico.
• La presión arterial se excita demasiado, llegando a un nivel poco aconsejable.
• La persona comenta que siente un dolor en el pecho.
• El paciente confirma que no puede continuar al ritmo marcado.

De no experimentarse ninguno de estos síntomas pasado el tiempo máximo previsto, damos por concluido el procedimiento. Como decimos, los resultados son inmediatos y pueden ser estudiados con más detalle por el cardiólogo.

¿Cuándo debe evitarse?

No debería someterse a una ergometría o prueba de esfuerzo quien haya sufrido un infarto en los cuatro días anteriores. Tampoco deben hacerlo los pacientes que hayan sufrido una angina de pecho. Está desaconsejada en caso una infección o inflamación, así como en pacientes con alteraciones óseas, dolencias neurológicas o enfermedades pulmonares.

Las personas con artrosis o alteraciones en la circulación sanguínea deben especificarlo con antelación. A las que presenten un electrocardiograma basal irregular también se les someterá a una gammagrafía o ecografía de estrés.

¿En qué ciudades se ofrece el tratamiento de ergometría?

Concretamente en dos, en Jerez de la Frontera (Cádiz) y en Barcelona. En esta última existen diversas clínicas para elegir.

¿Cuáles son las ventajas de una ergometría?

Son múltiples. Las que enumeramos a continuación confirman la conveniencia de someterse a una ergometría o prueba de esfuerzo:

• La prueba es un simulacro de angina de pecho que ayuda a confirmar, o a descartar, este diagnóstico. Los pacientes que la padecen ofrecen un electrocardiograma normal en reposo, pero al esforzarse corroboran el problema.
• Suele abordarse la técnica completa que consta de una docena de variaciones. El objetivo es dividir el corazón y certificar la presencia de isquemias o arritmias.
• Cualquier persona que vaya a comenzar a entrenar sabrá cuál es la frecuencia máxima que soporta su corazón. Debe llevarse a cabo una ergometría de esfuerzo antes de un maratón o de una competición deportiva.
• Posibilita obtener la frecuencia máxima teórica utilizando la siguiente ecuación: a 220 se le resta la edad del paciente. El 85 % de la cifra resultante será el dato que buscamos.

¿Cuál es el precio de una ergometría?

Una ergometría cuesta en torno a 78-90 euros, dependiendo del lugar en el que se lleve a cabo. En definitiva, después de todo lo aportado en estas líneas y teniendo en cuenta sus resultados, podemos afirmar que someterse a una ergometría es sinónimo de apostar por conocer el estado exacto de la salud cardiovascular.